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EL TRADING COMO NEGOCIO

Alfredo Chaumer

EL TRADING COMO NEGOCIO

8 ingredientes para ser rentable y no quebrar en el intento.

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[El trading como negocio]

Copyright © 2020 por Alfredo José Chaumer Herrera.

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ÍNDICE

Dedicatoria

Introducción

I. Concepciones erradas del trading.


II. Enfoques con los que inicia un trader.
III. Cómo superar las dificultades
IV. Una concepción factible del trading
V. Los ocho ingredientes para ser rentable y no quebrar en el intento
VI. Reflexiona, motívate a la acción y emprende

A todas las personas que buscan aprender de una perspectiva real

y transcender de la fantasía esperanzadora.


Introducción

Hablando en términos generales, podríamos decir que todo ser humano tiene sueños. De la

misma manera que el combustible hace que un motor se mueva, así mismo nuestros sueños hacen
que nosotros nos movamos.

Y yo no soy la excepción. Soy otro ser humano que sueña. Y uno de mis sueños solía ser asegurar mi
futuro a través de un negocio que fuera rentable muy rápidamente, que no demandara tanto de mi

tiempo, y que me sirviera de base para ir a la búsqueda de mis otros sueños. Como un sueño pertenece
al mundo de la mente, de lo intangible, entonces para cada uno de ellos tenemos la posibilidad de

fantasear.

Así que yo lo hacía con el mío. Y mi fantasía era sobre la riqueza instantánea. Imaginaba la idea de
encontrar un negocio que me permitiera generar fortuna en muy corto tiempo para poder vivir de las

rentas.

Deseaba una vida muy cómoda, sin limitaciones ni preocupaciones. Y no creo que yo sea el único que ha

fantaseado con eso… Es así como me lanzo a la aventura de elegir un negocio acorde a mis expectativas:
buen flujo de dinero de forma rápida y con pocas horas de trabajo. Y no tardaría mucho en aparecer una

actividad que encajara con ese perfil que estaba buscando. Ocurrió en el año 2012.

Ese año, por casualidades de la vida, conocí a un individuo a través de otra persona en común que se
dedicaba a hacer negocios en el mercado financiero.

El perfil que me mostró esta persona de sí misma, era muy similar a lo que yo quería obtener para mí, visto
desde la perspectiva del éxito que en ese entonces yo tenía. Él viajaba en avión privado, tenía un coche
importado último modelo, siempre vestía trajes de marca, y tenía una oficina en una de las torres más

importantes de la ciudad de Caracas. En fin, esa persona era la expresión más fiel de la vida que yo deseaba

para mí. En ese momento lo vi como la imagen del éxito. Tuve la oportunidad de conocerlo en uno de los
restaurantes más caros y exclusivos de la ciudad de Caracas. Durante la cena, conversamos de varios temas

hasta que la plática se desvió hacia la actividad que él desarrollaba para vivir. Fue así como me enteré de
que esta persona negociaba en los mercados financieros comprando y vendiendo activos para obtener

ganancias, lo que popularmente se conoce como trading.


Y Fue así como llegué al trading. Este hombre me explicó que él recibía un capital de parte de sus clientes

con el cual invertía y especulaba en activos como petróleo, maíz, trigo, soya, etc., y de las cuales obtenía
una rentabilidad fija del 15% mensual, dependiendo de varios factores. Hasta ese momento yo no sentía

ninguna afinidad por ese tipo de negocios, así que sabía muy poco de eso, pero con su explicación me
quedó muy claro lo que él hacía, y por la imagen que proyectaba, se veía que era una persona que tenía

mucho éxito en ello. Confieso que lo que me pareció más atractivo de todo lo que escuché esa noche, fue
que él ofrecía la posibilidad de ganar dinero rápido y sin mayor esfuerzo, para vivir de las rentas generadas

por una inversión.

Por como él lo contaba, parecía ser algo extremadamente fácil, y encajaba con mi fantasía de la riqueza
instantánea, por lo cual inmediatamente captó mi atención. Invertir un poco de dinero para ya no tener
que preocuparme más por el resto de mi vida, era algo sumamente tentador para mí. Así que me quedé
prendado del trading desde ese momento. Para ese entonces yo tenía una empresa de consultoría de

proyectos sociales.

Hacíamos planificación y análisis de datos para la toma de decisiones y aunque estaba funcionando bien,
en mi mente siempre estuvo la idea de estructurar algún otro tipo de negocio para diversificarme. Y

por todo lo que había escuchado de esta persona, el trading pasaba a ser en mi mente una opción

perfectamente viable para diversificar mis ingresos. Es así como decidí iniciarme en el trading con él. Como
de verdad atrajo mi atención con todo lo que

me contó, decidí arrancar en grande, por ello invertí de entrada una cantidad de dinero que para mí era

bastante importante: USD 39.000,00. Yo había hecho mis cálculos con base a los datos que esta persona
me había proporcionado, llegando a la conclusión de que, con los dividendos obtenidos de ese monto,

podría reinvertirlos por un tiempo más hasta que la rentabilidad fuera lo suficientemente alta como para
darme la vida que yo quería sin tener que trabajar. Y así me inicié en el trading.

Le entregué a esta persona USD 39.000,00 y me senté a esperar por mi utilidad. Al inicio todo ocurrió

como me lo había explicado. El primer mes recibí el dinero correspondiente a los dividendos
puntualmente, como me lo había prometido esta persona. Lo mismo ocurrió al segundo mes. Hicieron mi
depósito puntualmente. Pero, en el tercer mes, empezaron las irregularidades. Ese mes, aunque me
pagaron los dividendos establecidos, lo hicieron con un poco de retraso, lo que me generó cierto malestar,

pero nada que me hiciera sospechar que algo no estaba bien. Pero eso fue todo lo que recibí de mi
inversión. A partir del cuarto mes, no recibí ni un solo centavo más. Dejaron de depositarme mi dinero. Y,

por supuesto, allí empecé a preocuparme. Hasta que finalmente supe lo que estaba ocurriendo, porque
se destapó un escándalo que dejó al descubierto una estafa bajo el esquema Ponzi, que es una operación

fraudulenta de inversión que consiste en abonar a los inversores intereses obtenidos de nuevos inversores
en lugar de obtenerlos de las ganancias generadas por la inversión del dinero de forma honesta. Entonces,

al destaparse el escándalo, no me quedó más remedio que iniciar una demanda legal que aún se
encuentra en litigio, y de la cual veo muy pocas probabilidades de recuperar mi inversión inicial, siendo

honesto. Pero esa es otra historia… Ser víctima de este fraude me afectó muchísimo. Yo, como muchas
personas alrededor del mundo, estaba buscando una manera fácil de hacer dinero y de asegurar mi futuro

para no tener que depender más de un trabajo, y había sido estafado. La verdad es que quedé muy dolido,
aunque seguí creyendo que en el trading había una oportunidad real de hacer el dinero que me habían

robado.

Fue duro, pero allí había una lección que ya estaba aprendida. Había delegado mi dinero, confiando en
las capacidades y habilidades de otra persona basado en la imagen que me proyectó, y esa persona

terminó aprovechándose de mi buena fe, así que decidí hacerlo yo mismo esta vez. Y fue así como empecé
a manejarme en el mundo del trading de forma directa, como todo el mundo lo hace, a través del ensayo

y error. Uno de los problemas con los que me enfrenté en mis inicios era que yo pensaba lo que casi todo
el mundo piensa sobre el trading: que era un buen esquema donde se podía ganar mucho dinero y

muy rápido.

Y bueno, mis resultados al inicio fueron similares a los de la mayoría de las personas que se inician en esto
sin el conocimiento apropiado. Perdía más de lo que ganaba. Y fue así por un buen tiempo, hasta que un
día me crucé con un profesional del trading, que me hizo ver que este era un juego en el que se gana si

se tiene una estrategia. Que lo importante no era el juego en realidad, sino la estrategia. Esta persona no
era un desconocido para mí.

De hecho, era un amigo con el cual había perdido contacto, ya que en algún punto de su vida se mudó a

Europa. Él llevaba un estilo de vida relajado. Habitualmente vestía de forma casual, aunque impecable, lo
que dejaba entrever que disfrutaba de una posición económica estable y que el dinero no era un problema

en su vida. Con él fui a cenar en varias ocasiones, lo que me permitió compartirle mis experiencias y
obtener de él una visión
completamente diferente del trading a la que ya había formado hasta ese momento. Encontrarme con

esta persona me dejó con muchas cosas para reflexionar. Pero lo que más me impactó, fue cómo él
hablaba sobre el trading como si fuera una de las profesiones más difíciles que hay. Es decir, aunque él

era su propio jefe e imponía sus propias reglas, para él era un negocio demandante. Y lo era, porque él
había decidido verlo como un negocio rentable y no como un casino.

Eso sí me lo dejó bien claro. Recuerdo perfectamente sus palabras exactas: “¿Qué quieres tú? ¿quieres

tener un negocio rentable o quieres vivir de un casino diario?” Toda una revelación que surge a raíz de
una conversación en la cual yo le explicaba cómo estaba operando, y cómo estaba yo haciendo trading.

Él me escuchó e inmediatamente me señaló todos los típicos errores que estaba cometiendo como
principiante. Porque yo efectivamente, estaba viendo al trading como un casino y no como un negocio.
Yo estaba improvisando.

No tenía ningún tipo de planificación. Y es en ese momento cuando me doy cuenta de que debía cambiar
por completo mi paradigma del trading si es que quería dedicarme a eso. De hecho, hubo un momento

en el que pensé en retirarme. Y fue a finales del año 2014, justo antes de hacer el viaje en el que coincidí
con esta persona. Pero, finalmente había hecho contacto con una persona que realmente conocía y que

tenía una experiencia exitosa real en el trading. Así que, luego de conversar con él, me di cuenta de que

el trading no era lo que yo había pensado que era hasta ese día, por lo que decidí no retirarme. Yo nunca
lo había visto como un negocio antes de esa conversación. Porque para mí un negocio era algo tangible

que necesitaba de mucha responsabilidad. Así que en mi mente no encajaba el concepto del trading como
un negocio. No tenía aún esa concepción de que el trading era algo liberador, que podía ofrecer los
mejores beneficios cuando estaba acompañado de una buena estrategia, y que era algo totalmente
distinto de las formas convencionales para ganarse la vida.

Así que luego de esa conversación, se me presentaba una tercera alternativa diferente a la de renunciar al

trading o a la de seguir viéndolo como una forma mágica de hacer dinero, que era mi concepción anterior.
Y en esta nueva opción, debía estructurar al trading como un negocio, de manera que me permitiera

hacerlo rentable. Eso lo cambió todo para mí. Allí supe que tenía que olvidarme de todo lo que había
hecho hasta ese momento e iniciarme de manera formal en el estudio del trading.
Me devoré la mayor cantidad de libros que pude conseguir sobre el tema, cosa que no me resultó difícil

debido a mi profesión. Tengo un título universitario en sociología, por lo que en mi carrera tuve que leer
mucho.

Mucha teoría, muchos textos. Así que leer para mí no representaba un gran reto, ya que disfruto hacerlo.

Entonces, puse manos a la obra y creé un plan de estudio. Traté de leer y de esquematizar todo lo que
aquellas lecturas me estaban diciendo. A través de ellos pude visualizar y contextualizar. Visualicé que el

trading era una actividad sin reglas, sin estructura. Prácticamente existían mil maneras distintas de
realizarlo y no había ningún patrón que me permitiera determinar que existiera un camino que fuera mejor

o más correcto que otro. Pero antes de todo este estudio, una de las primeras cosas que identifiqué fue
que yo debía empezar por cambiar el paradigma que tenía del trading. Que debía visualizarlo como un
negocio. Ese fue mi primer gran cambio. Entonces, empecé a trasladar todo lo que es el trading a una
visión empresarial centrada en el crecimiento estructural de un modelo de negocio, que me permitiera

obtener beneficios económicos de manera sostenible en el tiempo.

Es decir, me di cuenta, y es lo que muchos libros trataban de reafirmar, que no podía limitarme a tener
simples ganancias que se diluyeran entre pérdidas desorganizadas. Ganar en el trading es muy sencillo.

Yo ahora, hablando contigo, puedo abrir una operación y puedo ganar. Eso no quiere decir que yo vaya

a tener ganancias de manera sostenible en el tiempo. Eso sería una ganancia tipo casino, lo que no era mi
objetivo. Cuando hablo de ganancias tipo casino quiero decir que puedes ir a un casino y puedes tener

una ganancia. Puedes jugar a la ruleta y puedes ganar. Pero eso es muy distinto a apostar todos los días
y esperar ganar siempre. Es decir, tratar de generar ganancias sostenibles de esa manera es algo
sumamente complicado y difícil. Tal vez se pueda, no lo sé. Pero lo veo muy difícil. Reconozco ese
momento como un punto de inflexión en mi vida, porque a partir de allí empecé a poner en práctica todo

el conocimiento que había adquirido en mi carrera universitaria y en todo mi estudio del trading. ¿Cómo
lo hice? Empecé a adaptar al trading lo que es la planificación, el uso de estadísticas, y el control gerencial,

entre otros temas.

Así mismo, traté de trasladar y de hacer analogías en el control gerencial, necesario en cualquier actividad
de negocios. Pero no podría haber llegado hasta allí sin antes cambiar mi paradigma del trading como un

negocio. Y ese creo que fue mi mayor éxito. Lo visualicé como si fuera a montar un restaurante y apliqué
los mismos principios y reglas estructurales para conceptualizar el trading de manera rentable y
coherente. Y, ¿qué te puedo decir? ¡Funcionó! Cuánto tiempo y cuánto dinero hubiese podido ahorrar si

hubiera puesto en práctica ese paradigma de negocios en mis inicios en el trading. Con seguridad estaría
más adelantado en mi situación personal de lo que estoy ahora… Tal vez, al contar lo que hice como lo

acabo de hacer no parece ser tanto trabajo ni esfuerzo. Pero a mí, llegar hasta ese punto, me tomó tres
largos años en los cuales perdí mi tiempo y mi dinero, haciendo cosas que ahora entiendo que no tenían

ningún sentido. Prácticamente estuve jugando al casino un largo tiempo.

Perdía pequeñas cuentas porque las abría, por ejemplo, con quinientos dólares, que con suerte las llevaba
a setecientos dólares, pero que, con el tiempo, terminaban quebradas, y perdía los quinientos dólares

iniciales. Entonces, fue dinero y tiempo que de verdad perdí y que pude haberlos utilizado mucho mejor
si desde el principio me hubiera enfocado en un paradigma de negocios. Un paradigma empresarial. Toda
esta experiencia me dejó grandes aprendizajes. Uno de ellos es que un negocio, sea cual sea, requiere
conocimientos sobre lo que haces, requiere planificación, requiere estadísticas que respalden tu modelo,

y requiere gestionar el capital de la mejor manera posible, buscando siempre incrementar las ganancias,
asumiendo un riesgo coherente a tu modelo de negocio. Es decir, todo negocio requiere de una visión a

largo plazo para poder vivir bien.

No montamos un restaurante con la esperanza de vender los primeros cinco días y luego no vender más.

No funciona así. Siempre nos enfocamos en el largo plazo, para poder mantener un ingreso sustentable
y sostenible en el tiempo. Y, sobre todo, requiere de una gerencia operativa y administrativa que mantenga

la viabilidad de ese negocio. Todo eso es lo que he logrado construir y mantener durante los últimos tres
años. He logrado rentabilizar mi capital. Estoy siendo rentable en una profesión donde más del 80% de
las personas que empiezan, pierden todo su capital. ¿Qué me ayudó? Definitivamente no fue el deseo de
riqueza instantánea, de volverme millonario sin esfuerzo.

Todo lo contrario. Eso fue lo que me hizo perder gran parte de mi capital y mucho de mi tiempo. Lo que

realmente me ayudó a ser rentable fue tomar la decisión de estructurar el trading como un negocio. Eso
fue lo que me hizo recuperar todo el dinero que había perdido, incluyendo el dinero que perdí en la estafa.

Porque si bien es cierto que esa persona me estafó, también lo fue que yo, a través del trading, he logrado
producir más dinero que el monto por el cual fui estafado.

Y, adicionalmente, logré desarrollar un negocio rentable que me permite vivir del balance de mis

operaciones financieras sin ningún tipo de problema. Te cuento todo esto para que entiendas cuál es la
promesa que te hago para cuando termines de leer este libro. Lo escribí no con ínfulas ni pretensiones de

experto financiero, y creo que ya es evidente que no te estoy ofreciendo una operativa, una fórmula o un
método mágico para crear riqueza de forma instantánea. Mi promesa para ti, cuando termines de leer

este libro, es que podrás ver el trading desde una nueva perspectiva, desde un nuevo paradigma; uno
integrador y de negocios que te permitirá diseñar esta actividad a tu medida con una visión a largo plazo,

utilizando todas las herramientas de las cuáles dispongas y a su vez, ir adquiriendo todo el conocimiento
que consideres apropiado para hacer del trading un negocio rentable y generador de abundancia para ti

y para quienes tú decidas ayudar. Espero que disfrutes de la lectura de este libro, y deseo que su contenido
sea tan provechoso para ti, como lo ha sido para mí. Alfredo Chaumer
Capítulo I

Concepciones erradas del trading

No hay mejor maestra que la experiencia. Y lo digo con conocimiento, porque fue gracias a mi experiencia

que fui descubriendo cómo la imagen que yo me había formado del trading se había basado en algunas
concepciones erradas, las cuales me fueron llevando progresivamente por un camino que no se

aproximaba ni remotamente a lo que yo deseaba. En ese proceso de adquirir un entendimiento más


evolucionado y coherente sobre el trading, descubrí tres concepciones erradas que lo rodean y que, de

no haberlas detectado, me mantendrían aun jugando al casino en lugar de haberlo convertido en el


negocio rentable que hoy en día es. Las tres concepciones erradas a las que me estoy refiriendo las he

resumido en tres palabras: desconocimiento, fantasía y facilidad, las cuales paso a explicar a continuación.

El desconocimiento

La primera de estas tres concepciones erradas que rodean al trading tiene que ver con el
conocimiento. Después de haber pasado por las circunstancias que he relatado en el capítulo anterior, no

me rendí, sino que decidí confiar en mí mismo y en mi propio conocimiento sobre el trading.

Pero como este era muy básico, me vi obligado a echar a andar mi proceso de aprendizaje. Parte de ese

proceso fue entrar en contacto con otras personas que estaban transitando el mismo camino que yo, el
de lograr ser rentables o ser consistentemente ganadores en el trading. Y como ocurre generalmente,

con algunos tenía más confianza que con otros, pero ciertamente llegué a conocer a muchas personas a
lo largo de todo mi proceso de formación. Recuerdo una tarde en la que tuvimos oportunidad de

reunimos varios de nosotros en un café para conversar de ese tema. En aquel momento, yo aún no era
rentable. Bueno, en realidad no estaba operando, ya que había decidido nutrir mi mente de conocimientos

y estructurar todo mi trading antes de volver a capitalizar mi dinero. ¿Por qué llegué a esa decisión?
Porque llevaba ya unos tres años improvisando, perdiendo mi tiempo y mi dinero, y ya no quería seguir

haciendo trading sin sentido. A aquella reunión llegó el amigo de un amigo, quien también hacia trading.

Coincidencialmente, cuando él llega, yo estaba explicando a otras personas interesadas cómo estaba
capacitándome de forma autodidacta aplicando nociones de mi profesión al trading. Les compartía mi
experiencia sobre uno de los tantos libros que leí durante mi proceso de adquirir conocimientos. Esta

persona escuchó por un rato lo que yo estaba diciendo, pero en algún momento de mi exposición él me
interrumpe, y me dice en tono de burla:

“A ver. Creo que no estoy entendiendo. ¿Acaso tú quieres ser financiero? ¿Para qué estudias tanto? Tengo rato

escuchándote hablar de derivados, instrumentos y estadísticas. ¡Todo eso es pura pérdida de tiempo!

Nosotros hacemos trading y lo que debes buscar es cómo ganar dinero, enfócate en sacar tu sueldo del día
y ya…”

Y sin permitir que yo emitiera comentario alguno sobre su intervención, me pregunta: “¿Estás operando
en real?” A lo que le respondo: “No. Estoy primero diagramando una operativa para poder comenzar”. Él

me mira como si no lo pudiera creer, y me dice: “Yo apenas llevo dos meses sabiendo del trading, ya esto
y en real y haciendo mucho dinero. Tengo una estrategia muy buena que me enseñó un amigo”. Y en ton

o sentencioso complementa:

“Yo creo que tu problema es que estás complicándote demasiado”.

Acto seguido, nos mostró una cuenta con un bróker con algo más de 2.000$. En todo lo dicho, en todo
lo transmitido en sus intervenciones, dejaba muy claro que no era necesario tener conocimientos para

producir dinero en el trading. En ese momento no pude evitar sentir algo de rabia.

No por lo que él decía, sino porque llegué a pensar que yo iba por un camino equivocado. Pensé que

estaba haciendo algo mal. Porque según él, con apenas dos meses en el trading ya era rentable. Mientras
que yo me encontraba inmerso en lecturas que me mantenían en un estado estático, en el que no estaba

operando ni ganando dinero. Aunque, por otro lado, sí era cierto que mis estudios me hacían más crítico
y reflexivo acerca del trading.

