KIT DE ACTIVIDADES INFANTILES

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MATERIAL CON BASE BÍBLICA VOL 1

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Historias Bíblicas
La Creación

La Biblia dice que Dios es el creador de todo el universo. Él creó la Tierra y todo lo que existe en 6
días. ¿Vamos a ver cómo sucedió todo? La Tierra no tenía ninguna forma, era oscura y vacía.

Por eso, en el primer día, Dios dijo: "¡Que haya luz!" La luz apareció, y entonces existió el día y la
noche. Dios se complació con lo que hizo, y dijo que era bueno.

En el segundo día, Dios creó el cielo azul. Y puso nubes blancas, allá arriba.

En el tercer día, Dios mandó que las aguas se juntaran en un solo lugar, formando los mares.
Ordenó que apareciera la tierra seca también. La tierra debía producir pasto y todo tipo de árboles
y plantas.

En el cuarto día, Dios creó el sol, la luna y las estrellas y los puso en el cielo para iluminar la
tierra. El sol brilla durante el día, y la luna y las estrellas brillan durante la noche. Dios se
complació con lo que hizo, y dijo que era bueno.

En el quinto día, Dios creó los peces y todos los tipos de animales marinos, grandes y pequeños,
y con ellos llenó los ríos y los mares. También hizo las aves para vivir en la tierra y muchos tipos
de pajaritos para volar por el cielo. Dios se complació con lo que hizo, y dijo que era bueno.

En el sexto día, Dios mandó que la tierra produjera animales de todos los tipos: animales
domésticos como el perrito y el gato, animales salvajes como el león y el elefante y los reptiles,
como las serpientes y los cocodrilos... La tierra se llenó de bichos grandes y pequeños.

Pero la criatura más especial, Dios la dejó para el final: ¡el ser humano! ¡Eso es que somos muy
importantes para Dios! El Señor creó al hombre y a la mujer del polvo de la tierra, diferentes de
todos los otros animales creados y más parecidos a Él mismo. Dios dijo: "Hagamos al ser humano
a nuestra imagen y semejanza para que cuide y gobierne la tierra". Dios nos amó de una forma
muy especial... Él se complació tanto con lo que hizo, que dijo que era Muy Bueno.

En el séptimo día, Dios descansó de todo el trabajo que hizo. Bendijo ese día y estaba muy feliz
con su creación. Dios amaba a los dos y a todo lo que había creado.
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Historias Bíblicas
Adán y Eva

Adán y Eva vivían felices en el jardín del Edén. Era un lugar

hermoso que Dios había preparado para ellos. En este lugar todo
era tan maravilloso que no tenían motivo para quejarse.

En el jardín crecieron dos árboles muy especiales: El Árbol de la

Vida y el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal.

Sobre estos árboles, Dios había dado una única orden: "pueden
comer de cualquier árbol del jardín, menos del Árbol del
Conocimiento del Bien y del Mal".

Desafortunadamente, ambos desobedecieron al Señor. Eva fue engañada por la malvada

serpiente que tergiversó lo que Dios dijo. Eva vio que el árbol era hermoso, que daría más
conocimiento y que las frutas parecían sabrosas, así que fue y hizo lo que Dios le había dicho que
no hiciera. Comió del fruto y también le dio a su esposo Adán. ¡Qué gran error! Ahora conocían el
mal... Acabaron arruinando el mundo perfecto de Dios.

Después de comer, se sintieron avergonzados y se escondieron de Dios. "¿Por qué hicieron lo que
les ordené que no hicieran?" preguntó Dios. Cada uno de ellos comenzó a excusarse, culpando al
otro. Desafortunadamente, la maldad ya había entrado en sus corazones.

Cada uno de ellos comenzó a excusarse poniendo la culpa en el otro. Desafortunadamente, la

maldad ya había entrado en sus corazones.

- ¡No fui yo, Señor! ¡Fue Eva que comió primero y me dio! - dijo
Adán.

- ¡La culpa no fue mía, Dios! Fue la serpiente que me engañó y yo

comí... - decía Eva.

El Señor les hizo ropa y los expulsó del hermoso jardín que había
creado. Puso dos ángeles con espadas para custodiar el Árbol de
la Vida que estaba allí.

