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Integración socioeconómica

y disolución disciplinar del diseño

o
EL MOVIMIENTO MODERNO,
PADRE FUNDAMENTALISTA DEL DISEÑO

En sus inicios, el diseño estuvo asociado a un


nuevo programa axiológico: el de la modernidad
centroeuropea. Nace como el ejecutor de un proyec-
to de ruptura en la cultura de la cotidianidad; pro-
yecto que intenta inaugurar un nuevo estilo de vida.
Este estilo de vida se manifestaba en una innovación
radical de las características del hábitat -la arquitec-
tura, el equipamiento y la comunicación visual- ínti-
mamente vinculado con rupturas similares en las
artes plásticas e, incluso, en la música, la danza y el
teatro.
Dicha ruptura no se limitó al plano estético:
incidió con idéntico ímpetu sobre lo simbólico, y lo
tecnológico y, con especial énfasis, en lo funcional.
Este énfasis alcanza el rango de verdadero principio
- en el orden del ser y del deber- y da origen al fun-
cionalismo: "lo útil es bello". No se trata, entonces,
de una simple evolución del gusto; sino de una pro-
puesta de alteración de los comportamientos. El
movimiento moderno, por así decirlo, no sólo altera
la forma de la silla sino, principalmente, la forma de
sentarse.
Comunicación presentada en el VI Encuentro de Diseño, La En sentido estricto, lo que la modernidad inau-
Habana, Cuba, junio, 2000 gura es un modelo cultural alternativo del cual el dise-
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ño no era más que un instrumento. El primer diseño entonces, la disciplina queda definitivamente abierta a
se impregna así de la voluntad cultural revolucionaria toda modalidad de ejercicio y cerrada históricamente
de un movimiento fervientemente convencido de la la posibilidad de una redogmatización.
urgencia de un cambio de paradigmas que cuestione y La adscripción oficial del diseño a la doctrina
altere las tipologías históricas que hasta entonces ve- moderna duró lo que un suspiro, profundo pero sus-
nían ordenando los comportamientos sociales e indi- piro al fin. Siendo generosos, a tal doctrina podemos
viduales, tanto en la producción como en el uso de reconocerle veinte años de hegemonía real. A partir
los bienes materiales. de allí, toda declaración o ejercicio de la norma mo-
El rechazo ideológico que este movimiento sin- derna ha corrido por cuenta y cargo de sus actores in-
tió por todo aquello que reiterara los viejos lenguajes, dividuales, conviviendo con conductas francamente
contagió a la técnica de prefiguración industrial en opuestas, aunque legalmente inscritas en la moderna
incipiente desarrollo -el diseño- hasta el punto de "disciplina".
hacer que éste expulse fuera de sus dominios a todo Entre otras cosas, esa "desregulación" ha permi-
producto industrial que no adscribiera a sus retóricas, tido reintegrar tipologías históricas que, en general,
independientemente de que hubiera tenido que atra- se insinúan a modo de guiño o cita; pero que la
vesar, por fuerza, un proceso de prefiguración, o sea, sociedad no necesariamente interpreta como paro-
de diseño en sentido estricto. dia. La reaparición de esas citas ha desdibujado las
El diseño nace contagiado de la fobia moderna fronteras entre los productos del diseño y lo inicial-
contra las artes aplicadas y queda marcado por ese mente considerado ajeno a él: hoy, mediante un pro-
estigma; marca que no tardaría en desdibujarse, al ceso de diseño absolutamente legítimo, es posible
menos en la práctica. retomar las herencias históricas sin poner en crisis a
la disciplina.