Tal vez fue por eso que aproveché la oportunidad para hacerle un par de preguntas sobre el

tema, buscando conocer su experiencia y aprender algo de ella. Pero siempre respondió en un tono
ambiguo, argumentando que le habían enseñado a hacerlo así, pero no mostraba ninguna señal de

entender el porqué de lo que estaba haciendo. Me respondía cosas como: “me enseñaron a hacer esto y
yo con eso gano”. Era evidente que él no comprendía lo que estaba haciendo. Ni siquiera sabía qué deriv

ado estaba operando o lo que significaba el apalancamiento.


Pero, aunque en ese momento yo estaba más preocupado que otra cosa, visto en retrospectiva,

esa reunión me dejó un gran entendimiento. Noté, por ejemplo, que muchas de las preguntas que le
hicieron a esta persona, estaban dirigidas a saber cuál era ese método mágico que lo hacía ganar

dinero. Más allá de conversar sobre cuál libro tenía buena información o cómo podíamos hacer backtesti
ng para verificar que lo que ya estábamos haciendo, tuviera probabilidades de ser rentable. También

recuerdo que algunos de los que me escucharon hablar del libro me preguntaban: “¿No tienes un resum
en de lo importante? Es que a mí no me gusta mucho leer”. Poco a poco la rabia que había experimentado

inicialmente fue mermando, dándole paso a la curiosidad, porque empecé a darme cuenta de que tal vez
yo no estaba tan equivocado. Así que traté de hacerme a un lado y de escuchar, a ver si debía lanzarme

a operar o si continuaba mi camino de aprendizaje. Y luego de varias intervenciones de esta persona, que
inundaba el café de mucho positivismo explicando la forma tan fácil de hacer dinero con el trading,

uno de los asistentes lo cuestionó a toda voz: “Pero si no tienes que saber nada, ¿por qué no son todos los
traders millonarios? ¿Será que nosotros somos los únicos que lo pensamos? ¿Será que el resto del mundo

es tan tonto como para no ver esta super oportunidad de hacer dinero tan solo con saber la operativa que
está explicando el amigo? (refiriéndose a la persona que tenía dos meses operando y una cuenta de

2000$)”. Después de escucharlos a todos con detenimiento, sólo los miré y me dije: “estoy haciendo lo que
debo hacer”. Gracias a esa reunión reafirmé uno de mis principios de éxito.

El conocimiento es necesario

Hay que nutrirse de información, porque no es poco el conocimiento que se necesita para hacer trading,
pero no es el objetivo de este libro explicar todos sus aspectos teóricos. Para ello existen muchos

libros redactados por conocidos estudiosos del tema y accesibles de múltiples maneras para quienes
los busquen. Sin embargo, me siento en la obligación de decirte que, en proporción, no es menos que

el conocimiento que necesitas para ser ingeniero, médico, abogado o contador.

El primer engaño en el cual caemos cuando entramos en este mundo, es el de subestimar la


acción de hacer trading. Sólo nos venden el “entra aquí” y cuando estés positivo, “cierra la operación”.
Algo tan sencillo que cualquier persona lo puede aprender en 3 días de curso. Pero ese sencillo

método me hace preguntar: “¿cómo es posible perder, si cualquier persona con el mínimo de conocimient
o de una plataforma puede operar sin ningún problema?”.

Algo no encajaba allí… Y eso que no encajaba es visible para un buen observador. Sólo basta con echar

un vistazo a las publicidades de los traders en las redes sociales.

Allí nos vamos a encontrar con publicidades


como esta: “hasta hace unos días apenas sabía leer. Hoy gano millones de dólares y poseo la libertad fina

nciera que tanto anhelaba…”. Si eres asiduo al Instagram, sabrás de qué te hablo. Puedes darte un recorri
do y lo encontrarás disfrazado de marketing expresado muy

sutilmente de diferentes formas. Pero el mensaje siempre es el mismo: “Es fácil”; “No necesitas saber nad
a”. En pocas palabras.

“NO ES NECESARIO ESTUDIAR PARA HACER TRADING”.

Poseo un título universitario, cursos y experiencia laboral como consultor. Y no temo decir con
toda seriedad y total confianza, que he tenido que estudiar tanto para ser sociólogo, como lo he tenido

que hacer para alcanzar la rentabilidad en el trading. Son estudios diferentes por supuesto, como lo es
la ingeniería de la medicina, pero igual necesitas prepararte intelectual y experimentalmente para lograr

el éxito profesional. Necesitas leer, estimular tu razonamiento, analizar diferentes perspectivas que te
permitan formar un criterio propio, y abordar al mercado como un profesional. El trading requiere

constante actualización y un aprendizaje perenne.

Ahora lo veo como una cuestión de sentido común. Imagina a un médico que aprenda medicina en un

curso de 1 mes, ¿cómo crees que será el futuro profesional de ese médico? Tal vez pienses que es un
ejemplo exagerado, pero no lo es. Si piensas dedicarte de forma exclusiva al trading y lograr producir

beneficios que te permitan mantener un ingreso atractivo y constante, debes ser consciente de que
requieres de una preparación profesional y constante. Tienes las mismas posibilidades de tener éxito en

una profesión convencional como las tienes en el trading, ni más ni menos… Ahora bien, ¿qué significa
tener preparación? Esa preparación no consiste en leerte un par de libros y en aprenderte los conceptos
básicos. La preparación de un trader requiere desarrollar habilidades para analizar el mercado y planificar
estratégicamente esta actividad con base a todo lo que su capacidad cognitiva logre estimular. Si no has
logrado desarrollar esa herramienta, estás muy lejos de profesionalizarte en este ramo. Porque eso es lo

que quieres, ¿cierto? Ten en cuenta lo siguiente: en el trading el conocimiento no es garantía de éxito,
pero el desconocimiento, sí es garantía de fracaso.

La fantasía

La segunda concepción errada en relación con el trading que pude notar es la fantasía que rodea a esta
actividad. Para muchos, el trading es una forma de volverse millonario de la manera más expedita, sin

tener en cuenta múltiples factores que condicionan ese resultado. Y es justamente eso lo que los hace
vivir en una fantasía, que los termina conduciendo a perder su tiempo y su dinero. Hace ya algunos años

que soy asiduo al Twitter y al Instagram. Y particularmente en este último, he podido contemplar cómo
surgían de manera exponencial especialistas y maestros, los famosos GURÚES del trading, promoviendo

todas aquellas fantasías que a mí me habían conducido al fracaso, porque terminaron siempre en pérdidas
de mi tiempo y dinero, e hicieron que para mí el camino a la rentabilidad fuera lo más engorroso y difícil

posible.

Algunos de estos personajes quedaron fulminados financieramente en tiempo récord. Otros aún se
mantienen y otros tantos vienen emergiendo. Pero a medida que recibía personas en nuestra plataforma

de capacitación, iba notando cómo se repetían algunos patrones de conducta en muchos de ellos.
Pensaban que sabían de trading, aunque sus conocimientos se limitaban apenas a saber abrir y cerrar

operaciones con una vaga metodología;


buscaban “la forma exacta de cómo ganar dinero” pensando que se les iba a develar un secreto que los i

ba a hacer ganar; estaban totalmente desubicados en la realidad de este negocio; pero el factor
más común entre todos ellos eran las enseñanzas de los famosos maestros del trading.

En contraposición, observaba cómo otras personas, que en mi opinión hacían lo más correcto, transmitían
sus conocimientos y ofrecían sus servicios de capacitación, pero enmarcados en una propuesta coherente.

Aunque debo decir que no los conozco, ni tengo detalles de lo que ofrecen, sí tengo referencias y
conocimientos de lo que hacen. De que transmiten algo enfocado en la realidad y no en una cortina de
ventas. Pero me llamaba la atención que el público no estaba buscando eso. Buscaban a quien mostrara
más ganancias en un trade, sin considerar que las esperanzas puestas en sus propias expectativas muchas
veces les impedía ver que lo que les estaban mostrando era un resultado en una simulación, lo que a su

vez les hacía creer que era muy sencillo hacer 100.000,00$ en 1 minuto.

Es decir, buscaban la fantasía de quien, hasta hace una semana, fuera solo un trabajador poco
remunerado, pero al cabo un mes logró la tan anhelada “libertad financiera” y ahora vive viajando por el

mundo. Mientras más fácil y rápido les presentaran cómo ganar


dinero, más “followers” se aferraban a esa fantasía. En conclusión, reafirmé que mientras más fantasía mu

estres a través de las redes sociales, más impacto consigues en este negocio. Las personas desean que su
fantasía de ser millonario instantáneamente se haga realidad.

Por eso se aferran con fe ciega a quien lo ofrezca, aunque no sea verdad. Ellos están dispuestos a creerla

porque su realidad actual, en muchos casos, es compleja, cruel y para nada atractiva. ¿Por qué sucede
esto? Sencillamente porque el ser humano mantiene la esperanza y la expectativa de encontrar la solución

mágica de todos sus problemas (en este caso mayormente condicionados por el dinero) a través de un
método o una persona que represente el sueño que desea vivir. Y justo

por eso el Gurú te dice exactamente lo que quieres escuchar: “¡Mira cuánto dinero he ganado!” “Este es el
negocio del siglo; ¡imítame!”; “Soy el maestro, el que nunca pierde y gana millones”, “¡Vamos! Tú

puedes hacerlo. Solo compra mi curso y empieza a facturar 1000$ semanales”. Muchos de ellos solo buscan

maquillar la realidad para venderte un producto. Por ejemplo, alquilan un carro de lujo o invierten en llevar
un estilo de vida atractivo. Ese es su producto final. Lo que te ofrecen. El problema está en que ese

producto que te ofrecen no tiene ninguna posibilidad de transformar tu realidad en lo que ves, y
seguramente terminarás perdiendo gran parte de tu capital. Es increíble cómo el ser humano se aferra a
la fantasía, por más que intentes mostrarle algo más coherente y de acuerdo con la realidad empírica que
lo rodea. A principio del año 2019, motivado por muchas de las personas que habían tomado nuestra

capacitación, decidí crear una cuenta en Instagram (@trader_ sociologist), para mostrar mi operativa diaria
en tiempo real, de manera ininterrumpida, día tras día, y poder mostrar el negocio del trading desde una

experiencia real y fáctica. Muestro la realidad de este negocio con días perdedores, días ganadores,
semanas y meses perdedores o ganadores, todo enfocado de una manera coherente, con ganancias reales

con base a lo que se puede lograr.

Ese experimento (porque en un principio lo concebí de esa manera), me motivó a terminar este
libro. Porque, aunque mostraba de la manera más transparente posible mi cuenta, incluyendo los
estados del bróker y los ponía a disposición de todos, la gran mayoría pensaba que yo era, en el mejor de

los casos, un inepto porque con un buen capital no lograba hacer millones como “tal persona”. O que er
a un fracasado “porque mira, perdiste hoy…”

Yo analizaba todo esto con mi grupo de trabajo y con los integrantes de la academia y era asombroso,

porque lo real era totalmente aborrecido, mientras que el que mostraba una transacción maquillada en
demo, ganándose 1.000.000$ en 3 minutos, era alabado y se convertía en un modelo a seguir. ¡El mundo

al revés!

En todo este tiempo he visto cómo el conocimiento, la realidad del trading, se ha desvirtuado a causa de
los maestros y gurúes que se enfocan en el marketing esperanzador. Porque ni siquiera es un mercadeo

en aras de exponencial su alcance, sino un mercadeo afianzado en las esperanzas y carencias de su público
objetivo, vendiendo ilusiones que terminan en la ruina de quien las compra. Se conformó un andamiaje

social y comunicativo que convirtió toda noción del trading en ganar miles de millones de manera sencilla.

Un concepto que le debemos a los cada vez más incipientes y re insurgentes maestros y gurúes que han

logrado dominar el escenario del trading. Ese andamiaje social y comunicativo que se ha establecido ha
buscado vender el trading como una actividad fantástica y multimillonaria, y es el responsable de esta

visión que se mantiene y se propaga en las redes sociales, añadiendo un alcance majestuoso que ha hecho
surgir, incluso, compañías a gran escala.

Empecé este libro explicando cómo fui engañado por un personaje que demostraba una

realidad maquillada. En ese caso, él buscaba reflejar su personaje en un entorno físico, opulento y
ostentoso que tuvo éxito, ya que fuimos muchos los estafados.

Ahora, los maestros y gurúes de las redes sociales tienen la misma capacidad, pero con un espectro de
impacto un millón de veces mayor, ya que están presentes en tu día a día y te muestran una realidad más

perfeccionada, a pesar de que quizás ni siquiera lleguen a tener el 1% de lo que presumen en las redes
sociales. ¿Cómo diferenciar al gurú que juega con tu esperanza, de una persona honesta que promociona

sus conocimientos y experiencia?

Con seguridad no es a través del beneficio económico que puede generar por capacitar a las personas,
porque ambos pueden obtenerlo y no es en lo absoluto cuestionable. La diferencia radicará en cómo cada

uno de ellos proyecta su conocimiento. Si éste está enfocado en algo concreto y de utilidad para la
sociedad o si, por el contrario, está enfocado únicamente en el beneficio propio, privando el individualismo

que hunde a todos a su alrededor y que busca emerger a toda costa, sin dejar de mantener una imagen
esperanzadora. Esa actitud es lo que diferencia a quienes aportan valor de los que aportan involución en

esta profesión.

El problema del maestro/gurú es que no se enfoca en satisfacer las necesidades de sus clientes,
sino en aprovecharse de ellas para lograr su beneficio.

El liderazgo siempre es cuestionado cuando se encauza a un fin propio, aprovechándose de las

coyunturas socioeconómicas de determinado grupo.

El principal diferenciador entre el gurú y quien busca compartir su experiencia tácita, es la forma

de idealismo que representa: ¿Es lo perfecto? ¿Es lo soñado? ¿Es lo que nunca has conocido, pero ahora lo
puedes ver a través de una cortina con una resolución muy nítida, pero cortina al fin? Bueno, ese idealismo

te llevará a lo que yo viví hace algunos años, pero de manera más sencilla y quizás mucho más rápida…
perder tiempo y dinero, soñando con hacer dinero fácil. ¡Vaya una fantasía!

La facilidad

Y como tercera concepción errada en relación con el trading tenemos la facilidad. No hay nada mágico

en el trading, aunque los autonombrados maestros y gurúes te digan lo contrario. En un mundo ideal,

todos los seres humanos tendríamos las mismas aptitudes, recursos y oportunidades.

Pero ya sabemos que así no funciona en la realidad. Esto me hace recordar que, en una oportunidad,
recibí un mensaje directo en una de mis redes sociales con el siguiente contenido:

“Quiero hacer trading como tú. Estoy migrando a otro país y solo tengo para ello 400$. Sacando los cálculos,

estimo que necesito aproximadamente 400$ mensuales para vivir aquí. Dime ¿qué puedo hacer?”

Ante preguntas como esa, suelo dar respuestas tajantes, como esta: “te aconsejo que no hagas trading y

que busques generar ingresos con un trabajo convencional.

Si de verdad quieres tener algún futuro en el trading, comienza a capacitarte, te recomiendo estos libros…
pero no pienses en vivir de esto en el corto plazo, porque ¡no es fácil!”
Su réplica no tardó en llegar: “eso era lo último que pensaba leer. Quiero hacer trading para generar

dinero. Buscaré a otra persona que me diga qué hacer, porque veo a muchas personas que hacen trading y
fácilmente ganan mucho dinero”.

Esta persona pretendía recibir de mi parte una fórmula rápida y fácil para hacer trading. Además, pretendía

con un pequeño capital, producir a través del trading el 100% de su presupuesto


estimado mensual, para poder “vivir de esto”.

Y como si esto fuera poca cosa, adicionalmente iba a migrar a otro país, lo que le añadía una presión

adicional a su contexto. Entonces, esta persona esperaba recibir de mi parte una solución expedita para
todos sus problemas a través del trading. Lamentablemente las estadísticas no están a su favor. Y si acaso

intentó hacer trading, lo más probable es que haya perdido todo su capital. Es decir, sus 400$. Si lo piensan
un poco, te darás cuenta de que yo podría haberle respondido de manera diferente. Podría haberle dicho,

por ejemplo, que operara. Que siguiera todo lo que hago día tras día en mi Instagram.

Que me imitara y que seguro le iba a ir muy bien. O también pude crearle más falsas expectativas

diciéndole que me pagara y que le enseñaría a lograr todo lo que deseaba. Podría haberme convertido
en su maestro, en su gurú, y lucrarme de sus fantasías. Podría haberme convertido en un pregonero del

optimismo, dándole esperanzas para cumplir sus sueños. Sin embargo, preferí darle una visión honesta,
basada en mi experiencia y conocimientos, para ayudarle a establecer un plan en el mediano plazo, para

que se prepare, se capacite y que así, pueda pensar en vivir del trading más adelante. Me gusta y trabajo
para que las personas conozcan y afronten sus limitaciones, y se enfoquen en superarlas progresivamente.

Y lo hago porque esa estimulación de falsas creencias es el principal motivo de que el trading sea visto
por algunos como una simple estafa o como jugar en un casino. Algunas falsas creencias que se han

popularizado son que puedes hacer trading prácticamente sin capital, sin conocimientos y que puedes
vivir de ello. Y estas creencias nacen, en muchos casos, para ganar seguidores buscando que las personas

entren en un sistema piramidal o esquema de multinivel.

Eso hace que las personas crean que tan solo deben decidir entrar al mundo del trading para hacer dinero,
dejando de lado toda la preparación necesaria para hacer de este un negocio rentable en el mediano y
largo plazo, y desestimando todas las limitaciones que pueden dificultar esta actividad. Es por esta
concepción de facilidad que muchas personas ponen todas sus esperanzas en el trading, buscando esa

panacea que los hará salir de todos sus problemas económicos. Y yo me pregunto: ¿es que acaso existe
alguna profesión que nos ofrezca eso? Porque hasta donde sé, el éxito no viene garantizado con ninguna

profesión. Todo depende de una combinación habilidades, aptitudes, conocimientos y en algunos casos,
de la disponibilidad de los recursos y de su uso eficiente.

Con seguridad, no te vas a tropezar en las redes sociales con un mensaje como este, dirigido a

un ingeniero civil:

“hola quiero ser ingeniero y tengo 500$ para ello, necesito producir aproximadamente 500$ al mes para
cubrir mis gastos. Por favor, dime que hacer…”

El solo hecho de pensar en la ingeniería civil como una profesión universitaria, nos hace anticipar todo el
esfuerzo que implica ser ingeniero. Pero en la concepción actual del trading no existen tales limitaciones

por esfuerzo requerido. Prácticamente cualquier persona puede hacer trading desde el día uno. Puede
empezar a hacer dinero, y lo puede hacer trabajando desde la piscina, invirtiendo tan solo un par de horas

al día. ¿Acaso hay algo más sencillo que abrir tu computadora, hacer clic para montar una orden y ganar
50$ en 1 minuto? Eso es lo que te venden. Esa es la concepción actual del trading. Hay otros casos en los

cuales he recibido mensajes sintonizados con fantasías y facilismos aún más absurdos:

“Alfredo, explícame cómo es la operativa únicamente o, mejor aún, ¿será que tú puedes decirme dónde y
cuándo entrar y dónde y cuándo salir?”

Es decir, las personas ni siquiera quieren pensar por sí mismas. No quieren desarrollar una capacidad de
análisis. No quieren asumir la realidad de que necesitan esforzarse para poder ver resultados. Ese afán por
obtener resultados fáciles es lo que lleva a muchas personas a poner su confianza en aquellos a los que
solo les interesa lucrarse a costa de ellas. Conocer de qué se trata el trading y afrontar nuestras limitaciones

y las dificultades alrededor de este, enfocándonos en superarlas progresivamente, es la clave para lograr
nuestros objetivos. No se trata solo de ser positivo o de tener una fe ciega en lograr el éxito en algo. Ese

puede ser el inicio. Pero a continuación, es de vital importancia cuestionarnos objetivamente qué tan viable
es lograr el objetivo, para decidir si fuese más conveniente reformular nuestros planes con propósitos más

factibles, procurando avanzar en lugar de estancarnos en algo improbable. El trading es una actividad que
puede encaminarte a cumplir muchos de tus sueños, pero si, y sólo si, logras tomarlo en serio. En caso
contrario, solo pasarás a engrosar las estadísticas de personas que han perdido tiempo y dinero con el
trading.
Quiero hacer énfasis en esto: No estoy diciendo que no debas soñar en alcanzar éxito en el trading. Lo q

ue estoy diciendo es que en el trading debes anclar tus sueños a la realidad.

Estoy diciéndote: “Sueña y pon manos a la obra”. Y para ello, debes darte cuenta de que la facilidad con
respecto al trading, tan cacareada en las redes sociales, es una falsa concepción. Debes dedicarle tiempo

y esfuerzo de la misma manera como lo harías en cualquier otra profesión. Es por todo esto que sostengo
que el desconocimiento, la fantasía y la facilidad, son tres concepciones erradas que rodean al

trading. Características que debes eliminar si realmente deseas transformar el trading en un negocio
rentable.
Capítulo II

Enfoques con los que inicia un trader

En el capítulo anterior hablé de tres concepciones erradas del trading, las cuales se erigen como

las amenazas más importantes que he identificado.

Estas son: el desconocimiento, la fantasía y la facilidad. Estas tres amenazas que se esparcen como una
plaga y que utilizan como medio de transmisión un marketing esperanzador, ofrecen al trading como una

forma fácil y rápida de hacer mucho dinero sin mayor esfuerzo, pero lo que en realidad hacen es llevar a
un trader que se inicia directamente al fracaso. La mayoría de los traders empezamos en ese contexto de

desconocimiento, fantasía y facilidad. De ahí partimos con dos enfoques que se repiten constantemente
y que limitan nuestra perspectiva, llevándonos siempre a repetir un patrón de fracaso: El primer enfoque

es la obsesión y la sobrevaloración que hace el trader de la operativa o método, como lo queramos llamar.
El segundo enfoque es la improvisación en todo, que resulta ser un factor común para quienes inician este

camino. Antes de abordar estos dos enfoques, creo necesario aclarar de qué trata la operativa o lo que
algunos conocen como el método.

