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Dottore (Isaí)
Arlequino (Eder)
Parte 1
Arlequino: ¡Pero qué lindo día tenemos aquí! El pasto crece, las aves vuelan, el
sol brilla, y observo a gente que está acompañada. Platican, se divierten, se
entretienen… ¡Se ve emocionante!
Lo he decido, ¡quiero formar un nuevo amigo! Hmmm, ¿pero quién será?
Arlequino: ¿Pero qué tenemos aquí? Un extraño que nunca había visto ni de
reojo por la calle. Me pregunto quién es, a qué se dedica, qué es esa cosa rara de
su mano… Y se ve un poco gruñón.
Ay, pero qué pena, ¿cómo le hablo? (Da pequeñas vueltas mientras piensa)
Podría hacer algo sensato y amistoso como saludarlo… Hmm no, qué aburrido.
Tengo una mejor idea
Parte 2
Arlequino se desata sus agujetas de manera que el público se dé cuenta, y
se pasea casualmente frente a Dottore. Luego Arlequino se deja caer y
golpea el piso, clamando por ayuda.
Dottore: Por la peluca de Newton! Que te has impactado muy fuerte. Déjame
ayudarte. (Levanta a Arlequino con mucha dificultad).
Dottore: ¿Un poco torpe? Fuiste totalmente descuidado… Y torpe. Menos que si
te lastimabas, soy el calificado y renombrado: Dottore
Arlequino: (emplea si quieres esa forma linda q tienes de decir dottore
jasidaojs) Dottore? ¡Usted es un doctor! ¿Me podría curar?
Arlequino: (Finge asombro para quedar bien) Eso es espectacular Doc. Oiga,
oiga, ¿de casualidad sabe cómo abrochar agujetas?
Arlequino: Ahhh, mi mami siempre me enseñaba, pero ahora que soy un hombre
solitario e independiente, se me olvidó.
Dottore: Vaya caso el de usted, muy falto de atención y memoria, Ash. (después
de mirar despectivamente a Arlecchino, ve la oportunidad de enseñar). Pero,
si tuviera la oportunidad de aprender de un profesor, cuya exorbitante pedagogía e
intelecto le vuelven apto para enseñarle, ¿aceptaría?
¿Pero qué tenemos aquí? “La Teoría del respeto: Principios básicos de ética y
moral”, nunca leí este, seguro está fácil.
(Dottore lee rápido en silencio mientras refleja sus reacciones, sus
paradigmas han cambiado)
Dottore: ¡¿Qué?1 No puede ser, este libro lo cambia TODO. ¿Acaso significa que
lo científicamente correcto es ser bueno con la gente? No lo puedo concebir…
No… PUEDO…
(Pequeño colapso mental)
Bien, ahora lo concibo. De hoy en adelante, amaré a mi prójimo como a mí mismo,
aunque no se lo merezca del todo. Y bien, ¿por dónde puedo empezar?
AQUEL CHICO DEL ZAPATO!! Oh, pero él es todo un caso, ¿cómo ser bueno con
él? Primero, no sabe leer. Aunque en retrospectiva, es abismal la cantidad de
gente analfabeta debido a que la educación es un privilegio de las clases altas
Ahhh, ¿qué hay de cuando no me puso atención, o cuando se quedó dormido
cínicamente? Pero… La verdad le estaba evadiendo el tema porque ni yo, el gran
Dottore, sé amarrarme las agujetas. Además, ¿qué tal que tiene un padecimiento
especial, no antes descubierto, que le dificulta poner atención?
Pero… Pero… Pero… DECIDIDO. Iré por este chico a d-d-d-disculparme y a
enseñarle de verdad antes de que se vaya. Para ello, pasaré primero a la bóveda
del conocimiento –o sea, mi casa-.
(Dottore se retira de escena con prisa y exasperadamente)
Parte 4
(Se encuentra un Arlequino triste y cabizbajo sentado en el piso, entra
Dottore corriendo en escena
Dottore: (Alegra de encontrar a Arlecchino, se acerca a este) Es un agradable
día hoy, no cree. El pasto crece, las aves vuelan, el sol brilla.
Arlecchino: Señor, aléjese de mí, usted es un inconsiderado grosero…
Dottore: Yo!? Ser un… Claro, me comporté así con usted, y le ofrezco una d-d-
disculpa. No, ¡mil disculpas!
Arlecchino: (Sorprendido) ¿Acaso usted se acaba de disculpar? Ja, vaya, no
creí que alguien como usted pudiera disculparse. ¿No le duele la cabecita? (Le da
unos leves y suaves cocos en la cabeza, sin la fuerza para lastimar)
Dottore: No se crea, que esto me resulta difícil a mi también. Entonces,
¿quedamos en buenos términos? (Le estira la mano a Arlecchino)
Arlechinno: (Está fascinado por el gesto, mira con detenimiento la mano
estirada por varios ángulos, hasta que decide estrechar con mucho gusto)
SIIIIIIIIIIIIII! Claro Dottore! Ahora somos amigos… (Abraza a Dottore)
Dottore: (Incomodado pero tolerando) Sí, claro… Como usted diga. Y sabe, se
me ocurra cual podría ser nuestra primer actividad “amigativa”: Enseñarle a atarse
esos mendigos nudos.
(Dottore aparta su gran libro mientras saca algo de su bolsillo)
Alrechinno: Oiga Dottore, ¿pero no va a ocupar su gran e inmenso libro?
Dottore: No, mi estimado. En esta ocasión, requiero de esto (Le enseña un
nuevo libro, más pequeño). Se titula: “Tutorial fácil y sencillo de cómo amarrase
las agujetas”