Está en la página 1de 18

URBANISTICA II.

FAU UNT

UNIDAD TEMÁTICA 1. LA CIUDAD EXISTENTE

UTN° 1. 1. MARCO CONCEPTUAL


Arq. Rosa Lina Cuozzo

Introducción

Para abordar la temática planteada por la asignatura, es forzoso establecer un marco de


conceptos que permita la comprensión y el análisis del objeto urbano.
Ante la diversidad de miradas y aproximaciones se torna necesario precisar el enfoque con el cual
nos paramos y planteamos el análisis de la ciudad. El tema ha interesado a diversas disciplinas
principalmente a la sociología, la geografía, la economía, la ecología, las ciencias políticas y las
matemáticas (Di Virgilio, Herzer, Merlinsky, & Rodríguez, 2011).
En el caso del urbanismo, el análisis de la ciudad ha cambiado a lo largo del tiempo. Inicialmente
su estudio se realizó desde una visión meramente espacialista, enfoque que se limitaban
exclusivamente al análisis espacial, sin tener en cuenta la relación espacio-sociedad. Luego a lo
largo de un proceso de conformación disciplinar ello se fue transformando hasta llegar a los
enfoques actuales basados en las teorías de producción social del espacio (Bourdie 1999, Soja,
1983; Santos, 2000), en los que la ciudad pasa a comprenderse como el resultado de una relación
dialéctica entre los procesos naturales, económicos y sociales.
Esta línea interpretativa, concibe al espacio en estrecha relación con la sociedad, como una
totalidad con ella donde el espacio por un lado es condicionante de los procesos sociales y al
mismo tiempo un producto de ellos, en una relación dialógica.
Todo lo planteado evidencia que el hecho urbano es complejo y dinámico pues está en constante
movimiento y sujeto al cambio. Por lo tanto para comprender la ciudad es necesario … un estudio
profundo de dicha complejidad lo cual involucra al conjunto de la cultura, la economía, el trabajo y
la creatividad, para la adaptación constante y la reflexión sobre las sociedades urbanas y sus
entornos habitables, según las nuevas relaciones y órdenes del conocimiento. (Hernández García,
I; Hernández García, J y Niño Bernal, R, 2012: 68). Dicho de otro modo, es necesario un enfoque
que nos permita interpretar la ciudad en su totalidad, en un territorio y un período histórico
concreto.

1
URBANISTICA II. FAU UNT

Bajo este pensamiento, la ciudad se puede entender como un sistema socio- territorial complejo1
que permite distintas alternativas de encuentro, relación, conflicto y aislamiento entre un grupo
muy amplio y diverso de personas, instituciones y empresas, a lo largo del tiempo. Como sostiene
Sassen (1999), la ciudad es un sistema incompleto y complejo y esas características les han
permitido permanecer y evolucionar en el tiempo.

La ciudad. Características principales. Lo urbano


Partiendo de esa visión integral, definimos que se entiende por ciudad. En este sentido, el
geógrafo y urbanista Jordi Borja (2003) enuncia que: La ciudad es una realidad histórico
geográfica, sociocultural, incluso política, una concentración humana y diversa (urbs), dotada de
identidad o de pautas comunes y con vocación de autogobierno (civitas, polis).
Lewis Munford, por su parte describe su noción de ciudad como: punto de concentración poderío
y cultura, es la forma y el símbolo de una relación social integrada…donde la experiencia humana
se transforma en signos visibles, sistema de orden, destino de la civilización…producto del tiempo,
donde los valores humanos trascienden a la generaciones en forma visible (monumentos)
constructora de identidades (nombres) sinfonía de la cultura humana, representa el máximo de
humanizar el ambiente natural (citado en Abramo, 2015: 58).
Por su parte, Delgado (1999) sostiene que la ciudad es una composición espacial definida por la
alta densidad poblacional y el asentamiento de un amplio conjunto de construcciones estables,
una colonia humana densa y heterogénea conformada esencialmente por extraños entre sí. La
ciudad, en este sentido, se opone al campo o a lo rural, ámbitos en que tales rasgos no se dan
(Delgado, 1999:11-12).
De este modo, es posible afirmar que la ciudad constituye una creación humana, que existe en un
espacio, que es perdurable y evolutiva en el tiempo (Corti, 2015) y posee tres dimensiones
simultáneas (Borja, 2003; Corti, 2015):
- Urbs: se refiere al núcleo urbano y al sentido material de la ciudad. Se entiende a la ciudad
como hecho físico, desde su mobiliario, y su arquitectura, su paisaje, su infraestructura y su
extensión en el territorio.
- Civitas: remite a la comunidad humana. La ciudad vista como producción social y cultural, con
énfasis en la conducta de los ciudadanos/as y las relaciones entre individuaos y colectivos.
- Polis: la ciudad como ámbito y condición de las relaciones de poder y del ejercicio de los
derechos ciudadanos y libertades públicas.

1
Un sistema complejo constituye una “una totalidad organizada (de ahí la denominación de sistema), en la
cual los elementos no son separables y, por tanto, no pueden ser estudiados aisladamente” (García, R.,
2006: 21).

2
URBANISTICA II. FAU UNT

Estas conceptualizaciones ponen en evidencia ciertos atributos esenciales de la ciudad:


