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UNIVERSIDAD PUBLICA DE EL ALTO

FACULTAD CIENCIAS ECONÓMICAS Y FINANCIERAS


CARRERA DE ECONOMÍA

“EL ABUSO EN EL CONSUMO DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS”

MATERIA: SOCIOLOGÍA.
DOCENTE: Dr. BERNAL MAMANI CAPCHIRI.
UNIVERSITARIOS:
 Jorge Luis Alanoca Diaz (Líder).
 José Choque Cruz.
 Andrés Edgar Condori.
 Katherin Blanco Huanca.
 Julia Mamani Choque.
 Maycol Andrés Choque kantuta.
CURSO: 1RO “B” TURNO TARDE.

LA PAZ – BOLIVIA
2022
-DEFINICIÓN:
- ¿Qué es el alcoholismo?
Hay una gran variedad de definiciones en referencia a lo que es el alcoholismo y la persona
que lo consume, pero generalmente se le conoce como la adicción o el trastorno de una
persona sin la libertad de abstenerse al consumo de bebidas alcohólicas o el alcohol.
Sobre esto, no existe una cantidad referente al consumo de alcohol de una persona para ser
tratado como alcoholismo, pues cada persona tiene una cantidad de consumo diferente,
asimismo, que depende de varios factores, como el consumo continuo y creciente a lo largo
del tiempo y que la persona empieza a desarrollar tolerancia a esta y otros tipos de
sustancias.
Asimismo, según la OMS (Organización mundial de la salud), define a esta como el deterioro
en el funcionamiento físico, moral, social y psicológico de una persona, haciendo que esta
genere daños, no solo a la persona misma, sino a su entorno. Este asimismo se encuentra
relacionado con el 40-50% de los accidentes de tránsito, el 15-20% de los accidentes
laborales, el 50% de los homicidios, etc. A nivel mundial.
-¿Qué es el alcohol?
El alcohol es una droga que deprime el sistema nervioso central, es decir, que enlentece las
funciones del cerebro. El alcohol afecta a la capacidad de autocontrol, por lo que puede
confundirse con un estimulante.

El principal componente de las bebidas alcohólicas es el etanol o alcohol etílico, que tienen
diferente concentración según su proceso de elaboración.
Las bebidas alcohólicas pueden ser:

-Fermentadas: vino, cerveza y sidra. Estas bebidas tienen una graduación entre los 4º y los
15º. Se producen por la fermentación de los azúcares, frutas o de los cereales.

-Destiladas: son el resultado de la destilación de las bebidas fermentadas, por lo que tienen
mayor concentración de alcohol. El orujo, el pacharán, el vodka, el whisky, el ron, el brandy o
la ginebra tienen entre 40º y 50º.

-SÍNTOMAS DE EL ALCOHOLISMO:

El trastorno asociado al consumo de alcohol o alcoholismo puede ser leve, moderado o


grave, según la cantidad de síntomas que manifiestes. Entre los signos y síntomas, se incluye
lo siguiente:

-Ser incapaz de limitar la cantidad de alcohol que bebes.

-Tener la intención de reducir la cantidad que bebes o haberlo intentado sin éxito.
-Dedicar mucho tiempo a beber, conseguir alcohol o recuperarse del consumo de alcohol.

-Sentir antojos intensos o ansias de beber alcohol.

-Ser incapaz de cumplir obligaciones importantes en el trabajo, la escuela o el hogar debido


al consumo reiterado de alcohol.

-Continuar con el consumo de alcohol aun sabiendo que te provoca problemas físicos,
sociales, laborales o interpersonales.

-Abandonar o limitar las actividades sociales y laborales y los pasatiempos para consumir
alcohol.

-Consumir alcohol en situaciones poco seguras, como al manejar o nadar.

-Desarrollar tolerancia al alcohol, por lo que necesitas tomar más para sentir el efecto o
sientes menos efecto con la misma cantidad.

-Tener síntomas de abstinencia, como náuseas, sudoración y temblores, cuando no bebes, o


bien beber para evitar estos síntomas.

-¿Cómo saber si una persona es alcohólica?

-Si una persona quisiera saber si es alcohólica puede responder a las siguientes preguntas, si
la persona afirma a más de 3 preguntas, podría decirse que la persona ya tiene inicios de
alcoholismo.

En el último año, usted:

¿Terminó bebiendo más o por más tiempo más de lo que había planeado?

¿Quiso reducir o dejar de beber, o trató de hacerlo y no pudo?

¿Pasó mucho tiempo bebiendo, o recuperándose de beber mucho?

¿Tuvo una fuerte necesidad de beber?

¿Encontró que beber, o sentirse mal por beber, a menudo interfirió con su vida familiar,
trabajo o escuela?

¿Siguió bebiendo a pesar de que estaba causándole problemas con su familia o amigos?

¿Dejó o disminuyó actividades que disfrutaba para beber?

¿Se puso en situaciones peligrosas mientras bebía o después de beber? Algunos ejemplos
son conducir borracho y tener relaciones sexuales de alto riesgo
¿Siguió bebiendo, aunque le hiciera sentir deprimido o ansioso? ¿O cuando agravaba otro
problema de salud?

¿Debió beber más y más para sentir los efectos del alcohol?