Operativa

La operativa se refiere al parámetro que un trader usa para entrar o salir del mercado. En mi caso particular,
mi operativa es relativamente sencilla, reforzada por la experiencia acumulada de varios años, y la defino

con base en la acción del precio. Defino unas zonas, y cuando el precio las supera, yo entro al mercado,
ya sea para comprar o para vender. Esa es a grandes rasgos mi operativa.

Entonces, utilizando como base el ejemplo anterior, puedo decir que una operativa reúne parámetros
preestablecidos para entrar o salir de un mercado. La mía, como ya mencioné, es una operativa clara y

sencilla. Hay otros traders que tienen operativas mucho más complejas, así como hay quienes
simplemente entran al mercado por azar. Entonces, cuando hablo de la operativa, me refiero a que es el

parámetro que el trader utiliza para hacer su entrada en el mercado. Muchas personas tienen la falsa
creencia de que para ser rentables únicamente necesitas saber eso, pero la verdad es que no es así. No
basta con tener una operativa, así como tampoco es necesario tener la operativa perfecta para

ser exitoso. Creo que esto es algo similar a cuando quieres hornear un pastel, para lo cual, si no sabes
cómo hacerlo, vas a necesitar una receta. Ahora bien, cualquier persona puede tener la receta para hacer

un pastel, pero no todas las personas que sigan la misma receta van a lograr hacer el mismo pastel, con
el mismo sabor, con la misma textura, ni con las mismas características.

Para hacer un pastel tú puedes tener la receta, pero además

requieres algunas habilidades, herramientas, insumos y experiencias que al final determinarán, junto con
la receta, el pastel que obtendrás.

No obstante, hay más factores. Por ejemplo, cómo vas a requerir herramientas, tus conocimientos en el

manejo de esas herramientas tendrán algún impacto en el pastel. Por otra parte, tu experiencia
horneando

pasteles también será un factor determinante, ya que no obtendrás el mismo resultado si horneas
un pastel por primera vez, que si ya lo has hecho decenas de veces. También el tipo de herramientas

influye en el resultado. Puede que utilices un horno eléctrico, mientras que otras personas lo hacen en
uno a gas. Y todos estos factores contribuyen a que el resultado final, que es un pastel, varíe. Ahora

imagina que el pastel que vas a hornear es uno de zanahorias. ¿Existe una sola receta de pastel de
zanahorias? Pues no. Hay muchas. ¿Hay sólo una receta de pastel de zanahoria galardonada con premios?

Pues, no. Hay muchas. Esto quiere decir que el hecho de contar con una receta no te garantiza el
resultado. Con esto lo que quiero señalar es que no todas las personas lograrán hacer un pastel igual,

aunque utilicen una misma receta. Pues, de la misma manera ocurre en el trading. No existe una operativa
única que te genere un resultado determinado y sin margen de error. Dos personas pueden usar la misma

operativa y obtener resultados completamente diferentes, así como dos personas pueden usar operativas
diferentes y obtener resultados similares. La operativa no es más que una de muchas maneras de hacer

las cosas.

Obsesión y sobrevaloración

Ahora sí, habiendo ya explicado lo que es la operativa, entonces podemos profundizar en los dos enfoques

que había mencionado, siendo el primero el de la obsesión y sobrevaloración de la operativa. El trader


principiante siempre tiene como enfoque aprender un método u operativa para entrar al mercado y

comenzar a ganar dinero. Si lo piensas, te darás cuenta de que no hay nada más sencillo que eso. “Dime
cómo lo haces para yo hacerlo igual”, es lo que piensa todo principiante. Una vez que logré desarrollar

una rentabilidad atractiva, muchas personas se acercaron a mí para que los ayudara a ser
rentables. Algunas de ellas eran personas totalmente desconocidas. Otras eran personas conocidas por

mí que tenían alguna experiencia en el trading. Y en todos ellos siempre encontré un factor en común:
querían conocer mi operativa. Qué era lo que hacía que yo entrara y saliera de un mercado ganando.

Cuáles eran los indicadores que utilizaba. Cómo era el análisis que hacía. A ellos no les interesaba nada
más. Sólo querían saber qué utilizaba yo para entrar en el mercado y salir ganando. Ellos querían tener

ese método que a mí me había hecho ganar dinero. Yo me preguntaba: ¿de dónde viene toda esa
obsesión por solo enfocarse en la forma de entrada al mercado? ¿Acaso creen que eso es lo único

importante? Recuerdo que, en una oportunidad, decidí juntar a un grupo de personas para operar con
ellas con el objetivo de que pudieran ver la manera como yo manejaba el trading como un negocio y así

poder compartir opiniones al respecto. Al principio me pareció que era una idea genial, porque les podría
mostrar lo que yo hacía, así ellos podrían aprender algo, y de ellos yo podría recibir retroalimentación.

Pero una vez concluido el ejercicio, me quedó claro que no resultó ser una de mis mejores ideas… Las
personas no estaban interesadas en entender lo que yo hacía, ni cómo veía el negocio, sino que su

atención estaba enfocada en hacer lo que yo hacía. Se acercaban a mí solo para hacer exactamente lo que
yo hacía, sin ningún tipo de análisis, y con eso eliminaban toda posibilidad de razonamiento propio. Es

decir, sin ser esa mi intención, yo estaba creando unos parásitos que se concentraban solo en hacer clic
cuando yo lo hacía. Ellos no evolucionaban en su capacidad de análisis porque se limitaban a imitar lo que

yo hacía, fuese bueno o malo.

¿Qué pude rescatar de este ejercicio? Que, aunque estas personas trataban de replicar cada paso que yo
hacía, no todas tenían el mismo resultado que yo. Esto se explica porque trabajábamos en contextos

diferentes. Algunas personas iniciaban las operaciones sobre apalancándose. Otros no tenían la capacidad
de resistencia que yo tenía en mi cuenta.

Otros no podían asumir los stops que yo asumía por mi gestión de riesgo, muchos invisibilizaban su propio
escenario buscando adaptarse al mío. En fin, no obtenían los mismos resultados que yo porque solo se

enfocaban en la operativa; en entrar y en salir cuando yo lo hacía, desconociendo el resto de los factores
que yo sí consideraba. Estas personas lo único que querían hacer era replicar lo que yo sabía, copiar mi

operativa y nada más. Ellos no comprendían la importancia que tiene mantener una estructura de
negocios que los haga rentables. En todo este tiempo que llevo en el mundo del trading he deducido que,

en gran parte, dicha obsesión por encontrar el método mágico para hacer dinero rápido viene dada por
la búsqueda del eterno “Santo Grial”, que para estas personas sería la operativa o incluso en algunos casos

hasta la propia estrategia. La operativa recoge todos los parámetros bajo los cuales analizamos el
mercado para entrar o salir de él, mientras que la estrategia son todas las acciones que un trader aplica a

la operativa con base en su razonamiento propio, recursos, experiencia y conocimientos, lo que lo hace
algo muy personal. Es decir, tú y yo podemos tener una operativa similar, pero a la vez tener estrategias

totalmente distintas. También puede ser lo contrario. Podemos tener operativas diferentes y aplicar
estrategias similares. La mayoría de las personas tienden a englobar ambas cosas en la operativa. Ellos

quieren saber cuál es la operativa o cuál es el método, sin considerar la personalización del método,
ajustado al contexto en el que se desenvuelven y a sus características personales. Por ejemplo, tú y yo

podemos la misma operativa, pero si tú tienes un capital de mil dólares y yo uno de diez mil, seguramente
nuestras estrategias serán diferentes. Yo, por el monto a invertir, puedo arriesgar mucho más que tú.

También puedo hacer más entradas al mercado de las que puedes hacer tú. Y muchas personas no saben
diferenciar eso. El trader principiante cree que existe un método con el cual puedes ganar siempre

haciendo lo mismo en cada oportunidad, y con ello puedes alcanzar la anhelada rentabilidad. Es decir, se
crea la concepción de que existe una operativa y estrategia genérica, que puede servirle a cualquier

persona en cualquier ocasión.

Creo que de esa falsa creencia viene la obsesión por la operativa. Esa falsa creencia se potencia cuando
quieren venderte el “Santo Grial”, la operativa como un producto. Por supuesto, no te van a mostrar la

operativa a menos que estés dispuesto a pagar por ella. Los vendedores del “Santo Grial” te dicen algo
como esto: “mira, esta es la operativa que te va a hacer ganar dinero. Pero para mostrártela obviamente

tienes que pagar”. Ese enfoque lo podemos ver día a día con la promoción que se hace de este tipo de
servicios a través de las redes sociales. Allí se refuerza esa concepción de un método mágico para hacer

dinero fácil y rápido.

Por ejemplo, yo podría ofrecer “La Operativa Alfredo”, y vanagloriarme de que posee una efectividad del

90% (para hacerla muy atractiva), generando un sentimiento de esperanza de que puedes comprar algo
que te va a hacer ganar dinero fácilmente. Siempre habrá personas incautas que estén buscando el camino

fácil a la riqueza, así que seguramente estarán dispuestos a pagar lo que yo decida cobrar por compartir
mi operativa. El trader principiante se deja llevar por lo que le dicen y no reflexiona más allá de eso.

No está interesado en esforzarse más allá de lo estrictamente necesario. Si alguien le dice que tiene la

manera de enseñarle a ganar dinero sin esfuerzo, y que lo único que tiene que hacer es aprenderla y
usarla, entonces estará dispuesto a pagar, y pensará que cada centavo que pague será una inversión

que habrá valido la pena. Esto ocurre porque un trader principiante, por lo general, no se toma el tiempo
de analizar que, si en verdad existiera una operativa que te vendieran y que pudiera hacerte rentable en

el trading, todos los traders seríamos millonarios, ¿cierto? En el trading, la forma de producir dinero es
entrando a un mercado y saliendo de él de manera oportuna.

Por ejemplo, comprando a determinado precio y vendiendo cuando el precio esté más alto que el valor

de compra, obteniendo una ganancia que es ese diferencial de precio. Entonces, la lógica nos dice que
nuestro principal enfoque debe ser conocer la mejor manera de realizar esas entradas y salidas a los

mercados de manera oportuna para ganar dinero, lo cual en parte es cierto. Determinar la forma en la
que vas a operar o analizar el mercado, es un elemento fundamental en todo este proceso, no lo niego.

El problema está cuando se reduce todo el trading a conocer una operativa exitosa. Por ejemplo, ¿no es
importante acaso una gestión de capital eficiente? ¿Y qué hay de la gestión de riesgo? ¿Y del control al

momento de operar? ¿El contexto no determina escenarios favorables o complicados? Incluso, estimular
nuestro propio criterio para analizar el mercado es algo sumamente importante también.

El papel protagónico que erróneamente se le asigna a lo que es la operativa o método es un caso digno

de estudio, ya que se logra desvirtuar todo el proceso profesional, estratégico, constructivo, intelectual e
incluso hasta se desagrega o invisibiliza el uso necesario de los recursos disponibles, lo que privilegia la

dimensión técnica por encima de la propia dimensión analítica. Fíjate en algo: todas las personas que
tienen alguna noción sobre el trading saben qué es una operativa, pues eso es lo más fácil y lo más básico;

es la parte práctica. Sin embargo, no todas las personas manejan los términos de riesgos, planificación y
control aplicadas al trading, por mencionar algunos ejemplos. Entonces, aquí podemos ver un
reduccionismo que viene indiscutiblemente asociado a una visión simplista del trading, englobando toda
esta profesión en un sencillo procedimiento de predecir el movimiento del precio de un activo y tratar de

ganar la mayor cantidad de dinero posible, evitando pérdidas.


Ese es el enfoque que nos hace descuidar múltiples aspectos que son tan importantes como definir una

operativa. Eso es justamente lo que hace un trader principiante. Se enfoca únicamente en encontrar esa
operativa, que para él representa el “Santo Grial”. Es decir, aquella operativa o aquel método que lo hará

rentable y que solo algunas personas poseen, creyendo así que, si ellos tienen esa operativa, tendrán una
ventaja enorme por encima de los demás y que así podrán producir dinero de manera constante, porque

creen que la operativa es lo que los hace rentables. Sin embargo, la realidad es otra. Hay millones de
operativas diferentes con las cuales se puede desarrollar rentabilidad.

La gran verdad detrás de esto es que la operativa perfecta y única no existe, porque la operativa por sí

sola no es un factor de éxito. Hay operativas que mantienen coherencia y se adaptan al dinamismo del
mercado, mientras que hay otras operativas que son carentes de toda lógica. Entonces, sobrevalorar el
papel de la operativa en el trading conduce inevitablemente a la obsesión y a la pérdida del enfoque en
los demás factores que, en conjunto, son los que determinan el éxito o fracaso de un trader.

Improvisación

Si bien es cierto que al primer enfoque al que me referí fue la sobrevaloración que conduce a la obsesión
por la operativa, al deseo de obtener el “Santo Grial” de los traders principiantes, el segundo enfoque, no

menos importante, es la improvisación. Aquí les voy a explicar cómo el trader principiante se vuelve un
improvisador nato.

Creo que cualquier persona que se inicia en el trading pasa por esto. Yo también fui un principiante
y recuerdo que, en el año 2012, cuando apenas empezaba, la improvisación era lo que marcaba mi

camino. A diferencia de otras profesiones que han sido institucionalizadas, en el trading no tienes un
pensum fijo. Ni siquiera tienes un pensum. Es decir, no existe un patrón de estudios genérico como existe

en las carreras formales, en las que hay una estructura académica universitaria la cual establece los
conocimientos que debes adquirir para una determinada profesión. Eso no existe en el trading en la

actualidad.

Entonces, ahí se crea el escenario perfecto de un inicio catastrófico para muchas personas, y yo me incluyo
entre ellas. ¿Por qué? Si deseas incursionar en el trading como una profesión, no hay nada que te diga

por dónde empezar. Por tanto, la única forma de saber si vas por buen camino o no, es por tus resultados,
los cuales dependen en gran parte de tu propio desarrollo más que del contenido que puedas o no

poner en práctica.

Y si a eso le añadimos el efecto del azar, es decir, que tú puedes ganar únicamente porque tienes suerte
un par de días, eso hace que sea muy fácil que pierdas la brújula y que empieces a improvisar en cada

paso que das. En el trading, cada quien decide empezar a operar prácticamente bajo su propio criterio,
sin estructura, dándole paso al principal enemigo de la consistencia que es la improvisación, que aparece

como resultado de esa búsqueda incesante de ganar. Pruebas algo y pierdes. Lo cambias y vuelves a
intentarlo.

Fallas nuevamente y haces un nuevo intento, perpetuando así un ciclo infinito de pérdidas que no te llevan

al resultado que deseas. Esas ansias de ganar nos hacen comenzar a buscar de forma aleatoria operativas,
indicadores, mercados, estrategias, horarios, e instrumentos, con el fin de encontrar la fórmula que nos dé

el mejor resultado. Así los vamos rotando de manera improvisada, sin mantener un enfoque
determinado. La improvisación, en el trading, es la antítesis de la consistencia, y eso hace que sea mortal.

¿Por qué? Para ser rentables debemos mantener una consistencia operativa, más allá de la efectividad y
de que ganemos mucho dinero. Debemos ser consistentes en lo que hacemos, cosa que no es para

nada sencilla, debido a que tenemos múltiples factores que nos inducen a improvisar. Uno de ellos, y

para mí el primero y el que más nos conduce al fracaso, es la necesidad de obtener resultados
inmediatos. Me viene a la mente el recuerdo de un alumno que, apenas con una semana negativa, empezó

a tratar de cambiar todo lo que hacía. ¿Por qué? Porque para él, una semana negativa significaba que
había fracasado. Es decir, no aceptaba perder. Si él tenía un día en pérdida, inmediatamente trataba de
buscar el por qué, y lo cambiaba. Y así iba día a día, lo que lo llevó a entrar en un ciclo de
improvisación. Pero, en el momento en el que comprendió e internalizó el concepto de rentabilidad a

largo plazo, es decir, que el resultado inmediato no definía su rentabilidad, logró salir de ese ciclo de
improvisación que lo estaba llevando por el camino del fracaso. Y este es un tema de cómo

conceptualizamos el trading. Porque si lo vemos con el objetivo de ganar todos los días, eso obviamente
es algo muy difícil de lograr, por lo que cada día en pérdida vamos a tratar de modificar aquello que

creamos estuvo mal.

Es como si en un restaurante se cambiaran todos los platos el día en el que hubo pocos clientes. En un
negocio bien manejado se debe aprender a lidiar con las pérdidas. Y es lo mismo para un trader. Debe
aprender a manejar los días con pérdidas y las rachas negativas, visualizando siempre el horizonte en el

largo plazo. Es contra eso que debe lidiar el trader principiante. Contra sus deseos de querer ganar todos
los días, que es lo que lo conduce a la improvisación. Un segundo factor que conduce al trader a la

improvisación es la influencia que tienen otras personas sobre sus acciones. Recuerdo que, en mis inicios,
yo miraba lo que hacían otras personas y trataba de imitarlos.

Si algún amigo me decía que iba a operar con oro, yo también lo hacía. Si conocía a alguien que operaba

con crudo, entonces yo operaba con crudo. Si alguien me decía que tenía una operativa muy buena con
el indicador RSI, entonces yo buscaba inmediatamente la forma de operar con ese indicador, sólo porque

esa persona me había dicho que era muy bueno. Y sin darme cuenta, me la pasaba en una continua
improvisación, tratando de imitar lo que otros hacían porque yo no tenía claro qué hacer. En ese entonces
yo pensaba que el éxito en el trading dependía de imitar aquello que a otras personas las hacía ganar
dinero, y siempre había una persona que ganaba más que las otras, así que siempre había alguien a quien

imitar. Pero también había siempre algún momento en el que la operativa que estaba usando no
funcionaba, así que inmediatamente yo entraba en desesperación y buscaba imitar a las personas que,

para mí, en ese momento tuvieran la mejor racha positiva o que podían ser las más rentables. Es por eso
que considero que esa influencia que tenemos a veces de otras personas, aunado a la necesidad de ganar

a toda costa, conforman un cóctel fatal para la consistencia, porque potencian la improvisación, llevándola
a su máxima expresión para un trader. Luego de varios años de continuar ese ciclo, aprendí mi

lección. Descubrí mi propio camino y son otras personas las que me buscan para imitar lo que yo hago.
Por ejemplo, a través de Instagram siempre recibo consultas del tipo: “Alfredo, dime qué hacer.

Dime cuándo puedo entrar. Dime qué recomiendas que haga en esta operativa. Dime qué hiciste hoy
para yo tratar de hacerlo mañana”.

Te puedo asegurar que podría decirles lo que yo quisiera, y con seguridad lo harían. Pero por supuesto,
no lo hago. Siempre trato de señalarles que las inconsistencias en su proceder es lo que los conduce a

improvisar y a fracasar. Pero muy pocos de ellos lo asumen porque lo que están visualizando, es que yo
soy un modelo a seguir ya que he logrado ser rentable y creen que copiando técnicamente todo lo que

yo hago, ellos también lo van a lograr. Recuerdo que hace unos meses me hicieron una entrevista, y una
de las preguntas que me hicieron era por qué consideraba yo que las personas deberían seguir mi

operativa. Que explicara por qué las personas deberían dejar de hacer lo que estaban haciendo para
concentrarse en mi operativa. Y me pareció muy graciosa la pregunta porque es justamente lo opuesto lo

que estoy tratando de hacer. Así que traté de explicarles que yo en ningún momento busco eso, que eso
sería crearle un problema mayor a las personas que me siguen. Porque dejarse convencer para tomar una

u otra vía, sólo demuestra que a esa persona le falta criterio para tomar decisiones, que es lo opuesto a
lo que se requiere en el trading. Algo fundamental aquí es desarrollar criterio para tomar decisiones. ¿Por

qué? Porque cuando logras desarrollar un criterio para analizar el mercado, no hay espacio para la
improvisación, ya que comienzas a ver el mercado de una forma fija, bajo ciertos estándares establecidos

en línea con tu propia capacidad de análisis, por lo que ya no vas a tratar de cambiarlo cada vez que
tengas un mal día.

Otro de los factores, el tercero, que lleva al trader principiante a la improvisación es la falta de confianza
en lo que hace, de ahí se deriva su falta de visibilidad en las operaciones. Visibilidad que proporciona un
buen manejo estadístico. Conocer tu desempeño a nivel estadístico te permite proyectar resultados

futuros probables para tus operaciones. La mayoría de los traders inconsistentes no tienen idea de cuáles
son sus estadísticas operativas.

No tienen ninguna estimación que les permita situarse en un escenario probable y por eso se desesperan

y se plantean inseguridades en todas sus operaciones, lo que los mantiene totalmente temerosos de estar

haciendo las cosas mal.

Normalmente el trader que no confía en lo que hace, improvisa, porque deja que la subjetividad, y no la
objetividad, tome control de la situación. Es decir, pasa de analizar probabilidades a creer en posibilidades.

Cree que le iría mejor si hace esto o aquello. Pero no hay nada que soporte esa creencia, que es lo que lo
hace algo subjetivo.

