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ACCIDENTE DE TRABAJO – L.R.T. – COMISION MEDICA –

INCAPACIDAD PARCIAL PERMANENTE – PERON RURAL

TEMPORARIO – INDEMNIZACION – COMIENZO DE LA MORA.-

CAMARA CIVIL, COMERCIAL, DE FAMILIA Y TRABAJO.-

SENTENCIA NÚMERO: CATORCE.-

En la Ciudad de Marcos Juárez, a los doce días del mes de Septiembre de Dos

mil doce, siendo día y hora de audiencia, se reúnen los Señores Vocales, Dres.

Luis Mario Sosa (H), Graciela del Carmen Filiberti y José María Tonelli, bajo la

presidencia del primero de los nombrados y en presencia del Secretario

autorizante, a los fines del dictado y lectura de la sentencia en estos autos

caratulados "JALIL, Hernando José Miguel c/ Adriana María MARUCCI y

Otro – Demanda laboral - (Accidente de Trabajo)" (Expte. J-01-2012), de los

que resulta: Que a fs. 19/22 comparece Jalil, Hernando José Miguel, Documento

Nacional de Identidad número 28.736.934, de veintiocho años de edad,

domiciliado en calle España s/n de la Localidad de Isla Verde y fijando especial a

los fines de las presentes actuaciones en Bv. Fauda 309 de la Ciudad de Corral de

Bustos, y promueve demanda en contra de la Sra. Adriana María Marucci y el Sr.

Néstor Girolami, persiguiendo el cobro por incapacidad y daños y perjuicios

derivados de accidente laboral padecido bajo su dependencia. Deja fijado el

monto de incapacidad y daños y perjuicios en la suma de $.109.321,80, pudiendo


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variar de más ó en menos de acuerdo a la prueba a producirse, con más los

intereses legales y costas.-

Dice que trabajando para los demandados el 29 de enero del 2.009,

sufre un accidente, que le impidió continuar trabajando hasta el día de la

demanda. Que el accidente se produjo en circunstancias en que la patronal los

envió a fumigar un campo de terceros, ubicado en la zona rural norte de la

Localidad de Isla. Aproximadamente a 10 km del pueblo. Que estando en dicho

lugar comenzaron las tareas encomendadas. Que un primo suyo de nombre

Maximiliano Ferreyra, manejaba el tractor con el fumigador de arrastre, siendo

su tarea la de hacer bandera, que implicaba indicar a quien viene en el tractor y

fumigador la dirección en que se debe conducir. Por efecto del calor, de los

líquidos ó causas que desconoce, tuvo un mareo y cayo al suelo. El conductor del

tractor no pudo advertir que estaba descompuesto y tirado entre el sembradío de

soja. Lo que ocasionó que le pasara por arriba. Aplastándolo con la rueda del

tractor y con el fumigador. Que inmediatamente fue conducido al hospital de Isla

Verde y luego de unos primeros auxilios derivado en ambulancia a la Ciudad de

Marcos Juárez, y desde allí por la gravedad de las lesiones a la Ciudad de

Córdoba más precisamente en el Sanatorio Allende S.A.. Que se le sacaron

placas radiográficas y realizaron varios estudios, para luego intervenirlo

quirúrgicamente, que fueron tres en total, en miembros superiores – clavícula y

cabeza. Que permaneció internado por un largo período sin poder movilizarse.

Que cuando se levantaba lo debía hacer con ayuda de otra persona. Que le era
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dificultoso caminar y moverse con normalidad. Que a los tres meses y medio,

aproximadamente, comenzó las sesiones de rehabilitación. Es el caso que a pesar

de haberse recuperado bastante bien, sigue sintiendo dolencias, en los brazos, en

el cuello y se le acalambran las piernas. Que en ocasiones siente fuertes mareos.

Que ante tal cuadro de situación, le solicitó a la Aseguradora ART Mafre

Argentina S.A., que le remitan a una junta médica a los efectos de que determine

el grado de incapacidad para el trabajo. Que fue a la junta médica, Comisión 6

Villa María, en noviembre del 2.009, la cual ordenó una serie de estudios en la

Ciudad de Córdoba, pero aún hoy a pesar de haberse realizado todos los estudios

requeridos la misma no se expidió. Respecto a la lesión, dice que tiene un corte

de 4 cms. en el arco superciliar izquierdo, corte de 5 cms. hombro derecho,

herida sobre clavícula de 13 x 0,5 de cirugía de clavícula, herida de traqueotomía

de 2 cms., fractura de humero derecho, clavícula izquierda, maxilar superior y

malar, cortes profundos en miembros superiores. Que atento a que no ha logrado

ser indemnizado por la aseguradora, a pesar de las innumerables tratativas,

controles y evaluación de su físico, dirigió una misiva a la patronal para que lo

