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Cultivo y Viverización de Plantas para Bonsai Ing. Ftal - Santacá Mauricio

MÉTODO DEL DESARROLLO ACELERADO

Consiste en brindar abundante sustrato a las raíces, nutrientes al árbol, así como condiciones de luz
y riego, para favorecer el desarrollo radicular en los estadíos jóvenes de crecimiento. Luego, con
intervenciones regulares de poda y conducción desde la germinación, se busca distribuir el potencial de
crecimiento a las partes que nos interesa trabajar del árbol (ramas, tronco, raíces) y lograr en
relativamente poco tiempo (3 - 6 años), un arbolito de copa ramificada y frondosa. Las intervenciones no
serán visibles, por ser realizadas en momentos oportunos, evitando cicatrices antiestéticas y logrando el
objetivo de árbol miniatura.

Ilustración 1: Curva de crecimiento o desarrollo de un árbol

Partiendo de semilla y con libre crecimiento, el árbol comienza su desarrollo de manera

exponencial los primeros años. Esto es, elevadas ganancias de biomasa (follaje, yemas, ramas, tronco,
raíces) en relativamente poco tiempo, siendo indispensable aprovechar este estadío y procurando no
descuidar el riego, la luz, espacio y nutrientes; evitando mermas en el crecimiento y favoreciendo el
máximo despliegue de su potencial. Es muy importante que el árbol se encuentre en macetas amplias de
crecimiento (3 a 10 lts) y no en las típicas de bonsái.
Pasado un tiempo (3 – 4 años dependiendo de la especie) el crecimiento tiende a ser lineal, por
lo que sigue habiendo ganancias de biomasa pero ya no de manera exponencial sino constante. El árbol

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se prepara para la maduréz y puede que algunas especies florezcan, es muy variable con las especies.
Podemos empezar a buscar alguna maceta de bonsái cuando vemos que posee la forma deseada.
En la etapa senescente, las floraciones son abundantes, hasta puede fructificar, el crecimiento
es desacelerado, hay leves ganancias de biomasa (sólo de mantenimiento), llegando a ser nula en etapas
avanzadas. En esta etapa se encuentran los bonsái muy añosos, típicos ejemplares de troncos gruesos y
copas pequeñas.
En su etapa final, el árbol elimina parte de su estructura como ramas y raíces por lo que hay algo
de pérdida de la biomasa, ahueca su tronco y se prepara para morir.
La curva de crecimiento puede adquirir infinitas formas: más alargadas, más compacta, fases
más extensas, más cortas… pero siempre reponde a la gráfica sigmoide (ς). Muchos (por no decir la
mayoría) de los actuales bonsái que vemos en las redes, han sido recolectados (yamadoris) de su medio
natural o de su lugar de crecimiento libre, con avanzados estadíos de desarrollo natural para luego, con
técnicas y métodos diversos, lograr estabilizarlos en macetas de bonsái y creando un desarrollo
proporcionado al nuevo sitio.

Ilustración 2: Fases de la vida de un árbol en crecimiento libre

Todas las especies arbóreas ramificadas, pasan por una serie de fases o etapas desde la germinación
hasta la muerte.
a) Durante las 4 primeras fases la dominancia apical de tallo y ramas es muy fuerte, la planta
desarrolla el tronco y la copa con mayor vigor en las ramas de abajo.
b) Durante las fases 5 y 6, las ramas crecen todas con el mismo vigor, hay pérdida de la
dominancia apical, se va definiendo el dominio de algunas ramas fuertes.
c) A lo largo de fases 7 y 8, mantiene el volumen de su copa, renueva parcialmente ramas con
mayor vigor en las superiores, con muerte y caída de ramas bajas. Hay deterioro del sistema
radicular con debilitamiento y pérdida de función.
d) Finalmente en fases 9 y 10 la copa se “fragmenta” reduciéndose y reestructurándose por muerte
parcial o total de ramas, y su reemplazo por otras que parten de ramas internas o del tronco.

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Sea cual fuere el método de partida del bonsái (semilla, acodo, yamadori, etc), es importante tener
presente en qué fase aproximadamente nos encontramos, para decidir los procedimientos a realizar y
saber de antemano, grado de respuesta por parte de la planta.

1. Partiendo de la semilla:
Hay un prejuicio existente y bastante difundido, por el cual se supone que partiendo de la semilla el
crecimiento de un árbol es lento. Probablemente este falso concepto se origine en la desproporción obvia
entre el tamaño de una semilla y un árbol. Pero lo cierto es que la mayoría de las especies arbóreas
crecen con relativa rapidez. Esto es lógico, ya que para la conservación de la especie, para su propia
supervivencia y para no quedar expuesto ante distintas adversidades; después de nacer un árbol necesita
desarrollarse y fortalecerse con celeridad.
La gran ventaja que nos dará iniciar nuestro bonsái de semilla, es el completo control que tendremos para
determinar a voluntad estilos y formas deseadas. Jamás tendremos cicatrices difíciles de cerrar en el
árbol, por ser la mayoría de las intervenciones en tejido tierno, joven y sobre todo, de frecuencia
CONSTANTE.

2. Poda de raíces
La primera poda de raíces será realizada cuando
aparezcan las primeras hojas verdaderas o tenga una
altura de 6 cm, es muy importante realizarlo en este
momento si posee enérgica raíz pivotante (como es
el caso, por ejemplo, del roble y del palo borracho).
En el caso de estar difusa la pivotante, es
conveniente realizar un despunte de todas las raíces Ilustración 3: primera poda de raices

que podamos, esto detendrá el crecimiento longitudinal y favorecerá el crecimiento lateral, conformando
un sistema radicular muy denso en pocas semanas. Mayor volumen de raíces finas, se traduce en mayor
volumen de savia bruta absorbida, promoviendo así un crecimiento general saludable y acelerado.

3. trasplante a recipiente de crecimiento

El volumen de suelo donde ha de crecer debe ser abundante
(equivalente al volumen final previsto para el bonsái o más), rico en
nutrientes, con excelentes propiedades físicas (aireación, textura,
humedad). Luego del trasplante deben colocarse las plantas al
resguardo de luz solar intensa directa si se realiza en verano. Se debe

Ilustración 4: Proporción de árbol

proyectado y recipiente de 3
crecimiento
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procurar buena humedad la primer semana. Gradualmente, luego de 2 semanas, se pueden colocar a
plena exposición solar (estos pasos se pueden obviar en invierno).

4. ramas
a. principales
Llamaremos ramas principales a las que, naciendo del tronco, constituyen las ramas más
gruesas del árbol, sostienen y originan toda trama que conforma la copa del bonsái.
b. laterales en 1er grado
Son las ramas que nacen de una principal
c. laterales en 2do grado
Son las que nacen de una rama secundaria o en
1er grado.
d. laterales en 3er grado
Aquellas que nacen de una rama en 2do grado.
Así sucesivamente.
De acuerdo con la ley biológica donde
toda rama nace de una yema axilar, que en un
momento dado, entra en actividad y se
desarrolla, toda rama entonces nace de donde existe o haya existido una hoja. Teniendo en cuenta esta
característica podremos determinar número, grado y ubicación de las ramas de nuestro Bonsái.

BIBLIOGRAFÍA

Shimura, A. 1977. Nuevo Método del Desarrollo Acelerado. Instituto de Botánica Ornamental: 190 pp.
Naka, J. Y. 1991. Técnicas del Bonsai – Vol I: 269 pp
Lell, Juan. 2006. ARBOLADO URBANO. Implantación y cuidados de árboles para veredas: 183 pp.
Apuntes de Silvicultura – Ing. Ftal. 5to año - UNLP