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Luciano de Samosata, La verdadera historia

Versiones y diversiones de Santiago Uribe S. Àngel

I
Luciano de Samosata en su nao en un viaje fantástico por
tierras lejanas y desconocidas

Una isla sublime con un río espeso de vino rojo,


una mujer de laurel y cabellera de uvas
y hombres abrazados, integrados al árbol fantástico,
produciendo tallos y hojas y cabelleras de uva.

Mujer-laurel-hombre, uvas, río de vino, isla y aventureros ebrios y


dormidos en los guijarros de la orilla
por comer demasiados peces de uva.
II
Las islas en el aire y criaturas maravillosas

La nao se alejó de la isla terrestre, cogió impulso


en la pista de mar y levantó vuelo, con buenos vientos
que inflaban la velas navegaba, navegaba día y noche,
divisaron entre las nubes una gran isla aérea, reluciente,
arribaron a su puerto. Pueblos diversos la habitaban,
venidos de numerosas islas que flotaban en el horizonte:
los Hipogypos, criaturas que volaban en enormes buitres
y en Lachenópteros, pájaros con yerbas en vez de plumas
(podría pensarse que estamos a medio camino entre el lagarto
y el ave, en tiempos del Arqueoptérix), Los Cencrobolos,
los Scorodomajos, y los Psilotojotas, que volaban en pulgas
del tamaño de doce elefantes, y los Anemódromos que volaban
como globos de colores, y remaban con los brazos.

III
La guerra universal de Faetón, rey del sol y de sus innumerables
islas contra Endimión, rey de la luna y de sus innumerables islas y
la paz pactada y duradera

A la señal del rebuzno de los asnos se lanzaron a la guerra los pueblos,


se mezclaron hombres del pueblo de los Cylobalanos con cabeza de
perro, volaban en gigantes bellotas con alas, hombres del pueblo de
los Caulomycetes, volaban en gigantes Hipomyrmecos, hormigas con
alas de doscientos metros de envergadura, luchaban con lanzas de
espárragos y escudos de hongos, hombres del pueblo de los
Aeroconopes, volaban en enormes mosquitos, luchaban con arcos y
saetas, hombres del pueblo de los Aerocordaces, luchaban en los
puentes de gruesa tela tejido por una gigantesca araña para mantener
unidas todas las islas, con grandes rábanos infecciosos y saetas
venenosas, la gran batalla tiñó las nubes de rojo y una lluvia de sangre
cayó sobe la tierra espantando a los mortales. Pactaron la paz duradera
y se prometieron vivir bajo impuestos, tributos, rendiciones y
homenajes y libre tránsito.

IV
Sucesos espectaculares vividos en otro mundo

Por su deseo natural de vivir en lo que le apetece, vivió Luciano


semanas felices en la ciudad aérea de las luciérnagas, recorriendo la
campiña y durmiendo en el bosque con el cri-cri de los grillos. Un día
propicio de buenos vientos, partió Luciano de esta ciudad reluciente,
en su nao con su piloto y sus cincuenta aventureros, navegaron días y
noches , pasaron de largo por una ciudad de sólo hombres que amaban
a hombres y parían hijos por la pantorrilla, arribaron al puerto de la
ciudad de una estrella situada en la región de las Cometas, habitada
por criaturas de barba que caía hasta las rodillas, dos hojas de plátano
en vez de orejas, pies largos y sin uñas, larga cola de repollo crespo,
estómago vacío de vísceras, seco, velludo, confortable, con una
ventana a la altura del ombligo para abrir y guardar cosas, incluso
niños cuando la temperatura bajaba a cero grados, las criaturas más
ricas lucían vestidos de cristal y las criaturas más pobres lucían
vestidos de latón, tenían ojos postizos que se quitaban y guardaban en
el bolsillo cuando querían descansar del brillo excesivo de las cosas
que veían, y también ojos de repuesto que se ponían según la fiesta a
la que iban. No hay ciegos en esta verdadera historia, todos son
generosos y se prestan los ojos.

V
La ballena que se tragó la vida

Revelar es dar a conocer. Lo que se conoce es reinventado en el


juego de la imaginación, la imaginación es el portento, es el único
genio decía un poeta estudioso de sus creaciones. La imaginación
crea mundos para habitarlos y pasarnos la vida como Aristófanes,
tranquilamente, libres de largos pleitos, y no amarrados a un
mundo ajeno, sentados sobre los procesos, condenados a seguir
sufriendo hasta el final de los tiempos en una oscura novela de
Kafka. Jonás en la ficción de la Biblia vivió en el interior oscuro de
una simple ballena, de la que logró salir gracias a las buenas
gestiones de su dios. La imaginación de Luciano en la ficción de su
historia verdadera, vivió con su nao y su piloto y sus cincuenta
aventureros en el interior de una ballena de mil estadios de
longitud y quinientos estadios de altura, poblada de bella flora y
fauna, manantiales de agua pura, montañas, valles, ciudades,
habitantes y guerras, que no faltan en los mundos paralelos.
Lograrán salir no gracias a la ayuda de un dios, gracias al artilugio
de la imaginación.
Aristófanes, Las aves
Versiones y diversiones de Santiago Uribe S. Àngel

I
Conocí en un viaje por tierras lejanas a un poeta que decía que la imaginación
es portentosa, crea mundos para vivir en ellos conforme a la lógica irracional
de sus leyes, al fin y al cabo, es el único genio.
Es mucho mejor imaginar una ciudad poblada de aves donde la vida
sea un pasarla tranquilo, libre de pleitos como quería Aristófanes, y no en un
país sufriendo sentado sobre los procesos, como si hubiésemos sido
condenados a vivir en una oscura novela de Kafka.

X y x iban buscando la ciudad de las aves, guiados por un x y un x, dos


pájaros expertos en no desviarse de la correcta línea del camino.

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