- Conforma una realidad física y por ello está condicionada por un soporte geográfico, por las
condiciones naturales de su emplazamiento y por los recursos que puede explotar. Las ciudades
son distintas entre sí, ocupan localizaciones geográficas diferentes, están habitadas por diversidad
de personas con actividades disímiles, con servicios y equipamientos variados (Bertuzzi, 2005).
- Constituye un fenómeno de larga duración, su existencia histórica es resultado de un proceso
de transformación del espacio por parte de la sociedad. En este sentido puede ser considerada
una obra colectiva surgida de la integración sucesiva y compleja de acciones, adiciones,
superposiciones y reemplazo de edificios y espacios urbanos a lo largo de las sucesivas
generaciones y de las distintas etapas en su desarrollo. Bajo esta idea, puede ser considerada
como un palimpsesto2(Nicolini 2010), que a pesar del tiempo transcurrido y las nuevas
intervenciones conserva en su espacio las huellas de pasadas edificaciones como resultado de la
dialéctica cambio- permanencia. Como contracara de esta estabilidad o inercia, las ciudades están
en continua evolución, cambio y adaptación a las distintas necesidades de los habitantes, en
respuesta al cambio tecnológico, el progreso científico, económico y cultural de las sociedades en
la historia.
- Es el reflejo de una medio social, cultural y político. Ello significa que en su espacio se expresan
las relaciones de poder, las significaciones culturales y religiosas y de organización de la sociedad.
El espacio construido evidencia la vida de las sociedades y constituyen para quien sabe leerlos,
una indicación precisa de sus mitos, sus sueños, sus epopeyas y sus miserias. Dicho de otra
manera, para cada momento histórico existe una sociedad que la habita la trasforma y gobierna
desde ciertos valores compartidos (o no) y desde normas fijadas de acuerdo a los intereses
comunes de su época. Este proceso se puede leer en la presencia de edificios, espacios y
elementos que permanecen a lo largo de cientos o miles de años e influyen sobre el presente.
- Son imágenes de la memoria colectiva. Como construcción humana en el tiempo, adquiere
diferentes significados a lo largo de su historia. Este atributo simbólico, constituye un poderoso
instrumento de memoria de las sociedades ya que los significados construidos históricamente
constituyen la esencia de la ciudad. Por ello puede expresarse también que las ciudades son un
conjunto de memorias, deseos, signos, historias, pautas culturales, estilos de vida, como también
son centros de crecimientos económicos que en muchos casos producen desequilibrios ecológicos
y sociales.

2
Designaba a los manuscritos antiguos que conservaban las huellas de escrituras anteriores que habían sido
borradas artificialmente y que conservaban las huellas de antiguas escrituras que nunca pudieron borrarse
del todo.

3
URBANISTICA II. FAU UNT

En otro sentido desde el enfoque de la antropología, Delgado (1999) realiza la distinción entre la
ciudad y lo urbano. El autor plantea que “lo urbano” transciende lo físico (la ciudad está
localizada y fija en un lugar) en tanto la cualidad de “urbano” está constituido por relaciones
capaces de avanzar sobre otras áreas (alejadas de la ciudad) a partir de la movilidad espacial e
informacional. En palabras del autor:
Está claro, en este orden de cosas, que la ciudad no es lo mismo que lo urbano. Si la ciudad
es un gran asentamiento de construcciones estables, habitado por una población
numerosa y densa, la urbanidad es un tipo de sociedad que puede darse en la ciudad… o
no. Lo urbano tiene lugar en otros muchos contextos que trascienden los límites de la
ciudad en tanto que territorio, de igual modo que hay ciudades en las que la urbanidad
como forma de vida aparece, por una causa u otra, inexistente o débil…lo que implica que
la urbanidad es precisamente la movilidad, los equilibrios precarios en las relaciones
humanas…(Delgado, 1999: 11-12).
Bajo esta idea, la ciudad con sus construcciones estables, es sólo una parte de lo urbano. De
hecho, existen extensiones de la ciudad y fragmentos urbanos que no mantienen continuidad
física con la ciudad y que, sin embargo, son también urbanos en función al modo de vida de sus
habitantes, valores y conductas y nivel de información.
Esta definición nos acerca a lo planteado por Lefevre (1983) quien sostiene que “lo urbano” está
constituido por las interrelaciones y concentración de actividades y funciones, individuos y
creaciones, flujos objetuales y culturales que maximizan las posibilidades de un continuo
acaecimiento dentro del espacio-tiempo urbano y que son capaces de avanzar y trascender lo
físico. A este concepto lo denomina forma abstracta de la ciudad.
Lo urbano no se circunscribe ni se agota en la ciudad…consideramos como urbano al fenómeno de
concentración espacial cuya marca por excelencia es la ciudad, pero que se integra en el sistema
urbano, compuesto por el conjunto articulado de infraestructura fisica, espacial y social de
servicios que engloban lo rural en una sola relación de totalidad (Leeds, 1975; en Gravano, 2015:
57-58).
Castells, propondrá dejar de lado las definiciones de los urbano desde el empirismo estadístico
(tamaño de centros, concentración física, densidad de población y la heterogeneidad social
(Castells, 1974:15). Propone definir lo urbano a partir de ciertas relaciones empíricas
(básicamente espaciales) teóricamente significativas como las relaciones entre el espacio y la
sociedad es decir la constitución histórico cultural. Sugiere hablar más de “producción social de
formas espaciales consistentes en la asociación de una forma espacial de concentración,
densificación y heterogeneidad de la población asociada a ciertos valores civilizatorios o

4
URBANISTICA II. FAU UNT

culturales, un producto histórico, un sistema de relaciones estructuralmente asimétricas, de


dominio, económico, político y espacial. (Castells, 1974:26).

Conceptos necesarios

Planteado el enfoque de estudio, es necesario definir los conceptos que son fundamentales para
abordar la temática que aborda la asignatura. Estos conceptos se enuncian a continuación.
Calidad de Vida. El término Calidad de Vida está ampliamente utilizado tanto en el lenguaje
cotidiano como en distintas disciplinas científicas. Suele aparecer en numerosos discursos tanto
científicos como periodísticos o políticos y ha pasado a ser utilizado de forma casi masiva e
ingenua, desconociendo la complejidad que lo caracteriza.
Es importante remarcar que son múltiples las conceptualizaciones propuestas para detallarlo y
una de las principales dificultades reside en la variedad de componentes que involucra y la
imposibilidad de atender a todos, lo que conduce necesariamente a la selección de algunos
aspectos.
De sus múltiples acepciones se ha seleccionado aquella que define la calidad de vida como “una
medida de logro respecto de un nivel establecido como óptimo, teniendo en cuenta dimensiones
socioeconómicas y ambientales dependientes de la escala de valores prevaleciente en la sociedad
y que varían en función de las expectativas de progreso histórico” (Velázquez, 2001: 15).
Entonces, este concepto se construye a partir de un “proceso” y es una aspiración que se
determina como variable en el “tiempo”. De allí que este término goce de un importante
“dinamismo” y de ciertos niveles de subjetividad. De esta manera se evidencia el rol fundamental
de la sociedad en tanto agente activo en la construcción de este concepto.
Según esta definición el concepto involucra aspectos objetivos y subjetivos, lo cual implica la
satisfacción no tan solo de las necesidades básicas sino también de las psicosociales, asegurando
el bienestar físico y espiritual de la población, aspectos estos que dependientes del contexto,
cultura e historia del individuo.
De este modo, la Calidad de Vida estaría compuesta por un lado por la base material en la que se
desarrolla la vida, esto es las condiciones objetivas de la existencia humana que involucra el
ambiente natural y construido en el que se desenvuelve el ser humano y que incluye, además,
todas las relaciones que devienen de las actividades realizadas. Por otro, las experiencias
subjetivas de los individuos (Rueda, 2004) entendido esto como los distintos modos de habitar, de
observar, de sentir y vivir el espacio urbano, lo que no depende exclusivamente de las
características objetivas dadas por la forma física de un espacio, sino por las dinámicas sociales
que en él se van desarrollando y van adquiriendo significado para sus habitantes.

