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VITOR

viñas y bodegas

Luz Vilca
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca
Nacional del Perú No. 2014-17209
Editado por
Municipalidad Distrital de Vitor
Plaza Principal de Vitor
Primera Edición 2014

Impreso
JAC IMPRESIONES Y EDITORES
Deán Valdivia No. 411 Oficina 218 - Galería Gran Chimu

Vitor, viñas y bodegas

Portada
Fotografía de Tinajas de la Hacienda El Chañal

Autora
Luz Natividad Vilca Mamani

Corrección
Marco Zúñiga Díaz
Luzgardo Medina Egoavil

Se autoriza el uso de información citando la fuente.


VITOR
VITOR
viñas y bodegas

En el Valle de Vitor se encuentra un pedacito de cada uno, un


poquito de identidad y de historia, una historia que se escribe,
se construye y se recupera.
Desde la Colonia las más ricas cepas de uva se han cultivado
en este Valle, dándonos el mejor vino vitoreño, que tiene
cariño y terruño.
En el delicioso Pisco de Vitor se encuentra la tradición y la
responsabilidad de los productores que cultivan vida y calidad
con aroma de viñas
La magia de Vitor invita al lector a buscar la más deliciosa
fruta, los más sabrosos camarones, los vinos y Piscos que
tienen un gusto a familia.

Cristhian Cuadros Treviño


Alcalde
Municipalidad Distrital de Vitor
Vítor es el nombre que nos lleva inmediatamente al recuerdo la imagen del Valle, el
río, los vinos y por supuesto del buen Pisco. Es uno de los valles arequipeños que
tiene la riqueza de su tierra y el inició del comercio de las bebidas espirituosas que
eran y son tan necesarias en la vida.

Quién no recuerda, visitar las tiendas de la calle 28 de Julio y comprar a granel el


más rico aguardiente, si era de Vítor, mejor. Ya en los años 80, nuestra bebida
popular ingresa al mundo más selecto, y allí, la especialización visual y de calidad
con el nombre de Pisco. En la memoria de los que aún conservan la tradición, se
recuerda a este valle como un rico emporio de frutas, camarones y bebidas unido al
buen trato y generosidad de su gente.

Sobre Vítor y la historia de vinos y aguardientes, se continuará escribiendo e


investigando es una puerta abierta a conocer más y escribir más. Los valles de
Arequipa tienen una historia común, la del arequipeño que pone sus fuerzas y cariño
en lo que emprende, en este caso: El mestizaje puro en el delicioso Vino Vitoreño, y la
altísima calidad en el Pisco.

En verano, los melones y sandías con ese dulzor tan especial ; y, en la celebración de
vendimia, todos están de fiesta; los productores de vinos y piscos se presentan en sus
mejores galas y copas especiales para degustar en la memoria y en la historia.

Este libro tiene como objetivo cautivar al lector e invitarle a conocer el Valle de Vítor,
consumir el producto arequipeño, que tiene mucho de “familia” y que se niega
romper los lazos con las raíces.

Luz Vilca Mamani


El Valle de la Concepción de Vitor
Las primeras vides en el Perú, se relacionan con las fundaciones hispanas de los primeros centros poblados en el
siglo XVI; En la segunda mitad del mismo siglo los valles de Vítor, Majes, Siguas y Moquegua se convirtieron
en los más importantes productores de vinos de todo el reino del Perú; Este auge fue eclipsado en el año 1600 por
la erupción del volcán Huaynaputina.

De acuerdo a los documentos históricos, en 1565, se creó el Corregimiento de “Vítor” el que tenía en servicio
once curas, nueve frailes y dos clérigos. El Valle de la Concepción de Vítor fue fundado por el Gobernador don
Antonio Álvarez y Jiménez en el mes de setiembre de 1792. Se proclamó como Pueblo el 3 de mayo de 1855 por
el Mariscal don Ramón Castilla. El 2 de Enero de 1857 de acuerdo a Ley No. 12307 se le denomina “Distrito de
Vítor”.

Geográficamente se encuentra ubicado en la provincia de Arequipa. Este valle se origina en la confluencia de los
ríos Chili y Yura (zona de Palca), aproximadamente a 1400 msnm hasta su confluencia con el río Siguas. El área
agrícola del valle se encuentra entre la zona Palca y la hacienda Boyadero, a 1000 msnm. Se encuentra en el
kilómetro 955 de la Panamericana Sur, a 63 KM de Arequipa. A 1200 m.s.n.m. de altitud.

El Pueblo de Vitor se encuentra ubicado respecto a la línea ecuatorial, en 16º 29' 48.1'' latitud Sur y respecto al
meridiano de Grenguich en 71º 56' 15.7'' longitud Oeste. Tiene una extensión de 2,624 hectáreas y 2,070
hectáreas tienen riego.

El Valle está rodeado de una cadena montañosa, delimitan la campiña en 1543.50 Km2. Se encuentra divida por
la carretera Panamericana, las márgenes izquierda y derecha para su ingreso tienen vías. Vitor tiene una
población de 4000 mil habitantes de acuerdo al Censo de INEI del año 2011. Los principales productos agrícolas
que se siembra son ajo, paprika, cebolla, ají, melón, sandia, uvas, alfalfa y tunas. También tiene un variado
ganado vacuno, caprino, ovino y porcino.

Sus límites son, por Norte: Provincia de Caylloma; Por el Nor-este: Yura; Por el Nor-Oeste: Santa Isabel de
Siguas; Por el Sur: Provincia de Islay; Por el Sur-Este: La Joya; Por el Sur-Oeste: Santa Rita de Siguas; Por
el Este: Uchumayo; y por el Oeste: San Juan de Siguas.

La Capital de Vitor es Barrio Nuevo y sus poblados se comprenden en: 9 de Febrero; Alto Socabón;
Beneficencia; Berenguel; Boyadero; Cuesta de Gallinazos; Dos de Mayo; El Chañal; El Pacay ; El Pasto; El
Tambo; Huachipa; Irrigación La Caleta; La Ballón; La Bedoya; La Buena Suerte; La Caleta; La Campos; La
Canduelos; La Cano; La Cossio; La Gamio; La Gonzales; La Grande; La Granja; La Ibáñez; La Llosa; La
Morante; La Palca; La Pampilla; La Quebrada; La Telaya; La Ugarte; La Lancho; Mocoro; Pampa
Desamparados; Pie De La Cuesta I; Pie De La Cuesta II; Pueblo Nuevo; San Francisco; San José; San Juan; San
Luis; Socabón; Sotillo; Tacar; Tambillo; La Fierro; Valencia; Grande ; Vítor.

Circundan al valle: La Joya Antigua (Vítor), La Cano, San Isidro, San Camilo y la Joya Nueva; En la margen
izquierda: Desde la Primera hasta la Cuarta Pampa deYuramayo; En la margen derecha: en la parte alta de la
cuenta del río Yura, Quiscos - Uyupampa.

Después las fundaciones españolas, los nuevos pobladores de las Villas y Ciudades se les otorgó solares para
construir su casa y tierras para cultivar los “frutos de Castilla” y criar ganados. De acuerdo al mandato de la

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Corona estipulado en una cláusula de la Capitulación de 21 del mes de mayo de 1534, que ordenaba lo siguiente:
“hedifiquen casas e huertas e las caballerías y peonías en que puedan sembrar e granjear guardando en ello la
orden y moderación”. Desde 1557 hasta 1580 se fundaron más de seiscientos pueblos parroquiales para morada
de los naturales, completándose el circuito urbano y comercial del “vino de la tierra” y el aguardiente.

Los valles de la costa sur desde Lima hasta Moquegua se cubrieron de viñas desde el siglo XVI. En el siglo XVII
estás zonas tuvieron un gran auge y expansión. Su economía dependía de la venta de vinos, aguardientes y
vinagres que comercializaban hacia Lima, Cusco, La Paz, Potosí, Chile, Huánuco, Lambayeque, Quito,
Huancavelica, Pasco y Tarma.

Comercialmente el Valle de Vitor se encontraba en una indudable posición económica por las viñas instaladas
hasta 1570, cuyos encomenderos era 17 (probablemente 4 más) de los 30 encomenderos de la región. Que a la
vez eran los más importantes propietarios de tierras en Arequipa. Los comerciantes involucrados en el tráfico de
vino hacia Potosí, más importantes, por ser hacendados también, fueron Diego de Herrera y Francisco Madueño,
que compraron tierras en Vitor con las ganancias provenientes de sus propiedades de la campiña arequipeña;
también se utilizó las alianzas matrimoniales para adquirir tierras; también algunos plantadores de viñas que
fracasaron en otros lugares, se hayan trasladado a Vitor al tener conocimiento del éxito económico de sus
viñedos, cuyo producto abastecía al espacio sur andino y a Lima .

Según Daves: “Los mercados principales para el vino, el aguardiente, y las pasas arequipeñas eran las ciudades
de Arequipa y Lima, los pueblos indígenas del sur peruano, y, como he indicado el Alto Perú. Los hacendados y
los mercaderes tenían factores en las ciudades de Cuzco y Potosí a quienes mandaban sus productos”.

De acuerdo a la cronología histórica, se describe sobre Vítor de la siguiente manera:

El 3 de julio de 1535 Diego de Almagro en su viaje hacia Chile, llega a Arequipa, el Valle de Tambo, Siguas y al
Valle de Vítor, se estableció en Paucarpata y Socabaya, fue recibido con honores por parte del alcalde y regidores.

En setiembre de 1539, Francisco Pizarro en su búsqueda de una salida al mar de las ciudades de Cuzco, La Plata y
La Paz, llego al Valle de Vítor, en su paso por Arequipa y llegar a las costas. Entregó a Miguel Cornejo una
encomienda en Vítor y Quilca, tierras que en 1550 ya producían vino

A finales de 1550, según Keith Davies “los esfuerzos más organizados en viticultura datan de finales de 1550,
otorgándose tierras en Vítor en 1557 (…) las chácaras son a los inmigrantes recientes, sin embargo esto no fue
así, ya que las chácaras se entregaron también a encomenderos, tan igual como merced de tierras, (…) se
entrega tierras a Diego Hernández Escobar, Juan Martínez, Diego Hernández de la Cuba, Alonso López,
Hernando de Torres, un pedazo de chácara para cada uno.”

En 1555, Agustín de Zárate, cronista español, describe que en el Valle de Vítor se encuentran los caminos y valles
de la costa.

En 1565, se crearon los primeros corregimientos llamados “Characato” y “Vítor” para que tuvieran la
administración judicial de la población nativa, incluyendo los “curacazgos llactarunas” de Yarabamba,
“Copoatas” de Socabaya, Paucarpata, Characato, Chiguata y las “Colonias”, “mitmaqs” de Chichas en
Huasacache, “collas” en Porongueche, “Canchis”, “Guapar o Quiguares” y “orejones” en Yumina; “Guayba”
“Quiquibayas”, “Canas” y “Canchis” en Colán y “Quispillactas” distribuidos desde Socabaya hasta Characato,

El Corregimiento de Vítor, en el cual estaban servicio once curas, nueve frailes y dos clérigos. De ellos, cuatro
frailes de la Orden de Santo Domingo de Guzmán se encargaban de la evangelización y adoctrinamiento de los
naturales de la Chimba (Cayma, Yanahuara y Antiquilla), Paucarpata, Chiguata y Tiabaja. Un fraile mercedario

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en las haciendas del valle de Vítor; el otro clérigo en el Pueblo
de Chule y el Valle de Tambo; Además tenía bajo su control el
valle de Ilo del Corregimiento de Arica; un fraile mercedario
de Characato; y, uno de la Orden de San Francisco de Asís de
Pocsi y Mollebaya.

Según el cronista mercedario Martín de Murúa: “el 19 de


febrero y 2 de marzo de 1600, testigo presencial de los hechos,
Arequipa vivió un gran pánico por la erupción del volcán
Huaynaputina, la tierra empezó a temblar escribiendo lo
siguiente” “(…) como a las cinco de la tarde comenzó a
obscurecer el cielo hacia la banda de la costa de la mar y unos
cerros llamados Socabaya, salía espantosos truenos y
relámpagos que duraron hasta la oración (…) la ceniza llegó
hasta Chuquisaca y Potosí, por la puna (…) y a Ica por lo
llanos (…) y hasta el Cuzco”.

Murúa hace un inventario de daños: ”Las haciendas y


heredades de los valles de Vitor y Siguas, que están a leguas de
Arequipa, quedaron en pie y provecho, pero a la hora que
llego a Arequipa, cayo sobre el valle otra inundación de
ceniza más brava, y así viñas y olivares quedaron perdidos sin
que se diese género de cosecha alguna, y ha sido tanta ruina que no espera en muchos años volverán en si…”.

Según el cronista jesuita Bernabé Cobo: “No se cogió en los seis años siguientes gota de vino”

Según el Prior agustino Antonio de la Calancha: “la erupción del Huaynaputina benefició la tierra agrícola
“Derribo el temblor lo mejor de los edificios y abrasó la
ceniza las raíces de las cepas; pero si antes daban
sementeras ocho fanegas por una, con la ceniza treinta por
dos, piedad del castigo, multiplicando el pan lo que
quemaba al vino la fertilidad de la tierra; fue cobrando
fuerzas aunque la sujetaban en partes las cenizas, pero
poco a poco recobró su fecundidad, y hoy se cogen en el
valle de Vitor de setenta a ochenta mil botijas; en los de
Majes de diez a doce mil; en la ciudad se cogen de quince a
dieciséis mil fanegadas de trigo y de dos mil y quinientos a
tres mil de maíz.”

Marcos Jiménez de la Espada, en una relación publicada en


el Obispado de Arequipa de 1649 indica el nuevo avance de
una naciente tradición mestiza: “hay muchos baños
naturales, que obran milagrosa salud en los que han
menester. Y es calidad singular del río que riega estos
valles de Arequipa y Vitor, que importan los frutos de pan y
vino que cría, más de quinientos mil ducados al año. Los
frutos generalmente son los mismos que los de España y se
acrecientan grandemente con los naturales a estos países
que son muchos y muy substanciales. Esta ciudad abunda
mucho de carnes, pan, vino y aceite, con que no desea nada
de fuera”.

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En los apuntes del Padre Antonio Vázquez de Espinoza (1628-
1629): “El Valle de Vítor, conforma el Camino Real de los
Llanos y los Andes Meridionales del Perú. También informa,
que el Valle de Camaná producía más de 30,000 botijas de vino;
y, Siguas y Vítor producían 70,000 y 100,000 botijas
respectivamente.”

Según el matemático don Cosme Bueno en el año 1774, escribió


en el siglo XVIII: “Que el Valle de Vítor sólo se cogen más de
170,000 botijas al año”.

El científico e historiador Mariano Eduardo de Rivero y


Ustariz, fue uno de los estudiosos de los petroglifos de La
Calera.

Antonio Raymondi, naturalista italiano, llego el 13 de


setiembre de 1863 al valle de Vítor, quedando maravillado por
el paisaje.

Vítor fue estancia de las tropas del Gran Mariscal Ramón


Castilla, en su gesta libertaria.

Don Mateo Paz Soldán Ureta, matemático, astrónomo, geógrafo, abogado y poeta, realizó apuntes
históricos para la “Biografía del Perú”, contrajo matrimonio con la vitoreña María Manuela Peña.

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Viñas
Iniciada la colonia, los valles fueron parte de las primeras instalaciones de vid, a fin de producir vino para el
consumo diario de los españoles, que lo usaban como digestivo y por su propiedades bucales, al ser colonias
cristianas, era infaltable en la celebración de la Misa. Definitivamente su abundante producción y sobre todo la
aclimatación de la vid, hizo de produjera en cantidades extremas el vino y el aguardiente, que las autoridades
españolas restringieron su comercio. El Perú fue un gran productor de vino y aguardiente destacando ante las
demás colonias. Se construyeron bodegas siendo las más grandes las de la orden Jesuita.

Los valles son fértiles porque se encuentran bañados por numerosos ríos de nacen de la Cordillera de los Andes,
su ubicación ha sido aprovechada para cultivar productos con excelentes rendimientos. Rastros históricos nos
informan que llegaron 8 variedades uvas a la Colonia, las que se aclimataron a los climas especiales de la Costa
de América, como son: Italia, Moscatel Albilla, Torontel, Quebranta, Negra Criolla, Mollar y Tintorera.

En 1557 llego al Valle de Vítor, Pedro Sánchez Albo, alfarero español, contratado por el Reino de España, para
enseñar el arte de hacer hornos y tinajas. Fue su primer ayudante y posterior maestro Mateo Atiquipa, seguido de
Mariano Francisco Vizcarra y Paulino Guillén. En 1569, quiso retornar a España, pero fue prohibido de
abandonar el Perú. Y busco establecerse en Ica, donde tuvo un negocio de provisión de tinajas. Según
investigaciones realizadas por Edith Póstigo, Albo hizo tinajas en Vitor, y en Ica hizo botijas.

En 1557, el Cabildo de Arequipa comisiona a Hernando Álvarez Carmona hacer un reconocimiento geográfico
en Vítor, con la finalidad de otorgar tierras para los principales vecinos de Arequipa, en julio del mismo año, se
entregó pequeñas propiedades para extender los cultivos de vid, por el buen clima y ser un generoso productor.

En 1570 gran parte de Vítor se encontraba sembrado de viñas con muy buena producción, que abastecía a la
Colonia en forma regular. Víctor M. Barriga señala que Vítor, Siguas, Majes y Tambo tenían una producción
abundante de 100,000 botijas al año, muy a pesar que el 22 de enero 1582 se vivió un terremoto de 10 grados de
intensidad.

Cuando se inicia la vida colonial el abastecimiento del vino se realizaba directamente desde Andalucía, que tenía
envíos irregulares y altos costos, por lo que los pobladores de los valles empezaron a sembrar parras produciendo
vino de manera casera, compensando la escasez.

Una importante referencia al vino la hace Herrera y Tordesillas en su publicación “Historia General de los
hechos de los Castellanos en las Islas y Tierrafirme del Mar Océano”, en las costas peruanas está relacionada
con el segundo viaje de Pizarro. Tras la decisión de los de la Isla del Gallo de no regresar a Panamá , el grupo por
recogido en un día de marzo de 1538 por Bartolomé Ruíz y viajaron hacia el sur. Su primer encuentro fue con las
balsas de los tumbesinos. Allí tuvieron el primer contacto con el curaca que les brindo regalos con frutas, agua,
chicha y una llama. Pizarro le ofrece vino de Castilla.

La vid en el Perú se dio con la autorización explícita para traer plantas de Castilla, anotada en las Capitulaciones
de Toledo entre la corona y Francisco Pizarro, firmados en 1529. El 31 de agosto de 1531, según anota Lorenzo
Huertas, se firmó una Real Cédula por la cual se insiste en la necesidad de que los“bravíos que zarparan hacia
América trajeran sarmientos de vides y olivos”.

El vino era una necesidad en la dieta española, era un elemento de culto imprescindible para la celebración de la
misa, en una sociedad en la que las órdenes religiosas eran importantes como organización.

