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Cook & I
Simone Cusack
Capítulo 1
Asignación de estereotipos de género
I ¿Qué es un estereotípQ?
pertecto" era descrito así: "su autenticidad está confirmada por el hecho de
que precede a la razón"6. Un estereotipo nos habla,
Las personas pueden estereotipar por una razón concreta o por una
combinación de razones. No siempre es claro por qué razón específica
apelamos a los estereotipos. Tomemos el ejemPlo del estereotipo según el
cual las mujeres son las cuidadoras primarias. Con frecuencia es difícil
determinar si las mujeres están siendo estereotipadas como madres porque
en promedio, es más probable que sean ellas quienes se encargan de la
crianza (estereotipación estadística o descriptiva) o porque las normas
sociales dictan que las mujeres y no los hombres, son quienes deben
cumplir un rol maternal (estereotipación normativa o prescriptiva).
Adicionalmente, como lo ilustra un analista, "con frecuencia, cuando se dice
que las mujeres son 'débiles' o que carecen de 'agresividad', (...) no es claro
si tales afirmaciones son estadísticas o si son aserciones normativas sobre
lo que significa ser mujer"21. En lugar de ver tales aseveraciones como
problemáticas, necesitamos aceptar la fluidez de razones, reconociendo
que "los estereotipos con frecuencia se ciernen ambiguamente sobre estas
significaciones"22.
"[Lla persona paterna/ísta cree que está actuando por el bien o beneficio de
la persona objeto de dicha actitud, que no 'discrimina' de forma
consciente. Sin embargo, algunos de los comportamientos más sexistas
(. ..) se expresan a través del paternalismo.
El jefe de un departamento (...) que cree que las mujeres no son capaces
física, fisiológica o mentalmente de asumir responsabilidades, puede tener
plena convicción de su preocupación real por el bienestar de las mujeres.
(. ..) Puede creer que las mujeres no deben ser nombradas en cargos de alta
responsabilidad porque un puesto de este tipo requiere estar hasta altas
horas de la noche en la oficina, atender reuniones corporativas a horas
inusuales y trabajar los fines de semana. Puede r:;onsiderar que todo esto
causaría malestar a la empleada. Puede pensar que las empleadas tendrían
Asignación de estereotipos de género 21
que dejar de lado las actividades que el/as prefieren, como recoger a los
niños en la escuela, cocinar o ir a reuniones escolares. Puede aceptar la
noción general de que las mujeres cumplen más apropiadamente el rol de
enfermeras que de doctoras porque 'prefieren' el 'rol servicial''43.
que una mujer no puede ser agresiva o que no debe serlo, ha actuado con
base en el género"59. En otras palabras, la Corte Suprema determinó que era
ilegal para un empleador negar un beneficio a un empleado o a una
empleada; -en este caso, su ascenso,- porque no adhirió a las normas
sociales de feminidad (o masculinidad). Lo injusto en la decisión de no
ascender a Hopkins fue que Price Waterhouse la castigó por no ser lo
suficientemente femenina (v.g. no usaba maquillaje, no estilizaba su cabello,
ni usaba joyas); esto es, por ser muy masculina (v.g. era "marimacha" y
usaba malas palabras con frecuencia). Según el Magistrado Brennan, tal
comportamiento discriminatorio por parte de un empleador no es ya
aceptable en tantó "hemos superado la época en que un empleador podía
evalu<;l.r a su personal asumiendo que se adecüa o insistiendo que lo haga,
a un restereotipo asociado con su grupo"60.
Los estereotipos prescriptivos según los cuales las mujeres deben ser
madres, amas de casa y cuidadoras, son tanto prevalentes como
persistentes. Una ex miembro del Comité de la CEDAW, Frances Raday,
explica: "La práctica cultural más dominante y dañina globalmente (...) es la
estereotipación de las mujeres exclusivamente como madres y amas de
casa, de forma tal que limita sus oportunidades de participar en la vida
pública ya sea política o económica"82. Afirma que "la designación
estereotípica de la responsabilidad única o prioritaria del cuidado de los
niños y niñas que se hace a las mujeres"83 las coloca en situación de
desventaja en todas las culturas. Los estereotipos que se derivan de la
premisa de que las mujeres deben ser madres y amas de casa y por lo
tanto, estar "al centro de la vida familiar y del hogar" tienen una larga historia
de ser usados para justificar la exclusión de las mujeres de la vida pública
como en el caso de la capacidad que tienen para ejercer cargos públicos84
o ser miembros de un jurad085 .
