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AL LECTOR
Este Libro de Oración representa un esfuerzo para aplicar los métodos científicos de las
verdades de nuestra fe Romana y católica. Por este medio se espera obtener más gracia
para mejor servir a Dios. Particularmente se espera extraer la gracia Divina de esta
fuente gigantesca, de la Bondad y Misericordia infinita Pues éste es un manantial que
ha permanecido virtualmente sin utilizar y consiste de las Revelaciones Proféticas.
DEDICATORIA
La Santísima Virgen ha dicho: " Tú, ámame; y haz que los demás me aman también. "
Desde luego, esta edición del Devocionario de "La Pieta" revisada, se dedica a Vos,
Nuestra Amada Señora de Éfeso. Es un acto de amor para honrar Vuestra Asunción al
Cielo. "Pertenezco enteramente a Vos, O Reina y Madre mía; y todo lo mío es Vuestro."
PROPOSITO
La Sagrada Escritura nos dice así: "Orad sin cesar." También, San Pablo de la Cruz ha
escrito: "Cuando nos descuidamos de la oración, emprendemos el camino amplio del la
perdición." El Dr. Alexis Carrel escribió lo siguiente: "Si te acostumbras de la oración,
tu vida cambiará profundamente." Aunque él había sido un científico, el doctor se
aplicaba a la oración. El consideraba la oración como la actividad más sublime del
hombre. Además, siempre decía que: "El arte de las artes es saber conversar con Dios."
Deseamos sinceramente que este Devocionario de "La Pieta" sea provechoso a las
almas. Que sea un instrumento espiritual a los que desean desarrollar la vida de oración
cotidiana. Pedimos a los ángeles que trasladaron la Santa Casa de Loreto con tanto
amor, que propaguen este Devocionario. Suplicamos que se introduzca a las personas
que desean orar un poco más, después de haber rezado del Santo Rosario diariamente.
Editadas bajo sanción del decreto del 15 de noviembre de 1966, publicado en la Acta
Apostolicae Sedis, tomo 58, número 16, del 29 diciembre de 1966.
ORACIONES
aprobadas por El Papa Pio IX
"La aprobación de estas revelaciones implica nada más que esto: Después
de una examen lento y detenido, se permite publicar estas revelaciones
para el bien espiritual de todos los fieles. Y, aunque no se les atribuye el
mismo grado de fe, igual a que se les rinde a las verdades de la religión bajo
pena; sin embargo, se les permite creer con fe humana. Es decir, conforme
a las reglas de prudencia, por las cuales son probables. Por tanto, estando
ya adecuadamente afirmadas y apoyadas por suficientes motivos, pueden
ser piadosamente creídas." "
El día 14 de junio de 1303 nació Santa Brígida. En ese momento, el Cura de Rasbo,
llamado Benito, oraba por un feliz parto de la señora Ingeborde. Súbitamente, se
encontró el cura envuelto en una nube luminosa y del la cual se la apareció la Santísima
Virgen, diciéndole:
"Una niña ha nacido en Birger y se oirá su voz por todo el mundo." Sagli, die XXlV
Aprilis, 1903. Imprimátur "
Sagii, dado XXIV Aprilis 1903
Imprimátur
F. J. GIRARD, V. G.
Los padres de familia, maestros y maestras que enseñan estas oraciones a los pequeños,
por lo menos durante un año, serán premiados de Dios. Esta promesa se aplica
igualmente a los que se las facilitan a otros. Se les asegura el privilegio de ser
preservados durante la vida, de todo accidente grave, que pudiera ocasionar la pérdida
de alguno de sus cinco sentidos.
El papa Pio IX declaró conocimiento de estas oraciones con el acto de presentar el
Prólogo. De esta manera, el Sumo Pontífice admitió la autenticidad de estas plegaria
para el bien de las almas; y firmó la aprobación el día 31 de mayo de 1862.
Esta declaración del Santo Padre Pío IX fue confirmada con actos tangibles y concretos.
Las promesas ya se han realizado a favor de todas las personas que han rezado estas
oraciones. Además, se han producido numerosos hechos sobrenaturales. Por este medio,
Dios se ha dignado dar a conocer la rigurosa veracidad de estas oraciones y promesas.
Una colección de pequeños libros, incluyendo estas oraciones, fue aprobada por el Gran
Congreso de Malines, el día 22 de agosto de 1863.
Pregunta -- Para obtener los PRIVILEGIOS, ¿es necesario rezar las oraciones cada día,
y sin interrupción?
Los que visitan a la Iglesia de San Pablo en Roma todavía pueden contemplar el
Crucifijo Milagroso, colocado arriba del Sagrario, se encuentra en la Capilla del
Santísimo Sacramento. Este Crucifijo Milagroso fue esculpido por Pierre Cavallini. Es
el mismo crucifijo ante cual estuvo arrodillada Santa Brígida cuando recibió estas 15
Oraciones del mismo Nuestro Señor. Además, en esa misma Iglesia de San Pablo hay
una inscripción conmemorando este evento, en latín: "Pendentis, Pendente Dei verba
accepit aure accipit et verbum corde Bigitta Deum. Anno Jubilei MCCCL."
Por mucho tiempo, Santa Brígida deseado saber cuántos latigazos había recibido
Nuestro Señor en Su Pasión. Cierto día se le apareció Jesucristo, diciéndole: "Recibí en
Mi Cuerpo cinco mil, cuatro cientos ochenta latigazos; son 5,480 azotes. Si queréis
honrarlos en verdad, con alguna veneración, decid 15 veces el Padre Nuestro; también
15 veces el Ave María, con las siguientes oraciones, durante un año completo. Al
terminar el año, habréis venerado cada una de Mis Llagas." (Nuestro Señor mismo le
dictó las oraciones a la santa.) "
Entonces, Nuestro Señor hizo las siguientes PROMESAS, a las personas que se
dedicaran a rezar estas oraciones, por todo un año. He aquí las PROMESAS:
Las Promesas
Primera Oración
Acordaos, O Señor, que durante la última cena con Vuestros discípulos les habéis
lavado los pies; y después, les distéis Vuestro Sacratísimo Cuerpo, y Vuestra Sangre
Preciosísima. Luego, confortándolos con dulzura, les anunciasteis Vuestra próxima
Pasión.
Acordaos que fuisteis despojados de Vuestra propia vestidura, y revestido con manto de
irrisión. Os cubrieron los Ojos y la Cara infligiendo bofetadas. Después, coronándoos de
espinas, pusieron en Vuestras manos una caña. Finalmente, fuisteis atados a la columna,
desgarrado con azotes, y agobiado de oprobios y ultrajes.