Aprendemos de esta historia que es necesario escuchar la Palabra

de Dios y obedecerla, incluso si otros tratan de convencernos de
que lo incorrecto es más divertido. Dios ve todo lo bueno o malo
que hacemos y nos corrige.
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Historias Bíblicas
El Arca de Noé

Noé amaba a Dios y siempre trataba de obedecer todo lo que Él

decía. Pero nadie amaba a Dios así ni hacía las cosas como Él
mandaba. Las personas en aquel tiempo eran muy malas y les
gustaba hacer todo de manera equivocada.

Dios se entristeció tanto por la actitud de las personas que decidió

enviar una gran lluvia para inundar la tierra y destruir toda la maldad
de las personas. Pero Dios quería salvar a Noé y a su familia,
porque era un hombre bueno y amaba a Dios de corazón.

Entonces un día, Dios le explicó a Noé que debía construir un barco muy grande, donde él y su
familia se protegerían de la gran lluvia e inundación que iban a suceder. Noé hizo todo
exactamente como Dios le mandó.

Cuando el arca estuvo lista y después de todo preparado, había llegado el momento... Dios ordenó
que Noé hiciera entrar en el gran arca parejas de animales de cada especie para que también
fueran salvados del diluvio.

Después que todos entraron, Dios cerró la puerta. De repente comenzó a llover. Primero unas
pequeñas gotas, después una fuerte lluvia que duró 40 días y 40 noches. La lluvia no paraba ni un
instante, pero dentro del barco estaban todos secos y a salvo. Con esa cantidad de lluvia, las
aguas comenzaron a subir y el barco navegó como si estuviera en alta mar.

¡Finalmente la lluvia paró! Poco a poco, el agua comenzó a

bajar y el arca se posó sobre una montaña llamada Ararat.
Después de algunos días, las aguas se fueron secando.

Cuando el suelo estuvo seco, Dios le habló a Noé y le dijo

que era hora de salir del arca. Entonces, Noé, su familia y
todos los animales salieron de dos en dos...

Noé construyó un altar y agradeció mucho a Dios por haber

cuidado de ellos durante todo ese tiempo. Dios entonces
prometió que nunca más enviaría tanta lluvia sobre la tierra
como en el diluvio. Y para que todos recuerden la promesa
que hizo, creó el arco iris, que aparece en los días de lluvia
en el cielo.
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Historias Bíblicas
Dios escoge a un hombre llamado Abraham

Abraham era un descendiente de Noé, vivía en la ciudad de Ur y su esposa se llamaba Sara. Sara
era hermosa, pero no podía tener hijos.

Un día, el Señor se le apareció a Abraham y le dijo: Vete con tu esposa y algunos amigos y crea
una gran y bendita nación. Entonces hicieron como Dios les había dicho, aunque eran viejos.

Cuando llegaron a su destino, el Señor volvió a Abraham para anunciarle un gran acontecimiento:
su esposa le dará un hijo y será precursor de muchos reyes. A pesar de la avanzada edad de
Sara, Abraham confió en Dios y creyó que Él cumpliría la promesa.

Y así fue, Sara dio a luz a un niño llamado Isaac. Cuando Isaac creció, Dios decidió poner a
prueba la fe de Abraham y le dijo: Ve con tu hijo Isaac a la montaña y ofrécelo en sacrificio a mí.

El pobre Abraham, con un inmenso dolor, partió con su hijo hacia la montaña, cuando llegaron allí,
ordenó a su hijo que recogiera leña para hacer un sacrificio. Tan pronto como terminó, su padre lo
puso sobre la leña. Él se sorprendió, pero obedeció.

Cuando Abraham levantó el cuchillo, Dios se le apareció y le dijo: Querido Abraham, has
demostrado que me amas tanto que estarías dispuesto a matar a tu propio hijo. Vuelve a casa y
que tú y él sean bendecidos!
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Historias Bíblicas
Dios eligió a una mujer llamada María

Vivía en la ciudad de Nazaret una joven llamada María, quien estaba comprometida con un joven
llamado José. Pronto se casarían, pero lo que María no sabía es que estaba a punto de recibir una
gran noticia. Era un mensaje sorprendente que cambiaría sus vidas para siempre... ¿Pero qué
noticia especial sería esta?

Un día, Dios envió un ángel con un mensaje para ella: - "¡Hola María!" dijo el ángel Gabriel. -
"¡Dios está contigo y se complace en ti!" María no sabía qué quería decir el ángel con esas
palabras.

