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Chuquisaca o La Plata Perulera

(Conclusión)

Capítulo X

De Sucre a Melgarejo
El atentado de Sucre en 1828, inició el Isidoro Belzu. Siendo coronel había
primer motín contra el orden constitucional desobedecido al presidente Ballivián. Este,
en Boliviá. en castigo, le degradó a soldado raso, y
A los demás presidentes les une un vín­ entonces Belzu amotinó su batallón y dio un
culo común: casi todos han sido caudillos susto al presidente, que escapó saltando las
militares o políticos, que lograron apoderar­ paredes de palacio. Cuando escaló el poder,
se del mando, hasta legitimar su gobierno como no salieran a recibirle en Sucre, ni el
por el camino de las prácticas republicanas. vecindario, ni los empleados públicos, que
La historia de casi todas las presiden­ en su mayoría eran ballivianistas, exas­
cias de Bolivia son la historia de las des­ perado ^decretó la cesantía de todos los
gracias del país, haciendo bueno lo que dice funcionarios judiciales y civiles. Halagó las
Córneille: L e p ire des états, c ’est l ’eta t pasiones populares, e inauguró la época del
populaíre (13) Así se desprende del siguienté terror dictatorial que había de llegar al
rápido historial. colmo en el gobierno de Melgarejo.

★ * *
Entendiendo Belzu que las familias más
El general Pedro Blanco fue el sucesor aristocráticas de la República eran ene­
de Sucre. Gobernó hasta el 31 de diciembre migas de su gobierno, opuso a ellas la plebe,
de 1828. Al tiempo de ceñirse la banda a la manera de Rosas en Buenos Aires. Uno
tricolor, cayó atravesado por las balas en La y otro dictador fundaron las democracias
Recoleta de Sucre. en sus respectivos países, pero sin educar al
pueblo.

Andrés Santa Cruz. Este general, que


dio muchos días de gloria a la joven R e­ Belzu tuvo que reprimir más de cuaren­
pública en Yanacocha, Socabaya e Iruya, ta revoluciones. Hastiado de tanta guerra,
tuvo la desgracia de perder la batalla de convocó un Congreso extraordinario, ante el
Yungay, contra los chilenos, Bolivia se valió que hizo dimisión del mando, después de
de esta oportunidad para desterrarlo, pintar en su mensaje con sombríos colores
dejándole morir en el ostracismo en 1865. la situación del país, Al mencionar las in­
Gobernó hasta el 9 de febrero de 1839. surrecciones y motines que continuamente
surgían, decía:
General M iguel d e Velasco. Uno de los
opositores de Santa Cruz y sucesor en pre­
sidencia. Su primer acto fue felicitar a Chile “ Revoluciones sucesivas: revoluciones
por la victoria de Yungay. Engañado y en el Sud, revoluciones en el Norte, re­
burlado por la revolución, fue víctima de la voluciones fomentadas por mis enemigos,
mala fortuna que ha perseguido a los pre­ encabezadas por mis amigos, combinadas
sidentes de Bolivia. El 22 de septiembre de en mi propia morada, surgidas de mi la­
1841, el batallón Quinto proclamó en Laja a do... ¡Dios santo!, estoy condenado a un
José Ballivián. estado perpetuo de combate” . Recomen­
daba en esta memoria a las masas po­
El general Ballivián venció al peruano pulares que habían sofocado las insurrec­
Gamarra en la batalla de Ingavi, la más ciones, y se quejaba contra la empleomanía
gloriosa de los fastos bolivianos; pero cayó que le asediaba, y de la falta de competen­
en desgracia y murió en Rio de Janeiro. cia de todos los funcionarios públicos, al­
Gobernó hasta 1847. gunos de los que, ni escribir sabían.

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Finalmente, después de una larga A todo esto, el dictador Linares ex­
permanencia en Europa, volvió a su país y perimentaba el hastio del poder, con tantas
fue bárbaramente asesinado a balazos por decepciones. Llamó a su ministro de Go­
Melgarejo en el palacio de Gobierno de La bierno, el Dr. Ruperto Fernández y le dictó
Paz en 1865. Gobernó de 1848 a 1855. un decreto convocando a nuevas elecciones
presidenciales. Fernández, en connivencia
Jorge Córdoba. General también, e hijo con los generales Achá y Manuel Sánchez,
político de JBelzu. Su bondad y mansedum­ compró al ejército y dieron el golpe de
bre le hizo caer con todo su partido. Gobernó Estado, eliminando a Linares y proclaman­
hasta 1857. La Revolución del 23 de octubre do el triunvirato.
de 1864 volvió a encontrarle, y fue asesinado
cruelmente.
Fue la primera revolución que se hizo
José María Linares. Fue un doctor que sin sangre.
encabezó la pugna del elemento civil contra
el militar. Asi, todo, sé valió de los soldados El general Achá quedó por presidente
para derribar a su antecesor Córdoba, y él definitivo. Durante su administración
mismo no pudo mantenerse en la presiden­ ocurrieron las matanzas d e Yáñez, la
cia, aunque proclamó la dictadura. página más sangrienta de la historia de
Bolivia.
En la mañana del 10 de agosto de 1858,
un grupo apostado en la plaza de La Paz,
frente a Palacio, disparó varios tiros a las Durante el viaje del presidente . al Sur
ventanas, creyendo herir a Frías. La guar­ de la República, quedó de comandante
dia del presiente disparó a los sediciosos, general en La Paz el coronel Plácido Yáñez,
haciendo algunas detenciones. Entre los hombre de carácter irascible, enemigo de
sospechosos se encontraban el franciscano los belcistas y agente de toda confianza de
fray Pórcel y dos señoras. Estas fueron Achá. Pretextando una conspiración, hizo
desterradas y el fraile degradado y con­ presos al ex-presidente Córdoba, tres ge­
denado a muerte. nerales, varios jefes y oficiales, 27 soldados
y algunas rabonas (vivanderas de ejército).
En noviembre se sublevó Potosi. El Luego, con achaque de que un grupo disparó
comandante general Narciso Campero hizo sobre la guardia que vigilaba a los presos,
frente a los amotinados, pero fue vencido y los mandó fusilar a todos en el patio del
prisionero. Una proeza casi inverosímil, un cuartel, sacándolos de las camas donde
acto de heroísmo a la romana, ennobleció a estaban durmiendo.
este militar, con cuya amistad me he hon­
rado a mi paso por Bolívia, y que, como se
yerá, llegó en su dia a presidente de la Al mes de estos sucesos, el pueblo de La
República. Paz pidió la cabeza de Yáñez; la guarnición
hizo causa común con el paisanaje; y asaltó
Al ser hecho prisionero, ios sublevados el palacio donde aguél se aposentaba. Trató
le intimaron a que entregase las llaves de la de huir por los techos; pero alcanzado por
Casa de Moneda y diera orden de rendirse a una bala, cayó al patio de una casa vecina,
la guarnición alli sitiada. Campero se negó de donde sacado por el populacho, fue
secamente, e increpó a sus guardianes arrastrado por las calles.
porque le proponían una infamia. Le so­
metieron a consejo de guerra; lo senten­
ciaron a ser pasado por las armas si no cedía Achá gobernó hasta mediados de di­
a la intimación, y le instaron a que salvara la ciembre de 1864. En esta fecha, los amigos
vida ya que todo estaba perdido. Campero se de Ballivián invitaron a Melgarejo a que
negó a todo; le arrastraron al cadalzo, le encabezara la sublevación. Este lo hizo, con
pusieron en el banquillo, le vendaron los ojos su habitual arrojo; se apoderó del cuartel de
pidiéndole siempre la orden y las llaves. rifleros y atacó en seguida el palacio de
Resistió. Le hicieron los disparos de or­ Achá; pero sin tener en cuenta a Ballivián,
denanza, pero sin bala, y a esta circunstan­ él mismo se proclamó presidente provisorio.
cia que él ignoraba debió su salvación; por­
que al ser vuelto al calabozo llegó una colum­ El gobierno de Melgarejo merece ca­
na de Sucre que deshizo a los amotinados. pitulo aparte.
Capítulo XI

Melgarejadas

Cuando la América del Sur parecía El buen clérigo se consoló al cabo del
olvidarse de Rosas y del Dr. Francia, en­ despojo, con la caritativa idea de haber
carnaciones de la dictadura ciega y brutal salvado la vida a un pobre diablo; y al mes,
en aquellos paises, cata ahí que parece en asi se acordaba del soldado como del preste
escena Mariano M elgarejo, un pretoriano de las Indias, y de la promesa que le hl-
empingorotado a la presidencia de Bolivia. ciera, como del mentir de las estrellas.

Este personaje es casi de nuestros días,


pues gobernó de 1865 al 71. Pasaron algunos años. Ya Melgarejo
hacia mangas y capirotes de Bolivia, cuan­
Su nombre, como el de tantos presiden­ do se presentó una comisión militar en
tes de Repúblicas americanas, es el símbolo apartada feligresía de indios, preguntando
del caudillo militar exaltado al poder, sin por el tata aquél.
más méritos que su audacia. Hizo del
mando una sangrienta orgia, y la historia de (Tata o padre es voz quichua con que se
su administración es la vergüenza de Bo­ llama a los sacerdotes).
livia.
Oir el cura la orden de comparecer ante
Durante su administración hubo de el dictador y azorarse y ponerse a temblar
presentar una reclamación diplomática el como un enfermo de tercianas, fue todo uno.
ministro inglés; mas como no fuese aten­ Creyéndose victima de alguna delación
dida, y para mayor ignominia el presidente calumniosa, el buen .cura dio un adiós a sus
hiciera pasear al ministro en un pollino como montañas y se dejó llevar por la escolta.
reo con coroza, Inglaterra ante la im­
posibilidad de ejercitar la acción armada, Aún no le había vuelto el resuello al
borró de los mapas oficiales el nombre de cuerpo, que se vió ante D. Mariano. Quien
Bolivia, poniendo en el claro que dejaba la recibió al tata con tanto agasajo que acabó
carta geográfica esta inscripción: “ País por desconcertarle.
habitado por salvajes” .
• Dígame, tata - -acabó por decirle el
* w * presidente: • ¿Se acuerda usted de tal día
hará un año, cuando usted venia y un sar­
gento iba por el mismo camino; y el cura iba
La primera m elgarejada o pronun­ jinete en un animal y el soldado a pie, y al
ciamiento,. pues ambas palabras son si­ separarse se invirtieron los papeles? Quiero
nónimas en Bolivia, hizola Melgarejo siendo decir, que usted se quedó sin muía y sin
sargento nada más. alforjas, ¡.'porque el m ilico se las llevó con su
bendición.
Hábil factor de motines cuarteleros,
cada uno de éstos le valia un ascenso o la El cura hizo memoria y atando cabos,
postergación, según las cosas venían bien o comprendió que el sargento de antaño era ei
mal dadas. De sargento a capitán; de ca­ presidente de hogaño; pero creyó más
pitán a soldado; de soldado a general. prudente disimular.

- Señor... -balbució, -¿quién sabe?...


En una de tantas escapadas que hubo de Transcurrió tanto tiempo...
hacer para librarse del rigor de las Or­
denanzas, iba el sargento Melgarejo solo y a - Tranquilícese usted - dijo el general;-1
pie por caminos extraviados para refugiar­ Melgarejo es hombre de palabra y agra­
se en Chile, cuando tropezó con un cura, decido. Melgarejo presidente, pagará la
caballero en una buena muía. deuda de Melgarejo fugitivo. Pida el tata lo
que quiera.
Apremiado por las circunstancias, el
infante hizo apear el jinete con la persuasiva • Mi general..., ¿quién se acuerda de
elocuencia que el mendigo pidió limosna a aquello? ¿De lo que pasó hace m arras? No
Gil Blas; tomó el nombre del cura, disculpó hubo para tanto.
su proceder en pocas palabras, y con la - Pues bien, yo proveeré -repuso Mel­
promesa del reintegro futuro, picó espuelas garejo para abreviar el diálogo. Y mandó a
en dirección a la frontera. un edecán:

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•A.D. Mariano, que venga. Pues otra vez, cuando en América reper­
Este otro D. Mariano era Donato Muñoz, cutían los desastres de Francia (en la
secretario general y único ministro del guerra del 70), el vecindario de Chuquisaca
dictador, quien le hizo extender un nom­ se alborotó con el repentino toque de lla­
bramiento de canónigo de La Paz a favor mada y botasillas a la carrera, a hora
del cura. lnusitada de la noche.
Al año siguiente, de su proclamación, El soldado boliviano es el primero ae
aprovechándose de la ausencia de Mel­ Sud-América. El como ninguno, sufrido,
garejo, el general Isidoro Belzu entró en La paciente y sumiso. El indio arrancado a sus
Paz, sublevándola y proclamándose pre­ costumbres de ocio y de inercia sufre con
sidente. estoica resignación, las recias fatigas del
Sabedor Melgarejo de este acon­ hombre de armas. Atraviesa el más ardien­
tecimiento, regresó desde Oruro, sacrifican­ te arenal y la más helada puna a marchas
do en el camino al coronel Cortés, para forzadas.
atajar la desbandada de su ejército que iba
pasándose a Belzu. En la ocasión a que me refiero, a los
Llegó a La Paz y la encontró erizada de pocos momentos estaban los batallones en la
barricadas. Inició el ataque por ocho partes plaza esperando órdenes. Generales, jefes y
distintas; pero a lo mejor se vió abandonado soldados, nadie sabia por qué ni para qué se
de los suyos, dejándole sin más compañía les hacia formar.
que la del coronel y edecán suyo, Narciso
Campero, de quien hablé antes. Pronto salieron de dudas. Por un ángulo
Viéndose traicionado, Melgarejo trató de la explanada apareció el dictador, a quien
de suicidarse, de lo que le disuadió su sus soldados conocían de lejos por su Afición
ayudante, aconsejándole jugara el todo por a los uniformes carnavalescos; costumbre
el todo y consiguiese ver a Belzu. genuinamente americana y bastante an­
tigua, pues las crónicas cuentan de un
Con este propósito, entraron juntos en la uniforme de gala del general Sucre, inter­
plaza, camino de palacio, donde estaban ceptado días antes de Ayacucho, que fue
festejando el triunfo. regalado al tambor mayor de un regimiento
español. En aquella noche de luna se presen­
Desde uno de los balcones veía venir tó Melgarejo al galope de su famoso H o-
Belzu a Melgarejo, con la natural fruición lofernes, dando al aire los vuelos de su capa
del vencedor que se prepara a recibir la colorada y las plumas de su tricornio de
espada del vencido. general.