indemnice. Que no logró respuesta satisfactoria por lo que transcurrió más de un

año del accidente sin ser indemnizado por la aseguradora ó la patronal. Que en

definitiva, agotada todas las vías extrajudiciales sin obtener el resarcimiento que

le corresponde acude a la vía judicial para hacer valer sus derechos. De seguido

pide la citación en garantía de la aseguradora. Respecto al reclamo

indemnizatorio lo discrimina del siguiente modo: gastos terapéuticos: como


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consecuencia inexorable de los dolores de pierna, mareos y dolores de cabeza ha

consumido distintos fármacos (analgésicos, sedantes, etc.) destinado a mitigar el

dolor. Que desde mayo del 2.009 a la fecha solventó el costo de los

medicamentos que asciende aproximadamente a la suma de $.2.000. Incapacidad

sobreviniente: siempre trabajo y vivió de los ingresos que generaba con las

diversas tareas que desarrollo desde que adquirió la mayoría de edad. Que tiene

28 años y se encuentra imposibilitado de trabajar y/o bien disminuido seriamente

en la parte física como consecuencia del accidente. Que ha solicitado al Dr.

Alfredo Eduardo Donato, especialista en medicina legal, de la Ciudad de Marcos

Juárez, realice un dictamen médico a los fines de que determine cual es la

incapacidad residual producto del accidente. Que el prestigioso medico legista,

después de previo examen y análisis del historial clínico le fijó una incapacidad

del 54,53%. Que corresponde como mínimo un resarcimiento equivalente a

$.89.828,80 por incapacidad residual y/o lo que resulte de la prueba a rendirse.

Daño moral: dice que ocioso es que relate la congoja que se apoderó de su ánimo

como consecuencia de la lesión, el dolor que es connatural a ella, el saber que

siendo tan joven su aptitud física, para correr, hacer deportes ó trabajos de

esfuerzos le está completamente vedado. Que está condenado a hacer una vida

sedentaria con sólo 28 años. Por ello pide la suma de $.10.000, que no cubre sus

padecimientos y es irrisoria pero le significa un reconocimiento a su pesar. Daño

psicológico: que todo lo referido a la lesión, sus limitaciones y el desdén que le

provoca sentirse imposibilitado para hacer una vida normal lo obliga a tener que
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acudir de la sicóloga para no caer en un profundo pozo depresivo. Que el sentirse

un anciano a los 28 años es lo más horrible que le puede pasar a una persona

joven. Que la lesión que padeció le cambio la vida por completo. Que jugaba al

rugby, iba a bailar, hacia la vida normal de todo joven activo, a más de trabajar

en lo que sea sin ningún inconveniente. Hoy nada de eso puedo hacer, no le

encuentro demasiado sentido a estar condenado a una vida sin actividad. Por ello

reclama la suma de $.7.500. Indica que solicita reparación integral conforme los

fallos jurisprudenciales de orden provincial y nacional y deja planteada la

inconstitucionalidad de La Ley de Accidentes de Trabajo, en cuanto a la

reparación del daño causado y solicita expresamente la aplicación de la

normativa civil que autoriza la reparación integral del daño causado al trabajador

incapacitado. En el mismo acto ofrece documental conformada por el dictamen

médico, recibo de sueldo y la copia de la historia clínica (fs. 19/22). En la

audiencia de conciliación prevista por el art. 47 de la Ley 7.987 comparece la

aseguradora representada por el Dr. Hernán Rafael Alonso quien en la ocasión

pide el rechazo de la demanda con costas. Para así decir (fs. 48/54), sostiene que

en el sistema de la Ley de Riesgos de Trabajo 24.557 no hace falta que el

trabajador que sufre un accidente demuestre la responsabilidad del empleador ó

A.R.T.: para percibir las prestaciones. Que en este caso el actor no menciona la

Ley de Riesgo de Trabajo, por lo que la citación en garantía en un pleito

extrasistémico es improcedente. Que la única relación que con las partes ha

mantenido es la suscripción de un convenio con la parte demandada denominado,


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contrato de afiliación. Lo que se rige por la Ley 24.557, y según lo dispone el art.