No tiene estadísticas que avalen o soporten esa creencia, por lo que no tiene ningún tipo de objetividad.

Entonces, no desarrolla confianza en lo que está haciendo, en su conocimiento, en su estudio, ni en su


análisis, porque no está fundamentado en sus estadísticas. Y un cuarto factor que conduce a la

improvisación es la ausencia de un mecanismo de planificación. Planificar requiere de nuestro enfoque


para poder estructurar parámetros que nos lleven a un objetivo determinado.

En el trading pocas personas planifican, porque lo ven únicamente como una actividad operativa en la cual
abres y cierras operaciones, y así ganas dinero. Y para ellos no hay nada más. Se guían por su intuición y
listo. Así que no requieren de un mecanismo para estructurar su operativa. No necesitan definir cómo van

a operar, ni diagramar los mercados para tener un patrón fijo que le cierre la puerta a la
improvisación. Entonces para resumir, tenemos un escenario para los traders principiantes plagado de

desconocimiento, fantasía y facilidad. Por un lado, genera que el trader principiante se obsesione con la
búsqueda de una operativa que sobrevalora y de la que espera obtenerlo todo y por otra parte, que

se mantenga en un constante estado de improvisación al estar cambiando su operativa con cada


traspié que tenga.
Capítulo III

Cómo superar las dificultades

Como ocurre en cualquier otra profesión, en el trading vamos a encontrar obstáculos y dificultades que,

en ciertos momentos y circunstancias podrían hacernos perder el rumbo. Ya he explicado en los capítulos
anteriores algunos de ellos, como lo son concepciones y enfoques errados que asumimos al iniciar en esta

profesión. Pero afortunadamente, no representan obstáculos o dificultades insalvables. Las podemos


superar. Para ello, y basado en mi experiencia, te voy a compartir cinco factores que he descubierto y que,

con seguridad, te van a ayudar a superar cualquier dificultad que encuentres en tu camino para
convertirte en un exitoso trader.

Desarrollar la capacidad de razonar

¿A qué persona no le gustaría ganar dinero sin hacer absolutamente nada? ¿Qué tal si te ofrezco
la oportunidad de ganar dinero sin que tengas que pensar ni esforzarte para nada? ¿Qué me dirías? No

creo que yo sea la única persona a la que una propuesta de este tipo le parezca algo sumamente tentador.

Creo que, subconscientemente, muchos hemos tenido ese deseo. Ganar la lotería o ganar dinero fácil. La
gran fantasía en nuestro modelo social actual… Recuerdo que, en el año 2.018, cuando operaba con un
grupo de personas, llegó un momento en el que todos se colocaban alrededor mío para copiar mis
movimientos. Y, al terminar la jornada, ellos no tenían idea de lo que habían hecho. Algunos ni siquiera

deseaban saberlo (otros, algo más interesados, se limitaban a preguntar solamente por la operativa). Pero
la mayoría solo se alegraba por ganar o se entristecía por perder, pero no había ningún interés por razonar

qué había ocurrido durante toda la jornada. Conocer la razón por la cual habían ganado o perdido. Yo,
con la mejor intención del mundo, invertía mi tiempo en explicarles. En ese entonces, pensaba que la

mejor manera de aprender era visualizando lo que yo hacía. Sin embargo, toda mi buena intención puesta
en ese proceso terminó desvirtuándose para convertirse en un simple proceso de replicación de mis
operaciones por parte de ellos.
Y no es que esto fuera algo nuevo porque incluso comercialmente, en el trading existe el famosos

copytrade, donde puedes copiar enteramente lo que hace otro trader. Es algo muy llamativo y para
muchos un verdadero negocio. Sin embargo, ese proceso no ha transformado a esta profesión en una

mina de oro. De hecho, muchos entran en esos sistemas y terminan perdiendo dinero. Y no faltan aquellos
que piensan que perdieron porque no lograron copiar a alguien que fuera muy bueno. Esto es porque

no logran comprender que el trading no se trata de copiar la entrada de otra persona.

El trading se
trata de estructurar un sistema con base a múltiples factores, siendo uno de los más importantes, el razo

namiento.

El mecanismo de copiar o intentar simular lo que hace otra persona, genera tarde o temprano
una dependencia y un proceso que limita la estimulación del propio razonamiento humano. Por eso,

uno de los pilares sobre los cuales he fundamentado todo mi proceso de capacitación, ha sido el desarrollo
del razonamiento en cada una de las personas a las que capacito.

Cuando hablamos de trading, no hay duda de que hay que asociarlo a la capacidad de analizar el mercado
con base a ciertos parámetros establecidos. Esa capacidad de análisis no se desarrolla de manera mágica

y mucho menos se aprende limitándose a digerir órdenes de entrada y salida. Esa capacidad de análisis
se desarrolla a través del conocimiento, visualizando el mercado como un escenario en el cual se desarrolla

una lógica evolutiva a la que debemos adaptarnos de la mejor manera posible, y no como una simple
herramienta donde se montan operaciones y se busca ganar algo.

Todos los seres humanos tenemos la capacidad de razonar. La diferencia está en que algunos intentan

hacerlo sin tener ningún tipo de conocimiento, mientras que otros lo hacen con base a un conocimiento
adquirido. Razonamiento y conocimiento son indivisibles, pero algunos ven sumamente tedioso adquirir

sabiduría y eso les dificulta mucho el poder razonar. Uno de los retos más grandes en mi labor como
formador, ha sido capacitar a un señor de 75 años: el señor Arnaldo. En un principio, él se mostró bastante

interesado, pero tenía miedo de no poder analizar el mercado como yo lo hacía. Me decía que cuando
me escuchaba hablar de estructura, acción del precio, contexto, volumen, y términos afines, no lograba
comprender todo eso. Recuerdo que le dije que no se desesperara, que íbamos primero a adquirir
conocimientos, que luego los pondríamos en práctica mientras analizábamos el mercado. Y así lo hicimos.
Fuimos poco a poco nutriendo su mente con conocimientos teóricos que luego fijamos con ejercicios

prácticos enfocados en aplicar lo que leíamos.

Así fue como el señor Arnaldo logró entender que no existe una forma única de analizar el mercado o de
ser rentable, y sus análisis iban mejorando con el transcurrir del tiempo. Cometía muchas equivocaciones,

como todos al empezar en esto, pero las corregíamos y buscábamos comprender lo que había sucedido.

Con el transcurrir de los días, él empezó a hacer su propio análisis y sus entradas al mercado,
todo enfocado en su propia capacidad de razonar. Y al poco tiempo, ya había logrado desarrollar una

consistencia operativa que ni él mismo podía creer. Y no porque me estuviera copiando, sino como
producto de la capacidad de análisis que había desarrollado. El señor Arnaldo se había convertido en un

trader que estaba desarrollando rentabilidad. Él siempre me escribe con orgullo cuando coincidimos en
las entradas. Y yo me siento muy feliz por su desarrollo, que es algo propio. Él desarrolló su capacidad de

analizar el mercado.

Yo sólo le mostré el camino y lo orienté en el desarrollo sus capacidades, hasta que pudo hacerlo por sí

mismo.

Esa es una frase que siempre utilizo: “desarrollar capacidades”. Porque si te lo doy todo en bandeja de
plata, no tendrás nunca la necesidad de pensar. Y si no piensas, no desarrollas tu capacidad de

análisis. Obviamente sería un buen negocio para mí crear una tribu de personas que dependan de copiar
lo que yo hago para operar, porque eso podría generarme ingresos. Y mientras más dependientes de

mí sean, mucho mejor. Pero si así lo hiciera, perdería el enfoque del trading.

El trading es un negocio con múltiples ventajas, y una de ellas es la individualidad. No necesitas depender

de nadie para hacer trading, ya que es prácticamente una profesión de crecimiento y desarrollo
personal. Muchas veces las personas ven la capacidad de razonar como un súper poder que no está al

alcance de todos y como algo muy difícil de aplicar. No se dan cuenta de que son ellos mismos quienes
se imponen límites. No logran comprender que las capacidades no surgen de la nada, sino que son

producto de un esfuerzo enfocado en perfeccionar las habilidades. Que no es algo fácil, ni mucho
menos es rápido, pero es la única manera de desarrollar un negocio verdaderamente independiente
donde el trader sea el principal motor. De allí que para mí sea tan importante desarrollar la capacidad de
razonamiento para superar cualquier obstáculo en el trading.
Adquirir experiencia

Por otra parte, tenemos el invaluable aporte de la experiencia. El ser humano siente el impulso, que con

frecuencia se convierte en una necesidad imperiosa, de ver resultados inmediatos, lo que lo lleva a omitir
todo tipo de procesos con la finalidad de acortar los tiempos y así tener resultados rápidos. Eso hace que

el proceso de adquirir experiencia quede relegado a un segundo plano, como si ello no fuera un factor
esencial para el éxito. En un ejercicio personal de retrospección, recuerdo como veía el mercado hace

cinco años y lo comparo con el presente. ¡Cuántos cambios y progresos puedo apreciar en ese tiempo!
Mi capacidad de análisis ha evolucionado, así como evoluciona el arte de la pintura o como se

perfeccionan habilidades deportivas. Cuando hablo de experiencia, no me refiero al tiempo transcurrido


entre un momento y otro. No me refiero a llevar cinco años en el trading, por ejemplo. Me refiero a lo
que hemos hecho durante ese período. Porque el tiempo, por sí mismo, no hace que algo o alguien
evolucione. Es lo que hacemos mientras el tiempo avanza lo que permite que evolucionemos. Por eso

debemos invertir nuestro tiempo en adquirir, reconfigurar y poner en práctica todos los conocimientos
que nos hagan crecer en todos los

sentidos. En mis inicios, recuerdo que varias personas me decían: “con el pasar del tiempo verás el merca
do de otra manera. Para ser rentable debes tener tiempo operando.

Esto no ocurre de la noche a la mañana. Ya verás que con el tiempo te volverás en un trader exitoso…”.

Y yo, subconscientemente asumía que lo que había que hacer era esperar. Dejar pasar el tiempo. Así
transcurrieron meses, incluso años, en los cuales estuve improvisando en el mercado, sin ninguna

estructura, sin ningún enfoque y con pésimos resultados. Eso no me hizo mejorar en nada. Había
transcurrido el tiempo, pero yo seguía en el mismo lugar.

Y mi único “logro” había sido perder mi tiempo… Pero en una charla a la que tuve el placer de asistir, uno
de los ponentes dijo algo que me hizo abrir los ojos. Él citó una frase de Gottfried Leibniz, un matemático

y filósofo alemán, creador del


sistema binario moderno, la cual decía: “La experiencia del mundo no consiste en el número de cosas que

se han visto, sino en el número de cosas sobre las que se han reflexionado con
frutos”. ¿Con base a qué pensaba yo que estaba “adquiriendo experiencia” ? ¿Tenía yo acaso un proceso

reflexivo basado en una estructura ordenada y lógica o sólo buscaba adquirir experiencia con mi
improvisación y a través de la suerte? Ese, puedo decir, fue un hito en mi carrera. A partir de allí cambié
mi accionar. Me enfoqué en que la experiencia fuera un aprendizaje real. Comencé a invertir mi tiempo

en razonar, en enlazar conocimientos con vivencias y sobre todo, en construir mi propio conocimiento. Y
entonces, apareció la experiencia. La verdadera experiencia, que es la evolución de la vivencia… Es por eso

que ahora valoro la experiencia como una cualidad vital para el trading. Porque te da la oportunidad de
aprender de las vivencias ya sean buenas o no tan buenas. Pero, sólo si pasan por el debido proceso de

reflexión. De lo contrario, solamente serán vivencias que te quitarán tu tiempo.

Aprendizaje

Para muchos, hablar de capacitación significa tomar un curso de 2 días, en el cual verán algunos

conceptos, para luego empezar a practicar y ya. Para ellos, la capacitación se reduce a eso. Como a una
especie de cápsula que tomas y que te da todo lo necesario para

obtener éxito en esta profesión. Un curso puede proporcionarte conocimientos obviamente, así como

puede servirte de guía, pero el verdadero aprendizaje comienza con la experiencia al poner en práctica
ese conocimiento y el razonamiento reflexivo que debe acompañar la aplicación práctica del

mismo. Aprender no es tan rápido como pensamos. Necesitamos el proceso reflexivo que nos permita
nutrir nuestra mente y reconfigurar su concepción. Es ese proceso el que nos permite internalizar el

conocimiento haciéndolo parte de nuestro criterio. El aprendizaje es un proceso, y todo proceso lleva
tiempo, así que no es posible limitarlo a una charla de un par de horas. Muchas de las personas que

capacitamos ya vienen de haber hecho otros cursos con anterioridad, y siempre tienen una presión por el
tiempo. Me preguntan muchas veces cuánto dura el curso. Y tratan de preguntar todo en un solo día

para obtener la mayor cantidad de información en el menor tiempo posible. Y a veces, es tanta la
información, que no logran asimilarla efectivamente. Allí es cuando se hace necesario comenzar el

proceso de cambio de enfoque, entendiendo que no se puede presionar ni apurar el aprendizaje. Que no
podemos limitarlo cuando sabemos que no todos tenemos la misma capacidad de comprensión. Si el

aprendizaje no es adaptativo a la particularidad del aprendiz, éste ya tendrá una limitante que marcará su
proceso. La mayor limitante que veo en el tema de capacitación es el tiempo. Para mí, como capacitador
o formador, sería muy cómodo y rentable dar un curso de sólo 2 días y culminar allí el proceso. Sin
embargo, cada vez estoy más consciente de que el aprendizaje no puede ser un proceso limitativo.

He tenido personas capacitándose durante cuatro meses o incluso más, leyendo, aplicando lo aprendido a
sus actividades y enfocados en el proceso de aprender, más que en saberlo todo en un solo día. Y han

logrado desarrollar magníficos resultados que se reflejan en sus logros en el trading. El aprendizaje no se
trata solo de saber algo. El aprendizaje es la combinación entre el conocimiento, la experiencia, la reflexión

y el razonamiento.

Acompañamiento

El acompañamiento va muy íntimamente relacionado con el aprendizaje. Un correcto acompañamiento

puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso de un trader novato. Pero cuando hablo
de acompañamiento, no me refiero a aquella persona que te dice donde entrar y donde salir,

manteniéndote en una zona de confort donde no tienes la necesidad de pensar. Me refiero más bien a
la persona que te guía por el camino por el cual ya transitó y que te hace reflexionar cuando te encuentras

en escenarios complejos. Que no te da la respuesta, sino que te orienta y te estimula a encontrarla por ti
mismo. A pesar de la gran cantidad de personas que forman parte de nuestra plataforma de capacitación,

al ingresar en ella hay un requisito obligatorio: tener mi contacto de mensajería directa. Algunas personas
no lo consideran necesario, pero, aun así, es obligatorio para poder realizar el acompañamiento de forma

adecuada. Soy consciente del gasto de energía que conlleva en muchos casos hacer ese
acompañamiento. Y aunque tengo un equipo muy capacitado para ello (traders rentables, tanto alumnos

como compañeros), soy yo quien hago un seguimiento directo de algún tema en particular en muchos
casos. Todas las personas que se han capacitado con nosotros han tenido en más de una oportunidad,

largas conversaciones conmigo, en las cuales, a través de mi experiencia, les marco el camino a seguir, les
hago críticas constructivas sobre sus operaciones (siempre enfocado en el crecimiento), y trato

de fortalecer sus puntos débiles, potenciando las habilidades que se van aprendiendo en la capacitación.

Para mí, el contenido de la capacitación es una parte vital que se necesita para garantizar que se manejan
los términos y la estructura más idónea para empezar o para reconfigurarse en el mundo del trading. Pero

es en el acompañamiento donde se establece una verdadera relación de desarrollo personal, la cual se ve


reflejada en el abordaje mutuo de diferentes escenarios teóricos, técnicos, prácticos, estratégicos,
gerenciales o emocionales. Si ya alguien ha transitado el camino que estás emprendiendo y ha tenido
éxito, la sistematización de su experiencia y la posibilidad de esa interacción es un elemento que te hará

mantener el enfoque y lograr el objetivo de manera más asertiva. Por supuesto, debes tener presente que
el correcto acompañamiento no es el que te dice exactamente qué hacer como si fueras un robot. Es el

que te estimula a pensar, a conducir tus acciones en línea con tus razonamientos. A reflexionar sobre las
experiencias y sobre todo, a desarrollarte en el área como un sujeto independiente y pensante, con

capacidad de tomar tus propias decisiones de forma asertiva. Mi sugerencia es que no busques sólo un
curso. Busca el acompañamiento necesario que te anime e impulse a desarrollar tus capacidades.

Enfoque

Por último, el enfoque es un elemento vital en todo este proceso para superar las dificultades. El enfoque
puede ser definido como la manera en la cual consideramos o valoramos un elemento. Es el punto en el

cual centramos nuestra atención. En nuestro caso, ese punto es el trading, obviamente. El enfoque
determina el rumbo, y que, en el trading, se manifiesta como dos vertientes: nuestro desarrollo profesional

o la pérdida de nuestro tiempo y


dinero. Recuerdo que, en el año 2015, un amigo en París que ya se dedicaba al trading me preguntaba: “

¿cuál es el enfoque que le quieres dar a esto?”.

En aquel momento yo no entendí muy bien a qué se refería con esa pregunta, por lo que le respondí lo
primero que se me vino a la mente: “quiero que me haga ganar dinero, para vivir de esto”. En aquel mom

ento él me explicó: “ese no es un enfoque.

Eso es lo que tú deseas. Pero debes darle un enfoque.

Ya sea profesional, artesanal, un hobby, una actividad esporádica o incluso, un juego de azar. Ese

enfoque será el que determinará tu rumbo. Mientras antes lo decidas, más rápido podrás centrarte en ello”.
Luego de esa explicación, volví a darle una respuesta. La más obvia: “yo quiero enfocarme en lo profesion

al. Quiero hacer trading con un enfoque profesional, con el cual logre hacer dinero de la manera
más profesional posible…”

A lo que él me respondió: “bueno, si ese es tu enfoque, tenlo presente siempre ya que ese enfoque debe di

rigir todo tu accionar”. Y continuó: “…porque, un profesional no se hace en un mes ¿o sí?”.


Con esas pocas palabras, mi amigo me hizo entender lo necesario que es mantener un enfoque, así

como trabajar en función de él. Asumir un enfoque implica asumir las responsabilidades, consecuencias y
desafíos que ello involucre.

¿Quieres llevar el trading de una manera profesional? Entonces el conocimiento, el trabajo, la experiencia

acumulada, las cualidades o habilidades desarrolladas, y el perfeccionamiento de las aptitudes deben


mantener un nivel de concordancia, lo que te convertirá en una persona cualificada para tener éxito en el

trading. Una vez que definas tu enfoque, no te límites a una simple idea abstracta. Debes orientarte a
desarrollar todo tu accionar para mantenerte coherente y congruente con el enfoque que decidiste

adoptar. ¿Quieres enfocar el trading de manera profesional? Entonces, sé coherente y asume todo lo que
esta decisión conlleva.
Capítulo IV

Una concepción factible del trading

Una de las preguntas que con mayor frecuencia recibo en Instagram está referida al mayor acierto que he

tenido en mi trayectoria como trader. Esta pregunta la formulan de diferentes maneras, pero
todas tienen que ver con lo mismo:

“¿Cuál es el mejor consejo que me puedes dar? ¿Cuál ha sido el mejor consejo que tu hayas aplicado?

¿Cuál ha sido la mejor idea que a ti te ha surgido en el trading? ¿Qué le dirías a un trader novato?”.

Cuando me preguntan sobre ese acierto, no dudo ni por un instante en afirmar que éste ha sido concebi
r al trading como un negocio.

Un negocio con todas las responsabilidades, desafíos y por supuesto, los beneficios propios que esto

representa. Un negocio con particularidades que lo hacen complejo, pero que al mismo tiempo lo hacen
muy atractivo. Cuando hablamos del trading, algunas personas dejan volar su imaginación, dándole rienda

suelta a todas sus fantasías, y terminan viéndolo como un juego que los hará millonarios en poco
tiempo; otras personas lo ven como el mito de los corredores de bolsa de Wall Street, esos que ganan

mucho dinero pero que, como mito al fin, es algo irreal e irrealizable; y estamos quienes pensamos que sí
es posible hacer dinero con el trading de manera real, consistente y sustentable. Y es justamente
esta tercera acepción la que pretendo explicarte en este capítulo. Yo veo al trading como un negocio.
Pero, para que nos podamos entender mejor, definamos antes lo que es un negocio para mí. Un negocio,

por definición, es cualquier ocupación o actividad que se realiza para obtener un beneficio lucrativo a
través de ella.