Entonces el ángel le dijo: - "¡No tengas miedo, María! Dios tiene una maravillosa sorpresa: tendrás
un bebé y su nombre será Jesús. Este bebé será el Hijo de Dios y será el gran Rey, como lo fue
David, y reinará sobre el pueblo de Dios para siempre".

Entonces María le dijo: - "No entiendo, ¿cómo puedo tener un hijo si aún no estoy casada?" El
ángel respondió: no te preocupes, Dios hará que esto suceda a través de Su Espíritu. Para Dios
no hay nada imposible, María.

María entonces dijo: "Que sea así. ¡Haré todo lo que el Señor quiera!" El ángel Gabriel se fue y
María fue a visitar a Isabel, una pariente suya que también estaba embarazada. "¡Qué sorpresa
maravillosa!" Isabel se alegró mucho con la visita de María y con la noticia sobre Jesús. Entonces
María alabó a Dios de todo corazón por toda Su bondad y amor.
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Historias Bíblicas
El nacimiento de Jesús

Dios amó tanto al mundo que envió a Su propio Hijo para ayudarnos. En Su plan, eligió a una
joven llamada María para ser la madre de Jesús. María aún no estaba casada y quedó
embarazada de manera milagrosa a través del Espíritu Santo. María tenía un novio llamado José,
un joven que también confiaba en Dios. Poco antes de que el bebé naciera, tuvieron que hacer un
viaje a Belén, su ciudad natal.

Pero al mismo tiempo, llegaba la hora del nacimiento de Jesús. En aquel tiempo no había tantos
hospitales como hoy en día. Buscaron un lugar donde pudieran alojarse, pero la ciudad estaba
llena y no había lugar en la posada (una especie de hotel o posada). Tal vez incluso buscaron una
casa donde alguien los recibiera en un lugar más cómodo para estar con el bebé, ¡pero no
encontraron nada!

El único lugar que encontraron para quedarse con el bebé Jesús fue un establo. Este lugar,
también llamado establo o cuadra, es donde los animales de la granja van a comer, beber agua y
descansar. María tuvo al bebé allí, lo envolvió en algunos paños y lo colocó para dormir en un
pesebre muy cálido.

A pesar de toda la simplicidad, ¡fue un evento maravilloso para todo el mundo! ¡Jesucristo, el
Salvador del mundo, había nacido! Los ángeles cantaban en el cielo: "¡Gloria a Dios en las alturas,
y paz en la tierra a los hombres a quienes Él favorece!" (Lucas 2:14)

El bebé Jesús recibió algunas visitas: algunos pastores que escucharon a los ángeles y algunos
magos. Una gran estrella brillante apareció en el cielo y guió a los magos en un largo camino
desde el oriente hasta donde estaba Jesús. Fueron allí para adorar a Jesús y entregarle regalos.
¡Así fue la Navidad! Jesús trajo vida, paz y luz al mundo a través de la esperanza de la salvación...
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Historias Bíblicas
El Bautismo de Jesús

Cuando se convirtió en hombre, Jesús se dirigió a Juan, llamado "el Bautista" (que significa "el que
bautiza"), porque purificaba con agua a aquellos que cometían malas acciones y predicaba la
palabra de Dios.

Al entrar en el río Jordán, Jesús pidió a Juan que lo bautizara (¡qué honor, niños! ¡Bautizar a
Jesús!), y Juan le respondió:

- ¡Señor, eres tú quien debería bautizarme a mí, el salvador! (¡más honor aún es ser bautizado por
Jesús mismo!)

- Te lo pido, Juan, haz la voluntad del Señor - respondió Jesús.

Y así, Juan lo obedeció. Después de ser bautizado, Jesús salió del agua y una paloma voló sobre
él, y de repente la voz de Dios resonó:

- ¡Jesús, eres mi hijo amado y me complazco en ti!

Al final, Juan dijo: "Yo os bautizo con agua, pero él os bautizará con el Espíritu Santo".
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Historias Bíblicas
Jesús elige a sus primeros discípulos

Juan el Bautista era un profeta conocido en tiempos de Jesús. Él predicaba que el Reino de Dios
estaba cerca. Por lo tanto, las personas deberían prepararse para la llegada de Jesús. Deberían
cambiar su mala conducta y recibir un bautismo de arrepentimiento.