Y esta "transgresión" del dogma no necesa-
riamente se produce como fruto de la recuperación
LA DESREGULACIÓN SECULARIZADORA historicista, sino también por la liberación de otras
Y LA "TRANSGRESIÓN" DEL DOGMA ataduras de la forma, tales como la funcional. El ma-
nierismo formalista posmoderno, voluntaria y ex-
La liberalización respecto del dogma moderno plícitamente arbitrario e irracional, también pone en
comienza ya con la última obra de los mismos fun- crisis la identificación inicial del diseño con un deter-
dadores, se oficializa con el styling en los 50 y desem- minado sistema normativo.
boca en la posmodernidad en los 70. A partir de
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LA RENUNCIA AL CONTROL DEL PROGRAMA: Esta renuncia en la practica fue disolviendo,


EL DISEÑO AL SERVICIO DEL MERCADO adelgazando, la capa doctrinaria del diseño, que ya no
es dueño de sus hechos y lo es apenas de sus pensa-
El pasaje del vanguardismo cultural a la integra- mientos. Los movimientos doctrinarios, los grupos
ción técnica le ha significado entonces al diseño una de manifiesto, las militancias ideológicas en el seno
verdadera metamorfosis: la disciplina ha incorporado del diseño van siendo cada vez más raros y dispersos.
unos atributos y se ha desprendido de otros. Desaparece toda pretensión de reconstruirle a la dis-
Del lado de estos últimos está la renuncia a la ciplina un dogma cultural unitario, ecuménico. Todo
autonomía programática: el ·diseño ya no decide el brote de movimiento de propuesta alternativa nace
qué y, apenas aporta del cómo aquello que no trans- asumidamente como marginal y, a poco de manifes-
greda el programa. El programa es exterior a la prác- tarse, se disuelve, sea por fracaso, sea por éxito.
tica diseñística, está dictado, en todo el sentido de la El diseño, entonces, se queda mudo: no tiene
palabra, desde disciplinas relacionadas con las estrate- nada propio que sostener. Está "para lo que gusten
gias organizacionales. Y, aun cuando el diseño parti- encargarle", carece de intenciones propias. Ha dejado
cipara en la elaboración de esas estrategias, siempre lo de ser un movimiento cultural para reducirse a mera
deberá hacer en función de las plataformas progra- lógica del proceso decisional en la fase de prefigura-
máticas de su cliente. ción de un producto industrial cualquiera: su misión
El alternativismo cultural, privado de clientes, es prefigurar el objeto globalmente, sintetizando los
pudo inventar y reglamentar un mundo. Paradóji- requerimientos estéticos, simbólicos, utilitarios, tec-
camente, aquella propuesta, opuesta a las artes aplica- nológicos y económicos, cuyo contenido y grado de
das, cuestionó las retóricas convencionales del arte importancia relativa es específica de cada programa.
pero no su concepto: su vocación de vanguardia El diseño-a-secas no es más que una fase del proceso
cultural implicó una inflación del ego omnipoten- productivo, fuera del cual carece de existencia real.
te del creador, en este caso reinventar del mundo Es decir que la "disciplina" se ha independizado
material. de paradigmas estéticos, simbólicos o funcionales y
La profesionalización del diseño conllevó una los escoge ahora conforme a cada caso, del mismo
suerte de secularización: abandonó toda omnipoten- modo que escoge, para cada caso, la tecnología más
cia y se transformó en un servicio más a las necesida- adecuada.
des reales de la sociedad; no a las idealmente Independizado de estos paradigmas, ¿qué queda
priorizadas por una ideología profesional sino a las del diseño? Pues nada más que el proceso de planifi-
manifiestas a través del mercado concreto. cación de un producto en ajuste a un programa dicta-
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do que ya no sólo incluye las condicionantes funcio - un férreo anclaje y a no en instancias trascendentales
nales sino también todas las demás. sino en un condicionante específico: el programa. Lá
Si se excluyen las condicionantes de sus campos primacía del programa y su carácter integral y exter-
particulares y los criterios particulares de las corrien- no .es el factor primordial en la transformación del
tes, tendencias o modas, el discurso general del dise- diseño de cultura aparente en servicio real y el de-
ño queda reducido a lo puramente operatorio, que no sencadenante de su disolución disciplinar, o sea, el
accede ni siquiera al rango de "metodología", pues abandono de sus aspiraciones axiológicas y metodo-
varía enormemente según los campos temáticos o lógicas.
sectores productivos concretos. El diseño en general, Con ello no S(; ha "degradado" sino que se ha des-
"a secas", es algo prácticamente inexistente y lo que prendido de falsas identificaciones con una supuesta
todos los diseñadores tienen en común es hoy poco cultura "universal" y con una supuesta metodología
más que una identificación gremial. "científica" . Pues, en realidad, como propuesta
de valores culturales nunca excedió a un sector de
clase minoritario, aún cuando produjera para la ma-
sa, como en algunos campos de la arquitectura.