¿Tuvo síntomas de abstinencia cuando se le estaba pasando el efecto del alcohol? Los
síntomas incluyen problemas para dormir, temblores, irritabilidad, ansiedad, depresión,
inquietud, náuseas y sudores. En casos severos, usted podría tener fiebre, convulsiones o
alucinaciones

Si la persona tiene alguno de estos síntomas, su consumo de alcohol ya puede ser motivo de
preocupación. Cuantos más síntomas tenga, más grave es el problema. Si es posible la
persona puede acudir a un centro de Salud o con un psicólogo para su tratamiento.
-CAUSAS DEL ALCOHOLISMO:
La etiología del alcoholismo es algo que se desconoce con certeza, pero, asimismo, para que
una persona empiece a ser alcohólica y empiece a dedicar su vida al consumo de bebidas
alcohólicas puede ser por varias causas o motivos en todo ámbito que mostraremos a
continuación:
-Que la persona sufra agresiones en todo ámbito (escolar, laboral, familiar, etc.).
-Que la persona tenga indicios de tener depresión.
-Que la persona tenga problemas psicológicos.
-Que la persona tenga constantes ataques de ira o ansiedad.
-Que la persona tenga problemas económicos.
-Que la persona tenga problemas familiares.
-Que la persona tenga problemas sociales.
-Que la persona sea asocial.
-Por factores hereditarios.
-La pérdida de un ser querido.
-Por traumas a lo largo de su vida.
-Problemas en la religión o la ideología de una persona.
-Cambios hormonales que lo llevan a la depresión.
-Curiosidad de una persona que no ha consumido bebidas alcohólicas.
-Presión social por parte de padres, amigos o terceros, que lo obligasen al consumo de
bebidas alcohólicas.
Estos son algunos síntomas que llevan a una persona a llegar a consumir bebidas alcohólicas,
si bien no son todas, generalmente estas son las causas mas frecuentes.
-¿EN QUE CONSISTE EL ALCOHOLISMO?
El alcoholismo o adicción al alcohol es el problema psicológico por el cual una persona
pierde el control sobre su consumo de alcohol. Es decir, la persona no puede elegir
realmente si quiere beber o no, o sufre grandes dificultades para resistir sus impulsos por
beber.
Muchas personas con alcoholismo con las que he trabajado me han contado cómo “cuando
empiezan a beber, ya no saben parar”, pierden el control y terminan haciendo cosas de las
que se arrepienten al día siguiente, así como poner en peligro sus vidas y las de otras
personas.
El alcoholismo no consiste solamente en emborracharse mucho cada vez que se bebe. La
persona que sufre dependencia por el alcohol siente ganas de beber muy a menudo, es
habitual que encuentren “excusas” para beber cualquier día de la semana o incluso en
cualquier momento del día.
-FASES DEL ALCOHOLISMO:
Una persona alcohólica puede presentar 4 fases de su alcoholismo, que van desde una
pequeña dosis a una muy grave, que hablaremos a continuación.
1. Fase pre-alcohólica.
La persona utiliza el alcohol para aliviar las sensaciones desagradables y el estrés del día a
día. Es consumo recreativo, de ocio, y suele estar muy normalizado a nivel social, por lo que
no suelen verse las señales de alarma desde fuera.
La persona va aumentando sus consumos gradualmente, tanto en cantidad como en
frecuencia. Se va desarrollando tolerancia al alcohol, por lo que la persona necesita beber
cada vez más para sentir los mismos efectos que al principio.
2. Fase prodrómica.
La persona empieza a practicar más conductas de riesgo, buscando que la sensación de
embriaguez llegue más rápido y se mantenga más tiempo. Se suelen consumir bebidas de
mayor graduación (mayor porcentaje de alcohol), pedir rondas de chupitos, beber más
rápido, etc.
Es en esta fase en la que algunas personas empiezan a beber a escondidas, o a mentir sobre
cuánto beben. Son conscientes de que beben mucho y sienten cierta vergüenza, y miedo a
que otras personas les sugieran que beban menos.
3. Fase crítica.
El consumo de alcohol se hace más extremo y empieza a afectar directamente varios
ámbitos de la vida de la persona. Sufre pérdidas de control, lagunas de memoria, su forma
de beber empieza a afectar a sus relaciones personales, o incluso a su vida laboral. El
consumo de alcohol se convierte en el centro de su vida, todas las demás actividades giran
alrededor del consumo de alcohol.
4. Fase crónica.
En esta fase, la tolerancia al alcohol ha llegado tan lejos que la persona empieza a
experimentar síntomas del síndrome de abstinencia del alcohol, haciendo que la persona
beba casi contínuamente para intentar evitar estos síntomas.
-TIPOS DE ALCOHOLISMO.
Existen varios tipos de alcoholismo, pero, Elvin Morton Jellinek (1890 - 1063), fisiólogo
estadounidense considerado como el padre de los estudios científicos acerca del
alcoholismo. Este doctor en fisiología clasificó a los bebedores alcohólicos en distintos
grupos con la voluntad de desarrollar opciones terapéuticas para combatir esta dependencia
patológica. Por ello, a continuación, vamos a ver qué tipos de alcohólicos describe y cuáles
son sus características en relación a la adicción al alcohol.
1. Alcoholismo alfa
El alcoholismo alfa es aquel en el que el paciente bebe para disminuir los efectos negativos
de una enfermedad física o psicológica que padece. Es una forma de consumo de evasión en
el que se bebe de forma excesiva pero no existe una dependencia como tal, así que
realmente no puede hablarse de alcoholismo en el sentido más estricto de la palabra. Abusa
del alcohol pero no pierde el control sobre su consumo.
2. Alcoholismo beta
El alcoholismo beta es aquel que hace referencia a los bebedores sociales, que beben
habitualmente y de forma excesiva pero no para mitigar los efectos de una enfermedad, sino
como parte de su vida social. Suelen tener épocas de beber mucho y otras épocas de beber
menos. Y aunque no exista tampoco una dependencia como tal, sí que empiezan a
desarrollar problemas de salud asociados al consumo de alcohol, viendo así su esperanza de
vida disminuida.
3. Alcoholismo delta
El alcoholismo delta es aquel en el que ya existe una verdadera adicción al alcohol,
presentado una dependencia hacia las bebidas alcohólicas pero sin llegar a perder el control
de su consumo. Es decir, el paciente ya tiene una adicción y desarrolla síntomas de
abstinencia cuando no consume alcohol, pero consume de forma poco excesiva, por lo que
no da la sensación, desde fuera, de estar siempre ebrio. Beben a diario, no pueden dejar el
alcohol y tienen una alta tolerancia al alcohol, pero su salud física y emocional se ve
tremendamente mermada.
4. Alcoholismo epsilon
El alcoholismo epsilon es aquel en el que la persona sí que presenta, además de una
patología adicción al alcohol, una pérdida de control de su consumo. No beben de forma tan
constante como los alcohólicos delta, pudiendo pasar más tiempo entre toma y toma, pero
cuando beben lo hacen de forma muy abusiva, con problemas conductuales en sus
relaciones personales y profesionales. Consume de forma más puntual, generalmente con
algún desencadenante detrás, pero cuando lo hace hay mayores riesgos asociados.
5. Alcoholismo gamma
El alcoholismo gamma es aquel en el que el problema con la bebida se ha cronificado, siendo
el que se presenta en los sujetos conocidos como bebedores alcoholómanos. Existe una