Entra Melgarejo en palacio; cruza el Seguido de su Estado Mayor pasó por


patio por entre grupos de soldados, a entre los batallones, acabando por ponerse
quienes impone todavía con su prestigio y su al frente de la fuerza y dar la orden de
figura; sube la e escalinata y llega al primer marcha. Y así anduvieron toda la noche y
rellano. A pocos pasos le esperaba Belzu parte de la madrugada, desafiando el frío
ufano, al frente de la oficialidad. de la altiplanicie, sin que nadie supiera aún
a dónde iban.
En esto, uno de los edecanes del pre­
sidente, de nombre Machicado, en el pa­ Tampoco lo sabía Melgarejo. La víspera
roxismo de la embriaguez insulta gro­ le había dado la borrachera por ir a ayudar
seramente a Melgarejo, llegando a ame­ a los franceses, y sin más ni más, por si y
nazarle con una pistola. Echa mano a la suya ante sí, sacó la tropa de los cuarteles.....para
el otro, y al primer disparo tiende a sus pies llevarla a Francia.
ál insolente oficial. Luego airado y frenético,
se encara con Belzu y lo mata de otro pis­ Los edecanes conocían demasiad o cómo
toletazo. las gastaba su Excelencia para atreverse a
interrogarle, ni abrir los labios antes que él
Corre en seguida a la galería que daba lo hiciera. Pero con el frío de la mañanita,
al patio, lleno de tropa, y grita a los soldados Melgarejo se hizo más abordable, por lo que
con aquella voz estentórea, acompañada de uno de sus íntimos se atrevió a preguntarle:
imponente ademán: • Excelencia, ¿se puede saber a dónde
- ¡Soldados, Belzu ha muerto! ¿Quién vamos?
vive ahora?
-A Francia.
- ¡Melgarejo! Viva Melgarejo - respon­ - ¿ A Francia? Pero, Excelencia, esto
den todos. está muy lejos...¿Y por cuál camino?
Con este rasgo de audacia, de los más
notables que registra la historia de América, - A Francia por el desecho (por el atajo)
Melgarejo recobró el poder. - Pero, señor, hay que pasar el curiche
* * ★ grande (el mar).

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• No importa - replicó Melgarejo; -a Al poco rato volvió a envidar el pre­
París por el desecho, a ayudar a nuestros sidente y a pagarle el magistrado con sorbos
hermanos contra los alemanes de soconoscu. Y esto se repitió por séptima u
Y como la aventura de los batanes, octava vez, pues el dictador bebía cerveza
terminó ésta al salir el sol, hora en que vol­ como agua; aparte que si es fácil repetir las
viendo en sí su Excelencia mandó volver libaciones de un licor cualquiera; no lo es
grupas y desandarlo andado. atiborrarse de chocolate, que a la postre ha
★ ★ ★ de resultar empalagoso y.provocar a náu­
seas, magfler que Linneo le llamara teo­
En todas las reuniones de Bolivia hay la broma, manjar de los dioses.
costumbre de obligar. Como de esto hablaré
luego, adelantaré que obligara una persona Tal sucedió con nuestro convidado, al
es hacerle beber una porción de licor igual a que un color se le Iba y otro se le venia a
la que ha bebido el que hace la invitación. cada nueva obligada del anfitrión, sin que
pudiera escabullirse; pues, como niña bonita
Con motivo de ser el santo de su con­ que tiene comprometidos todos los bailes
cubina, la arrogante Juana Sánchez, dio del programa, asi. él estaba sujeto a cum­
Melgarejo un gran sarao en palacio, al que plimentar los brindis anticipados de su
asistió la crema de la capital. Excelencia. Brindis u obligadas que para el
Melgarejo era mestizo, cholo co- doctor eran obligatorios; porque ¿ quién se
chabambino; de constitución hercúlea y atrevía a desairar al César de Bolivia?
luenga barba; vehemente en sus pasiones y
exagerado en sus vicios, en la bebid a sobre Ya cuando hidrópico, casi conges­
todo. tionado y a punto de reventar, vio aparecer
Se comprenderá fácilmente que en una al cangilón, que no jicara, número nueve o
fiesta como aquella había de echar el resto. diez, hubo de ped ir pita (capitular) y ex­
No se daba punto de reposo yendo de rueda clamar con ojos de carnero d egollad o:
en rueda, obligando a todos y haciendo los • ¡Excelencia... señor... que no puedo
honores de la casa con esa amabilidad y más!
llaneza de los anfitriones americanos, de - ¡Vaya usted mucho con Dios, seor
que no puede formarse idea el europeo que marica! - dijo Melgarejo, dándole pasapor­
no haya pasado el Atlántico. te de un puntapié en el sitio que termina la
espina dorsal, con la punta de su bota
En una de tantas obligadas, cayó Mel­ granadera. -¿Chocolatito, eh? Otra vez
garejo en un corro masculino a tiempo que póngase polleras y vaya a tertuliar con las
un soldado comparecía con la charola mujeres.
(bandeja) cargada de vasos de cerveza. Y el grave, el sesudo sacerdote de
Cogió uno el presidente, y con la fórmula Thémis, aunque corrido por el exabrupto
sacramental de ¿Tom arem os?, obligó a presidencial y las carcajadas de los con­
todos, y todos le pagaron. Todos, menos uno; militones de Melgarejo, salió como ánima
alto magistrado de la Suprema Corte y del purgatorio, o si se quiere, con la alegría
hombre muy sabio y muy metódico. de mosca que a duras penas pudo alcanzar
los bordes del plato de leche en que nau­
Melgarejo advirtió la abstención y le fragara.
dijo: ★ ★ ★
- Doctor, le obligo. Acabó Melgarejo derribado por un
- Está bien, señor Presidente; le pagaré motín militar que encabezó el coronel
con una taza de chocolate. Agustín Morales. Refugióse en Lima, y en
esta ciudad murió asesinado por el hermano
- ¿Chocolate? - exclamó Melgarejo. ■ de su querida: el general y favorito suyo
Que le sirvan chocolate. José Sánchez.

Capítulo XII
Concluye la nómina presidencial.
Agustín M orales, vencedor de Mel­ blea, Morales estaba excitado de cólera'y
garejo, fue proclamado presidente pro­ cometió varios atropellos en su palacio.
visional, cargo que aceptó hasta la reunión Viendo su sobrino, el coronel La Faye, que
de las Cámaras. Ya sabemos cómo hizo trataba de arrojar por la ventana a uno de
bailar a los diputados cuando éstos tomaron los edecanes, se interpuso y fue insultado
en serio su renuncia de la Presidencia. En groseramente por su tío. La Faye le des­
aquella noche de la clausura de la Asam­ cerrajó dos tiros y lo mató.

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Con la inesperada muerte de Morales, constitucionalmente a A G regorio P acheco
los asambleístas, que andaban huidos, (1884-1888), al cual sucedieron normalmente
volvieron a reunirse, bajo la presidencia del Aniceto A rce (1888-1892), Mariano Baptista
Doctor Tomás Frías, que por esta razón tuvo (1892-1896) y Severo Fernández Alonso. Los
que encargarse de la Presidencia de la cuatro últimos pertenecían al elemento
República hasta la proclamación del nuevo civil.
mandatario. Al cabo de los años, en 1898, estalló una
Fue éste el coronel Adolfo Ballivián, insurrección militar en La Paz a nombre del
hijo del vencedor de Ingavi. Gobernó el país partido liberal, teniendo por caudillo al
trayendo a la memoria los días bonancibles coronel Pando. Venció La Paz a Sucre en la
del período administrativo del general batalla del Crucero, y desde entonces el
Sucre; pero corto fue su mando. Consumido Gobierno se ha establecido en la primera de
por una enfermedad incurable, dimitió el esas ciudades.
poder en manos del presidente del Consejo. A Pando sucede el coronel Ism ael
Tomás Frías. M ontes en 1905, luego Guachalla en 1909, y a
Por segunda vez, y en cumplimiento de habiendo muerto éste, vino H eliodoro Vi-
la Constitución, Frías se encontró a la ca­ llazón en 1910.
beza del Gobierno. Tampoco lo dejaron en
paz, por más que era presidente interino,
hasta tanto llegaba la época de elegirse al En medio de tanto desbarajuste, Bolivia
presidente de la República. Hilarión 'Daza, conserva inquebrantable la fe en sus des­
jefe del batallón de Los Colorados, que tenía tinos. Las palabras del legado de Sucre:
mayores probabilidades del triunfar por “ Conservar por entre todos los peligros la
estar apoyado en el ejército, desconfió de independencia de la República” , están
las elecciones y se apoderó del mando (4 de grabadas en todos los corazones bolivianos.
mayo de 1876) El sentimiento patriótico es la carac­
terística de todos los pueblos jóvenes; pero
Hilarión Daza, mestizo chuquisaqueño en América raya en la exaltación: Los
siguiendo la tradición de los que usurpaban criollos dicen: soy argentino, soy chileno o
el poder, se proclamó presidente provisorio. soy boliviano , con la arrogancia que los
Comenzó desde entonces el desorden en la romanos decían: Civis romanus sum. El
Administración y el despilfarro de las ren­ hogar y la escuela imbuyen en el niño las
tas fiscales. El 14 de febrero de 1877 la nobles ideas de amor a la patria y de orgullo
Asamblea gravó con el impuesto de diez: nacional, como dogmas de instrucción cí­
centavos a cada quintal de nitro (guano), y vica.
ese gravamen sirvió de pretexto a Chile
para declarar la guerra. Sin aceptar las La larga práctica de las costumbres
explicaciones de Bolivia, ni el arbitraje republicanas, imprimen carácter austero al
propuesto por el Perú, los chilenos ocuparon ejercicio de los poderes constitucionales,
el puerto de Antofagasta sin previa de­ incluso el ejecutivo.
claración de guerra. Es más fácil conseguir audiencia del
presidente de Bolivia que del alcalde de
La noticia de la ocupación de Antofagas­ Madrid. En cuanto a los ministros, no hay
ta se supo en Bolivia diez días después,
más que llamar a la puerta del despacho y
porque Daza ocultó la noticia. Declarado el hablar con ellos. Nada de antesalas ugieres
casus faederis, la República se alió con el y porteros galoneados y entonados. Se­
Perú. Hilarión Daza, en vez de marchar a la
cretarios, oficiales mayores y jefes de sec­
defensa del litoral boliviano, partió a Tacna ción resultan menos petulantes y engreídos
a combatir a los chilenos; pero al llegar a
que los covachuelistas del último Gobierno,
Camarones retrocedió, sea por temor de civil de España.
perder la presidencia de Bolivia, sea por
otros motivos. Esta retirada, con sospechas El presidente de la República, entre
de traición, determinó su caida; porque el otras preeminencias, es capitán general del
ejército, que deseaba ir al encuentro del Ejército y patrono de la Iglesia nacional.
enemigo, lo depuso obligándole a ex­ Los mayores honores que se le tributan
patriarse. es cuando la inauguración del Congreso. La
Vuelto a Bolivia en febrero de 1894, fue comitiva se forma en Palacio y sale a pie. La
asesinado en Uyuni por los oficiales Man­ forman todos los empleados civiles, altos y
gudo y Castillo, según lo dice la sentencia bajos, magistrados y jefes de ejército. Van
judicial. en dos filas, yendo en medio las banderas,
A Daza le sucedió el general N arciso que llevan los ayudantes de batallón. Al
Campero, llamado por el Congreso a Bolivia último, el presidente con los ministros y
para hacerse cargo del mando supremo edecanes. Presidente, secretarios de Es­
después de la derrota en La Alianza del tado y magistrados visten frac, distinguién­
ejército confederado. Campero administró dose el primero por la banda tricolor que
con tino y honradez, hasta entregar el poder cruza su pecho.

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Llegado al Salón Legislativo, se sienta los de los antiguos virreyes y capitanes
en la mesa presidencial, lee el Mensaje ante generales de Indias, que tenian guardias de
los representantes, y se va en igual forma corps y ceremonias iguales a los reyes en
que vino. Madrid, »
Cuando asiste oficialmente a una fun­ Da la medida de. la etiqueta oficial
ción religiosa, es recibido a la puerta de la cuando el coloniaje, lo que se cuenta de los
Catedral, por un canónigo que le da el agua oidores de Audiencia, título correspondiente
bendita en acetre de plata y luego le acom­
al de relator o magistrado de Sala de
paña a un sitial puesto al extremo de la nuestros días. Tal era el respeto del pueblo
nave. En bancos laterales se sientan al hacia estos magistrados, que, según se dijo
frente los de la comitiva. Todo el adorno del ingeniosamente, “ había que empeñarse con
sillón del presidente es un cojín de ter­ el Rey para que al Santísimo Sacramento se
ciopelo para arrodillarse y una mesa- le diera el título, de oidor, a fin de que en sus
reclinatorio con un tapiz y un misal abierto. visitas a los moribundos tuviera mayor y
Durante el oficio el canónigo señala al más lúcido acompañamiento” . (14)
presidente los pasajes de la misa, por si éste
quiere enterarse de los latines que reza el En cambio, ‘ magistrados, jueces y
celebrante; A su tiempo acude el diácono a abogados de Bolivia asisten de paisano en
incensarle y a darle la paz. los estrados, sin toga ni birrete, Gracias que
Estos son todos los honores eclesiásticos vistan de negro, clásica indumentaria de la
que se le tributan, menores, sin duda, que gente de justicia en todos los países.