EL MERCADO Y SU FUNCIONALISMO RADICAL: Y, como metodología, nunca excedió las intentonas
TODO EL PODER AL PROGRAMA utópicas, fruto de ideologías hiperracionalistas y
tecnocráticas, generalmente frustradas, inaplica-
La diferencia entre la etapa fundacional del dise- bles, o restringidas a algún ámbito parcial del diseño
ño y su estadio actual no se sitúa en el terreno de los especialmente condicionado por factores pondera-
lenguajes o estilos sino en el tipo de relación del obje- bles.
to con la forma: se trata de dos concepciones distin-
tas del origen de la forma.
El movimiento moderno, aún de un modo con-
tradictorio e imperfecto, defendía el anclaje racional LA EXPANSIÓN SOCIOECONÓMICA,
de la forma, aspiraba a fundarla en principios trascen- MADRE DEL REALISMO
dentes y estables: la ergonomía, la biología, la antro-
pometría, la construcción, la geometría, etc. Este verdadero cambio de paradigma no se ha
Hoy, esta aspiración ha sido decididamente producido tanto en la práctica real del diseño cuanto
abandonada: se asume que la forma posee siempre un en sus representaciones ideológicas. Y no debe enten-
grado de aleatoriedad -variable según el tema- pero derse como un proceso evolutivo interno de la supues-
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ta "disciplina", sino como el impacto sobre ésta de un El guiño, el humor, la metáfora conceptualista, el
desarrollo técnico y económico de la misma sociedad pastiche, el montaje escenográfico, la ilusión óptica, la
que la creara. La sociedad real ha asumido del diseño voluntaria inutilidad o desperfecto funcional, la fealdad
aquello que necesitaba para su desarrollo económico intencional, la transgresión a los principios de la física y
concreto y ha descartado o parcializado lo de escasa la mecánica, la ocultación o falseamiento del sistema
utilidad. Ha absorbido lo esencial (el proceso de prefi- constructivo, etc., etc., etc., verdaderos tabúes del racio-
guración integral del producto y su ciclo total) y ha nalismo, hoy pueden ser y son asumidos por el diseño
relativizado lo anecdótico (un determinado sistema de en respuesta a aquellas demandas programáticas
valores del hábitat) transformando éste en un estilo -expresas o latentes- que los reclamen. Y uno de los
más entre otros. indicadores más nítidos de esta metamorfosis del dise-
Este fenómeno es el resultado natural de la ex- ño es la actitud de los profesionales "ortodoxos" ante
pansión socioeconómica de la industria, que ha exce- los programas de diseño contemporáneos: la amplia
dido el ámbito de la producción y se ha adueñado de mayoría de estos programas les resultan inaceptables.
la distribución y el consumo. Tal expansión ha homo-
geneizado el proceso productivo -el diseño- y ha
heterogeneizado su campo temático, su accesibilidad
social, su inscripción cultural y su alcance regional. MUERTO EL ESTILO,
Las fuerzas socioeconómicas, la historia social, VIVAN TODOS LOS ESTILOS
que no la evolución endógena de la "disciplina", le
han impuesto un proceso de abstracción tal que ha Hoy cada lenguaje es su propio parámetro y
liquidado toda adscripción axiológica y toda aspira- tiene por lo tanto sus propias obras cumbre y sus for-
ción metodológica. mas degradadas. La evaluación de la calidad de dise-
En tanto la producción industrial exige que todo ño es necesariamente relativista: mide el ajuste de la
sea diseñado y en tanto sus programas son de una pieza al código y del código al programa.