severa adicción y una evidente pérdida de control ante su consumo. Pese a que escondan su
dependencia, esta, que empieza siendo psicológica, termina por ser física a causa del
síndrome de abstinencia. Tanto la vulnerabilidad psicológica como la fisiológica son altas.
6. Alcoholismo agudo
El alcoholismo agudo hace referencia a aquella forma de la enfermedad de carácter más
transitorio. El paciente realiza grandes ingestas puntuales más o menos separadas en el
tiempo entre ellas. Cuando bebe, pierde el control y llega a poner, por los síntomas de
embriaguez, su vida en peligro, pues además del riesgo de sufrir un coma etílico, puede
tener accidentes graves.
7. Alcoholismo crónico
El alcoholismo crónico hace referencia a aquella forma de la enfermedad de carácter
cronificado. El paciente no suele realizar grandes ingestas puntuales, sino que bebe de forma
más constante en el tiempo. Necesita mantener siempre unos niveles constantes de alcohol
en su organismo para no experimentar el síndrome de abstinencia. La droga, pues, está
siempre, pese a que no suelan haber grandes ingestas puntuales, mermando la salud de la
persona en su plano tanto físico como emocional. Y aunque no haya episodios de poner en
peligro directo la vida, la afectación a la salud mental puede llevar a tener ideas de suicidio.
8. Alcoholismo tipo I
En otra clasificación propuesta por Robert Cloninger, psiquiatra y genetista estadounidense,
podemos distinguir dos tipos más de alcoholismo: el I y el II. El alcoholismo de tipo I es aquel
que suele aparecer en la vida adulta, con un inicio tardío, que tiene su origen en causas
ambientales, por lo que la persona bebe para evadirse de la realidad o para lograr el efecto
ansiolítico del alcohol.
9. Alcoholismo tipo II
El alcoholismo de tipo II es aquel que suele aparecer durante la adolescencia, con un inicio
temprano en la vida, que tiene su origen en la voluntad de experimentar la euforia que da su
consumo. No radica tanto en causas ambientales, sino en, de acuerdo a las últimas
investigaciones, factores genéticos. Tiende a estar más vinculado a la violencia.
10. Alcoholismo terminal
Y por último, debemos mencionar el conocido como alcoholismo terminal, un concepto que
hace referencia a aquella situación en la que, ante un alcoholismo severo y no tratado,
después de muchos años de padecer esta adicción, el paciente se encuentra en la fase
terminal de una enfermedad mortal directamente asociada al alcoholismo, como puede ser
el cáncer, una insuficiencia cardíaca o una inmunodepresión grave. Por desgracia, la muerte
es inevitable.
¿Qué ES UNA BEBIDA ALCOHÓLICA?
Las bebidas alcohólicas son aquellas bebidas que contienen etanol (alcohol etílico) en su
composición. Las bebidas alcohólicas desempeñan un papel social importante en muchas
culturas del mundo, debido a su efecto de droga recreativa depresora. La mayoría de los
países tienen leyes que regulan la producción, venta y consumo de estas bebidas. Una de
ellas es que, por lo general, se restringe su venta y consumo a menores de edad.
El alcohol etílico (etanol) es una droga recreativa legal en la mayor parte del mundo y una de
las más consumidas. Al ser una droga depresora, en dosis bajas o moderadas
produce euforia, reduce la ansiedad, etc. Sin embargo, su consumo en exceso puede causar
daños al organismo, así como causar embriaguez o el coma etílico, y adicciones como
el alcoholismo, que provoca millones de muertes al año en el mundo.2
¿CUÁNTOS TIPOS DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS HAY?
Primero que todo: las bebidas con alcohol son sustancias que contienen, en mayor o menor
medida, un compuesto llamado etanol (alcohol etílico). Dicho compuesto es digerido
fácilmente por el organismo, pero su consumo en exceso puedo ocasionar graves daños a la
salud. Ahora, la clasificación de estas sustancias se lo hace a partir de su procedencia, su
graduación alcohólica o su elaboración. De estos tres, la más general y la más usada es la
que basa su criterio en la forma de elaboración, y precisamente de esa hablaremos.
TIPOS DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS SEGÚN SU FORMA DE ELABORACIÓN
Aquí encontramos cuatro tipos de bebidas alcohólicas: fermentadas, destiladas o
espirituosas, fortificadas o generosas, y los licores y cremas.
1.Bebidas Fermentadas.
Estas fueron las primeras clases de bebidas que existieron. Se las denomina así porque se
producen a través de un mecanismo químico llamado fermentación alcohólica, en el que el
azúcar propio de las frutas, las hierbas o las semillas, se convierte en alcohol por la acción de
algunos microorganismos; en este caso, de bacterias de levadura.
En este grupo, que por lo general posee un graduación alcohólica baja (5-15º), se
encuentran:
Vinos
Cervezas
Champagne
Chicha
Cava
Sake
Vermut
Sidra
Sato
Pulke
Tepache, etc
La cerveza es un tipo de bebida alcohólica fermentada
2. Bebidas destiladas o espirituosas.
Estas bebidas se las obtiene a través de la destilación. Este proceso consiste en hervir jugos o
zumos ya fermentados para separar el alcohol del agua, y así tener una mayor graduación
alcohólica (que van entre los 17 a 45º). Pero en ocasiones se le suele agregar otros
ingredientes (almidón o frutas) para aumentar el sabor. En este grupo se encuentran:
Vodka
Whisky
Tequila
Ron
Ginebra
Brandy
Pisco
Coñac
Orujo, etc.
El whisky es un tipo de bebida alcohólica destilada.
3. Bebidas fortificadas o generosas.
Éstas se las obtiene, primero, por fermentación para luego ser ‘fortificadas’ a través de la
adición de un alcohol proveniente de una destilación. Esto se lo hace con el objetivo de
equilibrar los sabores, pero a la vez se incrementa su graduación alcohólica.Los principales
ejemplos de este grupo son los vinos fortificados, de los cuales tenemos:
Oporto
Jerez
Marsala
Madeira
Banyuls francés, etc
El jerez es un tipo de bebida alcohólica fortificada
4. Licores y cremas.
Estas bebidas alcohólicas se las obtiene por maceración, infusión o destilación de diversas
sustancias vegetales naturales (frutas, hierbas, etc) con alcoholes destilados aromatizados y
con una cantidad determinada de azúcar.
Debido a que las frutas -u otras especias naturales- son el ingrediente principal, existe una
inmensa variedad de licores y cremas en el mundo, ya que dependen de la región geográfica
dónde se los prepara.
Estas bebidas poseen un contenido alcohólico superior a los 15º (llegando a superar los 50º).
Este es un tipo de bebida alcohólica que corresponde a licor de crema.
TIPOS DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS SEGÚN SU GRADUACIÓN ALCOHÓLICA
Cuando hablamos de las bebidas según su graduación alcohólica, nos referimos a la
concentración de alcohol que tiene el trago.
Aquí, al igual que la clasificación anterior, tenemos 4 tipos:
Ordinarios: de 20º a 25º.
Semifinos: de 25º a 35º.
Finos: de 35º a 40º.
Extrafinos: mayor a 50º.
¿Y QUÉ HAY DE LAS BEBIDAS NO ALCOHÓLICAS?
Bueno, como su nombre lo indica, son bebidas no fermentadas o, en otras palabras, que
carecen de etanol. Por ejemplo: zumos de frutas, edulcorantes naturales, agua mineral, etc.
-EL ALCOHOLISMO EN BOLIVIA