5
URBANISTICA II. FAU UNT

Además de estos aspectos es necesario considerar, asimismo, la presión ejercida por los grupos
humanos sobre el medio físico natural en pos de satisfacer sus necesidades, que en muchos casos
no posee capacidad para dichas exigencias. Por lo tanto, es necesario conocer como el medio
físico natural responde ante estas exigencias de la sociedad (Zulaica y Celemín 2008), lo que en
otras palabras se define como sustentabilidad.
En síntesis, podemos afirmar que calidad de vida (CdV) se considera constituida por:
 el nivel de vida que se refiere a las condiciones materiales de vida de una persona, grupo
social o comunidad compuesto por nueves componentes: salud, alimentación y nutrición,
educación, vivienda, empleo y condiciones de trabajo, vestido, recreo y esparcimiento,
seguridad social y libertades humanas.
 el nivel de sustentabilidad: vinculadas al concepto de desarrollo sostenible.
 el nivel ambiental o calidad ambiental del espacio en el que se vive que implica los factores
físico-espaciales que definen un espacio usable, habitable y cuantificable materialmente y los
aspectos que surgen del uso social y de las diversas manifestaciones de la actividad humana y
sus relaciones, aspectos estos que no son medibles, cuantificables o mensurables, pero que
revisten igual importancia“.
Expresado de otra manera, la calidad de vida implica la satisfacción no tan solo de las necesidades
básicas sino también de las necesidades psicosociales, asegurando el bienestar físico y espiritual
de la población.

Como medir la calidad de vida


La complejidad que muestra el concepto dificulta el consenso acerca de su campo de estudio y
estrategias de medición. En relación a esto, Fernández (2000) señala que los intentos de medición
cuantitativa son variados y, en general, resultan de efectuar determinados cruces y relaciones
entre diversos indicadores socioeconómicos y su distribución espacial en el territorio.
No obstante, preferentemente se ha intentado la construcción de índices genéricos que procesan
y califican los grandes agregados estadísticos convencionales para elaborar tablas que permitan
obtener referencias comparativas y el establecimiento de rankings u ordenamientos del grado de
CdV en diversas ciudades. Diversos estudios (García y Velázquez, 1999; Zulaica y Celemín, 2007;
entre otros) han transitado el camino de la construcción de Índices de Calidad de Vida Urbana que
reflejan la heterogeneidad presente en el interior de las ciudades con brechas de diferenciación
cada vez más evidentes.
Para avanzar en este sentido, desde nuestra disciplina tomamos una resolución operativa y
definimos determinados parámetros que son susceptibles de ser precisados por indicadores. De
este modo definimos las siguientes variables para cada dimensión de la Calidad de vida

6
URBANISTICA II. FAU UNT

planteadas con anterioridad, como lo expresa el cuadro siguiente:


Nivel de vida Ingreso directo Los recursos que percibe cada individuo por su
trabajo (salario, jubilación o pensión)
Ingreso indirecto Es el que percibe el individuo de una sociedad
organizada (educación, salud, seguridad,
justicia, previsión social de carácter públicos).
Nivel de Los impactos que produce la actividad humana y que afecta al ambiente y a la
sustentabilidad población. Externalidades del desarrollo
Nivel ambiental o Dimensión físico- existencial Edificación, accesibilidad, infraestructuras y
calidad ambiental equipamiento com unitario.
Dimensión subjetivo- Elementos de significación que están en la
representativa y simbólica memoria colectiva y satisfacen necesidades de
identidad y legibilidad urbana

a) Nivel de vida
Está constituido por los ingresos directos e indirectos, como se lo define en el cuadro, para
dimensionar la importancia de estos indicadores. Alcanzará plantearnos que no exista el ingreso
directo, situación que nos conducirá, sin conocer las causas (que pueden ser entre tantas el des-
empleo, el empleo precario o el subempleo), a evaluar que se trata de un nivel evidente de
marginalidad. No hace falta abundar más en la importancia del ingreso directo y en la
consecuencia de que no exista.
La relevancia del ingreso indirecto está dada porque define a la comunidad organizada en el Estado.
El Estado debe garantizar la existencia de los pilares de su existencia, la educación, la salud, la
seguridad, la justicia, la previsión social de carácter público. Se dice pilares del estado porque ante
la debilidad de cualquiera de ellos los habitantes de ese país tienen una mala calidad de vida.
Muchos de ellos, por la aplicación de políticas de carácter liberal, los sistemas de salud están en
manos de prestadores privados, que ante la situación de inexistencia del ingreso directo le
agregamos la inexistencia del ingreso indirecto estaremos delante de una situación de extrema
marginalidad social.

b) Nivel de sustentabilidad
El nivel de sustentabilidad se concibe en una relación de equilibrio entre medios ecológico,
económico y social, a través de las convergencias equilibradas de las relaciones soportables, via
bles y equitativas entre los medios ecológico, económico y social.
Su definición se basa en el concepto de desarrollo sostenible, sustentable o perdurable que fue