Capítulo XIII

El soldado boliviano
Quince años sin tregua ejercitaron el ciertas condiciones, para garantizar su
valor indómito de los patriotas del Alto bienestar y decoro.
Perú. Los campos de Aroma, Suipacha y
Vilcapugio presenciaron la derrota de las Cayó Belzu y con él la mayor parte de
tropas realistas, sorprendidas por las rá­ sus trabajos militares, que fueron reem­
plazados por la rutina, pues todo el ahinco
pidas maniobras de las m ontoneras o
guerrillas. Cuando los auxiliares colom­ de las administraciones posteriores se di­
bianos pisaron el suelo de Bolivia, la nacien­ rigía a captarse la voluntad del soldado,
comprando su afecto para afianzarse y sin
te República tenia ya un núcleo aguerrido
acordarse de la Patria sino cuando lo ne­
de combatientes.
cesitaba su propio interés. La disciplina, la
El Gobierno del general D. José Ba- moralidad y la instrucción decaen ' rá­
Uivián marca la época más notable en la pidamente, y en cortos años de relajación
historia de las glorias nacionales y de la hay en vez del ejército de la ley, pretorianos
legislación militar. y genízaros que venden el mando supremo al
Hasta el año 43 regían las Ordenanzas que mejor lo paga.
españolas por falta de un código propio y Sólo el valor militar sobrenada en ese
adecuado a las instituciones del país y del naufragio; pero distraído de su objeto, se
sistema republicano; mas el supremo de­ vuelve contra la Patria, siembra el terror en
creto de 15 de febrero de aquel año puso en las familias y comete tan horribles crímenes
vigencia el Código Militar para el régimen, que muchas veces justifica a lo s: soñadores
disciplina, subordinación y servicio de los que quieren la supresión de las fuerzas
ejércitos de la República Boliviana. permanentes.
En consecuencia fueron abolidas las Se ven casos inauditos de indisciplina.
Ordenanzas españolas en todas sus partes, y
las doctrinas y reales órdenes de la obra de En una ocasión, habiéndose un soldado
Colón que abrazaban todos los casos re­ dormido en su guardia, el coronel lo hizo
lativos al juicio militar, quedaron sólo como amordazar, atar a un poste y darle de la­
fuente de consulta en ios puntos dudosos y tigazos, hasta que hubo muerto. Entonces,
que no estuvieran en oposición con el nuevo otro soldado gritó: ¡Viva la Revolución!
Código. Todo el batallón repitió este grito. En un
A Belzu se deben algunas iniciativas de momento, los sediciosos pasaron por las
utilidad. Por orden del 21 de septiembre de armas al coronel y a todos los oficiales y se
1853 prescribió que “ por ningún motivo se derramaron por la ciudad dando vivas a
altere la táctica española” hoy en vigor en favor de un general que pretendía la pre­
Bolivia, con las modificaciones del caso; y sidencia.
prohibió el matrimonio de los oficiales, sin A causa de una de estas azotainas, que

- 31-
se prodigan en los cuarteles de Sud- Lo más que se ha podido conseguir es /
América, como antes las carreras de ba­ que se cumpla una orden dada por Severo F.
quetas en los nuestros, es célebre en Bolivia Alonso, siendo ministro de la Guerra (1893),
E l Cóndor d el Batallón d e Colorados. por la que se prohibió a las rabonas dormir
i
A tenor de una cláusula del Código en el cuartel, estableciéndose por primera
Militar de Ballivián de este país que au­ vez el rancho.
toriza la paga de un guitarrero y animales Con excepción de la puesta de uniforme,
domesticados para recreo de los soldados, los soldados visten de ordinario traje de
tenia aquel batallón un cóndor (15) que le paño burdo, chacó y ojotas o alpargatas de
seguia en sus marchas y bajaba el vuelo cuero. En su aire y en su marcialidad, tie­
donde aquél acampaba. Esta ave tenia nen mucho parecido con nuestros soldaditos
ración de soldado, conocía a la tropa y en campaña, solo que son infinitamente más
mostraba preferencia por el individuo que le sucios. Asi se explica que en las bocamangas
daba la ración de carne.. Como en Bolivia de la chaqueta hayan deponerles tres o
subsiste, como se dijo, la pena de azotes en cuatro botones de metal, para que escar­
la milicia, sucedió que el racionero del mienten cada vez que con ellas se limpian
cóndor hubo de ser castigado a la fla­ las narices, expediente que no es nuevo en la
gelación. En el preciso ftiomento que atiran­ milicia, pues lo mismo hizo Federico el
tado descargaban varazos sobre las nalgas G rand e con sus granad eros.
del soldado, acudió el cóndor a ampararle
con sus enormes alas. El cabo ;apaleador •no La oficialidad sale de un Colegio mi­
tuvo tiempo de atajar uno de los golpes, y sin litar, pero muchos de los jefes son militares
querer, dio en el cóndor. Este dio un graz­ improvisados, por obra y gracia del Poder
nido de dolor y de rabia, pudo remontar el Ejecutivo. De sargento a mayor los nombra
vuelo y desde entonces se perdió de vista. el ministro déla Guerra; para coroneles, el
Casi todo el contingente militar lo dan Senado presenta una terna al Ejecutivo, y
los ind ios y los cholos. los generales los nombran las Cámaras en
Los españoles, como se llaman los terna de coroneles. En mi tiempo había un
criollos en su filiación, forman la guardia artillero alemán y un capitán francés de
nacional y se añaden al ejército solo en caso Dragones, como instructores de las respec­
de guerra. Ese vicio de origen, causa del tivas armas.
descrédito militar, es, en cambio, lo que
hace del soldado boliviano el primero de Había también un oficial español,<que
Sud-América. Más disciplinado que el sol­ tan siquiera había sido soldado en España.
dado de Bolivia será sin duda el de muchos Era un aventurero, andaluz de nacimiento,
países, pero más sufrido y más estoico, que montaba muy bien a caballo y sabia
ninguno.Diez o doce leguas por sendas es­ esgrima.
carpadas, son una jornada que el indio Llegó a Sucre cuando yo tenía el Colegio
vence a pie, sin experimentar cansancio ni abierto, y quiso que le cediera local a fin de
fatiga. Un poco de coca, de maíz tostado o poner una sala de armas. Como nada me
de papas cocidas, le basta para alimentarse costaba complacerle, le di gusto. Se anunció
y adquirir nuevas fuerzas; y después de en el periódico, arregló la sallta con cuatro
largas jornadas, en medio de su desnudez y trapos, y por todo trofeo cuatro floretes, dos
privaciones, pelea en los momentos de com­ sables y manoplas y caretas. Vínole Dios a
bate, siempre que sus jefes le den el ejemplo ver, porque tuvo más alumnos que quiso.
y pueda después folgar con sus rabonas.
La rabona es la compañera del soldado, El Prefecto y 'comandante general de
aunque no siempre sea la legítima, pues hay Chuquisaca, en cuanto se enteró de la ha­
muchos que dejan su cuya en el pueblo y bilidad de Cándido Avila, que asi se lla­
toman su rabona, que viene a ser la mujer en maba el paisano, se apresuró a contratarlo
campaña. En el ejército boliviano no hay para que enseñara el manejo de sable a los
cantineras, ni hacen falta, desde que cada oficiales de la columna. Por aquellos dias se
guerrero tiene una sirviente que le prepara instaló el Gobierno en Sucre, y el ministro de
la comida en marcha, en los campamentos y la Guerra brindó a Avila con igual oferta,
en el cuartel. En esto se parecen a los lans­ con destino al Ejército.
quenetes de Wallenstein.
Y para darle más autoridad en el
La rabona es tan sufrida como el sol­ cuartel, le nombró de golpe y porrazo tenien­
dado. Le sigue a todas partes y le acompaña te de Artillería. Y era de ver al amigo Avila
en sus marchas por largas y penosas que luciendo su uniforme, en paradas y revistas
sean. El indio, que soporta toda fatiga, no al pie del cañón, cuyo mecanismo sabía
aguanta la falta de su rabona. Cuando algún menos que el cabo de batería.
jefe ha querido impedir la compañía de esas
mujeres, hase notado que el soldado estaba En poco tiempo ascendió a capitán, y
violento y que las deserciones se mul­ con este empleo le volví a ver en el lejano
tiplicaban. .Beni, mandando una compañía de la co­
lumna expedicionaria. En aquel clima ar­ Si no se muere, ahora seria mayor o
diente, Avila siguió abusando de la bebida coronel del ejército boliviano, porque era
como en Sucre, y esto lo mató. Pescó una muy valiente, muy enamorado y gran be­
fiebre maligna que en pocos dias se le llevó bedor, tres condiciones que le hacían muy
al otro barrio. simpático a los criollos.

Capítulo X IV

El andícola altoperuano
Hubo un tiempo que en la vasta pla­ más esperanzas, que el exterminio de los
nicie de los Andes, del seno del Lago Ti­ blancos (16)
ticaca que se alimenta con las nieves del Su derrota le redujo a peor condición.
Illimani y del Sorata, brotaron como por Dobló impasible como el carnero el cuello,
encanto dos hijos del Sol: Manco Cápac y para que el verdugo lo cortara. La sangre
Manca Ocllo, su hermana y compañera, corrió enrojeciendo las acequias de la
fundadores de un vasto imperio. ciudad; quemaron sus cabañas, des­
truyeron las sementeras. Su caudillo Tupac
La tradición, los monumentos, gigantes­ Catan fue descuartizado vivo en los altos de
cos como las pirámides de Egipto, ates­ La Paz, después de ver ahorcar a su mujer,
tiguan su poderío y civilización. Sus leyes, su la valerosa Bartolina Sisa, que por su es­
religión, sus usos y costumbres, los ase­ trategia y presencia de ánimo era respetada
mejan a Roma y a Egipto, Este imperio como jefe por los naturales.
conquistado por Pizarro, cayó para no le­
vantarse más. Ni una lágrima, ni un suspiro les
arrancó el suplicio; ni el dolor ni el miedo se
El aborigen, el indio peruano, al perder reflejaron en sus semblantes. Es que Tupac
su independencia, perdió también su liber­ y Sisa creían iban a resucitar de la tumba
tad. Durante tres centurias fue obligado al para volver a combatir con más pujanza.
duro trabajo de explotar las riquezas de su La superstición era la religión dominan­
suelo virgen, sin más retribución que el te del indio peruano. Creía en los augures,
dominio de las tierras que cultivaba con el en los sueños; vaticinaba por los signos;
sudor de su frente. hablaba con los genios ocultos. Su Dios era el
Puesto bajo la bárbara opresión y vi­ Sol. Sus vírgenes, como las vestales de
gilancia de los caciques de sangre, era el Roma, guardaban el fuego sagrado. Tenía
ser más desgraciado y abyecto en el co­ su calendario en las estaciones de la luna, o
las calculaba por las estrellas. Era as­
loniaje. Considerado como un medio de trónomo como el árabe.
especulación, labraba la tierra para los
conquistadores; hacia las veces, de bestia, Más civilizado que los aborígenes del
transportando a hombros pesadas cargas; a Asia, era digno de mejor suerte. Más dócil,
grandes distancias y al través de malos más inteligente y menos feroz que otros
caminos. Los trabajos más insuperables se hermanos suyos de América, era digno de
allanaban con el martirio de ese miserable; ser instruido en las artes; era capaz de ci­
los servicios más difíciles, los prestaba ese vilizarse.
desgraciado. En la guerra de los 15 años por la In­
Siempre el trabajo que aniquila las dependencia, derramó su sangre con los
fuerzas; siempre el sufrimiento que em­ patriotas; murió como éstos en el martirio, y
brutece al hombre. Los castigos crueles, las como ellos tuvo sus glorias. La patria cam­
represiones continuas degradaron de tal bió de nombre al verdugo del indio, llamán­
suerte a este infeliz, que se puso al nivel del dole corregidor.
antiguo ilota de Esparta. España lo dejó con su miseria, con sus
preocupaciones, con su* servilismo, y así
Ser abyecto, sin los consuelos de la
sigue. Siempre la misma dura servidumbre
religión, sin el amparo de las leyes tutelares,
pesa sobre el pobre indio, enervado por el
sin las dulzuras de la civilización, perdió
hasta los sentimientos naturales de amor al dolor, por la miseria y por la ignorancia. No
hay escuelas ni hospitales para los in­
prójimo, de sociabilidad y de estimulo.
dígenas, pero éstos tienen que ayudar a su
Con el furor del salvaje se levantó im­ erección. La iglesia está por caerse, pero
placable, temerario, en 1780, sembrando la ellos han de trabajar las chacras del cura.
desolación y el espanto en todo el Alto Perú. Después, las frecuentes suscripciones co­
A esta época, se refiere el célebre C erco d e nocidas con el nombre de derram as para la
La Paz, que duró cien dias y que el indio recepción de las autoridades« los servicios
sostuvo sin más armas que la deses­ incesantes al prefecto, al subprefecto y a los
peración, sin más esfuerzos que el odio, sin caciques.