Hay múltiples tipos de negocio. Y para un mismo negocio puede haber diferentes metodologías, múltiples
enfoques, rentabilidades variadas, así como diferentes grados de éxito, medidos de distintas maneras,

dependiendo de la perspectiva desde la cual se observe. También podemos hablar de negocios que en
esencia son similares, de los cuales unos terminan siendo muy exitosos y otros acaban siendo fracasos

rotundos. Básicamente dedicamos toda nuestra vida adulta a buscar la manera generar dinero formando
parte de un negocio, ya sea como empleados o generando nuestro propio negocio como emprendedores,
lo que podemos lograr usando como base nuestra profesión (si la tenemos), nuestras habilidades o

incluso, nuestras necesidades. Imagina, por ejemplo, a una persona que elige como negocio propio iniciar
un restaurante. Este es un negocio muy común en cualquier parte del mundo. Y como es público y notorio,

el negocio de la gastronomía tiene múltiples aristas, aunque en cada arista podemos encontrar una
estructura similar. Pero antes de que el negocio empiece a producir, hay actividades que esta persona

necesita hacer. Por ejemplo, deberá definir el tipo de gastronomía que va a ofrecer. Puede ofrecer comida
china, comida española, comida mexicana o de cualquier otro tipo. Es decir, deberá elegir cuál va a ser su

punto fuerte en la gastronomía. Para ello, sería recomendable que se apoyara en un estudio de mercado
que le permita estimar la viabilidad de su proyecto de restaurante, así como la mejor ubicación para que

este opere. Seguidamente, deberá acondicionar el lugar seleccionado. Y una vez en funcionamiento,
deberá estructurar una gestión de capital para un uso eficiente de los recursos. Así mismo, deberá

planificar, crear procedimientos y normas que le permitan gerenciar el restaurante de una manera
objetiva, procurando el éxito del mismo. Y cuando ya esté operando, otro punto que deberá considerar

será cómo hacer crecer su negocio. Y

así como te he descrito grosso modo cómo se puede iniciar un restaurante, también podemos aplicar este
proceso para otros tipos de negocios. Ahora, imagínate que ese mismo restaurante decide cambiar todos

los meses el tipo de gastronomía que va a ofrecer. Un mes es un restaurante de comida china. Al mes
siguiente es un restaurante de comida árabe. Y luego es un restaurante de comida venezolana. Y así, varía

el estilo gastronómico cada mes. O imagina que ese restaurante no disponga de una metodología precisa
para su operación. Es decir, un día abre a las 12:00 p.m. Al día siguiente no abre. Un día después abre a

partir de la 1:00 a.m. Y así, de forma aleatoria modifica su horario de atención.

O imagina un restaurante que mida su éxito por los días en los cuales se llena. Y cuando hay un día que

no se llena, el dueño decide cambiarlo todo, buscando una fórmula que le permita mantener el restaurante
lleno a su máxima capacidad todos los días, para obtener así los mayores beneficios. Imagina llevar un

restaurante de acuerdo a tu estado de ánimo, es decir, si estás alegre, abres ese día y si tienes miedo,
cierras temprano o si estás deprimido, no abres. Si nos ponemos a analizar todos estos escenarios, queda

en evidencia que son una locura. Y con seguridad ahora mismo lo ves como algo totalmente incoherente.
Nadie, en su sano juicio, abriría un restaurante operando de esa manera. ¿Cómo podría un restaurante

funcionar así? Si lo hiciera, es obvio que terminaría quebrado en muy corto tiempo. ¿Cierto? Pero cuando
comparamos este ejemplo tan descabellado de manejar un negocio con el trading, vemos que es algo

muy común operar de una manera similar a las que te he planteado en el restaurante: sin reglas, de
manera improvisada, cambiando todo emocional o subjetivamente, midiendo el éxito por los días que

gana y evitando a toda costa perder, porque la pérdida significa que nada de lo que hiciste sirve. Y esto
genera como resultado un negocio en constante quiebra.

Hay un factor muy importante en todo esto y que normalmente pasa desapercibido, que es la coherencia.

Te invito a que imagines a tres personas que van a abrir un restaurante. La primera decide arrancarlo con
cien mil dólares. La segunda lo hace con mil dólares. Y la tercera, decide invertir tan sólo cien dólares.

Obviamente los negocios serán distintos, cada uno adecuado al capital de inversión. De igual manera, las
ganancias serán diferentes, siempre guardando relación con el capital invertido. Y si hablamos de riesgos,
en algunos casos, mientras la inversión sea más baja, el riesgo de fracasar aumenta exponencialmente.
Porque el que tenga cien mil dólares para invertir, seguro tendrá capacidad económica para hacer frente

a sus gastos operativos aun cuando no realice ventas. Pero el que solo cuente con cien dólares de capital,
no tendrá capacidad ni siquiera para cubrir sus propios gastos. Para hacer todo este análisis solo basta

una pizca de matemáticas básica y un poco de sentido común. Ahora bien, si no fuera un restaurante, sino
que queremos montar una venta de repuestos de auto, una carpintería o una cristalería, el razonamiento

sería el mismo. Entonces, basado en este razonamiento te pregunto, ¿no debería suceder lo mismo en el
trading? Porque montar un negocio básicamente sigue las mismas premisas generales, aunque cada

uno tenga sus particularidades. Entonces, si quieres vivir del trading, debes verlo como un negocio y, por
tanto, aplica el mismo razonamiento. Y es aquí cuando tenemos que hablar de la coherencia al momento

de estructurar o de concebir un negocio, ya que es la misma coherencia que debes de tener al momento
de estructurar tu trading como negocio.

Este resulta ser uno de los principales focos generadores de toda esa fantasía que rodea al trading y, por
tanto, es uno de los aspectos en los que más esfuerzos hay que dedicar para aclarar. Porque precisamente

es ese el gancho del cual se sujeta el discurso esperanzador del marketing que nos invade actualmente.
El trading no es un método mágico para hacer dinero, como lo acabo de explicar. El trading es un negocio,

en el cual los ingresos e incluso los riesgos serán proporcionales a la estructura y al capital con el que lo
desarrollemos. Su éxito no sólo lo define el capital, sino el propio modelo de negocios como generador

de beneficios.
Es muy común que me pregunten a través de las redes

sociales: “Alfredo, ¿tú vives del trading?” o “Alfredo, ¿se puede vivir del trading?”. Y mi respuesta siempre e
s la misma. Incluso, la tengo estandarizada. Mi respuesta siempre la inicio con una pregunta: “¿Se puede

vivir de una panadería, de un supermercado, de un restaurant, de ser médico o profesor?”. En todos los
casos siempre me responden que sí. Y entonces es que procedo a responder. Porque la pregunta que me

hacen no les va a dar la respuesta que ellos buscan. La pregunta que ellos realmente me quieren hacer es
mucho más compleja y debe ser analizada en profundidad.

Lo que de verdad ellos me están preguntando es:

“Alfredo, ¿se puede vivir del trading improvisando? O ¿se puede vivir del trading con un capital de quinient

os dólares? O Alfredo, ¿Se puede vivir del trading retirando dinero día a día como un cajero automático?” L
a respuesta que doy a esas preguntas es un rotundo ¡No! Si quieres vivir del trading como un negocio,

debes manejarlo como un negocio. Al igual que en un negocio, para tomar beneficios de éste debes hacer
una planificación adecuada para que puedas mantener la sustentabilidad de tu negocio. Debes ser

coherente. Siguiendo con el ejemplo del restaurante, un puesto de comida en un mercado popular puede
capitalizarse con quinientos dólares. Sí, pero ¿las ganancias serán lo suficiente como para retirar dos

mil dólares mensuales y poder vivir de ello? Quizás sea posible, pero es muy poco probable. Ahora,

un puesto de comida de una zona gastronómica puede capitalizarse con cien mil dólares. Por la naturaleza
del negocio, el lugar donde está ubicado, el flujo de personas y demás parámetros de negocio, es posible,

y más que probable, que las ganancias te permitan vivir de él. Obviamente, todo dependerá de un tema
personal de planificación presupuestaria. Lo que de verdad quiero enfatizar en este ejemplo es que, como
en cualquier negocio, las ganancias serán directamente proporcionales a la inversión realizada y al
desempeño del negocio. Recordemos que, en el trading, el capital es una parte fundamental, aunque no

es la única parte. Tú puedes generar un negocio con una muy buena y holgada inversión, pero si tienes
una mala estructura de negocio, puedes perderlo todo en tiempo récord. Lo mismo podría ocurrir en el

escenario opuesto: puedes tener un muy buen modelo de negocios y no poseer capital, lo que te obligaría
a buscar financiamiento especial, a participar en una prueba para que alguien te dé el dinero que necesitas

para poder arrancar. Y esto indudablemente siempre hace más complejo el negocio y representa un
desafío adicional. Estos escenarios los podemos ver también en el trading, en particular, el segundo

escenario, en el que el trader no cuenta con capital. En el trading, este escenario está cubierto con las
populares pruebas de fondeo. Es posible obtener una cuenta fondeada, que sería el equivalente a obtener

un financiamiento adicional para cualquier negocio. Y una cuenta fondeada le agrega la misma
complejidad al trading, como el financiamiento adicional le añade a cualquier tipo de negocio. Cuando

hablo de la concepción de negocio en el trading, lo hago de manera amplia. En mi

concepción, un negocio no solo se limita a una empresa de producción o de servicio, sino que profesiones
como la de médico, abogado o arquitecto también desarrollan sus servicios profesionales como un

negocio.

Puede que estas profesiones tengan menos funciones operativas, pero igual mantienen una estructura
funcional enfocada en rentabilizar sus servicios. Por tanto, son negocios también. Ahora bien, ¿el hecho

de ser abogado te garantiza que te volverás millonario de la noche a la mañana? ¿El hecho de tener un
negocio de producción te garantiza que todos los días vas a ganar dinero? ¿Hay acaso alguna profesión

o negocio que puedan garantizarte eso? La profesión o el negocio por sí mismo no es garantía de que te
harás millonario. Y esto es aplicable al trading también. Si cuando nosotros hablamos de negocios

comerciales o de servicios profesionales que están institucionalizados históricamente en nuestra sociedad,


pensamos en trabajo arduo, conocimientos especializados y sobre todo en dedicación, ¿por qué debería

ser diferente al hablar del trading? Es ilusorio concebir al trading como una actividad generadora de dinero

por el simple procedimiento de hacer una operación. El trading es igual que cualquier otro negocio y,
como tal, requiere planificación, capital, una gestión apropiada, estudios de mercado, conocimientos

sobre el tema y sobre todo un manejo gerencial adecuado para poder incursar en ese negocio.

Montar un negocio no es fácil. Son múltiples los obstáculos que debemos sortear, sobre todo, cuando no
tenemos la capacidad conceptual, económica, física e intelectual para hacerlo. ¿Por qué no todas las

personas montan un negocio de cadena de hipermercados, almacenes de grandes descuentos o


almacenes de comestibles como el famoso Walmart, por mencionar un ejemplo? Es de conocimiento

público que Walmart es uno de los negocios minoristas más exitosos de todo el planeta, siendo muy
rentable al facturar miles de millones de dólares al año.

Entonces, ¿por qué las personas que van a leer este libro no montan un negocio similar a Walmart para
ganar todos esos miles de dólares al año?
Puede que nos encontremos con cientos de respuestas diferentes aquí: “por falta de capital”; “no tengo el

modelo de negocios”; “no sé por dónde empezar”; “eso no es lo mío”. La mayoría de las respuestas serán
totalmente justificadas con lógica y con razón.

Simplemente para crear un negocio, requieres especializarte en múltiples aspectos y tener a la mano

múltiples recursos. En el trading ocurre lo mismo. No se puede menospreciar la preparación que se debe
tener para hacer del trading un negocio rentable. No basta solo con tener las ganas de hacer trading.

Tienes que ser realista. Debes tener los conocimientos, herramientas y recursos necesarios tal como ocurre
para cualquier otro tipo de negocios.

El trading, un negocio sin reglas

La motivación es un componente imprescindible a la hora de llevar a feliz término un proyecto, siempre


que esté orientada a la acción y no a alimentar falsas esperanzas y fantasías. El trading es un negocio que

debes tomarte muy enserio para poder tener éxito. Por eso insisto en preguntarle a quienes están leyendo
este libro, que si ahora, justo en este momento, fueran a montar un restaurante, una ensambladora de

vehículos, una empresa de servicios de reparación de maquinaria de rayos X o una empresa de


telecomunicaciones, ¿se sentirían en la capacidad de hacerlo? Seguramente muchos no tendrían idea de

por dónde empezar, y les parecería muy complicado. O tal vez requerirían estudiar muy bien el negocio
para poder adquirir la habilidad de manejarlo. Pues lo mismo ocurre con el trading. Este también requiere

adquirir muchísimas capacidades y habilidades, sobre todo estructurales y de negocios, que son los puntos
que veo como mayores debilidades en el trader novato.

A diferencia de los negocios tradicionales, para el trading no hay nada escrito.

No hay reglas. Somos nosotros mismos los que estructuramos el negocio, lo que para muchas personas
podría parecer una ventaja, pero no lo es para mí. De hecho, como yo lo veo, esa es su principal desventaja.

No hay reglas y, por tanto, tampoco hay límites. Somos nosotros quienes debemos imponer los límites, lo

que nos convierte, sin quererlo, en nuestros propios saboteadores. Saboteamos nuestro propio negocio.
Por ejemplo, hay personas en el trading quienes plantean abrir solamente una operación por día. Y así

inician. Pero un día cualquiera, por cualquier razón, plantean abrir dos operaciones. Y dependiendo de
cómo les vaya, tal vez al día siguiente abran tres, cinco o diez operaciones. Y es muy fácil hacerlo, porque
no hay nada que te lo impida. Nada ni nadie te limita más que tú mismo. Tú haces las reglas, lo que te

permite cambiarlas cuando quieras.

Por eso en el trading es tan fácil cambiar toda tu planificación, improvisar, y pasar de una planificación
estructurada a comenzar a apostar sin siquiera darte cuenta, tentando a la suerte cada día. Nadie te va

a limitar. Nadie te va a controlar. Y esto tal vez represente uno de los mayores retos que podría enfrentar
un ser humano, porque requiere de mucho autocontrol. Requiere establecer reglas y cumplirlas. Pero si

bien es cierto que esa es una gran desventaja en el negocio del trading, también es cierto que hay ventajas
innegables. Una de ellas, tal vez la más importante, es que al ser nosotros mismos los que estructuramos

y controlamos todo nuestro negocio, somos el único factor que importa. No dependemos de empleados
ni de economías regionales. El negocio del trading es adaptable y podemos realizarlo desde
cualquier parte del mundo, lo que nos ofrece una libertad ilimitada que nosotros debemos saber balancear
para no incurrir en errores que saboteen nuestros objetivos. Entonces, lo importante es saber aprovechar

los beneficios del trading sin perder el sentido del negocio, enfocándonos en garantizar no sólo el
beneficio inmediato, sino un crecimiento sostenido de nuestro negocio. Porque esa debería ser la meta

de todo negocio. Mantenerse en constante crecimiento garantizando beneficios sostenidos en el tiempo.


Y aquí quiero hacer énfasis en lo que para mí significa un crecimiento sostenido. Cuando visualizamos al

trading como un negocio, es vital contemplarlo con un crecimiento gradual.

Una zapatería, por poner un ejemplo, cuyo valor estimado asciende a cincuenta mil dólares al día en el

que abre sus puertas, no puede pretender que tres meses más tarde se convierta en una empresa que
valga varios millones de dólares. Las probabilidades de que algo así ocurra son prácticamente cero. En
todo negocio saludable el crecimiento es gradual. No se debe medir un negocio por su ganancia diaria.
Se debe medir por la rentabilidad y por la sustentabilidad a largo plazo. Entonces, ¿por qué en el trading

debería ser diferente?

El trading versus negocio formal

Yo en mis inicios, por allá en el año 2012, veía al trading como un pasatiempo que, con suerte,
podría hacerme ganar dinero. Mi visión era completamente opuesta a la visión de negocios o de
profesión universitaria que planteo en este libro. Me inicié en el trading con ese afán de hacer dinero
rápido. En ese entonces yo trabajaba como consultor y tenía una empresa que estaba en desarrollo y que

hacía consultoría de proyectos sociales.

Y como todo trader principiante, al iniciar operaciones me alegraba incontrolablemente por las ganancias
y desarrollaba una enorme frustración por las pérdidas. Estaba imbuido en un círculo emocional que se

repetía día tras día, como cuando tienes una novia nueva y esta de repente te envía un mensaje. En ese
momento te emocionas y te llenas de

ilusión.

Pero, cuando ella no te escribe por unas horas, empiezas a experimentar una creciente tristeza en la
medida que transcurren los minutos. Así me ocurría a mí con el trading. De cierta forma, yo me sentía

como asfixiado de ese círculo emocional que se repetía día tras día, hasta que llegó un momento en que
lo que yo quería era lograr superar esas pérdidas. Empecé a desear que las pérdidas no me afectaran

tanto, creo que en parte porque ya estaba internalizando que las pérdidas fueran una parte inevitable del
trading. Empecé a aceptar que siempre iba a perder, pero aún me seguía afectando. En contraposición,

yo veía con total naturalidad que, en mis otros negocios, los formales, había días buenos en los que se
facturaba o se generaba un buen contrato de servicios, así como había otros días, e incluso semanas, en

los cuales el movimiento era casi nulo. El común denominador era que una venta o un contrato no definía
el éxito de mis negocios. Si bien había semanas en las que no se vendía nada, en el largo plazo mis

negocios eran rentables, aunque algunos meses los ingresos fueran más bajos que los egresos. Y fíjate
que en esos negocios yo no mantenía un afán desenfrenado por vender, y no me ponía triste porque un

día no se vendiera nada. Cuando realizaba una consultoría a cualquier tipo de empresa, yo estaba
consciente de que no me iba a volver millonario con ella.

Al hacer esa contraposición entre mis negocios formales y el trading, pude ver que en los

negocios formales yo no tenía un afán por vender, ni un deseo de ganar consultorías, aunque como es
lógico, trataba de vender y de ganar proyectos. Mi punto aquí es que el hecho de no cerrar una venta o

de no ganar una consultoría no me ponía triste, porque yo estaba consciente que una sola venta no
determinaba mi rentabilidad ni el éxito de mi negocio. Yo sólo salía a dar lo mejor de mí y de mi equipo
de ventas para mantener los negocios operativos y mejorarlos cada día. Yo buscaba generar
ingresos, beneficios constantes en el largo plazo. A mí no me interesaba tener una consultoría en el corto

plazo si al día de mañana iba a quebrar.


Tampoco trataba de darlo todo por ganar una consultoría que no fuera sustentable para mí. Ese año yo

empecé a hacerme la pregunta ¿será que en el trading también ocurre lo mismo? ¿Será como cualquier
otro negocio que se decide emprender? Fue alrededor del año 2015 que yo me propuse a crear una

estructura para hacer del trading un negocio.

Eso ocurrió en un momento de reflexión en el que me dije: “bueno, si los otros negocios pueden operarse
y ser rentables a largo plazo, ¿por qué el trading no?”.

Fue así como empecé a asimilar los desafíos a los cuales me estaba enfrentando en el trading. Y de verdad

me sirvió mucho tener algo de experiencia en el área de consultoría y de negocios porque trasladé todo
ese conocimiento al trading. Recordaba, por ejemplo, cómo la pérdida de un día en mis negocios formales

yo no lo reconocía como tal, y trasladaba ese entendimiento a las pérdidas que pudiera tener un día en el
trading, asumiéndolo como gastos del negocio y no como una pérdida real. Porque lo esencial es siempre

tratar de que tu negocio sea viable, sustentable y rentable. Considero que en ese momento fue que me
convertí en un emprendedor del trading. Y cuando hablo de emprendedor del trading, estoy considerando

todos los desafíos que ello implica: caer, levantarte, estructurar, y aprender de los errores para poder
seguir adelante.
Capítulo V

Los ocho ingredientes para ser rentable y no quebrar en el intento

En el capítulo anterior, resalté la importancia que tuvo para mí concebir y estructurar el trading como un

negocio para poder alcanzar una rentabilidad que me permitiera generar ingresos de manera recurrente
y sustentable.

Que, si bien es cierto, no son los ingresos multimillonarios que nos ofrece la publicidad esperanzadora de

los supuestos “gurúes” y “maestros” del trading, pero pueden ser ingresos atractivos para cualquier
modelo de negocios y pueden permitir que desarrollemos un estilo de vida acorde con nuestra

realidad. Todo este proceso de concebir y estructurar al trading como un negocio se tradujo en mi vida
como una constante búsqueda de conocimientos; busqué la manera de estructurar y reestructurar

procesos para mejorarlos; y, sobre todo, adquirí experiencia. Todo esto me condujo a articular una serie
de elementos orientados todos a fortalecer mi organización mental, lo que me permitió traspasar esa

fantasía, o esa expectativa fantástica del trading, para así poder centrarme en la realidad a través del
establecimiento de un resultado factible que me motivara a la acción. Trascender esa única visión simplista

que predomina en el ambiente del trading, y que de cierta manera nos empuja a caer en un círculo
vicioso de improvisación y de constantes malos resultados financieros, es el objetivo que tengo en este

capítulo. Para ello, vamos a abordar ocho ingredientes que, a mi parecer, sintetizan aspectos vitales
a tomar en cuenta para estructurar el trading como un negocio rentable. Antes de continuar debo señalar
que estos ocho ingredientes no son limitativos ni pretenden abarcar toda la complejidad del mundo del
trading. Esa no es mi intención. Tampoco fueron concebidos como una verdad absoluta e indiscutible. Y

mucho menos pretenden convertirse en una ruta obligada para cualquier trader que busque el éxito.
Vivimos en un mundo donde todo es relativo. Relativo al observador. Eso lo tengo muy claro.

Por eso, estos ocho ingredientes son simplemente el resultado de mi observación, de mi experiencia y de
mi entendimiento. Constituyen el desarrollo de una perspectiva integral y simplificada que se divide en
ocho aspectos que a mi parecer son básicos y que muchas veces se entrelazan. Yo considero que estos
elementos son primordiales y que deben ser tomados en cuenta para alcanzar la rentabilidad en el trading.

