VIAJE DE ENEAS: LIBRO VI

“No lejos de aquí se extienden hacia todas partes las Llanuras del Llanto; con este nombre las llaman.
Aquí a los que duró amor de cruel consunción devoró ocultan senderos escondidos y un bosque de mirto
los envuelve; ni en la muerte les dejan sus cuitas. Por estos lugares distingue a Fedra y a Procris y a la
triste Erifile mostrando las heridas de su cruel hijo, y a Evadne y Pasífae; Laodamia les acompaña y
Céneo, mozo un día y hoy mujer de nuevo, vuelta a su antigua figura por obra del destino. Entre todas
ellas la fenicia Dido, reciente aún su herida” LIBRO VI

Uno de los nombres más comunes con los que se hace referencia al inframundo es Averno, este, desde el
punto de vista etimológico, se origina de la unión del prefijo griego de carácter privativo αν-, que quiere
decir “sin”, junto con la palabra ὄρνις, que significa “ave o pájaro”, es decir, que literalmente sería el
lugar sin pájaros. Esto posee mucho sentido, pues antiguamente se creía que algunas de las entradas
hacia el inframundo se encontraban en los cráteres de los volcanes (como el Vesubio) o en las cercanías
de estos, lugares de los cuales constantemente emanaba gases sulfurosos o calor (en forma de vapor),
proveniente de las entrañas de la tierra, eran condiciones extremas, por lo tanto no existía la posibilidad
de que las aves pudiesen vivir en esos sitios; es más, ni siquiera podían acercarse, ya que correrían el
riesgo de perder la vida.
En la Eneida, al igual que se presenta en la Odisea, el inframundo posee una ubicación bien definida en el
cosmos. Minois (2005) menciona que Virgilio proponía, como una de las entradas de los infiernos, las
marismas del Aqueronte, cerca de Cannes, en Campania, llamado hoy el lago Fusaro, que sería uno de los
lugares por donde fluye el río infernal (p. 69). Sin embargo, en la Eneida se muestra el cráter de un volcán
cercano a Cumas, como una de estas puertas del infierno por donde se podía hacer el ingreso.

CITAS TEXTUALES DEL LIBRO VI DE LA ENEIDA QUE EJEMPLIFICAN EL RECORRIDO

POR LA ULTRATUMBA:

Estos versos muestran momentos clave

del recorrido de Eneas por la ultratumba
en el Libro VI de la Eneida, enfocándose en las elecciones, los desafíos y las
promesas de guía y visión panorámica que se le presentan en su viaje.

1• "Aquí está la región donde el camino se divide en dos partes: la derecha conduce
a los muros del gran Dite, esta es la ruta de Elysium para nosotros; pero la izquierda castiga a los
malvados y los
envía al impío Tártaro." (Eneida, Libro VI, versos 539-542). Esta cita describe la
elección de caminos que Eneas debe
hacer, uno lleva al reino de los muertos justos y el otro a la condenación en el
Tártaro.
2: "Fácil es el descenso al Averno: la puerta del oscuro Dite está abierta tanto
de día como de noche; pero volver atrás y salir hacia las alturas del aire, eso es lo

difícil, ese es el desafío." (Eneida, Libro VI, versos 126-129). Aquí se resalta la
facilidad de entrar al inframundo, pero la dificultad de salir de él y ascender
nuevamente.
3: "Tú, quien sea que seas, no creo que respires aún el aire vital de los dioses y camines por las calles de
Tiro. Gritad esto en la ciudad: '¡Soy yo quien lo hizo! Mira
ahora; porque te guío hasta la cima más
alta, desde donde se ve el curso lejano y la tierra que surge lejos y se presenta
lejana." (Eneida, Libro VI, versos 688-692). Aquí, el alma de Cicerón se dirige a Eneas y le asegura que
lo está guiando hacia las alturas más elevadas
desde donde se puede ver el mundo entero.

Ajustado a la consigna describiré las etapas del viaje de Eneas en el Libro Sexto de la Eneida y su
simbolismo. Basados en las citas que la profesora ha propuesto de los Autores Campbell, 1980 y K.
Kerényi, 2004.

En cuanto a las etapas del camino del Héroe Eneas nos encontramos que su Separación está dada por el
principio de la historia. Se cuenta cómo se separan los grupos, Eneas por adición lo hace en busca de su
destino. Encontrado con Deífobe también aparecen las primeras deidades (seres sobrenaturales), Trivia y
Dédalo, a continuación, aparece Apolo en el Cuerpo de la Síbila.