Un día, cuando Jesús pasaba, Juan el Bautista dijo: ¡Miren! ¡Él es el Cordero de Dios! Dos
seguidores de Juan fueron inmediatamente tras Jesús. Uno de ellos era Andrés, quien corrió a
buscar a su hermano Simón Pedro para que también conociera a Jesús. ¡Vamos, vamos Simón!
Encontramos al Señor Jesús, ven a verlo.

Al día siguiente, Jesús fue a una ciudad llamada Galilea. En el camino encontró a Felipe y le dijo:
¡Sígueme! Felipe también llevó a su amigo Natanael a conocer a Jesús.

Al día siguiente, Pedro y Andrés estaban pescando. Entonces Jesús llamó: ¡Vengan conmigo y los
haré pescadores de hombres! Ellos dejaron todo en la playa y siguieron a Jesús. También llamó a
Santiago y Juan para unirse al grupo. Jesús también encontró a un recaudador de impuestos
llamado Mateo (Levi) y le dijo: ¡Sígueme!

Después de eso, Jesús subió a una montaña y pasó la noche en oración a Dios. Cuando
amaneció, llamó a sus discípulos y eligió a doce ayudantes: los hermanos Simón Pedro y Andrés,
Santiago y Juan, Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo, Santiago y Simón el Zelote, Judas Tadeo y
Judas Iscariote. Estos estarían más cerca y serían enviados a anunciar las enseñanzas de Jesús
a todo el pueblo.
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Historias Bíblicas
David y Goliat

David era el hijo menor de Jessé. Pasaba sus días en el campo cuidando las ovejas de su padre. Un día,
Dios le habló al profeta Samuel para que fuera a la casa de Jessé a elegir un nuevo rey para Israel.

En ese momento, Saúl era el rey, pero Dios no estaba contento con él... Cuando Samuel llegó a la casa
de Jessé, vio a sus siete hijos. Pensó que el mayor, que era alto y fuerte, sería el elegido. Sin embargo,
Dios le dijo: "No mires su apariencia ni su altura, porque yo no veo como ve el hombre".

Es decir, Dios no elegiría al futuro rey como nosotros lo haríamos, que solemos analizar la belleza
exterior, Dios mira lo que hay en nuestro corazón. Si nuestro corazón está negro o está blanco. Como
ninguno de los que estaban en casa fue elegido, Samuel preguntó si Jessé tenía otro hijo y él respondió
que sí, que el más joven, David, estaba cuidando las ovejas en el campo.

David fue llamado para volver a casa. Cuando llegó, Samuel le dijo que era el elegido de Dios para ser el
rey de Israel... En ese momento, los israelitas estaban luchando contra los filisteos. Saul había
convocado a todos para luchar, incluso los tres hermanos mayores de David habían partido para la
guerra.

Los filisteos tenían en su ejército un gigante de casi tres metros de altura, llamado Goliat (pregúntele a
los niños la altura de cada uno, si no lo saben, dígales para que tengan una idea del tamaño del gigante)
y los israelitas tenían mucho miedo de él.

Durante cuarenta días, Goliat insultó al pueblo de Israel y el ejército tenía aún más miedo!!! Nadie tenía
el coraje de enfrentarlo, hasta que llegó David, quien al escuchar los insultos de Goliat, decidió
enfrentarlo en nombre de Dios. Cuando Saúl supo de la valentía de David, trató de convencerlo de que
no enfrentara al gigante porque todavía era muy joven y, además, sólo era un pastor de ovejas.

Entonces, David le contó al rey Saúl cómo había matado a un león y a un oso y cómo Dios lo había
salvado. Saúl, al escuchar estas palabras, trató de vestir a David con una armadura, pero como pesaba
mucho, David la quitó y luego tomó su cayado y sus piedras y se fue a enfrentar al gigante Goliat. Al
verlo delgado, Goliat se rió mucho de David.