- 33-
Todo es del Estado, nada del indio; todo prestación personal de los indígenas. Sin
del propietario, nada del colono.' herramientas y sin máquinas allanan mon­
tañas, cubren precipicios, escalonan sierras
El amo ejerce sobre el indio un derecho
escarpadas. Caminos, industria, comercio,
de dominio absoluto. Lo fleta como una
todo es facultado por el trabajo de ese in­
bestia para el servicio doméstico con el
fatigable obrero.
nombre de pongo, y se queda con el salario
aue éste gana. Criado del último y más Si el indio resiste, es, como antes decía,
uiflmo de los criados de la casa, el pobre gracias a la coca.
indio sufre el mal trato de la cocinera, del
ama de llaves, del mayordomo, de los niños Muchos trabajos en los que el blanco
del patrón. Infatigable en su servicio, des­ sucumbiría, como el de las minas en las
pierta al rayar la aurora, a cuidar de la lim­ frías cordilleras, donde se trabaja día y
pieza de la casa, a traer leña, a portear las noche para sacar el mineral, amalgamán­
inmundicias a hombros. dolo luego con los pies para extraer el metal,
los hacen los indios sin más descanso y
El perro, el caballo, son también amos a refacción que mascar coca.
quienes servir. En los momentos de descan­
so está en la ocupación constante de aca­ Esta ha sido siempre para ellos una
rrear agua. Viene la noche, y en infeliz ha de planta sagrada. Se encuentra en la Historia
hacer centinela, acurrucado en la puerta, de Bolivia y del Perú mil pruebas de la
esperando a los trasnochadores que vengan religiosa adoración que le tributaban los
a casa. aborígenes. El sacerdote que ofrecía el
sacrificio en honor del Sol, perfumaba el
Y el rencor, la rabia, los ultrajes de templo con hojas de coca, y mascaba al­
todos estallan contra él. El indio, en vez de gunas antes de consultar el oráculo. Los
responder con imprecaciones, a los peores favores de la fortuna, la curación de las
tratamientos, replica dulcemente: • ¡T atay! dolencias y aun los triunfos del amor, no se
como un hijo que se duele de la indignación obtenían sino por la intervención de esta
paterna. planta, celeste talismán cuyo uso se reser­
Después de ocho dias de servicio vuelve varon por mucho tiempo los incas, como
a su choza. El cobro de las contribuciones, la exclusivo privilegio de su divino origen.
persecución de los alcaldes le obligan a La experiencia ha probado que estas
nuevos viajes y fatigas. Por fin le dejan en aparentes supersticiones eran el fruto na­
paz, con su mujer y sus hijos. tural del agradecimiento de un pueblo que
habia encontrado siempre en esta planta la
Entonces cuida el ganado, lo trasquila;
curación de sus enfermedades y el reparo
hila, lana, teje sus vestidos, les da color,
de sus fuerzas agotadas.
fabrica su sombrero y hace sus sandalias.
Sus frugales alimentos, que él mismo cul­ Los indios mascan la coca mezclándola
tiva, son la cañagua, la quinoa y la coca, con una pequeña cantidad de una substan­
hoja misteriosa que le vivifica y le da valor cia alcalina, llucta, hecha de ceniza de
para los más duros trabajos, para las mar­ molle, espinos y otros vegetales, amasada a
chas más forzadas. Anda diez y seis leguas, veces con papas molidas. Llevan siempre
acompañando el paso de un caballo; sube consigo una taleguita con la provisión de
las montañas más escarpadas sin fatigarse; hoja, y la pellizcan de cuatro a seis veces al
soporta el hambre y la sed muchos días, con día.
sólo mascar coca. Sin voz para quejarse, sin fuerza para
Habita en su humilde rancho, en las defenderse, sin recursos para demandar y
regiones más frígidas, al pie de los nevados obtener justicia, viven los descendientes de
y de las cordilleras. Atraviesa en su esquife Manco, entregados a la más profunda
de totora el lago Titicaca y pesca. Cria la melancolía, vistiendo el negro ropaje del
alpaca, cuya lana es tan apetecida para el dolor, buscando las altas nevadas cumbres
comercio. El asno y la llama son sus bestias de las montañas.
de transporte. Las doloridas voces de la quena o flauta
Busca la quina en el fondo de las mon­ peruana, de la que volveré a hablar después,
tañas más impenetrables: la corta, la saca son el llanto con que el indio expresa su
en‘ hombros hasta los poblados, y de allí la dolor, su abyección y su abatimiento. AHÍ,
conduce en bestias para la especulación y el en las escabrosas alturas, con sones fú­
comercio. nebres y sepulcrales, repite endechas y
sentidas quejas.
De nadie necesita para vivir; todos
tienen necesidad de él. Nació para ser libre El indio está identificado con la quena
y vive esclavizado. por natural consecuencia de su estado.
Raras veces hace sentir durante el día sus
Todos los caminos que atraviesa el te­ patéticos sones; espera las tinieblas de la
rritorio de Boílvia están abiertos por la noche, o el resplandor de la luna para que

- 34-
nada interrumpa sus sones; y símbolo fiel a un número determinado, las co­
del carácter melancólico del indio, huye del munidades, que se distribuyen en ayllus
bullicio social, de los resplandores del lu­ para el cobro de las contribuciones.
minar día, cual ave nocturna, y sólo apetece
la soledad y el silencio; y cuando la quena Cada comunidad tiene su corregidor.
despierta, cuando lanza sus sentidos tonds Este cuida de la distribución de tierras,
que dan ganas de llorar al hombre más señala los alféreces que deben costear las
fiestas de su parroquia, nombra los alcaldes
feroz.
y alguaciles, y cita a los indios que han de
Aun en las fiestas públicas bailan estos, servir por semana a la iglesia, al cura, al
indios sin que los excite la alegría. En las subprefecto y al mismo corregidor. Estos
reuniones privadas, donde celebran algún criados gratuitos se llaman sem aneros,
suceso feliz, nótase también su carácter pero el del cura, para más distinción, fis­
poco expansivo. En las danzas que celebran cal.
en las solemnidades religiosas, llevan dis­ Si algún indio originario falta a sus
fraces y adornos caprichosos, algunos con obligaciones, al instante se entregan sus
máscara que figura la cara de un animal. tierras a un agregado, quien por el mismo
Los ayachiris visten una especie de hecho comienza a ser originario. Sucede lo
enagua y sombrero rodeado de grandes mismo a los agregados con respecto de los
plumas. Tocan el sícu, instrumento de forasteros. De modo que, como el goce de
nudos de caña colocados uno después de sus posesiones, su manutención y la de sus
otro, y cuyas aberturas están en una misma familias depende del cumplimiento de las
línea: el primero es más grueso y más largo obligaciones o cargos de la comunidad,
que el segundo, éste más que el tercero, y sufre resignado el indio todo lo que le exi­
asi los demás. gen.
Los llamados danzantes llevan una Los originarios y agregados gozan de
capa tiesa que se asemeja a las alas de la sus posesiones el tiempo que tributan; luego
mariposa. Se compone de una armazón de que se dan de baja por haber cumplido cin­
madera, cubierta de paño grana, sobre el cuenta años o por enfermedad, pasan
cual hay algunas planchas delgadas de aquéllas a otro que desempeñe las cargas, y
plata. El sombrero va también chapado de el viejo o enfermo queda reducido a un
este metal. En la corva se ciñe el danzante pequeño recinto de tierras que apenas le
una correa de la que penden otras perpen­ produce para sostener una vida penosa.
diculares, cuyo extremo inferior está pe­ Asimismo, cuando muere algún Tri­
gado a otra correa circular correspondiente butario, son arrojados de la posesión su
al tobillo, con mucho adorno de cascabeles. viuda y huérfanos, no pudlendo muchas
El danzante lleva una espada corta en la familias con la poca tierra que les dejan,
mano derecha, y un broquel en la izquierda. procurarse el sustento, Por este motivo
Aunque el baile no carece de ritmo, muchos indios ancianos y viudas se conser­
nada tiene de gracioso y expresivo. La van en sus sesiones, siguiendo con las cargas
música tan monótona como la ' danza, no a fin de no perecer de necesidad.
sólo es melancólica, sino lúgubre. Este tributo indígena participa de todas
las injusticias y crueldades de las con­
Dicho queda que el indio hace de pos­
tribuciones conocid as hasta ahora.
tillón y cargador; pero también se ocupa en
el servicio postal. Con rapidez, siempre La capitación, condenada por los eco­
corriendo, hace seis leguas con una valija de nomistas en general como impropia, pues
cartas y encomiendas que entrega en las hace pagar al hombre como cabeza, no como
postas o tam bos del camino. productor, es menos todavía, comparada
con el tributo indio que pesa sobre una clase,
Estos servicios de posta y de correo son sobre un color, con separación del blanco y
anejos a la contribución de sangre, In­ del cholo; como lo prueba la excusa que pone
dígena]. cualquier individuo a quien se le quiere
La contribución indigenal que sobre matricular, diciendo que no es indio; y tam­
ellos pesa, es el tributo legado por el co­ bién la fórmula de los tribunales cuando
loniaje sobre todos los indígenas, divididos resuelven estos juicios, en que dicen muy
ahora en tres clases: originarios, que son los limpiamente: Habiendo probado no ser
•que poseen tierras legadas por sus antepa­ indio, queda exim ido.
sados; agregados con tierra, llamados así Son, pues, los andícolas la clase más
los indios forasteros incorporados en los ínfima del pueblo, en especial los que ha­
ayllus, donde por concesión de los ori­ bitan la fría y elevada planicie del Norte,
ginarios trabajan un lote de i tierra; y los que cultivan la tierra sólo como colonos. Los
forasteros sin tierra, que pagan por su del Sur encuentran más campo para el
persona. El conjunto de terrenos poseídos ejercicio de su voluntad. Dedícanse or­
por cada indio de las dos primeras clases dinariamente a las ocupaciones de pastor y
forman 'as sayañas, y éstas, cuando llegan tienen el valor y la previsión del hombre que

- 35-
en mil lances de la vida no cuenta sino con­ esta ventaja: aquellos que la logran se dis­
sigo mismo. Cultivan también su campo tinguen por su orgullo.
propio, aunque de mezquinas proporciones,
y como no están forzados a la sumisión, ven Hasta hoy, ningún esfuerzo se ha hecho
a los demás hombres como iguales. para instruirlos El indio conquistado del
siglo XVI es el mismo del siglo XX. Ni la
El que no es cultivador o pastor es patria, ni las leyes, ni la religión han hecho
arriero, y como todo el que viaja, eleva su
nada en su favor. Muchos proyectos, pero
carácter y extiende la esfera de sus co-, todos faltos de sentido práctico.
nocimientos.
El indio que se educa, que sigue una Después de la benéfica ley del Liber­
carrera literaria, muestra grandes ap­ tador Bolívar declarándolos propietarios,
titudes, especialmente para el foro, donde algunos gobiernos han dictado otras me­
despliega su astucia, para la política y para did ais beneficiosas, pero han sido ineficaces,
las demás profesiones. Por su constancia, es porque sus opresores las han eludido. En
el mejor soldado. esto se parecen también los criollos del siglo
Pero son raros los indios que consiguen XX a los encom enderos del siglo XVI.

Capítulo X V

El quichua y el aimara

Las leyes en Bolivia no reconocen para de advertir que los indios y algunos mes­
las comunicaciones y los actos oficiales otro tizos rurales no entienden palabra de cas­
idioma que el español; pues es de saber, que tellano:
en competencia con éste, se hablan el qui­
chua y el aimará, y en el Oriente de la Dame pan Churita tanta.
República la lengua chiquitana y la mojeña. Dame agua Urna churita
¿Dónde está? ¿Caugulsa?
El quichua y el aimará son las más ¿Cómo estás? ¿Camisa tasa?
extendidas en Bolivia. Oye Estarna
Pon Im ocom a
Comida Mancka
Hablan el primero en Chuquisaca, Pan
Cochabamba y Potosi; el segundo en La Paz Tanta
Agua Urna
y Oruro. No son únicamente los indios Maíz Oncko
quienes los practican, sino también los Huevo
mestizos y los criollos, y esas diferencias Ckauna
Casa Tuta
lingüisticas contribuyen no poco al an­ Pueblo M arca
tagonismo regional, uno de los peores males Leña Lagua
de Bolivia, pues realmente puede decirse, Dia Ura
que antes que bolivianos son chu- Noche Aruma
qulsaqueños, paceños, cochabambinos o Paja Güicho
cruceños. Esta antipatía se traduce en sor­ Fuego Nina
da guerra en el Parlamento y en las esferas
del Ejecutivo. Sólo el aumento de la den­
sidad de la población y la apertura de vías Siete Quim sacallcco
que comuniquen más fácilmente los depar­ Ocho
tamentos entre si, harán desaparecer estos Llatunka
Nueve Tunca
ridiculos y perniciosos antagonismos. Diez Ckaruru
El aimará, lo consideran algunos como
el sánscrito americano.
Boca Laca
Iguala en brío a cualquier idioma en lo Nariz N azá
relativo a palabras significativas; tiene Ojos Naira
declinaciones y conjugaciones como el Pecho Ñuño
quichua, pero su pronunciación es más Corazón Chuima
gutural, fuerte y varonil que la de éste. Las
letras b, d, /, no entran en el aimará. He
aquí algunos ejemplos que pueden servir Criado Uiguta
para salir de apuros momentáneos, pues es Joven Guaina

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De la importancia del aimará puede ¿Por que motivo? ¿Im a-raicu?
juzgarse leyendo algunas de las obras del ya Agarro AJpini
citado Villamil, el cual en su entusiasmo se Hombre adulto Huaina
empeña en probar que aquél fué el lenguaje
de Adán y Eva. Adelante Ñaupa
Besa mi boca Muchaau
Boca Simi
El quichua fue el idioma de los incas, y Mano Maqui
es mucho más suave, perfecto y rico en
voces que el aimará. En este idioma ha Pie Chaqui
sucedido lo que en todos, que hablado por Pelo Chujcha
varias naciones, cada una de ellas le ha Pescuezo Cunea
impreso un sello distinto, y por consiguiente Perro A llko
han nacido los dialectos. Gato M lsi
Cuero Kara
Tierra AJUpa
Las letras g y j, en quichua, cuando Mañana Kaya
están al fin de la palabra, siempre suenan Viento Huayra
guturales fuertes. Río Mayu
Negro Vana
Blanco YuraJ
N om bre Suti Azul Ankas
H om bre K ari Verde K om er
M ujer Huarmi Punzó Puca
Casa H uasi Luz Kancha]
Tú Kam ¿Cuándo? ¿A ycap?
Aquél .P ay ¿Dónde? ¿M aipi?
N osotros N okaicu ¿Cómo? ¿Im aina?
Vosotros Kancuna Duro Sinchi
Yo N oca Blando Llampu
Voy R ini Arriba Patapi
Vengo Amuni Abajo Urapi
Carne Aicha Sol , Inti
Agua Yacu Luna Quilla
Piedra Rum i Dios laya
Campo Pampa
R odilla Konkori
A trás Huasa “ Si tuviéramos los conocimientos ne­
Espinazo Huasa-tullu cesarios, comenzaríamos dando una idea de
Si A ri lo que fue en un tiempo y de lo que es hoy la
No mana lengua quichua, y seguiríamos las vi­
Huevo Rim ta cisitudes por que ha ido pasando, a la par de
Frió Chiri los que lo hablaban, ese interesante idioma,
Caliente Koñi uno de los más ricos y melodiosos de la
Arena Tío tierra” .
Mojado Ojko
Seco Chaqui
Nudo Quipu “ De todas maneras puede darse por
El corazón Soncco punto averiguado que la lengua que ha­
Uno UcJ blaban los incas llegaba: al apogeo de su
Dos Iscai perfección cuándo el imperio fue destruido
Tres Quinsa por los conquistadores españoles, y que
Cuatro Tagua desde entonces acá se ha ido corrompiendo
Cinco Pisca más y más, mientras más estrecho ha sido
Seis Sojta el contacto de la raza indígena con la es­
Siete Ckanchin pañola, y mientras mayor ha ido siendo la
Ocho Pusac miseria y envilecimiento de aquélla. Así es
Nueve Iscoñ ' digno de notarse que los indios peruanos que
Diez Chunca viven en relaciones frecuentes con los que
Año Nuevó Mosoj-huata hablan el español, no comprenden ya el
Niña o niño Huahua idioma de los que, viviendo en comarcas
Nuestro Dios Diusraicu más apartadas, han conservado bastante
Hueso, flaco Tullu bien la lengua primitiva” .
Alguna cosa ImapaJ
Ninguna cosa Manaimapag
Largo Sumí (JOSE DOMINGO CORTES, B olivia,
Oscuro Tuta Apuntes históricos)