7
URBANISTICA II. FAU UNT

formalizado por primera vez en el documento conocido como Informe Brundtland (1987), fruto
de los trabajos de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas,
creada en Asamblea de las Naciones Unidas en 1983.
En este sentido, definimos el Desarrollo Sostenible como el desarrollo que asegura la satisfacción
de las necesidades presentes de la población sin comprometer la capacidad de las generaciones
futuras para satisfacer la propia. (CEPAL/ONU, 1991). Ello implica también la posibilidad de que
cada persona disponga de un ambiente, tenga acceso a unos equipamientos y servicios, y pueda
llevar una vida que le permitan autorrealizarse de acuerdo a sus deseos en igualdad de
oportunidades al resto de las personas de su entorno. (Serrano R. ,1997). El mismo se debe
alcanzar a nivel global, sin compensar o justificar el deterioro de algunos sectores a cambio de la
mejora de otros.
Según Jiménez Herrero (2008), el Desarrollo Sostenible debe cumplir tres requisitos:
- Ser ambientalmente sano: no solo basado en un crecimiento económico sino también
en un uso racional de los recursos.
- Socialmente justo: con equidad y solidaridad social, empezando por resolver como
primer problema la pobreza.
- Económicamente viable: se debe poder llevar adelante en términos económicos.
Figura N°1 . Esquema de la articulación sostenible entre los medios ecológico, económico y social.

8
URBANISTICA II. FAU UNT

Ser sostenible significa que pueda mantenerse a lo largo del tiempo. Este desarrollo implica
crecimiento económico, pero también incorpora todos aquellos aspectos de índole cuantitativa,
asegurando así un desarrollo social consecuente con los beneficios económicos.
En consecuencia, sería sostenible, entonces, aquel desarrollo que utilizase los recursos naturales
por debajo de su capacidad de renovación 3, distribuyese la actividad en el territorio de acuerdo
con su capacidad de acogida 4 y practicase tales actividades de tal manera que la emisión de
contaminantes fuese inferior a la capacidad de asimilación 5 (Gómez Orea, 1993).Al concepto de la
declaración de Río (1992) de neto corte intergeneracional se le agrega otro valor ético, el de valor
intrageneracional, en cuanto hay que satisfacer las necesidades de las generaciones presentes en
el acceso a los bienes y servicios de la naturaleza a toda la población del planeta (Leff, 2002,).

c) Nivel ambiental. La calidad ambiental


La calidad ambiental integra la calidad de vida urbana (Gómez López, 1994) y se comprende como
las condiciones óptimas que rigen el comportamiento del espacio habitable en términos de
confort y sustentabilidad; el cual puede ser asociado a lo ecológico, biológico, económico
(productivo y/o social), cultural, tipológico, tecnológico y estético en sus dimensiones espaciales
(Luengo, 1998); y puede ser condicionado a la vez por la capacidad de acceso a la vivienda y los
servicios urbanos (Celemín, 2007).
Se trata de esta manera, de una calidad ambiental que mantiene relaciones fuertemente
dialécticas entre la dimensión existencial (cuantitativo y mensurable) y la dimensión
representativo- simbólico (cualitativo y difuso). Se considera que cuando se halla una mayor
interacción y equilibrio entre los aspectos objetivos (materiales) y subjetivos (percepción),
aumenta la CdV.
La definición fue propuesta en 1976, por Quaroni y Terranova quienes preocupados por la calidad
del hábitat urbano, definen el concepto de calidad difusa ambiental entendida como una calidad
que además de garantizar los factores cuantitativos, de uso, de organización social y funcional-
consideradas funciones primarias- debe sustentar “algunas funciones segundas que conciernen a
requisitos psicosociales o psico-perceptivos, de bienestar ambiental, de habitabilidad, identidad,
reconocibilidad, etc.” (Quaroni, 1976:9). Según los autores ...está claro que exigencias

3 Tasa de renovación anual o interanual.


4 La capacidad de acogida está determinada por la aptitud del medio para los requisitos locacionales de
una actividad y el impacto que estas producen.
5 Capacidad de asimilación es la capacidad de autodepuración para el caso del agua y el suelo, y se refiere a
la medida en que son capaces de procesar en sus circuitos biológicos los elementos que se le incorporen.
(Gómez Orea, 1997).

9
URBANISTICA II. FAU UNT

representativas, simbólicas, acaso ideológicas, son otros tantos legítimos modos de uso de la
forma del hábitat” (Quaroni y Terranova, 1976:9).
De esta forma, el hábitat urbano debe ser el ámbito donde se generan a lo largo del tiempo
interacciones entre la población y la naturaleza a partir de procesos microsociales, por aspiración
deseada o necesidad inmaterial o por satisfacción o necesidad material (Hernández García, 2005;
Corral Espinosa, 2006; Arroyo y Mutuberría Lazarini, 2007); y constituye un conjunto de
satisfactores que conforman un ambiente natural asociados al suelo urbano (como soporte de las
actividades), a la vivienda (como actividad residencial), a la infraestructura urbana,
equipamientos, espacios públicos y lugares de empleo (como servicios de base) y a la
accesibilidad (como condición que engloba los anteriores y permite tanto el acceso como la
carencia), incidiendo directamente en la calidad de vida de la población (Arroyo y Mutuberría
Lazarini, 2007).
Es decir que el hábitat urbano debe reunir condiciones adecuadas -físicas, funcionales, de
salubridad, de construcción de expectativas, necesidades y demandas de los habitantes- para ser
habitado, esto es, contar con habitabilidad, la cual define la calidad de vida de la población
(Echeverría Ramírez, 2009).Los problemas de accesibilidad, el deterioro del medio construido, la
pobreza, la marginalidad urbana, la falta de servicios y de infraestructura que sufre gran parte de
la población que habita en las ciudades, y su ausencia o deficiencia, inciden directamente en la
calidad urbana residencial.
Para alcanzar una adecuada Calidad de vida es indiscutiblemente necesario el desarrollo puesto
que implica progreso, crecimiento, conocimiento y generación de riqueza, pero es imperante
integrar este concepto con el de Medio Ambiente, logrando así el Desarrollo Sostenible.
En consecuencia, la calidad del ambiente, según sostienen los autores está definida por… las
relaciones entre calidad y cantidad, y después de aquellas entre “bienestar ambiental” y “valor
simbólico” de las formas del hábitat.”
- Orden o dimensión funcional. Edificación, accesibilidad, infraestructuras y equipamiento
comunitario.
- Orden o dimensión representativa simbólica. Elementos de significación que están en la
memoria colectiva y satisfacen necesidades de identidad y legibilidad urbana.
Ambos órdenes son indisociables y por ello la relación es dialéctica entre calidad-cantidad lo que
significa que ninguno de los dos términos existe verdaderamente sin el otro. O bien ninguno de
los dos puede estar primero y el otro luego, nombrar cualquier objeto es ya un acto que excluye
todas las cualidades no pertenecientes a ese objeto y su especie (Quaroni y Terranova , 1976).