En cuanto hace aparición Apolo se comienza la etapa de Iniciación por parte del protagonista, la
búsqueda que realiza para hallar a su padre, conforma el objetivo del héroe, no es, sino una quimera,
puesto que existe una gran dificultad para lo que se propone. Prosigue con el símbolo que le hace buscar
Deífobe (una rama dorada) con el fin de que las puertas se abran, aparece pues otro ser divino en este caso
Prosérpina, quien concede el pasaje al tártaro si se es digno. Ya en búsqueda de la rama se enfrentan a la
muerte de un amigo, aquí el protagonista demuestra una hazaña de valor al superponer sus objetivos por
sobre sus sentimientos, continúa así la búsqueda. Al volver realizan el ritual funeral, aparecen símbolos
propios del ritual como “Agua pura” (con ella la purificación) y “Rama de olivo”, finalmente rezaron.

Continua a las orillas del Cocito acompañado de almas en pena, se enfrenta simbólicamente a Palinuro y
su sacrilegio pedido, sigue con Caronte, quien le pone a prueba para pasar al otro lado del río, a su vez se
enfrentan a Cérbero y logra atravesar a los umbrales de las almas que sufren en la eternidad
(simbólicamente: infierno, también conocido como Campos del Llanto), condenados a muerte; Se
presenta simbólicamente al suicidio como pecado, a quienes no lograron vivir lo suficiente, es decir, a
niños, así como personas condenadas a muerte en vida, los que mataron sin intencionalidad y se quitaron
la vida, y por último a quienes dejaron de vivir a causa de un amor no correspondido. Eneas se apiada de
un amor al que no correspondió, Didó se ve envuelta en una muerte agónica por esto (al suicidarse). Se le
presenta la confianza y lujuria que lo llevó a la muerte a Deífobo. Conoce el pecado de atentar contra los
dioses y como lo sufren los Titanes, están en este infierno aquellos que hicieron cosas malas en vida
(adulterio, chantajes, estafas, los infieles a sus dueños, corrupciones y hasta incesto).

Como elementos que dan vida al Mitologema, entre otros… En el presente poema, tenemos en primer
lugar, a las ofrendas; Sacrificio de siete novillos, ritual de iniciación; Rezar a Apolo y así dar abertura en
el camino sinuoso de Eneas; Ritual Funeral; Sacrificio en nombre de deidades como Euménides y su
Hermana, a Proserpina y Plutón. Vienen con ella, luego, El descenso al inframundo, el Aqueronte y el
Cocito; visiones de espíritus, de otras personas, centauros, quimeras, harpías, etc. Se enfrenta a
tentaciones, la de llevarse en el camino el alma de Palinuro para que éste sea salvo en la muerte, aunque
en la vida no lo esté ya que no fue sepultado.

Y para finalizar, podemos afirmar el Retorno al ser mencionado por el padre de Eneas. Puesta en
contexto: en ésta última etapa, tenemos símbolos representativos del equivalente al cielo en la biblia, en
éste se describe tal cual para las almas que triunfaron de alguna manera en vida, quienes tienen
oportunidad de entrar es porque son honorables, el ambiente es acogedor, pues hay música, espacio libre,
ejercitación del cuerpo (gimnasios), etc. Museo (un gigante), los lleva donde Anquises. Llegados a este
punto, constituye, en todo caso, lo que Joseph Campbell en diálogo con Bill Moyers[The Power of Myth.
Emecé Editores, Barcelona, 1991.], designa como Iluminación, un aspecto propio del viaje del Héroe y
un símbolo para aquel que ha obrado en bien y acorde a los dioses sin desviarse del camino dictado por
los valores, en este caso, aquellos que la obra va dejando al paso con las etapas del héroe Eneas. Dicha
iluminación está dada por las visiones futuras que Anquises presenta al hijo, teniendo en cuenta que esta
propiedad del héroe es el punto final a su travesía, en palabras de Campbell, Iluminación: “es el
reconocimiento del resplandor de una eternidad sobre todas las cosas”. Joseph Campbell en diálogo con
Bill Moyers[The Power of Myth. Emecé Editores, Barcelona, 1991.]. Y el retorno concluye en Anquises
quien lo guía por la Puerta de los Falsos Sueños, devuelto a sus compatriotas.