El joven respondió que luchaba en nombre de Dios y así lanzó una piedra que golpeó al gigante en la
frente y Goliat murió. El ejército filisteo, al darse cuenta de que su héroe había muerto, huyó. El ejército
de Israel derrotó entonces a los adversarios. Así, David venció a Goliat y a los filisteos. Después de la
muerte de Saúl, David se convirtió en el rey de Israel...
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Historias Bíblicas
La sabiduría de Salomón

Salomón era adolescente cuando se convirtió en rey. Amaba a Jehová y seguía el buen consejo
de su padre, David. Jehová se complacía en Salomón y por eso, le dijo en un sueño una noche:
'Salomón, ¿qué quieres que te dé?'

Salomón respondió: 'Jehová, mi Dios, soy muy joven y no sé gobernar. Dame sabiduría para
gobernar a tu pueblo de manera correcta'.

Jehová estuvo contento con lo que Salomón pidió. Así que dijo: 'Ya que pediste sabiduría y no vida
larga ni riquezas, te daré más sabiduría de la que cualquier otro ha tenido. Pero también te daré lo
que no pediste: riquezas y gloria'.

Durante el reinado de Salomón, Dios bendijo al pueblo al hacer que la tierra produjera mucho trigo,
cebada, uvas, higos y otros alimentos. Las personas vestían buena ropa y vivían en buenas casas.
Había más que suficiente de todo lo bueno para todos.
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Historias Bíblicas
José de Egipto

José era el hijo preferido de Jacob y Raquel, la mujer que Jacob amaba más. Debido a su gran
amor por su hijo José, Jacob le regaló una túnica de muchos colores, lo que causó mucha envidia
en sus hermanos. Lo vendieron como esclavo a los comerciantes por 20 monedas de plata cuando
aún era joven, de 17 a 18 años, y lo llevaron a Egipto, lejos de su familia.

En Egipto, fue comprado por Potifar, quien era un oficial y capitán de la guardia del rey, y ganó su
confianza. Pero la mujer de Potifar inventó una mentira sobre él y José fue injustamente
encarcelado.

En la prisión, se convirtió en un conocido intérprete de sueños.

Después de 2 años en la prisión, Faraón le pidió a José que interpretara un sueño que había
tenido. José interpretó el sueño de Faraón como una predicción de que vendrían sobre Egipto
siete años de abundancia, seguidos por otros siete de sequía y hambruna.

Satisfecho con la interpretación de su sueño, Faraón puso a José en un cargo de confianza a su

lado y lo nombró líder de toda la tierra de Egipto. Después de ser nombrado gobernador, José
salvó a su familia de la hambruna y perdonó a sus hermanos que lo habían vendido en su
adolescencia.
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Historias Bíblicas
La historia de Moisés

En Egipto, José vivió en paz y armonía con sus hermanos y padre. Los años pasaron y sus
descendientes, llamados "pueblo de Israel", se hicieron muy poderosos. Sin embargo, el nuevo
faraón empezó a temer que los hebreos pudieran rebelarse contra él, así que decretó leyes que
obligaban al pueblo a trabajar como esclavos.

A pesar de esto, el pueblo de Israel continuaba multiplicándose, convirtiéndose en muchos

esclavos. El faraón, temiendo una revuelta, decretó que todo niño hebreo que naciera fuera
arrojado al río Nilo y moriría ahogado.

Un día, una hebrea dio a luz a un niño fuerte y sano, con miedo de que los guardias del faraón
pudieran capturar al bebé, lo escondió por tres meses. Temiendo que con su llanto pudiera ser
descubierto, la madre, llamada Joquebede, con dolor en el corazón, lo colocó en una cestita de
paja y lo puso en el río Nilo, con la esperanza de que alguien pudiera encontrar a su hijo y
salvarlo.

Miriá, era la hermana del bebé y se escondió para ver dónde iría a parar la cesta. Cerca de allí
estaba la hija del faraón que tomaba un baño en el río con sus criadas. De repente ella tomó la
cesta y se dio cuenta de que había un niño dentro, al abrir la cesta se dio cuenta de que era un
niño hebreo y dijo que se quedaría con él, porque así los guardias no lo matarían.

Miriá entonces salió de su escondite y preguntó si la princesa necesitaba a alguien para cuidar al
niño, porque ella conocía a una persona. La princesa aceptó y luego Miriá fue a buscar a la
persona que ella mencionó, ¿y adivinen quién era? ¡¡¡Joquebede, la madre del bebé!!!