Según un estudio reciente, avalado por el Ministerio de Salud boliviano en compañía de el
viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilfredo Chávez, se informó que siete de cada 10
bolivianos a partir de los 19 años consumen bebidas alcohólicas, por lo que la Policía lanzó el
plan nacional "0-0 Alcohol", con el fin de reducir este incidente y evitar la recurrencia de
hechos violentos ocasionados a causa de la ingesta en exceso.

En las ciudades de La Paz, Sucre y Tarija se reporta la mayor cantidad de personas que
consumen mensualmente bebidas alcohólicas en el ámbito nacional, según un estudio
preliminar realizado en 2013 por una universidad y avalado por el Ministerio de Salud.

¿Cuáles son las cifras que arroja el estudio?

"Se dice que un 69% de la población anualmente consume por lo menos una vez alcohol, es
decir siete de cada 10 bolivianos de edad media y jóvenes a partir de 19 años están
consumiendo licores de pésima calidad", fue el resultado que determinó el estudio.

¿Qué operativos se han realizado?

En los últimos meses, según reportes del Gobierno, se han realizado operativos en centros
ilícitos que expenden bebidas alcohólicas, además de continuar con la intervención en zonas
de riesgo en las principales capitales del país, en donde se venden este tipo de bebidas por
un bajo precio y son las que llegan a ser más consumidas por la población joven.

Según los datos revelados, los jóvenes tienden a consumir bebidas de mala calidad porque el
precio es accesible, y no toman en cuenta los efectos que pueden producir en la salud.
Cabe resaltar, que según un estudio realizado en 2015 por parte de la Organización Mundial
de la Salud (OMS), publicado el lunes, Bolivia es el país que consume menos alcohol puro,
tales como el (whisky, ron, vodka) en la región.

¿Cuáles son las ciudades que presentan mayor número de consumo?

En las ciudades de La Paz, Sucre y Tarija se reporta la mayor cantidad de personas que
consumen mensualmente bebidas alcohólicas en el ámbito nacional, según el reciente
estudio avalado por el Ministerio de Salud boliviano.

El informe, reveló además que la población de Bolivia, en general, bebe más cerveza los fines
de semana y los paceños son los que lideran en el consumo de esta bebida.

Por su parte, según el reporte preliminar, el alcohol es la droga lícita de mayor consumo en
el país. Es así que el 56% de la población encuestada refirió haber consumido alcohol alguna
vez en su vida; el 38 % informó que lo hizo el último año y el 25%, el último mes.

¿Cómo se llevó a cabo la investigación?

El estudio fue realizado en las nueve ciudades capitales de los departamentos, más El Alto,
en un universo de 14.607 viviendas, en las que se encuestó a miembros de las familias
comprendidos entre los 12 y 65 años.

Datos de violencia y delitos

El consumo de bebidas alcohólicas en exceso es una de las causas para la comisión de varios
delitos que se registran en diferentes divisiones de la Fuerza Especial de Lucha Contra el
Crimen (Felcc) y en la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) de La Paz.