26 inc. 3, la aseguradora es ente de gestión y tiene como objeto único otorgar las

prestaciones que establece la ley y en el ámbito que de conformidad con la

reglamentación ellas mismas determinen. Por lo que las obligaciones asumidas

tienen un límite y no puede obligarse a la aseguradora al pago de lo que exceda lo

previsto en la Ley 24.557. Para el caso de que se entendiera que prospera la

demanda en el marco jurídico invocado deja planteado esa misma defensa

descripta como falta de acción ya que el contrato solo prevé el sometimiento a la

Ley de Riesgo del Trabajo, con la exclusión por la opción del derecho común

que antes otorgaba la Ley 24.028 y que solo procede contra el empleador cuando

media dolo (1.072 C.C.). A renglón seguido reconoce el contrato de afiliación

con Adriana María Marucci número 120.884 con vigencia desde el 5/9/2.008

hasta la actualidad. Luego de relatar que las obligaciones a su cargo se rigen por

la Ley 24.557, expresa que debe distinguirse entre la cobertura ó carencia de

amparo, con respecto al infortunio como generador de minusvalía resarcible. Que

siendo su límite la Ley 24.557, su parte otorgó cobertura asegurativa a los

accidentes y enfermedades enumeradas en el listado por lo que opone la defensa

de falta de acción ó falta de legitimación pasiva por falta de seguro. Que no

responde más allá de la Ley 24.557 y que tampoco lo hace en el marco de la

responsabilidad civil, conforme contrato. Luego ingresa al análisis de los hechos.

Así reconoce que surge la denuncia del accidente en sus registros, que ocurriera

el 29/1/2.009, que se inicio trámite ante la Comisión Médica Número 6, que


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determina por expediente administrativo que el actor debía continuar con el

tratamiento médico por ser incapacidad temporaria. Que la aseguradora otorga al

actor la totalidad de las prestaciones médicas por un monto de $.65.528. Que

abono al actor $.4.741 en concepto de incapacidad laboral temporaria. Niega la

plataforma fáctica del accidente, que le corresponda indemnizar una incapacidad

definitiva, que el actor enviara al empleador una misiva para solicitar su

indemnización y que el actor agotara la vía extrajudicial. En cuanto a los rubros,

expresa que en gastos terapéuticos niega la compra de fármacos y el importe a

que ascienden. En incapacidad sobreviniente pide el rechazo por no constarle,

niega que el actor este imposibilitado de trabajar y que vea disminuida

seriamente su aptitud física ó que sea consecuencia del accidente. Niega la

consulta médica con el Dr. Donato y que este le haya determinado una

incapacidad del 54,53% e impugna el monto por este concepto. Que para el

hipotético caso que se admita este rubro siendo de carácter patrimonial y con

pautas objetivas de valoración (edad, profesión, actividad laboral anterior y

posterior, etc.,), debe limitarse al detrimento efectivamente sufrido y

fehacientemente probado por la víctima. Que la carga del daño incumbe probarla

al damnificado. En cuanto al daño moral niega el sufrimiento, la congoja en el

ánimo del actor y que sea consecuencia del accidente. Desconoce que el actor

este condenado a vida sedentaria. Niega que corresponda abonar suma alguna,

menos la exagerada pedida. Que eventualmente siendo el daño moral un rubro

espiritual, que depende de parámetros subjetivos, debe extremarse la prudencia


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para evitar la consecuencia de un enriquecimiento ilícito. Así impugna el valor

pretendido, pidiendo eventualmente el tipo legal del art. 14 inc. 2 L.R.T.. En

cuanto al daño psicológico y tratamiento, niega la independencia de este rubro en

cuanto solo hay dos tipos de daño el patrimonial y el extrapatrimonial. Siendo

que esta comprobado fehacientemente que el hecho en cuestión provoca una

lesión en la psiquis, hay que analizar profundamente si ello produjo un

detrimento patrimonial ó uno extrapatrimonial para determinar la procedencia y

extensión de la reparación. Desconoce la afectación psicológica del actor, la

necesidad de acudir a un tratamiento psicológico para no caer en un pozo

depresivo, que el actor se sienta un anciano, que la lesión cambie la vida del actor

por completo. Niega la suma pretendida. En cuanto a los intereses dice que la

Ley 24.557 no solo comprende prestaciones dinerarias sino también en especie.

Y dentro de las primeras corresponde distinguir aquellas que se abonan al

dependiente, mientras se encuentra en situación de incapacidad laboral

temporaria (arts. 7 y 13 L.R.T.) de las que surgen una vez determinado el

carácter definitivo de la cuestión (arts. 14, 15, 17 y 19) y las prestaciones por

fallecimiento. Que el derecho a percibir la indemnización por incapacidad laboral

permanente, solo puede nacer a partir del momento en que se determine que el

damnificado la porta, mediante dictamen de las comisiones médicas en base a

una tabla de evaluación de incapacidades laborales que otorga el Poder Ejecutivo

Nacional. Que la Ley 24.557 no prevé un sistema de intereses, solo a partir de la

mora y esta se produce recién cuando la comisión médica establece la


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incapacidad permanente y le remite las constancias para que en 30 días liquide.

