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2.

Ejemplos de la palabra en distintas máquinas:

2.1. Máquina libro

Es un ejercicio para entrenar la asociación poético-discursiva


en los actores. Desparramamos sobre una mesa hojas sueltas
de un libro de poesía (Enrique Molina, Olga Orozco, Juarroz,
Ramponi, Octavio Paz…). La técnica del ejercicio es hacer
collage con palabras aisladas tomadas al azar desde una posición
dramática, desde una afectación particular, sin apurarse y valo-
rando el estado de actuación como lo central. Rescato una o
dos palabras (no más de dos) de cualquier renglón y las mezclo
con otras dos de otro renglón cualquiera, de la misma hoja o
de otra; creo oraciones con las palabras sueltas, puedo cambiar
los tiempos verbales, el género, pasar a plural o singular, en fin,
hacer los arreglos necesarios para que haya unidad gramatical,
puedo incluso agregar palabras de mi cosecha. Por ejemplo, acá
tengo unas hojas sueltas, armo oraciones collage

…Oraciones encendidas salidas del cráneo o del talón, ora-


ciones sórdidas, de intemperie, que anidan en la olla del pa-
tíbulo y a menudo amasan en los loros sueños devastadores,
oraciones creadas en pantanos de porvenir, en maletas de piel

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de pájaro, desgarradas, vueltas del olvido, mojando su sangre dome las escamas con su pico de oprobio / yo / usurpador
instantánea con truenos de otros mundos, oraciones hundi- de la espada de mi padre, mujeriego, extraviado en un cuerpo
das, birladas a los témpanos de sal de un paisaje adyacente, antiguo, vuelto ambiguo a fuerza de besos en la boca / yo…
oraciones o palabras de tumba, cantadas paras ser errantes en
renglones baldíos bajo demencias de otras pieles, oraciones Esto me recuerda a Hamlet, “yo” es Hamlet, sigo desde esta
de regiones extrañas o palabras dormidas traídas de antiguas perspectiva, puedo empezar diciendo “Yo, Hamlet” y luego
poéticas malditas, incendiarias, retorcidas, santas, prostibularias, desterritorializar con el ejercicio:
espléndidas, góticas, decadentes, oraciones de una ternura an-
terior al mundo, de una galaxia sexual movediza, oraciones …Yo, Hamlet, engendrado en el desorden de un naufragio de
escarbadas en burdeles centelleantes, manando de los pechos sangre y de ceniza, por riberas del sueño, condenado a hoga-
vacíos de las difuntas que degluten y olvidan… res imaginarios, a las antiguas matrices del polvo, guiado por
imanes confusos, por un aliento de embarcadero, a un vientre
Es una poética de reciclado, armada con fragmentos de aquí sellado en los sótanos, donde titilan aún los sollozos transpa-
y allá, no tomé más de dos palabras de cada renglón que fui rentes del perdón. Yo, Hamlet, hijo de actores incompletos,
enfocando al azar en las hojas desparramadas, he hecho peque- encadenado a un alfabeto en ruinas por un padre con máscara
ños arreglos para que combinen los tiempos verbales, artículos, de mono, enamorado de una hembra fosforescente que yace
género, le he dado cierta coherencia gramatical, y una métrica en los estratos de un arenal de olvido. Obligado a comulgar en
nueva, agregué algunas palabras que me aparecieron natural- un patíbulo sexual que ovula por las esclusas sangre de otras
mente en la construcción, nada más, hice collage, la temática épocas, débiles radiaciones de mi nombre en las antípodas...
aparente en este ejemplo era hablar de las oraciones.
Otro ejemplo: hablo en primera persona, armo oraciones
con el “yo” como tema aparente: 2.2. Escalada meta-temática de la palabra
en la escena máquina
…Yo, hijo de un estertor difuso de las correrías de mi madre
/ yo / pájaro dado vuelta al servicio de una triple falda, en- Frases que se suceden en el comienzo de una improvisación y
cerrado en mi mansión que es un cuerpo festivo y diminuto van estableciendo sus relaciones:
envuelto en mortajas de piel antojadiza / yo / membranoso,
con mis aletas, como espadas centelleantes / y el pájaro del A— “En el patio boquea consignas nefastas un títere Santucho” (di-
bla bla escupiéndome cal viva, subterránea, en los ojos, sacán- rigente del ERP)