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En 1537 Diego Ruíz pidió licencia para construir un “tambo” en el Callao para proteger el vino del sol. Esta
referencia, nos informa que el vino sino estaba protegido se convertía en vino, y su escasez hacia que se venda
muy caro.

Pedro Cieza de León en su “Crónica General del Perú” comenta que vio viñas en muchos valles de la costa norte
entre Piura y Lima así como en Huánuco, aclara que se come la uva, pero no vio vino.

El historiador Alejandro Málaga, indica que en Arequipa se consumió vinos traídos de España en 1540.
Menciona que “los valles de Acarpi, Caraveli, Ocoña, Camana, Majes y principalmente Vítor, iniciaron una
producción de vinos que abastecerían al Cusco, el Altiplano hasta Potosí, y que llegaron a competir con los de
Castilla, que ingresaban al sur por los puertos de Chule y Quilca”.

La historiadora Rosemary Quiroz Neyra, hace notar que el 23 de mayo de 1550: el Cabildo de Arequipa prohibió
la venta de vino a granel (...) porque quería ganar la joya de los Reyes Católicos y el Emperador Carlos Quinto
(ofrecieron) , y considera que está prohibición se realizó referida a los vinos de la tierra, porque “el de Castilla
era muy caro y controlado por el Cabildo para uso de los españoles”. Sobre esta base de este hecho histórico, se
deduce que las parras necesitan entre seis y siete años para producir, por lo que sembríos debieron haber sido
entre los años 1443 y 1544, hecho contratado con la entrega de la encomienda de Vítor, Quilca una vez fundada
Arequipa en 1540.

El Perú en todo su contexto y por su gran variedad de microclimas además del régimen de lluvias, permitió que se
produzca vino por primera vez, está referencia se hace en el texto de Garcilaso de la Vega en su paso por Cusco,
visitando la propiedad de Pedro López de Cazalla en Marcahuasi, donde vio hermosas uvas, indicando el capataz
Alfonso Vaes, que “Su señor le había mandado que no tocasse ni un grano de las uvas, porque quería hazer vino
dellas aunque fuese pisándolas en una artesa, como se hizo (...) porque quería ganar la joya de los Reyes
Católicos y el Emperador Carlos Quinto se diese de su real hacienda al primero que en cualquiera pueblo de
españoles sacasse fruto nuevo de España”.

Cuenta Garcilazo, que si bien el primer vino que se produjo fue en Cusco, su tierra, en Huamanga y Arequipa “lo

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tuvieron mucho antes y era haloquillo”

Cobo describe una técnica curiosa para producir los primeros vinos: que un indio no teniendo lagar necesitaba
pisar las uvas de su parra, la metían en costales o sacas de mellinge y el vino era mucho más puro, claro y blanco.

López de Velasco, cronista y cosmógrafo, dejo una crónica del período de 1571 a 1574, donde ilustro la llegada
del virrey Francisco Toledo: “Indique que aún no fundada la Villa Hermosa de Arequipa ya habían españoles
que habían sembrado vides, luego de la fundación muchas heredades aparece inmediatamente, también pueblos
para la morada de los indios que ordenó el Virrey Toledo; hubo reacomodo de la propiedad al aplicar la Real
Cédula de Venta y Composición dada por Felipe II, creciendo más viñedos”.

En 1583 de los mercedarios, censaron a 30 propietarios de viñedos en Vitor para la asignación de cuotas de
contribución para sus misiones pastorales; sólo a uno de ellos se le asignó una cuota de 60 pesos y a otro a 50
pesos; tres fueron gravados con un monto de 40 pesos y otros tres con 30 pesos; una a 28 pesos, otros a 26 pesos,
cinco con 25 pesos, uno con 23, tres con 20 pesos; dos con 18 pesos , dos con 15 pesos , tres con 10 pesos, tres con
8 pesos y uno con 2 pesos.

Esta información nos demuestra la concentración de haciendas vitivinícolas en el valle de Vitor así como la
tendencia a la especialización y la forma de colmar una necesidad de mercado, como el vino y los aguardientes.
La primera economía del vino en el espacio colonial peruano se desarrolló en este valle con una dinámica y
fortaleza tal que incorpora a los valles de la región en forma progresiva.

Según las Actas del Cabildo de 1649 que se encuentran en el Archivo Municipal de Arequipa indica: “Los gustos
por el buen vino era motivo de discusiones en el Cabildo, cuando apareció el vino “lagrimilla” un vino de poca
fermentación, algunos vendedores en tabernas se opusieron a su venta, decían que es el “mosto” nocivo para la
salud de la población, y que se prohibiera su comercio bajo pena de ex comunión. Con el tiempo su consumo fue
realizado pero con poca aceptación”.

En una escritura de fletamiento, se encuentra que Melchor Alvarado fleta a Bernabé Córdova para sacar de su
bodega 400 botijas de vino de la ciudad de Arequipa, de 16 cuartillos de cada botija, comprometiéndose
entregarlas en Desaguadero y Zepita, después de 30 días. El flete por cada botija de vino valía 3 pesos corrientes
de ocho reales. El total del flete fue de 1,200 pesos. Contrato firmado en 1591. El transporte se hizo con 700
llamas. Demostrando la importancia del cumplimiento de venta y el uso de los arrieros para el transporte.

Los viñedos arequipeños usaban el Puerto de Chilca de donde embarcaban productos hasta Arica y desde allí en
recuas a Potosí. También se hacía envíos a Lima y a la Costa norte.

De acuerdo al estudio realizado por Rosemary Quiroz Neyra, “La agricultura en el valle de Vítor retornando al
vino y al pisco” indica que la preparación de vino se hacía en tinajas y se comercializaba en botijas, para la
confección de estos envases se contrataba maestros en la materia, en Vítor existían grandes hornos para quemar y
cocer la arcilla de estos envases: “En 1582 por cada tinaja construida de 40 arrobas, se pagaba al maestro 2
pesos y medio, por la tinaja quebrada medio peso. En 1591 la hechura de tinajas de 60 arrobas costaba 5 pesos y
medio y para ello el dueño le proporcionaba todos los materiales, greda, leña, indios, la alimentación, salud,
vestimenta, etc. En cambio la confección de botijas en 1580 costaba 2 tomines y medio por cada una, la que
podía ser pagadas con Pez de Ávila o Pez de Guatulco, aunque los contratos revisados preferían al primero, la
botija tenián medida oficial de e 16 quartillos”

En Vítor las familias que produjeron vino desde 1550 fueron los descendientes de Miguel Cornejo, Alonso de
Luque y Juan de la Torre (tenían viñedos en Vitor y Majes); Juan de la Torre producía en Pitay, en el Valle de
Siguas, Ocoña y Vitor; cuya documentación obra de sus posesiones de viñedos en el Archivo Arzobispal de
Arequipa. .

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El fray dominico Reginaldo de Lizárraga, en su permanencia en el Perú (1596) escribió su obra “Descripción y
población de las indias” redacto sobre Vítor lo siguiente: “El valle llamado Victor (Vítor), es más ancho y
donde los vecinos de Arequipa tienen sus heredades; cogen mucho vino y muy bueno, que se lleva al Cuzco, 65
leguas y a Potosí, más de 140, y se provee todo el Collao”

Registra en el año 1778 Antonio Álvarez y Jiménez los Derechos de Alcabala del Reyno de España, entre
muchos datos el siguiente:
Ínfimo Mediano Superior
Aguardientes de Mages, Siguas y Vitor - botija 8 ps 10 11
Vino de Vitor - id 3 ps 3 1/2 4

Durante el período de la Colonia las haciendas viñateras de Arequipa, Moquegua e Ica tuvieron una gran
producción . Eran muchas las rutas las del aguardiente y del vino, originaron un gran movimiento económico
por el movimiento de la minería en Potosí y Huancavelica

Simón Pérez de Torres publica un largo relato de su viaje a principio del siglo XVII en su recorrido por
Arequipa, escribe que en el 1600 a eso de las 5 de la tarde, empezaron a escucharse ruidos como cañón “parecía
que el mundo se venía abajo, tanto que entendimos todos que era el juicio”. La lluvia y la ceniza, relata, duró 15
días y los daños a la viticultura fueron considerables en diferentes campos ya que “hecho a perder en el valle de
Votor (Vítor) y en el de Ziguas (Siguas), y en esta ciudad grande cantidad de viñas. Derribo muchas bodegas de
vino y las enterró”.

Kendall Brown indica que además de los desastres naturales que vivió Vítor, sufrió además por tener que
recurrir a mano de obra esclava después de que la corona prohibiera el uso de los indios en las viñas y obrajes.

Carlos Buller, por su parte, escribe que al haberse encontrado registros oficiales sobre el valle de Vítor no
aparece una población importante de esclavos ni de indios lo que lleva a concluir que los viñedos usaron mano
de obra libre, menos cara a largo plazo que la esclava, ya que no había que mantenerla todo el año sino sólo
cuando el trabajo en las viñas la requería.

En los valles de la jurisdicción de Arequipa, se tiene, por ahora, referencias de aguardiente para mediados de la
primera mitad de la centuria del siglo XVIII, Kendall Brown nos dice: “Para Arequipa hay que considerar los
precios relativos de vino y aguardientes de uva, el precio del vino aumento en 1760 y el precio del aguardiente
aumento en la primera mitad del siglo XVIII”. Cuyos datos son contrastados desde 1761 y 1765 que informan
recaudadores de impuestos en Arequipa.

El comercio del aguardiente, hoy conocido como Pisco, tal como indica el estudio de Carlos Buller: “En efecto,
en el sur andino no se habla más que de “aguardiente” en las fuentes coloniales. Tazmías, cuadrantes
decimales, protocolos notariales, guías de aduana, cajas reales y todo tipo de documentos oficiales, así como
testimonios personales y referencias secundarias de la época sólo se refieren al aguardiente. Esto incluye,
claro, a las aduanas de Potosí, que demuestran que este aguardiente llegaba de los valles de Moquegua y
Locumba, principalmente, y algo de Vítor y Cinto, de ningún otro lado más. Ni siquiera se especifica “de uva”
porque el de caña no circulaba”.

El comerciante alemán, Enrique Witt en sus memorias de 1824-1842 escribe sobre el aguardiente lo siguiente:
“La comercialización que la gente de Ica realiza del brandy llamado pisco, es bastante considerable; proveen
de él a todos los departamentos del norte del Perú, mientras que el brandy o aguardiente producido en los
valles de Majes, Vítor, Moquegua y otros, es consumido en el sur y exportado a Bolivia.”

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Viña Vitor
Los arrieros, de acuerdo a Álvarez Jiménez, eran pueblos dedicados al comercio como los pueblos altos de
Caylloma, Condesuyos, que comercializaban carneros, aguardiente y vinos. El trajín de los vinos, aguardientes,
pasas e higos secos comenzaban en los valles del Sur, y llegaban a Cusco, se conoció como el “camino de los
viñateros” al que también se le llamo “la ruta de los majeños” con referencia directa valle de Majes. el camino
saliendo de dicho valle, tomaba dos derroteros: uno que se dirigía al Cusco y el otro a Paucartambo.

Se subía desde Majes hacia Caylloma y se llegaba a Yauri, Langui, Yanaoca, Pampamarca, Acopia, Marcaconga
y Sangará hasta la ciudad de Cusco. En Langui y Layo la ruta de los viñateros empalmaba con el Camino Real
que continuaba hasta la Villa Imperial de Potosí.

José Luis Muñiz, habitante de Quiquijana, de acuerdo a su testimonio publicado en “Vino y pisco en la historia
del Perú” de Eduardo Dargent, indica sobre la llegada de los trajinantes del vino a su pueblo: “Los majeños que
llegaban a Quiquijana se establecían aquí en la Plaza y su arribo era u acontecimiento, porque traían vino y se
emborrachaban y bailaban en esta Plaza, de aquí continuaban hacia Ocongate y Paucartambo a intercambiar
productos”

La producción de vino en el Perú y su comercialización causo grandes perjuicios económicos a la corona


española, por lo que el virrey Francisco de Toledo prohibió la siembra de vides (1595).

El virrey Manuel de Amat y Juniet, expulso a la Compañía de Jesús del territorio del Perú en el año 1767, graves
consecuencias a la económica del país. Las botijas de los jesuitas y aguardientes estaban marcadas con el
“sacrosanto nombre de Jesús”, que no pagaban el impuesto y fueron transferidas a laicos y estos pagaron el
impuesto.

Álvarez Jiménez, menciona que gran parte del vino de Vítor se lleva a Potosí, La Paz, Lampa y Puno, y una
pequeña parte termina en Cusco.

El viajero y científico checo Tadeo Haenke, indica que el aguardiente del Valle de Vítor se consume en la misma
provincia de Arequipa, otra es transportada a las ciudades de Potosí, Oruro, Cusco y La Paz.

Carlos Buller hace una estadística del comercio del vino y los aguardientes indicando que “el hecho
comprobable es que, hacia mitad del siglo XVIII la especialización productiva en estos valles (Vítor, Moquegua
y Majes) ya se ha concretado (especializado)”. Dado que entre los años 1719 y 1720 una epidemia asolo los
Andes, existiendo una caída en la producción.

Carlos Buller en su publicación “Vinos, aguardientes y Mercado. Auge de la económica del vino en los valles de
Arequipa 1770-1853”, redacta que Juan Manuel de la Gala escribió el “Reglamento y método con que se debía
proceder a la formación de quadrantes, de los partidos que se rematan y administran...” en el que se revelan los
detalles del cobro y la distribución de la renta decimal del obispado de Arequipa. Gala señaló que el cobró se
organizaba, como en otras partes, a través de la división del obispado en partidos, circunscripciones levantadas a
partir de la capacidad de producción de los distintos valles de la región. Gala rubrica hacia 1772 sólo se
remataban 17 de los 24 partidos por entonces existentes, pues la Iglesia no sometía a subasta la recaudación del
vino de Vítor, Majes y Moquegua, ni las de maíz, trigo, papas y chauchas de la ciudad de Arequipa se cobraban
directamente en especie.

El Archivo Arzobispal de Arequipa se encuentra series completas de las tazmías de Vítor que comprenden desde
1770 hasta 1850, las tazmías detallan información cuadrantes decimales realizado por la Iglesia, este documento
consigna el nombre del propietario, el nombre del arrendatario o apoderado así como el total de la producción
anual de las haciendas.
Carlos Buller en su investigación indica, “que en 1816 la producción conjunta de los tres valles de Arequipa

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cayo de 1 millón 471 mil arrobas a 350 mil arrobas de vino, dicha baja se dio ante todo por el inició de las
guerras de independencia, y su impacto como la escasez de mano de obra por las levas, ruptura de circuitos
comerciales y la destrucción de la planta industrial”. Con Castilla y la explotación del guano, hizo que la mano
de obra se desplazase hacia la costa por mejoras económicas.

Charles Milner Ricketts, cónsul inglés, informa a su ministro en Londres en 1825 la situación de los productos de
la vid: “El cultivo de la vid se reduce en Pisco y sus inmediaciones. La cantidad de aguardiente que
anteriormente producía era 70 mil toneles de 18 galones cada uno y 15 mil toneles de vino, aparte de una
pequeña cantidad cerca de Arequipa; pero por la escasez de peones ahora no se produce más de 16 mil toneles
de aguardiente y muy poco o nada de vino. Por esto es que exportación de aguardiente es de 100 mil dólares a
Guayaquil, y ninguna a Chile”.

En 1828, el comerciante alemán Heinrich Witt recorriendo el país de extremo a extremo y anotando
meticulosamente los veía en los caminos y ciudades, llego a trabajar en Arequipa en la Casa Gibbs. comenta, que
el Valle de Quilca estuvo “sentado en una choza y pasaba el tiempo tomando vino, pisco y chicha, una bebida
hecha de maíz”.

Witt toma apunte de la comercialización del aguardiente y su transporte en las mulas. Con su visión, propia de
comerciante indica “la comercialización que la gente de Ica realiza del brandi llamado pisco, es bastante
considerable; proveen de a todos los departamentos del norte del Perú, mientras que el brandy o aguardiente
producido en los valles de Majes, Vítor, Moquegua y otros es consumido en el sur y exportado a Bolivia”.

El conde de Etienne de Sartiges en 1830, menciona que en una fiesta en Cusco le invitan un “ponche sambayón”
que es un espumoso compuesto hecho de aguardiente, claras de huevos y azúcar, y que “no hay escape hasta
terminar el vaso”. Del vino escribe: “ el vino seco es fuerte y espirituoso, como nuestros vinos del Rodao; el
vino dulce se parece a los vinos de España y más aún al lacrymachristi de Nápoles”.

En 1847 el gobierno promulgo un decreto supremo a favor de la industria del vino y aguardientes que brindaban
lo siguiente:

Ÿ Una prima de 2 pesos por cada arroba de vino y 4 pesos por igual cantidad de aguardiente que se
embarcase para le extranjero.
Ÿ Liberación de derechos de “ancoraje” puerto, capitanía y rol a los buques que exportasen más de 100
quintales de vino o aguardientes.
Ÿ Liberación de los derechos a las botellas vacias.
Ÿ Habilitacón de la caleta de Sama para la exportación de vinos y aguardiente.

Esta legislación fue importante para el comercio a las minas de oro de Californa.

José Antonio Schiaffino, indica “el descubrimiento de oro en Estados Unidos en 1849, dio origen entre muchas
cosas al nacimiento de la coctelería en el mundo, y a la aparición del barman como nueva profesión”.

El primer bartender William Nicol prepara el “Pisco Punch”, del cual nombraba “su base es de un brandy
llamado pisco que es un destilado de uva llamada Italia o la Rosa del Perú”.

El escritor inglés Rudyard Kipling en su obra “From Sea to Sea” de 1899, escribe el aguardiente: “el mejor y
más noble producto de su tiempo, tengo la teoría de que está compuesto de alas de querubines, la gloria de
amaneceres tropicales, nubes rojas del ocaso y fragmentos de épicas pérdidas de maestros desaparecidos”
En 1864, el Gobierno Peruano contrata al enólogo Evaristo D´Ornellas para la producción industrial de vino.
Una cláusula del contrato decía:

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Bodega La Gamio
“D'Ornellas se obliga a reconocer los viñedos de los valles de Locumba y Pica en el departamento de
Moquegua; de Vítor, Siguas y Majes en el de Arequipa y de Moro y Nepeña en el de Ancash; a indicar en que
deben hacerse oficinas para la elaboración de vinos; a designar por donde conviene dar principio al injerto de
las parras; y a enseñar a tres jóvenes que se nombraran por el Gobierno, el modo de fabricar vinos”

En 1901, Jean Michel, informa que las bodegas de Vítor fueron destruidas en 1868 y se encontraban arruinadas
“nada se ha hecho para remediar el desastre que fue grande, porque además de las bodegas, las tinajas antiguas
de barro cocido, cuya fabricación es difícil y cuyo número estaba hasta cierto punto en proporción con la
fortuna del vinatero, todas fueron destruidas”

En la inauguración del ferrocarril Mollendo - Arequipa, las celebraciones organizadas por Enrique Meiggs,
estuvo presente el presidente José Balta, viajaron desde Mollendo con toda la fanfarria imaginable, llegados al
destino el 2 de enero de 1871, los viajeros fueron recibidos con una cena danzante, los más variados platos y
helados acompañados de vinos, licores y aguardiente donde destacaban el “Pisco” y el “Italia” al lado del cognac
y del Kirsh.