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Capítulo X V I
i

Los cholos
Poco más arriba que los indios están los Dícese; ¡E s un guáiño!, una confusión,
mestizos o cholos, que forman el pro­ una algarabía, por el barullo de gente alegre
letariado de las ciudades; la plebe, como que se pasa la noche cantando guáiños a la
dicen sencillamente los criollos de sangre luna. Vaya uno, como muestra del género,
pura, que en su partida de bautismo y otras que apunté cierta noche, que no me dejaron
filiaciones se arrogan el nombre de “ es­ dormir unos guaiñistas:
pañoles” (17)
Son los mestizos gente muy viva, apta Cuando vayas a Roma,
para todos los oficios y carreras y de gran i mi palomita!
instinto musical. Hablan el quichua o el dilea León trece
aimará, según las localidades, y también el ¡ay mi vidita!
español, por lo que acostumbran mezclar en que baile un bailecito
sus canciones palabras e de uno y otro ¡mi palomita!
idioma. si le parece.
La música boliviana es melodiosa y
¡Por vos, vidita!
sentimental; domina en ella, aun en las si le parece, si.
producciones festivas, ese tono melancólico
canta y no llores,
tan natural de la raza. Los tristes y los que cantando se alegran
yaravíes son los dos géneros de cantos na­
los pecadores.
cionales que sirven para expresar las
amurguras del corazón asi como los sen­ Las clases ilustradas de la sociedad
timientos de placer. hacen uso de los instrumentos músicos
El guaiño es el triste boliviano, por importados del extranjero; los mestizos a
excelencia. indios, de la guitarra* mandolina, charango
y además de la caja o tambor y dé los ins­
Esta melodiosa y tierna música, es casi trumentos de viento fabricados de una caña
siempre por. término menor, pasando muy hueca denominada chuqui. Entre éstos, los
rara vez al mayor, en cuyo caso el grave que más se distinguen son: la zampoña
bemol, el dulce sostenido y el agradable (sicu ), compuesta de cuatro carreras de
becuadro son los que entran en su com­ cañas colocadas en fila de diferentes ta­
posición, que admite prodigiosas apo­ maños y puestas unas encima de otras: su
yaturas, oportunos ligados, calderones y los sonido es semejante al del órgano; el pin­
más primorosos trinos. Así, no tienen un güino. de un eco parecido al de flagolé, y el
compás determinado, ni arreglado a los manchaypuito, que es la quena metida en un
principios estrictos de la música, aunque cántaro horadado por ambos costados para
hay algunos, de 3 x 8,6 x 8 y 3 x 4. Se puede introducir las manos y que produce acentos
decir que son caprichos o fantasías mu­ muy lúgubres.
sicales. Consiste su principal mérito en la
Cuentan las crónicas que cierto joven
estrecha y admirable armonía que guarda la
música que llaman “ la tonada” , con . los peruano, llamado Camporreal, hijo de es­
versos, que tienen el nombre de “ letra” . pañol y de india, se enamoró de una doncella
descendiente de los conquistadores. Los
Se canta generalmente el guáiño al son padres españoles de la virgen peruana hi­
de la guitarra éntre dos personas, una de las cieron alejar a Camporreal de Lima, hacién­
cuales lleva el alto y la otra el bajo. Cuando dole creer que su amada se había casado
las personas que lo entonan son objeto de la voluntariamente con un apuesto caballero.
adoración de algunos de los oyentes, su alma
se ve inundada por tormentos del más en­ El desdeñado galán, en su deses­
tusiasta amor; el guáiño en alta noche sirve peración, se hizo sacerdote. Después de
de serenata y hace despertar dulcemente al algún tiempo regresó a Lima, donde un día,
que se dirige. El metro empleado en la letra celebrando en un templo, al volverse al
del guáiño es por lo común el de seis y ocho pueblo para decir a los fieles Dominus vobls-
tsilabas, ya en cuartetos, ya en quintillas, ya cum, vio a su adorada que parecía decirle “ y
, en octavas o décimas con glosas. Es mus tú serás conmigo” . Atraído por la tentación,
frecuente cuando se usa del octosílabo, Camporreal, colgó los hábitos, huyendo a las
poner después de cada dos versos uno de montañas con María. Por algún tiempo
cinco sílabas, llamado pie quebrado, el que gustaron el amor mezclado con la hiel de los
hace un importantísimo papel, pues al entor­ remordimientos, en su cabaña, hasta que
narlo se hacen trinos y apoyaturas de una murió María, y Camporreal enloqueció por
inexplicable dulzura. la desgracia. El amante sacó del lecho el

- 38-
helado cuerpo de María, lo colocó en el tosco najas o puruñas donde fermentó la masa, tal
banco de piedra donde ella solía sentarse, y cual hueso de la dentadura, que los buenos
se propuso presenciar la lenta descom­ bebedores apartan sin asco, con igual desen­
posición del cadáver. fado que los fumadores españoles cuando
encuentran un pelo o miga de pan entre el
Durante las fúnebres veladas compuso un picado de la Fábrica de Tabaco.
canto, consignando en cada estrofa la me­
tamorfosis de cada una de las gracias de Esa operación de muquear- que con tan
María, operada por la disolución de la carne limpiov nombre se llama la masticación del
que iba desprendiéndose gradualmente de maíz- hay que hacerla con mucha frecuen­
los huesos. Luego que el cadáver quedó cia, porque un día si otro no, son fiestas para
reducido a blanco y descarnado esqueleto, los cholos. El motivo más fútil les sirve de
formó con la tibia una flauta, y con ella, en pretexto para armarla pero las más sonadas
las noches de luna, evocaba el alma de su son las siguientes:
amante con sonidos tan desgarradores, que LAS FIESTAS O JUEVES D E COM­
los pastorales de las cercanías abandonaron PADRES: El anterior a la Septuagésima se
sus cabañas. Música y palabras del canto de llama Jueves de los com padres; el que le
Camporreal son conocidas en el Alto y Bajo sigue Jueves de las com adres, y el más
Perú con el nombre de m anchay-puito, o inmediato a las Carnestolendas, J u eves
cántaro aterrador. gordo. Tomaron estos nombres porque, an­
<É ir # tiguamente, en el primer jueves indicado,
los que habían en el año anterior sacado de
Por lo mismo que es gente tan alegre, pila a algún párvulo solían obsequiar a las
son también los mestizos muy devotos de que habían sido sus comadres. En el segundo
Baco. jueves las comadres obsequiaban a su vei a
Del primer día de la semana han hecho los compadres; y el tercero tomó el nombre
un santo que, con el nombre de San Lunes, de gordo, porque acercándose la Cuaresma
ha propagado su culto en toda la República. o época de abstinencia de carne, se solía
Este santo de la embriaguez, está pintado celebrar como por despido con unas solemnes
como acka llanta o pendón de chichería, con merendonas de todo lo más pringoso y su­
cara de hombre borracho, cuerpo de cántaro culento de que pronto iban a verse privados.
de chicha, un violín y una guitarra por En Bolivia, como en toda América, el
brazos. No tiene pies, sin duda para denotar compadrazgo es un vínculo de amistad in­
la dificultad con que caminan los tomados disoluble, de protección decidida, manifiesta
del vino, y lleva por sombrero una jarra de y de substancia, con un número respetable
servir chicha; tiene delante una mesa con de convites. Cur com patres tam assidúe e t
dados, barajas, ganzúas y puñales; fiel splenditer in Am erica honorantur?- se
emblema de los vicios que albergan las pregunta un teólogo.- Además de los com­
chicherías o tabernas plebeyas. padres de pila y de confirmación, hay com­
padres de pelo y juramento, de misa y de
Sacerdotisas de estos santuarios son las profesión, de boda y bandera, de concierto y
chicheras, fabricantes y vendedoras de la de desafio, de óleos y mucho más y como es
chicha, bebida nacional por excelencia. La natural, han de celebrarse todos.
chicha por antonomasia, es la hecha de maíz.
Para su elaboración mascan la harina, y el La Corcova: Es el dia siguiente al
muco que resulta se expone al sol. Cuécese onomástico, que también se debe celebrar,
pues dicen, burla burlando, que si no se
luego y se deposita en grandes tinas so­
terradas o puestas en lugares obscuros y alarga la fiesta hasta ese día, le sale una
corcova al interesado o al compadre que
tapadas herméticamente para que fermente corrió con los gastos de la fiesta.
la masa, lo que acontece a los ocho o diez
días, Destápase entonces y está buena para El Rutúcu: Voz quichua: corte 0 siega.
beber. El rutúcu a que se hace referencia aquí es el
corte del cabello de los niños de siete años,
Haciendo caso omiso de la puerca motivo para una fiesta de familia entre los
manera como se hace, es una bebida acep­ cholos. Para ello nombran padrinos del niño,
table, higiénica y sobre todo, muy afro­ como en el bautismo, y convidan a todos los
disíaca. parientes y amigos. La cabellera del rapaz la
La preocupación de los cholos es que no ensortijan en bucles adornados con cintas, y
les falte chicha en sus casas. Cuando por cada invitado corta una guedeja, oblando
venirse encima una fiesta hay que hacer por ella, tanto más cuanto, cuyo producto
aquélla en gran cantidad, se reúnen hombres sirve para costear la fiesta y baile que
y mujeres en círculos alrededor de la pila del acompaña al acto. El pelo del rutúcu se
maíz que debe beneficiarse. Cada persona va guarda como oro en paño, y si acontece que
mascando puñaditos de grano, que se ponen el niño muere o llega a figurar más adelante,
luego a secar para someter la masa a las entonces pasa a la categoría de talismán.
sucesivas operaciones, ya indicadas. Y es Aparte estos días señalados hay la pi­
caso frecuente encontrar luego en las ti­ cana y el aptapi.

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La Picana es el ternero asado que se Tanto como nuestros guisos de conejo,
come en Nochebuena, en la media noche tienen fama en las picanterías bolivianas los
sábado al domingo de Gloria y en la de San pican tes de ídem} sin duda por la facilidad
Silvestre; pero como es plato tan suculento que allí como aquí hay para servir gato por
hay que repetirlo, y las familias compiten en liebre . La afición de los criollos a los pican­
brindahse mutuas picanas que luego se tes puede muy bien ser heredada de los
amenizan con bailecitos y obligadas. conquistadores españoles, sobre todo de los
oriundos de Extremadura, “ cuyo régimen
El A ptapi (colecta en quichua) es la jira
alimenticio prepara admirablemente para
campestre de jóvenes de ambos sexos, que
la conquista de América” (Velisla, R ecu er­
se acuotan para ello. Las mujeres ponen la dos de Extrem adura).
comida y los hombres los licores, y unos y
otros esta amabilidad criolla de que guardo Y sigue diciendo el ingenioso escritor:
indeleble recuerdo, por alguno que otro ap­ “ M e basta basta probar una sopa de guin­
tapi, a orillas del Ñ uccho, en Chuquisaca. dilla, y sobre todo cierta tortilla con chorizo
que trasladé incautamente al estómago,
La Tinca: Es la fiesta obligada - asalto para explicarme la indiferencia con que
como decimos ahora en España- que un PizarrO y sus valientes compañeros acogían
amigo hace a otro para que dé una fiesta en los calores de los trópicos. En efecto, los
casa de este último, proporcionándole en ráyos de la zona tórrida son unos verdaderos
cambio los licores y demás adminículos de polvos refrescantes, si se les compara con un
la fiesta, amén de los convidados y de los embutido de Extremadura/ y esto solo daba
quebraderos de cabeza. ya una inmensa superioridad a los conquis­
La salida para un viaje es otro motivo de tadores sobre los incas. Al paso que estos
bebendurria. Llámase la cacharpaya, y es desventturados hijos del Sol se limitaban a
la despedida que se hace al viajero en las adorarlo, los extremeños venían acostum­
goteras de la población, con libaciones brados a comérselo” .
abundantes; de suerte que el pobre andante Las picanterías o chinganas son otras
o jinete, a la media legua o va durmiendío fondas del caballo blanco, donde se reúnen a
sobre la muía o ha de pararse hasta que se le comer, a beber sobre todo, los juerguistas
pase el turbión. baratos de las ciudades, presididos por San
Lo más típico en todas las reuniones y Lunes.
bailes caseros de Bolivia es la costumbre de
Tal como en Madrid ponen a la puerta de
obligar. Consiste en que la persona obligada
algunas tabernas las ollas del p iri nacional,
bebe una porción de licor igual a la que ha
así en las picanterías bolivianas asoman en
bebido el que ha hecho la invitación, pudien-
el escaparate los picantes hechos un ber­
do aquélla obligar a otra persona. De este
mellón de especias; y aun salen las cholas a
modo, las copas están en continua cir­
venderlos por las calles, llevando las ollas en
culación, por lo que la fiesta,' saliendo de los
una gran canasta, que cargan en la cabeza.
límites convenientes, se convierte por lo
común en una verdadera orgia. Es hábito Las cholas tienen el mismo aire de de­
heredado de los indios, tanto que en una senfado y de voluptuosidad de las mulatas e
R elación de la ciudad de La Paz por el co­ de otros países. Visten de corto, poniéndose
rregidor Diego Cabeza de Vaca, en 1586, leo: tres o más polleras acampanadas, pero muy
“ Es costumbre que nunca bebe ninguno dé ceñidas a las caderas, una encima de otra,
estos indios esta bebida (la chicha), solo; de color muy vivo; adornando *'1los bajos con
sino qué tienen todos los vasos a pares, y la orla del centro o enagua, que sólo llega
habiendo de beber el uno en uno de los dichos hasta el tobillo.
vasos, ha de dar a beber al compañero en el
otro. Redunda de .estas borracheras que Unas llevan medias y otras enseñan las
cometen muchos estupros” . pantorrillas desnudas,- y todas calzan chi­
nelas, especie de zapatillas toreras. Son
Las obligadas entre la buena sociedad, bastante agraciadas, y lo serían m ás si
es una fórmula muy grata, por la amabilidad fueran más limpias. Algunas de ellas van
que en ellas ponen los hijos del país; pero hechas un brazo de mar, con el pelo partido
entre cholos, con cerveza de la tierra, marca en dos trenzas, pañuelo de Manila, pollera de
chicha, acaba siempre en borracheras. seda o de terciopelo, zapatillas de raso y
De todos modos, la chicha es necesaria largas caravanas o arracadas de plata. P or
para alimentar el fuego sagrado en las su donaire y gracejo recuerdan a las majas
reuniones caseras, porque el vino es caro, andaluzas.
eso que en el departamento de Chuquisaca
hay la provincia de Cinti, que lo produce No asi los hombres, que por su manera
bastante bueno. Es necesario, sobre todo de vestir, resultan una caricatura de nues­
para aplacar los furores de los pican tes que tros chulos, por donde les vendrá el nombre
con tanto placer saborea la plebe. Y aquí de cholos, cambiada la u en o. Usan som­
entra la descripción de mi picantería del brero ancho, chaquetón corto de mangas
Capitulo II. muy ajustadas y pantalón más ceñido aún.
Algunos ostentan alamares y camisa de Había 12 almacenes de comercio, 38
chorreras; pero por majos que vayan resul­ tiendas intemadoras, 2 librerías, 91 tiendas
tan chalanes de feria a la vista experimen­ de comercio portrienor 41 bodegas, 12 clubs o
tada de un español. restaurants-café, 3 Bancos de emisión, 1
Hipotecario, 5 oficinas mineras, 2 joyerías, 5
Entre los cholos se practica el sirvinaca, boticas, 13 . panaderías, 9 tipografías y 33
concubinato legal antes de matrimoniarse? fábricas de ladrillo.
Es costumbre tan general entre la plebe, que
rara vez se casa un indio o un cholo sin Estas cifras, aunque atrasadas, pueden
haber sometido la mujer a esta prueba, in­ servir de base a muchos cálculos comer­
moral según nuestras rutinarias costum­ ciales, y por ellas se puede juzgar apro­
bres, pero previsora y acertada com o lo ximadamente de la mayor o menor impor­
demuestra la experiencia. tancia de los ramos de industria y com ercio
a que se refieren.
El resto de la población son los vi­ Los cholos monopolizan las barberías,
racochas, los criollos españoles, a los que sastrerías, carpinterías y demás artes in­
dedico el capítulo siguiente, todos muy ca­ dustriales por el estilo. No son malos ope­
ballerangos; como que bien puede decirse rarios, pero como no tienen costumbre de
que aquí no hay clase media: todos monjes o trabajar con la constancia y el ahinco de los
calonges, o plebeyos o hidalgos. Son re­ europeos, ésta es la razón de por qué cuando
miniscencias . de casta, puntillos de honra llega un artesano extranjero, les quita la
que no desaparecerán de Bolivia hasta tanto clientela fácilmente, por su mayor la­
que no afluya la inmigración y cree la bur­ boriosidad y competencia. Esto da origen a
guesía a la europea, como ha sucedido en rivalidades y aun a motivos de la cholada.
otras capitales americanas. Estando yo en Sucre, vino un francés de
Chile con un cargamento de ropas hechas, a
La verdadera clase media la constituye estilo de bazar. Eran artículos de batalla,
en Chuquisaca el comercio, casi todo en
manos de extranjeros, figurando en buen como se dice en jerga comercial; malos pero
caros. Sin embargo, el francés vendí a pan­
lugar la colonia española, poco numerosa,
talones, chaquetas, y gabanes, com o pan
pero acaudalada.
bendito. Los sastres de Sucre que vieron su
negocio paralizado, movieron la cholada en
No dejan de tener interés los siguientes
contra del extranjero.
datos estadísticos que extracté de la G aceta
M unicipal de Sucre, cuando mi estancia en La autoridad amparó a éste en su de­
la ciudad.. recho; pero el francés, a fuer de hombre
práctico, comprendió que no estaba seguro,
Las patentes industriales arrojaban la que cualquier día arderían él y su tienda, y
suma de 11.207 Bs. ((18) resolvió largarse de Chuquisaca.