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B— “El contador se acerca a nuestra casa por la llanura de compositiva de los cuerpos enmaquinados que ahora destellan
hielo” en el discurso sus extraños asuntos, las proposiciones que apa-
C— “Que madre traiga el plantín parásito, habrá que extirpar recen al principio, se irán relacionando entre sí, mezclándose y
del espejo los antecedentes de hoy” repercutiendo unas con otras, siempre en nuevas posiciones y
A— “Allá lejos aúllan todavía los archivos sus estertores de in- relaciones, arrastrando otros enunciados y materiales a la tren-
fancia” zada, hasta transformarse en máscara, en temática aparente.
C— “Tengo dos mapas de ayer, uno frío y otro ausente”
B— “El motor pistonea el sueño Sarmiento” En la séptima u octava proposición un actor, cruzando las an-
A— “Ese zumbido dispersa en el aire nefastas consignas” teriores, trenzándolas, dice:

Brotes en el discurso de un nivel poético que ya se ha es- C— Con Domingo trajimos dos muertos del aula de los gritos, uno
tablecido en los cuerpos y en el cuadro escénico a través de frío y otro caliente, creo que son los hermanos Santucho, fundieron el
la operación maquínica, de una palabra que intenta expresar motor en Chilecito (referencia a los hermanos Gálvez, campeones
su otra valencia y, a la vez, abrir el juego, aportar algo para de turismo carretera de los años 50, ahora Santucho migra a
comenzar la escena cartonera. Estas palabras no traducen un Gálvez, se desterritorializa y reconfigura)
tema premeditado, no guardan un secreto significativo que las B— Hágalos pasar, que no crean que somos maleducados
antecede y del cual serían mensajeras, son apenas aportes para A— No, que se vayan. Son muy niños aún, es probable que tengan
un comienzo de producción, los primeros rasgos necesarios que aprender a hablar todavía”
para comenzar la escena, surgen de la forma, de la composición B— Déjese de joder que ya estoy despierto
con total naturalidad, son parientes de ella; significan, en todo C– Los nonatos aguardan en la puerta, ¿qué les digo? Mire que son
caso, la voluntad poética de los actores y dan cuenta de ella. violentos y vienen a gran velocidad
Son producción inicial, algo así como la mancha que precipita B– Ya le dije, que pasen.
el accidente de la que habla Bacon. Palabras expresivas, a la vez, (Los hacen pasar)
del nivel poético alcanzado por los actores en su práctica, de su G 1– Buenas noches señores. Mi hermano y yo necesitamos mamar la
capacidad de asociación, de su fuerza y sensibilidad para abrir leche cadáver que aquí producen, nuestros órganos deben ser puestos en
el juego en el vacío, palabras que establecen unas condiciones el abecedario histórico.
temáticas misteriosas y extrañas que se irán fusionando en los G 2– Oscar quiere decir: si es posible una vacante.
distintos ciclos de la escena hasta constituirse en versión de A– Pero ustedes están manchados de sangre vieja, no refractan, son de
identidad y pertenencia. Surgidas de una encrucijada formal otra manada.

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G 1– Sí, señor, pero eso es olvido de otro costal.
G 2– Incrementamos la conducta incestuosa, nos hemos ar-
mado.
B– Bueno, bueno. Acomódense en los pupitres, ahora les dare-
mos la papilla. El señor Sarmiento está por caer.

Un ciclo de producciones discursivas poéticas precipita asocia-


ciones convencionales que desencadenan a su vez otro ciclo de
asociaciones poéticas que inspiran nuevas territorialidades, y
en un momento ya todo pertenece al pulso sacro-profano. En
el ejemplo anterior la temática aparente que se va perfilando a
partir del recicle de las constantes Sarmiento, Gálvez, Santucho
y el aula rancho, tiene que ver con lo nacional hablado desde
el estallido poético que se pueda producir con el vocabulario
surgido de estos temas de la historia argentina, cruzándose en
el marco de una conflictiva de familia en un rancho aula es-
colar. Como en un caleidoscopio, los fragmentos temáticos y
situacionales se van reconfigurando, una y otra vez, creando
distintas versiones y subversiones de identidad y pertenencia
de la escena.

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