El ingeniero Agrónomo Jean Michel llego al Perú en 1901, para fundar la Escuela de Agronomía (Universidad
Agraria La Molina) e investigar la creciente enfermedad de la vid llamada filoxera. Visito las viñas del sur,
criticando las prácticas, los problemas relacionados con el agua. De Vítor dice: “Son valles de viñas, en otros
tiempos sus vinos fueron muy apreciados en Arequipa, ciudad que hasta el momento del informe seguía siendo su
principal mercado, lamento que el terremoto de 1868 haya destruido los edificios y las tinajas de barro cocido
en las que se guardaban los mostos y cuya fabricación es difícil, toda vía existen algunos parrales que a pesar de
su poca importancia dejan productos apreciables”.

Adiciona, que los cultivos de maíz, papa y caña de azúcar habían reemplazado los cultivos del valle. Sobre las
técnicas de producir vinos y aguardientes, comenta: que las cosechas se efectuaban entre abril y junio, llevando
las uvas de noche en canastas a lomo de burro. Una vez en el lagar eran pisadas y el jugo por conductos de
estaño o “cavados directamente en el sillas”, avanzaba por gravedad hasta los depósitos y más tarde a la falca
donde era destilado. Critica Michel, que si bien las paredes de las bodegas son anchas y aislantes, los techos no
ayudan a mantener el frescor requerido por ser de caña o delgados, y al enlucirse con tierra secada al sol
desprenden mucho polvillo que se mezcla con el mosto, lo que le da un “gusto terruño”.

La excelente calidad de los vinos de este valle que tenían cautivo al mercado del Alto Perú, donde las mercancías
circulaban en menor tiempo, por la abundancia de consumidores, ya que en Potosí en sus mejores momentos
bordeaba los 160 mil habitantes. La comercialización de vinos y piscos fue en abundancia hasta inicios del siglo
XX llegándose a construir un ramal del ferrocarril hasta la Estación “El Sotillo”.

Manuel J. Bustamante de la Fuente, en 1971, hace referencia a la faena de la vendimia en el Valle de Vitor:
“Era una de las más entretenidas y pintorescas. Se iniciaba generalmente el 1o. de abril de cada año,
comenzando por la clase de uva de más rápida maduración, pues el mosto no debería tener sino de once a doce
grados de dulce, para evitar que los vinos resultaran muy alcohólicos o se quedaran dulcetes por una
fermentación incompleta. El recojo de la uva se llevaba a cabo por medio de mujeres que cortaban los racimos
con una tijera, para colocarlos cuidadosamente en una canasta, que, una vez llena, se trasladaba al lagar que
era un pozo perfectamente enlucido y que quedaba a mayor altura que otro de la misma clase, pero más bajo y
unido por una tubería por donde debería ir cayendo el jugo de la uva o mosto. Una vez, que estaba el lagar lleno
de uva se proced´ía a su pisa por ocho hombres, que iban desmenuzando los racimos de uvas, recorriendo el
lagar desde la cabecera a pie, y formando todos ellos una hilera compacta. La pisa se llevaba a cabo
generalmente en las noches y antes de que comenzará se hacia bañar a los peones, jabonándoles y limpiándoles
bien los pies y se les ponía una ligera ropa blanca compuesta de una camisa y un calzoncillo corto. Durante la

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pisa se cantaba canciones relativas a la faena que se estaba realizando a cuyo acordes parecen sonar hasta
ahora en mis oidos. También durante el recojo de la uva las vendimiadoras cantaban otras canciones alegras.
El notable músico Manuel Aguirre de la Fuente compuso una bellísima pieza musical que denominó “La
vendimia” que expresa con gran fidelidad los acordes de las canciones que cantaban los pisadores de la uva. El
mosto iba cayendo por el tubo de comunicación al pozo más bajo, llamado “puntaya”, de donde se trasladaba
después en cubos a los grandes tinajones de barro o toneles de madera para su fermentación.

Terminada la operación se separaba el mosto del orujo filtrándolo y se ponía a fermentar para la fabricación
del vino, Las uvas llamadas de Burdeos, de Borgoña, de Corintio, Rosada Dura y Rosada Moscatel, Reina y del
Rin existían en Vitor. La Uva Rosada, dura grande como una ciruela y de una hermosura sin igual por su color,
se producía en grandes y hermosos racimos dignos de exhibición”.

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LA IMPORTANCIA DE LOS ARRIEROS

Los arrieros formaban parte del comercio de mercancías, viajeros que llevaban encomiendas, cartas; hacían de
banqueros y agentes de noticias. Llevaban el acervo cultural en todo lugar donde se encontraban. Eran de orden
oficial hasta 1940. En la época de la Colonia, tuvieron un aporte importante para mantener y mejorar las vías de
comunicación como vías empedradas y la construcción de puentes. Se dividían por sus especialidades y
cantidades de animales para carga.

Los arrieros de Chuquibamba, Iray, Pampacolca y Viraco, de acuerdo a la publicación “Los Arrieros de
Chuquibamba” del autor Luis Llerena Lazo de la Vega, indica que comercializaban vinos y aguardientes con el
Alto Perú, cruzando la frontera con Argentina, llegaban a Tucumán, donde compraban hermosas mulas
tucumanas, las cuales comercializaban

Algunos se asentaron en Vitor, aquí un extracto del testamento del arriero Silvestre Delgado: El testamentario
Capitán Silvestre Delgado y Jaraba vecino de la ciudad, contrajo matrimonio con Bernarda Bedregal, con la
que tuvo 4 hijos legítimos, uno murió a tierna edad, como bienes para su primer matrimonio llevó 45 mulas
aparejadas y en pelo. En segundo matrimonio con María Mercedes Vizcarra del Postigo, no tuvieron hijos,
declaró por sus bienes: Tienda, la inventariaron de ella se pueden mencionar artículos variados en circulación
comercial; sólo por especificar, varias varas de tul, bramante, pitilla, jaraza blanca y azul, raso liso de vahos
colores, medias de colores, seda, botones, bastones, sombreros de varios tipos. Declaró ser propietario de
chacras en el Valle de Vitor, 29 topos en el pago de Porongoche, 10 topos en el pago Sexsex, arrendatario de una
chacra en el pago de Paucarpata, una hacienda de viña en Vitor, una casa en el Barrio Matorral, una casa de
calicanto en al esquina de la Plaza Mayor, Además dejé dinero como adelanto para compra de chacras en
Paucarpata, Porongoche y Characato.

Para finales del siglo XVIII el arrieraje en Arequipa se hizo actividad de una población mayoritaria, que ningún
pueblo agrícola dejó, la autoridad colonial reglamentó su organización en el Gremio de Arrieros. Nombró Juez
de Arrieros encargado de solucionar problemas ocasionados entre arrieros y usuarios, quedaron nombrados a
fines del siglo XVIII y primeras décadas del siglo XIX: Manuel Talavera para Arequipa; Calistro Carvallo para
Siguas; Julian Esquibel para Quilca; finalmente en el periodo de guerra a Juan Bautista Manrique, juez de
arrieros para la Segunda división del Ejército; a Don José Rendón del Ejército del Alto Perú

Los arrieros tuvieron rutas definidas, para el comercio en Vitor fue la cuarta ruta que comprendía: La cuarta ruta:
partió de Antiquilla a Challapampa, Uchumayo, Vitor Quilca e Islay . En esta ruta articularon los pueblos de la
región sur hasta Tarapacá y los del norte de Arequipa.

Tales rutas de comercio a lomo de bestia para el periodo republicano, con aplicación de políticas de transporte
desde el estado, la construcción de carreteras después de hacer las líneas férreas, continuaron utilizándolos los
caminos de herradura, hasta la dación de ordenanzas para destruir los caminos todavía bien empedrados que que
vincularon Arequipa con el Alto Perú, de forma que los arrieros dejaran tal oficio a fin de fomentar el transporte
con vehículos de transporte de carga y pasajeros.

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Manuel Bustamante de la Fuente, en 1971, comenta de los arrieros : “Los arrieros eran hombre de gran fortaleza
física, capaces de soportar todos los cambios de clima, alegres y divertidos, que tenían un amor y probablemente
una familia en cada uno de los pueblos en donde se detenían a descansar durante sus largos viajes, llevaban
siempre consigo guitarras y entonaban canciones alegres y picarescas y otros impregnados de la tristeza. En el
Valle de Vitor, el tropel de las mulas y la esquila interrumpían el silencio de la noche produciéndose una viva
emoción con canciones alegres y pícaras”

Marcela Cornejo, en su publicación “Música popular en el valle del Chili” brinda referencia de esta tradicional
canción que forma parte del camino de los arrieros:
Aleli, aleli,
que bonita flor eres tu,
color de mis esperanzas,
color de mi ilusión.

Para qué, para qué


para qué, quiero la vida
si la vida ha de ser causa,
causa de mi perdición

Hermanos, parientes
de qué me sirven hermanos
si al verme llorar, no lloran
si al verme sufrir, no sufren

Los leones y los tigres


en sus lóbregos montes
al verme llorar, lloran
al verme sufrir, sufren
La importancia del Puerto de Quilca

El Puerto de Quilca, fue en principal centro de comercio de las vinos y aguardientes de Arequipa, en forma
especial de Vitor, Majes, Siguas que llevaban grandes cantidades a Potosí. La economía que se movía en
Arequipa, hizo que se instalará el Banco de Arequipa y la circulación de monedas y cheques de este banco.

César Cox, indica que el Valle de Quilca se encuentra en Huañamarca, entre las confluencias del río Siguas y río
Vitor desembocando al Oceano Pacífico. En 1540, Francisco Camargo, a cargo de un navío español con
mercaderías para Charcas, Cuzco y Arequipa desembarco en el Puerto de Quilca. A finales del Virreynato y en la
última etapa de la Guerra de la Independencia fue usado por los realistas. Después de la capitulación de
Ayacucho, el virrey La Serna y sus generales derrotados fueron embarcados en la Goleta “Ernestina” desde este
puerto rumbo a Burdeos, sellando la independencia del yugo español. Fue un puesto de gran movimiento
comercial. Su importancia se da hasta 1826. Simón Bolívar lo habilita como Puerto Mayor por la concurrencia
de buques mercantes; En 1857, Quilca se convierte en Distrito de la provincia de Camana y luego es anexado a la
provincia de Islay, finalmente en 1879 retorna a la provincia de Camaná, en ese año se construye el muelle de .

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de buques mercantes; En 1857, Quilca se convierte en Distrito de la provincia de Camana y luego es
anexado a la provincia de Islay, finalmente en 1879 retorna a la provincia de Camaná, en ese año se
construye el muelle de Quilca.

La importancia del ferrocarril

El ferrocarril fue importante para el comercio de vinos y aguardientes que los transportaba y también traía
insumos y alimentos a los valles en menos tiempo. Así como mejoro tiempos de comercio interno, también
empezó a transportar comercio del exterior trayendo competencia a los vinos y aguardientes de la zona.

Según el Anuario Estadístico del Antiguo Ministerio de Fomento y obras Públicas, publicado en el año 1966,
se informa las líneas férreas construidas en el Perú. El Ferrocarril del Sur, tuvo muchos ramales para acarrear la
producción en grandes cantidades, y gran tonelaje. Fueron importantes los ramales:

Para transportar los cañaverales a la fábrica de azúcar y enviar la producción en bolsas por vía férrea hasta
Bolivia fuero de gran importancia La Hacienda Chucarapi-Ensenada del tramo es de 20 km. construido en
1924. Y, luego el de la Hacienda Pampa Blanca-Ensenada de 14 km. del año 1905/1950

En el caso de la producción de vinos y aguardientes en el valle de Vítor, también se construyó un ramal de


ferrocarril con la denominación de Vítor-Sotillo de 12 km data del año 1899/1931, y la última fecha
corresponde al año de su clausura. Dicho ramal de ferrocarril salía de un desvío de la Estación de Vítor. No
llego a construirse el ramal que continuaría del Valle de Vitor al norte con el nombre de Vitor-Camaná con 198
Km.

Manuel J. Bustamante de la Fuente, publica en “La Arequipa de ayer y hoy” en 1972, sobre los trenes: “Los
trenes de pasajeros que salían de Arequipa a Mollendo, llegaban a Vitor a las 12 del día, donde se almorzaba
en un hotel bastante bueno de propiedad de don Francisco Rigaux de nacionalidad francesa y excelente
cocinero. Don Francisco Rigaux se suicidó a los 80 años cuando quedo ciego. Tuvo tres hijas, dos de ellas muy
hermosas que lo abandonaron y de las que su padre, cuando le preguntaban de ellas decía que habían
“emputecido”, creando un verbo muy expresivo. Muchos pasajeros preferían almorzar fuera del hotel, las
viandas apetitosas que ofrecían mujeres que se situaban con sus mesas y sus braceros en ambos lados de la
línea férrea. En la estación de Vitor descendían del tren los pasajeros que se dirigían a la parte alta del Valle
de Vitor y otros se quedaban en la estación llamada El Ramal, por partir de allí la línea férrea que empezó a
construir don Mariano Belaúnde antes de su quiebra, y que proyecto extender hasta el valle de Majes.
Desgraciadamente, este ramal del ferrocarril no se ejecuto sino en parte, llegando al valle de Vitor donde se
estableció la estación denominada Sotillo. Hasta allí llegaban los pasajeros para el valle de Vitor y los que
llegaban seguir para Siguas y Majes y para los pueblos de las provincias de Castilla, Condesuyos y La
Unión”.

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El comercio del aguardiente

Según, el historiador Alejandro Málaga Núñez-Zeballos, nos informa que entre los protocolos notariales que
atesora el Archivo Regional de Arequipa, están los elaborados por el escribano público Gaspar Hernández
Mariño, cuya primera escritura data de 1550 y la ultima de 1585, suman una riqueza documental de 19 códices
que han sufrido las inclemencias del tiempo y también el hurto de algunos folios de interés particular. En la
actualidad están custodiados en un local adecuado y al servicio de la investigación, de ellos algunos extractos
singulares.

El 8 de octubre de 1565, el mercader Mateo Sánchez, forastero, le adeudaba al ex alcalde Juan de la Torre, la
suma de 1879 pesos y 4 tomines de plata de a 4 pesos el marco sin quintar ni ensayar, por 756 botijas de vino de
Pitay, de las cuales 400 embotijadas a precio de 4 pesos de plata y las 356 botijas y sus quintales de pasas a 6
pesos y medio cada quintal.

En 1568, Diego Hernández de la Cuba vecino de la ciudad, vendió a Alonso Núñez, clérigo presbítero, toda la
cosecha del vino de la tierra de la viña y heredad de Lluculla, a precio cada botija de 3 pesos de plata corriente.
Se compromete a entregar en la bodega "a boca de tinaja" en el mes de agosto. Alonso Núñez tuvo que conseguir
las tinajas para traerse el vino. Ese mismo año Juan del Salto residente en la ciudad, recibió de Juan de Quiroz
Vélez, 101 botijas de vino de la tierra que sumaron 505 pesos, 20 botijas de vino de Castilla a 10 pesos, 200
pesos; 5 botijas de vinagre, a 6 pesos cada una.

En 1569, figura una escritura de fletamento entre Diego García Serrano y Bartolomé López, residentes de la
ciudad. Bartolomé López fletó a Diego García Serrano 250 botijas de vino blanco de Castilla que tiene en la
ciudad y fueron transportadas en "carneros de la tierra" hasta el Cusco. Partió un 25 de agosto y en el lapso de
40 a 45 días llegó a su destino. Para ese mismo destino, Isidro López vendió a Pedro Gonzáles, 150 botijas de
vino en caldo de la cosecha de la heredad de Pitay de Juan de la Torre puesto en la bodega de Pitay a razón y
precio cada botija del vino en caldo, a 2 pesos y medio de plata corriente.

Ese año, la señora Juana Muñiz, vecina de Arequipa, hace un contrato por cinco años con el regidor del Cabildo
Civil don Diego Cornejo, para hacer producir en una heredad de uvas del valle de Vítor, comprando y plantando
50,000 cepas de uvas. Es el dato más antiguo que indica que una mujer se dedique a esta actividad.

DATOS HISTÓRICOS DE LOS PRIMEROS PRODUCTORES DE VINO Y AGUARDIENTE EN


VITOR

La viticultura de Vitor es la más antigua de la región, hacia 1583 se han podido identificar a treinta viticultures,
en el siglo XVII la primera tazmía consigna 65 registros. Según Carlos Buller, la existencia de clanes familiares o
con personajes con más de una propiedad inició la cúspide de la producción de vino. Destacan los productores:
Andrés Avila, Andrés Herrera, los hermanos Valencia, Pedro Trivini y Diego Yañez, así como Diego Butrón,
Lorenzo Cornejo, Martín Rendón y Francisco Rivera. En 1701 se mencionan los apellidos Valencia, Rivera y
Cornejo y aparecen las familias Barreda y Benavides y la Compañía de Jesús. En 1763, las tazmías registran a 75
productores, principalmente los Barreda, los Benavides y los Cornejo, los Bustamante, los Cáceres y los Rivero y
los Jesuitas.

En 1763, el hacendado más prominente en Vitor es Nicolás de Barreda y Obando quien con sus tres haciendas
produjo 10, 144 botijas, un 10.8% de la producción del valle. La familia Bustamante (Domingo, Diego y Rosa)
produjo 6,605 botijas de vino, 7% del total del valle. Los García produjeron 5,126 botijas de vino, 5.5% del
total. La hacienda de los jesuitas San Javier se conoció con el nombre de “Su Magestad” luego de la expulsión de

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los jesuitas, produjo 3,258 botijas siendo el 3.5% del total.

En 1763 Francisco Xavier Ballón registra 2.307 botijas, quien produce similares cantidades en 1772 y 1774. En
1785, Agustín, Fabián y José Ballón producen 2,885 botijas de vino. En 1810 Agustín redacto un poder a nombre
de su hijo Clemente y de Bruno de la Llosa, indica “la hazienda de viña que poseo y ha corrido a mi catgo queda
para sus hijos Clemente y María”

En 1774 Martin Gamio producía 1000 botijas de vino. Se casó con Catalina García Idiaquez, quien tenía una
hacienda de viña en Vitor colindante a la trabajada por Martín, llamada La Travada. De acuerdo al inventario de
bienes de la pareja se revela que la posición ganada era de comerciantes de vino y aguardiente que se
contabilizaban en pagarés. En 1806 su hijo Bernardo produjo 2500 botijas. el pago de la pampa de
Desamparados fue comprada por Pedro y José Araníbar. Sus propiedades las heredaron sus dos hijos Luis y
Pedro José.

