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es Watson y Francis Crick para la publicación del fundamental trabajo en Nature,

cuyo 50º aniversario celebramos hoy, y de cuya coautoría fue despojada


inmerecidamente.

Nacida en Londres en 1920, cursó estudios en Cambridge. Con mente brillante y


capacidad de trabajo, entre los 22 y 26 años publicó cinco manuscritos de gran
impacto sobre estructura del carbón.

En 1950 es invitada por John Randall del King´s College de Londres para que
"...investigue la estructura de ciertas fibras biológicas... de tal forma que los
esfuerzos en rayos X serán de su exclusiva responsabilidad...". Maurice Wilkins,
segundo al mando, pensó que adquiría un técnico superior, malentendido que generó
una fricción permanente entre ambos.

Franklin publicó cinco trabajos sobre ADN, probando que existe en dos formas.
Una de sus fotografías de rayos X (la 51), de altísima calidad, revela el patrón
cruciforme de una molécula helicoidal. En enero de 1953, Wilkins, motivado por su
predisposición en contra de Rosalind (la llamaba "nuestra tenebrosa señora") y por
su deseo insatisfecho de participar con Watson y Crick, sin autorización mostró a
Watson la espectacular fotografía del ADN tomada por Franklin. Watson y Crick
también conocieron un informe de Rosalind al Gobierno inglés, con datos
experimentales inéditos y un borrador de Linus Pauling sobre el tema. Así, con
información inédita ajena, completan su manuscrito a Nature. Por su parte, Rosalind
concluye la naturaleza helicoidal del ADN y termina su manuscrito el 17 de marzo.
Al día siguiente, un editor de Nature le informa que Watson y Crick habían resuelto
la estructura del ADN, y la invita a contribuir con un artículo complementario. Las
publicaciones aparecieron el 25 de abril de 1953. En la de Watson y Crick sólo hay
un agradecimiento "...a los conocimientos de naturaleza general de resultados
experimentales inéditos e ideas de M. Wilkins, R. Franklin y sus colaboradores en
King´s College".

En 1962, cuatro años después de la prematura muerte de Franklin a los 38 años,


el premio Nóbel de Medicina fue otorgado a Crick, Watson y Wilkins. De la lectura
de las tres conferencias dictadas en esa ocasión, nadie podría deducir que Franklin
contribuyó a su triunfo. En ellas hay 98 referencias, ninguna de Rosalind. En 1968,
Watson escribió La doble hélice, donde narra sus vivencias del ADN bajo un prisma
personal. El manuscrito levantó tal polvareda que la editorial universitaria
comprometida a publicarlo declinó hacerlo. Múltiples quejas obligaron a Watson a
suavizar los retratos descalificadores de sus colegas... todos menos el de
Rosalind, que no podía ya reclamar. Fiel a su predicamento, Watson dijo: "Lo más
importante en ciencia es obtener la respuesta, no mostrar que uno ha hecho el
trabajo por sí mismo..." A la larga, su admisión de que habían violado los códigos
éticos científicos al usar datos de Rosalind Franklin sin su conocimiento, empañó
los indudables logros de Watson y Crick, a la vez que convirtió a Rosalind en la
santa mártir de las feministas y las mujeres científicas.

Como epílogo irónico, King´s College dedicó uno de sus edificios (el Franklin-
Wilkins) conjuntamente a ella y a su pugnaz colega, perpetuando así una relación
rechazada por ambos.

Gioconda Cunto de San Blas .

Jefe del Laboratorio de Micología, IVIC; Presidenta de la Asociación Venezolana de


Micología.

Sociedad Venezolana de Microbiología


, El Marqués, Caracas - Venezuela

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