(2) El Estado deberá, por lo tanto, esforzarse para garantizar que las
madres no se vean obligadas, por necesidad económica, a desarrollar
labores en detrimento de sus deberes en el hogarB6 •
Las barreras que existen para valorar a las mujeres, tienen sus raíces en
el androcentrismo y el sexismo: "una de las principales características de la
injusticia de género es el androcentrismo: la construcción autoritaria de
normas que privilegian los rasgos asociados con la masculinidad. De la
mano del androcentrismo va el sexismo cultural: la difundida devaluación y
desprecio de aquellas cosas que se codifican como 'femeninas',
paradigmática, pero no exclusivamente, las mujeres"96. La devaluación y el
menosprecio de género ocurren en múltiples formas, entre ellas:
Estas injusticias son soportadas por las diferentes formas que asumen
los estereotipos de género y que discutiremos más adelante. Eliminar los
estereotipos es una tarea diffcil porque estos contribuyen con y resultan de,
las múltiples manifestaciones del patriarcado, las estructuras de poder y las
injusticias de género inmersas en las sociedades98 • Para superarlos, es
necesario que las normas androcéntricas dejen de estar en el núcleo social
y el sexismo debe ser reemplazado por una valoración positiva de los
¡i
atributos, las características y los comportamientos que codificamos como
femeninos99 •
Asignáción de estereotipos de género 29
roles sociales por sí mismos crean estereotipos. La· teoría sobre los roles
sociales explica "cómo las posiciones relativas y 10$ roles de los hombres y
las mujeres en la sociedad, generan estereotipos de género compartidos e
ideologías de género prescriptivas. La teoría del rol soci.al se centra en los
efectos de la división tradicional del trabajo, en la que las mujeres se ven
confinadas a tareas domésticas y los hombres desempeñan un trabajo
asalariado fuera del hogar. Dichas divisiones de roles por sí mismas, son
suficientes para producir estereotipos según los cuales los miembros de
cada sexo poseen rasgos propios de sus respectivos roles"122.
36 Capítulo 1
Los contextos
• Hay un desajuste de género. 151 Esto es, hay una preconcepción sobre
la falta de correspondencia entre los atributos de una persona y la
ocupación que désempeña. Por ejemplo, los atributos generalmente
considerados como deseables en un cargo gerencial - agresividad,
competitividad, capacidad de dirección y dureza - son atributos que
no se esperan usualmente de las mujeres. Aquellas que demuestran
Asignación de estereotipos de género 39
que las mujeres encuentren que es más fácil eliminar los estereotipos
opresivos existentes al interior de una cultura que permite que los individuos
valoren las diferencias culturales y las identidades individuales.
Algunos códigos de castidad aún requieren que las novias, pero no los
novios, sean vírgenes al momento de casarse. El estereotipo prescriptivo
rsegun el cual las mujeres deben llegar vírgenes al matrimonio atribuye la
virginidad a las mujeres virtuosas, lo cual requiere que exista un control
familiar de la sexualidad de las mujeres solteras, que puede incluir la prueba
de virginidad de las ml1jeres jóvenes ante los esponsales. Dicha prueba
tiene orígenes históricos puesto que la virginidad de las novias al momento
del matrimonio garantizaba la paternidad del esposo respecto de la prole
que naciera en el futuro. El linaje masculino es especialmente importante en
algunas religiones como el Islam, lo que sugiere que el test de virginidad
~ne raíces religiosas. El linaje masculino se preserva en la cultura islámica
a través de la prohibición de la adopción y de la donación de esperma y de
embriones en la reproducción médicamente asistida177 •
Notas
Societies and Social Reproduction. En: GUTMANN, Amy (ed.). Multiculturalism: Examining the
Politics of Recognition. Princeton, Nueva Jersey: Princeton University Press, 1994, p. 149-164.
20 Ver, MINOW, Martha. Making AII the Difference: Inclusion, Exclusion, and American Law.
Ithaca, Nueva York: Cornell University Press, 1990, p. 229-239.
21 POST, Robert. Response to Commentators. En: California Law Review No. 88 (2000),
p.120.
22lbid.
23 Ver, SCUTT, Jocelynne A. Women and the Law: Commentary and Materials. Sydney: Law
Book, 1990, p. 60.
