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COSMOBIOLOGIA.
El verdadero INICIADO es el que hace tiempo se inclina hacia los problemas más simples de la vida,
meditando sobre las pequeñeces como sobre las grandezas, y ha comprendido, al fin, que toda en
la materia no es más que ilusión, y que solamente el espíritu puede evolucionar. Por su vida de
búsqueda y humildad, merece el título de Justo. Habiéndose inclinado hacia las cuestiones más
abstractas, ha comprendido el sentido de ellas. Las manifestaciones de las religiones, las
concepciones, no tienen para él más que un valor documental: las Grandes VERDADES son
inmutables, y habiendo alcanzado los Arcanos Mayores, se encuentra en posesión de poderes de
los cuales no abusa y los emplea, a lo sumo, para alivio de su prójimo; alivio que se traduce en
enseñanza, en luces que ofrece, gérmenes que deposita en el cerebro de los que dudan; a los que
sufren, tanto espiritual como físicamente, aporta, en fin, un remedio eficaz sin esperanza de
beneficios, de interés cualquiera. Es un MAESTRO gracias a sus conocimientos del esoterismo,
gracias a su saber del que no se enorgullece; es un Justo por su vida de ejemplo, de humildad, de
fraternidad. Es el INICIADO tal como se ha de concebir, y el único que tiene un valor en la escala de
la elevación
2.- Fragmento de “Horoscopo e Iniciación” de “Los Grandes Mensajes”
Todo es vibración, y los alfabetos no han sido hechos a la ventura, pues toda forma de expresión
verbal, es el producto de diez gritos de animales que son el fundamento de las formaciones
lingüísticas. Es por lo que los abecedarios antiguos tienen tanto valor. Las lenguas muertas, tales
como el griego, el latín, el hebreo o el sánscrito, han conservado sus vibraciones iniciales; de ahí
que las fórmulas mágicas o las misas religiosas, que no son más que magia blanca, sean siempre en
una de estas lenguas.
El sánscrito nos ofrece un hermoso ejemplo de la fuerza emanada por determinadas letras; antes
de expresar cualquier cosa en esta lengua se traza una barra horizontal, lo que ya denota una
limitación entre lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño; una vez esa raya marcada, se
dibuja la inscripción, pero siempre bajo la barra inicial, lo que delimita bien el cielo y la tierra, o
dicho de otra manera, Dios y el Ser humano que respectivamente se expresan. Todos los signos
sánscritos son uniformes: una parte virgen, el sitial de la divinidad; y en la otra parte debajo de la
raya horizontal se indica lo que quiere expresarse. Sin embargo, algunas letras se escriben con
partículas arriba de la mencionada barra, y son, justamente, letras particularísimas, puesto que
forman los caracteres necesarios para la composición de palabras que permiten alcanzar el Plano
Divino.
Los ocultistas tanto como los orientalistas conocen bien el famoso vocablo Aum Mani Padme Hum,
que pronunciado con ciertas notas, desprende vibraciones al punto de permitir al practicante
fundirse en el Gran Todo: lo que tiene por efecto dejar al espíritu salir de la envoltura corpórea
para ascender a Dios. En el lenguaje yoga, es hacer vibrar las fuerzas internas al punto de iluminar
Kundalini, a fin de liberar por la abertura de Brahma, las fuerzas físicas transmutadas en fuerzas
psíquicas.
Nada se crea nada se pierde. Emanados del Gran Todo tenemos que retornar a Él. Como todo es
evolutivo retornamos a Él a través de estadios más o menos largos, según nuestro grado de
elevación; es decir, que nuestro nivel evolutivo guarda correlación con la gama de vibración con la
cual nos sintonizamos.
De ahí la necesidad absoluta de perfeccionarse para ascender más fácilmente a las esferas
superiores. No tendremos siempre nuestro cuerpo material para satisfacer nuestras pasiones. Es
necesario, en consecuencia, adoptar la costumbre de que sea el espíritu el que ordene a la
materia, a fin de ya no ser esclavo de nuestros imperativos materiales.
3.- Fragmento de “Evolución y Reencarnación” de “Los Grandes Mensajes”
La naturaleza obra siempre por las vías más cortas: la lentitud de procedimiento sería impotente,
la multiplicidad de ayudas sería debilidad; por consiguiente, hay que pensar que todo funciona por
el mismo Principio. No hay en la Naturaleza más que un Principio Universal, eterno y activo; no
pueden haber dos, pues serían iguales o diferentes. Si son diferentes se destruyen el uno al otro. Si
son iguales es como si hubiera uno.
