La obsolescencia de las máquinas

El cálculo de la obsolescencia es uno de los factores que se deben tener en cuenta al

comprar maquinaria. Sin embargo, hay que señalar que hay factores que se escaparán a
tu control. Es recomendable, pues, que hagas una proyección a medio plazo
multifactorial.
Hay que asumir, pues, que hay varias razones por las que una máquina es obsoleta.
Los motivos que pueden originar la obsolescencia son, fundamentalmente, tres:
sobrevenida, tecnológica y planificada.

1. Obsolescencia sobrevenida
La obsolescencia sobrevenida se da cuando, por cambios endógenos, la
maquinaria ya no puede cubrir las necesidades para la que fue comprada. Esto
puede deberse a un aumento de la capacidad productiva o a la compra de maquinaria
más potente. Eso sí, este factor no es de aplicación universal y lo tendrás que
relacionar con tu empresa.

2. Obsolescencia tecnológica
La obsolescencia tecnológica se da cuando ha habido una disrupción en el
mercado. Hay varias tecnologías que superan a las anteriores muy rápido y que las
convierten en obsoletas. Un ejemplo de lo que se indica es el 5 G, que arrinconará a
las anteriores aplicaciones. Algo similar sucedió cuando la velocidad de internet
desbancó a determinados ordenadores que no tenían la capacidad de soportarla. Esta
situación, pues, es relativamente común.
En meses, una máquina puede quedar obsoleta porque su tecnología ha sido
superada. Es conveniente, pues, tener un ojo puesto en los últimos avances
tecnológicos.

3. Obsolescencia planificada
La obsolescencia planificada está determinada por las empresas comercializadoras.
En primer lugar, se indica cuál es el tiempo de duración media de la maquinaria.
Por otra parte, el fabricante deja de proporcionar recambios a partir de un
determinado momento. El resultado es que es mucho más difícil trabajar con la
maquinaria.
Para tener en cuenta el tiempo de duración real de tu máquina, ten presentes los dos
elementos. El tiempo de garantía que te proporcionen será otra pista interesante para
determinar límites.

Cómo calcular la vida útil de la maquinaria

Hay varios elementos que hemos de considerar para hacer el cálculo de la vida útil
de la maquinaria. Conviene recordar que ese elemento es fundamental para saber
cuál es el rendimiento que podemos lograr. El consejo genérico es que se haga una
predicción combinada teniendo en cuenta estos factores:
1. Duración homologada
Hay fabricantes que incluyen la información sobre la duración homologada de la
maquinaria. Aunque no es el único factor a considerar, sí conviene tenerlo en cuenta.
Así sabremos cuál es el punto de partida. Muchas veces este dato coincide con la
garantía, pero en otras va por separado.
2. Garantía
La garantía es un cálculo modesto para aquellas personas que desean hacer una
predicción conservadora. No en vano, lo que hacen la mayoría de los fabricantes es
fijar un límite por encima del cual las reparaciones ya resultan costosas. Lo cierto es
que esta es la pauta para que sepamos si una máquina va a generar beneficios.
3. Costes de mantenimiento
Los costes de mantenimiento son un indicativo real para saber cuánto nos durará
una máquina. Si estos se empiezan a disparar a partir de un determinado punto, es
que conviene plantearse el reemplazo. Este es un aspecto más importante en
determinados sectores. Hay que tener en cuenta que hoy las técnicas de
mantenimiento se decantan más a los sistemas predictivos y preventivos.
4. Consumo energético
Las máquinas industriales tienen que ser eficientes por definición y realizar un
consumo energético bajo. Si el consumo se dispara a partir de una determinada
antigüedad, quizás sea bueno plantearse un cambio. No en vano, los costes
energéticos también se tienen que añadir al global. Conviene que consideremos esta
cuestión para que no haya problemas.
5. Carga de trabajo
Este es el factor más difícil de calcular porque está asociado a la coyuntura de la
empresa. Lo recomendable es moverse en una horquilla que permita prever cuál va a
ser la carga de trabajo media que va a soportar la máquina. Esta es la mejor manera
de evitar problemas a medio plazo.