De igual manera, en la Felcv la mayoría de los casos relacionados a violencia


intrafamiliar, abuso sexual o violación están vinculados al consumo de bebidas alcohólicas.

Cabe recordar que este fenómeno fue visible durante las recientes fiestas de carnaval donde
el 70% de las denuncias estaban protagonizadas por personas en estado de ebriedad.

-CONSECUENCIAS DEL ALCOHOLISMO


Las consecuencias del alcoholismo pueden ser físicas, psicológicas y sociales, y son más
graves cuanto más frecuente es el consumo, tanto en adolescentes, como en jóvenes y
adultos.
Beber demasiado en una sola ocasión o frecuentemente puede tener serios efectos
perjudiciales en tu salud. Actualmente es especialmente preocupante en los jóvenes, los
cuales han aumentado el consumo de alcohol en los últimos años.
La adicción al alcohol, o alcoholismo, se diagnostica médicamente como una enfermedad
que se manifiesta con el uso frecuente del alcohol, a pesar de las repercusiones negativas y
riesgos que tiene en la vida de las personas.
Los efectos a corto plazo al beber demasiado difieren dependiendo del peso de la persona,
otras condiciones físicas y si consume o no en ayuno. Aunque al principio los efectos son
agradables, pasado un tiempo llega la descoordinación, pérdida de memoria y de visión…
Por otra parte, estos efectos a corto plazo pueden ser aún peores si el alcohol se consume
junto a otras sustancias psicoactivas.
-El consumo excesivo a largo plazo de alcohol causa la muerte de células cerebrales, lo que
puede conducir a trastornos mentales, así como un menor nivel de función mental o física.
-El daño hepático causado por el alcohol puede resultar en cirrosis, una condición médica
severa que puede requerir un trasplante de hígado. Además, se puede desarrollar
pancreatitis, una grave inflamación del páncreas.
A continuación veremos las consecuencias físicas, psicológicas, sociales y
personales/relacionales.
Consecuencias físicas del alcoholismo
El alcoholismo puede producir problemas del corazón
El alcohol es una sustancia soluble en agua y circula libremente por todo el organismo
afectando a células y tejidos, comienza un proceso de cambios metabólicos, que en su
primera etapa da lugar al acetaldehído que es más tóxico que el alcohol.
La oxidación del alcohol en los tejidos (principalmente en el hígado) determina una
importante utilización de sustancias que existen en forma limitada e indispensables para el
metabolismo adecuado de las grasas.
Cuando el consumo del alcohol es excesivo, el malgasto de estas sustancias provoca graves
alteraciones en el metabolismo de las grasas, lo que da como resultado hígado graso o
esteatosis hepática, que de no ser controlada con la supresión del consumo del alcohol
llevaría posteriormente a la cirrosis hepática, una de las complicaciones más serias y
frecuentes de los alcohólicos.
Algunas de las consecuencias físicas son:
Produce anemia
Beber mucho puede provocar que disminuya la cantidad de oxígeno que llevan los glóbulos
rojos.
Esta condición, conocida como anemia, puede provocar síntomas como fatiga, problemas de
respiración o dolores de cabeza.
Aumenta las probabilidades de tener un ataque cardíaco
Beber frecuentemente (varias veces por semana) o beber demasiado en una sola ocasión
puede provocar problemas en el corazón como:
Alta presión arterial.
Cardiomiopatías.
Arritmias.
Stroke.
Beber alcohol frecuentemente puede provocar graves perjuicios en el hígado:
Fibrosis.
Cirrosis.
Hepatitis.
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Produce cáncer
Aunque el alcohol no es determinante de cáncer por acción directa sobre los tejidos, sí es un
disolvente muy efectivo para las sustancias cancerígenas y permite la libre circulación de
estas por todo el organismo, lo que aumenta el riesgo de cáncer de lengua, boca, faringe,
laringe, esófago e hígado, así como de cáncer de colon, recto, mama y pulmones.
El alcohol puede incrementar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer:
Hígado.
Garganta.
Laringe.
Boca.
Cólon.
Recto.
Mama.
Pulmones.
Esófago.
Los científicos creen que el riesgo llega cuando el cuerpo convierte el alcohol en
acetaldehido, un potente carcinógeno.
El riesgo de cáncer es aún mayor en los bebedores que también fuman.
Produce alta presión arterial
El alcohol tiene como resultado final hipertensión arterial por la ingestión exagerada de
lípidos y el efecto sobre las glándulas suprarrenales que producen cortisona.
El alcohol puede modificar el funcionamiento del sistema nervioso simpático, el cual
controla la constricción y dilatación de los vasos sanguíneos en respuesta al estrés,
temperatura o esfuerzo.
La alta presión arterial puede guiar a muchos otros problemas de salud: enfermedades del
corazón, renales o infartos cerebrales.
Empeora el funcionamiento del sistema respiratorio
La ingesta crónica de alcohol puede provocar la disminución de importantes funciones
celulares en los pulmones.
Produce problemas de la piel
El uso crónico y excesivo del alcohol esta asociado con un amplio rango de desórdenes de la
piel: urticaria, psoriasis, dermatitis seborreica y rosácea.