En memoria de todas estas penas y dolores que habéis soportado antes de Vuestra
Pasión en la Cruz, concededme antes de morir, una contrición verdadera, una confesión
sincera y completa, adecuada satisfacción; y la remisión de todos mis pecados. Amén.
Segundo Oración
Tercera Oración
O Jesús, en memoria de este santo dolor que habéis soportado con tanto amor en la
Cruz, Os suplico concederme la gracia de temeros y amaros. Amén.
Cuarta Oración
Quinta Oración
Sexta Oración
Octava Oración
Novena Oración
Décima Oración
Duodécima Oración
Décima-Tercia Oración
Por esta angustia y dolor, Os suplico, Señor Jesús, que tengáis piedad de mí en la hora
de mi muerte cuando mi mente estará tremendamente perturbada y mi alma sumergida
en angustia. Amén.
Décima-Cuarta Oración
Décima-Quinta Oración
De Vuestro Costado perforado por un soldado, con la lanza, ha brotado Sangre y agua,
hasta no quedar en Vuestro Cuerpo gota alguna. Finalmente, como un haz de mirra,
elevado a lo alto de la Cruz, la muy fina y delicada Carne Vuestra fue destrozado; la
Substancia de Vuestro Cuerpo fue marchitada; y disecada la médula de Vuestros
Huesos.
Por esta amarga Pasión, y por la efusión de Vuestra preciosa Sangre, Os suplico, O
dulcísimo Jesús, que recibáis mi alma, cuando y esté sufriendo en la agonía de mi
muerte. Amén.
Conclusión
¡O Dulce Jesús! Herid mi corazón a fin de que mis lágrimas de amor y penitencia me
sirvan de pan, día y noche. Convertidme enteramente, O mi Señor, a Vos. Haced que mi
corazón sea Vuestra Habitación perpetua. Y que mi conversación sea agradable. Que el
fin de mi vida Os sea de tal suerte loable, que después de mi muerte pueda merecer
Vuestro Paraíso; y alabaros para siempre en el Cielo con todos Vuestros santos. Amén.
A LA SANTISIMA VIRGEN
Rézalo por nueve mañanas consecutivas por lo que usted desea. Jamás raramente ha
fallado.
Los que leyesen esta oración serán premiados. Igualmente se premiará a los que la
escuchasen al ser leída o si la llevasen en su persona. A todas estas almas se les promete
que no morirán repentinamente; ni se ahogarán; ni serán afectados por el veneno. No
caerán en manos de sus enemigos; ni serán consumidos en ningún incendio; ni aun
derrotados en la batalla.
Haced esfuerzos para que se conozca esta oración, y propagadla en todas partes.
Imprimátur
Rvdmo. Jorge W Ahr
Obispo de Trenton
Gloria A Jesús Y A María
La siguiente es una carta escrita por la Santísima Virgen María, para saludar a los
habitantes de la Ciudad de Mesina. Allí es donde el Apóstol San Pablo predicaba el
Evangelio. Esta carta fue conservada en el relicario del altar mayor, y dice así:
"Yo, María Virgen, Sierva de Dios, Nuestro Señor, y humildísima Madre de Jesucristo,
Hijo de Dios Todopoderoso y Eterno, saludo a todos los que habitan en Mesina. A todos
les deseo salud y bendición en Nuestro Señor. Ya habéis aprendido algo de los
embajadores que se os han enviado, y habéis recibido el Evangelio, reconociendo que el
Hijo de Dios se hizo Hombre, y que sufrió Su Pasión y muerte por la salvación del
mundo. También habéis aprendido que El es el Cristo y el verdadero Mesías. Haced
esfuerzos de perseverar, os suplico. Y mientras tanto, os prometo a vosotros y a toda
vuestra posteridad, Mi asistencia en la presencia de Mi Hijo."
(Grandes gracias se conceden a los que llevan consigo una copia de esta carta.)
Salve brillante Rosa del jardín de los deleites celestiales: ¡O Vos, de quien Dios quiso
nacer en este mundo, y de cuya leche el Rey del Cielo quiso ser nutrido! ¡Alimentad
nuestras almas con las efusiones de la Gracia Divina. Amén!
"A las almas que en vida me hayan saludado con esta oración, me apareceré con gran
resplandor en la hora de la muerte. Además, cuando el alma se separe del cuerpo, me
manifestaré con hermosura tan espléndida, que el alma sentirá un gran consuelo. En ese
instante, experimentará algo semejante a las delicias del Paraíso."
Palabras de la Santísima Virgen María a Santa Gertrudis al Mayor.
(De las Revelaciones, Tomo III, Capítulo XVIII)
Esta estampita de Nuestra Señora fue dibujada por una mística en Italia. La misma
Santísima. Virgen se dignó guiar la mano de la mística.
Cada día se concede una bendición especial a la persona que lleva consigo esta
estampita. Otra bendición se obtiene cada vez que se contempla la estampita con amor.
Estas oraciones son muy útiles para el moribundo. Se deben repetir con frecuencia como
un acto suplicante a la misericordia de Dios.
Hace muchos siglos, vivía un papa en Roma que había cometido muchísimas faltas, y se
sentía abrumado de sus culpas. En cierta ocasión, sucedió que Dios Nuestro Señor
permitió que este papa cayese gravemente enfermo sin remedio. Cuando el paciente
sintió que ya se acercaba la hora terrible de la muerte, mandó llamar a todos los
cardenales, obispos, y a las demás personas bien instruidas. Entonces, el papa
moribundo les habló así: "¡Mis queridos amigos! ¿Qué consuelo me podéis dar ahora
que me voy a morir; y parece que merezco la condenación eterna por mis múltiples
pecados?" Por algunos momentos, nadie se atrevió a contestarle a esta pregunta.
Entonces uno de los presentes, llamado Juan, le replicó, diciéndole: "¿Padre, por qué
dudáis la misericordia de Dios?" Y el moribundo le respondió, diciendo: "¿Qué
consuelo me podéis dar en esta hora que me voy a morir, y temo ser condenado por mis
pecados?" Y Juan le contestó así: "Voy a leer TRES ORACIONES para vuestro
beneficio; espero en Dios que esta lectura le dé un poco de consuelo. También espero
que por este medio, su alma obtendrá la misericordia de Dios." Ya no pudo hablar más
el papa moribundo. Luego, el Cura Juan se arrodilló con todos los presentes y rezaron el
PADRENUESTRO, añadiendo las siguientes oraciones:
1a Oración
¡Señor Jesucristo! Siendo Vos el Hijo de Dios y también el Hijo de la Santísima Virgen
María, sois Dios y Hombre. Abrumado de gran temor habéis sudado Sangre en el huerto
de los Olivos, para darnos la paz. Sabemos también que ofrecisteis todos Vuestros
sufrimientos a Dios, Vuestro Padre Celestial, por nosotros, y por la salvación de este
pobre moribundo... No obstante, si por culpa de sus pecados él merece ser castigado con
la condenación eterna, Os suplicamos perdonar todas sus culpas. O Padre Eterno, Os lo
pedimos por Jesucristo Nuestro Señor Vuestro muy amado Hijo, que vive y reina con
Vos y con el Espíritu Santo ahora y siempre. Amén.