En 1839 La Travada pasó a manos de Buenaventura Berenguel, quien lo dividió entre Ignacia y José Antonio
Berenguel, produciendo 2000 botijas. En 1850 producía 570 botijas.

El Socabón a cargo de Manuela Corvi se encuentra registrado en 1785, sin embargo en 1799 aparece como
titular Manuel Rivero además de la hacienda El Chañal produciendo 3,000 botijas de vino. En 1816 de las dos
haciendas se produce 6,000 botijas de vino. En 1821 producía 2,800 botijas; en 1822 y en 1826 llego a producir
hasta 4,000 botijas; en 1827 produce 550 botijas; en 1828 suman 600 botijas y en 1829, 670 botijas. En 1830
figura la hacienda “El Socabón” a nombre de Mariano Muñoz, que produjo 1000 botijas; y el Chañal aparece con
1,500 botijas. Socabón en 1847 produjo hasta 1650 botijas de vino

El Chañal aparece como dueño hasta 1831 Manuel de Rivero con la producción de 1,800 botijas; José Mariano
Cáceres se hizo cargo de la propiedad en 1832; En 1833 es titular Mariano Quezada. En 1835 se dividió en dos,
apareciendo Marcos Moscoso y Francisco Cerdeña. En 1836 pasó a Juan Salaverry y la parte de Moscoso se hizo
cargo José Rivero. En 1845 el Chañal produjo 1400 botijas. Indican las tazmías, que Juan José Rivero, en 1774
registra 500 botijas y en 1785 llego a 200 botijas.

En 1799, los mayores productores eran Los Barreda, la hacienda Guachipa a cargo de Nicolás, produjo 3,678
botijas; Juan Goyeneche, administra dos hacienda, una como dote de testamento y otra de su cuñado Francisco
Barreda, produciendo 2,410 botijas.
Lorenzo Onyaguren produce en 1763 1,661 botijas, en 1774 1,400 botijas y su hijo Diego Oyanguren en 1799
con dos propiedades produce 6,930 botijas. En 1817 produjo en sus propiedades 11,655 botijas. Diego fallece
dado que en 1816 indica la tazmía como “el finado”. La hacienda se divide entre Manuel de la Cruz, José Manuel
y José María Onyaguren que aparecen en la tazmía de 1822. La hacienda “La Carbajala” aparece en 1820 a
nombre de Joaquín Aquésolo esposo de Rafaela Oyanguren, hermana de Diego, estas propiedades producen
6,335 botijas de vino. En 1846 la Carbajala produce 375 botijas de vino.

En 1835 se conoce la hacienda La Goyeneche de propiedad de Juan de Goyeneche para a poder de Manuel
Vizcarra. La hacienda Guachipa de propiedad de Pedro Barreda desaparece de los registros para pasar a poder de
Manuel Fernández Arredondo. La hacienda de Mateo de Cosío pasó a poder de su hijo Mariano, quien produjo
en 1821 hasta 3000 botijas de vino.

En 1785 Juan Antonio Piélago Herrera recibió de su esposa Teresa Rosel una hacienda en Vitor, y adquirió al
Tribunal de Temporalidades la hacienda San Javier, en 83,650 pesos. que había sido de los jesuitas, del cual era
administrador. Produjo en Vitor 6,001 botijas. También tuvo una hacienda en Moquegua. Se caso en segundas
nupcias con Rosa Benavides, hija del depositario general de la ciudad y prominente hacendado de Vitor,
Domingo Benavides Moscoso. Piélago poseía la hacienda La Churunga. Ignacio Noboa se caso con la viuda de

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Piélago. En 1816 sus haciendas produjeron 6000 botijas de vino. En 1827-1829 saco 520 botijas. Francisco
Saraos se hizo cargo de la Churunga en 1845. Manuel Morante en 1847 se hizo cargo de la hacienda San Javier y
Manuel Masias de la hacienda La Churunga. Produciendo ambos en 1849 400 botijas de vino.

En 1801, las tres haciendas registradas a nombre de Mariano Bustamante Urbicain, Ignacio Bustamante y
Mariano Bustamante produjeron 2,660 botijas; y, en 1819 registraron 4,380 botijas. Se conserva la bodega de
Gertrudis Gozales, cuyo heredero fue Juan Alberto Meza Valencia y desde el año 2004 Blanca Díaz produce
vinos y piscos.

Aún en Vitor, existe producción de viñas y por ende vinos, pisco y vinagres en las haciendas La Gamio, Fundo la
Zúñiga, hacienda la Ophelan, hacienda Santa Rosa, fundo de la familia Quiroz. fundo de la familia Gonzales. En
la actualidad las familias que conservan sus bodegas son: Zegarra, Póstigo, Chávez, Quintanilla, Cáceres entre
otros.

Las Tazmías que se encuentran en el Archivo Arzobispal de Arequipa, brindan vasta información sobre el
comercio de vino, aquí una muestra:

Según información de la publicación de Lorenzo Huertas Vallejos “Cronología de la producción del vino y del
pisco 1548-2010” se encuentra la información siguiente: Tazmía que yo Don José Cuadros presentó a los
señores que componen la Junta Unida de Diezmos del Obispado de Arequipa de las botijas de vino que se han
cosechado en las dos bandas del valle de Vitor el presente año de mil ochocientos cincuenta y siete después de
rebajada la tercera parte con arreglo a la ley de Siete de Diciembre de Mil Ochocientos Treinta y Dos:

Banda Oriental
Fabrica 004 D. Tomás Figueroa 60
El mismo por doña Melchora López 00
Fabrica 001 los herederos de Butrino 15
Fábrica 006 D. Pedro Manuel Talaya por el Socabun 90
Fabrica 006 D. Carlos Canseco 100
S.M. 020 Dña Gertrudis Gonzales por sus dos hdas. 300
Fabrica 003 D. Mariano Villegas 45
S. Salas 23 D. Eduardo Calderón por la Veracruz 350
Fabrica 13 D. Eusebio Talavera por la Tobar y Tejada 200
Fabrica 06 D. Pedro Manuel Telaya por San Juan 90
S.M. 20 D. Mariano Telaya por su madre 300
Sínodo 01 D. Pedro Valdivia por el Majuelo 15
S. Dean 20 D. Manuel Vizcarra 300
Fabrica 06 D. Mariano Calderón 100
Fabrica 04 D. Mariano Fernández por Bedoya 60
00 D. Francisco Llosa 00
Fabrica 10 D. Mariano Fernández por la Bedoya 150
Fabrica 06 Dña María Bellon 100
Sínodo 06 D. Pedro Manuel Telaya por la Canseco 90
Fabrica 05 D. Enrique Vizcarra por la Goyoneche 75
S.Y. 02 Dña Petronila Aransivar por la Corrales 30
S.Y. 03 D.J. Manuel Cuba por una parte de la Corrales 55
Edo 02 Dña Justa Lozada por D. Marcos Moscoso 440
Edo y Fabrica 10 la misma por parte de la compañía 90
Edo y Fabrica 06 D. Ignacio Bustamante por la compañía 200
Sínodo 02 Dña Margarita Busamante 30
Fabrica 40 D. Pedro Valdivia por la Churunga 150

30
S. Salas-S. Vargas 2 D. Gregorio Ugarte 100
Fabrica 40 D. Antonio Rivero por el Pasto 30
Sínodo 20 D. Eduardo Calderón por Sotillo 600
Sínodo 04 D. Carlos Canseco por una parte de Sotillo 200
S.Y. 13 D. José María Oyangueren por sus dos hds 60
Sínodo 03 D. Mariano Arce por Castillo 195
Sínodo 03 D. Narciso Masías y su sobrino 45
Sínodo 08 Fermín Valdez 120
S. Asen 06 D. Manuel Peña por su esposa 90
Sínodo 02 D. Eusebio Talavera por la Loya 30
S. Tez 03 El señor Canónigo D. Diego Rodríguez 45
Sínodo 02 D. José Cáseres por don José Cano 30
Sínodo 04 Los herederos de Don Bonifacio Hurtado 60
Exo 57 D. José Loayza por Santa Rosa de Bueno 31/2
ínfimo 54, 810 y bueno 50
Banda Poniente
Sínodo 01 D. Manuel Velarde 15
Hospital 01 D. Juan Lecaros por una parte de la misma Velarde 15
S. Mrd 03 D. Santiago Lira por la Moscoso 45
Sínodo 02 D. Mariano Velarde por si las menores 40
Sínodo 01 D. Julian Velarde 15
Sínodo 01 D. Enrique Velarde 15
Sínodo 01 D. Manuel Velarde 15
Sínodo 60 D. José Vargas por su esposa la Alvear 900
Sínodo 02 D. Antonio Rivero por la Ibáñez 30
Sínodo 10 D. Pablo Cárdenas por su padre 150
Sínodo 04 D. Mariano Paredes por su madre 60
Porgas 23 Dña. Marta Reinoso por Tambillo 345
00 D. José rivero no quiere dar nada 00
Hospital 40 D. Marcos Cárdenas por Butrino 600
Sínodo 01 D. José Ballón por doña Narcisa Velasco 15
Sínodo 04 D. Pedro Ayestas 65
Tazmia 17 D. José María Zea 265
S. Mrd 04 Santiago Lira por la Calesa 60
Sinodo 02 D. José Nieto 30
S. Mrd 30 Dña. Manuela Reinoso 450
Sínodo 01 D. Tadeo Tapia por Cárdenas 15
S. Mrd. 02 D. Pedro Ayestas por su esposa 35
Sínodo 13 D. Faustino Cáceres 200
Sínodo 17 D. Ambrosio Salar por la de Moscoso 255
Sínodo 03 D. Juan José Vizcarra por Masías 45
S.Y. 10 D. Jorfe Corso por Morán 150
S. Yorgas 01 D. Luis Chávez por la de los Cáceres 15
S.Y. 02 Dña Petronila Rodríguez por la Benavides 30
S. Merced 02 D. José María Rodríguez por la Prado 30
Tasmía 06 D. Mariano Rodríguez por la de su padre 30
S.Y. 04 D. Manuel Coronel 30
683
Las dos bandas: 10,245

AAA. Sección Curia Diocesana, serie Diezmos 1854-1879 No. 28.

31
Ÿ

LOS ANTIGUOS PROPIETARIOS DEL VALLE DE VITOR

De acuerdo a la relación publicada el 11 de marzo de 1938, informa que en 1716 el párroco propio y Vicario
Foráneo, licenciado Don Francisco Laguna Gómez ha descrito a los propietarios siguientes:

Estas haciendas reconocían la obligación de abonar 310 botijas de vino por la primicia.

PAGO DE MOCORO
Herederos de Vicente Bernedo
Herederos de José Sánchez
Herederos de Juana Butrón
Herederos de Sebastián Salazar

EN EL VALLE
Hacienda de Santo Domingo
Hacienda del Alférez Real don Juan Mozcoso
Hacienda de don José de la Barreda
Hacienda de don Bartolomé de Silva
Hacienda de don Vicente Pacheco
Hacienda de don Juan José de Palma
Hacienda de doña Magdalena Pacheco
Hacienda del depositario General don Diego de Benavides
Hacienda de don Nicolás de la Calle
Hacienda del Comisario don Juan Montufar y Franco
Hacienda de los Lazos
Hacienda del presbítero don Francisco de Benavides
Hacienda de dona Juana Guerrero
Hacienda de don Marcelo de las Llamosas
Hacienda de don Juan Zegarra y Paz
Hacienda del Colegio de la Compañía de Jesús
Hacienda del Señor Chantre de la Catedral doctor Pedro Gonzales de Iraola
Hacienda “Del Majuelo”de don José Cano (presbítero)
Hacienda de don Tomás de Orcantas
Hacienda de “los Villalbas” de don José Cano Pacheco
Hacienda de Don Jorge Medrano
Hacienda de doña Ana Salazar
Hacienda del licenciado don Melchor de Origuela
Hacienda de don Pedro Zegarra y Vizcarra
Hacienda de don Nicolás y Barreda
Hacienda de los herederos de don Juan de Barreda
Hacienda de los herederos de don Gonzalo de la Cuba
Hacienda de los herederos de don Sancho de Arévalo
Hacienda de los herederos de los Campos
Hacienda de los herederos de don Nuño Salazar
Hacienda de los herederos de don Alonzo de Origuela y Paz
Hacienda de los herederos de don Juan Bautista de Cácerez
Hacienda de los Herederos de don Francisco Cácerez
Hacienda de los herederos de don Juan Valencia

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Hacienda de los herederos de don Juan de las Ruelas
Hacienda de los herederos de don Albaro Cornejo
Hacienda de los herederos de don José Pacheco
Hacienda de los herederos de don José Salazar
Hacienda de los herederos de doña Juana Guerrero
Hacienda de los herederos de don Francisco de Cárdenas
Hacienda de los herederos de don Pedro Zegarra
Hacienda de los herederos de don Antonio San Juan
Hacienda de los herederos de doña Juana Barrueta
Hacienda de los herederos de don Mateo Pérez Hurtado
Hacienda de los herederos de don Alonzo de Salazar y Solís
Hacienda de los herederos de don Melchor Equiluz
Hacienda de los herederos de don José Olazabal
Hacienda de los herederos de don Miguel de Marcotegui
Hacienda de los herederos de Juan Bautista Adriazola
Hacienda de los herederos de don Andréz Dávila
Hacienda de los herederos de don Pedro de Torres
Hacienda de los herederos de don Francisco Sotillo
Hacienda de los herederos de don José Coronel
Hacienda de los herederos de don Francisco Larrea
Hacienda de los herederos de don Rodrigo Pacheco
Hacienda de los herederos de don Lope de Cueto

PAGO DE TACAR
Hacienda de don Leonor de Barreda
Hacienda del Depositario don Diego Benavides
Hacienda de don Bernardo de Tapia
Hacienda de “La Palma”
Hacienda “Del Matorral”
Hacienda de “Yquéas”
Hacienda de los herederos de Diego Bernedo
Hacienda de los herederos de Bernardo Cornejo
Hacienda de los herederos de don Juan Rivera
Hacienda de los herederos de don José García
Hacienda de los herederos de don José Jaúregui
Hacienda de los herederos de don Félix de Bustamante
Hacienda de los herederos de don Cristóbal de Barreda
Hacienda de los herederos de don Simón Caravajo

CENSO DE 1862

Realizado durante el segundo gobierno del general Ramón Castilla, este Censo fue el primero en el que se llevó
un registro pormenorizado de los datos de los pobladores de distritos, pagos y caseríos de las provincias del Perú.

El Valle de Vítor, se dividió en dos: banda de Oriente y banda de Occidente; en el cual se ha recogido datos de los
habitantes, pero no de los propietarios.

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BANDA DE OCCIDENTE
Hacienda de Marina
Hacienda de Figueroa
Hacienda de la López
Hacienda de la Cornejo
Hacienda de las Butrones
Hacienda de la Churunga
Hacienda de la Losada
Hacienda de Carlos Canseco
Hacienda de Gertrudis Gonsales
Hacienda de las Telayas
Hacienda de Mercedes Landa
Hacienda de la Suarez
Hacienda de Ramón Delgado
Hacienda del Pie de la Cuesta
Hacienda de los Llosas
Hacienda de D. José Ballón
Hacienda del Dr. Talavera
Hacienda de D. José María Zea
Hacienda de D. Ignacio Bustamante
Hacienda de los Ugarte
Hacienda de García
Hacienda de los Valencias
Chacra del Pasto
Hacienda de Jorge Corzo
Hacienda de Manuel Masías
Hacienda de Carlos Diez Canseco
Hacienda de Enrique Paredes
Hacienda de Ventura Landa
Hacienda de José María Oyanguren
Hacienda de José María Ramírez
Hacienda los Masías
Hacienda de Peña
Hacienda de del Oyo
Hacienda del Canónigo Rodríguez
Hacienda de Cano
Hacienda de Santa Rosa

TOTAL DE HABITANTES: 468 269 Hombres 199 Mujeres

BANDA DE OCCIDENTE
Hacienda de Velarde
Hacienda de Lira
Hacienda de los Velardes
Hacienda de Mariano P. Alvear
Hacienda de Rivero
Hacienda de Cárdenas
Hacienda de Butrón

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Hacienda de Ayestas
Hacienda de Zea
Rancho de Carlos Ramos
Hacienda de Lira
Hacienda de Nieto
Hacienda de Cárdenas
Hacienda de Reynoso
Hacienda de Manuela Hernani
Hacienda de Moscoso
Hacienda de Masías
Hacienda de la Buenamuerte
Rancho de Toribio Paz
Rancho de Sebastián Alcocer
Hacienda de los Cáceres
Rancho de Mariano Flores
Rancho de Isidro Obando
Rancho de Andrés Gallegos
Casa de Micaela Cárdenas
Rancho de Santiago Ligoni
Casa de María Portugal
Hacienda de la Prado
Hacienda de Rodríguez
Hacienda de Manuel Coronel
Hacienda de Sereceda
Hacienda de la Fuente
Hacienda de Bustamante
Rancho de Ugarte
Hacienda de Ugarte
Hacienda de Aquesolo
Rancho de Antonino Rondón
Hacienda de la Masías
Rancho de Mariano Pineda
Hacienda de F. Cornejo
Hacienda de José María Zúñiga
Hacienda de Morante
Hacienda de Ureta
Hacienda de Abril
Hacienda de Peña
Hacienda de Savala
Hacienda de Urrutia
Hacienda de García
Hacienda de Mariano Toribio Ureta
Hacienda de Cuadros
Hacienda de Sabala
Hacienda de Reynoso
Hacienda de Cornejo
Hacienda de Fuentes
Hacienda de Gamero
Hacienda de Bustamante

35
Hacienda de Manuel Baltasar Fuentes
Hacienda de Barreda
Hacienda de Monjaras
Hacienda Guachipa
Hacienda de Villarruel
Hacienda de la Gamio
Hacienda de Goyeneche
Hacienda de Cornejo
Rancho de Gregorio Fernández
Hacienda de Berenguel
Hacienda de Cossio
Hacienda de Bermejo

TOTAL DE HABITANTES:

1060 Habitantes 623 Hombres 437 Mujeres

GREMIO DE VIÑATEROS

1. Eusebio Talavera Hacienda de Ignacio Bustamante


2. Pedro Valdivia Hacienda de los Ugarte
3. Francisco Portugal Hacienda de Jorge Corzo
4. Domingo Medina Hacienda de Manuel Masías
5. Domingo Talavera Hacienda de Enrique Paredes
6. Mariano Arse Hacienda de José María Ramírez
7. Andrés Valdez Hacienda de del Oyo
8. Rumualdo Chávez Hacienda del Canónigo Rodríguez

GREMIO DE ARRIEROS

Toribio Paz
Sebastián Alcocer
Manuel Paz
Manuel Valdivia
Catalina Medina Tambera

Estos y muchos datos provienen de este importante Censo, que es sin lugar a dudas, la más importante
fuente primaria de valor demográfico y social para la historia de Arequipa.