Produce disfunciones sexuales


El consumo a largo plazo de alcohol puede provocar daños en el sistema nervioso central y
en el sistema nervioso periférico, resultando en una pérdida de deseo sexual e impotencia
en hombres. Esto se produce por la reducción de la testosterona por atrofia de los testículos.
Las bebidas alcohólicas son depresoras de la función sexual. En personas normales que
ocasionalmente beben en exceso, el efecto depresor transitorio sobre el sistema nervioso,
sobre el cerebro y médula espinal, actúa como bloqueador de los reflejos que determinan en
gran parte la erección y la eyaculación.
Empeora el funcionamiento del sistema inmunológico
Beber demasiado puede debilitar tu sistema inmune, haciendo que sea más sencillo que el
cuerpo contraiga enfermedades.
Los bebedores crónicos tienen más probabilidades de contraer enfermedades como la
neumonía o la tuberculosis que la gente que no bebe alcohol.
Por otra parte, beber mucho en una ocasión puede disminuir la habilidad de tu cuerpo para
combatir infecciones, incluso 24 horas después de emborracharse.
Visita este artículo para aprender a subir tus defensas.
Empeora el funcionamiento del páncreas
El alcohol provoca que el páncreas produzca sustancias tóxicas que pueden guiar a la
inflamación del páncreas (pancreatitis), lo que a su vez impide una correcta digestión.
Produce gota
Se trata de una dolorosa condición que se forma por la acumulación de cristales de ácido
úrico en las articulaciones.
Aunque a menudo es hereditaria, el alcohol y otros alimentos influyen también en su
desarrollo.
Produce dificultades en el embarazo
Pueden ocurrir partos prematuros y muerte intrauterina porque el niño no está preparado
para neutralizar la acción del alcohol y metabolizarlo.
Se han observado nacimientos de niños con lesiones hepáticas debido a la fragilidad de esta
glándula.
También el alcohol puede producir retraso mental en 30 a 40 % de los nacimientos, así como
comportamiento anormal, trastornos de personalidad y conductas antisociales.
Produce úlceras de estómago
Las úlceras pépticas tienen como principal desencadenante el consumo excesivo de alcohol.
Si a este vicio se le une que sea fumador o tome de manera regular fármacos como ácido
acetilsalicílico (aspirina), naproxeno o ibuprofeno, las posibilidades aumentan
considerablemente.
Puede provocar coma etílico
Una intoxicación etílica es provocada por la ingesta excesiva de alcohol en un breve periodo
de tiempo. Los síntomas previos son mareos, pesadez, pérdida del sentido, palidez,
convulsiones, baja temperatura corporal y, finalmente, desmayo hasta perder la conciencia.
Consecuencias psicológicas del alcoholismo
La depresión y la ansiedad son las dos principales consecuencias psicológicas del alcoholismo
En cuanto a las consecuencias psicológicas son varias: afecta a la toma de decisiones,
perdida de autocontrol, perdida de autoconciencia, perdida de apetito, depresión, ansiedad
y violencia en las relaciones de pareja. Las más importantes son:
Afecta al funcionamiento del cerebro
El alcohol interfiere con la forma en la que se comunican las neuronas cerebrales y afecta a
cómo funciona el cerebro.
Esto puede provocar cambios en el estado de ánimo, en el comportamiento y hacer difícil
pensar con claridad o movernos coordinadamente.
A medida que se envejece, el cerebro encoge un 1,9% de media cada década. Sin embargo,
el alcoholismo aumenta esa velocidad en ciertas regiones del cerebro, resultando en
pérdidas de memoria y otros síntomas como la demencia.
Produce depresión y ansiedad
Depresión, ansiedad y ataques de pánico son desórdenes que reportan normalmente la
gente dependiente del alcohol.
Se conoce desde hace años que a menudo la depresión se da junto con el alcoholismo,
aunque ha habido un debate sobre cuál de ellas viene primero -beber o la depresión.
Un largo estudio realizado en Nueva Zelanda mostró que es beber frecuentemente lo que
guía a la depresión.
Produce psicosis
La psicosis es secundaria a otras condiciones provocadas por el alcohol. Se ha demostrado
que el uso de alcohol provoca un incremento del 800% de contraer desórdenes psicóticos en
hombres y del 300% en mujeres que no han tenido otras enfermedades mentales.
Los efectos de una psicosis provocada por la ingesta de alcohol incluyen un incremento del
riesgo de depresión y suicidio, al igual que alteraciones psicosociales.
Produce insomnio
Insomnio Familiar Fatal mujer
El uso cróncio del alcohol puede llevar al insomnio, al igual que a alteraciones durante los
sueños.
Disminuye las habilidades sociales
Las habilidades sociales disminuyen en las personas que sufren de alcoholismo debido a los
efectos neurotóxicos del alcohol en el cerebro, especialmente en el cortex prefrontal.
Las habilidades sociales que quedan afectadas incluyen: percibir emociones faciales,
expresiones faciales o la habilidad para entender el humor.
Por otra parte, hay estudios que han demostrado que la dependencia del alcohol se
relaciona directamente con la irritabilidad.
Puede servirte: Krokodil: características, efectos, tratamiento, prevención
Genera enfermedades como el síndrome de Wernicke-Korsakoff
Este síndrome se produce por la falta de vitamina B1 (tiamina), una deficiencia muy común
en personas que consumen alcohol de manera frecuente. Las consecuencias de padecerlo
son estados de confusión y amnesia prolongada.
Puede llevar al suicidio
El alcohol y una depresión derivada de los problemas ocasionados por el primero son una de
las principales causas de suicidio en el mundo. De hecho, existen estudios que afirman que
personas que sufren de alcoholismo tienen un riesgo 9,8 veces mayor de quitarse la vida
respecto a un individuo que no lo consume.
Consecuencias sociales
Las consecuencias sociales y daños según la OMS son claras: al año mueren en el mundo 3,3
millones de personas debido al consumo nocivo de alcohol, lo que representa un 5,9% de