10
URBANISTICA II. FAU UNT

Estas conceptualizaciones nos llevan a pensar que el desarrollo no está ligado al término de
crecimiento económico estricto, sino que está ligado a la calidad de vida del ser humano.
Es entonces cuando aparece un nuevo concepto que define también al desarrollo “como un
proceso de individualización” (Fridman y Weaver, 1981). Los autores citados explican que el ser
humano tiene tres tipos de necesidades:
 Necesidades básicas, en cuanto éstas están definidas por el hábitat inmediato de las
personas, como la vivienda saludable, la alimentación necesaria, la salud óptima que
permita la vida activa con la posibilidad de un trabajo.
 Necesidades colectivas, en tanto permita a las personas el trabajo, el estudio y la
residencia en lugares de calidad ambiental aceptables. Resueltas estas necesidades
permiten a las personas desarrollar ligazones y vínculos con el sitio, las instituciones la
cultura que lo representan colectivamente.
 Necesidades individuales. Son las que nos permiten realizarnos en el libre albedrío y que
contribuyen a la conquista de las necesidades del individuo.
La secuencia de necesidades planteadas por los autores, provoca un orden forzoso en el sentido
de que sin tener las necesidades básicas satisfechas es imposible ni siquiera plantearse las
necesidades colectivas e individuales.
No se debe olvidar que para alcanzar una calidad de vida se debe partir de necesidades mínimas
satisfechas, es decir de un standard de nivel de vida superior al mínimo de subsistencia.

Para lograr el desarrollo sostenible, se aprobó en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo


Sostenible realizada en Nueva York en septiembre de 2015, la denominada Nueva Agenda
Urbana (NAU), la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (documento A/RES/69-315) cuyo
proceso por el cual los Estados miembros establecieron esta agenda implicó una serie de con
sultas al sector empresarial, las organizaciones de la sociedad civil y expertos de organismos
internacionales y Naciones Unidas. En dicho documento se establecieron 17 Objetivos y 169
Metas que deberán ser cumplidos de aquí al 2030.

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus 169 metas retoman las lecciones aprendidas
con los Objetivos de Desarrollo del Milenio y se proponen dar cuenta de los desafíos pendientes.
Estos objetivos integran todas las dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, la
ambiental y la social y se basan en un enfoque de derechos con su carácter de integralidad. Los
Objetivos de Desarrollo Sostenible buscan erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la
prosperidad para todos como parte de una nueva agenda 2030.

Cada objetivo tiene metas específicas que cada país aplicará dependiendo de su realidad

11
URBANISTICA II. FAU UNT

económica, social y ambiental. Su naturaleza global de aplicación y su universalidad involucra a


países de desarrollo y capacidad diferentes y promueve el respeto de las políticas y prioridades
nacionales. En el marco de cumplimiento de dicha Agenda, el Estado Argentino inició un trabajo
de adaptación de dichos Objetivos y metas a la realidad nacional.

Estos objetivos apuntan sobre todo a que los ciudadanos puedan contar con el derecho a la
ciudad.6 Este no es un derecho más, es el derecho de hacer cumplir los derechos ya existentes.
Un paso fundamental en la construcción del derecho a la ciudad ha sido la elaboración de la Carta
Mundial por el Derecho a la Ciudad articulada por Habitat International Coalition (HIC), como
respuesta a los reclamos y reivindicaciones llevadas adelante por numerosas organizaciones y
movimientos populares. Esta declaración busca recoger los compromisos y medidas que deben
ser asumidos por la sociedad civil, los gobiernos locales y nacionales, parlamentarios y organismos
internacionales para que todas las personas vivan con dignidad en las ciudades.

Según esta declaración el derecho a la ciudad es:


- El derecho a un hábitat que facilite el tejido de las relaciones sociales.
- El derecho a sentirse parte de la ciudad (sentido de cohesión social y construcción
colectiva, al ejercicio pleno de la ciudadanía).
- El derecho a vivir dignamente en la ciudad.

6
El derecho a la ciudad, no es una propuesta nueva. El concepto apareció en 1968 cuando Henri Lefebvre
escribió su libro El derecho a la ciudad . El sociólogo, preocupado por los impactos negativos de la
urbanización y de la economía capitalista que convirtió a la ciudad que era “una obra que unificaba
lenguajes, códigos y tejidos sociales comunes se convierte en “un producto” (Lefebvre, 1978:85), en una
mercancía a la cual solo se accede a través del capital. Como contrapropuesta Lefebvre reivindica la
posibilidad de que las personas recuperaran la ciudad como espacio colectivo, donde el hombre sea el
protagonista.

12
URBANISTICA II. FAU UNT

- El derecho a la convivencia.
- El derecho al gobierno de la ciudad.
- El derecho a la igualdad de derechos.

La propuesta se basa en tres ejes fundamentales:


- El ejercicio pleno de la ciudadanía.
- La gestión democrática de la ciudad, a través de la participación de la sociedad de forma
directa y participativa, en el planeamiento y gobierno de las ciudades.
- La función social de la propiedad y de la ciudad, lo que implica el uso socialmente justo y
ambientalmente sustentable del espacio urbano.

De esta manera, el derecho a la ciudad es el derecho a la participación en la producción


protagónica de los pobladores no solo como simples consumidores, sino agentes de su cambio y
el acceso a los servicios urbanos y sociales que brinda la ciudad (Ortecho, 2011).
Es un derecho colectivo de los habitantes de las ciudades, en especial de los grupos vulnerables y
desfavorecidos ya que implica garantizar: seguridad jurídica de tenencia de la vivienda;
disponibilidad de servicios (equipamiento e infraestructura), asequibilidad (gastos viables o
soportables), accesibilidad (no discriminación), habitabilidad (espacio suficiente, seguridad,
privacidad, iluminación y ventilación adecuada), lugar adecuado (seguro, ambientalmente sano,
accesible al empleo) y adecuación cultural.