2a Oración
¡Señor Jesucristo! Humildemente muriendo en la Cruz por nosotros, sometisteis Vuestra
Voluntad completamente a la Voluntad de Vuestro Padre Celestial, para traernos la paz.
También habéis ofrecido Vuestra santa muerte al Eterno Padre en rescate de...(esta
persona) ...y para ocultar de su vista el castigo merecido por sus pecados. ¡O Padre
Eterno! Escuchadnos y perdonadle, Os suplicamos. Os lo pedimos por Vuestro único
Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina ahora y siempre con Vos, en unidad del
Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
3a Oración
¡Señor Jesucristo! Después de haber guardado silencio, hablasteis por la boca de los
profetas, diciendo: "Os he atraído a Mí, a través del Eterno Amor." Este mismo Amor
Os ha traído de Cielo al Seno Virginal de María Santísima. Después, habéis venido a
este valle de lágrimas, al mundo indigente. Este mismo Amor, Jesús mío, Os detuvo en
este mundo terrestre por 33 años. Además, para rubricar este tremendo Amor, habéis
entregado Vuestro Sacratísimo Cuerpo como manjar verdadero, y como bebida
verdadera Vuestra Preciosísima Sangre. Aun, como si todo esto fuese poco, mi buen
Jesús, nos disteis otras señales de Vuestro gran Amor. Es decir, Os habéis dejado ser
prendido y llevado preso. Durante Vuestra sagrada Pasión fuisteis arrastrado de tribunal
a tribunal, y de un juez al otro. Además, Os habéis sometido a ser condenado a muerte,
a morir en la Cruz, y a ser sepultado. Todo esto habéis hecho para demostrar Vuestro
profundo Amor a nosotros. Habiendo resucitado al tercer día, aparecisteis a Vuestra
Santísima Madre, y a todos los santos apóstoles. Luego, manifestando Vuestro inmenso
Amor, O dulce Salvador, habéis subido al Cielo por virtud de Vuestro Padre Celestial,
el Dios Eterno. A continuación, O Jesús, al demostrar Vuestro infinito Amor, habéis
enviado a Espíritu Santo para encender los corazones de los apóstoles; y de todos los
que creen y esperan en Vos. Por estos signos de Amor eterno, confiadamente esperamos
alcanzar de Vuestra bondad todo género de gracia. O buen Jesús, abrid el Cielo hoy día
a este pobre moribundo...Perdonad todos sus pecados y llevadlo al Reino de Vuestro
Padre Celestial para gozar felizmente con Vos, ahora y siempre. Amén.
Entretanto, el papa moribundo falleció. Pero el cura perseveró rezando estas oraciones
hasta la tercera hora. Súbitamente, el alma del papa difunto apareció en forma corporal,
ante los ojos del cura que todavía continuaba orando. El rostro de la aparición
resplandecía como el sol, y su vestidura era tan limpia y blanca como la nieve.
Entonces, dirigiendo la mirada al cura, la aparición pronunció las siguientes palabras
consoladoras: "¡Mi querido hermano! ¡Aunque yo debía de haber sido un hijo perdido y
destinado a la condenación, ahora soy un hijo feliz, y colmado de dicha y felicidad.
Mientras que tú rezabas la primera oración, muchos de mis pecados fueron borrados de
mi alma. Se desprendieron así como gotas de lluvia que caen del Cielo. Igualmente,
mientras que rezabas la segunda oración, fui purificado así como el platero purifica el
oro en un fuego abrasador. La purificación de mi alma continuaba mientras que tú
rezabas la tercera oración. Entonces yo vi cómo se abrió el Cielo, y pude ver a
Jesucristo, Nuestro Señor, a la diestra de Dios Padre. En ese momento, Nuestro Buen
Jesús me habló, diciendo: ¡Venid! ¡Todos vuestros pecados ya están perdonados. Entrad
y permaneced en el Reino de Mi Padre Celestial para siempre. Amén!'
Oyendo estas palabras, el cura exclamó: "¡O Santo Padre! ¡No podré contar estas cosas,
porque nadie me creerá!" Enseguida, el fallecido le contestó de esta manera: "En verdad
os digo que el Ángel de Dios permanece a mi lado y ha escrito estas oraciones en
LETRAS DE ORO, para el consuelo de los pecadores. Si fuera posible que una persona
cometiese todos los pecados en el mundo, habría esperanza para su alma bajo la
siguiente condición. Es decir, si se rezan estas tres oraciones a su lado en la hora de la
muerte, y si el pecador siente verdadero dolor por sus culpas, todos sus pecados
quedarán perdonados. Y si fuese destinado a sufrir por sus culpas hasta cuando
amanezca el día del último juicio, sería redimido y liberado por completo de todas esas
penas. (No se deben omitir los Sacramentos.)
"La persona que escucha la lectura de estas tres oraciones, no morirá infelizmente.
Igualmente será premiada la persona en cuya casa se rezan estas tres oraciones. Por
tanto, llevadlas al la Basílica de San Pedro y colocadlas en la capilla nombrada, LA
ASUNCION DE MARIA SANTISIMA'. Con este acto se asegura el consuelo. Si
alguien estuviese próximo a la muerte, y si escuchase o leyese estas tres oraciones,
recibirá la misma maravillosa gracia también. Si el enfermo no puede ya leer las
oraciones, que las escuche. De este modo ganará 400 días de indulgencia. Esta
indulgencia o remisión suplirá por los días de sufrimiento en el Purgatorio, debido por
las culpas. Además, se ha de saber que otra gracia muy singular se añadirá para los que
leen o escuchan las tres oraciones. A estas almas será revelada con antelación la hora de
su muerte. Amén!"
ACTO DE CONTRICION
O Dios mío, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; que por mis
pecados he merecido las penas eternas del infierno. Sobre todo, porque Os
he ofendido, Dios mío, que Sois sumamente bueno, y merecéis todo mi
amor. Firmemente propongo con la ayuda de Vuestra gracia, confesar mis
pecados, hacer penitencia, evitar la próxima ocasión del pecado, y
enmendar mi vida. Amén.