24 Ver por ejemplo, APPIAH, op.cit. nota 13, p. 47-52; WILLlAMS, Joan C. Hibbs as a
Federalism Case; Hibbs as a Maternal Wall Case. En: University of Cincinnati Law Review No. 73
(2004-2005), p. 387-395; HEILMAN, Madeline E. Description and Prescription: How Gender
Stereotypes Prevent Women's Ascent up the Organizational Ladder. En: Journal of Sociallssues
No. 57 (2001) p. 657-674; HAMILTON KRIEGER, Linda. The Content of Our Categories: A
Cognitive Bias Approach to Discrimination and Equal Employment Opportunity. En: Stanford Law
Review No. 47 (1995); p. 1161-1248; BURGESS, Diana y BORGIDA, Eugene. Who Women Are,
Who Women Should Be: Descriptive and Prescriptive Gender Stereotyping in Sex Discrimination.
En: Psychology, Public Policy, and Law No. 5 (1999), p. 665-692.
25 Ver, APPIAH, op.cit. nota 13, p. 49.
26 LlPPMANN, op.cit. nota 5, p. 16.
27 Ibid., p. 88.
28 Ibid., p. 95.
29lbid.
30lbid.
31 BURGESS y BORGIDA, op.cit. nota 24, p. 666.
32 Ver, WILLlAMS, Joan y SEGAL, Nancy. Beyond the Maternal Wall: Relief for Family
Caregivers Who Are Discriminated Against on the Job. En: Harvard Women's Law Journal No. 26
(2003), p. 96.
33 Ver, APPIAH, op.cit. nota 13, p. 47.
34lbid.
35 Ibid., p. 49.
36 Ibid., p. 48.
37 Yílmaz-Dogan c. Países Bajos, Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (en
(en adelante CERD), Communicación No. 1/1984, UN Doc. CERD/C/36/D/1/1984 (1988).
,.
I 38 Ver por ejemplo, Din c. Rscaí Público, En: Malayan Law Journal (1964), p. 301 (Corte
Federal de Malasia) ([homson L.P.); Fiscal Público c. Emran bin Nasir; En: Malayan Law Journal
No. 1 (1987), p. 171 (fribunal Superior de Malasia, Brunei) (Magistrado Roberts). Ver, también,
WOIVIEN'S CENTER FOR CHANGE PENANG. Seeking a Better Judicial Process for Sexual
Crimes: Background Paper for Dialogue with Penang Judiciary. Penang: Women's Center for
Change Penang, 2007, p. 18, [consultado 10 jul. 2010]. Disponible en:
<http://www. wccpenang.org/files/docslJudiciary_Background_Paper.pdf>
39 R. c. Henry y Manning, Criminal Appeal Reports Vol. 53, p. 150 (1968) (Consejo de la
Corona de Australia).
40 Ibid., p. 153 (Juez Lord Salmon).
41 Ver, AL'ALWANI, Taha J. The Testimony of Women in Islamic Law. En: American Journal
of Islamic Social Sciences No. 13 (1996), p. 173-196.
42 Ver por ejemplo, RAMING, Ida. The Exclusion of Women from the Priesthood: Divine Law
or Sex Discrimination, ([rad. Norman R. Adams), Metuchen, Nueva Jersey: Scarecrow Press,
1976, p. 5-7, 28-33; Eunuchs for the Kingdom of Heaven: Women, Sexuality and the Catholic
Church, ([rad. Peter Heinegg). Nueva York: Penguin, 1990, p. 125-136; STo PIERRE, Simone M.
The Struggle to Serve: The Ordination of Women in the Roman Catholic Church. Jefferson,
Carolina del Norte: McFarland, 1994, p. 8-20.
43 Ver, SCUTT, op.cit nota 23, p. 60.
44lbid.
45 WILLlAMS y SEGAL, op.cit nota 31, p. 95 (cita omitida). En general ver, GLlCK, Peter y
Asignación de estereotipos de género 47
(frad. Magdalena Holguín e Isabel Cristina Jaramillo). Colección Nuevo Pensamiento Jurídico,
Bogotá: Universidad de los Andes, Siglo del Hombre Editores, 1997, p. 31-33.
95 Ibid., p. 31-32.
9p Ibid., p. 32-33.
97lbid.
98 Ver, FENTON, Zanita E. Domestic Violence in Black and White: Racialized Gender
Stereotypes in Gender Viólence. En: Columbia Journal of Gender and Law No. 8 (1998-1999), p.
10-25.
99lbid.