BPMA: Biblioteca Pública Municipal de Arequipa. Fondo Reservado

EL CENSO DE 1876

Si bien el Censo de 1862 es pormenorizado en datos el Censo de 1876 es el mejor analizado y el que arroja
datos novedosos con respecto a raza, nacionalidad, nivel educativo, y sobre todo las profesiones u oficios
de cada distrito y cada provincia.

Para el caso de Arequipa y específicamente para el del distrito de Vítor tenemos datos de interés
demográfico:

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Población Urbana

Hombres Mujeres Total


Vítor 58 42 100

Población Rural

Cano 67 33 100
Estación del Ferrocarril 56 61 117
La Cuesta 82 57 139
Pasto 118 83 201
Pueblo Nuevo 82 34 116
Pueblo Viejo 134 66 200
Tacar 206 97 303

TOTAL 803 473 1276

La zona más poblada en esa época era la de Tacar, tradicional asiento de los viñedos de Vítor, resulta interesante
además conocer que la Cano era un caserío ya existente en el último cuarto del siglo XIX.

En cuanto a la ocupación principal de los habitantes de Vítor, era como agricultores y jornaleros, quedando un
tercer lugar para los viñateros:

Profesión Hombres Mujeres Total


Agricultores 300 182 482
Arrieros 10 ---- 10
Jornaleros 190 137 307
Mayordomos 8 --- 8
Picanteras --- 3 3
Viñateros 45 --- 45

EL INFORME D'ORNELLAS SOBRE LA VID Y SU PRODUCCIÓN (1864)

El Gobierno Peruano, preocupado por la baja en la producción de vinos y aguardientes en la República,


contrató al enólogo italiano Evaristo D'Ornellas, para que emita un informe acerca del estado de la industria
vitivinícola en el país, por lo que debía recorrer los principales viñedos y señalar las causas de su decadencia y
modos de recuperar la industria.

Con respecto al valle de Vítor, es contundente en señalar las causas de su atraso y la poca calidad de sus vinos y
aguardientes; al llegar a las plantaciones se da cuenta de lo poco adecuado del espacio que separa las parras:
“Nos ha parecido mal hecha la plantación de la vid en todo este valle, pues solo media la distancia de vara y
media española entre parra y parra, lo que impide que la uva reciba la ventilación y el sol necesarios durante
su crecimiento y madurez…” (Informe p. 134 )

Resalta la influencia de la cordillera y sus hielos como otra causa que maltrata y perjudica el desarrollo de las
uvas.

Plantea como solución una redistribución en el resembrado de los viñedos y cepas: “ Somos de opinión, que en

37
Vítor las plantaciones se hagan formando calles que tengan cinco varas de ancho dejando vara y cuarta entre
cepa y cepa. De este modo cada cepa se hallaría a cinco varas de distancia de las que están a su derecha y a su
izquierda y a vara y cuarto de las que están adelante y atrás. ” ( Informe p. 134 – 135 )

Asimismo, sugiere que deba elevarse la altura de las vides, pues así recibirían una adecuada ventilación y
asoleamiento necesario, aparte que se les preservaría de las heladas.

“De la uva del pago del Tacar se puede hacer una excelente imitación del Madera y del Jerez. En el resto del
valle de Vítor las haciendas marchan a su completa ruina, porque la mala hierba y la grama están acabando
con la viña. Además de la inferioridad de los terrenos, el mal cultivo influye mucho en la mala calidad de la
uva.” (Informe p. 135 )

Otras causas que conspiran a la decadencia de los viñedos de Vítor, son la poca salubridad pues los terrenos
pantanosos y húmedos impiden la presencia permanente de los jornaleros, pues son afectados por fiebres;
propone pues el desangrado de las zonas pantanosas y limpieza constante de acequias y zanjas. Anota que los
terrenos de las hoyadas por ser vírgenes podrían sacárseles provecho.

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Viñas y Bodegas de Vitor
Sobre las viñas y bodegas de Vitor se han escrito múltiples libros, además de filmaciones de especialistas,
existen importante estudios en las bibliotecas de la Universidad San Agustín y la Universidad Católica Santa
María; También en estudios de investigadores en diferentes idiomas, que nos ilustran sobre la importancia de
las viñas en América.

Resultan importante resaltar la visita de Johnny Schuler, en el año 2010, como parte de su programa “Por las
rutas del Pisco” y manifestó de su visita las haciendas de José Santos Zegarra y don Armando la siguiente
expresión:

“El viñedo tiene un cuarto de hectárea de una uva colorada, que tiene más de 300 años, está uva produce un
vino especial, es de color chicha morada, con un aroma extraordinario, en la boca es delicioso ¡este es el
gran viño!,¡ el vino vitoreño¡ al que llaman Burdeos, al que deberíamos llamar Vitoreño”.

El especialista agrónomo-enólogo Marcos Zúñiga, en la presentación de la publicación “Vino y Pisco en la


Historia del Perú”, manifestó “El vino y pisco de los valles de Arequipa, es diferente a cualquier otra bebida
del Perú, porque en ella, se siente la influencia del terruño, es el aroma y el sabor a la casa, pues el arequipeño
hace sus bebidas tradicionales con amor”. Empecemos entonces esta visita a Vitor, donde la historia se
detiene, y donde podemos encontrar a una gran familia que ama y vive del vino y del Pisco.

39
La Hacienda del Abuelo
No hay duda que al estudiar el origen del vino y el pisco en Arequipa, la figura del valle de Vítor tiene un papel
preponderante. Diversos estudios (Brown, Buller) coinciden en afirmar que Vítor fue el punto de partida de la
industria vitivinícola de Arequipa en el siglo VXI, y que incluso a pesar de la erupción del volcán
Huaynaputina en el año 1600, es Vítor quien encabeza la reactivación económica de la Industria Vitivinícola
desde 1629.

Algunos estudios coinciden en atribuir a la ceniza volcánica que cubrió este valle que la misma enriqueció las
tierras de cultivo de esa manera los viñedos se recuperaron prontamente y con los años mejoraron su
producción.

Por su ubicación Arequipa fue la más importante ciudad de acceso a la Sierra Sur del Perú y Alto Perú,
facilitando mediante el arrieraje el intercambio comercial con las minas Cusco, Puno y Potosí. Los arrieros
ascendían con vino y aguardiente (Pisco) y retornaban con plata y oro. Poco a poco las familias propietarias de
tierras de cultivo en Vítor empiezan a consolidar su presencia en el quehacer social y político de Arequipa y
logran incrementar sus posesiones mediante alianzas matrimoniales e incluso fueron creciendo más aún tras la
expulsión de los jesuitas del Perú en el siglo XVIII, asumiendo la administración de diversas Haciendas
administradas por esta orden religiosa.

Pocas Bodegas Pisqueras han sido privilegiadas por el destino con momentos históricos con la historia del
Perú, una de ellas es Hacienda del Abuelo del Valle de Vítor , manejadas desde un inicio por la familia Zegarra.
Fundada en el año 1921 por José Santos Zegarra durante el centenario de la independencia del Perú. Las
condiciones de clima, riqueza de Terruño y las horas de exposición al sol permitieron a esta Bodega ir creciendo
con los años al punto de ser una de las pocas bodegas reconocidas y censadas en la década del 30 del siglo XX
por el ministerio de Fomento de aquella época, incluyéndola como una de las cinco Bodegas más grandes del
Valle de Vítor. En la actualidad esta Bodega exporta su producción a Europa y Estados Unidos y proyectan
incrementar su producción conforme se acerqué el centenario de su creación, coincidiendo con el Bicentenario
de la Independencia del Perú.

40
41
Viña Vitor
Herencia histórica
Según varios estudios, la historia vitivinícola de América comenzó en Arequipa y su zona productora más
importante: el valle de Vítor. Honrando esa importancia histórica, surgió Viña Vítor S. A. C., una empresa
netamente arequipeña que apuesta por devolver al valle de Vítor ese prestigio que ostentó en otros tiempos.

El viñedo
Viña Vitor elabora vinos y piscos con las uvas criollas producidas en su propio viñedo, este fundo fue adquirido
a los herederos de Juan Alberto Meza Valencia por la señora Blanca Díaz, quinta generación de productores de
vino y Pisco, quien personalmente plantó la primera planta de vid del viñedo de 12 topos, fue instalado el año
2004 sobre el antiguo fundo “La Gonzáles”, cuyo registro como productor de vino se documenta desde 1857. El
sistema de producción de las uvas es innovador, son patronales en V, que le dan una belleza y que permite obtener
uvas de alta calidad. Actualmente, es el viñedo más grande del valle de Vitor, y es también un centro de
investigación en el que se están realizando estudios relacionados con la aptabilidad y la recuperación de
variedades de uvas criollas.

El lagar colonial
La evidencia más notoria de la importancia del valle de Vitor como zona vitivinicola durante la época colonial

42
son los restos de las antiguas bodegas. Un ejemplo de
esos restos está en el Fundo Viña Vitor. Se trata del
antiguo lagar de sillar en el que las uvas eran estrujadas
a pie desnudo para obtener el mosto que después se
ertiría en vino. Sobre este lagar se encuentra el arco de
sillar rosado que sostenia el tornillo de madera de
Huarango que era utilizado para prensar el orujo
estrujado y obtener así el mosto aún contenido en él-
Esta antigua Bodega que tiene registros de su
producción que en 1857, doña Gertrudis Gonzales
otorga al clero por sus dos haciendas 300 botijas de
vino.

La actual bodega Viña Vitor se encuentra en el pueblo de Vitor (en plena Panamericana), cuenta con registros
sanitarios y “Denominación de Origen”, allí se alberga un alambique que fuera recuperados hace más de
treinta años por Pedro Ruíz Acosta, antiguo destilador en Vitor.

Productos
Pisco Acholado. Ensamble de los piscos de dos uvas aromáticas (Italia y Albilla) y una uva poco aromática
(Negra Criolla) en un pisco genuino con características propias que expresan el terruño.
Destilado de Uvas. Ensamble de destilados de orujos de uva en un producto de alta calidad y bajo precio.
Vino Borgoña Tinto Semi Seco. Exquisito vino joven elaborado con uvas de la variedad conocida como
Borgoña. Un vino de color rojo claro brillante, con aromas delicados muy agradables.
Espumante Doce Uvas. Espumante de color dorado brillante con aromas que recuerdan al champagne y unas
burbujas finas y delicadas que le dan frescura.

Reconocimientos
La calidad del Pisco Acholado Viña Vítor ha sido reconocida públicamente en más de una ocasión. La más
reciente fue el 1er. Festival del Pisco de Arequipa 2012, en el cual llegó a ser Ganador Oficial, máximo premio
otorgado por la Municipalidad Provincial de Arequipa, después de una rigurosa evaluación de los mejores
piscos regionales por miembros de la Cofradía Nacional de Catadores de Pisco.

Productos Anexos de la Uva: A fin de aprovechar la uva en todo su contexto, esta viña está produciendo:
Aceite de Pepa de Uva, Jabón Exfoliante de Pepa de Uva, Jabón Exfoliante con pepa de uva molida y Aceite de
Pepita de Uva

Contacto: Website: http://www.vinavitor.com


Facebook: AmigosViñaVitor

43
Bodega El Fundador
De Ana Edith Postigo de Castro e hijos.

Imposible hablar de bodega El Fundador sin ir a su origen. Nació bajo la atenta mirada y complacencia del
Maestro de Maestros en el arte de la vitivinicultura, Don Nicanor Postigo Alemán, impulsor y difusor
apasionado por conservar la tradición, calidad y prestigio de los afamados vinos y Piscos del Valle de Vítor.

Dedicó más de 70 años de su vida a deleitar exigentes paladares con la exquisiteces de sus viñedos.

Como no recordar al Rey de sus vinos, El Burdeos, su dorado Italia y el añorado Papaya. Y de sus Piscos, que
decir para disfrutar y soñar, de una suavidad increíble.

Su fama trascendió más allá de su Vítor querido por lo que fue reconocido y premiado en muchas ocasiones a
nivel Nacional y Regional. En 1984, recibió el Premio Presidente de la República al mejor productor de vinos y
piscos de la Región Arequipa y el Sur del Perú, condecoración que recibió de las manos del Señor Presidente de
la República, Dr. Alan García Pérez, quién le impuso la Medalla de Oro. En 1996 fue distinguido con Medalla de
Oro por su incansable labor en la difusión de la actividad vitivinícola otorgada por el Ministerio de Industria y
Turismo.

Don Nicanor Postigo Alemán, desarrolló su actividad tanto en valle abajo, Fundo San Javier y Fundo La Reyes, y
en el valle arriba en el Fundo y bodega de su propiedad, “La Quebrada”, (hoy Sucesión de Nicanor Postigo y
Sra.), donde nace Bodega El Fundador, con la misión de continuar el camino trazado por Don Nicanor, mi padre
y seguir esta centenaria tradición.

Tuve el privilegio de vivir y compartir 50 años de su vida, a través de los cuales aprendí de su mano, me susurró
al oído los secretos de su arte que los recibió de su madre, mi abuela, Teodora Alemán R.

En la bodega El Fundador de Edith Postigo de Castro e hijos nació el 1er. Pisco Arequipeño, elaborado en el
Valle de Vítor, que obtuvo 2 Medallas de Oro en Concurso Nacional del Pisco, lo que dio gran impulso a la
difusión del Pisco arequipeño.

También ha ganado 2 medallas de Bronce y la Medalla de Plata , en posteriores Concursos Nacionales , así como
innumerables premios a nivel Regional. Bodega El “Fundador” de Edith Postigo de Castro e hijos continuará
compartiendo y difundiendo 450 años de historia y cultura vitivinícola.

44
Agroindustria San Pablo
Propietario Sr. FERNANDO QUINTANILLA PAZ SOLDÁN Produce Vinos y Piscos “PAZ SOLDÁN”

Participación Nacional, Regional, Departamental y Distrital.

Las bodegas vitivinícolas Paz Soldan se encuentran ubicadas en la Hacienda San Javier, del anexo Takar, a 18
minutos de la ciudad de Vitor. La bodega de la colonia está en abandono y a la intemperie. Se puede apreciar 16
tinajas. En 1914, antes de la primera Guerra Mundial, don Prudencio Paz Soldan, reconocido por su experiencia
como viticultor, se instala en el valle de Vitor, y se dedicó a cultivar vid, con una visión de unir técnicas
tradicionales de elaboración de aguardientes con alta tecnología que trajo de Europa, en forma especial de
España, Francia e Italia, por lo que fue pionero en embotellar y etiquetar el destilado denominándolo
“Aguardiente Puro”.

En 1940 se envaso y etiqueto el vino “Lágrima de Italia”- Vino Selecto del viñedo San Javier del Valle de Vitor.
Aún perdura una muestra como tradición y herencia de don Prudencio.

Al fallecer don Prudencio, su hija María y su esposo Berthin Quintanilla, se encargan de la producción; A partir
de los años 80 su hijo Fernando Quintanilla Paz-Soldán, continua con la tradición de producir vinos y piscos. En
la actualidad está encargada a los hijos de don Fernando, Luis Fernando y Pablo Antonio Quintanilla Bedregal,
siendo la cuarta generación en mantener esta tradición.

Los productos que se comercializan en la actualidad son: Pisco Acholado “Paz Soldán” Etiqueta Negra.

45
Bodega El Chañal
Data de 1837 construida con sillar y madera. Se observa artículos antiguos vinícolas, como el Lagar, la
Puntaya y el Tornillo. No se encuentra en gran producción. Pero tiene siembras de uva para consumo
personal, así como siembra de productos de pan llevar. Es propiedad de Herminio Enrique Meza Alpaca y de
su esposa Simona Barriga Minaya de Meza.

Tienen una bodega acondicionada con 36 tinajas de variados tamaños. Esta hacienda se llama “El chañal”
por la gran cantidad de árboles de Chaña que hay en la zona y que servían como leña, importante insumo para
la producción de vino y aguardientes.

Don Herminio relata que su papá le conto: que junto con Pancho Zegarra llegaron a Vitor, como arrieros, y
se presentó la ocasión de comprar un fundo y una bodega, decidieron comprarla, pero tenía que repartirlas,
y con una moneda, le quedo a don Panchito el fundo de “La Gamio” y su abuelo “El Chañal” cuyo anterior
dueño era de los Sánchez, que eran dueños hasta la quebrada. Recuerda, haber visto el trabajo de su abuelo y
su papá llevando recuas de burros y caballos, comprando el vino, aguardiente y víveres, también que
embarcaban por Quilca. El Chañal, tenía la bodega, que nos presenta, pero recuerda, que cuando se empezó
a trabajar la tierra para la siembra, en el subsuelo había cantidades enormes de tinajas.

En cada hacienda nacieron los hijos de su papá y de don Pancho Zegarra, era una amistad muy tierna, cuando
se visitaban, siempre compartían lo último de su vino, y además les entregaban vino para llevar a la familia,
recuerda, que don Panchito le decía “No me ofendas, con pagar, por favor lleva a la casa mi buen vino” y con
qué gusto se llevaba; lo mismo pasaba si él o su familia nos visitaba por el Chañal, también le prodigamos de
cariños y nuestro vino.
“Mi papá era de Sachaca, y don Panchito de Quequeña o Socabaya, eran muy unidos, eran como hermanos,
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a mi papá le decía el Abuelo, y todos lo llamaban así, por cariño”. Recuerda Herminio, y continua: “Uno
de los tesoros familiares, es el alambique de 3000 litros, que, de acuerdo a lo que mi papá decía, allí (en
toda la bodega) siquiera entraban unos 60 mil kilos de uva, y trabajaban seguido día y noche en dos
lagares, aún se conserva un lagar, el otro ya está destruido por el clima; Las tinajas que la conservamos
como una herencia de mi papá, mis hermanos viven en Lima, y yo me encargo de cuidarlas dado que no
todos los valoran”.

“Yo aún he visto, a mi padre, llegando con sus burros con pipas de roble para transportar para Gerardo
Díaz, y luego cuando fue viniendo la modernidad, la carretera Panamericana, y cruzo todo el valle,
cambiando las rutas de los arrieros, que mi papá tuvo que comprar un carro 100, llamado “San
Francisco”. Esos tiempos eran otros, todos íbamos a pie al colegio a estudiar o montados en nuestros
burros; y, era toda una aventura, hacíamos carreras de burros”. Ríe Herminio.

“Mi familia es muy religiosa, lo hemos heredado por que la fe nos hace fuertes ante las adversidades.
Recuerdo, que mi papá llevaba, sagradamente, vino a San Francisco, y cuando no llevaba, los curitas
venían a recogerla. Yo he continuado esta tradición. Es mi sueño, mantener la identidad de Vitor, con esta
bodega, que representa mi herencia y mi cultura, desearía que todos lo valoren y cuiden, pero no todos le
dan importancia”. Indica Herminio, mientras mira con gran cariño sus tinajas.

Aún en sus chacras cultiva uvas antiguas, como la tradicional Burdeos, Papaya, Corriente Dulce, y Belleza,
que espera cosechar el próximo año y continuar su reproducción para mantener su tradición.