Sugerencias Sobre La Oración
También, cada vez que alzamos la vista para contemplar el Santísimo Sacramento,
nuestro lugar en el Cielo se eleva un tanto más para siempre. (Revelación de Nuestro
Señor a Santa Gertrudis la Mayor).
Querida Santa Filomena, rogad por nosotros. Obtened por nosotros gran pureza de
mente y de corazón. Esta pureza nos conducirá al perfecto Amor de Dios.
Hay que buscar a Dios constantemente; y cuanto más se le busca, tanto más se le
encuentra. El que a Dios busca, siempre lo encuentra. (Maimónides)
LA SANTA COMUNION
Cada vez que recibimos la Santa Comunión, se nos, perdonan los pecados veniales.
A Santa Gertrudis la Mayor, Jesucristo ha revelado: "Cada vez que un alma recibe la
Santa Comunión, algo hermoso sucede a cada alma en el Cielo, en la Tierra, y en el
Purgatorio."
El Cura de Ars decía: "Una sola Comunión bien recibida vale más que la suma de
20,000 NFF que se distribuyera a los pobres.
Cada vez que recibimos la Santa Comunión, nuestro lugar en el Cielo es elevado para
siempre, y se abrevia nuestra estancia en el Purgatorio.
La Comunión Espiritual
Es enorme el valor de una comunión espiritual bien hecha. Podemos y debemos hacer la
comunión espiritual frecuentemente. Es muy sencillo este acto. Se efectúa simplemente
pensando en Jesús, en Su gran Amor a nosotros, y en nuestro Amor hacia El. Luego,
pedir a la Santísima Virgen que implore a su Divino Hijo venir a nuestros corazones.
Estas comuniones espirituales se pueden ofrecer por los intereses de Doloroso e
Inmaculado Corazón de María. ¡También se añade la intención especial nuestra!
Nuestro Señor nos ha dicho que después de recibir la Santa Comunión, debemos repetir
la siguiente jaculatoria: "Sacratísimo Corazón de Jesús, ¡que todo el mundo Os ame con
ardiente Amor!" (Revelación de N.S. a Gabrielle Bossis en Francia).
Esta es una copia de la carta que contiene las palabras de Nuestro Señor Jesucristo. Fue
descubierta en el Santo Sepulcro del Divino Salvador en Jerusalén. La carta fue
preservada por el Sumo Pontífice en una cajita de plata. Más tarde, los emperadores y
las emperatrices de la fe cristiana la conservaron igualmente.
Santa Isabel, la Reina de Hungría, con Santa Matilda y Santa Brígida, tuvieron el mismo
gran deseo de saber algo tocante a la Pasión de Jesucristo. Con este fin, rezaron
fervientemente, ofreciendo oraciones especiales. Después de cierto tiempo, Nuestro
Señor Jesucristo se les apareció, hablándoles en la siguiente manera:
"Antiguamente, la gente era más religiosa y también su cosecha era más abundante. Al
contrario, actualmente, la cosecha es más limitada.
"Si queréis disfrutar de una cosecha abundante, no debéis trabajar los domingos. Los
domingos debéis acudir a la Iglesia y suplicar a Dios que perdone vuestros pecados. El
os ha dado seis días para trabajar y un día para descansar; aplicarse a la devoción;
ayudar a los pobres y atender las funciones del la Iglesia.
"Aquellas personas que se mofan de Mi religión y desprecian esta carta Mía, serán
abandonados de Mí.
"Al contrario, los que llevasen una copia de esta carta en su persona, no se ahogarán; ni
morirán repentinamente. Serán libres de toda enfermedad contagiosa y no les dañará el
relámpago y no morirán sin el Sacramento de la Penitencia o la Confesión. Serán
liberados de sus enemigos, y de la autoridad injusta. También serán libres de todos
aquellos que sean sus calumniadores y de testigos falsos."
"Las mujeres que se encuentran en peligro durante el parto, inmediatamente vencerán
toda dificultad, si llevan en su persona una copia fiel de esta oración. Además, cuarenta
días antes de morir, la Santísima Virgen se aparecerá a la persona que lleva consigo esta
oración." Así nos dice San Gregorio.
Jesucristo promete: "Todos los fieles que recitasen dos Padrenuestros, dos Ave Marías,
y dos veces Gloria al Padre, etc. cada día por tres seguidos años, en honor de las Gotas
de Sangre que he derramado, alcanzarán las siguientes cinco (5) gracias:
"Es de saber que los soldados armados que me acompañaron al Calvario fueron ciento
cincuenta (150). Los que me siguieron cuando fui atado fueron 23. Los ejecutores de la
justicia fueron 83. Golpes recibidos en la cabeza fueron ciento cincuenta (150); golpes
en el estómago, ciento ocho, (108); patadas en los hombros, ochenta (80). Veinticuatro
(24) veces me arrastraron y ataron mis cabellos con cuerdas. Me escupieron en la cara
ciento ochenta (180) veces; y Me golpearon el Cuerpo (110). A las doce de la noche fui
empujado bruscamente. Enseguida Me alzaron por los Cabellos y Me punzaron con
espinas. Me jalaron la barba veintitrés (23) veces. Recibí veinte (20) heridas en la
Cabeza; luego, Me punzaron setenta y dos (72) veces con arbustos espinosos. Me dieron
ciento diez (110) picaduras de espinas en la Cabeza; y tres heridas mortales en la frente.
Después, Me azotaron, y fui vestido como 'Rey de Mofa'. Recibí mil (1,000) Llagas en
Mi Cuerpo. Los soldados que me siguieron al Calvario eran seis cientos ocho (608); y
los que me vigilaron hasta el fin eran tres (3). Los que se burlaron de Mí fueron mil
ocho (1,008) personas. Las gotas de Sangre derramadas durante Mi Pasión fueron en
total veintiocho mil, cuatrocientas treinta (28,430)."
La devoción al Niño Jesús es tan antigua como la misma cristiandad. Esta devoción
siempre tiende a mantener vivamente en nosotros el recuerdo del gran misterio del
nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo.
La devoción al Divino Niño siempre ha sido practicada por los religiosos de la Orden
Carmelita. Porque, a través de la Santísima Virgen María, Nuestra Madre, el Divino
Niño Jesús vino al mundo. Santa Teresa de Jesús practicaba una devoción muy
particular al Divino Niño. Igualmente lo hacía la Teresita, llamada la "Florecita de
Jesús". La Teresita veneraba al Niño Jesús con gran fervor.
