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Male Gaze es una referencia a la representación de la mujer como objeto (sexual o erótico)
desde la perspectiva del hombre heterosexual en narrativas audiovisuales. ¿Cómo se crea
esta mirada? A partir de creencias, tradiciones sociales y culturales y perspectivas
individuales que se volvieron populares. La transmisión y popularización de esta mirada a la
audiencia tiene efectos fuera de la pantalla, y durante toda la historia, marcaron las
relaciones entre hombres y mujeres, y entre ellas mismas.
“Dressing for men is natural for a woman. After all, you can’t get away from basic
fundamentals!” - Marilyn Monroe (Julio, 1952), “I DRESS FOR MEN”, Movieland Magazine.
Las mujeres construimos nuestra identidad a partir de esos referentes visuales y nos
hacemos la idea que somos valiosas en la medida en que somos un sujeto de deseo para
los hombres. De aquí una frase y tópico que en su momento fueron tendencia en Tik-tok:
“soy una mujer escrita por un hombre”: me visto como ellos desean verme, me limito para
no afectar su ego, en la cama me comporto para satisfacerlo a él, sin necesariamente
esperar el mismo trato de su parte.
Y a su vez, esto no sólo moldea la mentalidad a las mujeres (que intentaremos cumplir con
cierto rol), sino también a los hombres (que esperan ciertos comportamientos y roles por
parte de las mujeres).
Pero las mujeres no somos las únicas víctimas del male gaze, sino que también apunta a
los hombres. Películas que cosifican a las mujeres también enmarcan al hombre de cierta
manera que parece tener que cumplir con ciertos estándares, como ser musculosos, sexys,
inteligentes, capaces, emocionalmente fuertes, dominantes, y tener cierto estatus financiero
para atraer a las mujeres.
Sorpresivamente para los directores de películas que dejan muy en claro haber sido
producidas a través del male gaze, hay cada vez más mujeres que prefieren un hombre que
no teme mostrarse vulnerable, con ciertos rasgos femeninos o que le otorguen delicadez.
Es este tipo de hombre el que la female gaze retrata en sus narrativas audiovisuales.
Female Gaze
Esta mirada permite a la mujer pensar su identidad por fuera de la perspectiva masculina. Al
igual que sucede con la male gaze, impacta en la forma de ser, pensar y relacionarnos con
nuestro cuerpo. Sin embargo, la female gaze también puede ser tóxica, al dictar líneas de
“cómo debe ser una mujer”, cambiando las reglas con el tiempo y dejando fuera a una parte
de la sociedad femenina, como por ejemplo a las minorías, siendo las personas negras
dejadas de lado en lo que el female gaze hipócritamente tiende a crear alrededor de
comportamientos, pensamientos y hábitos que “debe adoptar la mujer ideal”. A diferencia
del male gaze, la idea de la mujer ideal a través del female gaze se construye para ella
misma, cuando a través del male gaze, la mujer se construye -con lo necesario- para el
hombre.
Más allá de la crítica hecha al female gaze, es importante el impacto que las narrativas
audiovisuales atravesadas por esta mirada pueden tener en las mujeres. Ya no se nos exige
tener determinado cuerpo y determinados comportamientos, o por lo menos, dejamos de
interesarnos en lo que el ser masculino busca de forma primitiva (y por eso no lo culpamos
tanto) en nosotras: una compañera para dominar y reproducirse. Las películas y series nos
impulsan a ser nosotras mismas a través de personajes fuertes que no necesariamente
tienen abdominales y una piel perfecta, y directoras/es que no temen incluir escenas donde
mujeres charlan sobre temas que exceden lo relacionado a un hombre, haciendo lugar a
cuestiones emocionales, preocupaciones personales, y ambiciones profesionales.
Urban Dictionary
Urban Dictionary
El hombre que el male gaze retrata puede ser un reflejo de lo que el hombre quiere ver,
nuevamente, ignorando la visión, opinión y necesidades de la mujer. Es cierto que en los
comienzos de la humanidad, la fortaleza en el hombre (en ese entonces encargado de
buscar garantizar la supervivencia de la familia) era necesaria. Pero los cambios en los
modelos sociales y la inserción laboral y académica de la mujer, permitiéndole asumir una
nueva posición en la vida, patearon el tablero previamente configurado por el hombre.
El female gaze, por su parte, da lugar a partir de narrativas a personajes masculinos que
dejan entrever su interior; lo oculto, misterioso, opacado y censurado por sus camaradas
alfas. Lo que a su vez hace match con lo que una parte de la población femenina busca en
un compañero.
Lo que los hombres piensan que queremos (izq.) VS. el personaje de las fanfics que leemos (der.)
El female gaze, si bien sujeto a críticas, libera a buena parte de la población (masculina,
femenina y otra) del ideal hegemónico, diseñado y retratado por el hombre heterosexual que
pretende que todo lo que lo rodea, se ajuste a sus necesidades. El avance en materia de
visibilización de problemáticas, expansión de derechos y desarrollo de redes online,
permiten la exploración e impulso de nuevas ideas y creación de identidades, que poco a
poco dejan sin luz la fantasía del hombre de jugar al arquitecto en todos los aspectos de
nuestras vidas.