La unidad de designio en el Gran Todo, infinitamente variado, anuncia un solo principio. Este
principio debe obrar sobre todo Ser o ya no es universal. Si obra sobre un ser, obra sobre todos los
mundos. Por lo tanto, una sola idea será el inmediato efecto de una Causa Universal, siempre
presente.
En consecuencia, la materia del Universo pertenece a Dios tanto como las ideas, y las ideas tanto
como la materia. Decir que alguna cosa está fuera de El sería decir que hay algo fuera del Gran
Todo.
"Dios es el principio universal de todas las cosas, y todas existen en El y por El..." La cita de Voltaire
resume bien la unidad de la naturaleza, lo que prueba que el filósofo de Ferney no solamente
tenía ideas muy avanzadas para su época sino también que no era ni materialista ni ateo.
La evolución del hombre reproduce exactamente la de la Humanidad, la del Globo mismo; en otras
palabras: la evolución del microcosmo es idéntica a la del macrocosmo. (Lo que es arriba es como
lo que es abajo).
La ley de los contrates viene a manifestarse en el día y la noche, el verano y el invierno, el calor y el
frío, la acción y la reacción, etc., pues todo no es más que vibraciones, nuestros "conceptos" son
simples concordancias de relatividades.
Todo cumple su evolución según la ley fundamental, según la unidad que armoniza todos los
modos bastante complejos de la materia universal.
Sin embargo, el momento ha llegado de ilustrarse un poco sobre las aplicaciones de estos
principios espirituales; en efecto, el mundo pide ahora explicaciones de sus anhelos en general, y
hay que reconocer que el número de adeptos a la espiritualidad aumenta cada vez más.
4.- Fragmento de “El Mensaje del Acuarius” de “Los Grandes Mensajes”
La Misión del Aquarius no es una nueva religión, es la vuelta de la Religión única en su esencia,
cualesquiera que fueran sus formas filosóficas, culturales o iniciáticas, de las cuales se han servido
sus apóstoles para hacerla entrever a los hombres según su edad (su grado de adelanto cósmico,
sus experiencias, su grado de comprensión y evolución).
Todo este programa no es nuevo y muchas organizaciones internacionales colaboran con la Misión
del Aquarius, cuya jerarquía no representa una secta con sus adherentes y cotizantes. La Misión
del Aquarius existía hace mucho tiempo en letargo, por decirlo así, su manifestación no era sino
simbólica, latente. El momento ha llegado (por la influencia cósmica, una ley astronómica) para
que tome una forma material, una existencia tangible. Desde hace muchos años el espíritu del
Aquarius reina en millares de individuos y el Consejo Supremo de Dirección Espiritual ha
preparado con la ayuda de sus organismos y vehículos los Instructores para este nuevo Orden,
para el cual la GRAN FRATERNIDAD UNIVERSAL solicita la colaboración de todas las sectas y
movimientos y grupos esotéricos.
Es hacia un nuevo humanismo que tiende la Misión del Aquarius, heredado por el conducto de
todas las gnosis y filosofías del espíritu de sabiduría y de la ciencia, humanismo caracterizado por
un principio de reencuentro de los manantiales de práctica y respeto de toda creencia, de
universalidad, donde la fuerza y el valor de cada uno servirán a la comunidad entera para el
bienestarb de todos, a fin de evitar las apropiaciones egoístas y personalistas de ventajas
adquiridas sobre los planos material, intelectual y espiritual. La Misión del Aquarius se constituye
en comunidad de almas libres y de buena voluntad con un objeto de reorganización mundial de
manera que todos los hombres aprendan a vivir, según las condiciones impuestas por la vida
misma, es decir, en espíritu y en verdad, buscando la salud física interior, la claridad del interno
desapego, en una palabra, a vivir cósmicamente, integrándose a la obra de la Creación entera,
donde sea necesario y donde cada engranaje basta a la buena marcha del conjunto. Todas las
limitaciones políticas y económicas, sociales, monetarias, idiomáticas, son trabas al desarrollo del
hombre real, de la entidad cósmica que está en nosotros. Debemos vivir con el Universo y no
contra él. Si debemos someterlo, debemos sobrepasarlo, y para sobrepasarlo se necesita vivir aún
en él e integrarlo.