La madre inmediatamente fue hasta la princesa que le dijo: "cría a este niño para mí y te pagaré".
Muy feliz, la madre llevó al niño de vuelta a casa. Cuando creció, la princesa lo pidió de vuelta y
dijo: "te salvé de las aguas, te llamaré Moisés".
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Historias Bíblicas
Las 10 plagas de Egipto

Moisés pasó una infancia feliz en el palacio con el faraón, pero nunca olvidó a su familia de origen. Cuando
decidió ir al encuentro de sus hermanos, se puso muy triste al ver cómo trataban a los hebreos. Un día
presenció algo muy malo, vio a un egipcio golpeando a un hebreo y sintió mucha rabia. Por eso, Moisés
mató al egipcio pero se asustó mucho. Sabía que el faraón lo condenaría a muerte...

Así que huyó al desierto y allí se quedó durante mucho tiempo hasta que llegó a una ciudad llamada
Madián, donde empezó a trabajar como pastor de ovejas. Un día, mientras llevaba a las ovejas a pastar, vio
un arbusto en llamas que no se quemaba. Curioso, se acercó y vio que era una señal de Dios, quien le
ordenó "vuelve a Egipto y libera a los hebreos. Yo te protegeré. Lleva contigo al pueblo y condúcelo a una
nueva tierra donde vivirán libres".

Con su hermano Aarón, Moisés se presentó al faraón y le dijo lo que Dios le había ordenado. Pero el rey no
aceptó y se enfureció. No solo no aceptó la petición de Moisés, sino que hizo que los hebreos trabajaran
más. Moisés le dijo: "Te pido que liberes al pueblo, si no terribles plagas atacarán a Egipto". Pero aun así
no sirvió de nada.

Entonces comenzaron a venir las plagas, como Moisés había dicho:

1 - El agua se convirtió en sangre
2 - Las ranas invadieron Egipto
3 - En la tercera plaga, el polvo de Egipto se convirtió en piojos
4 - Las moscas invadieron el palacio y todo Egipto
5 - En otra plaga, una plaga golpeó a los animales
6 - En la quinta plaga, los egipcios sufrieron varias heridas en todo el cuerpo
7 - Hubo una tormenta de piedras y fuegos
8 - Después de eso, llegaron los saltamontes y devoraron la poca comida que les quedaba.
9 - El día se convirtió en noche y todo estaba oscuro. Estuvieron 3 días en total oscuridad.
10 - En la última, Dios alertó al pueblo de Israel cómo prepararse para que el primogénito no muriera.
Entonces hicieron todo lo que Dios pidió.

Esa noche se llamó la Pascua del Señor. La noche llegó y el hijo primogénito de todas las familias egipcias
murió, mientras que los hijos de los hebreos fueron salvados.
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Historias Bíblicas
El hijo pródigo

Un hombre rico tenía dos hijos, el más joven le dijo a su padre: "padre, quiero recibir todo el dinero
que tengo derecho". El padre así lo hizo.

El joven, habiendo recibido mucho dinero, partió de viaje y lo perdió todo divirtiéndose. Cuando no
tenía nada, ni siquiera para comer, la hambruna llegó a él. Entonces, este joven buscó trabajo y
encontró un trabajo como cuidador de cerdos.

Hambriento, observaba a los animales alimentándose y pensaba: ¡Las personas que trabajan para
mi padre tienen comida en abundancia y yo aquí muriéndome de hambre! Volveré a mi padre y le
pediré perdón por mi comportamiento equivocado y le pediré que me contrate para trabajar allí.

El joven partió y al acercarse a la casa de la familia, el padre lo vio y corrió hacia él llorando para
abrazarlo.

- Padre, ya no soy digno de ser tu hijo porque me comporté muy mal -dijo el joven. Pero el padre lo
abrazó y mandó a los sirvientes a traer la ropa más hermosa y ponérsela a su hijo. Después de
eso, organizaron un banquete para celebrar su regreso.

El hijo mayor, indignado con el padre por haber perdonado al hermano, le dijo: "Todos estos años
me he comportado bien y nunca has organizado una fiesta para mí. Mi hermano, que derrochó
todo el dinero sin responsabilidad, fue recibido por ti con un banquete rico".

- Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo que es mío es tuyo. Pero es necesario celebrar porque
tu hermano se comportó mal y ahora está arrepentido -respondió el padre.
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Historias Bíblicas
La maravillosa pesca

Unos pescadores pasaron toda la noche tratando de pescar peces, pero no lograron nada.
Cuando regresaron a la orilla del lago, encontraron a Jesús.