¡OH! Jesús, por medio del Inmaculado Corazón de María, te ofrezco mis oraciones,
trabajos, alegrías y sufrimientos de este día, en unión con el Santo Sacrificio en la Misa
que se celebra en el mundo. Los ofrezco por todas las intenciones de Tu Sagrado
Corazón: la salvación de las almas, la reparación de los pecados, la unión de todos los
cristianos. Los ofrezco por las intenciones de nuestros obispos, y del apostolado de la
oración y particularmente por aquellas recomendadas para este mes por el Santo Padre.
Oración Diaria al Ángel de la Guardia
"Al levantarse diariamente, uno reza 7 veces Gloria al Padre, etc., en honor
del Ángel de la Guardia."
Padrenuestro, Ave María, y Gloria al Padre, etc. por las intenciones del Santo Padre.
Indulgencia plenaria cuando se reza después de la Santa Comunión. (S. Paen. Ap. 2 de
Feb., 1934).
ANIMA CHRISTI
En las cuentas grandes se dice: Padre Eterno, yo Os ofrezco las LLAGAS de Nuestro
Señor Jesucristo - Para sanar las llagas de nuestras almas.
En las cuentas pequeñas de dice: Jesús mío, perdón y misericordia - Por los méritos de
Vuestras SANTAS LLAGAS.
"Yo concederé todo cuanto se Me pidiere por medio de esta invocación a Mis SANTAS
LLAGAS. Propagad esta devoción."
Oh Divino Padre Eterno, en unión con Vuestro Divino Hijo, y el Espíritu Santo, y por
medio del Inmaculado Corazón de María, Os suplico destruir el poder de Vuestros
peores enemigos: los espíritus malignos.
¡Arrojadlos a las cavernas más profundas del infierno y encadenadlos allí para siempre!
Tomad posesión de Vuestro Reino; pues ha sido creado por Vos mismo, y muy
justamente Os pertenece.
Padre Celestial, concedednos el dominio reinante del Sagrado Corazón de Jesús y del
Inmaculado Corazón de María.
Con cada latido de mi corazón y con cada respiro, repito esta oración por puro Amor
Vuestro. Amén.
DEVOCIONES Y ORACIONES
LA ORACION A JESUS
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de Tus fieles, y enciende en ellos el fuego de
Tu amor.
Oremos
O Dios, que iluminas e instruyes el corazón de los fieles con la luz del Espíritu Santo,
haz que en el mismo Espíritu, sepamos siempre apreciar el bien y ser llenos de Tus
consuelos divinos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Indulgencia de cinco años. Indulgencia plenaria bajo las condiciones usuales si se reza
esta oración cada día por un mes.
LA CORONA DE FE
La Santísima Virgen María le dijo a Santo Domingo las siguientes palabras: "Un día,
mediante el Rosario y el Escapulario, se salvará el mundo."
"El que muere vestido de este (Escapulario) no sufrirá las penas del fuego eterno."
Esta es la promesa de María Sma. a San Simón Stock, Julio 16, 1251.
Desde luego, su ESCAPULARIO debe significar algo muy profundo para usted. Es un
riquísimo OBSEQUIO del Cielo, que nos ha traído la misma Sma. Virgen María, y a
cada alma le dice así,"
La siguiente oración se conoce por nombre de "FLOS CARMELI." Es decir, "La Flor
del Carmelo. Por siete siglos se ha conocido esta oración como una súplica segura a
Nuestra Bendita Madre y que jamás ha fallado en obtener su poderosa asistencia.
Oración
¡O bellísima Flor del Carmelo, fructífera Viña, Resplandor del Cielo, Madre singular
del Hijo de Dios, Virgen siempre Pura! Madre Santísima, después de habernos traído al
Hijo de Dios, permanecisteis intacta y sin mancha alguna. ¡O Bienaventurada siempre
Virgen, asistidme en esta necesidad! ¡O Estrella del Mar, auxiliad y protegedme!
Mostradme que sois mi Madre.
Nuestra Señora tiene 117 títulos. Ella misma ha escogido éste en Fátima cuando
dijo: "Yo soy la Señora del Rosario."
San Francisco del Sales ha dicho que el mejor método de rezar ES- REZAR EL
ROSARIO.
Santo Tomás de Aquino predicó en Roma, Italia, por 40 días seguidos sobre un
solo tema: El Ave María.
A San Juan Vianney, patrón de los sacerdotes, casi nunca se le veía sin el
Rosario en la mano.
Por cada Misa que se asiste con devoción, Nuestro Señor enviará a un santo a
consolarnos en la hora de la muerte. (Revelación de Jesucristo a Santa Gertrudis la
Mayor).
El Padre Pio, sacerdote estigmatizado, ha dicho: "Sería más fácil la existencia del
mundo sin el sol que sin la Santa Misa."
El Curé d'Ars San Juan Vianney afirmó: "Si conociéramos el valor de la Santa Misa,
nos moriríamos de alegría."
Un célebre doctor de la Iglesia llamado San Anselmo, ha declarado: "Una sola Misa
ofrecida y oída en vida con devoción, por el bien propio, puede valer más que mil Misas
celebradas por la misma intención, después del la muerte." San Leonardo de Puerto
Mauricio apoya esta declaración, diciendo que "una Misa antes de la muerte pueda ser
más provechosa que muchas después de ella.."
La celebración de la Santa Misa sería más provechosa para los fieles si la procuraran en
vida. Sería mucho mejor que el hecho de esperar hasta más tarde, y pedir entonces que
se ofrezca por el eterno descanso del alma, después de la muerte. (El Papa Benedicto
XV).
En cierta ocasión, la Santísima Virgen María habló a su fiel servidor, Alain, diciéndole:
"Tanto ama mi Hijo a los que asisten al Santo Sacrificio de la Misa, que si fuera
necesario, volvería a morir por ellos, tantas veces como cuantas Misas hayan oído."
(Página 107 del último párrafo de "Explication Du Saint Sacrifice De La Messe" par le
R. P. Martin de Cochem Friere - Mineur Capucin.)
Primera Estación
Jesús Es Condenado A Muerte
Segunda Estación
Jesús Lleva La Cruz A Cuestas
Jesús mío, esta Cruz debe ser mía, y no Vuestra. Mis pecados Os han crucificado.
Tercera Estación
Nuestro Señor Cae Por Primera Vez
¡O Jesús! Por esta primera caída, nunca me permitáis caer en pecado mortal.
Cuarta Estación
Jesús Encuentra A Su Santísima Madre
¡O Jesús! Que ningún vínculo humano, por más predilecto que sea, me detenga se
seguiros en el camino de la Cruz.