Y los categorizo como ingredientes o como engranajes porque cada uno de ellos, en su conjunto,
constituyen, integran y hacen rodar la maquinaria del trading. Pero no los considero una verdad

absoluta. Sólo una referencia confiable para quienes se están iniciando, o para quienes desean
experimentar un enfoque diferente en relación al trading. Ahora bien, quiero hacer énfasis en que no se

trata de seguir ocho pasos y ya. Lo que ofrezco va mucho más allá de eso.

Tampoco pienso enfrascarme en aspectos técnicos u operativos. Cada uno de los ocho ingredientes,
elementos o aristas, sirve para realizar un proceso de reflexión

interno muy particular. Una especie de autoevaluación, en la cual cada quien podrá cuestionar si

su accionar está enfocado en el trading como un negocio productivo o en el trading improvisado al mejor
estilo de un casino. Es por eso que sostengo que el proceso de reflexión que resulte de analizar estos

ocho ingredientes será muy particular, dependiendo de cada persona. A continuación, una explicación de
en qué consiste cada uno de los ocho ingredientes.

1. Profesionalización

La profesionalización es el primero de estos ocho ingredientes que


vamos a abordar. Indudablemente, cuando hablo de profesionalizarnos, me refiero a adquirir los

conocimientos necesarios para manejar con propiedad un determinado tema o actividad.

Tal conocimiento debe estar enfocado en la especialización, la cual se logra cuando nos adentramos

objetivamente en el estudio de una actividad concreta con el propósito de conocer y perfeccionar nuestras
habilidades y estimular nuestra capacidad de generar acciones con mayor certeza, produciendo resultados

reales alineados con nuestros objetivos. En el caso del trading, a diferencia de otras profesiones que ya
están institucionalizadas, aún no existe un pensum o una estructura de formación que te permita

graduarte institucionalmente como trader. Sin embargo, existe abundante información disponible, tanto
teórica como técnica y práctica, en el ámbito de la gestión monetaria o incluso en el ámbito psicológico,

que ha sido desarrollada a lo largo de los últimos años y que conjugan múltiples conocimientos, los cuales
están a disposición de quien los busque. Cuando hablo de adquirir conocimientos, quiero que se entienda
que el objetivo es tratar de adquirirlos de manera coherente y sistematizando la información que
procesamos, lo que indudablemente no es un trabajo de un par de días. Se debe crear un plan de estudios

que empiece en la parte teórica, como inducción para comprender qué estamos haciendo. Esto lo
considero vital. ¿Por qué? Porque muchas personas hacen trading y no tienen idea, por ejemplo, de qué

es el apalancamiento.

No saben cuál es el derivado financiero que están operando. No saben si el derivado tiene un
apalancamiento implícito o si es un apalancamiento electivo, ni cómo ese apalancamiento afecta sus

posiciones. Entonces, iniciar en el trading sin la teoría es como intentar montar una empresa de
mantenimiento de aires acondicionados sin conocer lo más básico del tema, como ¿cuáles son los tipos

de equipos de aire acondicionado que existen, cuáles son los sistemas de aire acondicionado más
utilizados o cuáles son sus componentes básicos? Por eso en el trading es fundamental conocer y

estructurar un plan de estudios de todo lo que es la teoría, lo que significa verdaderamente el trading y
cuáles son los componentes que lo integran. Otro insumo por demás importante en el trading y que no
se puede dejar de lado en el proceso de profesionalización, es el análisis técnico. El trading se nutre de
análisis técnico.

¿Por qué? Porque busca con ello abordar el mercado financiero tomando posiciones con probabilidades

de éxito. Un trader que se limita a abrir y cerrar una posición financiera sin un análisis (en algunos
casos más fundamental que técnico o viceversa), limitándose prácticamente a operar por improvisación

y no estratégicamente, reduce sus posibilidades de éxito al mínimo.

Con esto no quiero decir que se debe adquirir y utilizar todo el vasto universo de perspectivas técnicas

que conforman el trading, pero sí aconsejo que se busque conocer algunas de ellas, y profundizar en
aquellas que se consideren que pueden tener mayores probabilidades de éxito, hasta comprenderlas y

adaptarse a ellas. Otro aspecto importante en la profesionalización es la gestión de riesgos, la cual para
mí es parte de un proceso enfocado en conocer, disminuir y visualizar cuáles son las vulnerabilidades

presentes en toda práctica, ya sea empresarial, social o en este caso, en el trading. No es el propósito de
este libro profundizar sobre la gestión de riesgos. Sólo la menciono como un factor que no se puede dejar

de lado al momento de profesionalizarnos. La razón es sencilla. Porque uno de los mayores factores
de fracaso de los traders es la ausencia de una gestión de riesgos, lo que conlleva a la sobre exposición al

riesgo. Tampoco es parte de este libro señalar qué manejo de riesgo las personas deben llevar, porque
eso es una tesis particular y propia en función de la singularidad de cada trader. Pero lo que sí busco

indicar es que es muy importante que no se subestime el impacto de la gestión de riesgo en


el trading. Otro aspecto que debo resaltar por su relativa y confirmada importancia en el trading es el
control y manejo psicológico. Este es muy necesario para afrontar las propias decisiones, así como la

incertidumbre que se encuentra presente de forma constante en el trading. El ámbito psicológico, más
que un estudio, es un proceso continuo de reflexión, reforzamiento, asimilación y reconducción de

múltiples factores que intervienen en la toma de decisiones. Al igual que en el punto anterior, no voy a
profundizar en él. Sólo quiero que estés consciente de su importancia. Hay personas que tienden a

invisibilizar o incluso a ocultar estos aspectos. Pero para bien de nosotros, hay infinidades de libros que
han profundizado sobre este tema desde diferentes perspectivas, abordándolos con diferentes

metodologías. Estos aspectos no son limitativos, sino más bien expansivos. Así como el éxito de un
negocio, sea cual sea el ramo, depende de contar con profesionales que sean especialistas en el área a

desarrollar, de la misma manera ocurre en el trading. Si una empresa de servicios informáticos requiere
conocimientos y especialización para mantenerse a la vanguardia en el sector informático en el cual

se desenvuelve, en el trading sucede exactamente lo mismo. Y ese proceso de profesionalización no


se hace de la noche a la mañana.

Es un proceso que requiere tiempo para lograr el aprendizaje. Tiempo que debes darte para que te puedas

profesionalizar. La experiencia forma parte vital del proceso de profesionalización. Experiencia que se
debe adquirir en función de acciones guiadas coherentemente y no en función de la improvisación,

buscando mágicamente que lleguen los resultados. La verdadera experiencia genera valor, que se traduce
en conocimiento cuando nosotros logramos reflexionar, sistematizar y, sobre todo, reestructurar nuestro

propio accionar con base a lo aprendido temporalmente. No puede haber profesionalización sin un
componente de experiencia que refuerce

los conocimientos. Cierro este elemento diciendo que el conocimiento, reforzado a través de la
experiencia, conducirá a la profesionalización, que es algo vital para desarrollar cualquier negocio. En el

trading esto más que necesario, es imprescindible.

2. Estadísticas

El segundo ingrediente para abordar sería el manejo de las estadísticas. Y deseo comenzar este tema
con una cita de Lord Kevin, físico y matemático británico, que dice: “lo que no se define no se puede medi
r. Lo que no se mide, no se puede mejorar; y lo que no se mejora, se degrada siempre”. Me encanta esta cit
a porque explica de manera contundente lo que ocurre con todo aquello que no se mejora: se degrada. Y

¿cómo podríamos mejorar algo sin medirlo? Es allí donde las estadísticas juegan un papel fundamental en
la evolución de un negocio. Porque, ¿de qué manera podemos estimar las probabilidades de éxito de

nuestra operativa sin mediciones? Como yo lo veo, tendríamos dos opciones: la primera, que es la más
utilizada por las personas que deciden entrar al mundo del trading, es operar de acuerdo a lo que creemos,

a lo que pensamos o a lo que nos dicen, lo que nos deja a merced de la improvisación. En ese escenario,
no podemos evaluar con base a datos nuestra probabilidad de éxito o fracaso. Y tampoco

podemos comparar las diferentes alternativas que podemos elegir.

La otra opción que veo es operar con el respaldo de unas estadísticas propias, que nos permitan
estimar la probabilidad de éxito de nuestro negocio. Y hago énfasis en el verbo “estimar”, ya que el análisi
s estadístico no es un acto de adivinación. Las estadísticas no nos permiten adivinar el futuro, pero
sí podemos estimar probabilidades. Y quién ya tiene calculadas sus probabilidades de éxito, seguro

obtendrá un mejor resultado que aquel que improvisa sin ningún tipo de estimación. Si bien es cierto que
yo no rescato la concepción de estadística fiel, pura y científica, también lo es que busco incorporarla de

manera simplificada y adaptada al trading, de forma tal que se convierta en una herramienta de estimación
a través de un proceso mediante el cual deducimos los valores probables con base al cálculo de diversos

datos.

En una ocasión, hace aproximadamente un año, una persona que quería empezar la capacitación

me preguntaba para qué servían esas estadísticas de las cuales yo tanto hablaba. Me hacía esa
pregunta porque en mi Instagram o en los lives siempre recalco la importancia de poder desarrollar esta
dísticas que nos permitan estimar probabilidades de rentabilidad. Esta persona me decía que en el trading
no resultaban los cálculos matemáticos y que, en dado caso, si uno pudiera tener estadísticas, de

nada servirían porque nadie podía adivinar el futuro.

Para algunas personas esos mensajes podrían parecerles un tanto odiosos o de mal gusto, pero para mí
solo reflejan el ambiente en el cual nos desenvolvemos, donde el desconocimiento marca la pauta.

A raíz de esa insistencia en el tema, yo lo invité a un webinario que yo iba a impartir, dónde casualmente
iba a hablar de estadísticas y de cuál era su importancia.
Allí, en el webinario, luego de explicar cómo construir estadísticas con base a un backtesting, les hice alg

unas preguntas muy sencillas a los asistentes. Les pregunté si alguno de ellos sabía cuál era su máxima
pérdida estimada según su

propio backtesting, o si alguien sabía cuál era su proyección de ganancias en un año de acuerdo a su op
erativa. Por supuesto, nadie tenía ningún tipo de dato, aunque algunos, los más osados, decían cosas

como: “bueno, yo creo que era tanto”. Es decir, en sus respuestas ellos dejaban ver que sus estimaciones
se fundamentaban en sus

esperanzas o en sus creencias. Pero nadie tenía datos precisos y confiables que le permitieran estimar una

posible operación. El aspecto más común de todas esas personas que asistieron al evento era que ellos
cambiaban de operativa como cambiar de camisa. Vivían en una constante búsqueda de ganar sin saber
siquiera las probabilidades que tenían de hacerlo. Pero después de explicarles la importancia de interpretar
un dato que les permitiera estimar un posible resultado, incluido un ejemplo práctico, muchos de

ellos comprendieron su relevancia.

Al salir del webinario unos días más tarde, la persona a la que invité al evento me decía que había cambi
ado su percepción respecto a la utilidad de las estadísticas. Él me decía que se había confundido, y que sí,

que las estadísticas servían para estimar el posible éxito o fracaso de una operación. Pero también me

dejó claro que para él eso era lo único que le estaba haciendo falta para volverse rentable.

Yo por supuesto, traté de que no simplificara tanto el tema, así que intenté explicarle en ese momento que
si la solución fuera tan simple, generar dinero no sería un problema para la humanidad,

porque cualquiera lo podría realizar simplemente siguiendo unos sencillos pasos, como hacer un backtes
ting o hacer unas estadísticas. Traté de dejarle claro que la estadística es una herramienta más, y que es

el uso de las herramientas que tenemos a nuestro alcance lo que afianza cada paso que damos. Repito. Las
estadísticas son simplemente una herramienta más, pero son indispensables para poder proyectar

resultados. Esta persona, aunque no se capacitó con nosotros, mantuvo el contacto conmigo.

Y en una oportunidad, él me escribió para agradecerme porque ese enfoque de las estadísticas había
cambiado sustancialmente su forma de hacer trading. Él no solo rescató lo importante de conocer los
datos de su operativa, sino que también resaltó el hecho de haber desarrollado gran confianza a nivel
psicológico ya que, al conocer sus datos, no temía a una pérdida o a una semana negativa porque él sabía,

gracias a sus estadísticas, que, a pesar de encontrarse en escenarios negativos, a largo plazo los
resultados eran favorables y ello le daba una sensación de seguridad que no es fácil de alcanzar. Así como

para concebir un negocio es necesario realizar un estudio de mercado, para comenzar a operar debemos
construir estadísticas. Cada una de estas herramientas nos permiten tomar decisiones y visualizar posibles

escenarios con base a nuestro objetivo final que, tanto para un negocio convencional como para el
trading, es la generación de ingresos.

La forma de construir estadísticas varía caso a caso. Existen múltiples maneras, muchas teorías y variedad

de formatos para completar la información en cada caso. Lo importante en mi criterio, es tomar en


consideración algunos aspectos que menciono a continuación. El primero de ellos a considerar es que

mientras mayor cantidad de datos logremos recabar, mayor información tendremos para analizar, lo cual
nos permitirá hacer una mejor interpretación de lo que será más probable. Obviamente siempre
considerando que los resultados del pasado no garantizan los resultados futuros. El segundo aspecto que
deseo resaltar es la fiabilidad de los datos. Debemos construir las estadísticas con datos que sean lo más

confiables posible. Si bien, va a ser complejo desarrollar una fiabilidad del 100%, en gran medida podremos
acercarnos a ese porcentaje dependiendo de los parámetros que utilicemos para construir nuestras

estadísticas. Si nosotros somos muy ambiguos en los parámetros, obtendremos datos más inexactos. Es
decir, debemos tratar de ser lo más específicos posible a la hora de definir los parámetros que vamos a

usar para poder construir estadísticas sólidas.

El tercer aspecto que considero muy importante es la interpretación de las estadísticas, ya que,

como resultado del proceso de comprensión de las mismas, se tomarán acciones y también se
podrá reconfigurar la concepción que tengamos del negocio. Las estadísticas hay que saber
aprovecharlas. Hay personas que las construyen y las dejan allí, sin ningún tipo de interpretación. Eso de
nada sirve… La complejidad en la construcción de las estadísticas va más allá del contenido que pretendo

desarrollar en este libro, así que no voy a profundizar más en esto.

Sin embargo, debo acotar que ellas representan una de las etapas de capacitación en dónde yo mayor
énfasis hago, precisamente porque las considero algo vital. Deseo cerrar este elemento señalando que, si

bien los resultados del pasado en ningún momento serán garantía de los resultados a futuro, gracias a las
estadísticas podemos visualizar un escenario para construir un mapa de acción con el cual nosotros

podamos operar adecuadamente. Las estadísticas no son garantías de éxito en el trading. Sin embargo, al
igual que en cualquier otro negocio, representan una herramienta vital para la toma de decisiones de

forma objetiva.

3. Coherencia

Cuando nosotros decidimos montar un negocio, debemos pensarlo siempre de manera coherente.

Es decir, manteniendo una lógica comunitaria donde todas las partes apuntan a un objetivo alcanzable. Si
tú decides, por ejemplo, montar un autolavado en una zona popular, no puedes pretender en dos meses

comprarte un avión de cientos de miles de dólares con las ganancias de esos meses. Pues en el trading
sucede algo similar, como ya lo he expuesto anteriormente. La falta de coherencia es lo que impera en el

contexto social y nos hace desviarnos de la realidad, perdiendo cualquier tipo de enfoque realista y
probable. La coherencia viene muy de la mano con el manejo de las estadísticas. Cuando nosotros

logramos construir estadísticas, el siguiente paso es ubicarnos en proyecciones coherentes. La estimación


del crecimiento es algo fundamental para que podamos plantear estrategias en los diferentes ámbitos

de nuestro negocio, ya sean de crecimiento, de reinversión o de retiro de beneficios. Si logramos mantener


coherencia entre los distintos ámbitos, tendremos posibilidades de desarrollar un negocio consistente. Es

muy fácil perder el rumbo cuando las emociones toman el control, cuando nuestras expectativas no son
realistas o cuando la esperanza remplaza a la razón. El éxito se manifiesta cuando planteas un negocio de

acuerdo a tus posibilidades y cuando tu motivación está orientada a la acción y a alcanzar las metas que
te has propuesto. Allí hay coherencia. Yo siempre le pregunto a las personas que empiezan a capacitarse

con nosotros, ¿cómo ven su negocio a largo plazo?

Normalmente ellos se inspiran y le dan rienda suelta a su creatividad, dibujándome varios escenarios de
opulencia en sus estilos de vida imaginarios, sentados en la piscina de su residencia, haciendo trading.

Pero después de ese ejercicio, siempre los invito a que separen sus esperanzas del escenario que
consideren factible, y que se avoquen no a lo imaginable sino a lo que ellos realmente pueden lograr

estimulando todas sus destrezas y exponenciando todo su potencial. Los resultados en este segundo
ejercicio normalmente no son tan atractivos como los primeros, pero de seguro son más alcanzables
porque la motivación no va orientada al deseo, sino a la acción.
Un negocio incoherente no sólo te destina al fracaso, sino que te envuelve en la frustración. Y en el trading,

esto se convierte en un principio vital.

4. Capital

Hasta ahora hemos hablado de tres ingredientes que son la profesionalización, el manejo de estadísticas,

y la coherencia. Pero el ingrediente del que voy a hablar ahora, el cuarto elemento, los enlaza a todos
ellos como el hilo enlaza una costura. Este cuarto ingrediente es el capital. Gracias al mercadeo

esperanzador, el cual observamos con mayor recurrencia en los últimos años, se manifiesta un fenómeno
repetitivo en el mundo del trading: la gran mayoría de las personas que se inician, lo hacen con un capital

deficiente o muy escaso como para mantener una operativa viva.

Es en este punto en el que aparece el famoso “gurú” que te dice:


“hazte millonario con tan sólo 100 dólares”.

Esa declaración esperanzadora se esparce como un virus que infecta a todos aquellos que deseen salir de

la pobreza con una forma alternativa de producir dinero fácil, diferente a su trabajo habitual. Desde un
punto de vista objetivo y simplista, para hacer trading se requiere afianzar dos elementos. El primero es la

profesionalización, que está signada por el conocimiento y la experiencia. El segundo es el capital. La

ausencia o deficiencia de alguno de ellos limita las condiciones adecuadas para poder obtener rentabilidad
financiera a largo
plazo. En los diferentes enfoques que los “gurúes” hacen del trading, se resaltan sus bondades tales com
o la rentabilidad financiera, el no tener jefe, la sencillez de utilizar como principal insumo una laptop

e internet, el poder operar desde cualquier localización geográfica y demás beneficios asociados.
Pero poco o nada se dice sobre la necesidad de contar con un capital adecuado para poder operar

apropiadamente. Siempre se habla y se resaltan los beneficios, pero muy pocas veces se habla de los
requisitos que debes cumplir para alcanzar una operativa viable. Uno de esos requisitos trata sobre

disponer de un capital adecuado para garantizar una operativa viable. Ese capital es variable, obviamente
dependiendo de cada operativa, de cada mercado financiero y de otros factores.

Pero no debe ser subestimado, ya que el principal insumo para poder hacer efectivo y práctico todo

nuestro conocimiento y estrategia a la hora de operar, es el capital. El capital es el oxígeno que mantiene
vivo al trading. Es lo que te permite recuperar después de las posibles malas rachas. La relación con el

capital es compleja, ya que no solo se trata visualizar el monto que te pide el bróker para abrir una
posición. Aquí tenemos que volver a hablar de coherencia.

Una estrategia coherente trata de determinar lo que te permite mantener un rango de recuperación frente

a las posiciones adversas, que son algo inevitables. Todo esto se asocia con el riesgo, ya que el aumento
o disminución del capital, va en cierta manera ligado al riesgo con el cual nosotros decidimos operar. En

mis observaciones de Instagram veo constantemente reflejados los intentos de nuevos traders queriendo
adaptar determinada estrategia o el movimiento del mercado al capital del cual disponen.

En múltiples ocasiones me preguntan:

“Alfredo, ¿cómo puedo ser rentable a largo plazo si mi capital es de mil dólares (aparte hacen referencia a
operar en futuros, donde existe un apalancamiento implícito)?”.

Allí me toca explicarles que es imposible que el mercado se adapte al capital. De hecho, ocurre lo

contrario. Son ellos quienes deben adaptar un capital al mercado financiero para poder desarrollar una
operativa viable. Pero ellos no logran comprender esto. Creo que, de cierta manera, se aferran a la fantasía

de poder hacer trading independientemente de su capital, porque en el fondo lo que ellos quieren es
generar ingresos y no ven nada más. Si hay una verdad que es clara y contundente en todo esto es que

necesitas capital, en mayor o menor medida.

Y es el capital el que va a determinar el nivel de riesgo con el cual vas a operar tu mercado financiero.

Debes contar con un mínimo de capital para que tu operativa sea rentable. Esa es la verdad. Y no es un

requisito que te puedas tomar a la ligera. Es igual que el oxígeno de un tanque para bucear. La capacidad
que tenga ese tanque puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. No es negociable cuánto oxígeno

puedes respirar y tampoco puedes pretender que todos tus órganos vitales se adapten a estar una hora
sin respirar. Hay un aspecto importante que debemos tocar cuando hablamos de capital. Me refiero a las

populares pruebas de fondeo, que son pruebas en las cuales tu participas para cumplir unos ciertos
parámetros. Si lo logras, quienes la organizan te dan un capital para que puedas operar.