5.- Fragmento de “La Célula Familiar” de “Los Grandes Mensajes”
La célula familiar es la piedra de ángulo de nuestra sociedad y hay que mejorar su solidez como en
el ejemplo dado en líneas anteriores acerca de nuestra casa agrietada. Cuando esté restablecida
con sólidas bases, ya habrá tiempo de ocuparse del sistema social que deba adoptarse, que en
aquel momento se impondrá por sí mismo y convendrá a todos.
La Misión del Aquarius no considera aquí dictar un curso de educación infantil, pero quisiera dejar
entrever a todos la importancia que hay en nuestra acción o en nuestra actitud hacia un niño.
Ante todo es necesario considerarlos bajo un punto de vista objetivo, sin afecto personal, como
seres que han encarnado en esta Tierra, no para su placer ni el nuestro, sino para proseguir su
evolución. De aquí la necesidad de pensar también en los niños que no tienen familia, y
adoptarlos. Esto está muy bien de parte de familias en la Nueva Era y aún de quienes siguen el
Sendero Iniciático, ya que son aceptadas en un Ashram las familias con niños para educarlos,
según los nuevos principios acuarianos. No es cuestión de criarlos bien o mal, sino de “criarlos”
únicamente, a fin de que no hayamos sido transmisores inútiles, y de armarlos para la lucha que
tienen que llevar a cabo y de la cual deben salir victoriosos.
Ya podemos prever un doble intercambio de padres a hijos. Por una parte, disciplina y educación
razonada, con el conocimiento que lo viene a coronar todo, y por otra parte, la obediencia dentro
de la confianza, el respeto inspirado por la dignidad. Pero este punto de vista objetivo seguido
correctamente, nada se opone al espíritu subjetivo que se traduce en este caso por el amor
personal, con tal que no ponga trabas desde las primeras aplicaciones.
Se habla siempre de los deberes de los hijos para con los padres, pero no hay que olvidar los
deberes de los padres para con los hijos, y toda la quiebra y derrota de la niñez y adolescencia que
sucede actualmente, ¿no es acaso debido a la falta de los padres en sus deberes más elementales?
Tomemos muy en cuenta que para un niño la decisión, el razonamiento, el orden de sus padres
toman relativamente un valor de manantial y unidad. Si un adulto puede buscar a su alrededor
pruebas y testimonios, el dominio de un niño se limita al círculo restringido de las personas que lo
rodean y de todo lo que se desprende de ese círculo inmediato espera él una absoluta veracidad;
por ello y por encima de todo, no engañéis a vuestros hijos, y menos sobre vosotros mismos, ni
sobre cualquier otra cosa. Vuestro hijo tiene derecho a decepcionarse, y, ya que la vida marcha
siempre adelante, seguramente le decepcionará que usted sea un punto en este camino y que él
sea otro adelantado a cierta distancia; esta distancia que les separa no hará sino aumentarse con
un movimiento uniformemente acelerado. En cambio vosotros como padres no tenéis derecho a
decepcionar a vuestros hijos, porque les debéis todo sin restricción alguna.
Desde el momento en que habéis aceptado una misión, un apostolado de educador tenéis que
cumplir y cumplirlo bien, sino no habéis debido aceptarlo.
6.- Fragmento de “JESÚS-JHESU” de “Los Grandes Mensajes”
La VERDAD es que hay que REINTEGRARSE; todo lo demás no son más que concepciones, hipótesis
y creencias.
La Verdad con todas sus complicaciones de asimilación de principios es, sin embargo, muy simple
en su mecanismo: ella sigue una curva natural, una Ley cíclica, una inspiración, una retención y
una expiración, un movimiento que vemos por todas partes.
Todo emana de un punto y por lo tanto, es muy normal que todo vuelva a él.
Después de las evoluciones necesarias, la vuelta se hace por la Comprensión (Concretización del
Pensamiento-estado del Espíritu Santo), por la Realización (Crist-alización del QUERER-plano
Crístico del Hijo), por la Reintegración (Desmaterialización de las Leyes-Estado Divino del Padre)
para Fusionarse por fin en la Causa Suprema.
Hay que subir por la escala de la misma manera que el Principio bajó por ella, mediante el
trilogismo: Brahma, el Creador (el Primer Creado, El Padre, Dios Manifestado); Vishnú, el
Sustentador (el Hijo o la Madre, la Virgen, la Materia, la Matriz) y Shiva, el Destructor (el
Evolucionador, el Espíritu Santo, el Alma Universal).