Que la resolución S.R.T. 104/98 (B.O. 3/9/1.998) establece un plazo de 15 días

desde la homologación ó dictamen. Que la resolución S.R.T.: 414/99 (BO

22/11/99) establece que la mora se produce transcurridos 30 días desde que la

A.R.T. debía pagar. Por lo que pide se apliquen los 30 días a su parte. Denuncia

que el actor no ajustó su conducta a las normas de los arts. 21, 22 y 46 L.R.T.,

por lo que no se verifica el supuesto que da derecho al trabajador a percibir las

indemnizaciones que fija la ley como sería el dictamen de la comisión médica,

que declare el accidente y fije un porcentual de incapacidad. Por lo que entiende

no corresponde intereses. Por último impugna el monto total de $.109.321,80.

Continúa manifestando que pide la aplicación de la Ley 24.432 que limita el

monto de costas al 25% de la causa y cita el precedente “Francisco Costa e hijo”

de la C.S.J.N.. A la vez pide la aplicación del decreto 1.813/92 respecto a los

peritos. Para concluir desconoce el dictamen médico del Dr. Donato. La parte

accionada no contesta la acción pese a su notificación (fs. 55). Abierta a prueba a

la causa la actora ofrece documental, constancias de autos, misivas remitidas y

recibidas y dictamen médico. Pericial médica y presuncional. La aseguradora

ofrece Confesional, Documental consistente en la exhibición de documental por

parte de Adriana Marucci del contrato asegurativo y sus anexos y los doce

recibos anteriores a enero de 2.009, Informativa y Pericial médica y contable.-

Diligenciadas por el juez de conciliación, la causa se eleva al

tribunal, el que avocado e integrado (fs. 128 y 129), fija audiencia de vista de la
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causa (fs. 135), la que se celebra en el día y hora fijado, con la presencia de

partes, continuidad y actos procesales que registran las actas obrantes a fs. 146 y

159.- En la audiencia de vista de la causa, se fijaron las cuestiones a resolver

(¿ Es procedente el reclamo del actor? ; ¿ Qué corresponde resolver en

definitiva?), el orden en el que los Sres. Jueces emitirán sus votos y la fecha de

lectura de la presente sentencia.-

A LA PRIMERA CUESTION PLANTEADA LA SEÑORA VOCAL DE

CAMARA DRA. GRACIELA DEL CARMEN FILIBERTI; DIJO:

I. LA LITIS

Conforme se desprende de la relación de causa que antecede, los

empleadores no se presentan y si lo hace la aseguradora como tercera citada en

garantía por el actor.

No se discute que el accidente laboral existió, que ello ocasionó

una incapacidad laboral temporaria y parcial que la aseguradora indemnizó

oportunamente, por estar vinculada con el empleador para cobertura de

accidentes laborales, según asume aunque sin traer póliza.

La controversia radica en la existencia de incapacidad laboral

“permanente”, y en su caso, la procedencia y extensión de su indemnización,

incluyendo costas e intereses.

II. La Solución

LA RESPONSABILIDAD
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A - Sostiene el actor en su demanda que reclama el pago de

incapacidad y daños y perjuicios, fundado en derecho en la L.C.T. y L.R.T.. En

los apuntes finales (fs. 150/155) ratifica que la demanda se sustenta en L.R.T. y

no en el derecho común. Ese es el contexto en el que corresponde resolver la

cuestión, en tanto se trata de un accidente laboral reclamado por un empleado que

confiesa haberse sometido a las reglas de la L.R.T. mediante el tránsito de la

comisión médica y el cobro de incapacidad parcial temporaria (demanda y apunte

final, art. 217 C.P.C. aplicable supletoriamente).

B - Encuadrada la cuestión en el marco de la Ley de Riesgo de

Trabajo, reconocida la existencia de seguro, es la compañía aseguradora quien se

convierte en responsable directo al cumplimiento de las prestaciones previstas en

el instrumento legal, por sustitución sustancial del sujeto obligado dispuesta por

la ley, remplazando al empleador. De manera que, existiendo responsabilidad

legal y directa de la A.R.T. –consecuencia del seguro-, no corresponde admitir el

reclamo contra los empleadores cuando no se invoca un supuesto especial que lo

justifique (art. 19 primer párrafo, 28 y cc. L.R.T.).

C - La primer defensa opuesta por la aseguradora, para no asumir la

obligación legal de pago, se concentra en la siguiente frase “el empleador no

menciona la ley de riesgo de trabajo, es por tanto un pleito extrasistémico y

entonces no le corresponde responder”. Conforme lo ya expuesto, el pedido

efectuado por el actor para ser resarcido, con fundamento en que tuvo

consecuencias por un accidente laboral asegurado, se sustenta en la L.R.T.