100 Ver, notas 68-69 y texto correspondiente.
101 Ver, .GANS, David H. Stereotyping and Difference: Planned Parenthood v. Casey and the
Future of Sex Discrimination Law. En: Yale Law Journal No. 104 (1994-1995), p. 1877;
ROTHBLUM, Esther D. y FRANKS, Violet. Introduction: Warning! Sex Role Stereotypes May Be
Hazardous to Your Health. En: FRANKS, Violet y ROTHBLUM, Esther D. (eds.). The Stereotyping
of WQmen: Its Effects on Mental Health. NuevaYork: Springer, 1983, p. 4; CAVA, Anita. Taking
Judicial Notice of Sexual Stereotyping. En: Arkansas Law Review No. 43 (1990), p. 34; RUBLE y
RUBLE, op.cit. nota 64, p. 194.
102 Ver, OTTO, op.cit. nota 71, p. 321-329.
138 EB. c. Francia, Apl. No. 43546/02, Ene. 22, 2008, párr. 96-98 (Tribunal Europeo de
Derechos Humanos).
139 En general Ver, WIDISS, Deborah A., ROSENBLATT, Elizabeth L. y NEJAIME, Douglas.
Exposing Sex Stereotypes in Recent Same-Sex Marriage Jurisprudence. En: Harvard Jounial of
Law & Gender No. 30 (2007), p. 461-505.
/ 140 GLlCK y FISKE, op.cit. nota 122, p. 159. •
. 141 Ver, HONORABLE MAGISTRADA L'HEUREUX-DUBE, Claire. Beyond the Myths:
Equality, Impartiality, and Justice. En: Journal of Social Distress and the Homeless No. 10 (2001),
p. 89 (citas omitidas).
142 Ibid., p. 89.
143 RHODE y WILLlAMS, op.cit. nota 90, p. 245; GLlCK y FISKE, op.cit. nota 122, p. 157-
158.
144 Ver, RUBLE y RUBLE, op.cit. nota 64, p. 218-226 (citas omitidas).
145 Ver, ibid., p. 215-217 (citas omitidas).
146 Ibid., p.228-232 (citas omitidas).
147 GLlCK y FISKE, op.cit. nota 122, p. 156.
148Ibid., p. 165-175.
149 Ver, FISKE, Susan T. et al. Social Science Research on Trial: Use of Sex Stereotyping
Research in Price Waterhouse v. Hopkins. En: American Psychologist No. 46 (1991), p. 1050
(citas omitidas); BIERNAT y KOBRYNOWICZ, op.cit. nota 63, p. 96 (citas omitidas); AMERICAN
PSYCHOLOGICAL ASSOCIATION. In the Supreme Court of the United States: Price Waterhouse
v. Ann 8. Hopkins; Amicus Curiae Brief for the American Psychological Association. En: American
Psychologist No. 46 (1991), p. 1067-1068.
150 Ver, FISKE et al., op.cit. nota 149, p. 1050 (citás omitidas).
151 Ver, RHODE ANO WILLlAMS, op.cit. nota 90, p. 246-247.
1521bid.
153 Ver, SIEGEL, op.cit. nota 80, p. 82.
154 BARTLETI, Katharine T. Tradition, Change, and the Idea of Progress in Feminist Legal
Thought. En: Wisconsin Law Review No. 2 (1995), p. 305, 313-325. Ver, también, MAHMOOD,
Saba. Politics of Piety: The Islamic Revival and the Feminist Subject. Princeton, N.J.: Princeton
University Press, 2005; SUNDER, Madhavi. Piercing the Veil. En: Yale Law Journal No. 112 (2003),
1399-1427; NYAMU, Celestine 1. How Should Human Rights and Development Respond to
Cultural Legitímization of Gender Hierarchy in Developing Countries? En: Harvard International
Law Journal No. 41 (2000), p. 381-418.
155 BARTLETI, ibid., p. 305 (subrayas en el texto original).
156::=1/§.fc.~~GEL~0r::f~~-=-~
157 Ver, BACRFlDUSE, Constance. Petticoats and Prejudice: Women and Law in
Nineteenth-Century Canada. Toronto: Women's Press, 1991; LERNER, Gerda. The Creation of
Patriarchy. Oxford: Oxford University Press, 1986; SHAHEED, Farida. The Cultural Articulation
of Patriarchy: Legal Systems, Islam and Women. En: South Asian Bulletin Vol. 6 No.1 (1986), p.
38-44.
158 Ver por ejemplo, Edwards c. Canadá (Fiscal General), (Canadian Reports, Appeal
Cases, Vol. 124 (1930).Canadá, Consejo de la Corona) Ver, también, SHARPE y MCMAHON,
op.cit. nota 66; SACHS y WILSON, op.cit. nota 66, p. 38-40.