Quinta Estación
Simón Cirineo Ayuda a Jesús A Llevar La Cruz
Sexta Estación
Verónica Enjuga El Rostro De Jesús
Octava Estación
Jesús Consuela A Las Mujeres De Jerusalén
Mi mayor consuelo, O buen Jesús, sería oíros decir: "Muchos pecados se os han sido
perdonados porque habéis amado mucho.""
Novena Estación
Jesús Cae Por Tercera Vez
Décima Estación
Jesús Es Despojado De Sus Vestiduras
Undécima Estación
Jesús Es Clavado En La Cruz
Dios mío, habéis perdonado a Vuestros enemigos; enseñadme a perdonar las injurias, y
a olvidarme de ellas.
Duodécima Estación
Jesús Muere En La Cruz
Estáis muriendo, mi buen Jesús. No obstante, Vuestro Sagrado Corazón sigue latiendo
amorosamente por Vuestros hijos pecadores.
Décima-tercia Estación
Jesús Es Bajado De La Cruz
Recibidme en vuestros brazos, O madre Dolorosa, y obtened para mí una contrición
perfecta de mis pecados.
Décima-cuarta Estación
Jesús Es Colocado En El Sepulcro
El San Alfonsus Liguori escribio: "Si usted reza usted es positivo de salvar
su alma. Si usted no reza usted está igual de positivo de perder su alma."
En los anales del Monasterio de Clairvaux, se ha narrado que en cierta ocasión, San
Bernardo hizo una pregunta a Nuestro Señor. El santo deseaba saber cuál había sido el
mayor tormento de Jesús durante la Pasión y que todavía permanecía desconocido.
Nuestro Señor le respondió, así: "Mientras que Yo cargaba Mi Cruz por la Vía
Dolorosa, sostuve en el Hombro una Herida muy lastimosa. Esta fue la más penosa de
todas las demás. "Esta Herida no está registrada en los documentos históricos para el
conocimiento de la humanidad. Ea, pues, honrad esta Herida con devoción. Yo he de
conceder todo cuanto se Me pidiere por virtud y mérito de esta devoción. A los que
veneran esta herida de Mi Hombro, les perdonaré todos sus pecados veniales. Además,
ya no me acordaré de sus pecados mortales."
Padre Eterno, yo Os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para sanar las llagas
de nuestras almas. Jesús mío, perdón y misericordia por los méritos de Vuestras Santas
Llagas.
"El alma que durante la vida ha honrado y estudiado las Llagas de Nuestro Señor
Jesucristo y que las ha ofrecido al Padre Eterno por las ánimas del Purgatorio, recibirá
su premio. Es decir, a la hora de la muerte, aquel devoto será acompañado por la
Santísima Virgen y los ángeles. Entonces, Nuestro Señor se le aparecerá glorioso y
resplandeciente en la Cruz. Y en este resplandor celestial, será recibido y coronado por
el mismo Jesucristo Nuestro Señor."
Aquí en la tierra, si nos dedicamos a ofrecer sufragios por las pobres ánimas del
Purgatorio, recibiremos el mismo favor después cuando sea nuestro turno. Entonces, los
fieles se acordarán de rezar por nosotros también. Por otra parte, Nuestro Señor será
compasivo con nosotros cuando estemos sufriendo en el Purgatorio.
La Santísima Virgen nos pide rezar por las Pobres Animas. Para este fin, Ella nos
recomienda las siguientes oraciones:
5 Veces el Credo. . .;
1 Vez la Salve. . .;
1 Vez el Padrenuestro. . .;
1 Vez el Ave María. . .;
1 Vez Gloria al Padre. . .;
1 Vez "Réquiem" (Dales el descanso eterno, Señor, y que la luz
perpetua ilumine sobre ellos. Que descansen en paz. Amén.)
Oración para salvar 1000 almas del Purgatorio cada vez que se rece.
Nuestro Señor le dijo a la gran Santa Gertrudis que la siguiente oración salvaría 1000
almas del Purgatorio cada vez que se rezara.
Recomendación: Reza el próximo oración por lo menos dos veces, para sacar a lo
menos dos veces la cantidad de almas del Purgatorio. Después de la oración, pídale a las
almas libradas del Purgatorio por sus oraciones que recen para tus intenciones.
Nuestra Señora nos asegura que si rezamos estas oraciones, "¡podremos liberar
muchas, pero muchísimas almas!"
"Para las ánimas del Purgatorio, las Santas Llagas constituyen un verdadero tesoro de
Tesoros."
"O Jesús, me dirijo hacia Vos en el Sagrario donde vivís oculto por amor mío. Yo Os
amo, O Dios mío, pero ahora no Os puedo recibir sacramentalmente en la Santa
Comunión. Sin embargo, venid a mi corazón, y visitadme con Vuestra gracia. Venid
espiritualmente a mi corazón y purificadme. Santificadme y haced que mi corazón sea
semejante al Vuestro. Amén."
Señor, yo no soy digno de que vengas a mi morada, pero di una sola palabra, y mi alma
quedará sana.
El Cura de Ars ha dicho: "El efecto de una comunión espiritual en el alma es semejante
a un soplo sobre las brasas calientes y cubiertas, que ya mero se apagaban. Al sentir que
el amor a Dios se va enfriando en el alma, apresuradamente se ha de hacer un comunión
espiritual."
Durante la Hora Santa (Marzo 25, 1912) la Santísima Virgen habló con Berthe,
diciéndole: "Yo he dicho que me llamo la Inmaculada Concepción. Más, para vos me
llamaré: La Madre del Corazón Doloroso. Esta advocación me complace más que todas
las demás, porque, se me ha concedido por voluntad de mi Hijo. A medida que se
propague esta advocación por doquier, se derramarán insignes gracias sobre la
humanidad. Serán gracias de misericordia, de renovación espiritual, y de salvación."
ORACION
Por los méritos de vuestras virtudes y angustias, clavadme a este Divino Corazón.
Protegedme ahora y siempre.
Es De Gran Importancia
En esta figura se representa el famoso cuadro pintado por Millet. Aquí se manifiestan
dos jóvenes campesinos en Francia rezando la oración el ANGELUS al atardecer. Se
empieza con las palabras:
6 - 12 - 6
EL ANGELUS
V. El Ángel del Señor anunció a María.
R. Y concibió por obra del Espíritu Santo. ("Dios te salve, María...")
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según Tu palabra. ("Dios te salve, María...”)
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habita entre nosotros. ("Dios te salve, María...")
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.
(Esta poderosa oración del exorcismo fue compuesta por S.S. León XIII. En una visión,
se le presentó la espantosa batalla que efectuará entre satanás y San Miguel tocante a la
Iglesia del futuro. ¡Ahora, más que nunca, la Iglesia necesita la intercesión de San
Miguel! Que se rece esta oración diariamente, por favor.)