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(conforme surge de la demanda, fs. 19/22 y se ratifica en los apuntes fs.

150/155), de allí que la defensa es improponible. Por lo que esta excepción debe

desestimarse, en tanto se deduce como “carencia de acción” enervada por la

obligación legal que surge de la L.R.T. respecto a lo cual el actor no introduce

cuestión alguna.

D - Tras relatar que la Comisión Médica 6 determinó

administrativamente que el actor debía continuar con el tratamiento médico por

ser incapacidad temporaria, que entonces abonó las prestaciones médicas por

$.65.528 y la incapacidad temporaria por $.4.741, opone como defensa

impeditiva de la acción: “el no haber ajustado el actor su conducta a las normas

de los arts. 21, 22 y 46 L.R.T., por lo que no se verifica el supuesto que da

derecho al trabajador a percibir las indemnizaciones que fija la ley, como sería el

dictamen de la comisión médica, que declare el accidente y fije un porcentual de

incapacidad”. Sin embargo siendo obligación a cumplir en la contestación de

demanda, nada explica respecto a 2 hechos fundamentales que le atribuye el actor

en la demanda: “luego de las operaciones y reposo comencé la rehabilitación,

pero a pesar de haberse recuperado “sigue con dolencias” en brazos en cuello y

con calambres en piernas. Que ante tal situación “solicitó a la aseguradora que le

remitan a una junta médica” a los efectos de que se determine su grado de

incapacidad para el trabajo. Que “fue a la junta” médica, Comisión Número 6

Villa María, en noviembre del 2.009, la cual ordenó una serie de estudios en la

Ciudad de Córdoba, “pero pese a haberse realizado todos los estudios no se


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expidió”, y transcurrió más de un año del accidente, que con ello agotó todas las

vías extrajudiciales”. Incontrovertido queda así, que luego de la rehabilitación, el

actor sigue con dolencias y pide al seguro determinación de incapacidad

permanente, a causa de lo cual la comisión médica le pidió estudios, que hizo;

pese a lo cual no se expidió. Ello a la vez, se corrobora con la prueba documental

que principia la demanda, que no ha sido desconocida por la aseguradora (art.

192 C.P.C.), de la cual surge que el 22/5/2.009 la aseguradora le envía un

citación para evaluarlo en Córdoba por el accidente (fs. 6), cuando ya tenía el alta

según constancias de la Historia Clínica el 8/5/2.009 (fs. 18). Que el 23/2/2.010

el actor le comunica la incapacidad determinada por un profesional de la

medicina (fs. 2) y que la aseguradora no responde. Tales hechos en el marco de la

Ley de Riesgo de Trabajo (art. 7), a la luz de la doctrina de amparo constitucional

de la C.S.J.N. in re “Millone Juan A. c/ Asociart S.A. A.R.T.” (26/10/2.004,

Fallos: 327: 4607-4617), tiene como consecuencia la finalización de la

incapacidad del actor como temporaria, por el transcurso de un año desde el

29/1/2.009 como primera manifestación invalidante, pues es producida por el

hecho súbito, y el ingreso a la denominada etapa de incapacidad laboral

“permanente” que le autoriza el reclamo y obliga a desestimar la defensa.

E - El actor prueba la incapacidad laboral parcial y permanente que

sustenta su reclamo, mediante la producción de una pericia médica, realizada por

el profesional Martín Alberto Meneguzzi, quien dictamina que de la historia

clínica del actor surge como diagnóstico del accidente producido el 29/1/2.009:
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trauma de tórax, fractura de clavícula izquierda, fractura de húmero derecho,

trauma de cráneo (neumoencéfalo izquierdo con edema), fractura de órbita

izquierda, fractura de maxilar superior y fractura malar con compromiso de pared

externa de órbita. Que examinado en pericia observa cicatrices en: arco

superciliar izquierdo, de aproximadamente 4 cm; en hombro derecho

hipopigmentada, deprimida de aproximadamente 5 cm; quirúrgica sobre

clavícula izquierda de aproximadamente 13 cm; de traqueotomía, triangular,

hipopigmentada, deprimida, de aproximadamente 2 cm. Igualmente observa

dolor en movimiento activos de hombro (rotación, abducción, flexión y

extensión). Que con base en estudios complementarios requeridos, RX de cara y

senos nasales (por prótesis metálicas), clavícula (por cuatro tornillos) y húmero

derecho (por clavo endomedular acerrojado), y TAC multicorte de cabeza y

cuello (por alteración morfológica); concluye que Hernando José Miguel Jalil

tiene una incapacidad parcial y permanente porque padece una disminución de 1.