159 Ver por ejemplo, Breedlove C. Suttles, United States Suprerne Court Reports Vol. 302,
p. 277 (1937) (EE UU, Corte Suprema).
160 Ver por ejemplo, Imelda Romualdez-Marcos C. Comisión Bectoral, G.R. No. 119976
(Sept. 18, 1995) (Filipinas, Corte Suprema), resumido en STA. MARIA, Amparita. CEDAW
Benchbook. Makati City, Philippines: Ateneo Human Rights Center, 2008, [Consultado 10 jul.
2010J Disponible en <http://www.cedawbenchbook.org> p. 39-41
161 Ver por ejemplo, Ato del Avellanal C. Perú, Communicación No. 202/1986, UN Doc.
CCPR/C/34/D/202/1986 (1988) (Comité de Derechos Humanos); Morales de Sierra C.
Guatemala, Caso 11.625, Reporte No. 4/01, OENSer.LIV111.111, doc. 20 rev. (2001) (Comisión
Interamericana de Derechos Humanos).
162 Ver por ejemplo, Jex-Blake C. Senatus de la Universidad de Edimburgo, (1873) 11
52 Capítulo 1
M. 784 (Reino Unido, Tribunal de Sesión), resumido en: SACHS ANO WILSON, op.cit. nota
66, p. 14-1 7.
163 Ver por ejemplo, Bradwell c. IlIinais, Wallace Supreme Court Reports, Vol. 83, p. 130
(1872) (Estados Unidos, Corte Suprema); Caso relativo a la lengua francesa, New 8runswick
Report, Vol. 37, p. 359 (1905) (Canadá, Corte Suprema de Nueva 8runswick).
164 Ver, EWELUKWE, Uche. Post-Colonialism, Gender, Customary Injustice: Widows in
African Societies. En: LOCKWOOO, 8ert (ed.). Women's Rights: A Human Rights Quarterly
Reader. 8altimore: Johns Hopkins University Press, 2006, p. 152-213; NARAYAN, Uma.
Oislocating Cultures: Identities, Traditions, and Third World Feminism. Nueva York: Routledge,
1997; NYAMU-MUSEM81, Celestine. Are Local Norms and Practices Fences or Pathways?: The
Example of Women's Property Rights. En: AN-NA'IM, Abdullahi A. (ed.). Cultural Transformation
and Human Rights in Africa. Londres: Zed Books, 2002, p. 126-150.
165 Ver, HOWLANO, Courtney W. The Challenge of Religious Fundamentalism to the Liberty
and Equality Rights af Women: An Analysis Under the United Nations Charter. En: Columbia
Journal of Transnational Law No. 35 (1997), p. 271-378; HOWLAND, Courtney W. Safeguarding
Women's Political Freedoms Under the ICCPR in the Face of Religious Fundamentalism. En:
HOWLAND, Courtney W. (ed.). Religious Fundamentalisms and the Human Rights of Women.
Nueva York: St. Martin's, 1999, p. 93-104.
166 Ver, JAISING, Indira (ed.). Men's Laws, Women's Lives: Constitutional Perspectives on
Religion, Common Law and Culture in South Asia. Nueva Delhi: Women Unlimited, 2005;
SHAHEED, Farida et al., (eds.). Shaping Women's Lives: Law, Practices and Strategies in
Pakistan. Lahore/Karachi: Shirkat Gah, 1998; WELCHMAN, Lynn y HOSSAIN, Sara (eds.).
"Honour": Crimes, Paradigms and Violen ce against Women. Londres: Zed Books, 2005, p. 1-21;
COOK, Rebecca J. y KELLY, Lisa M. POlygyny and Canada's Obligations Under Intemational
Human Rights Law. Ottawa: Departamento de Justicia de Canadá, 2006, [Consultado 10 jul
2010] Disponible en: <http://www.justice.gc.ca/eng/dept-min/pub/poly/poly.pdf>
167 Ver, MERRY, op.cit. nota 92, p. 10-16.
168 Ver, NARAYAN, op.cit. nota 164, p. 43-80.
169 Ver, RADAY, op.cit. nota 82, p. 75.
170Lovelacec. Canadá, Communicación No. R.24/1977, UN Doc. CCPR/C/13/D/24/1977
(1981) (Comité de Derechos Humanos). .
171 Ver, Lavell c. Canadá (Fiscal Generalj, Supreme Court Report, p. 1349 (1974). (Canadá,
Corte Suprema).