Acto De Contrición
Sincero
Un día San Miguel Arcángel apareció a la devota sierva de Dios, Antonia d'Astonaco.
El arcángel le dijo a la religiosa que él deseaba ser honrado mediante la recitación de
nueve salutaciones. Estas nueve plegarias corresponden a los nueve coros de ángeles.
Consiste la corona de un Padrenuestro y tres veces el Ave María, en honor de cada coro
angelical.
Promesas De San Miguel
A los que practican esta devoción en su honor, el arcángel promete grandes bendiciones.
Promete enviar un ángel de cada coro angelical para acompañar a los devotos a la hora
de la Santa Comunión. Además, a los que recitaran estas nueve salutaciones todos los
días, les asegura que disfrutarán de su asistencia continua; es decir, durante esta vida y
también después de la muerte. Aun más, serán acompañados de todos los ángeles; y con
todos sus seres queridos, parientes y familiares serán librados del Purgatorio.
Por la intercesión de San Miguel y el coro celestial de los Serafines, que Dios Nuestro
Señor prepare nuestras almas; y así recibir dignamente en nuestros corazones, el fuego
de la caridad perfecta. Amén. (Padre Nuestro. y 3 Aves)
Por la intercesión de San Miguel y el coro celestial de los Querubines, que Dios Nuestro
Señor prepare nuestras almas; y así recibir dignamente en nuestros corazones, el fuego
de la caridad perfecta. Amén. (Padre Nuestro. y 3 Aves)
Por la intercesión de San Miguel y el coro celestial de los Tronos, que Dios Nuestro
Señor derrame en nuestros corazones, el verdadero y sincero espíritu de humildad.
Amén. (Padre Nuestro. y 3 Aves)
4
Por la intercesión de San Miguel y el coro celestial de Dominaciones, que Dios Nuestro
Señor nos conceda la gracia de controlar nuestros sentidos, y así dominar nuestras
pasiones. Amén. (Padre Nuestro. y 3 Aves)
Por la intercesión de San Miguel y el coro celestial de Potestades, que Dios Nuestro
Señor proteja nuestras almas contra las acechanzas del demonio. Amén. (Padre Nuestro.
y 3 Aves)
Por la intercesión de San Miguel y el coro celestial de las Virtudes, que Dios Nuestro
Señor nos conserve de todo mal y no nos deje caer en la tentación. Amén. (Padre
Nuestro y 3 Aves)
Por la intercesión de San Miguel y el coro celestial de los Principados, que Dios
Nuestro Señor se digne llenar nuestras almas con el verdadero espíritu de la obediencia.
Amén. (Padre Nuestro. y 3 Aves)
Por la intercesión de San Miguel y el coro celestial de los Arcángeles, que Dios Nuestro
Señor nos conceda la gracia de la perseverancia final en la fe, y en las buenas obras; y
así nos lleve a la gloria del Paraíso. Amén. (Padre Nuestro. y 3 Aves)
Por la intercesión de San Miguel y el coro celestial de los Ángeles, que Dios Nuestro
Señor nos conceda la gracia de ser protegidos por ellos, durante esta vida mortal y que
nos guíen a la gloria eterna. Amén. (Padre Nuestro y 3 Aves)
Siguiendo la flecha en la gráfica que marca los números 10 a 13, se reza un
Padrenuestro en honor de cada uno de los siguientes ángeles, como se indica:
#10, a San Miguel; #11, a San Gabriel; #12 a San Rafael; #13, al Ángel de la Guarda.
ORACION
SALVE REGINA
La Salve
¡Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida y dulzura, esperanza nuestra, Dios
te salve! A ti llamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y
llorando en este valle de lágrimas. ¡Ea, pues, Señora, abogada nuestra! Vuelve a
nosotros esos tus ojos misericordiosos. Y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre. ¡O clemente, O piadosa, O dulce Virgen María! Amén.
ORIGEN DE LA NOVENA
El padre Putigan, sacerdote jesuita, comenzó la novena a Santa Teresita del Niño Jesús,
el día 3 de diciembre de 1925. El padre imploraba un gran favor de la gloriosa santita.
Por nueve días, el padre repetía la oración "Gloria al Padre, etc." veinticuatro veces cada
día. El padre ofreció las plegarias en acción de gracias a la Santísima Trinidad, por
todos los favores recibidos por la santita: es decir, por todas las insignes gracias
derramadas sobre Santa Teresita, durante los veinticuatro años de su vida en la tierra. El
padre Putigan le pidió a la santa que le diera una señal, afirmando que su novena fuese
escuchada. El paciente imploraba que la señal fuera recibir de alguien una rosa fresca, y
recientemente arrancada del jardín. Por fortuna, al tercer día de la Novena, una persona
desconocida buscaba al padre Putigan para presentarle una hermosa rosa.
Mientras tanto, el padre Putigan comenzó la segundo novena el día 24 de diciembre del
mismo año. Esta vez, el padre pidió como señal una rosa blanca. El cuarto día de esta
segunda novena, una enfermera religiosa se presentó al padre Putigan con una rosa
blanca, diciéndole:
"Santa Teresita le manda esto."
Asombrado, el sacerdote le preguntó:
"De dónde ha recogido usted esto?"
"Estuve en la capilla", respondió la religiosa, "y al salir, pasé en frente del altar donde
está colocado el hermoso cuadro de Santa Teresita. En ese instante, la rosa cayó a mis
pies. Quise devolverla a su sitio, en el ramillete, pero se me ocurrió de que fuera mejor
traerla a usted."
El padre Putigan recibió los favores que había pedido a la Florecita de Jesús. Entonces
hizo una promesa de propagar esta novena, para aumentar la devoción a Santa Teresita,
y, para honrarla más y más. Desde luego los que desean participar en esta novena de
veinticuatro "Glorias", deben empezarla del día nueve al día diecisiete del mismo mes.
A sus propias intenciones deben agregar las de todos los que estuviesen haciendo la
novena al mismo tiempo. De esta manera se formará una poderosa súplica en común.
LA NOVENA
Después de cada "Gloria al Padre, etc.", se repite: "Santa Teresita del Niño Jesús, rogad
por nosotros."
(Esta oración se reza agregando 5 Padrenuestros, 5 Ave Marías, y 5 Glorias, por 5 días
seguidos, antes de las 11:00 A.M... El quinto día, habiendo terminado todas las
oraciones indicadas, se añade otro tanto más. Es decir, se agregan cinco más de cada
oración: 5 Padrenuestros, 5 Ave Marías, y 5 Glorias.)EXPERIMENTE UD.-
ORACION
(Compuesta Por Sta. Teresita de Lisieux)
(El nombre de Sta. Teresita en religión era Sor Teresa de Niño Jesús y de la Santa
Faz.)