extremidad superior: movilidad de hombro 10%, húmero-brazo del 5%, 2.

maxilar superior del 10 al 15%, malar del 13 al 15%, 3. clavícula del 5%, 4. por

cicatrización (extensión y repercusión funcional) de traqueotomía 3%, de arco

superciliar izquierdo 2/4%, de hombro derecho 2/3 % y de clavícula 4%; a lo que

agrega para concluir un síndrome posconmocional incapacitante del 10/20%. En

base a ese razonamiento, procedimiento practicado por conocimiento científico,

concluye que el actor esta incapacitado de modo permanente y parcialmente en

un porcentual mayor al 60%, que podría modificarse con el paso del tiempo y la
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evolución de las lesiones. Al respecto de esta pericia la aseguradora cuestiona la

falta de aclaración de algunos puntos ó métodos utilizados (baremo) ó exámenes

realizados. Pero tal actividad procesal es tardía, por haberse efectuado recién en

los alegatos y haber precluído la posibilidad de efectuar esas objeciones

“formales” a la pericia (fs. 85 y 87, conforme arts. 114 C.P.T. y arts. 278 y 279

C.P.C., conforme T.S.J. Sala Laboral “Quinteros c/ Epos, sent. 18/3/94; La Ley

Córdoba 1.994 – pág. 703).

LA INDEMNIZACION

A - La aseguradora, opone la defensa de falta de acción

entendiendo que el límite del pago es el seguro y no está obligado a cubrir una

indemnización integral por el siniestro, mientras que a su turno el actor pidió un

resarcimiento superador de la ley de riesgo “basado en fallos jurisprudenciales de

orden provincial y nacional por los que plantea la inconstitucionalidad de la Ley

de Accidente de Trabajo en cuanto a la reparación, pidiendo la aplicación de la

ley civil”.

La inconstitucionalidad, como camino necesario para arribar al

resarcimiento pedido en toda su extensión no puede ser de recibo, desde que el

litigio se trabó entre la demanda y su contestación y allí quedo fijado el tema a

decir y no en los alegatos (conforme al principio de congruencia del art. 330

C.P.C. que descarta la posibilidad de dictado extra petita). De esa composición

del litigio la frase transcripta del demandante, única al respecto de la

inconstitucionalidad, resulta incompatible con la gravedad institucional de la


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cuestión y con la necesidad de expresar en forma concreta la norma cuestionada

del plexo normativo pues “está aceptando se aplique la primera parte de la Ley de

Riesgo de Trabajo”. La inexistencia entonces, de denuncia de gravamen y la falta

de esfuerzo para demostrarlo, es la que coarta la función de control que se

encomienda a la magistratura (C.S., mayo 7-1991 ED 143 – 403 con nota de

Germán Bidart Campos). Ello, meritando que estamos hablando de un peón rural

temporario (recibo de fs. 8 y constancias de fs. 9) cuyo régimen de cobertura de

riesgo de trabajo al tiempo del hecho no era el general (L.C.T.), sino que su

seguro era optativo para el empleador y que el tribunal no cuenta con póliza

asegurativa, sin cuestionamiento de su parte (art. 4 in fine de la Resolución

26497/1999 de SSN - BO 4/2/1999).

Por todo lo cual, la solución que se impone es la sujeción a la

reglas indemnizatorias de la L.R.T., cuya validez legislativa se admite y por

cuyos senderos transitó el actor y así demandó, pedido que también efectivizó la

aseguradora.

B - Determinado que las reglas indemnizatorias son las

establecidas en la L.R.T., tenemos que el reclamo de $.109.321,80, se compone

por 1: gastos terapéuticos (calmantes), por los dolores desde mayo del 2.009 a

marzo del 2.010, que evalúa en la suma de $.2.000 en total. 2: Incapacidad, por

disminución de ingresos, considerando un salario de $.2.041,43 y la edad de 28

años con una incapacidad del 54,53% y una expectativa de vida laboral de 65

años $.89.821,80. 3: Daño moral $.10.000 y Daño psicológico $.7.500. En el


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contexto de este reclamo, donde esta incuestionada la política de prevención de

riesgos de la empleadora y el seguro (art. 39 L.R.T. y 1.072 C.C.), el daño moral