172 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 16 de diciembre de 1966, (entrada
en vigor el 23 de marzo de 1976), UN Doc. AlRES/22oo(XXI}A-C.
173 Ver, SIEGEL, op.cit. nota 80, p. 88.
174 Ver, BARTLEIT, op.cit. nota 154, p. 305,313-325.
175 Ver, CHO, Erin. Caught in Confucius' Shadow: The Struggle for Women's Legal Equality
in South Korea. En: Columbia Journal of Asian Law No. 12 (1998), p. 125-190 (para una
explicación sobre los orígenes de la ideología sobre los roles de género en Corea del Sur).
176 HOWLAND. Safeguarding Women's Political Freedoms. op.cit. nota 165, p. 97-98; Ver,
también HOWLAND. The Challenge of Religious Fundamentalísm. op.cit. nota 165, p. 282-324.
177 SEROUR, Gamall. y OICKENS, Bernard M. Assisted Reproduction Developments in the
Islamic World. En: International Journal of Gynecology & Obstetrics No. 74 (2001), p. 188.
178 Ver, WELCHMAN, Lynn y HOSSAIN, Sara. Introduction: "Honour" Rights and Wrong.
En: WELCHMAN y HOSSAIN. op.cit. nota 164, p. 6.
179 Ver, WARRAICH, Sohail Akbar. "Honour Killings" and the Law in Pakistan. En:
WELCHMAN y HOSSAIN, op.cit. nota 166, p. 79; CENTRE FOR EGYPTIAN WOMEN'S LEGAL
ASSISTANCE. "Crimes of Honour" as Violence Against Women in Egypt. En: ibid., p. 140;
TOUMA-SLlMAN, Aida. Culture, National Minority and the State: Working Against the 'Crime of
Family Honour' Within the Palestinian Community in Israel. En: ibid., p. 186.
180 Ver, WELCHMAN y HOSSAIN, op.cit. nota 164, p. 4-6; ODEH, Lama Abu. Crimes of
Honour and the Construct of Gender in Arab Societies, En: YAMANI, Mai (ed.). Feminism and
Islam: Legal and Literary Perspectives. Ithaca, Nueva York.: Ithaca Press, 1996, p. 141.
181 WELCHMAN y HOSSAIN, op.cit. nota 166, p. 4.
Asignación de estereotipos de género 53
182 HASSAN, Zoya. Governance and Reform of Personal Laws in India. En: JAISING, (ed.),
op.cit. nota 164, p. 353-373; JAHANGIR, Asma. The Origins of the MFLO: Reflections for
Activism. En: SHAHEED et al., op.cit. nota 164, p. 93-103.
183 RADAY, op.cit. nota 82, p. 71.
1841bid.
185 Ver por ejemplo, Bruker c. Marcovítz, Supreme Court Report Vol. 3, p. 607 (2007)
(Canadá, Corte Suprema). Ver, también, E1SSA, Dahlía. Constructing the Notion of Male
Superiorrty over, Women in Islam: The Intluence of Sex and Gender Stereotyping in the
Interpretation of the Qur'an and the Implications tor a Modernist Exegesis 01 Rights. En: WLUML
Occasional Paper No. 11. Londres: Women Living Under Muslim Laws, 1999. [consultado 10 jul.
2010] Disponible en: http://www.wluml.org/sites/wluml.org/files/import/english/pubs/pdfl
occpaper/OCP-11.pdf
186 Ver, SUNDER, op.ctt. nota 154, p. 1425-1427.
187 Ver, CHO, op.cit. nota 175; HOWLAND, Safeguarding Women's Polítical Freedoms,
op.cít. nota 165.
188 Ver, WILLlAMS, Joan. C. Deconstructing Gender. En: Michigan Law Review No. 87
(1988-1989), p. 837-843.
189 Ver, EWAN, Stuart y EWAN,Elizabeth. Typecasting: On the Arts and Sciences of Human
Inequality: A History of Dominant Ideas. Nueva York: Steven Stories Press, 2006, p. 1-10;
BARTLETI, Katharine T. Only Girls Wear Barrettes: Dress and Appearance Standards, Community
Norms, and Workplace Equality. En: Michigan Law Review No. 92 (1993-1994) p. 2551-2553.
190 Ver, FRUG, Mary Joe. A Postmodern Feminist Legal Manifesto (An Untinished Draft). En:
Harvard Law Review No. 105 (1991-1992), p. 1051.