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La Iglesia de Dios de la Profecía afirma la enseñanza

bíblica de que el matrimonio es sagrado y no se debe entrar al


mismo ligeramente sin la preparación apropiada. El matrimonio
fue instituido por Dios originalmente y reconocido como una
relación de pacto de por vida entre un hombre y una mujer. La
iglesia afirma que la familia bíblica está compuesta de un padre
y una madre en matrimonio que pueden procrear hijos. La iglesia
también afirma que el hogar, incluyendo a la familia extendida, debe ser gobernado con amor,
disciplina y otros aspectos
edificantes que son enseñados en la Palabra de Dios. Siendo que
la iglesia está comprometida a la santidad del matrimonio y la vida
humana, diligentemente nos pronunciamos en contra del aborto,
incesto, abuso, eutanasia, adulterio, divorcio, homosexualidad
y lesbianismo, los cuales creemos que son contrarios al diseño
original de Dios según lo declara Su Palabra. Toda unión que
sea ilegal desde el punto de vista bíblico, tales como personas
del mismo sexo, incestuosa o matrimonios polígamos no son
aceptados por la iglesia, aun si éstos han sido reconocidos como
legales por los gobiernos civiles.

EL DISEÑO ORIGINAL DE DIOS PARA LA FAMILIA

La Familia en la Biblia: ¿Qué es?, Origen, importancia y más

La familia en la biblia, ocupa un lugar especial, tanto así, que en ella se muestra como fue
creada esta institución familiar y los propósitos para el cual que fue establecida, en el contenido
expresado en cada línea, se manifiesta que Dios es el creador, y el fundamento de la familia, y
anhela que todo grupo familiar le permita estar cerca.

Verdades inalterables en cuanto al matrimonio bíblico:

EL MATRIMONIO SEGÚN LA BIBLIA:


La Biblia dice que en el principio Dios “los hizo varón y hembra. Por este motivo dejará el
hombre a su padre y a su madre, y los dos serán una sola carne. Por lo tanto, lo que Dios ha
unido, no lo separe ningún hombre” (Mateo 19:4; Marcos 10:6-9; Génesis 1:27-28; Génesis
2:24; Génesis 5:2).

“El ser hombre o el ser mujer es una característica esencial de la identidad y del propósito
premortales, mortales y eternos de la persona”. El relato de Génesis, de cuando Adán y Eva
fueron creados y puestos sobre la tierra recalca la creación de dos géneros distintos: “Y creó
Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. (Génesis 1:27).
Después de crear a Adán y a Eva, Dios los declaró esposo y esposa, de lo cual Adán dijo: “Por
tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se allegará a su mujer, y serán una sola
carne”. Jesús citó la declaración de Adán cuando reafirmó el origen divino del pacto del
matrimonio: “No habéis leído que el que los hizo al principio, hombre y mujer los hizo, y dijo:
Por tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos serán una
sola carne? Así que, no son ya más dos, sino una sola carne”. (Mateo 19:4-5; Marcos 10:6-9). El
matrimonio es ordenado por Dios desde la fundación del mundo, por consiguiente es una unión
sagrada entre un hombre y una mujer.

La expresión “lo que Dios ha unido” no significa que él decide quién se casa con quién, sino que
es el Fundador del matrimonio entre un hombre y una mujer. De este modo se destaca en la
Biblia la seriedad de esta unión. Las parejas que ven el matrimonio como algo sagrado e
indisoluble se esfuerzan por sacar adelante su relación. Y las posibilidades de éxito aumentan si
siguen los consejos de la Biblia para los esposos y las esposas.

El matrimonio entre un hombre y una mujer es fundamental en el plan de salvación. La


naturaleza sagrada del matrimonio está estrechamente unida al poder de la procreación.
Únicamente un hombre y una mujer, juntos, tienen la capacidad natural biológica de concebir
hijos. Este poder de procreación de crear vida y traer al mundo a los hijos de Dios, engendrados
en espíritu es sagrado y de gran valor para Dios. El uso indebido de este poder socava la
institución de la familia y, por consiguiente, debilita la estructura social. Las familias fuertes
funcionan como la institución básica para transmitir a las generaciones futuras las fortalezas
morales, las tradiciones y los valores que sostienen a la civilización. Como se afirma en el
artículo 16 la Declaración Universal de Derechos Humanos y el artículo 23 del Pacto
Internacional de derechos civiles y políticos: “La familia es el grupo natural y fundamental de la
sociedad; Se reconoce el derecho del hombre y de la mujer a contraer matrimonio y a fundar
una familia ”.

El matrimonio no es ante todo un contrato establecido entre dos personas a fin de ratificar sus
afectos y proveer de lo necesario para las obligaciones mutuas. Más bien, el matrimonio y la
familia son instrumentos vitales para criar hijos y enseñarles a llegar a ser adultos responsables.
Aunque los gobiernos no inventaron el matrimonio, a través de las edades, los gobiernos de
todos tipos han reconocido y reafirmado el matrimonio como una institución esencial para
preservar la estabilidad social y perpetuar la vida misma. Por consiguiente, ya sea que los
matrimonios se hayan efectuado como un rito religioso o una ceremonia civil, en casi todas las
culturas, a las parejas casadas se les han concedido beneficios especiales que cuyo objeto
principal es sostener su relación y promover un ambiente en el cual se críe a los hijos. Un
esposo y una esposa no reciben esos beneficios a fin de elevarse por encima de cualquier
pareja que quizás comparta una residencia o un lazo social, sino más bien para preservar,
proteger y defender las instituciones sumamente importantes del matrimonio y de la familia.
Como vemos para Dios, el matrimonio es mucho más que un simple contrato.

Nosotros como Iglesia de Dios, enseñamos que el matrimonio entre el hombre y la mujer es
ordenado por Dios, y que la familia es fundamental en el plan del Creador para el destino
eterno de Sus hijos… La familia es ordenada por Dios. El matrimonio entre el hombre y la mujer
es esencial para Su plan eterno. Los hijos merecen nacer dentro de los lazos del matrimonio y
ser criados por un padre y una madre que honren sus votos matrimoniales con completa
fidelidad y obediencia a Dios.

EL MATRIMONIO SEGÚN LA BIBLIA:


El matrimonio es una institución divina establecida por DIOS antes de la entrada del pecado al
mundo, cuando todo era “bueno en gran manera” (Génesis 1:31). El divorcio, por su parte,
surgió después del pecado, y fue permitido por Moisés (Deuteronomio 24:1-4) “por la dureza
de nuestros corazones”, aunque ese no era el plan de DIOS. Así lo afirmo JESÚS en: (Mateo
19:8, Marcos 10:4-5).

MATRIMONIO, DIVORCIO, Y NUEVAS NUPCIAS

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