ó psicológico de modo independiente no proceden, en tanto no están encuadrados

en el art. 14 L.R.T., que subsume esta indemnización por incapacidad parcial

permanente a cargo de la aseguradora. Por lo que al respecto, la queja de la

seguradora deviene de recibo. En cuanto a los gastos terapéuticos, están

justificados con la misma Historia Clínica que principia la demanda (fs. 12/18)

incuestionada por la aseguradora, en tanto se desprende de ella que el alta del

8/5/2009 es “sin buena evolución del paciente y con dolores”, que son referidos

“nuevamente en julio de ese año”. De tal modo, considerando el tipo de

incapacidad y los dolores que relata la pericia, el actor prueba la existencia del

daño relatado, desde mayo del 2.009 hasta la demanda (3/2.010), para cuya

cuantía debe considerarse que un gasto mensual de $.200 es una suma prudencial

($.2.000 % 10 meses) que por ello se admite (art. 335 C.P.C. supletoriamente

aplicable), al ser una obligación de pago a cargo de la aseguradora (art. 20 . 1 a. y

3 L.R.T.). En cuanto al resarcimiento por incapacidad, encuadrados en el art. 14

L.R.T. y siendo que la demanda principia con una disminución superior al 50%,

conforme al art. 14 inc. 2 apartado a) correspondería una renta vitalicia, pero en

el subjudice el pago en una única suma no está discutido (y es conf. Doctrina

legal C.S.J.N. in re Millone, ut supra citado). De allí entonces que como no está

establecido en la ley la forma en que debe realizarse ese pago único para este

supuesto, por aplicación de la fórmula derivativa que contiene la demanda, deba


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aplicarse la regla de cuantificación dispuesta para el inc. 2 apartado a) de la

misma norma, que refiere al pago único, reglamentado por el decreto 1.278/00

vigente al tiempo del hecho súbito generador. En ese contexto debe tomarse

como parámetros las pautas de la demanda porque resultaron incuestionadas en la

contestación, a saber: valor mensual de ingreso base y pautas valorativas de

“edad” y expectativa de “vida laboral” (65); pero correspondiendo indemnizar

una incapacidad del 60% (conforme pericia), cuantía que se determinará en etapa

de ejecución de sentencia.

C - El deber de pagar la indemnización definitiva comienza al año

de la temporaria, conforme lo dispone el art. 9 de la L.R.T., allí entonces se

produce la mora. En este caso la aseguradora reconoce el pago de una

indemnización temporaria, y considerando que el accidente ocurre el 29/1/2.009

el año se cumple el 29/1/2.010, por lo que a la fecha del telegrama que envía el

actor al seguro, pidiendo la indemnización, y comunicando la incapacidad

(23/2/2.010) con monto determinado, se provoca la mora al ser en fecha

posterior al año, por lo que a la suma entonces reclamada debe adicionarse

intereses por retraso desde la mora, equivalentes a la tasa pasiva promedio

mensual del B.C.R.A., con más un dos por ciento nominal mensual hasta su

efectivo pago, siempre con el límite de la tasa activa, siguiendo el criterio de éste

tribunal en "Cerezuela c./ Nardoni y Panadería la Internacional" Sent. N° 11 del

28.5.02 y lo dispuesto por el T.S.J. Sala Laboral in re: "Hernández c./ Matricería

Austral". Por último, en relación al planteo de la aseguradora de aplicar las reglas


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de pago diferido, dispuesta por la Superintendencia de Seguros de la Nación,

debe ser desestimado desde que el plazo allí otorgado es aplicable a un supuesto

de hecho diverso, cual es el cumplimiento administrativo de la obligación

impuesta a la empresa aseguradora.

COSTAS

Se imponen las costas a la aseguradora. La citada en garantía

solicita la aplicación de la Ley 24.432 al caso de autos. Tratándose de un reclamo

indemnizatorio por infortunios laborales es correcta su aplicación (T.S.J., Sala

Laboral. Sent. Nº 31. 20/04/2.004. Trib. de origen: Cám. Trab. Cba., Sala X.

“Cuerpo de regulación de honorarios en autos: Liendo Ramón Elvio c/ Mara

Inmobiliaria S.A.C.I.F.I.A. s/Incapacidad. Rec. de Casación”. AJ 2004-61-3752).

Ahora bien, la norma del art. 277 de la L.C.T., dispone una limitación a la

responsabilidad por el pago de las costas, por lo que requiere como presupuesto

de existencia la condena en costas y como recaudo de aplicación del porcentual

limitativo del 25% (como tope legal), la existencia de planilla de capital,

intereses y accesorios reclamados al demandar. En esos términos no afecta el

acto regulatorio, ni provoca reducción alguna en las regulaciones, sino que su

excedente puede ser reclamado al comitente de los trabajos (T.S.J., Sala Laboral.