heterogeneidad total, el diseño no puede hoy abordar Esta supuesta pérdida debe, en realidad, conside-
su servicio con preconceptos o dogmas. Ha tenido rarse una ganancia. En sus manifestaciones más evolu-
que liberarse de antiguas creencias en principios tras- cionadas, aunque todavía escasas, el diseño ha avanzado
cendentales o valores absolutos y asumir como único -en respuesta a lo anterior- en el sentido de una abs-
mandato las variadísimas exigencias programáticas de tracción radical. Ya no codifica la forma conforme a un
la sociedad real, entre las cuales puede muy bien modelo a priori supuestamente óptimo, sino que deter-
encontrarse la misma irracionalidad. mina el código óptimo para cada programa y ajusta el
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producto al código óptimo desarrollando las variantes del diseño sino -más profundamente- entre dos esta-
individuales, específicas de las piezas, con máximo ajus- dios de su proceso de articulación con la realidad
te al prqgrama concreto. Se trata de un avance hacia el socioeconómica y cultural. Esas fases son: el protodi-
metalenguaje que completa su ciclo evolutivo como seño encarnado por un movimiento fundamentalista,
práctica productiva. El diseño evoluciona, por así desvinculado de la sociedad, prácticamente marginal,
decirlo, del monolingüismo a la poliglotía. y el diseño como fase del proceso productivo indus-
El sueño loosiano de la superación definitiva del trial, liberado de todo compromiso con alguna co-
estilo, de una supuesta forma pura sin estilo, se ha rriente ética o estética; comprometido, en cambio, con
cumplido; pero en negativo. La sociedad -y por tanto una sociedad real y, por lo tanto, abierto a toda alter-
el diseño- ya no tiene un estilo: los tiene todos. Ésa nativa que devenga demanda u oferta competitiva en
es, quizá, la quintaesencia de la posmodernidad; que el mercado concreto.
no es un lenguaje sino la renuncia a la presunta auten- Debemos corregir, entonces, el concepto de
ticidad de todo lenguaje y la aceptación acrítica de "transgresión" que hemos utilizado más arriba para
todos ellos. referirnos a los nuevos programas "heterodoxos":
La legitimidad de una propuesta concreta de di-
seño ya no la mide una plataforma doctrinaria inter- Aquellas demandas y respuestas de diseño "hete-
na, sino las condiciones particulares de producción, rodoxas", en tanto responden a una necesidad
distribución y consumo en que dicha propuesta se social, poseen su propia racionalidad y no pueden,
inscribe. Es la sociedad real, o sea, el mercado, la en sentido estricto, considerarse "transgresiones".
única fuente de parámetros para la medición de la ca- En el caso de que tales respuestas a los progra-
lidad, o sea, la eficacia de este instrumento de la pro- mas reales puedan llegar a considerarse lesivas de
ducción. algún tipo de valor social o cultural, éstas estarán
indicando una contradicción de la propia socie-
dad y no de la disciplina del diseño.
En la mayoría de los casos, estas "transgresio-
LA POSMODERNIDAD COMO SOCIALIZACIÓN: nes" sólo son tales respecto a un determinado
MÁS QUE TRANSGREDIR, OFICIALIZA paradigma axiológico, el del racionalismo, tan
relativo y particular como cualquier otro.
En diseño, el enfrentamiento entre movimiento Por otra parte ese enfrentamiento es sólo aparen-
. .
moderno y posmodernidad no es en absoluto una te, pues en ciertos casos, estas transgresiones ya
oposición de dos corrientes ideológicas o estilísticas estaban presentes en la propia obra racionalista,
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sólo que racionalizadas -en todos los sentidos del ting de dicho producto y algunas condiciones pura-
término- mediante un discurso encubridor. En el mente técnicas que permitan cumplir eficientemente
seno de movimiento moderno se encuentran en con dicho programa.
germen todas aquellas posibilidades que libera y Toda crítica a favor o en contra de una deter-
desarrolla la posmodernidad. minada ideología o producto de diseño, para cons-
truirse, debe apelar a repertorios de valores que no
encontrará en un supuesto estatuto o declaración uni-
versal de la disciplina.