El Señor subió al barco de Simón Pedro y comenzó a hablar a todas las personas que estaban en
la orilla para escucharlo. Después de hablar, Jesús le dijo a Pedro que se alejara de la costa y
lanzara la red de pesca.

A pesar de haber trabajado sin éxito esa noche, el pescador lanzó la red al mar, creyendo y
obedeciendo a Jesús. En poco tiempo, Pedro tuvo que llamar a otros pescadores para ayudarlo a
sacar la red del agua, ya que estaba a punto de romperse por la cantidad de peces que había.

Ese mismo día, Pedro y los demás dejaron sus tareas y comenzaron a seguir a Jesús, a ser
discípulos de Jesús.
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Historias Bíblicas
Multiplicación de panes y peces

Y la biblia nos dice que una vez Jesús estaba enseñando a una gran multitud, Jesús les enseñaba
sobre muchas cosas y la gente escuchaba atentamente las enseñanzas de Jesús que casi ni
vieron que ya estaba anocheciendo.

Pasaron casi todo el día escuchando a Jesús predicar y ahora ya era muy tarde, y los discípulos
de Jesús estaban preocupados y le dijeron a Jesús: "Maestro, ya es tarde, despide a la gente para
que vayan a los pueblos y compren comida para sí mismos".

Pero Jesús no quería despedir a toda esa gente que lo había escuchado con tanto amor con el
estómago vacío, así que Jesús les dijo a los discípulos: "Den algo de comer a esta gente".

Había muchas personas allí, la biblia dice que había alrededor de 5.000 hombres, sin contar
mujeres y niños, ¿y dónde conseguirían los discípulos tanto dinero para comprar comida para toda
esa gente? Y Jesús, viendo esto, les preguntó a los discípulos: "¿Cuántos panes tienen?"

Había un niño que había llevado 5 panes y 2 peces y decidió ayudar a los discípulos, y entregó al
Maestro todo lo que tenía. Era su almuerzo, pero se lo dio a Jesús.

Jesús recibió con mucha alegría ese canastito con 5 panes y 2 pescaditos. Luego partió el pan y
pidió que todos se sentaran en el pasto, en grupos de 50 y 100 personas.
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Historias Bíblicas
Jonás y la Ballena

Dios le pidió a Jonás que cumpliera una misión. Debía ir a una ciudad llamada Nínive y llamar al
pueblo al arrepentimiento. Pero Jonás no quería ir allí. Se embarcó en un barco que iba a otra
ciudad.

Vino una gran tempestad. ¡Los marineros tuvieron miedo de que el barco se hundiera! Jonas sabía
que Dios había enviado la tormenta porque él huyó. Les dijo a los marineros que lo arrojaran al
mar para que la tormenta se detuviera.

Dios envió una ballena para salvar a Jonas. Estuvo en el vientre del animal durante tres días.
Jonas oró. Decidió arrepentirse y seguir a Dios. Dios hizo que la ballena escupiera a Jonas en
tierra seca.

Jonás fue a Nínive. Enseñó a la gente allí. ¡Y la gente de la ciudad lo escuchó! Empezaron a
seguir a Dios de nuevo.

Cuando tomo una decisión equivocada, puedo arrepentirme y volver a intentarlo. ¡Dios amaba a
Jonas y también me ama a mí!
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Historias Bíblicas
La oveja perdida

Hace mucho tiempo había un pastor de ovejas muy amoroso y cuidadoso. Siempre llevaba a sus
ovejitas a un campo hermoso y estaba muy feliz de ver a sus ovejas todas blancas y fuertes.

Tenía en total 100 ovejas y conocía a cada una. Un día, antes de regresar a casa, el pastor estaba
contando a sus ovejas y se dio cuenta de que faltaba una.

¡Oh no, y ahora?

Era solo una, pero al pastor le importaba mucho esa que faltaba. Dejó a las otras 99 ovejas en
casa y fue en busca de la ovejita perdida.