Sent. Nº 31. 20/04/2004. Trib. de origen: Cám. Trab. Cba., Sala X. “Cuerpo de

regulación de honorarios en autos: Liendo Ramón Elvio c/ Mara Inmobiliaria

S.A.C.I.F.I.A. s/Incapacidad. Rec. de Casación”. AJ 2004-61-3752). De lo

expuesto se deduce entonces, que recién puede aplicarse este límite cuando exista
20

planilla firme, siendo prematuro el pedido efectuado por la aseguradora en esta

instancia, pues previamente se necesita conocer la entidad de los gastos que

genera este proceso, a fin de verificar si superan el límite del 25% establecido,

situación en la que, eventualmente, resultará pertinente pronunciamiento sobre el

punto (T.S.J. en pleno Cba. Sent. 112 17/08/02. Trib. de origen: Sala 5º Laboral

Cba. “López, Justo E. c/ S.A. Transp. Alta Gracia – Ind. – Recursos de

Inconstitucionalidad y Casación”. AJ 2002-18-1062).

A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA EL SEÑOR VOCAL DE

CAMARA DR. LUIS MARIO SOSA (H); DIJO:

Que adhiere a los fundamentos y conclusiones a los que arriba la

Señora Vocal preopinante, dejando emitido su voto en idéntico sentido.-

A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA EL SEÑOR VOCAL DE

CAMARA DR. JOSE MARÍA TONELLI; DIJO:

Que adhiere a los fundamentos y conclusiones a los que arriba la

Señora Vocal, Dra. Graciela del Carmen Filiberti, dejando emitido su voto en

idéntico sentido.-

A LA SEGUNDA CUESTION PLANTEADA LA SEÑORA VOCAL DE

CAMARA DRA. GRACIELA DEL CARMEN FILIBERTI; DIJO:

Si mis conclusiones fuesen compartidas propongo:

I.- Se admita parcialmente la demanda deducida por el Sr. Jalil

Hernando José Miguel y se condene a Mapfre Argentina A.R.T. S.A., a abonar al

actor en el plazo de 10 días, en un solo pago, la indemnización por incapacidad


21

permanente parcial del 60% a determinar en la liquidación de capital e intereses

conforme al considerando y gastos terapéuticos por $.2.000, todo con más

intereses desde el 23/2/2.010 en el equivalente a la tasa pasiva promedio mensual

del B.C.R.A., con más un dos por ciento nominal mensual desde que la suma es

debida y hasta su efectivo pago, siempre con el límite de la tasa activa. II.- Se

impongan las costas a la aseguradora. III.- Se excluya de responsabilidad a la

parte empleadora, Sres. Adriana María Marucci y Néstor Girolami. IV.- Se

difiera la regulación de honorarios para cuando quede conformada

definitivamente la base económica del pleito. V.- Se tenga presente el pedido de

aplicación del art. 277 L.C.T. (conforme texto Ley 24.432).

A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA EL SEÑOR VOCAL DE

CAMARA DR. LUIS MARIO SOSA (H); DIJO:

Que adhiere a los fundamentos y conclusiones a los que arriba la

Señora Vocal preopinante, dejando emitido su voto en idéntico sentido.-

A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA EL SEÑOR VOCAL DE

CAMARA DR. JOSE MARÍA TONELLI; DIJO:

Que adhiere a los fundamentos y conclusiones a los que arriba la

Señora Vocal, Dra. Graciela del Carmen Filiberti, dejando emitido su voto en

idéntico sentido.-

Por el resultado de los votos que anteceden y normas legales

citadas, el Tribunal - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

RESUELVE:
22

1. Admitir parcialmente la demanda deducida por el Sr. Jalil

Hernando José Miguel y condenar a Mapfre Argentina A.R.T. S.A., a abonar al

actor en el plazo de 10 días la indemnización en pago único por incapacidad

permanente parcial del 60%, a determinar en la liquidación de capital e intereses

conforme surge de los considerandos; más $.2.000 por gastos terapéuticos, todo

con más intereses desde el 23/2/2010 en el equivalente a la tasa pasiva promedio

mensual del B.C.R.A., con más un dos por ciento nominal mensual hasta su

efectivo pago, siempre con el límite de la tasa activa.

2. Imponer las costas a la aseguradora.

3. Excluir de responsabilidad a la parte empleadora, Sres. Adriana

María Marucci y Néstor Girolami.

4. Diferir la regulación de honorarios para cuando quede

conformada definitivamente la base económica del pleito.

5. Tener presente el pedido de la aseguradora de limitación legal de

costas.

Protocolícese.

Fdo.: Dres. Sosa (H) – Namur – Tonelli – Vocales – Meneses – Secretario –


Voto Dra. Filiberti: Incapacidad – Daños y Perjuicios – Ley de Riesgo de Trabajo- Aseguradora de Riesgo de Trabajo
– Reconocimiento de la existencia de seguro – Responsabilidad directa de la A.R.T. -

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