todas las defunciones.
Solo en Estados Unidos y Canadá, el abuso del alcohol causa más de 100,000 muertes al año.
Es la principal causa de muerte en adolescentes debido a los accidentes en carretera
Otros costes sociales son:
Perjudica las relaciones sociales primarias, como la familia.
Costes económicos millonarios al año, tanto del estado como de las personas que gastan
demasiado en alcohol.
Pérdida de productividad laboral.
Asaltos sexuales a personas ebrias.
Violencia: el consumo excesivo de alcohol está relacionado con la violencia de pareja.
Perjuicio económico a aseguradoras que ofrezcan cobertura por accidentes de tráfico.
Gasto excesivo en campañas de concienciación o programas de reinserción para alcohólicos
por parte del estado.
Consecuencias personales
Aumentar las probabilidades de ser robado, raptado o violada.
Aumento del gasto económico.
Violencia doméstica.
Comportamientos antisociales o criminales.
Tener accidentes de tráfico o caseros.
Perder el trabajo por ausencia o bajo rendimiento.
Empeorar las relaciones personales.
Menor rendimiento deportivo.
Menor rendimiento sexual.
Los niños de un padre alcohólico podrían aprender que beber alcohol frecuentemente es
una conducta aceptada socialmente o deseable.
Rechazo o discriminación por parte de la sociedad.
Inestabilidad doméstica, pudiendo perder el afecto de familiares directos.
-TRATAMIENTO PARA EL ALCOHOLISMO:
¿Cuáles son los tratamientos para el trastorno para el consumo de alcohol?
La mayoría de las personas con trastorno por consumo de alcohol pueden encontrar ayuda
con alguna forma de tratamiento. Estos incluyen medicamentos y terapias conductuales.
Muchas personas obtienen un mejor resultado recibiendo ambos tratamientos. Las personas
que reciben tratamiento por trastorno por consumo de alcohol también pueden beneficiarse
al asistir a un grupo de apoyo como Alcohólicos Anónimos (AA). Si usted tiene el trastorno y
una enfermedad mental, es importante conseguir tratamiento para ambos.
Algunas personas pueden necesitar un tratamiento intensivo para este trastorno. Por
ejemplo, pueden internarse en un centro de tratamiento de rehabilitación residencial,
donde el tratamiento es altamente estructurado. En general, incluye varios tipos diferentes
de terapias conductuales. También puede incluir medicamentos para la desintoxicación (un
tratamiento médico para la abstinencia de alcohol) y/o para tratar el trastorno por consumo
de alcohol.
¿Qué medicamentos pueden tratar el trastorno por consumo de alcohol?
Tres medicamentos están aprobados para tratar el trastorno por consumo de alcohol:
Disulfiram: Causa síntomas desagradables como náuseas y enrojecimiento de la piel cada
vez que bebe alcohol. Saber que beber causará estos efectos desagradables puede ayudar a
mantenerlo alejado del alcohol
Naltrexona: Bloquea los receptores en el cerebro que le hacen sentir bien cuando bebe
alcohol. También puede reducir sus ansias por beber. Esto puede ayudarle a reducir su
consumo de alcohol
Acamprosato: Ayuda a evitar el alcohol después de haber dejado de beber. Funciona en
múltiples sistemas cerebrales para reducir sus ansias, especialmente justo después de haber
dejado de beber
Su médico le puede ayudar a determinar si uno de estos medicamentos es adecuado para
usted. No son adictivos, por lo que no tiene que preocuparse por reemplazar una adicción
por otra. Si bien no son una cura, pueden ayudarle a manejar el trastorno por consumo de
alcohol. Es similar a tomar medicamentos para manejar una enfermedad crónica, como el
asma o la diabetes.
¿Qué terapias conductuales pueden tratar el trastorno por consumo de alcohol?
Otro nombre para las terapias conductuales es asesoramiento o consejería sobre el alcohol.
Se trata de trabajar con un profesional de la salud para identificar y ayudar a cambiar los
comportamientos que conducen a su consumo excesivo de alcohol.:
La terapia cognitivo-conductual ayuda a identificar los sentimientos y situaciones que
pueden conducir a un consumo excesivo de alcohol. Enseña habilidades para enfrentarlo,
incluyendo cómo manejar el estrés y cómo cambiar los pensamientos que le llevan a querer
beber. Usted puede recibir la terapia uno-a-uno con un terapeuta o en grupos pequeños
La terapia de mejora motivacional (o terapia de estímulo de la motivación) ayuda a construir
y fortalecer la motivación para cambiar su hábito de beber. Incluye alrededor de cuatro
sesiones en un corto período de tiempo. La terapia comienza con la identificación de los pros
y los contras de buscar tratamiento. Luego, usted y su terapeuta trabajan en la creación de
un plan para cambiar su hábito. Las próximas sesiones se centran en aumentar su confianza
y desarrollar las habilidades que necesita para poder cumplir con el plan
La consejería matrimonial y familiar incluye a los cónyuges y otros miembros de la familia.
Puede ayudar a reparar y mejorar sus relaciones familiares. Los estudios demuestran que un
apoyo familiar fuerte a través de esta terapia puede ayudarle a mantenerse lejos del alcohol
Las intervenciones breves son sesiones de consejería cortas, individuales o en grupos
pequeños. Incluyen entre una a cuatro sesiones. El consejero le entrega información sobre
su patrón de consumo y riesgos potenciales. El consejero trabaja con usted para establecer
metas y proporcionar ideas que pueden ayudarle a hacer un cambio
¿Es efectivo el tratamiento para el trastorno por uso de alcohol?
Para la mayoría de las personas, el tratamiento para el trastorno por consumo de alcohol es
útil. Pero superarlo es un proceso continuo y usted puede tener una recaída, como se le
llama a empezar a beber de nuevo. Usted debe mirar la recaída como un retroceso temporal
y seguir trabajando en su proceso de rehabilitación. Muchas personas tratan repetidamente
de reducir o dejar de beber, tienen un revés, y luego tratar de dejar el alcohol de nuevo.