Obviamente esto representa una opción que no es tan sencilla como la hacen ver, y hay limitaciones que

le añaden un desafío extra a las personas que piensan someterse a ellas para obtener fondos para
operar. ¿Para qué sirven estas pruebas de fondeo? Te dan la oportunidad de obtener poder de compra
adicional y así, salir de las limitaciones que te impone contar con un pobre capital, que te da escaso

margen de maniobras. En mi opinión sincera, las pruebas de fondeo representan una opción viable
siempre y cuando mantengas una operativa y una estrategia adaptada a los parámetros específicos de

esa prueba o evaluación. En conclusión, el capital ya sea propio o buscando la posibilidad de obtenerlo a
través de pruebas de fondeo, es un insumo que no debes desmeritar porque de él depende gran parte

del desarrollo de tu negocio. En el trading, subestimar el capital es igual que subestimar el oxígeno en un
submarino. Es muy peligroso y puede tener consecuencias fatales.

5. Planificación

Un negocio desorganizado, sin estructura y sin ningún tipo de planificación, está destinado al fracaso.
Puede que esto suene algo exagerado, pero no lo es. Muchos negocios fracasan porque no disponen de

una organización que defina con claridad los procesos que llevarán adelante el negocio. Yo me atrevería
a decir que el primer obstáculo o amenaza que encontramos al incursionar y adentrarnos en el trading es

la ausencia de reglas, lo que en la práctica obliga a desarrollar técnicas de planificación que permitan
establecer un rumbo hacia los objetivos a lograr, en lugar de estancarnos en una eterna improvisación. En

mi visión del trading, el primer esfuerzo de planificación que debemos hacer al iniciar es estar enfocado
en la propia profesionalización, para lo cual debemos estructurar contenidos y técnicas, así como

sistematizar todo lo aprendido de manera tal que el proceso de aprendizaje sea ordenado y estructurado.
Hay múltiples maneras de hacer esto, así que no me voy a extender en eso.

Pero sí voy a señalar que lo importante es cubrir el proceso de aprendizaje integral.

Llevarlo de forma diagramada, cumpliendo objetivos escalonados, y poniendo en práctica todo lo


aprendido, enriqueciéndolo obviamente con la experiencia. Para ello se podría llevar un registro de

procesos para identificar problemas, ventajas y analizar cuáles son las características de cada situación,
con el fin de mantener una constante mejora. Una vez que nos hayamos planificado en el tema de

profesionalización, el segundo esfuerzo debe ir orientado a estructurar las reglas y normas que vamos a
utilizar y que, como comenté anteriormente, son totalmente inexistentes en el trading.

No sólo cuando nos estamos iniciando, sino en el día a día. Las reglas bien utilizadas, nos limitan, nos dan

orden y nos permiten estructurar ciertas actividades estableciendo fronteras.


Al menos en los negocios, las reglas son básicas e indispensables, ya que imponen procedimientos que

permiten visibilizar cualquier acción que nosotros queremos lograr. Cuando nosotros somos empleados,
es muy fácil acatar las reglas, normas y procedimientos. Sin embargo, cuando somos nosotros mismos los

que creamos esas reglas, normas y procedimientos, y además somos los garantes de su correcto
cumplimiento, esto ya se convierte en un tema de templanza, en el cual debemos mantenernos enfocados

para saber cuándo erramos y cuándo acertamos. ¿En cuántas oportunidades el trader no ha sido víctima
de su propia anarquía? Ya sea abriendo múltiples operaciones, irrespetando su límite de pérdidas,

improvisando en cualquier mercado, o violando cualquier parámetro que él mismo haya establecido, es
el mismo trader quien desvirtúa su propio proceso consistente que puede llevarlo a la rentabilidad.

A nadie más que a nosotros nos importa el desarrollo de nuestro propio negocio. Recordemos que,
a diferencia de negocios convencionales, en el trading todo el esfuerzo, el control, la responsabilidad y la
recompensa recaen en nosotros. Una vez que nosotros logramos estructurar reglas y poner

nuestro negocio en marcha, todavía debemos tener presente importantes decisiones que forman parte
de la esencia del negocio.

Por ejemplo, todo negocio mantiene una disyuntiva entre rentabilidad y crecimiento. Entonces el trader

debe preguntarse ¿qué está dispuesto a hacer con las ganancias? ¿Piensa retirarlas para vivir de ellas?

¿Piensa reinvertirlas para fortalecer su propio negocio? ¿Cuál es su plan? Como traders, esas son las
decisiones que debemos de tomar, para ello debemos tener muy claro cuál es nuestro plan.

De esta manera, podremos tomar decisiones alineadas con este. Lo ideal para muchas personas es buscar

un balance entre la rentabilidad y el crecimiento, permitiéndoles devengar ingresos de los cuales pueden
disponer libremente sin dejar de lado la inversión necesaria para fortalecer y hacer crecer su negocio. Pero

esto no se logra tomando decisiones al azar. Para eso es la planificación. Para tomar decisiones alineadas
con el plan.

¿Qué es lo que piensas hacer tú con los ingresos? La respuesta a esta pregunta es lo que marca la ruta de

todo negocio exitoso. Y ya que hablamos de rentabilidad, de crecimiento, y de la planificación para


alcanzarlos, debemos abordar el sueño más anhelado de todo trader, que es, vivir del trading. Cuando
nosotros hablamos de vivir del trading, indudablemente debemos enfocarnos en una guía de planificación
presupuestaria que nos permita hacer de ese proceso algo viable y sustentable.
Como ya lo he mencionado anteriormente, no existe tal cosa como unas ganancias ilimitadas. En el trading

siempre tendremos pérdidas. Es algo inevitable atravesar por rachas de pérdidas que podrían durar días,
semanas e incluso meses, en los cuales perdamos dinero. Y es allí donde una adecuada planificación

presupuestaria que nos permita mantener la rentabilidad juega un papel por demás importante en el
trading. Es fundamental que nosotros desarrollemos un plan basado en cómo pensamos y cómo

visualizamos ese vivir del trading.

Aquí deseo hacer un paréntesis para afirmar que esta es la frase que más vende en el mundo del
trading: “vivir del trading”. ¿Por qué? Porque esa es la forma en la cual intentan compilar todas las espera

nzas de las personas en un solo estado: dejar el trabajo formal. Esa idea de tener la capacidad de generar
ingresos sin ataduras, de no tener jefe o de dejar de tener alguna formalidad laboral, de disfrutar de los
beneficios de la movilidad de este negocio para así poder hacer trading desde la piscina o desde aquella
isla paradisíaca que exhibe la publicidad, toda esa idea se resume en una simple premisa:

“poder generar ingresos que te permitan vivir cómodamente sin mucho esfuerzo, trabajando solo un par d

e minutos al día”.

Esta premisa combina dos de los principales anhelos de gran parte de la población: la facilidad y la riqueza.

En el caso de las ventas de los cursos de trading, un buen lema para venderlos se
estructura de la siguiente manera:

“Comienza a hacer trading con tan sólo mil dólares y gana cien dólares diarios del mercado”.

Para muchos, esto representa su escenario ideal, porque al multiplicar cien dólares de ganancia por
veinte días hábiles al mes, eso te va a dar una ganancia de dos mil dólares por mes, con un rendimiento

mensual del 200% sobre tu capital, lo que es una maravilla. Cuando tú escuchas algo como eso y haces
las cuentas, inmediatamente te visualizas con un ingreso de dos mil dólares mensuales, que con seguridad

te alcanzarán para cubrir todos tus gastos, y que te dejarán con bastante tiempo disponible para disfrutar
de tu vida. Los que utilizan estos lemas, obviamente no te dicen que para tener ese rendimiento debes

sobre apalancarte al extremo (exponenciando las ganancias, pero también las pérdidas).

Tampoco te están diciendo que en el trading existen días, semanas y meses malos en los
cuales obviamente no vas a tener ganancias o peor aún, vas a terminar en negativo. Lo que omiten adrede

es que, en la realidad, el trading no es una máquina de ingresos constantes. Que las pérdidas siempre van
a existir y que son inevitables. Que si tú no te planificas puedes quebrar tu negocio retirando dinero cada

vez que ganas y descapitalizándote cada vez que pierdes. Haciendo una analogía con el área legal, esa
vendría a ser la letra pequeña de un contrato. Y muy pocos leen la letra pequeña antes de

firmar… Entonces, para poder planificar de forma factible vivir del trading, debemos tomar en
consideración ciertos aspectos que explico a continuación.

El primero de ellos es que hay una relación lógica con el capital que no podemos omitir.

Y aquí es necesario repasar los ingredientes de coherencia y capital. Si tú deseas producir grandes

ingresos mediante una operativa viable y consistente, debes disponer de un capital acorde con las
ganancias que planeas recibir. Una operativa en la cual, a través de un sobre apalancamiento, busque

generar un 300% de rentabilidad sobre el capital, quizás lo logre hacer algunas veces, pero de seguro no
será una constante y terminará perdiendo todo el capital, porque recordemos que el apalancamiento es

asimétrico, es decir, a medida que lo incrementamos, también exponenciamos tanto las ganancias como
las pérdidas. Hay personas que todavía no asumen esto último. Es decir, ellos piensan que el

apalancamiento únicamente hace que ganes mucho, pero no asumen que también puede hacer que
pierdas mucho. Antes de continuar, deseo explicar de qué trata el apalancamiento que he mencionado

antes. Básicamente apalancar, en el área financiera, quiere decir operar con más dinero del que realmente

se tiene en una cuenta.

Es como un préstamo temporal que el bróker hace al trader para que éste pueda hacer trading con
posiciones mayores a los fondos que tenga en su cuenta. Ahora bien, volviendo al tema de la planificación

para vivir del trading, tenemos que lograr generar ingresos acordes con los gastos que tengamos. Y es
algo obvio que los gastos siempre serán variables para cada persona, dependiendo de factores tales como

la región en la que se viva, el tamaño del grupo familiar, el costo y consumo de los servicios, edades de
los hijos, etcétera. Pero más allá de nuestro presupuesto de gastos, y poder generar ingresos que los

cubran, debemos disponer de un capital acorde, que nos permita operar a un bajo nivel de riesgo y sin
exponer desproporcionadamente nuestro patrimonio.

Por experiencia propia y la de muchas otras personas que conozco, obtener un promedio de
veinte, cuarenta, sesenta y hasta ochenta por ciento de rentabilidad anual es un promedio sumamente
viable y por demás atractivo. Pero obtener un 80% de rentabilidad mensual es el principal esqueleto de

la fantasía del trader. Es como si esperas vivir de la lotería. Puede que algún mes logres acertar un premio,
pero es muy poco probable que puedas hacer eso mismo durante los próximos seis meses. Al igual que

en cualquier tipo de negocio, el rendimiento tendrá una proporción lógica en relación con el capital.
Mientras mayor sea el capital del que podamos disponer, obviamente calculando el riesgo con una

operativa rentable, tendremos mayor capacidad y probabilidades de generar mayores ingresos.

El segundo aspecto que debemos tomar en cuenta cuando intentamos vivir del trading es desarrollar u
na forma coherente de planificación presupuestaria.

El trading es un negocio que varía en el tiempo. Tiempo que se mide en días, semanas y meses, en los

cuales se puede tener resultados positivos (ganancias), resultados nulos (sin ganancias o pérdidas) y
resultados negativos (pérdidas). Por ello, la rentabilidad debe ser analizada siempre en el largo plazo.

Supongamos que vives exclusivamente de las ganancias producidas con el trading. Si tu sustento depende
únicamente de lo que hayas logrado producir en un mes, ¿cómo vas a hacer en los meses en los que los

resultados sean negativos o mucho más bajos que tu presupuesto de gastos? Si para cubrir todos tus
gastos dependes exclusivamente de los ingresos que consigas generar en el trading, todo eso le añadirá

una presión adicional a tu operativa. Es decir, si no generas ingresos este mes, ¿con qué dinero vas a hacer
mercado? ¿Con qué dinero vas a pagar la renta? ¿Con qué dinero pagarás los servicios?

Pero no te alarmes, porque sí existen maneras de lograrlo. Por ejemplo, una forma planificada

para administrar los ingresos del trading se realiza al compilar todas las ganancias de un año sin realizar
ningún retiro. Me explico. Tomemos como referencia mis ganancias del año 2019, desde enero hasta

diciembre del 2019. En enero del año 2020 yo puedo realizar el retiro de las ganancias de todo el año
2019. Esas ganancias yo las divido entre doce y así tengo un presupuesto que ya he generado para cada

mes del año 2020. Planificarme de esta manera me evita la presión que ejerce sobre la operativa el hecho
de depender de lo que produzca mes a mes, ya que he asegurado el presupuesto de todo el año en

curso.

De la misma manera, todas las ganancias del año 2020 me servirán para planificar mi presupuesto del año

2021. Esta es una forma planificada de poder realizar un presupuesto ajustado a las ganancias reales y a
las ganancias que ya produje, en el cual cuento únicamente con lo que ya logré producir en todo un
año de trading. Allí ya no importan los días malos, las semanas malas o los meses malos. Así me quito
la presión de tener que generar ingresos este mes para poder cubrir mis gastos. La relación entre el capital
y los ingresos, así como una planificación presupuestaria coherente, son dos aspectos de muchos que

debemos tomar en cuenta para poder planificar efectivamente cómo vivir del trading.

Hay una frase de Alan Lakein que dice que “no planificar es planear fallar”. Yo le agregaría “en el trading,
no planificar es planear fallar”.

En el trading como negocio, es fundamental la planificación.

6. Gerencia

Un gerente es la persona responsable de llevar a cabo la gestión administrativa y operativa de


una empresa o negocio, así que es evidente que todo negocio necesita un gerente que asuma el

liderazgo en la elaboración y ejecución de todo ese proceso de desarrollo estratégico tan necesario para
alcanzar el éxito.

La gerencia es igual o incluso más importante que el propio producto o el servicio que se esté ofreciendo,
ya que una buena gerencia de un producto deficiente puede identificar rápidamente las fallas y generar

un plan de acción para mejorar las deficiencias. Pero un buen producto con una mala gerencia termina
inevitablemente en pérdidas. El rol principal de la gerencia en el trading es el de poner a disposición del

trader todas las herramientas a su alcance con el fin de gestionar el negocio en función de los objetivos
del mismo. Esto puede, en ocasiones, llevar al gerente a tomar decisiones que vayan en contra de su

propia satisfacción inmediata, con el propósito de buscar exponenciar y crecer el negocio de la mejor
manera, siempre con una visión de mediano y largo plazo.

No es sencillo asumir el rol de gerente, ya que este debe desarrollar habilidades que le permitan estimular

un pensamiento crítico y evolutivo, autocontrol en los escenarios conflictivos, intuición para actuar en las
mejores condiciones generales y disponer de la mejor forma los recursos propios con el fin de maximizar

sus ganancias de acuerdo con los riesgos previamente definidos. Todas estas habilidades requeridas por
un gerente son fácilmente identificables en el trading. Allí vamos a necesitar también la gestión de capital

y de riesgo, con la salvedad de que en un negocio se puede contratar a un gerente, mientras que en el
trading nosotros somos los gerentes. Nosotros somos las personas que definimos, regulamos y

supervisamos nuestro propio accionar y somos los únicos responsables de nuestro patrimonio. Si
pensamos en el trading como algo puramente mecánico, nuestras probabilidades de éxito se reducen a
cero prácticamente porque, a pesar de que nos guiemos con parámetros claros, tenemos necesariamente

que convertirnos en tomadores de decisiones que siempre vayan alineadas con los objetivos del negocio
en función de un plan, cosa que no se puede hacer de manera mecánica. Por otra parte, un gerente

inestable, que maneje su negocio de acuerdo a su estado de ánimo, subjetividad y emocionalidad, se


convierte en el primer obstáculo para el éxito de su propia operación. Y en el trading, esta declaración se

exponencia considerablemente, ya que una de las principales causas de fracaso en este negocio se debe
a la falta de control emocional al momento de operar. El trader se convierte en un gerente totalmente

descontrolado. Desarrollar una capacidad gerencial enfocada siempre en el crecimiento, y hacer de tu


negocio una actividad sustentable, creo que es un lema con el cual podemos cerrar este

elemento. Debemos desarrollar una capacidad gerencial que siempre se enfoque en el crecimiento y en
hacer que el negocio sea realmente sustentable.

7. Desarrollo personal

Históricamente el ser humano ha desarrollado un instinto de competitividad en cada área en la que nos
desenvolvemos, y que tiende a ser más o menos agresivo. En algunos casos es algo consciente, mientras

que en otros casos lo hacemos inconscientemente. Pero la competitividad resulta ser un factor común en
los diversos escenarios sociales en los que nos desarrollamos como humanidad. Y el trading no se escapa

de esto. Gracias a la concepción fantasiosa del trading que se propaga a través de la publicidad que circula
en redes sociales y medios de comunicación, así como a los egos enfrentados de quienes buscan siempre

“ganar” en una competencia irreal e innecesaria, se termina deformando la verdadera esencia de este
negocio. Para obtener ganancias en el trading no es necesario captar clientes que formen parte de un

esquema piramidal o un esquema multinivel.

Tampoco es necesario demostrar que tienes la mejor operativa o que eres el mejor trader. Es menos
necesario aun demostrar que tienes una efectividad inmejorable. Y mucho menos te premian por vencer

a un determinado rival. Es más, ni siquiera se obtienen ganancias por eso. Las ganancias en el trading se
obtienen por desarrollar habilidades propias para operar en los mercados financieros. El trading es un
negocio de desarrollo personal, financiero e individual.
A diferencia de cualquier otro negocio, el trading se enfoca estrictamente en tu trabajo, sin verse afectado

por el trabajo o desenvolvimiento de otras personas. Es algo común que pienses en algún compañero, o
en alguna persona que conozcas, y quieras comparar operativas, resultados, sensaciones y experiencias,

cuando la verdad es que las comparaciones entre uno y otro no ofrecen ninguna información que sea
realmente de valor. Lo que te quiero decir con esto es que tú y yo podemos tener diferentes puntos de

vista y opiniones en relación al trading; podemos manejar diferentes operativas con estrategias
completamente distintas; podemos tener cada uno diferentes concepciones en teorías; y, aun así, ambos

podemos tener éxito en el trading. El éxito o fracaso de uno de nosotros no impacta de ninguna forma el
resultado del otro. La competencia refleja principalmente esa desvirtualización de la concepción real del

trading, impulsada principalmente por el ego. Un ego que se eleva a su máxima potencia en las redes
sociales. Para muchas personas, las redes sociales se convierten en el canal idóneo para manifestar sus

frustraciones o para alimentar la envidia por lo que el otro representa, aunque esa representación
pueda ser irreal. En muchos casos, las personas que se enfrascan en ese mundo de competitividad no

buscan desarrollar su crecimiento financiero con el trading, sino que se empeñan en superar la
influencia que otras personas tienen en ese ámbito. Influencia que se traduce en cantidad de seguidores,

razón por la cual reducen su enfoque solo a generar dinero para impresionar y captar más gente. Así se
enfrascan en un duelo que causa vergüenza ajena y ganas de reír a los que mantenemos alguna

objetividad.

Pero para quienes se manejan en la subjetividad, me refiero a algunos esperanzados que se dejan llevar
por estos personajes, sin darse cuenta de que empiezan a formar parte de una tribu que defiende algo,

aunque no tengan muy claro qué es lo que están defendiendo, puede resultar sumamente riesgoso ya
que, en muchos casos, son los primeros que pierden su dinero financiando el culto personal de su

“gurú”. En el trading, cuando logras comprender que no existe una verdad absoluta, que no existe una
única estrategia y que no es necesario que el otro se equivoque para que tu tengas la razón, en ese

momento es en el que evolucionas dentro la profesión. Así que vale la pena que te preguntes ¿tú necesitas
que otros fracasen para tener éxito? Si la respuesta es “sí”, entonces aún tienes trabajo por hacer.
8. Realidad

Lo real es lo que tiene una existencia objetiva. Es decir, que existe fuera de quien lo observa porque

es perceptible a través de los sentidos. Así que cuando hablamos de realidad, hablamos de una percepción
objetiva, que es el último ingrediente al que me voy a referir, ya que este es el enfoque que nos permite

aceptar la realidad del negocio que hemos decidido emprender, y en él lo principal que debes asumir es
que no existe tal cosa como ganancias ilimitadas. Puedo decir por experiencia que el trading tiene un

antes y un después. El antes lo representa esa emoción o esa alegría que surge al conocer esta actividad
y al experimentar la gran alegría asociada a ella cuando se gana.

Alegría que se desvanece, se disipa, se destroza, cuando llegan las tan temidas pérdidas, lo que vendría a

representar el después.

Como ya he comentado en capítulos anteriores y en este mismo capítulo, la concepción fantasiosa del

trading recrea un escenario que gira alrededor de las infinitas ganancias que podemos producir, trayendo
como consecuencia la mitificación de este negocio o profesión. Lo más común al iniciar en este negocio

es visualizar y enfocarnos en las ganancias. En el día positivo. Concentramos toda nuestra atención en eso,
eliminando la pérdida como un posible resultado. Para nosotros, la pérdida no existe. Solo observamos el

mercado, manteniendo el enfoque en las oportunidades que este nos ofrece: “mira hoy como ése índice
dio 50 puntos”; “hoy en una sola venta dio 500 dólares”; y así, solo miramos lo que nos interesa, que es la

ganancia. Existe una especie de invisibilización de la pérdida en el subconsciente humano. Para un


principiante es muy fácil asociar la ganancia con el bienestar. Al fin y al cabo, esa es la finalidad de todo

esto: ganar dinero. Y, de cierta manera, ganar es tan fácil… ¿por qué? Porque todo lo que necesitamos es
un impulso para lograr quedar positivos. Es bajo esa mentalidad que nosotros empezamos a operar.