Cuenta don Herminio, que el cuento del “Cura sin cabeza del Chañal” es muy popular hasta la fecha, y su
papá le conto este relato:

“Mi papá había viajado con toda la familia a la playa por unos quince días, y como, se tenía mucha
confianza con los padrecitos de San Francisco, había llegado para recoger el vino, y lo recibió el capataz,
quien le brindo alojamiento en un espacio en la bodega, dado que no tenía las llaves de la casa; el curita, no
se hizo problema para descansar, lo importante era donde dormir.

A media noche, algunos picaros, entraban por los techos para robar el vino de las tinajas, y el padrecito se
despertó, y, pensó que la única forma de hacerlos asustar era colocándose la túnica sobre la cabeza, dado
que sólo estaba y podían atentar contra él.

Así que, se levanto con la túnica y hacia bulla, los pícaros, al sentirlo y alumbrarle, se dieron con la terrible
imagen de ¡un cura sin cabeza!... así que huyeron despavoridos”.

Esta bodega en la noche es muy oscura, más si no hay luna, es un sumamente oscura y sólo con linterna se
puede observar algo. Y esto sí es real, indica don Herminio, “una noche, mi esposa y yo sentimos como
golpes de martillo muy fuertes, así que alumbramos, incluso caminamos por los costado, y no había nada; y
como en la noche se tiene que mover la tinaja porque las uvas fermenta, pensamos que de allí nació el
sonido. Sin embargo, cuando volvimos, empezó a sonar como un macheteo, fuerte y no había nada. Ella y yo
nos tomamos de la mano, y nos fuimos a nuestra casa. Y nos dijimos, nunca más entraremos de noche a la
bodega”.

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Santuario
Propietario Sr. Jorge Postigo (Coco Postigo)
Produce Vinos y Piscos

En la zona denominada Mocoro, es dueño de almacén donde alberga 40 tinajas de 1000 litros con fechas que
datan en 1757. Aún elabora vino a la “antigua”. Aún conserva el lagar. Una prensa de Huarango . El lagar
tiene un orificio en el fondo por donde se filtraba el caldo a través de un sistema de canales hacia los
“tinteros” y se llevaban a la tinajas. Aún se puede observar una falca.

La bodega “El Santuario” data de 1650 y a la fecha se encuentra en buen estado de conservación, se observa
las paredes de piedras de río, argamasa y madera. Se pueden observar dos hileras de grandes tinajas.

Mi papa Nicanor Postigo Zenteno, fue un hombre que se esforzó mucho por producir los vinos, se le recuerda
por el Vino Tinto de la Bodega Santuario, y los aguardiente, que todavía produzco y conservo la calidad que
herede de mi padre” nos cuenta Coco.

En su bodega se pueden observar 40 tinajas , un lagar, una falca, y otros elementos de producción de vinos, de
época colonial.

JORGE POSTIGO Y ALCALDE CRISTHIAN CUADROS TREVIÑO

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La Gamio
Al entrar a la Bodega La Gamio, nos recibe Carlos Alberto Alarcón Zegarra, y nos impresiona la cantidad de
tinajas, perfectamente cuidadas y protegidas y un letrero grande, que dice:

“Bendito sea el trabajo,


Fuente de paz y consuelo.
Grandeza de los humildes
Y de los malvados freno
Francisco Zegarra

Allí se conservan intactas y protegidas las tinajas preservadas en una página de la historia de Vitor. La Industria
Vitivinicola del Valle de Vitor fue fundada por don Hermilio Francisco Zegarra Manrique, quien prodigo toda su
capacidad laboral y esfuerzo en producir su famoso Vino Burdeos, cotizado por su excelente sabor, perfume y
pureza.

De una entrevista realizada por Rosemary Quiroz Neyra, al entonces, propietario de La Gamio, podemos
disfrutar el siguiente texto: “Visita a la Hacienda La Gamio del señor Hermilio Armando Zegarra de Lara, en el
valle de Vítor, noviembre, 2003, dueño de la bodega y etiqueta del vino “Pancho Zegarra”.

“ De las antiguas haciendas vitoreñas que producían vino como: hacienda La Gamio, Y la más importante es el
fundo de la familia Zegarra que viene produciendo vino de exportación con un procesamiento artesanal muy
tradicional de tan ancestral familia.

Don Armando cultiva cinco hectáreas de viñas, siendo prácticamente el primer productor de vino con uva de
Vítor, (otras familias compran el vino de otros valles), nos dice que para la siembra de las viñas tiene un proceso
muy peculiar, se inicia con la ejecución de la poda, eligiendo las mejores ramas para poder realizar el
enraizado, para ello debemos contar con un terreno bien abonado.

En el segundo año durante la primavera se saca los plantones enraizados trasladándolos al terreno definitivo.
Luego los racimos de cada año, se podan sin permitir cosecha (proceso de castración) para no debilitar la
planta y esta adquiera mayor fuerza para que siga creciendo. Para finalmente esperar la primera cosecha
dentro de tres años.

Para la obtención de un vino puro, don Armando nos explicaba que se sigue un proceso, primero la vendimia;
Segundo: traslado de la uva a la lagar (lugar donde se pisa la uva); Tercero: Luego la pisa la realizan varios

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hombres y mujeres descalzos; En cuarto lugar el escobajeo, que es separar el orujo o hollejo de la uva fuera
del racimo. Quinto: traslado del mosto o jugo a las tinajas por medio de baldes o latas con la gente, en
partes iguales. Sexto: luego se hecha con mucha fuerza el mosto a las tinajas unas de otras. Séptimo, la
fermentación, el grado de mosto debe tener 12 grados para el vino, para ello utiliza un instrumento llamado
pesa mosto. Octavo: después de 10 a 15 días termina su proceso de fermentación.

Luego viene el descubrir, que consiste en separar el jugo del hollejo por medio de las piqueras. Luego el
vino se reposa o asienta y es trasladado a otro depósito y va quedando el “conchito”. Para trasladar en otro
momento a otro depósito donde va a ser clarificado, esto se llama sedimentación. Una vez clarificado
nuevamente este vino se traslada a otra tinaja donde ya sale a la venta. Según don Armando entre más se
golpea el líquido que dará el vino en forma artesanal será de mayor calidad porque se oxigena mejor. Se
golpea mañana y tarde con un palo llamado rebotador elaborado de árbol de huarango, Y todo el proceso
tiene una duración de uno a dos meses. Don Armando tiene 72 tinajas en la bodega, cuyas tinajas tienen la
inscripción del año 1590, las cuales tienen una capacidad de 1,584 litros (inscripción del siglo XVI) y en la
medida actual corresponde a 1,300 litros. Se conservan las tapas originarias y para sellarlas utilizan la
ceniza de leña. El vino de mejor calidad para su venta lo depositan en las pipas de roble considerando todo
un bouquet especial. El producto en sí presenta variedades como: la variedad Industrial, Negra (Quebranta
Azul), Burdeos (que puede ser Blanca Rosada y Belleza al Bosque). En relación a la venta, tiene en sus
bodegas, el vino tinto que sale de la uva negra y del orujo de la uva de Burdeos que tiene un costo de seis
soles la botella. Luego el vino blanco que es de la uva blanca y de la uva negra que cuesta ocho soles la
botella. En seguida el vino Burdeos que es un vino oscuro grueso áspero está diez soles la botella. Otro, el
vino tinto especial que vale veinticinco soles la botella. También tiene pisco acholado a diez soles, y el pisco
Italiano puro a 25 soles. La presentación del embotellado lo envasa con la etiqueta “Don Panchito
Zegarra”, en Vítor se embotella y encorcha, y en Arequipa se pone la etiqueta. El vino añejo que tiene más
de ocho años es llamado “el amoroso”.

Carlos Alberto Alarcón Zegarra, nos muestra con afecto las 76 tinajas, indicándonos con orgullo dos tinajas
de 1592. Nos indica que tiene matas antiguas de uvas tipo Quebranta, Italia, Belleza y Burdeos. Se encuentra
en plena producción de pisco y vinos.

“He nacido aquí, mis ojos lo primero que vieron fue las uvas, la bodega con tinajas, es parte de mi esencia,
parte de mi vida” nos indica Carlos, quien, con mucho orgullo cuida y mantiene la bodega herencia de su
familia. “Mi tío Don Panchito, fue conocido por su don de gentes, sumamente cariñoso, el fue conocido por
el Vino Burdeos, seco, del Valle, fue reconocido por la Junta de Regantes de Vitor por su trabajo y empeño en
preservar las viñas”. Finaliza con una amplia sonrisa Carlos heredero de una rica tradición.

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El Socabón
Según las tazmías de 1785, el registro de la bodega el Socabón, indica, a cargo de Manuela Corvi se encuentra
registrado en 1785, sin embargo en 1799 aparece como titular Manuel Rivero además de la hacienda El Chañal
produciendo 3,000 botijas de vino. En 1816 de las dos haciendas se produce 6,000 botijas de vino. En 1821
producía 2,800 botijas; en 1822 y en 1826 llego a producir hasta 4,000 botijas; en 1827 produce 550 botijas; en
1828 suman 600 botijas y en 1829, 670 botijas. En 1830 figura la hacienda “El Socabón” a nombre de Mariano
Muñoz, que produjo 1000 botijas; y el Chañal aparece con 1,500 botijas. Socabón en 1847 produjo hasta 1650
botijas de vino. Se registra en 1832 como propietario a Manuel Telaya. En el siglo XX, pasa a ser propiedad de
Bartolome Valencia Gonzales que fue arriero y compro la hacienda a la Familia Chirinos Soto, luego la condujo
su hijo, Agapito Valencia, y produjo por varios años pero, la crecida del río causo estragos en las chacras.
Conservaba 100 tinajas y aún existen portales de sillar. En 1986 la bodega fue comprada por los hermanos Joniu
y Oscar Chávez Lucero. Y en la actualidad tiene producción de piscos con la administración de Anyela Chávez
Alvarez, hija de don Oscar. Produce en la actualidad el Pisco “Casta de León”.

En la hacienda el Socabón, se encuentra el fundo Yuyay, que desde el año 2006 a la fecha produce vinos y
Piscos, con la herencia tradicional de Agapito Valencia, toma el nombre de “Bodega Córdova” está administrada
por Victor Raúl Córdova Vicetich . Resaltan los Piscos el “Puro Quebranta” y el “Acholado”. Tiene registro
sanitario y “Denominación de Origen”.

Según Oscar Chávez, “El Socabón tiene una antigüedad de más de 300 años, seguirá produciendo lo mejor
de la tierra con mi socia Anyela y mi hermano Joniu, seguiremos posicionandonos en el mercado con un
producto de calidad, de Vitor.”.

Según Raúl Córdova “Del Socabón, he conocido la tradición de Agapito Valencia, esa fuerza y esa entereza
de producir Pisco y Vinos, como ingeniero busco la calidad y mantener la producción hacia la calidad y la
competitividad en la bodega Córdova”.

Familia de Agapito Valencia


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Bodega de la Familia Chávez

Bodega Córdova

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Bellavista
La hacienda tiene un área de siembra de viñas de las variedades Albilla y Mollar, pero en mayor proporción
cultivo de productos de pan llevar. Aún conserva tinajas en su parte delantera, una en especial que tiene la
siguiente inscripción:

“Soy para el uso de D. Juan de Salaverry y Rivero.


Huasares
Fui miliar perdí el tiempo
Soy labrador y lo gano
Al lado de mi adorada
Como augusto mi mano”
1807

En este espacio se puede apreciar aún el sistema de almacenaje, un lagar, y algunas botijas esparcidas. El
señor Pérez, nos informa que él aprecia mucho sus tinajas, y les dará mayor cuidado.

Las tinajas se encuentran al cuidado de Victoria Chuquihuanco y Carmelo Ortíz quienes además cuidan el
fundo donde siembran verduras y viñas.

Hacienda De La Familia Portugal


El encargado de la administración es Alonso Portugal, es cuidada por Epifanio Satayasi. Tiene una casa de
campo bien construida, con dos albercas. Además de una hermosa bodega completamente refaccionada, con
tres ambientes. Es una Bodega digna de ser considerada como “El Museo de las Tinajas de Vitor”.

Se puede apreciar el lagar, completamente cuidado y dos ambientes donde se encuentran empotradas las
tinajas

Conserva 34 tinajas.

Don Epifanio, nos informa que tienen siembra de uva Italia y producen Pisco para uso familiar.

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Hacienda de la Familia Pérez

Hacienda de la Familia Portugal

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Cepas que Emigraron
Bodega Alvizuri
(Piscos Don Salustiano)
Allá a mediados de los años 50 tuve la oportunidad de
visitar en varias ocasiones el fundo La Reyes ubicada en
el hermoso valle de Vítor que pertenecía a mi abuelo
paterno Pedro José Bustamante Barreda y que a mediados del siglo pasado la administraba mi tío Francisco
Bustamante de la Fuente quien fuera hermano de mi padre. Allí quedaba la bodega del mismo nombre donde
se producían exquisitas vinos y piscos. Recuerdo que salíamos de la ciudad de Arequipa muy temprano el día
domingo y luego de 2 y media horas de viaje llegábamos al fundo y de inmediato me dedicaba a pasear todos
sus rincones a caballo. Las familias que vivían en Vítor eran casi todas conocidas y emparentadas entre sí.
Parte del paseo era visitar los fundos vecinos donde los dueños alegremente nos invitan a disfrutar de cuanta
fruta tenían en su huerta con la única condición de no maltratar la planta y no llevar nada de fruta en los
bolsillos. Mis padres se dedican a visitar a los vecinos para presentar sus saludos y charlar sobre vinos y
piscos, casi como único tema, mientras se cataba los productos de la última vendimia.

Por fin llegaba el medio día si no antes bañarnos en el río Vítor y de ayudar en sacar los camarones para el
almuerzo. La mesa era enorme no menos de 35 personas donde compartíamos el ágape con algunos vecinos y
con todos los trabajadores. Las fuentes de camarones, papas y choclos nunca acaban en salir acompañados
del infaltable yactan (salsa a base de ají ). Allí en la sobremesa aprendí mucho sobre piscos y vinos que siempre
era el tema principal y como comprenderán de allí nace mi afición por el buen pisco.

Actualmente a una edad madura decidí convencer a unos amigos poder producir pisco Premium construyendo
una bodega en Pachacamac teniendo en cuenta que el crecimiento en el consumo de nuestro licor bandera era
geométrico y que en base al gran esfuerzo que se está realizando, tanto por el sector público como privado, las
exportaciones iban a incrementarse considerablemente. Es así que nace BODEGA ALVIZURI SAC con
mucho entusiasmo como los vividos en los años 50.

Desde el año 2010 la bodega viene funcionando y en la


actualidad tiene capacidad de producir unos 30,000
litros de pisco de altísima calidad producto de la compra
de las mejores cepas traídas de Ica y Cañete. Estamos
trabajando muy fuerte para introducir nuestro pisco en
el mercado nacional donde existe una gran competencia
por cierto de gran utilidad para poder dar con éxito el
gran salto en exportar nuestro licor bandera a todos los
rincones del mundo.

A. Vicente Bustamante Olivares.

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Cepas que emigraron
Majes Tradición
Majes Tradición tiene una tradición familiar de
más de nueve generaciones de productores de vinos
y piscos del valle de Majes. Tiene documentación
registrada desde el siglo XVII, desde esa época la
familia Zúñiga ya realizaba las actividades de
producción de vino, en la actualidad se está llevando a cabo un estudio histórico que ha revelado la línea
consecutiva de productores de Pisco que data desde el año 1775, el estudio aún no ha culminado y la fecha
exacta para la producción de vino definitivamente es anterior. La producción actual se realiza en las Viñas
del Ocho en el anexo de “El Pedregal”, frente a Corire. Algunos ancestros de esta familia llegaron también
al valle de Vitor. En la década de 1980, la variedad “Tintorera” fue llevada al valle de Majes desde Vitr para
compararla con la “borgoña Majeña”, resultando ser la misma.

En el año 2007, por primera vez un Pisco Peruano

Productos:
Son 8 variedades de que están dentro de la denominación Premium debido a su elevada calidad. Dirigidos a
un público exigente y solvente. Adicionalmente, se tiene una línea denominada Clásica, con 4 piscos de
buena calidad y con un precio promocional que facilita su adquisición, de modo que sea sencillo iniciarse
en el mundo del pisco. Finalmente, contamos con 5 vinos elaborados con uvas nacionales y un vino de una
variedad del gusto internacional.

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Vitor en la actualidad
Desde 1950, el Perú sufrió una crisis en la agricultura, afectando en forma principal a los productores de
vino, quienes ya habían cambiado sus viñedos por alfalfa y pastos forrajeros con la finalidad de alimentar al
ganado lechero y vender su producto a la empresa Gloria.

Las familias antiguas aún tenían el sentido de propiedad y lucha, sin embargo, los nuevos herederos una vez
en posesión dividieron su terrenos parcelando los viñedos y frutales, y cambiando por cultivos que se
cosechan dos veces al año con la finalidad de obtener mejores ingresos económicos como maíz forrajero, ají
paprika, pimientos, tomates, cebollas, verduras, algodón; La viñas sólo tienen una cosecha al año. La
ampliación de terreno agrícola trajo como consecuencia la destrucción de bodegas y tinajas, vendiéndolas
tal y cual se encontraban. Algunos comerciantes compran las tinajas y se encuentran adornando algunas
plazas y parques de Arequipa y otras son utilizadas en negocios como picanterías y otros quedan como
adornos de casas.

Existen en la actualidad filtraciones en la margen izquierda de la irrigación La Joya, y hay deslizamientos en


las tierras del cerro “Pie de Cuesta” que cubren las chacras. A la margen derecha de la irrigación Yuramayo y
de Santa Rita de Siguas existen problemas en la salinidad de los suelos.

El Valle de Vitor, tiene un potencial Circuito Turístico Cultural, por su historia y auge; y el recorrido de las
bodegas que aún se conservan con tinajas, alambiques y lagar. Las viñas se encuentran en menos espacio,
pero aún con la resistencia de pocos productores, que buscan formalizar su producción comercial para
ingresar al campo del mercado competitivo de los vinos y Piscos, cuyo mayor valor es el histórico, el que se
hace por tradición y amor a la tierra.

Aún hay algunas viñas que han ingresaron al mundo comercial y se encuentran en formalización y
compitiendo sobre su calidad.

Dentro del ámbito turístico se puede encontrar Petroglifos que son Patrimonio Cultural de la Nación con
Resolución Viceministerial No. 273-2011-VMPCIC-MC específicamente al sitio arqueológico Millo 2,
ubicado dentro del Programa QhapaqÑa. Con un área de 100.096162 Hectáreas.