Capítulo X V II

Los viracochas

La gala de Sucre es el vecindario criollo, tilla, pero larga y holgada como el manto de
los viracochas; nombre que los súbditos de las limeñas. Usanló encuadrando con ella la
Atahuallpa dieron a los españoles de Pi­ cara, liándosela al cuello y cubriendo en
zarra. Viracocha quiere decir h ijo d el Sol; y ancho vuelo todo el cuerpo con pliegues y
la plebe quichua sigue llamando así a los escorzos seductores. Esa prenda tan re­
criollos de sangre azul. Corresponde, pues, a catada, tan monjil, el garbo de las criollas la
nuestro tratamiento de cabu lero, y a este hace provocativa y de una belleza tan plás­
tenor, he tenido el gusto de oirme llamar tica como el más descocado “ incroyable” .
“ hijo del Sol” un millón de veces. R azón por la que un señor arzobispo prohibió
allá en Lima, el uso del mantón, ya se en­
La vida chuquisaqueña es poco agitada. tiende que sin conseguirlo, catalogándole
entre las tentaciones de San Antón. Fuera de
Por la mañana, los hombres se en­ estos actos visten a la última moda parisien­
cierran en su oficina y dejan a las mujeres se.
que vayan a sus devociones. La señora
criolla va a la iglesia de negro, tocada con la Jueves, domingos y días festivos, la
verónica, prenda que visten con suprema buena sociedad se da cita en la anchurosa
elegancia, ceñida a la cabeza como la man­ plaza de la Catedral, para oír la retreta ;

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serenata militar que ya no se usa en España Lindas y mimosas las chuquisaqueñas,
pero que se conserva en todas las ciudades su principal encanto estriba para un español,
americanas. en el característico dejo de la pronunciación
americana, que si en ellas encanta, en los
Mientras los jóvenes dan vuelta a la hombres desplace.
plaza, las personas mayores y cuantos no
quieren exhibirse, se sientan en los poyos de En la intimidad son más seductoras
los soportales. Para esto hay que ganar todavía. Hay en el lenguaje criollo boliviano
lugar, tendiendo horas antes una alfombrita dos partículas que dan mucha gracia a la
en el puesto, ni más ni menos que en las conversación: el ché y el vos.
iglesias, donde no hay sillas, sino que cada
devota va pertrechada de una alfombra, en Ché, es interjección y pronombre jun­
la que se sienta o se arrodilla. tamente. Así se dice: Ché, ¡o y e!; ¡D a m e,
ch é!, ¡no puedo, ch é!
Acaba la retreta, yéndose los músicos y
el piquete al cuartel, a cuya puerta toca la No es especial de los pueblos del Plata
banda una serie de guáiños y cu ecas; estas como leo en algunos escritores río-platenses,
últimas una especie de fandango nacional, pues se usa también con igual o mayor
muy alegre y armonioso, qüe la cholada oye frecuencia en Bolivia. Tanto, que los chi­
con más gusto que los demás números de la lenos llaman despectivamente los ¡ch és! a
retreta. argentinos y bolivianos.
Escasean en la ciudad los centros, de Ché, en lengua pampa es hombre, como
reunión de libre entrada. Los circuios y se constata por Puelches, hombres del Este;
casinos tienen sus socios, y las confiterías y Picunches, hombres del Norte; Pehuenches,
hoteles llevan por lo mismo vida precaria, hombres de los pinares; Tehuelches, hom­
porque el señorío es reducido. Aun en las bres del Sur o patagones; etc. En guaraní es
confiterías j como llaman a los cafés, no se “ yo soy” . Dicese (creo que por Daireaux)
acostumbran tertulias como las nuestras; se que cuando los primeros españoles desem­
entra sólo para tomar un cocktail, jugar una barcaron en el Rio de la Plata, vestidos a la
partida de billar o echar una pinta. europea, con armas y caballos, hubieron de
parecer a los indios seres de otro planeta.
La pinta es el juego de los dados, tan Asombrados los naturales huyeron al pronto;
corriente aquí, como juego de azar, que ha pero uno de los indios, o por más atrevido o
desbancado a la baraja. En toda Bolivia por más curioso., tocó con sus manos a un
está a la orden del día, desde el club aris- español y luego a otro, entendiendo con esto
'tócrático a la más miserable chingana. En que los extranjeros eran hombres como los
Buenos Aires y Santiago de Chile, es juego demás. Y llamando a sus compañeros, les
villano, como en Europa. infundió confianza, gritándoles: chés, chés
(son hombres, son hombres). O porque el
El juego de los dados fue importado por caso hiciera gracia a los españoles, o porque
los soldados españoles, como lo prueba el creyeron que la palabreja era voz de lla­
que Atahuallpa lo aprendió en su cautividad, mada entre los indios, la adoptaron en el
lo mismo que el ajedrez; y el que por una sentido particular que conserva hasta el día.
suerte adversa de los dados nació el refrán
aquél; “ Jugarse el sol antes que nazca” , por Fantasías aparte, tengo para mí que el
haber jugado un soldado de Pizarro, y per­ ché río-platense y boliviano no es más que el
dido, la Imagen en oro del sol que le tocó en antiguo ce castellano con que se llamaba o se
el botín del templo de Coricancha en el pedía atención a una persona, tan usado por
Cuzco. De los soldados pasó a los mineros, y las tapadas y embozados de las comedias de
de éstos al resto del país. capa y espada; voz anticuada ya y que se usa
todavía en el reino de Valencia en la forma y
Como antes dije, está tan en boga, que frecuencia que en estas provincias de Sud
en donde quiera se reúnen dos o tres amigos América.
y aun desconocidos, hay que jugar al cacho
(el cubilete) una ronda de cocktails, y luego, El Vos: En América, como en In­
... a limpiarse los bolsillos tirando quinas, glaterra, no se usa a secas el pronombre tú,
senas, ases y cuadras. sino que se reemplaza por vos, que es más
afectivo. El patrón al criado, el padre al hijo,
Asi, entre envites y rondas, se van a el maestro a su. discípulo , les llaman de
comer con la cabeza caliente y el bolsillo vos al estilo de los antiguos castellanos y
frío. como hacen hablar los novelistas román­
ticos a sus personajes. El vos, según Gaspar
Las criollas, en cambio, son muy re­ Teseja (en (en sus Cartas m ensajeras), a
catadas y modosicas, y muy poco hal­ mediados del siglo XVI era tratamiento
coneras, sobre todo en Sucre, en cuyas calles inferior, al que seguía el impersonal y luego
crece la yerba y bien poco hay que ver. vuestra m erced. En Santa Cruz, ciudad de

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blancos en el mismo Bolivia, todos los de Yo no fui capellán porqué nunca me dio
esta raza se voseaban entre si, con exclusión el naipe por casarme. Mis amores con las
de guien quiera que fuese iridio, o cholo, o chuquisaqueñas fueron todos fáciles y flor
colla. “ Tratábanse de tú los iguales; el de un día. Los más formales, los más ín­
inferior, hablando con el superior, usaba de timos, tú velos con una beldad, pero tan
la segunda del plural. A los collas más veleidosa, que hube de pedirla un sí o un nó
decentes se les trataba con el rígido y eti­ terminantes y categóricos
quetero “ usted” . (René Moreno, A rchivos Ella, entonces, cortó una flor de suncho,
de M ojos y Chiquitos). especie de margarita arbórea de largos
Este uso del vos criollo está afectado pétalos estrellados que en Bolivia sirve para
por la costumbre de construirlo con el sin­ cábala amorosa, haciendo estas preguntas: -
gular de los verbos; así: dame vos: ¿ten és ¿M e quieres?- Te quiero. - ¿P oco? - ¿M ucho?
vos?; escuché vos. Lo cual es un solecismo y - ¿Nada? A cada una de estas in­
según Bello, una corrupción insoportable. terrogaciones, se arranca un pétalo a la flor,
Pero si gramaticalmente este vos es una y en el punto que las preguntas se cortan por
disparatada, otra cosa es oído en la in­ haberse agotado las hojuelas, allí está la
timidad del hogar o con el acento que le da el respuesta. Es una superstición amorosa,
afecto o la pasión; resultando un tratamien­ digna de celebrarse por Anacreonte.
to , si incorrecto, muy afectivo, sin la as-
vpereza del tú, ni la rigidez del usted. Mi criolla, apremiada por mi ul­
tim átum, deshojó la flor y me toeó..nada.
En mi colegio de Sucre tuve un catalán
de auxiliar, al que me costó Dios y ayuda - Ya lo ves, ché; nada - me dijo al final de
quitarle la costumbre de llamar a los chicos la consulta.
tú, tú. Acostumbrado al voseo entre éstos,
ese tú, sobre todo pronunciado a la ca­ Y yo le contesté, en son de despedida,
talana, resultaba áspero e hiriente al oído. con una copla del país, entreverada de
quichua y español:
Otra partícula qué da mucha gracia a la
conversación familiar es el velay, interjec­ Amañapis munahuaichu
ción muy usada en Tucumán para arriba, y (aunque ya no me quieres)
que se diferencia del ¡velay! de Valladolid. ya después que me has querido,
El velay de Castilla equivale a ahí verá ¿piñatack ckechuiahusun
usted; mientras que la acepción americana (quién ya nos ha de quitar)
es idéntica al voilá francés, es decir, hé el gusto que hemos tenido?
aquí. Verbigracia: “ Tráeme el sombrero” .- ★ * ★
Velay, señor, dice el mucamo o servicial al
presentar la prenda.- “ Préstame . un pe­ La asociación de ideas me hace hablar
so” .- Velay, dirá el interpelado bien se lo dé, aquí del candelero, curioso ejemplar de la
bien le enseñe el portamonedas vacío. - fauna boliviana. Candelero es el hijo de cura,
“ Dame un beso” -Velay, contesta la bella condición de la que en América no se hace
soltando una cachetina. caso mayormente; pues ni los clérigos se
Las pollas chuquisaqueñas llámanse recatan de su obra, ni la gente se escandaliza
chotas, asi como m iseas las matronas, éste, de ella.
tratamiento cariñoso que se estila también
en la Argentina, aunque aquí dicen m isía. El concubinato de los clérigos está
En una u otra forma, es reminiscencia del plenamente admitido en América. Las leyes
castellano de la conquista, porque en los permiten a los hijos de tales clérigos su-
clásicos se lee misa, en el mismo sentido. cederles en los bienes de sus padres aunque
La sociedad sucrense, es tan amable, mueran éstos ab intestato. Preciso es con­
tan asequible, que es lo más fácil para el fesar que el clero criollo se señala por una
forastero ser presentado a ella, siendo re­ conducta licenciosa que, hasta cierto ..punto
cibido con tal fineza y agasajo tanto, que parece hallarse protegida por la ley. Igual
dejan a uno obligado para siempre. A nadie sucedía en España hasta el reinado de los
se pregunta quién es, ni de dónde viene; an­ Reyes Católicos, época en que Cisneros
tes por el contrario la circuristancia de ser sentó la mano a curas y frailes licenciosos.
gringo (extranjero) avalora la presentación.
Difícil será que una reforma así se
Excusado es decir que un gringuito o un implante en América; lo que vendrá con el
galleguito (español), no mal parecido tiempo será un cisma religioso por esta
avispado y de buenas costumbres sobre todo, cuestión de faldas. Como primer cañoñazo de
es el preferido de los criollas y candidato a alarma, ya llegó a Roma, allá en el pon­
capellán, como llaman en Bolivia a los que tificado de León XIII, la constitución de un
se hacen ricos por alianza matrimonial. Es Sínodo diocesano de Sud-América, en la que
un decir antiguo: “ Vino, marido y bretaña se pedia licencia matrimonial para los curas
(clase de paño) de España criollos (19)