LOS VALORES CULTURALES VUELTOS A SU SITIO

La crítica axiológica al diseño ya no puede,


entonces, ser una crítica interna, pues éste carece de CONSEJOS A LOS NEO-HUMANISTAS: CAMBIAR
una tabla de valores estables y unitarios. La crítica al EL MUNDO NO ES TAREA DE LOS DISEÑADORES
diseño sólo puede asumirse desde paradigmas cultu-
rales (éticos, estéticos, económicos, sociales, políti- En la sociedad de mercado, es absolutamente le-
cos, etc.) externos a la disciplina y necesariamente gítimo, deseable y hasta urgente construir una pla-
relativos. taforma axiológica para la producción, distribución y
Gran parte del actual silencio crítico en el seno consumo de bienes, independientemente del grado de
del diseño proviene de esta situación estructural: para viabilidad de sus normas e independientemente del
criticar al diseño hoy hay que salirse de él. Y muy grado de referencia de éstas al diseño. Pero hoy sería
pocos profesionales saben o se atreven a hacerlo. ingenuo atribuirle a esa doctrina el carácter de estatu-
No existe en la realidad ninguna plataforma to universal de una supuesta "disciplina del diseño"
axiológica atribuible a la disciplina del diseño como recuperada para sí misma.
implícita a su concepto, que permita descalificar una Tal doctrina sería manifestación de una corrien-
u otra tendencia de su ejercicio. El concepto de dise- te ideológica más en el campo de la cultura indus-
ño permite acoger en igualdad de derechos al racio- trial, tan exterior al diseño como lo es un movimiento
nalista más acérrimo y al manierista posmoderno más ecologista respecto de la tecnología, la ingeniería o
empedernido o decadente. la economía.
Para evaluar, por ejemplo, el diseño de la etique- Quienes aspiren a construirla lo tendrán que
ta de un detergente, la "disciplina" del diseño carece hacer "a título personal" y habrán de crear platafor-
de otro parámetro que no sea el programa de márke- mas alternativas, verdaderas ong's, cuya ideología no
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constituirá ya el "para sí" de la disciplina sino una disciplinas analíticas de la cultura, que por aquel enton-
ideología cultural más entre tantas otras. ces ya disponían de aportaciones sustantivas.
Por otra parte, la construcción de dichas alterna- En la pobreza predominante en todas las pro-
tivas -para que sean tales- deberá abordar la proble- puestas "alternativas" del diseño actuales se evidencia
mática del entorno de un modo integral. O sea, no que, más que búsquedas serias de soluciones para la
deberá restringirse al entorno diseñado sino incluir la sociedad, constituyen búsquedas de coartadas para
producción espontánea, no industrial, y la produc- la legitimación de la disciplina y su gremio.
ción no física del entorno, o sea, las actividades y
comportamientos. Tal y como, en cierta forma, lo
hiciera el movimiento moderno, que se expidió sobre
muchos más aspectos de la cultura que el diseño; aun- EL MILENARISMO GREMIALISTA ES INDESTRUCTIBLE
que hoy, en una circunstancia infinitamente más
compleja, que incluye ámbitos sociales, culturales y A pesar de haberse producido ya hace tiempo
regionales más diversificados que el estrecho espacio aquella mutación del diseño implícita en su profesio-
mental de la burguesía progresista centroeuropea de nalización, sobrevive con tenacidad sorprendente una
entreguerras. creencia en la existencia real del diseño como género
Obviamente, así entendida, la construcción de cultural, como institución de la cultura con formula-
alternativas culturales no es una empresa que hoy ción doctrinaria, objetivos y sistema de valores pro-
pueda asumirse desde el exiguo currículum cultural pios, por encima de sus miembros concretos, y que
del diseño. Para abordarla harán falta las aportaciones evoluciona autónomamente respecto de la sociedad,
de la historia social, las teorías actualizadas de la cul- con la cual guarda una relación contradictoria y un
tura, la sociología del consumo y de los fenómenos de modo de articulación variable. Esto es lo que, en sen-
masas, la etnografía y la antropología y demás formas tido estricto, se define como una "entelequia", análo-
de reflexión crítica sobre la sociedad contemporánea. ga a las construidas respecto del Arte, la Ciencia o la
Para construir una alternativa cultural se precisa bas- Filosofía.