Ello implica la posibilidad de construir una ciudad en la que se pueda vivir dignamente, que sea el
escenario de encuentro para la construcción de la vida colectiva, sobre la base de la una ciudad
como producto social, recuperando la ciudad para todos sus habitantes, tal como sostiene
Lefebvre (1978).

La ciudad y su territorio. Realidades y problemática de la ciudad latinoamericana

Todos los aspectos mencionados con anterioridad permiten afirmar que no existe un modelo
único de ciudad, sino tanto modelos como ciudades se analicen, por esto es necesario estudiar
cada ciudad en su contexto territorial dentro del cual se engloba y en función a la dinámica
socioeconómica y política que asimismo ocurren en el marco de transformaciones y procesos de
índole nacional, latinoamericano y mundial.
A nivel global la imposición del modelo económico denominado capitalismo tuvo proyección y
expansión a escala planetaria en virtud de la irrupción y utilización generalizada de las nuevas
tecnologías de la información y comunicación –TICs- (Castells,1985), conociéndose este fenómeno
como Globalización. Este proceso introdujo cambios en los espacios urbanos, al transformar la

13
URBANISTICA II. FAU UNT

organización, el funcionamiento y la morfología de las ciudades, las que abandonaron su rol


industrial, incrementaron su función como espacio de valorización y acumulación del capital y
dejaron progresivamente de ser un espacio de encuentro y sociabilidad (Ciccolella, 1999).
A raíz de una marcada selectividad territorial del capital global, ciertas áreas urbanas
concentraron los sectores más avanzados de producción, de servicios y de innovaciones y otras
quedaron afuera. Consecuentemente el desarrollo se produjo de manera desigual conformándose
una nueva geografía mundial organizada a partir de un número reducido de ciudades que
ostentan el control global y una red solidaria con estos grandes centros urbanos (Fernández
Durán, 1996).
Según Manuel Castells (1995) con los cambios ocurridos y los nuevos estilos de vida pierde
importancia en la localización, la proximidad espacial y la contigüidad física como factores
definitorios. Ello evidencia la disociación entre la dimensión geográfica y la sociedad y en
consecuencia el espacio deja de ser soporte de las relaciones y factor de integración social. El
resultado de esta dinámica fue una transformación sustantiva de la ciudad auto-concentrada y
territorialmente definida, hacia una ciudad difusa caracterizada por el entrecruzamiento de
múltiples redes que algunos autores han llegado a llamar como no- ciudad. Según Choay (2004) se
asiste a la desaparición de los modos de vivir característicos de las ciudades hasta ese entonces,
dotadas de una cierta identidad y de una entidad física delimitada, dando paso a una urbanización
sin espacio, producto del papel fundamental de las redes y las nuevas formas de relaciones. Esta
nueva forma urbana muestra una marcada dispersión y heterogeneidad de actividades en el
entorno donde no se reconocen límites claros entre lo rural y lo urbano.
En este sentido Bourdieu (1999) afirma que, a partir de la instauración del capitalismo, la relación
espacio- sociedad dejó de estar vinculada a la satisfacción de las necesidades sociales y su motor
fue la acumulación del capital. En consecuencia, la capacidad de apropiarse del espacio y de los
bienes que están en él distribuido, dependen del capital que se posee. Ello ha llevado a una lucha
por el espacio urbano que redundó en la conformación de una sociedad jerarquizada, donde el
espacio físico refleja el poder, la riqueza o la miseria de los grupos sociales que en él se mueven y
que lo habitan y dando lugar a la segregación social, la fragmentación espacial y una desigual
apropiación del espacio por parte de la sociedad.

La realidad de las ciudades latinoamericanas


En Latinoamérica donde recién a fines del siglo XIX e inicios del XX se aceleró el proceso de
urbanización, las principales ciudades fueron los escenarios donde se produjeron primero los
cambios y posteriormente estos alcanzaron a los centros urbanos aledaños, los que se

14
URBANISTICA II. FAU UNT

ensamblaron en la nueva dinámica económica intensificando su relación funcional con las


metrópolis. De esta manera, como expresa Fernández Durán (1996) también en Latinoamérica las
transformaciones ocurridas tuvieron distintas incidencias en función de la incorporación de cada
ciudad al sistema global y según las identidades propias de cada núcleo urbano. En este sentido,
en las ciudades de América Latina el nuevo modelo económico tuvo repercusiones espaciales con
distinta intensidad, de acuerdo a las particularidades de cada urbe y en función del momento en
que cada país se fue adscribiendo a la dinámica de la globalización (De Mattos, 2006).
Es en la década del 90 luego de la crisis surgida a partir del fracaso del sistema de sustitución de
importaciones, que los cambios urbanos se hicieron evidentes. Desde el punto de vista económico
las ciudades sufrieron una progresiva desindustrialización y terciarización a causa de la primacía
de los servicios que se convirtieron en el núcleo de la economía urbana.
La neutralidad del Estado (tanto en intervención como en la inversión) y el retiro de su rol activo
condujeron al abandono de la planificación urbana y su reemplazo por un enfoque donde
primaron los intereses del mercado de capital. Consecuentemente, las inversiones privadas
adquirieron un papel fundamental en la transformación urbana y convirtieron a los negocios
inmobiliarios en el criterio urbanístico central en la organización y funcionamiento de la ciudad.
Los conceptos de competividad, governance y planificación estratégica7 se impusieron en la
gestión urbana y lograron la consolidación de la lógica capitalista en el desarrollo de las pareas
urbanas.
Desde el punto de vista socio- espacial una de las transformaciones más significativas fue las
ocurridas en la estructura y la morfología urbana. El explosivo aumento de la movilidad, junto con
la adopción generalizada de las TICs, impulsó una sostenida ampliación urbana.
Lo que se desdibuja con rapidez es una forma urbana caracterizada por la existencia de un
gradiente densimétrico en sentido centro-periferia, tanto en términos de población, como
de actividad y empleo, junto con la identificación de unos límites externos bastante netos
frente al entorno rural. *…+ lo que aparece es una nueva forma urbana, mucho más
compleja, más difícil de identificar, caracterizar y delimitar; que hace que la misma
definición de lo urbano que se ha impuesto en el pasado comience a ser puesta en cuestión.
(De Mattos, 2006:60).
Lo que cambió fundamentalmente fue el comportamiento locacional de las familias y las
empresas que a partir de entonces optaron por lugares alternativos a los habituales y dieron lugar

7
Estas concepciones estuvieron basadas en la idea de atraer capitales para la inversión privada ya que ello
impulsaría la actividad económica, aumentaría el ingreso y el empleo, y en consecuencia todo esto
redundaría en una mejor calidad de vida de los ciudadanos.