Finalmente encontró la ovejita, la puso sobre sus hombros y la llevó a casa. Jesús, como pastor,
siempre buscará a las personas que le pertenecen para traerlas de vuelta a quienes también las
aman.
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Historias Bíblicas
El consejo de Jesús

Jesús y sus apóstoles pasaban sus días ayudando a los más débiles y hablando de la bondad de Dios.
Muchos se reunían alrededor del Hijo de Dios para escucharlo hablar:

Un día, en un claro, una multitud esperaba para escucharlo. Entonces, Jesús subió a una montaña
cercana y comenzó a hablar a todos:

- Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados;
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados;
Bienaventurados serán cuando los insulten, los persigan y digan toda clase de mal contra ustedes por mi
causa. Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos. Jesús continuó
diciendo:

Ustedes son la luz del mundo. Que resplandezca así su luz delante de los hombres, para que vean sus
buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos. Amen a sus enemigos, bendigan a los que
los maldicen, hagan bien a los que los odian y oren por los que los persiguen. Para que sean hijos de su
Padre que está en los cielos.
Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y
no serán condenados. Perdonen y serán perdonados. Luego, Jesús contó una historia:

Todo aquel que escucha mis palabras y las practica, es como un hombre que al edificar su casa, cavó
profundamente y puso los cimientos sobre la roca.

Cuando vino la lluvia torrencial, las crecientes de los ríos y los vientos soplaban y golpeaban contra esa
casa, pero no cayó, porque había sido fundada sobre la roca. Pero todo aquel que escucha mis palabras
y no las practica, es como un hombre que construyó su casa sobre la arena, sin cimientos.

Cuando vino la lluvia torrencial, las crecientes de los ríos y los vientos soplaban y golpeaban contra esa
casa, y cayó con gran estruendo.
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Historias Bíblicas
Pedro y el poder de la Oración

Al principio de la iglesia, los discípulos eran perseguidos por los judíos y Herodes, que era el rey de la
época. Herodes mandó arrestar a Pedro para complacer a los judíos. Pedro estaba bajo vigilancia de los
guardias, pero la iglesia seguía orando fervorosamente por él.

En la noche anterior al día en que Herodes lo presentaría al pueblo, Pedro estaba durmiendo,
encadenado entre dos soldados, y había guardias en la puerta de la prisión. De repente, apareció un
ángel del Señor y una luz brilló dentro de la celda.

El ángel tocó el hombro de Pedro, lo despertó y le dijo: "¡Levántate rápidamente!" Entonces, las cadenas
cayeron de sus manos. "Aprieta tu cinturón y pon tus sandalias", dijo el ángel.

Pedro hizo lo que el ángel le ordenó. "Ponte tu capa y ven conmigo", ordenó el ángel. Pedro salió de la
cárcel y siguió al ángel, pero no sabía si realmente lo estaba liberando. Pensaba que era una visión.
Pasaron por el primer y segundo puesto de guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la calle. La
puerta se abrió por sí sola y salieron.

Caminaron por una calle y de repente, el ángel desapareció. Entonces, Pedro entendió lo que estaba
sucediendo y dijo: "Ahora sé que el Señor realmente envió a su ángel y me libró del poder de Herodes y
de todo lo que los judíos tenían la intención de hacerme". Pedro fue a la casa de María, la madre de Juan
Marcos. Muchas personas estaban reunidas allí, orando. Él golpeó la puerta principal y la empleada,
llamada Rode, fue a ver quién era.

Cuando reconoció la voz de Pedro, se puso tan contenta que en lugar de abrir la puerta, corrió a contar
que Pedro estaba afuera. Entonces, ellos dijeron: "¡Estás loca!" Pero ella insistió en que era verdad.
Entonces dijeron: "¿Y su ángel?" Mientras tanto, Pedro seguía golpeando. Finalmente, abrieron la puerta
y cuando vieron que era realmente Pedro, se asustaron mucho. Él les hizo una señal con la mano para
que se quedaran callados y les contó cómo el Señor lo había liberado de la prisión. "Cuéntenselo a
Jacobo y a los otros hermanos", les dijo. Luego se fue de allí y fue a otro lugar.

Pedro fue injustamente arrestado, no había hecho nada malo. Pero los discípulos oraron por él, confiaron
en el Señor, el Dios que todo lo puede. Y el Señor lo liberó de la prisión de manera milagrosa. Dios
también quiere obrar de manera milagrosa en tu vida, ten fe, ora, busca al Señor y el milagro vendrá!