tante más que las ganas de salvar un oficio del "des- En tal creencia se manifiesta la ideología corpo-
prestigio". Tal como, en cierta forma, lo hizo el rativa que se genera espontáneamente dentro de cada
movimiento moderno, que no fue un movimiento de gremio profesional y cuya función es preservar la
diseñadores; aunque hoy necesariamente superando cohesión de la casta y la adhesión voluntaria, "natu-
las limitaciones de un grupo restringido a la esfera de ral", de sus miembros a la defensa, explícita o encu-
la creación y con debilísimo respaldo científico de las bierta, de sus derechos y privilegios.
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En función de esa construcción del imaginario, A pesar de la espectacular diáspora que significó
quienes adscriben a ella creen actuar socialmente no la integración socioeconómica del diseño y por la
movidos por ideologías de naturaleza social, sino en cual la masa de los profesionales y su práctica concre-
nombre de las verdades y principios trascendentes, ta abandonaron la tierra santa de los manifiestos, sus
universales, de un género cultural y en respeto a un pensadores siguen adscribiéndose a aquella forma lar-
deber ser que no está en la sociedad sino en la doctri- val del diseño, acuñada en su origen alternativista,
na gremial: el diseño. manifestacionista y doctrinario.
Incluso las versiones del diseño de corte socialis- Si el núcleo idealista de toda ideología profesio-
ta generadas por el gremio no son concebidas por sus nal y del diseño en particular constituye un grumo
autores como una instrumentación social de la disci- difícil de disolver, no es tanto por un déficit racional
plina realizada desde fuera de ella, desde una ideolo- o intelectual -que existe- sino por la acción perma-
gía social determinada, sino como la "natural" nente y sistemática de unas "condiciones materiales
expresión del deber ser de la disciplina, como una de existencia" que lo alimentan, igual que a toda
latencia a manifestarse tarde o temprano respecto de ideología social. Así como al racismo no lo liquida
la cual las realidades opuestas -generalmente mayori- la conciencia crítica, las prerrogativas de sector no
tarias- constituyen meras "desviaciones" o manipula- son superables mediante la crítica teórica de la profe-
ciones ilegítimas de la disciplina, que la alejan de su sión: se trata de dominios estancos del pensamiento.
ideal fundacional y su misión teleológica. Esto es lo que explica el hecho curioso de que, a
Estas concepciones -del idealismo más crudo y continuación de un discurso crítico meticuloso, que
tópico- no son cuestionadas sino más bien respetadas señala las condiciones de existencia de una determinada
por la crítica teórica. En el seno de la profesión, e ideología, esta misma ideología "retoma el micrófono"
incluso a su alrededor, perdura un pensamiento rudi- y a renglón seguido continúa con su discurso como si
mentario que oscila entre el empirismo y el materia- nada se hubiese dicho antes; fenómeno que se observa,
lismo ingenuo y cuyo factor común es la creencia en incluso, dentro del mismo texto de un mismo autor. El
el diseño como entelequia. fundamentalismo gremial renace cual ave Fénix des-
Incluso en los textos más lúcidos es notorio el pués de cada crítica, por fundada que ésta sea.
respeto por el apriori fundamentalista: se observa a la
sociedad desde el diseño y no al diseño desde la socie-
dad. Predomina en todos ellos la militancia diseñísti-
ca que absorbe dentro de la entelequia toda causa
social como si fuera intrínseca.

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