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Bodegas y Vitivinícolas antiguas del
Valle de Vitor
Fragmento del estudio “Riqueza enoturística de antiguas bodegas vitivinícolas
de Arequipa, Perú.” Presentado por el Ing. Agr. M.Sc. Marco A. Zúñiga Díaz en el
Congreso Latinoamericano de Viticultura y enología ( Uruguay 2009)

Se ha logrado elaborar un inventario de 26 bodegas antiguas complementado con un archivo fotográfico con
imágenes de viñas y estructuras de las bodegas existentes que permiten deducir algunas características
generales de las tecnologías de producción utilizadas en ellas. Cabe aclarar que en el valle ha ocurrido, en
diferentes épocas, la destrucción total de muchas bodegas antiguas, pero no se conoce información suficiente
para cuantificarlas; por esta razón, los datos presentados son solo un inventario actual y no refleja la
capacidad de producción de cada bodega.

Estado actual de las bodegas antiguas identificadas

De las 26 bodegas inventariadas, sólo 2 se encuentran en buen estado, 6 se encuentran en estado regular y 18
se encuentran en vestigios. Las bodegas en buen estado requieren trabajos relativamente menores para su
restauración y conservación. Las bodegas en estado regular también pueden ser restauradas, aunque
mediante trabajos más complejos y costosos. Aunque es prácticamente imposible restaurar las bodegas en
estado de vestigios, es necesario conservar esos restos.

Uso actual de las bodegas antiguas identificadas

De las 26 bodegas inventariadas solo en 1 se elabora vino y/o pisco actualmente, 7 tienen uso no vitivinícola y
18 están abandonadas. El uso vitivinícola no necesariamente indica un buen estado de la bodega. También se
tiene el caso de una bodega en buen estado (El Tambo de Vítor) que ha sido restaurada y remodelada para ser
utilizada con fines turísticos, asociada a una antigua casona colonial también restaurada.

Presencia de tinajas de barro cocido

Con respecto a la presencia o ausencia de tinajas de barro cocido, que eran utilizadas para la fermentación o
guarda del vino o para la guarda del pisco, se puede observar que, de las 26 bodegas inventariadas, 17
presentan aún tinajas y las 9 restantes ya no las tienen. Todas las bodegas de Majes y Caravelí presentan
tinajas y sólo en Vítor se han encontrado bodegas sin tinajas. La ausencia de tinajas es consecuencia de la
destrucción o la extracción realizada por saqueadores o por los propietarios para comercializarlas. Se sabe
que un número indeterminado de tinajas han sido llevadas a otras ciudades y países vecinos para darles uso
ornamental. Es fundamental inventariar y proteger todas las tinajas.

Información recopilada sobre las bodegas identificadas

De las personas encuestadas, 28.6 % fueron los propietarios del fundo en que se encuentra la bodega y el 71.4
% fueron no propietarios. Ninguna de estas personas proporcionó información precisa sobre las fechas de

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construcción o abandono de las bodegas antiguas inventariadas ni sobre otros propietarios anteriores. Esta
situación es consecuencia del hecho de que la mayoría de los actuales propietarios de los fundos donde se
encuentran las bodegas no son descendientes directos de los propietarios originales o han perdido la tradición
vitivinícola en las últimas dos generaciones.

Relación parcial de bodegas antiguas con mayor potencial enoturístico. Vitor, 2009.

Valle de Vitor

Fundo Bodega Estado Actual Uso Actual Tinajas


La Coronel La Coronel Vestigios a b a n d o n o
si
La Valencia Grande La Valencia Grande Vestigios a b a n d o n o
no
La Valencia Chica La Valencia Chica Vestigios a b a n d o n o
no
La Calderón Grande La Calderón Grande Vestigios a b a n d o n o
si
La Suárez La Suárez Vestigios a b a n d o n o
no
Goyeneche Goyeneche Vestigios a b a n d o n o
si
Huachipa Huachipa Vestigios a b a n d o n o
si
Villaruel Villaruel Vestigios a b a n d o n o
no
La Aguirre La Aguirre Vestigios a b a n d o n o
no
Hacienda San Pedro Hacienda San Pedro Vestigios a b a n d o n o
si
La Alameda La Alameda Vestigios a b a n d o n o
si
San Francisco San Francisco Vestigios a b a n d o n o
si
Viña Vitor Ex - La Gonzáles Vestigios No vitivinícola
si
La Telaya La Telaya Vestigios a b a n d o n o
no
La Rodríguez La Rodríguez Regular No vitivinícola
si
La Churunga Grande La Churunga Grande Regular No vitivinícola
no
Hacienda San Luis Hacienda San Luis Regular No vitivinícola
no
La Canduelos La Canduelos Regular No vitivinícola
si
Kolping Kolping Regular No vitivinícola
si
El Sacramento El Sacramento Regular No vitivinícola
si
Tambo de Vítor Tambo de Vítor Bueno No vitivinícola
si
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Usos Cotidianos
VELORIOS
El Pisco es usado en los velorios, como parte de la tradición de la despedida del ser que ha fallecido. Los
deudos ofrecen un Pisco en un sólo vasito pequeño, recordando los pasos del difunto.

PAGO A LA TIERRA
También se usa para hacer los Pagos a la Tierra; es infaltable en conversaciones con los Apus. Antes que
llegaran los españoles los sacerdotes nativos realizaban sus pagos con usos de yerbas, en el siglo XVIII
utilizaban el aguardiente y el vino para sus rituales especialmente para “asperjar a su alrededor” . La paga se
hacía con un buen “pisco curao”, coca, cal y cigarro Inca.

En algunos lugares de la sierra para evitar el maleficio de los “gentiles” se debe chacchar coca y por supuesto
tomando un buen pisco y el cigarro Inca.

GASTRONOMÍA

En 1867 bajo la impresión de la “Imprenta de Francisco Ibáñez” publica el libro “La Mesa Peruana o sea el
libro de las familias - Arequipa” Ibañez que hace un importante aporte que nos indica “Hemos procurado,
cuanta receta se ha podido de las personas aficionadas al arte culinaria y la repostería”. Allí se encuentran
recetas que incluyen vinos y Piscos en las recetas, las cuales se reproducen a continuación:

Cóctel de tumbo, durante décadas era uno de los aperitivos caseros más tradicionales de Arequipa, una receta
de Leonor Tapia, es la que lleva los siguientes insumos: 12 tumbos, 2 yemas de huevo, 6 onzas de pisco, miel
de abeja y hielo. Se licua muy suavemente los tumbos evitando destrozar las pepas, colándolos y mezclando
el jugo con los demás ingredientes.

También en fiestas populares se preparaba la Diana de Almendras y Nueces, que llevaba los ingredientes
agua, 500 gr almendras y nueves peladas, 100 pepas de melón, azúcar al junto y 6 onzas de pisco
(quebranta); La almendras, nueces y pepas pasaban por un cedazo (o se molían al batan) luego se echaban a
la olla moviendo constantemente con una caña. Ya hirviendo, se echa el azúcar y el pisco.

Una tradicional bebida de fiestas es también el Ponche de Guindas, que lleva como ingredientes agua, 300
gramos de guindas, 100 gramos de cacao, 12 clavos de olor, 3 rajas de canela, azúcar y 6 onzas de pisco puro.
Su preparación inicia hirviendo el agua con clavo, canela y azúcar; se añade las guindas, luego de 10 minutos
se deja reposar, y recién se echa el pisco.

El Té Piteado es tradicional en las jornadas mañaneras de trabajo en las chacras, este se preparaba en teteras
grandes donde hervía él te negro con su cascara seca de naranja, clavos de olor, canela, anís y su punto de
pisco puro.

Extraemos la receta de Bizcochos de vino, que indica, se mezclan 20 yemas de huevo, medio cuartillo de vino
blanco, dos onzas de azúcar en polvo y cuatro onzas de manteca, amasándose todo con harina que se irá
aumentando hasta que la masa quede en consistencia regular para que puedan formarse los bizcochos y no
este ni dura no blanda. Formados los biscochos se meten al horno hasta que se tuesten.

Bizcochos de aguardiente, se mezclan 30 huevos con un pozuelo de azúcar, otro de manteca y una taza de
aguardiente refinado y una toma de tres dedos de sal, se amasa bien con harina y formados los bizcochos se
meten al horno.
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ŸBizcochos a la inglesa, se derrite una libra de mantequilla fresca y con ella se mezcla una libra de harina. Se
baten bien las claras de huevo, se le mezclan después las yemas batidas aparte, se le agrega una libra de azúcar
bien molida, se mezcla la masa con el huevo y se le agrega la cuarta parte de un cuartillo de aguardiente refino, se
revuelve bien la masa y se echa en moldes untados por dentro de manteca, se meterán al horno, que deberá estar
de temple para bizcocho.

Buñuelos Pícaros: Se mezclan seis huevos con una libra de harina, media taza de manteca derretida, otra de
agua de anís en que se disolverá un trozo de levadura del tamaño de un huevo, la cuarta parte de un cuartil de
vino de Málaga y la sal competente; se bate todo muy bien hasta que haga ojos la masa, se echa en una olla que se
tapa bien con una servilleta y se pone al sol, cuando haya esponjado bien la masa se forman de ella los buñuelos
que se fríen en manteca.

Buñuelos de España: Se hace la masa con cinco libras de harina, un cartillo de vino blanco y un poco de
manteca. Después de amasada, se extiende con un palote en una mesa, cortándose argos buñuelos con una
carretilla y encarrujándose con la mano para que tengan la forma de una abanico se fríen y se echa el almíbar.

Cocada de Vino: Después de clarificado el almíbar hecho con libra y media de azúcar blanca, se cuela por una
servilleta y se pone al fuego lento para que de un hervor, se le quitará un coco la cascarilla parda que tiene
adherida a la carne, se ralla y se echa en el almíbar para que de otros hervores apartándose en segunda y
dejándose enfriar se le añaden después nueve yemas de huevo sin batir revolviéndose hasta que se incorpore
bien, entonces se agrega la cuarta parte de un cuartillo de vino blanco y se le vuelve a la lumbre, donde se le
dejará tomar el punto de despegar del cazo y se vacía en platón, poniendo un comal encima con lumbre para que
se dore.

Compota de peras borrachas: Se escogen las peras bergamotas más grandes, se lavan y con una navaja se les
saca el corazón y las pepitas por el asiento, este hueco se rellena con canela y azúcar molidas y después con una
cuchara chica se les echa vino blanco volviéndose a cubrir con el bocado del asiento que se las quito para
vaciarlas. Se acomodan en una olla que no haya tenido grasa, con los rabos para abajo procurando que la pera
quede derecha para que no se vacíen, se tapa la olla con una fortera y con un poquito de engrudo en las junturas
para que no se evapore y se pone en una hornilla sobre rescoldo y arriba un comal con poca lumbre; cuando
prudentemente se juzgue que están las peras bien caladas, se destapa la olla, pero si no lo estuvieran, se añade
azúcar y vino y se vuelve a tapar hasta que quede bien penetradas. No se sacan inmediatamente de la olla para
que no se pasmen.

Copitas de turrón de la reina: Hecho el almíbar y cocido a grado de turrón, se baja el cazo de la lumbre y se deja
enfriar, estándolo, se echan las yemas de huevo en proporción de doce para una libra de azúcar y se baten
mezclando todo, lo mismo que para hacerse el turrón, hasta que despegue del cazo. Al tiempo de batirse las
yemas con el almíbar, se irá echando vino de Madera a razón de un pozuelo por cada doce yemas. Se vacían en
copitas y se espolvorean por encima con canela molida para servirse.

Huevos moles con vino: Se hace almíbar medio punto con dos libras de azúcar, y estando clarificado y frío, se
mezcla con 16 yemas de huevo a medio batir se pone a la lumbre y se están batiendo hasta que despegue del
cazo, se apartan entonces y se ponen sobre capas de mamón rociado con vino blanco y con un poco de almíbar
que se ha separado antes de echarles las yemas. La última capa será de estas con el almíbar y se espolvorea con
canela molida.

Helados de sangría: Se cortan muy finas las cáscaras de seis limones muy maduros, y se ponen en infusión al
calor de la atmosfera por dos horas en cantidad que haga una doce de vasos de agua, se le echa el azúcar que
baste para que endulce bien y se cuela por tamiz, se baten cuatro claras de huevo y se echan sobre la mezcla con
un polvo de canela, incorporándolo bien, se añade una botella de buen vino tinto o blanco y se hiela.

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Jugo de aves y caza: Tómese despojos de caza menor como perdices, liebres, aves y pies de ternera; póngase en
una cacerola con tapa con media botella de buen vino, dos cebollas, sazónese todo, cuézase hasta que se reduzca
a gelatina, hundiéndolo con algunas cucharas de caldo del puchero para que no se queme, y cuando este todo
bien cocido, se cuela y se clarifica con dos claras de huevo.

Víctor Andrés Belaúnde, hace prolijas descripciones del buen comer casero en la ciudad “Los días del santo del
padre o de la madre o del hijo mayor daban motivo a sustanciones banquetes en que la cocina arequipeña lucia
sus excelencias. Bautizos y dobas atraían también a relacionados y amigos y se festejaban con libaciones del
mejor vino de Majes, de Moquegua o de Vitor y con derroche de dulces y de pasteles, algunos de confección
casera, que eran el rgullo de las familias tradicionales, u otros traídos de los conventos de santa Catalina, Santa
Teresa o Santa Rosa.” También recuerda el diplomático que de Vitor eran famosos los pejerreyes del río y los
camarones tan grandes como langostas pero más sabrosos. Eran murequeridos los corderos invernados en
Vitor y se decía que podían rivalizar con los de Segovia, el costillr y la pierna de cordero destacaban su
prestancia en cualquier banquete criollo. El chupe de Viernes era inigualable con los camarones de Vítor. Los
dulces eran variadísimos, desde la sopa borracha porque estaba embebida del buen vino. En verano llegaban
de Quishuarani, Majes y Vitor espléndidas uvas principalmente una llamada Italia, las mejores que he tomado
en mi vida.

Recuerda también: “Muchas chicherías eran frecuentadas no solo por el pueblo; pequeños propietarios,
empleados y profesionales eran parroquianos de las más reputadas, para gustar del ambiente campechano, los
platos criollos y dar pábulo a su afición a la chicha y luego, en ocasión oportuna, el eficaz bajamar del pisco,
que era para nosotros el esplendido aguardiente de cabeza traído de Majes o de Vitor o elaborado en la misma
Arequipa”

Juan Guillermo Carpio Muñoz en su publicación “Arequipa: sus fiestas y comida típica” indica que el día de la
quema de castillo, se expenden caloríferos como “ponche” o “diana” con algo de licor y proliferan los precarios
braseros con anticuchos, chinchulis y caparinas.

A propósito de la inauguración del Ferrocarril de Mollendo a Arequipa, Henry Meiggs ofreció a la sociedad
arequipeña un memorable baile, donde asistió el Coronel José Balta, Presidente del Perú, fue preparado por el
“café Anglais, Mercades, Lima” el 2 de enero de 1871, donde se ofrecía vinos y licores, donde se enuncia ya, al
“Pisco”. La llegada del ferrocarril, trajo la competencia a la tranquila Arequipa, llegando aguardientes de ron,
pescados y mariscos costeños asi también los productos altoandinos, tal lo manifiesto Juan Manuel López de
Romaña en 1871, a sus hijos que estudiaban en el extranjero “cuando volváis no conoceréis vuestra anterior
Arequipa, en la que todo ha cambiado notablemente (…) la chicha y losagies es lo único que se sostiene
admirablemente y resiste los combates del tiempo”

En 1854 llega el español Pedro Muñoz Najar y funda en el barrio San Antonio, una fabrica destinada a la
producción de licor de anís o anisado. Sus insumos anis son traídos de Curahuasi (Abancay) confluyendo su
producción con aguardiente de caña, con los aromáticos verde “seco” azul “semi dulce” y rojo “crema”; es un
digestivo que se volvió tradicional en las picanterías. En la actualidad envasa piscos y vinos.

Juan Manuel J. Bustamante de la Fuente, evoca recuerdos de sus viajes de verano y la cocina de Arequipa,
calificándola como “una de las mejores del mundo”: “Después que mis hermanos se hicieron cargo de la
conducción de la chacra de Tahuaycani y de la finquita de Vitor, yo mantuve la costumbre de pasar los fines de
semana, unas veces en dicha chacra otras en Vitor y también en Mejía (…) cuando pasaba el fin se semana en
Vitor preparaba el asado de cordero a la brasa, el cebiche y el chupe de camarones, el puchero de los mismos
cocidos con repollo, papas y choclos y sazonado con “llatan” o ají molido, deleitándonos con ellos”

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Poemas al Pisco de Vitor
“EL PISCO ES AREQUIPEÑO”

Poeta Antonio Gonzáles –Polar


Porque'so pue nue´s legal
El pisco es arequipeño Descuten con mucho empeño
Dos repúblicas descuten Di aguardiente nashional
La propiedá de u'n licor ¡el pisco es arequipeño!
Casi del mesmo sabor
Lo quio'bliga que permuten Del Perú y Chile, anshiedá
Ajshiones que ripercuten Qui has'tau'no se guerlbe arisco
En el ámbito mundial; Porque's origen del pisco
Diu'na jue ideya geñal Otra nashionlidá
El dia'berla patentau Y an que se fe arruge el ceño
Y la u'tra pue ha protestau Y te pongaís de mal geño
Porque'so pue nue's legal. Dos aj'as alambiqueros
Pleitistas politiqueros
Descuten con mucho empeño
Según la historia presenta
Trujo Bartolo Terrazas Hizo pue unas grandes cubas
Cepas diu'vas pais'tas casas Pedro Sancho el alfarero
Y en nuestros valles se ashienta Que jue también lo primero
En mil quiñentos cuarenta. Tinajas de formas cruvas
El viñedo jue esenshial Pa riposar jugo diu'vas
Y el cultivo principal Qui Arequipa seya el dueño
En Vítor, Camaná y Majes Del pisco nue's nengún sueño
Que produshieron brebajes Iliar'da al cholo orote ufano
Dia'guardiente nashional Nue's chileno ñi e's peruano
¡el pisco es arequipeño!

JOSÉ ERNESTO EL PISQUERO MÁS FAMOSO QUE CONOCÍ


Poeta Luzgardo Medina Egoavil

¿Dónde estará el pisquero José Ernesto** que pudo enfrentar todas las plagas amorosas?
¿Dónde su caballo que solía galopar sin cansancio por los valles de Vítor y de Majes?
Abrí los ojos antes del austero rezo y conocí al primer ángel convertido en un simple mortal,

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Ÿ Al que de cuando en cuando le crecía la barba y durante el día permanecía oculto.
El pisquero José Ernesto tuvo, en realidad, pocas pertenencias: Una alforja vacía,
Cuatro lamentos efímeros, un reloj con números romanos y una botella, una botella
Que parecía interminable, una botella en donde –dice- la eternidad dormía,
Una botella en donde cabían las lloviznas de la tarde cuando todo era otoño,
Una botella que tenía los aromas suaves y profundos de la esotérica nostalgia.
Con esa botella él viajó a favor del viento y en contra del viento, visitó lo incierto,
Descendió a la tristeza y volvió de ese lugar infame en donde todos tragan sorbos
De luz amarga, en donde la muerte tartamudea sin expresión alguna en el rostro.
Exploró el río recién inaugurado y conversó, también, con los filibusteros.
Invitó su pisco a los que tenían caras conocidas, habló de tú a tú con la apariencia.
Varias veces perdió su sombrero contando aquellas anécdotas con mujeres clásicas,
Con mujeres ciegas y divertidas, con mujeres fatalmente sabias y que no hacían ruido.
El pisquero José Ernesto nació en 1902, entonces la luna no era tan inocente,
Las palabras no desconfiaban de los hombres y los asnos podían dormir en voz baja.
Tengo una botella de pisco en mis manos, ahora entiendo mucho más a las dudas,
Entiendo al que saltó del avión y al que tiene miedo de viajar al país inapelable.
Nadie recuerda al pisquero de quien aprendí que el dinero brilla lo que brilla el azar,
Que nadie guarda secretos y que la libertad se sostiene con una larga fila de lamentos.
Esta botella de pisco no tiene marca y posee una perpetua claridad, con esa claridad
Quisiera escribir un poema, pero ya es tarde y hasta mi corazón se muestra inhóspito.