LA FLECHA DE ORO
Imprimátur
+ T. J. Toolen, Archbispo de Mobile-Birm.
Nuestro Señor le dijo a la religiosa, Sor Faustina, (1905 - 1938): "Recitarás esta
CORONA en las cuentas del ROSARIO en la siguiente manera:
En las CUENTAS del AVE MARIA, di las siguientes palabras: 'Por Su DOLOROSA
PASION, ten piedad de nosotros y de todo el mundo."
"Al concluir, repite las siguientes palabras TRES VECES: '¡Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal! Ten piedad de nosotros y de todo el mundo.'"
En la presencia de toda la Corte Celestial, deseo elegiros, O Virgen Santa, como Madre
y Señora mía. Me entrego y consagro totalmente a vos con todo lo que me pertenece en
estado de esclavitud. Os entrego mi cuerpo, mi alma, y todos mis bienes, tanto interiores
como exteriores. Os ofrezco aun, el valor de todas mis buenas obras, pasadas, presentes
y futuras. A vos entrego el pleno derecho de disponer de mí, y de todo lo que me
concierne sin excepción, según os complace. Y todo esto ofrezco por mayor gloria de
Dios durante el tiempo y por toda la eternidad.
¡O Madre admirable! Presentadme a vuestro amable Hijo como Su esclavo eterno. Así
como El me ha redimido por vuestra mediación, así mismo pido que me reciba por
vuestra intervención. ¡O Madre de misericordia, concededme la gracia de obtener la
verdadera sabiduría de Dios! A este fin, os suplico recibirme con los que amáis y
enseñáis, y con todos los que habéis guiado, alimentado y protegido, como hijos y
esclavos vuestros.
¡O Virgen fiel! Ayudadme para que en todas las cosas, yo sea un discípulo, imitador y
esclavo perfecto, de la Sabiduría Encarnada, Jesucristo, Vuestro Divino Hijo. De este
modo, mediante vuestra intercesión, alcanzaré la plenitud de la edad de Cristo aquí en la
tierra, y gozar plenamente de Su gloria en el Cielo. Amén.
CATENA LEGIONIS
(CADENA DE LA LEGION)
Antífona - ¿Quién es ésta que viene como la aurora, bella como la luna, resplandeciente
como el sol, terrible como un ejército en orden de batalla?
Porque ha puesto los ojos en la bajeza de Su esclava; por tanto, ya desde ahora Me
llamarán bienaventurada todas las generaciones.
Porque El que es Todopoderoso ha hecho grandes cosas en Mí, cuyo nombre es santo.
Colmó de bienes a los hambrientos y a los ricos los despidió sin nada.
Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona. - ¿Quién es ésta que viene como la aurora, bella como la luna, resplandeciente
como el sol, terrible como un ejército en orden de batalla?
Roguemos
O Señor, Jesucristo, Vos sois nuestro Medianero ante Dios Padre. Os habéis complacido
en elegir a la Santísima Virgen, Vuestra Madre, como nuestra Medianera ante Vos, y
Madre nuestra también. En Vuestra gran misericordia, Os suplicamos mirar con ojos de
piedad, a todos los que se Os acercan pidiendo favores. Conceded, Señor, todo lo pedido
llenando de gozo a las almas confiadas. Os lo pedimos por la intercesión de la Santísima
Virgen María. Amén.
“Uno debe NUNCA se debe censurar al sacerdote; aun cuando se piensa que es culpable
de algún error. Al contrario, se debe rogar por él y hacer penitencia, para que se le
devuelva Mi gracia. Solamente el sacerdote es el que Me representa a Mí. Así es. ¡Aún
cuando él no vive según Mi ejemplo!" (Página 29, "Amor Universal de la Mutter
Vogel", de la imprenta: St. Grignon Publishing House, Altöting, South Germany; 29. 6.
1929).
"Si ves a un sacerdote celebrar la Santa Misa indignamente, decir nada a nadie; pero,
¡cuéntamelo a Mí solamente! En el altar Yo estoy junto a él y estoy a su lado. ¡Oh, hay
que rezar mucho por Mis sacerdotes! para que amen la pureza sobre todas las cosas y
para que celebren el Santo Sacrificio de la Misa, con manos puras y corazones castos.
Ciertamente el Santo Sacrificio permanece igual, aun cuando se celebra por un
sacerdote indigno. ¡Pero, las gracias derramadas sobre el pueblo no son iguales!" (28. 2.
1938)
LETANIA DE LA HUMILDAD
¡O sitio de la Divina Sabiduría, Guía poderosa que gobernáis todos los movimientos y
todo el Amor del Sagrado Corazón! Que seáis reconocida por todos los entendimientos,
amada por todos los corazones, y alabada por todas las lenguas, ahora y siempre.
Esta letanía fue traducida originalmente del francés y lleva el "Imprimátur" de dos
prelados: el Arzobispo Fredericus Gul, Liverpol, Abril, 1927, y el Prelado Richardus,
Liverpol, Sept. 1931.
1. O Jesús mío, habéis dicho: "En verdad os digo, pedid y recibiréis; buscad y
encontraréis; llamad y se os abrirá'." He aquí que llamo, busco y pido la gracia de...
Padrenuestro, Ave María, Gloria al Padre, etc. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos
confío.
O Jesús mío, habéis dicho: "En verdad os digo, lo que se pidiese a Mi Padre en Mi
Nombre, El lo dará a vosotros." He aquí que en Vuestro Nombre, le pido al Padre
Celestial la gracia de. . .
Padrenuestro, Ave María, Gloria al Padre, etc. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos
confío.
III. O Jesús mío, habéis dicho: "En verdad os digo, que el cielo y la tierra pasarán, pero
Mis palabras no pasarán jamás." He aquí que, animado por Vuestras infalibles palabras,
ahora pido la gracia de . . .
Padrenuestro, Ave María, Gloria al Padre, etc. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos
confío.
Rezad "La Salve" y añádase la siguiente jaculatoria: San José, Padre Guardián de Jesús,
rogad por nosotros.
P.S. - El Padre Pio rezaba esta novena diariamente, para todos los que recomendaban a
sus oraciones.
Postrado a Vuestros pies, y humillado por mis pecados, con plena confianza acudo a
Vos, ¡O María! Os ruego aceptar las peticiones que mi corazón os viene a presentar para
los últimos momentos de mi vida. Madre querida, deseo pedir Vuestra protección y
maternal amor a fin de que, al instante decisivo, hagáis todo cuanto Vuestro amor os
sugiera en mi favor.
Amén.
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