15
URBANISTICA II. FAU UNT

a nuevas tipologías de urbanización articuladas mediante interrelaciones de comunicación y


conocimiento. De este modo, la dinámica urbana impulsada por los negocios inmobiliarios,
redundó en la aparición y proliferación de artefactos arquitectónicos tales como: Shopping malls,
complejos de consumo (súper e hipermercado, grandes tiendas, food courts, etc); edificios
inteligentes para empresas y corporaciones; hoteles de lujo, ferias; complejos de esparcimiento
(grandes cines); parques temáticos, etc y la proliferación de las urbanizaciones cerradas como
tipología residencial.
Estas transformaciones pusieron en evidencia la profundización de procesos de fragmentación y
segregación en el espacio. Según Borsdorf (2003) el principio que caracteriza la dinámica urbana
de la ciudad actual es la fragmentación como una nueva forma de separación entre los elementos
socio-espaciales. En esta dinámica el crecimiento urbano se produce en función de la ley de la
oferta y la demanda, es decir de acuerdo a la disposición de recursos por parte de la sociedad, lo
que acrecienta la desigualdad en el acceso al suelo urbano.
De este modo las ciudades se expanden como fragmentos irreconciliables, donde coexisten sin
solución de continuidad ni interrelación urbanizaciones privadas, asentamientos marginales,
centros de consumo, áreas industriales (Prévot Schapira, 2000) y comienzan a observarse
procesos de diferenciación social en el espacio (Duhau, 2013) entendido este como una
jerarquización o especialización socio- urbana en relación con las modalidades dominantes de
producción del espacio urbanizado.
Todos estos cambios se observaron en las grandes metrópolis latinoamericanas. Sin embargo, en
las últimas décadas se observa una disminución de la primacía de las grandes áreas
metropolitanas, que perdieron su poder de atracción ante los numerosos conflictos que en ellas
se observan (caos, desocupación, inseguridad, entre otros) lo cual ha llevado al aumento de los
centros urbanos secundarios o ciudades intermedias, que comenzaron a tener protagonismo.
En este sentido en América Latina las ciudades intermedias se volvieron más dinámicas
fortaleciendo su rol de centros proveedores de bienes y servicios y comenzaron a participar de las
complejas redes de alcance global. Ello fue acompañado de un crecimiento a nivel demográfico
pues se constituyeron en receptoras de la población afectada por las crisis de las economías
regionales y la producción que afectó las grandes ciudades (Fuchs, 1994; Vapñarsky, 1995; Portes
et al., 2005). En este protagonismo también sufrieron las transformaciones socio-espaciales que
caracterizaron a las grandes ciudades.
En definitiva, la problemática urbana contemporánea en Latinoamérica es compleja y presenta
retos adicionales pues es necesario resolver problemas urbanos básicos como la mejora de los
servicios y la infraestructura, el déficit de vivienda, la fragmentación, entre otros. La búsqueda de

16
URBANISTICA II. FAU UNT

soluciones requiere de un abordaje integral que considere la dinámica socioeconómica y tienda a


un desarrollo económico sostenible y la protección del medio ambiente a fin de lograr una ciudad
más habitable, inclusiva y resiliente.
Para lograrlo es necesario un cambio de paradigma que priorice el bienestar de las personas y el
medio ambiente sobre los intereses económicos y la adopción de políticas públicas de largo plazo
que busquen una ciudad más justa y sostenible, y que promuevan la participación ciudadana y la
colaboración entre diferentes actores involucrados en la gestión de la ciudad y que apunte a
mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Bibliografía

- ABRAMO, P. (2001). “La teoría económica de la favela: cuatro notas sobre la localización residencial de los
pobres y el mercado inmobiliario”. En Boletín CF+S. Ciudades para un futuro más sostenible. Nº 29. Río de
Janeiro. http://habitat.aq.upm.es/boletin/n29/apabr.html
- ARROYO, M. S., MUTUBERRÍA LAZARINI V. (2007). “Experiencias de producción del hábitat popular en la
Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires: Una aproximación desde la Economía Social”. En 1°
Congreso Internacional de Investigación en Economía Social. Victoria. Canadá: Inédito.
- BERTUZZI, ML. (2012) Ciudad y urbanización. Problemas y potencialidades. La Plata.
- BORJA G. y CASTELLS, M. (2000). Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información.
Mexico D.F:Taurus.
- BORJA J. y CASTELLS, M. (2004). Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información.
Madrid: Taurus.
- BORSDORF, A., (2003). “Cómo modelar el desarrollo y la dinámica de la ciudad latinoamericana”. Eure,
Vol. 29 (Nº 86). http://www.scielo.cl/scielo.php. ISSN 0250-7161.
- BOURDIEU, P. (1999). La miseria del mundo. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
- CASTELLS, M. (1985). La cuestión urbana. México D.F.: Siglo veintiuno.
- CELEMÍN, J.P.y ZULAICA, L. (2007). Aportes empíricos para la determinación de áreas homogéneas de
calidad de vida en el periurbano de la ciudad de Mar del Plata (Buenos Aires, Argentina).
- CEPAL. Revista de la CEPAL N° 91. Recuperado https://www.cepal.org/es/publicaciones/37451-revista-la-
cepal-no91,
- CHOAY, F. (2004). “El reino de lo urbano y la muerte de la ciudad”. En: Ramos, A. M. Lo urbano en 20
autores contemporáneos. Barcelona: Universidad Politécnica de Catalunya.
- CICCOLELLA, P. (1999). “Globalización y dualización en la Región Metropolitana de Buenos Aires. Grandes
inversiones y reestructuración socioterritorial en los años noventa”. En Eure. Revista Latinoamericana de
Estudios Urbanos y Regionales, Vol. 15 ( Nº 76).
- CORRAL ESPINOSA, G. (2006). De la planificación al ordenamiento del territorio. En: Moncaleano Archila,
A. (comp.) Hábitat y el derecho a la vivienda digna, (147-152). Bogotá: La Imprenta.
- CORTI M. (2015). La ciudad posible. Guía para la actuación urbana. Buenos Aires Café de las Ciudades.
- DE MATTOS, C. (2002). “Transformación de las ciudades latinoamericanas. ¿Impactos de la
globalización?”. Eure. Vol. 28 (Nº 85).
- DELGADO, M. (1999). El animal público. Barcelona, Anagrama.
- DUHAU, E. (2013). “La división social del espacio metropolitano. Una propuesta de análisis”. Revista
Nueva sociedad. Nº 243.
- FERNÁNDEZ, B. (2008). “Entrando nos territorios do território”. En: Paulino, E. y Fabrini, J. (orgs.).
Campesinado e territorios em disputa, (273-301). Sao Paulo: Expressao popular (Geografia em
Movimiento).
- FERNÁNDEZ, R. (2000). La ciudad verde. Teoría de la gestión ambiental urbana. Buenos Aires: Espacio
Editorial.