**José Ernesto Medina Alatrista, abuelo paterno del autor del poema.

PISCO SOUR BLUES


Poeta Octavio César Sahuanay Calsín

Para un buen pisco sour es indispensable


La proporcionalidad (la más difícil de las medidas)
Un levísimo error puede malograr la faena
El barman hace de alquimista: estudia/ pondera/ valora/ recuerda/ arriesga/ calcula
La exactitud con pisco, limón, jarabe y clara de huevo no es fácil de alcanzar
Se necesita maestría
Horas de mezcla **** Horas de Vuelo **** incendios apagados
Luego los líquidos y los zumos organizan su comunidad
El barman en piruetas desata la sinfonía móvil y su búsqueda:
El inasible y sutil equilibrio dentro de la mezcladora
Ese hierro quirúrgico emula las mejores espadas
La rauda batalla de los elementos es una metáfora de la vorágine
El limón asume cítrica iniciativa
Felpudas estalactitas: engañan/ hilvanan/ ajedrezean/ limonean
La gran emboscada la sufrieron las claras de huevo
Que fueron elevadas a su máxima abstracción
Son la zona nívea que se eleva en lo más alto de la copa
Es su victoria pírrica: ¡pronto se esfumarán!
Tiempo al tiempo: El pisco espera paciente en la diabética coagulación

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Ÿ El jarabe ha disuelto hexagónica dulzura
Semejante efervescencia de líquidos aturde las amígdalas
Un Bing Bang que diluye antimateria
Nace un tiempo y cosmos: el reloj-pisco marca el año 1
Vasto homenaje a la uva asoleada y sedienta
Que Carabantes vislumbró desde las Islas Canarias
Y las trajo al nuevo mundo
Encontraría aquí el más perfecto mestizaje
Una invención mítica que supo resolver un algoritmo
PISCO SOUR
Tantas leyendas se han escrito en tu nombre
Tantas turistas se han rendido para volver y volver a tus agujeros amarillos
Nosotros tus devotos mezcladores ensimismados
Hacemos un alto en el valle de Vítor
Donde cultivé la mejor sed del mundo
Cuántas veces he vencido la sequedad del mundo
Con la simpleza de tu fórmula que esconde la magia de lo clásico

POEMA AL VINO SANTUARIO

Mi Dios desde su Santuario


pudo cambiar mi destino
y me llevó a otro “santuario”
donde vive el mejor vino...
y como a mi convino
ver amparo muy risueño
pense en beber solo un poco
y brinde junto a Coco
con vino y con mucho amor
por su papá: Nicanor
por la bodega “Santuario”
y por su vino bendito
que es el orgullo de Vitor
y yo le pedi en voz baja
que deje a mi corazon
que me guarde dos tinjas
para que en mi extrema unción
me las lleve hasta los cielos
para brindar junto a Dios
¡Vino de caramelo!

Arequipa 3 de diciembre de 2014

Augusto Polo Campos


Arequipeño de Puquio.

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Los Petroglifos
Intermedio entre la costa y la sierra, el valle de Arequipa es cruzado por varios caminos tradicionales,
importantes rutas de comunicación tanto local como de larga distancia. Algunos de los caminos de larga
distancia empleados desde etapas prehispánicas y en algunos casos hasta la época República y citados en
trabajos etnohistóricos son:

Ÿ El Camino de Calderas (Camino Real) que comunica directamente el valle de Uchumayo con el de Vítor y
Siguas
Ÿ El Camino de Linga (Camino de los Camaroneros) que partiendo de Yarabamba contacta con el valle de
Tambo.
Ÿ El Camino de Cabrerías y el de Palca comunicando con la antigua Provincia de Collaguas.
Ÿ El Camino que cruza Tambo de León, Tambo de Sal y Tambo de Ají y continúa hasta el altiplano.

Varios tramos de otros caminos menos formalizados bordean secciones del valle, conformando una interesante
red de comunicación interna. Estos caminos fueron importantes para el transporte y comunicación durante la
ocupación incaica del valle de Arequipa, pero sitios arqueológicos asociados con los caminos, incluso arte
rupestre, indican que algunos de los caminos pueden tener hasta 10,000 años de antigüedad, y seguramente
casi todos existieron mucho antes de la llegada de los Incas.

Los petroglifos de Takar se encuentran a una hora 18 minutos de la ciudad de Vitor, a la margen derecha del río
Vitor, los pirograbados se hallan en un cerro y ubicados a una altitud aproximada de 65 metros en la vera de la
carretera principal. Según el antropólogo César Bustamante, atribuye a los petroglifos del Takar fueron
elaborados a base de golpe pedernal. Sus diseños son de animales silvestres como animales antropomorfos.
También destacan seres zoomorfos y fitomorfos impregnadas en las rocas.

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Agenda Cultural y Festival de Vitor
1 de Enero : Serenata por aniversario del Distrito
2 de Enero : Aniversario del Distrito de Vítor, Corso y festividad.
Febrero : Festival del Vino y Camarón.
Febrero : Carnavales
19 de Marzo : Festividad de San José, Anexo Tacar.
Abril : Celebraciones por Semana Santa.
1 al 3 de Mayo : Festividad de las Cruces.
Fines de May : Festividad en Honor de “ La Virgen de Chapi”.
Fines de Junio : Festividad del “Sagrado Corazón de Jesús” en la Capilla Anexo Pueblo Viejo.
28 y 29 Julio : Celebración por Fiestas Patrias.
Fines de Octubre : Festividad del “Señor de los Milagros”.
8 de Diciembre : Fiesta de la Inmaculada Concepción.
Diciembre : Elección de “Señorita Vítor”.

El Festival de la Vendimia, se realiza en el mes de febrero en fechas variables, allí la Señorita Vitor realiza el
“Pisa Uva” que es el baile de la dama sobre las uvas acondicionadas en un espacio diferenciado. Este acto, el
“piso uva” se realizaba hace más de 30 años en las bodegas, en la actualidad ya no se realiza.

En el Festival también asisten los productores de vino y aguardientes, con sus productos envasados, también
hay un Festival Gastronómico primando el camarón en todas sus preparaciones y el cuy chactao.

Las danzas se presentan de toda variedad multicultural, en forma especial el “Tondero vitoreño” y los
“negrillos y mariscales” practicado desde 1567.

Se puede visitar a doña Catalina Ayala, quien tiene un hermoso misterio de la "Jesús Yacente y la Virgen
Dolorosa” que data del tiempo de la colonia, que se encuentra en perfecto estado de conservación.

“Mi papá compro la chacra con el misterio, y le tuvo mucha fe, mi papá hizo la escuelita en su terreno para dar
educación a los niños, y en semana santa sacábamos en procesión al santito, hasta ahora lo hago” manifestó
doña Catalina.

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Leyes que favorecen el consumo de
Pisco y Vino
El Decreto Supremo No 100 promulgado en el 21 de setiembre de 1932, establecía que todos los actos oficiales
de Palacio de Gobierno, Prefecturas, Municipalidades, sólo se consumiera vinos y licores peruanos.

El 7 de abril de 1998. Mediante Resolución Jefatural No. 179 el Instituto Nacional de Cultura declaró el
termino “Pisco” como Patrimonio Cultural de la Nación.

Con Resolución Ministerio al No. 55-99-ITINCI/DM se instituyó el cuarto domingo del mes de julio de cada
año el “Día del Pisco”. De acuerdo a Resolución Ministerial No. 161-2004- PRODUCE, se declara que cada
8 de febrero de cada año como “Día del Pisco Sour”

Con Decreto Supremo No. 005-2003-PRODUCE dado el 13 de febrero de 2003 establece que en toda
actividad oficial estatal, regional y municipal se promoverá el uso de vinos y licores nacionales, especialmente
el pisco en sus diferentes variedades y presentaciones, tales como el Pisco Sour; asimismo, que se denominará
“Pisco de Honor” a las recepciones y brindis oficiales que realicen.

La Ruta del Pisco y Vino en los


Valles de Arequipa
En Arequipa, los valles productores de vino y pisco, tiene un circuito natural, que requiere ser promovida por la
autoridad local, regional y nacional. Mediante una política de gestión turística sostenida y sustentable.

LA JOYA
Irrigación que fue parte del distrito de Vitor, conserva la tradición de cultivos de viñas.

- Torres de la Gala

VITOR
Un valle rico en bodegas artesanales, mantiene tinajas en todo su ámbito, donde el visitante puede apreciar el
desarrollo histórico y cultural. El ingreso por la parte alta del valle, bajando por la Base Aérea de La Joya, que
permite disfrutar el hermoso paisaje de Vitor, con el siguiente recorrido:

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El Socabón : Apreciación externa de Bodega Valencia Grande y Pérez

Viña Vitor: Visita a los Parronales y colección de variedades de uvas. Se aprecia un hermoso lagar y el único
arco que queda de sillar rosado. Está a 8 Km del Pueblo, con una vía asfaltada.
Siguiendo valle abajo se para por "el cerro que anda", se aprecia una iglesia de Sillar.

Bodega de la Familia Portugal, lugar donde se puede reposar, previa coordinación con su Gerente Alonso
Portugal.

Siguiendo la ruta se aprecian los restos del Convento Jesuita.

Saliendo a la Panamericana hay que dirigirse a la Plaza de Vitor. De este punto también se puede iniciar el
recorrido hacia El Pie de la Cuesta y hacia Huachipa.

Bajando por el margen derecho esta “La Hacienda del Abuelo”, de propiedad de la familia Zegarra en la
puerta de ingreso a Vítor.

Siguiendo la ruta, la Bodega Don Panchito en el fundo “La Gamio”, donde tenemos al famoso Pisco
“Panchito” como principal producto.

Los fundos del Chañal y Fundador, se encuentran hacia la margen izquierda, conservan tinajas.

SANTA RITA DE SIGUAS


Bodega “Los Portales”

MAJES
En el distrito de Corire:
En el anexo "El Pedregal", la Viña más grande del Valle: “Majes Tradición”.
Viñas de Pitis
Fundo la Barrera.
Bodega Luque
En Aplao :
Anexo de Mamas, Don Berly.
Bodega de Coco Estremadoyro.
En Huancarqui :
Bodega de Nely Martinez
Fundo Santo Domingo
Predio Pachecos en Aplao
Viña Luzmila

CARAVELI
Bodega la Huarca, Bodega Coyona, Bodega La Olleria, Bodega Huachipa, Bodega Buen Paso, Bodega
Crucero, Fundo Chirisco, Fundo Huanca, Bodega Colca, Bodega Cuyo Cuyo, Bodega La Cantera,
Bodega Colca, Bodega Cuyo Cuyo, Bodega La Cantera.

Las Irrigaciones
Es importante resaltar la producción de vinos y Piscos en las irrigaciones como AUTODEMA y el Centro
Experimental de la Universidad Católica Santa María que son un atractivo de estudios.

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Recordaris a
Juan Gualberto Guevara y Cuba
De acuerdo a la biografía publicada por la Pontificia Universidad
Católica del Perú, la biografía de Juan Gualberto Guevara y Cuba fue
el XXIX Arzobispo de Lima y Primer Cardenal del Perú. Mantuvo el
prestigio de la Iglesia Católica frente a los cambios sociales y políticos
de la década del cincuenta en el Perú.
Hijo de Don Simón Guevara y de Doña Eulogia Cuba. Nació en la
ciudad de Vítor- Arequipa, el 12 de julio de 1882. Inició sus estudios
en el colegio de los padres lazaristas dirigido por Hipólito Duhamel,
teniendo como profesor al futuro arzobispo de Lima Emilio Lissón. La
educación que allí recibió fue determinante para que orientara su
vocación religiosa.

Sus estudios religiosos los hizo en el Seminario de San Jerónimo,


recibiendo las órdenes menores de subdiaconado y diaconado de manos del obispo Manuel Segundo Ballón.
Fue ordenado presbítero en Puno, el 2 de junio de 1906 por el obispo Ismael Puirredón, y empezó a ejercer su
ministerio como vicepárroco y capellán de Yura. Pasó a ser vicepárroco de Arica, cargo que ejerció entre
1906-1910. En 1910 regentó la parroquia de Vítor. En 1912 ingresó a la Universidad de Arequipa, y se
graduó de bachiller en letras. También se desempeñó como Vicerrector del Seminario de Arequipa en 1914,
Subdirector del periódico católico "El Deber" en 1916 y Sacristán en la Catedral de Arequipa entre 1916-
1920. En 1920 viajó a la ciudad de Roma y en la Universidad Gregoriana optó el grado de Doctor en Derecho
Canónico en 1922. De regreso al Perú, asumió la dirección de "El Deber" en 1923 (cargo que ejerció por más
de veinte años. fue preconizado para ocupar la vacante sede diocesana de Trujillo, por fallecimiento del
obispo Carlos García Irigoyen. Consagrado obispo de Trujillo el 2 de marzo de 1940, el 23 de mayo de 1943
fue elevado a la dignidad arzobispal. El Papa Pío XII ordenó su nombramiento como Arzobispo de Lima el
16 de diciembre de 1945. Recibió asimismo los títulos de Primado del Perú y Vicario General Castrense,
siendo el Primer Cardenal del Perú

El cardenal Guevara mereció diversas condecoraciones tales como la Gran Cruz de Honor y Devoción de la
Soberana y Militar Orden de Malta, Gran Cruz de la Orden del Sol del Perú, Gran Cruz de la Orden del
Cóndor de los Andes de Bolivia, Gran Cruz de la Orden del Mérito de Bernardo O'Higgins de Chile, Gran
Cruz de Isabel la Católica de España y Gran Cruz de la Ordem do Cruceiro do Sul del Brasil.

Falleció en la ciudad de Lima víctima de cáncer el 26 de noviembre de 1954. Sus restos reposan en la cripta
de la Catedral de Lima.
Luz Vilca (Arequipa 1969), Premio Regional de Poesía del Instituto Nacional de Cultura, Arequipa 1990,
Mención Honrosa en el Premio Nacional de Cuento “Ciudad de Huánuco” 2002, considerada en varias
antologías de poesía y narrativa de carácter nacional e internacional, integró el movimiento literario de la
hornada del 90, de gran connotación en el Perú. Pertenece a la Casa del Poeta Peruano y al Centro de

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Luz Vilca
Arequipa, 1969. Pertenece al Centro de Escritoras de Arequipa y a la Casa del Poeta Peruano. Promotora de las
industrias culturales en la región sur del Perú. Como periodista fomenta la creación literaria, la investigación
sobre identidad nacional y el desarrollo de las habilidades en los niños de menos recursos económicos en la
sociedad peruana.

Ha logrado que se condecore como “Patrimonio Vivo” por parte del Congreso de la República a las bodegas del
valle de Vitor y a las del valle de Majes. También logro el reconocimiento como patrimonio vivo al carnaval
loncco de Acequia Alta. Ha sido condecorada como “arequipeña del bicentenario” así también cuenta con
múltiples condecoraciones a nivel regional y nacional.

82
Bibliografia
Ÿ “Arequipa, Estudios Históricos" Alejandro Malaga Medina,1981
Ÿ “Guía de Arequipa” - Rafo León, 2010
Ÿ “La Arequipa de Ayer y Hoy”, Manuel J. Bustamante De La Fuente, 1972
Ÿ “La Monja Gutiérrez y la Arequipa de Ayer y Hoy”, Manuel J. Bustamante De La Fuente, 1971
Ÿ “Pisco Sabor y Tradición del Perú”, Editorial Septiembre, 2013
Ÿ “Pisco es Perú”, Mariela Balbi, 2003
Ÿ “Pisco Aroma del Perú”, Banco Continental, 2012
Ÿ “Cronología de la Producción del Vino y del Pisco en el Perú”, Lorenzo Huertas, 2011
Ÿ “La Agricultura en el Valle de Vitor”, Rosemary Quiroz Neyra, 2010
Ÿ “Quequeña” Gloria Almendariz- Jorge Bedregal, 2012
Ÿ “Música Popular en el Valle del Chili”, Marcela Cornejo Díaz. 2012
Ÿ “Vinos, Aguardiente y Mercado (1170-1853)”, Carlos Buller 2011
Ÿ “Valle de Vitor y su Importancia en el Centro de la Producción Vinícola”, Diario El Pueblo 11 de Marzo de
1938
Ÿ “Vino y Pisco en La Historia del Perú”, Eduardo Dargent Chamot - 2013
Ÿ “Momentos Culturales” Tomo II 1938
Ÿ “Peruanidad del Pisco y la Vendimia, Diccionario del Pisco” - Cesar Ángeles Caballero, 2008
Ÿ “La Mesa Peruana, osea el Libro de la Familia” - Imprenta Francisco Ibáñez, 1867
Ÿ “Proyecto Turístico Integral del Distrito de Vitor” Jonathan E. Valencia 2011
Ÿ “Cronología de la Producción del Vino y del Pisco 1548-2008”, Lorenzo Huertas Vallejos 2008
Ÿ “Fundadores de Arequipa” - P. Víctor M. Barriga, 1938
Ÿ “Memorias para la Historia de Arequipa 1786-1791”, P. Víctor M. Barriga. 1938
Ÿ

83
Agradecimientos
Ÿ Eduardo Dargent Chamot
Ÿ José Alberto Salinas Arispe
Ÿ Christian Cuadros Treviño
Ÿ Marco Zúñiga Díaz
Ÿ Simón Balbuena Marroquín
Ÿ Oscar Ayala Arenas
Ÿ Eleana Vela Ramos
Ÿ Jorge Galarza
Ÿ Biblioteca Municipal de Arequipa
Ÿ Museo Histórico Municipal “Guillermo Zegarra Meneses”
Ÿ Alfredo Wilber Cáceres Yanqui
Ÿ Jaime Ascuña Cárdenas y Libia Puma de Ascuña
Ÿ Nicolás Mamani
Ÿ Luzgardo Medina Egoavil
Ÿ Domingo y María, mis padres.
Ÿ Nancy Vilca y Andrés Chirinos
Ÿ María Eugenia , Jorge , Aldo y Paola Arenas
Ÿ A mis hijos Diego, Catia, Claudia y Angela

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