Ganar fácil. Pero justo en el momento en el que sobreviene una pérdida, todo nuestro escenario cambia
drásticamente, obligándonos a aprender de la manera más dura, cómo convivir con las pérdidas. Eso

representa un trauma que en ocasiones es tan impactante, que la mayoría de las personas se bloquean y
no logran salir de esa realidad. ¿Qué es una pérdida? Es una operación que termina con un resultado

negativo, en la que pierdes dinero y que puede ser generada por múltiples factores. Algunos de ellos
pueden ser: la operación viene de una entrada sin ningún criterio lógico; viene de un mal análisis; viene

de una mala gestión monetaria; viene de una mala gestión emocional; viene por un mal manejo del trader;
viene de un mercado complicado que evidentemente se vuelca en contra; o incluso, de un factor
probabilístico implícito en el trading. Hay algunos aspectos que nosotros no podemos controlar. No

poseemos el control del mercado o una visión adivinadora del futuro para poder visualizar con exactitud
todos los componentes.

Lamentablemente esa es la verdad. Y decirle a un principiante que no puede predecir el mercado o que

no hay nada que pueda hacer para lograr salir siempre con un resultado positivo, es como hablarle en un
idioma diferente a su idioma natal. Algunas veces parecen entenderlo, pero en el fondo no lo

entienden. Como ya he explicado, la principal motivación para incursionar en el trading es hacer mucho
dinero en poco tiempo y con poco esfuerzo.

Entonces, al escuchar una explicación como esa, las personas reaccionan diciendo:

“bueno, pero ¿cómo me vas a decir que también se puede perder dinero? Eso es algo así como mezclar ace
ite y agua”.

Y la reacción más común de estas personas es mirarte como si tú fueras la causa del problema, porque n

o conoces la súper técnica del “gurú”, porque no tienes tal o cual indicador, o por cualquier otra razón.
Muy pocas veces cuestionan sus conocimientos y experiencia necesaria para poder interpretar y operar

correctamente. El reduccionismo es un método que satisface la necesidad de obtener algo sin mayor
esfuerzo, como una especie de efecto placebo. Algunos se estancan en esa etapa, en esa búsqueda del

trading perfecto, buscando emular al “gurú” que nunca ha perdido una operación.

Otros desisten, ya que no conciben un negocio dónde puedan perder dinero. Y algunos decidimos
visualizar el trading de manera más integral y real, asumiendo que, aunque pierdas, puedes lograr
mantener una rentabilidad atractiva y coherente a largo plazo. Porque si las ganancias y pérdidas sólo

forman parte de un balance, y la idea es mantener un balance positivo a largo plazo, asumir ganancias y
pérdidas de manera coherente te va a permitir mantener una rentabilidad atractiva, si realmente quieres

dedicarte a esto.

El trading es un negocio en el que debes permitirte perder para tener posibilidades de ganar. El mercado
ya de por sí siempre presenta un contexto dinámico y con capacidad evasiva para eventos preventivos al
100%. Pretender mantener un nivel de acierto impecable es similar al sueño de un beisbolista de querer
batear todas las pelotas sacándolas de jonrón, o al de un basquetbolista de querer encestar todos los

lanzamientos al aro. Cualquier persona puede inferir que eso es una locura. Que es algo técnicamente
imposible. Pero eso no es algo que esté tan claro para las personas que comienzan en el trading. En el

trading, aceptar la realidad y afrontar la imperfección del negocio es lo que nos permite hacerlo
verdaderamente rentable. Profesionalización, estadísticas, coherencia, capital, planificación, gerencia,

desarrollo personal y realidad son los ocho ingredientes que considero fundamentales a la hora de
incursionar en el trading.

Ya he explicado cada uno de ellos como elementos primordiales para poder desarrollar rentabilidad en

este negocio. ¿Existe algún orden entre ellos? No. Como seguro ya te has dado cuenta, a pesar de ser
elementos separados, al mismo tiempo interactúan unos con otros.

Por ejemplo, la planificación sin coherencia no tiene ningún sentido. La definición del capital debe ser

coherente.

El capital debe ser planificado. Cuando hablamos de la realidad, lo considero un eje, una columna vertebral

que está dentro de todos esos ingredientes. Lo mismo ocurre con el capital, sin el cual no se puede
operar. ¿Son estos los únicos ingredientes necesarios para poder alcanzar el éxito en el trading? No me

atrevería a ser tan excluyente, ya que pueden existir numerosas combinaciones y enfoques que no he
sistematizado tan oportunamente como lo he hecho con los antes descritos. Sin embargo, estos son

los que considero vitales, más allá de su orden o de la incorporación de otros. Estos ingredientes no tienen
un orden especifico. Todos son importantes. Todos están interrelacionados y en mi experiencia, los

necesitamos a todos para hacer del trading un negocio rentable.


Capítulo VI

Reflexiona, motívate a la acción y emprende

Como ya te he relatado al inicio de este libro, perdí una importante suma de dinero como consecuencia

directa de la concepción errada que tenía acerca del trading. Por eso, me vi involucrado en una estafa
llevada a cabo por alguien que se aprovechó de la fantasía que yo había creado en mi mente al respecto.

Fue esa fantasía respecto al trading lo que me convirtió en una presa fácil para él. Lo único que tuvo que
hacer fue mostrarme un poco de lo que yo quería ver. Así de simple… Para muchos, esa experiencia podría

ser devastadora. Pero para mí, fue el inicio de una emocionante aventura que me ha permitido descubrir
las claves para convertir al trading en un negocio rentable en el largo plazo del cual poder vivir. Y no estoy

diciendo que no la haya pasado mal por la súbita pérdida de mis ahorros, ni por el engaño del que fui
víctima, ni por todo lo que tuve que hacer después para tratar de recuperar mi dinero.

Lo que estoy diciendo es que, a pesar de todo el malestar, pena, angustia, impotencia y dolor que viví

como consecuencia de esa experiencia, todo eso me sirvió para darle dirección a mi vida. Lejos estaba yo
de pensar en aquellos aciagos días en los que improvisaba y perdía dinero sin un rumbo fijo, que esa

experiencia significaría para mí un cambio de paradigma tan significativo.

Que ese sería el inicio de mi despertar a una nueva realidad, ya no basada en la fantasía esperanzadora

que me había formado sobre el trading y su potencial para proporcionarme una riqueza instantánea
e ilimitada, así como una vida opulenta, sino una realidad en la que podía gestionar esa actividad como

se gestiona cualquier otro negocio, pensando siempre en la rentabilidad a largo plazo.

De hecho, puedo decir con total honestidad que, gracias a esa experiencia, inicié un proceso de
introspección, de estudio y de análisis, que me condujo a un entendimiento profundo del trading como un

negocio, y que me sirvió de base para adelantar otro proceso no menos importante, que fue el de auto
descubrimiento. Porque no solo se trataba de entender la actividad del trading y sus fundamentos, sino

de diferenciar en mí mismo la fantasía de la realidad, para enfocarme en lo que realmente era factible y
dejar de perder el tiempo en ilusorias distracciones.
Sólo así el trading funcionaría justo como yo deseaba. El resultado de todo lo vivido desde mis inicios en

el trading me ha conducido a desarrollar el éxito en este negocio. Y no estoy diciendo que no pude haber
llegado al mismo entendimiento por una vía menos dolorosa y traumática. Tal vez sí. Pero nunca lo sabré,

porque mis elecciones me llevaron por el camino que ya recorrí. Pero eso ya no importa. Lo que es
realmente importante para mí es que fui capaz de sobreponerme a la adversidad, y de sacar de ella lo

mejor. Gracias a esa experiencia pude darme cuenta de que el trading puede manejarse como un negocio
rentable, cuando se es capaz de diferenciar lo factible de lo ilusorio.

Y eso es justamente lo que he tratado de transmitir en este libro. Por eso inicié contándote algunos detalles

de mi experiencia personal relacionados con esos eventos que me llevaron a cambiar mi paradigma sobre
el trading. No porque me sienta orgulloso de ellos, sino porque lo que me ocurrió a mí es algo que le ha
pasado también a otras personas, y que seguirá ocurriendo en la medida en que se sostenga esa fantasía
de que se puede obtener dinero rápido y sin esfuerzo a través del trading. Pero no todo fue malo en mi

experiencia.

Te conté que, así como encontré quien se aprovechó de mí para lucrarse sin importarle el daño que me
estaba causando, también encontré personas honestas que sí sabían de qué trataba realmente el trading

y de cuál era el enfoque adecuado para hacerlo funcionar. De estas personas recibí ayuda a través de sus

experiencias y conocimientos. Gracias a uno de ellos pude por fin darme cuenta de que el trading es un
negocio que debe ser visto como un negocio a largo plazo, que fue lo que me llevó a mi propio proceso

de introspección, análisis y entendimiento. Fue justo ese proceso el que me condujo a determinar tres
concepciones erradas del trading que son las que, en mi experiencia, hacen mayor daño a quienes
realizamos esta actividad.

Ellas son el desconocimiento, la fantasía y la facilidad, las cuales ya te expliqué. También te expliqué que
estas concepciones erradas conducen al trader principiante a obsesionarse y a sobrevalorar la operativa

como único mecanismo generador de riqueza, así como también a improvisar, que son los dos enfoques
que más he notado que se repiten en quienes se inician en esta actividad y que definitivamente debemos

eliminar si queremos tener éxito.

Con este análisis de lo que en mi opinión son las amenazas más importantes para quienes
nos desempeñamos en el trading, me fui a la acción y busqué la manera de sintetizar algunas bases

o fundamentos para afrontar y superar esas concepciones y enfoques errados. No de manera pasiva
y fantasiosa, esperando a que todo cambie milagrosamente a nuestro favor sin ninguna acción concreta,

sino de manera objetiva, analizando al trading como un negocio sin reglas que puede llegar a ser más
que un mito, siempre que se le vea y se le trate como un negocio real.

Es de ahí que surgen los ocho ingredientes que, a mi criterio, son primordiales para convertir al trading

en un negocio rentable y no quebrar en el intento, que son los elementos con los cuales he logrado
cimentar mi negocio al día de hoy. Ahora bien, todo lo que te he expuesto está basado en mis

circunstancias personales, experiencias y análisis, así como en mi propio proceso de introspección y


reflexión.

Para mí, así como para cualquier otra persona, sería imposible determinar cuál es la situación personal y

las particularidades de la realidad de cada persona que lea este libro. Con esto, lo que quiero es reforzar
la idea de que todo lo que he expuesto no debe ser tomado como una verdad absoluta, porque no lo es.

Esto es más que todo una ventana a través de la cual puedes visualizar la experiencia de alguien más, en
este caso mi experiencia, que me llevó a reflexionar, a analizar y a entender cómo hacer del trading un

negocio rentable.

Y es a eso a lo que te invito. A que hagas tu propio proceso de introspección y de reflexión en relación a

cuál ha sido tu experiencia, tomando en cuenta todo lo relatado, y que determines con qué te sientes
identificado, cuáles son los elementos que necesitas potenciar, o cuáles otros elementos agregarías.

No se trata de que copies lo que hago. Creo que sido bastante claro a lo largo del libro al respecto. Se

trata de que analices lo relatado y de que adaptes de mi experiencia lo que te sirva.

Porque más allá de mi experiencia, están el proceso de reflexión que me permitió darme cuenta de

la fantasía en la cual estaba viviendo esa experiencia, el proceso de introspección con el que pude
determinar qué era lo que yo necesitaba cambiar internamente, y el proceso de análisis que me

permitió establecer lo que necesitaba aprender e implementar para que el trading funcionara para
mí. Entonces, es mi objetivo primordial que estas páginas sirvan como base para desarrollar un

proceso reflexivo en función de las circunstancias personales de cada quien, tal como lo que hice yo en
función a las mías. Lo que busco con este libro es motivar a la acción, para que este sea el inicio de
un proceso de reinterpretación del trading para cada persona, alejado de ese mercadeo avasallante
que vende fantasías, y enfocado en lo que factiblemente se puede lograr.
Mi objetivo es que, al finalizar la lectura de este material, puedas visualizar al trading como un negocio

rentable. Ese es el centro y objetivo primario de mi mensaje. Que puedas ver al trading desde un nuevo
paradigma. Y dentro de ese nuevo paradigma, quiero que busques un enfoque factible que te permita

avanzar, porque ya sabes que hay enfoques fantasiosos que son por demás atractivos y que obviamente
son el anhelo de todo ser humano, pero que no son realizables, mientras que hay otros enfoques que sí

son factibles y que, aunque quizá no sean tan espectaculares, seguramente van a ser más satisfactorios
cuando los logres alcanzar.

Por experiencia sé que todo esto es un trabajo muy difícil de llevar a cabo. Es por eso que busco con este

libro servirte de facilitador para que te plantees una perspectiva desde el punto en el que te encuentres,
con el fin de que logres desarrollar una visión de negocios personal con la ayuda de mi experiencia. Esa
es la razón por la cual te compartí mi experiencia y mi punto de vista, así como todo el proceso de reflexión
por el cual atravesé en un período de más de siete años de mi vida, que son los años de experiencia que

tengo en el trading.

A lo largo de esos siete años atravesé por diversas etapas, y cada una de ellas me ayudó a plantear el
trading como mi negocio. Y eso es lo que yo te invito a hacer. Han transcurrido ya más de 4 años desde

que me di cuenta de lo equivocado y lo perdido que estaba en el mundo del trading.

Y aunque no ha pasado tanto tiempo, ahora que he logrado hacer del trading un negocio rentable,

percibo esa amarga experiencia como algo muy lejano que me ayudó a alcanzar las metas que me
había propuesto, y eso me ha hecho crecer. Para mí, hablar del trading desde la perspectiva de negocio

es hablar de emprendimiento.

Emprender es un proceso sinérgico que busca crear de la nada, que busca desarrollar autonomía, que
busca alcanzar un nivel de satisfacción personal propio que siempre engrandece a los involucrados. Hacer

del trading tu negocio es emprender, porque tienes que iniciar un negocio que tiene un grado de dificultad
alto ya que no tiene reglas fijas, y porque lo tienes que armar tú mismo.

Y tal vez sea el hecho de no tener reglas lo que aleja al trading de los paradigmas de los negocios
tradicionales, lo que conduce a los emprendedores del trading a una constante lucha contra los
paradigmas establecidos de los negocios convencionales. Emprender en el trading es tratar de salirte de
la carrera de ratas, como llama Robert Kiyosaki en
su libro “Padre Rico, Padre Pobre”, al proceso de quedar atrapado haciendo siempre lo mismo para gana

r dinero. Veo al trading como un emprendimiento porque se trata de crear un negocio de la nada.

Entonces, empezar a hacer trading como un negocio o reconfigurar todo el trading que vienes haciendo
para gestionarlo como un negocio, requiere que te comprometas a emprender, con toda la

complejidad que representa esa palabra y que, aunque es una palabra que está de moda, aún necesita
ser valorada adecuadamente en el mundo del trading.

¿Se puede hacer? ¿Se puede emprender en el trading? ¡Claro que se puede! Yo soy la prueba viviente de

que se puede. No solo por mi experiencia personal, sino porque día tras día ayudo a muchas
otras personas a lograrlo. Pero si decides recorrer ese camino, tu éxito dependerá de que logres

enfocarte en lo más importante, que es la acción.

Tienes que activarte. Necesitas impulsarte en la búsqueda de tu objetivo, no como el anhelo de algo

fantasioso que aparecerá mágicamente en tu puerta, sino tomando acciones concretas que te lleven a
alcanzarlo. La principal dificultad que tenemos en el mundo del trading es que esperamos que los

resultados lleguen de forma fácil.

Y cuando nos damos cuenta de que no será así, entonces desistimos o buscamos atajos, lo que siempre
nos conduce al fracaso. Sí se puede emprender en el trading. Sí se puede lograr. Sí se puede hacer rentable

el trading de una forma realista. Sí se puede vivir del trading. Yo lo logré. Y desde enero del año 2019, lo
muestro día a día en mis redes sociales de forma clara, abierta y, además, totalmente gratuita. Y es curioso,

por decir lo menos, ver cómo el hecho de tratar de ayudar a otros de forma gratuita, mostrando en tiempo
real lo que hago e invirtiendo parte importante de mi tiempo en ello, pueda ser convertido en un estigma

social. Pero eso me ha ocurrido a mí en varias oportunidades. En ocasiones, he recibido mensajes a través
de las redes sociales en los cuales me dicen cosas como estas:

“Bueno. Si tú eres rentable haciendo trading, cuál es tu afán de capacitar a las personas y más aún, por
qué tu afán de demostrarle a las personas lo que te hace rentable día tras día”.

Estas personas que han cuestionado mi trabajo y mis motivos no entienden que lo que me impulsa
a prestar mi apoyo va mucho más allá de obtener un beneficio económico. No entienden que yo podría
estar muy cómodo en mi oficina, en mi casa o en cualquier lugar que elija alrededor del mundo, sin

preocuparme porque las personas entiendan cual es la verdadera realidad de este negocio. Pero mi
compromiso está enfocado en que las personas puedan emprender. En primer lugar, porque sé que sí es

posible. En segundo lugar, porque es mi contribución a nivel social el ayudar a otras personas a alcanzar
el éxito de la misma manera que hubo personas que me ayudaron a mí.

Y, por último, estoy consciente de que muchas personas no pueden pagar un proceso de capacitación

como el que yo ofrezco, pero eso no me impide mostrar a toda la comunidad, a grandes rasgos,
cómo hacer del trading un negocio rentable.

No me impide ayudarlos mostrándole algunas ideas y posibilidades de una forma totalmente

gratuita. Estoy consciente que todo esto es un trabajo difícil y que, según mis socios, mis amigos, e incluso
mi familia, es muy poco lo que gano en comparación con el tiempo que le dedico. Y puede que

tengan razón, porque capacitar a las personas, enseñarlas, motivarlas a emprender, en fin, asumir el rol
de mentor, es un proceso al que tienes que invertirle mucho tiempo. Pero tal vez ellos no se dan cuenta de

que lo que me motiva a hacerlo no es el dinero ni el tiempo invertido, sino la pasión que siento por lo que
hago y el deseo de retribuir de alguna manera lo que he recibido. Algunas personas piensan que mi lucha

es una quimera, algo imposible de alcanzar porque, aunque trato de mostrar algo que es real, la fantasía
circundante es siempre más avasallante y termina dominando a las masas. Tristemente para mí ellos

podrían tener razón. Basta con echar un vistazo a las redes sociales para darse cuenta de que cada vez

hay más personas esperanzadas por el trading, creyendo que van a llegar a este mundo haciéndose
millonarios de un día para otro.

Creen que es fácil hacer dinero con esto. Y yo soy consciente de ello. Estoy consciente de que la labor que

asumí es casi imposible de realizar, porque se trata de cambiar la mentalidad colectiva de la comunidad
del trading.

Es bastante probable que, si este libro hablara de cómo hacerte millonario en cinco minutos, se convirtiera

de la noche a la mañana en un Best Seller. Se venderían millones de ejemplares.

Pero este libro está enfocado en las personas que buscan una perspectiva real y factible para hacer del

trading un negocio rentable, razón por la cual, puede que se reduzca muchísimo la cantidad de personas
interesadas en leerlo, lo cual no me molesta. Si no voy a poder ayudar a formar un criterio realista sobre
el trading, entonces no me interesa vender millones de ejemplares de mi libro. Prefiero motivar de manera
factible y ayudar a un solo emprendedor, que engañar a millones de personas solo para vender.
Además, cuando me cuestionan sobre el tiempo que invierto en ayudar a otros de forma gratuita,

yo siempre respondo que me gusta pensar que lo hago como parte de mi evolución personal.

Que mejoro como persona cada vez que tomo la iniciativa de hacer todo lo que esté a mi alcance para
ayudar al menos a una persona a que mejore su vida gracias a algo que yo le di. Afortunadamente, gracias

a mi proceso de capacitación y a mis redes sociales, puedo darme cuenta de que lo he logrado, porque
ahí me llegan comentarios de personas que han cambiado su visión del trading gracias a su interacción

conmigo y que, aunque no las conozco personalmente porque no han recibido mi capacitación, han
logrado encontrar un proceso de rentabilidad real. Con frecuencia me envían resultados, me escriben y

me agradecen. Y eso es algo que a mí me llena de profunda satisfacción. Finalmente, yo a las personas les
digo que, si se capacitan conmigo, obviamente yo estaré comprometido en ayudarlos, pero que, si no lo
pueden hacer, yo buscaré ayudarlos en la medida de mis posibilidades, dándoles al menos un baño de
realidad que, si lo saben aprovechar, cambiará sus vidas.

Emprende tu negocio de trading. Cuenta conmigo para ello. Hay muchas formas en las cuales yo te puedo

ayudar. Este libro es una de ellas, pero hay más. Todo lo que he escrito es real y ha funcionado para mí y
para otras personas que me siguen. Yo he alcanzado la rentabilidad en mi negocio de trading. Y así como

yo lo logré, tú también lo puedes lograr. Claro, siempre que eso sea lo que realmente deseas.

Gracias por leer este libro. Espero que de alguna manera haya sido útil para ti. Si así fue, entonces

he cumplido mi objetivo…

Alfredo Chaumer

El trading como negocio se terminó de imprimir en marzo de 2020. Su edición estuvo a cargo de Epicbook Diseño
Editorial, en la Ciudad de México.

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alex@epicbook.com.mx

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