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En este mismo Sucre cuentan una anéc­ Recoleta, porque la primera vez que el
dota de cierto arzobispo que por dejarse mismo predicador volvió a subir al púlpito,
arrastrar de inclinaciones amorosas, allá en tuvo cuidado de componer su discurso de
sus juveniles años, tuvo distintos hijos de dos manera que enmendase el efecto producido
señoras de la localidad. Un fraile de La en el auditorio, a entera satisfacción, ya que
Recoleta, desentendiéndose de aquel pre­ no edificación de los oyentes. (20)
cepto que manda predicar el Evangelio cum
grano salis, es decir, discretamente, guar­ Pero puesto a hablar de lo que uno ha
dando la consideración debida a los oyentes visto u oido, relataré un hecho que consta en
de calidad, predicó en una de las ferias los anales parlamentarios del país.
cuaresmales en la Catedral, estando pre­
sente el prelado; y habló de la relajación de La Constitución boliviana permite a los
costumbres, en términos generales, pero que clérigos la representación a Cortes. Esto ya
lo dije antes.Pues bien, en una sesión de la
tenian muy clara aplicación al arzobispo,
Cámara de Diputados, uno de los ho­
para que nadie pudiese dejar de entenderla.
norables tomó la palabra para apoyar una
moción, en virtud de la cual se excluía a los
Montaron en cólera canónigos y fa­ curas de la representación parlamentaria.
miliares por la licencia del predicador, de
quien determinaron quejarse al guardián; El contendor, como es natural, fue otro
pero, con buen acuerdo, aplazaron la re­ colega de sotana, el padre Mendieta, quien
solución hasta ver qué efecto había pro­ despachó en cuatro palabras:
ducido la monserga al señor. El cual lejos de
manifestar ningún resentimiento, no hizo - Apoyo - dijo la moción del honorable...,
otra cosa que enviar al fraile uno de los a condición que se excluyan también de la
mejores postres de su mesa, acompañado Cámara a los hijos de cura.
por via de aderezo, con un regalo más
práctico de dinero a la comunidad: acto de Esto era un argumento ad hom inem ,
cristiana caridad que no fue del gusto de la porque el autor de la proposición de ley era
camarilla arzobispal. precisamente hijo de cura, can d elero; y
como todos lo sabían, quedó tan abroncado,
Produjo, sin embargo, su efecto en La que hubo de batirse en retirada.

Capítulo X V III

La gringada
Los gringos son los extranjeros avecin­ muy inteligentes y sufridos que no levan­
dados en Indias; un agregado heterogéneo de taban cabeza, y otros muy brutos que es­
todas castas y linajes. Unos vienen llamados taban en los cuernos de la luna.
por sus parientes ya establecidos en
América; otros a trabajar por su cuenta y Con esto voy a referir un caso práctico.
riesgo. Los más son advenedizos a salga lo
que saliere. El protagonista fue un vasco, dueño de
una tienda de lencería. A l l á , p o r los años
La laboriosidad y la honradez son cua­ 1879, hubo de escribir a un almacenista de
lidades que en América se estiman mucho y Valparaíso pidiéndole dos o tres fardos de
valen mucho también. En pocos años, el tocuyo (bramante, o lienzo de algodón). El
chapetón, el aprendiz, asciende a habilitado muy zafio, que no andaba muy fuerte en
o socio del principal y va en camino de ha­ ortografía, escribió así: M ándem e 203 far­
cerse una fortuna. Lo cual no quiere decir dos. Atónito se quedó el chileno cuando leyó
que todos lleguen a peruleros o indianos, el mensaje, porque nunca se había descol­
sino que el trabajo está mejor recompen­ gado su cliente de Sucre con un pedido de
sado en América que en Europa, y que es tanta importancia; pero como se trataba de
más grande el campo de los negocios y de las un parroquiano antiguo y fiel cumplidor de
iniciativas. los plazos, sin esperar nueva orden le mandó
La propiedad de la tierra y la ha­ los 203 fardos.
bilitación en los negocios son los grandes
reclamos para el inmigrante. Los cuales, como los monos del fabulis­
ta, llegaron a la tienda de Sucre, con gran
Pero en América, como en todas partes, extrañeza del recipiendario sin que se le
hay que contar con la suerte; o com o suele ocurriese pensar que la equivocación partía
decirse: “ Fortuna te dé Dios, hijo, que el de haber escrito 203 en lugar de 2 ó SJMás que
saber poco te basta” . Asi, entre los es­ extrañado, se quedó aterrado, pensando
pañoles establecidos en Sucre, los conocí cómo pagaría un envío de tanta importancia
para cuya realización no bastaban los plazos pradores, y todos corroboraron el mismo
de un año ni de dos. engaño.
Aguí de la suerte de las personas. El monedero falso cayó en el garlito,
A las pocas semanas del recibo estalló la porque fue tan imbécil que, no contento con
Guerra de los D iez Centavos. Chile declaró el desaguisado de Sucre, se había ido a
la guerra a Bolivia y hubo interdicción dé Potosí, qüe está próximo, con el objeto, y allí
fronteras. Debido a esa circunstancia, en lo prendieron.
cerca de dos años que duró la suspensión de
relaciones con Chile, como no entró más Este delito que en todas partes se pena
tocuyo en Sucre y el vasco estaba aba-, severamente,. en Bolivia se castiga con le­
rrotado de él, lo vendió todo, y más que nidad y mucha lentitud. Por de pronto, el
tuviera, al precio que le dio la gana; y de esta suizo fue a ía cárcel, .establecimiento mo­
manera se hizo rico. delo que bien merece párrafo aparte.

Esto que parece fábula, es tan cierto que La cárcel de Sucre la constituye un
todo Sucre lo sabe; pero yo no cito el nom­ desván del Cabildo o Municipalidad. Al
bre, porque si el pecado se dice, el pecador cuidado de los presos están un conserje y
no. cuatro o cinco celadores. Como no hay
presupuesto de prisiones, de dos en dos días
La facilidad con que los Bancos abren salen los presos con sus guardianes a re­
cuentas para habilitaciones, da motivos a no correr las casas, para recibir las limosnas
pocos petardos. que el vecindario les quiere dar. Los presos
van sueltos y sus guardianes, de alpargata,
Un galleguito advenedizo consiguió
sin más armas que el rebenque o vergajo.
crédito para poner una tienda de sombreros.
Hizo su pedido a Chile y le vino un regular Los reclusos reciben visitas a todas horas
del día y comen con sus familias, si la tie­
cargamento de cajas. Montó su tienda y nen; si no, los celadores se cuidan, m edian-
vistió los anaqueles con las cajas de cartón. tibusillis, de traerles comida, aguardiente y
Como los sombreros eran buenos y re­ tabaco.
lativamente baratos, todo Sucre los com­
praba. Con este régimen carcelario tan severo,
quien . no se escapa es porque no quiere; y
El Banco prestamista cobró el primer
como el suizo lo quería, compró un cómplice,
plazo, y con esto, y con verse siempre la
tienda abarrotada de cajas, no pasaba que, cuando pudo ser, le plantificó una muía
a la puerta de la cárcel y el suizo se puso en
apuros, pues las existencias eran suficiente,
garantía del capital adelantado. Llegaron franquía.
las fiestas de Semana Santa y la tienda se Pero lo del suizo es nada en com­
cerró como de costumbre, Pero a la otra paración con lo que se cuenta de un tal
semana, ni aquella se abría, ni nadie sabia Cuervo, cuya evasión de la cárcel d e Sucre
del tendero. Los del Banco se escamaron y sé ha hecho célebre.
entraron en el establecimiento. Al hacer el
registro vieron las cajas vacias. Con el úl­ Este Cuervo era un español, persona de
timo sombrero que vendió, el galleguito, que buen parecer, que de la noche a la mañana,
tenia bastante, arrambló con todo el difiero cayó en la ciudad y alquiló una casa tocando
de la venta, y desentendiéndose de plazos con el Banco Nacional, con el loable pro­
bancarios y comerciales, salió de Sucre, pósito de robarlo. Dio principio a sus tra­
para no volver más. bajos de ingeniería, pero hallaría dificul­
tades insuperables, y cambiando de pun­
Como este picaro pasan por allí muchos tería, sé fijó en las alhajas de la Cated ral.
forasteros que abusan de la credulidad de los
sucrenses. Cuando más afanado estaría el hombre,
Un suizo andaba ofertando libras es­ imaginando cómo verlas y meterlas mano,
terlinas por bajo del precio de cotización. Es viólas en pública exposición, a hombros de
decir, que si el Banco las pagaba a 12 bo­ San Pedro.
livianos, él las daba a 11. En un día despaché La festividad de este Apóstol es muy
más de ciento en hoteles y confiterías y se sonada en la Catedral de La Plata. En ese
marchó. A los tres, el prefecto, que le había día visten de papa al Santo,.con capa plu­
comprado veinte libras, quiso regalar .al vial, tiara y anillos, recargado todo de
presidente una medalla de oro, y para valiosa pedrería.
ahorrarse la pasta entregó unas cuantas de
las monedas al platero a fin de que las fun­ Viólo Cuervo, y se dispuso a rapiñarlas.
diese. Puso el artífice manos a la obra, y una Aquella misma noche, acabada la función,
por una las halló, no ya falsas, sino fules: se escondió en un confesonario. Cerraron las
eran de plomo con un baño de oro; pero tan puertas y se quedó solo^llá a altas horas de
bien acuñadas y con tan buen peso, que la noche, en el silencio y obscuridad de la
engañaban a la vista y al tacto. iglesia, se encaró con San Pedro, y le des­
Corrió la noticia entre los demás com­ valijó sus mejores alhajas, y no de las más

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manuables, porque apechugó con la tiará. - Pues dile que se asome; que un ami­
Cuando al amanecer abrieron la iglesia salió go quiere hablarle.
bonitamente sin ser visto de nadie. Como el
botin abultaba bastante, y además, el su­ - ¿Quién me llama? -preguntó a su vez el
ceso habla de publicarse en seguida, lo funcionarlo.
primero que hizo Cuervo fue enterrar el - Cuervo, señor fiscal -repuso el jinete,
tesoro en un vertedero de escombros de las encend iendo una pajuela para que el otro no
afueras, quedándose únicamente con un par se llamara a engaño; -Cuervo que se va de
de sortijas que creyó de fácil venta. Sucre y viene a despedirse de usted. ¡H asta
Fue tan arriscado, que a pesar del re­ ahorita, no m ás!
vuelo que se armó en la ciudad con el robo Y espoleó la muía, dejando al otro
de. San Pedro, el mismo dia consiguió ven­ viendo visiones. Cuando el fiscal recordó,
mandó una comisión en persecución de
dar uno de los anillos. ¿Quién había de sos­
pechar de un hombre como él? ¿De un vi­ Cuervo, pero no lo encontraron.
racocha tan bien trajeado y gastador? Meses después, los periódicos trajeron
Al o'fro dia vendió el segundo anillo. Dio la noticia de haber sido preso Cuervo en
la casualidad que el comprador era pariente Lima por otra de sus hazañas, siendo de
de un canónigo, y éste, al ver la alhaja, la suponer que allí no se escaparía como en
Sucre.
reconoció como de San Pedro. Dio parte a la
autoridad, y Cuervo fue detenido. No le Estas escapadas en muía y luego tomar
valieron excusas ni negativas, porque el cualquier vericueto de la cordillera, por lo
comprador de la primera sortija presentó la que es difícil dar con el fugitivo, a unos sale
joya, y esto le acabó de abrumar. bien, a otros no.
Por remate, un indio, removiendo la Un secretario de la legación chilena
basura en el estercolero, dio con el saco abusó de una señorita de la buena sociedad
donde estaban la tiara y otras preseas de de Sucre, y la víspera de su partida se jactó
San Pedro. Cbn este hallazgo, empezó de de ello en un círculo de amigos. Súpolo un
firme la causa contra Cuervo. hermano de la joven, ya cuando el burlador
Asi que éste vio el pleito mal parado, habla partido, y seguido de dos criados, salió
preparó la huida. Algún amigo tendría que en su persecución, logrando alcanzarle en
le agenció una muía; y como el suizo de las una de las postas. Pidió una reparación al
esterlinas, salió de la cárcel, pero sin agravio, y el chileno se negó. El boliviano lo
apurarse, sin precipitar la marcha. mandó atar por sus criados y le conminó con
cortarle las orejas si no quería por las
Era una noche de invierno y no tan tarde buenas ir a Sucre, a casarse con su hermana.
que todo el vecindario estuviera entre sá­ Ni por esas se dio por convencido el chileno.
banas. El gran Cuervo se creyó obligado a Entonces, el otro le rebanó una oreja. Ante
despedirse del fiscal de su causa. Llegó a esta prueba ejecutiva, el diplomático, mi­
donde éste vivía y llamó a la puerta, sin rando por la otra oreja, se avino a desandar
apearse, con el mango del chicote. Se abrió lo andado para contraer esponsales con la
una ventana y preguntaron qué quería. burlada doncella.
- ¿Está acostado el señor fiscal? - Todos estos episodios que se antojan
preguntó Cuervo. escenas de época remota, son corrientes y
- Tod avia no, señor - contestó la criad a; - molientes a todo ruedo en la mediterránea
pero no tard ará en hacerlo. Bolivia.