De ahí que abandonar toda idea de cualquier provecho es ser SABIO, admitir el principio del
trabajo desde un plano universal es ser un ADEPTO, y conocer el mecanismo del sistema y
participar en él con abnegación, es ser un INICIADO.
7.- Fragmento de “La Gran Fraternidad” de “Los Grandes Mensajes”
En las dos primeras partes de este libro hemos visto toda la documentación necesaria para
abordar el dominio iniciático. Diremos como Vivekananda: “No me importa la lectura del Vedanta;
tenemos que realizarlo en la vida práctica”. (Libro de los Diálogos, 1a. parte). Es, pues, necesario
pasar a la acción y éste es el sentido de una leyenda puesta en los salones de la Misión de la Orden
del Aquarius para estimular a sus alumnos:
Sin embargo esto no es lo corriente o por lo menos no está siendo como debería suceder; en
efecto, la acción interesada no tiene ningún valor a los ojos de la Divinidad porque es necesario
obrar con un fin laudable, sin especulación, según la expresión tan bien sintetizada del Bhagavad
Gita: “TENEMOS DERECHO AL TRABAJO PERO NO A SUS FRUTOS”.
Para el neófito la gran dificultad de pasar a la acción es la disciplina indispensable que se requiere:
dieta alimenticia, ejercicios físicos, trabajo cerebral, respeto a la Jerarquía, reconocimiento a la
Tradición con los Maestros, las Escuelas y las Enseñanzas. . . Es muy frecuente que se niegue a
todo esto por la sencilla razón de que el ser humano es perezoso y por que un llamamiento a su
energía es pedir un trabajo que está por encima (no de sus fuerzas) sino de su querer. . .
No analizaremos la indispensable necesidad del régimen alimenticio porque toda persona sensata
habrá comprendido ahora que el hombre no muere, sino que se mata, como ya lo decía Lavoisier,
el creador de la química moderna.
SABER: La Verdad del Misterio, la Verdad de la Vida, la Verdad en el Espíritu visible, que es
visible por la Gravitación Universal.
QUERER: La Justicia, mediante el sacrificio, para la armonía y el progreso de la libertad.
OSAR: En razón de la Fe absoluta, en el equilibrio del cuerpo modificable por la
ponderación.
CALLAR: Sobre la realidad del Dogma, acción del Alma perfectible por el antagonismo
Se sabe ya que este célebre axioma: Saber, Querer, Osar, Callar, se aplica a muchas explicaciones
esotéricas y que está en la base de todo estudio iniciático.
Los Adeptos de los Colegios de Iniciación eran conducidos ante este enigmático símbolo y debían
dar una explicación a esta misteriosa figura de piedra, antes de ser introducidos por la puerta que
estaba entre las dos patas del animal sagrado y que conducía por profundas galerías a salas
subterráneas.
Es obvio que tenemos que pasar por alto la descripción de las Pirámides, de los templos, de los
santuarios, agrupados en torno de la Esfinge en razón de analizar el enigmático axioma: Saber-
Querer-Osar-Callar.
CALLAR: Está simbolizado por las alas del águila que caracteriza la Alta Filosofía.
Los 4 brazos de la Cruz son las 4 modalidades de la Energía Cósmica. El Emblema Acuariano se
presenta semejante en parte a una Cruz de Malta: brazos iguales pero ampliándose en las
extremidades, lo que indica una mayor facilidad para captar las fuerzas superiores de lo exterior
para conducirlas a su centro. Además de los 4 elementos (Fuego-Tierra-Aire-Agua) contra los
cuales el Ser Humano debe luchar, estos brazos de la Cruz representan también los 4 estados de la
materia (sólido-líquido-gaseoso e ígneo o luminoso) que son también elementos indispensables al
hombre para vivir. El FUEGO es el calor, su temperatura que debe ser mantenida y el rayo solar
indispensable a su existencia; el AIRE es la atmósfera a respirar, tanto que el aire alimenta su
organismo; el AGUA es la sangre, la saliva, etc., o sea este simple líquido indispensable a la vida del
ser humano y que está en su mayor parte en la superficie de nuestro planeta; en cuanto a la
TIERRA es también el globo sobre el cual el ser evoluciona y que toma su propia constitución de
este elemento sólido que es su osamenta, su armazón.