Tener una recaída no significa que no pueda recuperarse. Si la tiene, es importante volver al
tratamiento de inmediato, para que pueda aprender qué la desencadenó y mejorar sus
habilidades de superación. Esto puede ayudarle a tener más éxito la próxima vez.
-RECOMENDACIONES PARA COMBATIR EL ALCOHOLISMO:
En el apartado de las adicciones, el alcoholismo es una de las más habituales. Puede afectar
a cualquier persona, sea cual sea su estatus en la sociedad. Los adictos al alcohol corren
riesgo de sufrir graves problemas de salud, pero además, también perjudican a los que les
rodean. Familiares, amigos y compañeros sufren también las consecuencias de este hábito
tan nocivo. Es por eso que te ofrecemos diez consejos para dejar el alcohol.
1º Darse cuenta de que existe el problema
Parecerá una tontería, pero el principal problema de un adicto es no reconocer su adicción.
Muchos piensan que lo dejarán cuando quieran. Otros simplemente evitan cuestionarse sus
hábitos. Sin embargo el primer paso para dejar de beber es ser consciente del alcance del
problema. Asumir que existe una dependencia y que es necesario abandonarla cuanto antes.
Y reconocer además que será imprescindible contar con ayuda. El alcoholismo es algo muy
serio que debe ser tratado con rigor.
2º Ponerse en manos de profesionales cualificados
Para abandonar la adicción a las drogas o el alcohol, es necesario apoyarse en mucha gente.
No puede faltar un equipo médico que asesore al alcohólico, sometiéndolo a rigurosos
controles, no sólo para controlar que no haya recaídas, sino para corroborar que su
organismo esté en el mejor estado posible. Quizá sea necesario recurrir a determinada
medicación, pero siempre bajo prescripción médica. Además, el equipo médico también
debe tomar parte en la parte psicológica del paciente.
3º Buscar apoyo de la gente cercana
Si un alcohólico no busca el apoyo de otra gente, tendrá prácticamente garantizada la
recaída. Los familiares y amigos más cercanos deben involucrarse, prestando apoyo
emocional siempre que el enfermo lo necesite. El alcohol causa, entre muchas otras cosas,
depresión. Por eso es importante buscar la complicidad y el cariño de los allegados.
4º Hacer deporte y comer sano
El alcoholismo provoca la pérdida de algunos nutrientes indispensables para nuestro
organismo. Por tanto es muy importante seguir una dieta equilibrada que aporte todo
aquello que falta. Hay dietas especiales para personas con problemas de alcoholismo. Lo
mejor es preguntarle al equipo médico que vaya a realizar el seguimiento del paciente.
Además, hacer deporte servirá como gran ayuda para superar cualquier adicción. Ocupará
parte del tiempo del paciente, brindándole un bienestar tanto mental como físico.
5º Acudir a asociaciones
Hay asociaciones y programas especiales para personas con todo tipo de adicciones, ya sean
de pago o de carácter gratuito. Ahí se puede acceder a charlas, reuniones y todo tipo de
actividades, con más personas con el mismo problema, lo cual servirá de ayuda para, en
conjunto, unir fuerzas y luchar por dejar definitivamente el alcohol. Para contactar con estas
asociaciones lo más fácil es preguntar a nuestro médico o llamar al ayuntamiento del lugar
de residencia, donde con mucho gusto nos pondrán en contacto con ellos.
6º Tolerancia cero
Algo que debe tener claro un alcohólico es que una vez que empiece su proceso de
recuperación, el alcohol debe desaparecer para siempre de su vida. No vale aquello de “es
una ocasión especial”, o “sólo un trago”. Ni en fiestas, ni en ningún otro evento. Una mísera
gota puede acabar con un trabajo titánico. Hay que ser conscientes de que el alcohol es
innecesario y perjudicial. Se vive mejor sin él. Pero eso es algo que el alcohólico sólo sabrá
cuando consiga superar su hábito de alcoholismo.
7º Evitar malas compañías y lugares
Por malas compañías no nos referimos a gente mala. Sino gente que haga peligrar nuestro
propósito de dejar el alcohol. Llega el momento en que lo que importa es la propia vida de
uno, aparcando la relación con según qué personas. Es una situación en la que hay que
salvarse. Cuestión de prioridades. Si por ejemplo, tenemos un compañero de borracheras, lo
mejor es evitarle. O en todo caso, convencerle y buscar la ayuda mutua para salir juntos del
problema. Y si hay lugares en los cuales el alcohólico consumía habitualmente, también hay
que tratar de evitar acudir a ellos.
8º Buscar hobbys
Un alcohólico debe ocupar su vida con cosas que le llenen. Como ya hemos comentado, el
deporte es una excelente válvula de escape. Estar con los seres queridos para recuperar el
tiempo perdido con ellos también. Pero hay otros hobbys como las manualidades, los viajes,
la lectura, etc… que también serán un buen apoyo para continuar con una vida plena y sana.
9º Ánimo, autoestima, convencimiento
Otra de las principales premisas para tener éxito en dejar de beber, es estar lo más llenos
posible de ánimo. Ser conscientes de que si otros han podido, nosotros también. En realidad
es algo simple. A nadie le gusta estar inmerso en un estado de amargura, perjudicándose a sí
mismo y los que le rodean. Por lo tanto, qué ganamos bebiendo? Nada… Es una pérdida
absoluta de tiempo, dinero, respeto, etc… Los problemas existen, pero el alcohol nunca los
resuelve. Los empeora. Además hay que olvidarse de los prejuicios. Asumir que hay un
problema sin que importe el qué dirán los demás. Porque recuperar la vida que uno tenía
antes de caer en las garras del alcohol, es posible. Y eso es lo que verdaderamente importa.
10º Tratamientos naturales
El tratamiento médico puede ir acompañado de otros tratamientos de carácter natural,
como pueden ser la acupuntura, la hipnoterapia, los masajes o la meditación. Por sí solos,
estos tratamientos no servirán para abandonar la adicción, pero si pueden ser una excelente
ayuda complementaria.

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