Capítulo XIX
Capítulo de cargos mutuos
Ni son estos engaños y puntos de honra las América sin capital, y las más de las veces
únicas causas de resquemor entre criollos y sin un centavo. En América encontráis
extranjeros. crédito, capital, tierras, apoyo de toda clase.
El m ás eres tú es manzana de discordia Os enriquecéis a éspaldas de nosotros. Y
entre unos y otros. Los criollos echando en cuanto nos habéis desangrado y explotado
cara a los europeos su procedencia y la fa­ •con vuestras especulaciones bursátiles y
cilidad con que se abren camino; los eu­ financieras, a las que dimos crédito por
ropeos proclamando sus servicios y la nuestra juvenil inexperiencia; cuando nos
idiosincrasia del carácter americano. habéis tomado tierras, bancos y fe­
Dicen los criollos: rrocarriles - vosotros, que gozáis de todos los
derechos civiles y no tenéis ningún deber, •
- “ Vosotros, los extranjeros, vinisteis a nos.insultáis, si por una crisis, si por una

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revolución no seguimos engordándoos y fuerza irresistible de hurto y de vicio. Pai­
haciéndoos millonarios como antes” . sanos vuestros son y han sido los di­
lapidadores del fisco y de los bienes pú­
- “ ¿De qué riquezas os envanecéis? ¿Qué blicos.
capital monetario era el vuestro? Algunos
bolivianos y montones de papel moneda. * ‘Todo os lo damos, todo os lo traemos de
¿Quién os ha traído los grandes capitales sin Europa para satisfacer vuestros deseos
los que nada puede hacerse, sino Europa? sensuales. Los .vinos más costosos, las go­
¿Quién os trabaja, sino el proletariado losinas más refinadas pasan el. mar para
italiano, español, alemán o francés? Capital deleitar vuestros paladares, acostumbrados
y Trabajo, estos dos grandes factores de la al maíz y al asado con cuero; caballos rusos y
pública riqueza, son agentés europeos. andaluces os vienen para transportaros
vejoces; los artistas más sonados, los te­
“ Nosotros los extranjeros, os hacemos nores de un m illón la tem porada, acuden a
ciudades, puentes, calles, palacios, fe­ América para extasiar vuestros oídos; las
rrocarriles, universidades, con la ciencia de más hermosas hetairas de Andalucía, de
nuestros ingenieros y con los brazos de Polonia, de Italia y de Francia, vienen tam­
nuestros hermanos. Vuestras pampas las bién para daros sus más ardientes besos y
bañamos con nuestro sudor; vuestros bos­ embriagaros con su voluptuosidad.
ques los abren las falanges de nuestros in­
migrantes. Para éstos las fatigas del tra­ “ Vosotros todo lo tomáis, de todo gozáis
bajador, la vida humillante y penosa; para y abusáis, dejándonos a los extranjeros el
vosotros las satisfacciones de la política y despreciativo titulo de gringos y a menudo
del mando, las doradas orgías, el lujo insen­ los calabozos de vuestros esbirros.
sato. “ Sois como aquellos hijos de familia que
“ Vosotros no estás hechos al trabajo. se dan por ricos para encontrar dinero con
Vuestra plebe vegeta bebiendo chicha, to­ que gozar buena vida, y cuando lo han gas­
mando m ate o chupando caña de azúcar; tado, en vez de pagar a los acreedores, se
soñando con las carreras y con las riñas de llaman víctimas y declaman contra el vil
gallos. Nosotros les enseñamos artes e indus­ usurero” .............................. ...........................
trias; ennoblecemos, con el ejemplo, vuestra
raza (te gauchos y de mestizos, aportándoles En esta agria e inútil porfía en este
la fraternidad de las sociedades obreras y capítulo de cargos mutuos, hay, com o en
redimiéndoles de la condición de parias. todos los pleitos, verdad y mentira por
ambas partes. Lo difícü es establecer la
“ A nosotros debéis vuestra civilidad y la
elegancia en el vestir. Sin los europeos aún proporción de lo verdadero y de lo falso en el
iríais vestidos de taparrabos y plumas. alegato. Mas como no quiero actuar de juez y
árbitro de la contienda, aquí hago m utis, y
“ Disipásteis vuestra hacienda por me despido del lector.

Fin de “Chtíquisacja o La Plata Perulera”

NOTAS comprobar la autoridad de los datos y antes de que


apareciera en Bolivia otra geografía.
(1) Digo, pues, refiriéndome a un inciso del “ Peregrino En su obra, todas las longitudes se refieren al me­
en Indias” , del que es complemento esta “ Plata pe­ ridiano que pasa por el Observatorio astronómico de
rulera” . Madrid.
(2) Desde Tucumán. Véase “ El Peregrino de In­
dias” . (5) Este Facundo Infante fue un “ señor Frescales” ,
como decimos por acá. Era un militar español que se
(3) Brindada a los filólogos, vaya esta cita de las distinguió en la guerra de la Independencia, pero que
obras completas de Vlllamil. hubo de emigrar a América cuando se'abrogó la Cons­
El sistem a d e la prim itividad am ericana. Nacio­ titución del año 12. Llegado al Alto Perú se puso a las
nalidades am ericanas. La lengua d e Adán, La localidad órdenes de Sucre, defendiendo la causa americana coa
d el Edén y mapa d e los cuatro ríos que designa con 1a espada y con la pluma. Sucre le hizo ministro de G o­
precisión el G énesis, Introducción al vocabulario ay- bierno de la República de Bolivia. Diez años después,
m ará teutónico. Vocabulario d el aymará Irradiando a como si no hubiera pasado nada, Infante volvió a España
otraS lenguas com o la griega, latina, etc.. Las radicales y llegó nada menos que a ministro de la Guerra. Yo, que
aym arás en las lenguas aryanas. La religión prim itiva y he leído algunos númeroade E l Cóndor, declaro solem­
sus dogm as en Am érica, H istoria d el descubrim iento d e nemente que lo qué mereció Infante fue ser fusilado a su
la lengua prim itiva. D el estado d e las ciencias y d e las vuelta a España-
lenguas en Europa, Notas sobre la lengua elem ental.
E lem entos gram aticales d el aymará y F ilosofía d e la (6) Entre tanto texto más o menos disparatado que
humanidad. usan en las escuelas argentinas, puedo citar el Rudim en-
ttsta por la señora Caprlle. He aqui cómo trata esta
(4) Aquí es de notar que el mejor manual geográfico señora ai Idioma de Cervantes:
de Bolivia lo escribió el español D. Baldomero Menén- El Miño es un rio en la España.
dez. del Seminario de Vergara (G eografía y E stadística MI café es caliente.
d e! A lto Perú o Bolivia, Madrid 1860). Menéndez, si bien Ella es en mi cuarto.
da bastantes noticias equivocadas, tuvo el mérito de Los Estados Unldossao al S. de Canadá.
haber escrito su tratado sin ninguna guia oficial donde Las selvas de zona tórrida sao llenas de monos. Con

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otras monerías como “ El dueño de la casa vuelverá; producido el efecto de hacer centrales y alejadas del
Sebastián se transfirió a Salta” . La misma señora, mar la mayor parte de los territorios y provincias de
probablemente “ signora” , que a la publicación de su cada una de las secciones. En el sistema preferido de
obrita era directora de una Escuela Normal de Buenos España, las Aud iencias interiores pueden acercarse más
Aires, dice: del América; miracuioso, Onoria, Escurial, a la costa, dado que aquellas que ostentan configuración
etc. litoral toman en su longitud todo el espacio que necesita
Y el Rudimentista era método de lectura subven­ su unidad territorial. Países cortados desde el Ama­
cionado por el Consejo de Educación. zonas hasta el Pacifico ¿hubieran sido más accesibles al
comercio que lo son hoy Bolivia y el Perú, guardando esa
(7) Estoy encantado con el Martin Fierro, de contigüidad de tan fácil comunicación? Casi todas las
Herná ndez, d ijome uno d e los primeros 1Iteratos de Lima, dificultades de las Repúblicas sud-americanas son más
Y, sin embargo, respondi, para ustedes ese hermoso bien aduaneras que geográficas.
poema es Rosario en Berbería. -¿Por qué? - Porque la
mitad de sus bellezas son para ustedes sánscrito; no las
entienden.- Pues yo las percibo muy bien. - Error; o si no, ( 13) Son tan gráficos, tan pertinentes al asunto los
expliquemeesa: conceptos en que el gran poeta francés apoya este enun­
ciado, que no puedo resistir a la comezón de trans­
Nos retiramos con Cruz cribirlos. Ellos, de por si, constituyen todo un curso de
a la orilla de un pajal; Administración política americana. Dicen asi:
por no pasarlo tan mal
en el desierto infinito, Cesp etits souverains qu'il faitpour une année,
hicimos como un bend ito Voyant d ’un tem ps si court leurpuissance bornée,
con dos cueros de bagual D es plus hereux desseins font a vorter le fruit.
D epeur d e le laisser a celui quiles suit.
- Pues claro, en lo de bendito expresa la prontitud Comme Ils ont pne d e part au bien d ont-ils ordeu-
con que arreglaron las pieles. - Y cuando le hube ex­ nent.
plicado el problema de la frase, picóse enormemente y no Dans le champ du public largem ent ils m oissonnent,
me ha perdonado aquella replicación” : Assurés que chacun leurpardonne aisém ent,
(Juana M. Gorriti.' Carta al autor inserta en el Espérant, a son tour unpareil tratem ent:
Prólogo de Martin Fierro). L e p ire des états, c'est Tetatpopulaire.
“ Hacer como un bendito“ quiere decir poner dos
cueros en ángulo, como las dos manos al juntarse para Cinne, Acto 2°. Escena I.
rezar un bend ito. A esto se refiere la Gorriti.
(8) “ No se diga que los poemas y dramas indios ( 14) La Audiencia de Charcas se estableció en 1559.
desaparecieron por causa de la conquista española, Sus miembros fundadores fueron: Atienzo, Haro,
como muchos afirman,no señor; un pueblo creador, una Recalde, Ortiz, bajo la regencia del licenciado Pedro
raza imaginativa produce siempre, crea con mayor o Ramírez de Quiñones. El gobernador intendente de
menor elevación de concepto. ¿Qué es lo que ha pro­ Charcas tenía el título de presidente de la Audiencia.
ducido nuestra raza indígena en más de tres siglos de Después de la de Lima, la Audiencia de Charcas era la
coloniaje, desde la conquista hasta el día? Nada, ab­ más importante de Sud-América.
solutamente nada. Los pocos cantos quichuas que sacan a ( 15) Los criollos dicen cóndor y no condor como se
relucir en toda pendencia literaria los indigenistas son empeñan en pronunciar muchos en España, especial­
obras criollas vertidas en el idioma quichua, vaciabas en mente los poetas, sin duda por la fuerza del consonante.
netos y muy netos moldes castellanos” (Santiago Vaca
G uzmá n. Estudios). ( 16) La resistencia de la ciudad de La Paz, defen­
dida por el brigadier D. Sebastián de Seguróla (guipuz-
(9) Vocabulario criollo español d e Sud-América. coano, ascendiente materno de! que estas lineas es­
(Madlid, Sucesores de Hernando, 1910) cribe,) salvó el Alto Perú; pues si no hubieran tenido los
(10) Estanislao Zeballos, Relmú o La Reina d e Jos indios que reconcentrar sus fuerzas para el cerco, pro­
bablemente se hubieran apoderado de todo el territorio.
pinares.
Descendiente del brigadier, vascongado fue tam­
bién D. José Ballivián y Seguróla, uno de los mejores
(11) Lo cual no quiere decir que en Bolivia no haya
buenos oradores parlamentarios. Los hubo y sigue ha­
biéndolos tan buenos o mejores que en parte alguna. En (17) En tiempo del coloniaje los peninsulares con los
la primera generación de hombres públicos figuran criollos formaban la primera clase, los mestizos la segun-
Olañeta, Bustillo, Valle, Cortés y Zilveti. En la segunda, da y los indios la tercera. Los negros formaban clase
Mariano Baptista, el principe de la tribuna boliviana; separada. Hoy, con Gobierno democrático, las cosas
Daniel Calvo, Adolfo Ballivián, Oblitas, Méndez , Gui­ siguen lo mismo, porque en los censos y partidas de
jarro, Aguirre, Rosendo Gutiérrez, y entre los más bautismo hay tres registros por separado: uno para los
modernos: Macedonio D. Medina, Belisario Boeto, blancos {(españoles), otro, para los mestizos y otro para
Heliodoro Villazón, Eulogio Bayá, José Pol, Adolfo Siles, los indígenas. Bolivia no ha conseguido aun el progreso
José Lucero, Ramón Corral y José Manuel Gutiérrez; étnico de La Argentina y Chile, donde tres generaciones
Severo F. Alonso, Juan Francisco Velarde, Samuel de indios con mestizos emblanquecen y ennoblecen su
Oropeza, José T. Revollo, César Oropeza, Emeterio población andina.
Cano, Telmo Ichazo, Rafael Cañedo, José M. Urdininea y
otros. C18) Abreviatura de Bolivianos, o peso monetario
nacional.
(12) Por lo general, la corte de Madrid se confor­
maba para lo temporal con las divisiones espirituales que (19) Ultimamente (1911), a consecuencia de las con­
regían para los obispados, y aun con las establecidas clusiones votadas en el Congreso de Florencia, muchos
como provincias por diferentes órdenes religiosas. Tal se sacerdotes han elevado un mensaje a la Santa Sede,
determina en la Real Cédula de 1636. Las “ Reales pidiendo que se autorice a los clérigos contraer ma­
Audiencias“ en América obedecían a una división tan trimonio. Fundan la solicitud en determinada inter­
rácional y bien establecida, que ellas han dado la pauta a pretación del tercer canon del Concilio de Constan-
ias nuevas nacionalidades en que se fraccionó la vasta tinopia.
unidad del imperio hispano-marroqui. Cuanto más se
estudia el sistema geográfico de las antiguas Audien­ (20) Esta anécdota, que al cardenal Mendoza atri­
cias, tanto más se admira la sabiduría que ha precedido buye W. Prescott en sullistoria de los Reyes Católicos” ,
a su colocación respectiva. Absurdo hubiera sido trabar pasó exactamente en Chuquisaca, y por esto la refiero
el largo de los territorios de Occidente a Oriente, porque casi en los mismos términos que el historiador nor­
el deseo de dar iguales costas a las Audiencias hubiera teamericano.

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