17
URBANISTICA II. FAU UNT

- Friedman, John y Clyde Weawer. Territorio y función. Colección Nuevo Urbanismo N°33. Madrid. Cap VIII.
Pag278-286. 1981
- FUCHS, P., (1994). “Ciudades medianas y gestión urbana en América Latina”. En Puncel, C. (eds), Las
ciudades de América Latina: problemas y oportunidades (35-71). Valencia: Universidad de Valencia.
- GARCÍA, R. (2006). Sistemas Complejos. Conceptos, método y fundamentación epistemológica de la
investigación interdisciplinaria. Barcelona: Gedisa.
- GÓMEZ OREA, D.(1994). Ordenación del Territorio: una aproximación desde el Medio Físico. Madrid:
Editorial Agrícola Española.
- GRAVAN0, A. (2015). Antropología de lo urbano. Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Café de las Ciudades.
- HERNÁNDEZ GARCÍA, I.; HERNÁNDEZ GARCÍA, J. y NIÑO BERNAL, R. (2012). “Visiones alternas de ciudad:
Complejidad, sostenibilidad y cotidianidad”. Revista Bitácora Urbano Territorial. Nº 20.
- HERNÁNDEZ GARCÍA, J., (2005). “Participación y hábitat: ¿sueño posible o relación no deseada?”. Revista
INVI. Vol 20 (Nº 55), 48- 81.
- JIMENEZ HERRERO L. (2008). Desarrollo Sostenible: Transición hacia la coevolucion global. Madrid:
Pirámide
- LEFEBVRE, H. (1970). La Revolución Urbana. Alianza. Madrid.
- LEFEBVRE, H. (1978). El derecho a la ciudad. Barcelona: Península ediciones. Cuarta edición.
- LEFF, E., (2002). Saber ambiental. Sustentabilidad, racionalidad, complejidad, poder. Mexico DF.: Siglo
Veintiuno.
- LOMBARDO J.D.(2012). La construcción del espacio urbano. Sus características en el Área Metropolitana
de Buenos Aires. Colección Cuestiones Metropolitanas. Nº 08. Buenos Aires: Ciccus- UNGS.
- LUENGO, G. (1998). Elementos para la definición y evaluación de la calidad ambiental urbana. Una
propuesta teórico-metodológica. En IV Seminario Latinoamericano de Calidad de Vida Urbana (pp. 8-11).
Tandil, Argentina: CIG-UNICEN.
- MERTINS, G. (2003). “Transformaciones recientes en las metrópolis latinoamericanas y repercusiones
espaciales”. En Luzón, J. L.; Stadel, C. y Borges (coords.), Transformaciones regionales y urbanas en
Europa y América Latina, (189-200). Barcelona: Universidad de Barcelona.
- MUMFORD L. (2012). La ciudad en la historia Sus orígenes, transformación y perspectivas. Nueva York.
- NICOLINI, A. (2010). Teoría histórica de la ciudad argentina. Apuntes de clases. Curso de doctorado. FAU.
UNT
- ORTECHO, L. E.(2012). HÁBITAT. Buenos Aires: Secretaria de Planeamiento y Políticas. Ministerio de
Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
- PRÉVÔT SCHAPIRA, M. F. (2000). “Segregación, fragmentación, secesión. Hacia una nueva geografía social
en la aglomeración de Buenos Aires”. Economía, Sociedad y Territorio. Nº 7, 405-431.
- QUARONI L. y TERRANOVA A. (1976) (Traducción Arq. R.J. Gómez López). “El Rol Social de la Proyectación”,
contribución de Italia a la Conferencia Hábitat de Vancouver.
- RUEDA, S. (2004). Habitabilidad y calidad de vida. Cuadernos de investigación urbanística.
- SANTOS, M. (2000). La naturaleza del Espacio. Técnica y tiempo, razón y emoción. Barcelona: Ariel.
- SASSEN, S. (1999). La ciudad global: Nueva York, Londres, Tokio. Buenos Aires: Eudeba.
- SOJA, E. (1985). “The Spatiality of Social Life:Toward a Transformative Retheorisation”. En Gregory, D. y
Urry, J. (eds.), Social Relations and Spatial Structures. Londres: Macmillan.
- SOJA, E. (1993). Geografías Pós-Modernas. A reafirmacao do espaco na teoria social critica. Río de Janeiro:
Jorge Zahar.
- VELÁZQUEZ, G. (2001). Geografía, Calidad de Vida y Fragmentación en la Geografía de los noventa.
Análisis regional y departamental utilizando SIGs. CIG. Facultad de Ciencias Humanas. UNCPBA.
- ZENTENO TORRES. E.(2018). “La percepción del espacio urbano. El aporte de mapas perceptivos al análisis
del barrio Zen de Palermo (Italia)”. Revista INVI. 33(93) 99-122.
- ZULAICA, L.; CELEMÍN, J. (2008). Estudio de las condiciones de calidad de vida en los espacios urbanos y
periurbanos del sur de la ciudad de Mar del Plata (Argentina) a partir de la elaboración y análisis espacial
de un índice sintético socioambiental. Papeles de Geografía, núm. 47-48. pp. 215-233 Universidad de
Murcia Murcia, España.

18

También podría gustarte