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PROBLEMAS DEL COMIENZO

Clase No. 1
META: Alentarnos a seguir adelante, animarnos a actuar en Fe y prevenirles.
En la semana pasada tuvimos una introducción al curso, en la que vimos que es
necesario que sepas que al “nacer de nuevo”, te convertiste en un “recién nacido”
(1Corintios 3:1) y que tu preocupación inmediata debe ser la de crecer. (1 Pedro
2:2-3); la actitud debe ser pues, como la de un niño, y no debes, por lo tanto, tratar
de ser adulto espiritual, cuando aún no puedes serlo.
VACUNAS
• Es natural que como niño que eres, aun no puedas realizar grandes cosas, y
que más bien dependes de tu Padre Celestial totalmente, quien como Padre
Amoroso te atenderá y protegerá contra toda enfermedad espiritual.
• Como todo niño estas expuesto a las enfermedades que entorpecen el
crecimiento, pero Dios quiere que estés debidamente protegido, para que
esas enfermedades no te hagan mal, y para eso tendrás que inmunizarte o
vacunarte, y esto lo harás con la PALABRA DE DIOS, la ORACION, los
SACRAMENTOS, etc.
DUDA Antídoto: Fe en la Palabra de Dios.
El problema inmediate al cual le vas a enfrentar, será la enfermedad de la
DUDA, la cual puede ser muy peligrosa (aun mortal a tu espíritu) si no estas
debidamente protegido. Vamos a darte en seguida las principales dudas que
vendrán a tu mente, y veras como la palabra de Dios va a contestar a ellas:
• ¿Porque debes confiar en Dios? (Hebreos 6,17-19)
• ¿Porque debes creer en Jesús como su Hijo? (1 Juan 5, 9-12)
• ¿Porque creer en las promesas de Dios a través de Jesús? (Gálatas 3,29)
• ¿Porque al Creer en El, pasaste a tener conciencia de ser hijo de Dios? (Juan
1, 12)
Como podemos ver, Dios nos da la garantía de su protección y de que serás
heredero de sus promesas, las cuales están escritas en la Biblia. La Fe y la
confianza en su palabra, en su veracidad, podrán hacer que esas y otras dudas
desaparezcan.

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Ahora que lo sabes, eres hombre nuevo y debes crecer hasta conocerlo más y
más. Puedes ya estar tranquilo con las certeza de ser Hijo de Dios y que cuentas
con su grande AMOR.
RENCOR Antídoto: El perdón y la reconciliación.
• Es una enfermedad grave que origina otras, nos evita tener amor por los
hermanos, nos aleja de Dios y su perdón, hace inaceptables a Dios nuestras
oraciones y ofrendas. Mat 5,23-24:
• Por eso, si tú estás para presentar tu ofrenda en el altar, y te acuerdas de
que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí mismo tu ofrenda ante el altar,
y vete antes a hacer las paces con tu hermano; después vuelve y presenta tu
ofrenda.
• Si has reconocido en tu corazón, que hay algún rencor por alguna persona o
situación, debes perdonarle sinceramente y buscar en el Sacramento de la
Reconciliación una cura para que este mal espiritual no te haga más daño.
APATIA Antídoto: La comunión y la perseverancia
• La Apatía es una enfermedad que ataca generalmente a los nuevos cristianos,
o a los cristianos con nuevo fervor. ¿Para que vamos a trabajar y esforzarnos
con cosas que nunca antes habíamos hecho?
• Es falta de deseo o de ánimo para seguir adelante en nuestra vida cristiana.
• Por medio de la Comunión el Señor puede hablarnos y animarnos a seguir
adelante, a buscar el crecimiento en nuestro espíritu, a Perseverar en la
oración y conocerle más y más cada vez. (1 Pedro 5, 8-9)
SENTIRSE INCAPAZ O INDIGNO. Antídoto: La oración
• Esta enfermedad puede ser saludable. Somos incapaces para hacer la obra
de Dios, tanto en nosotros come en los demás. Pero también puede ser muy
peligrosa, pues no solamente evitara que podamos ser instrumentos del
Señor, sino que también puede esconder sentimiento de egoísmo, soberbia o
falta de Amor.
• Por eso nuestra confianza no debe estar en nosotros mismos, sino en El, que
es todopoderoso. Por la Oración, por los Sacramentos, por nuestra voluntad
de servirle, por nuestra entrega incondicional, a Él, poseemos su fuerza y su
poder, y por eso sin ningún miedo, podemos emprender cualquier obra del
Señor que el Espíritu Santo nos inspire y a la cual la comunidad nos envíe:

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• (Filipenses 3,13; Romanos 8,31; Filipenses 4,13; Hebreos 13,6)
FALTA DE FE Antídoto: Practicar la Oración, la Comunión y la Lectura de la
Palabra.
• Podría creerse que la falta de fe es los mismo que la Duda, pero ahora, nos
estamos refiriendo a esa Fe que nos hace estar seguros de que Dios va a
actuar en nosotros y por nosotros, no por nuestros méritos, sino porque El
así lo quiere y así lo prometió. Esta enfermedad puede hacernos creer que
“nuestra Fe”, y no la misericordia de Dios , es la que hace las maravillas, y
por ello, al no sentirnos con “mucha Fe”, no oramos, o no podemos ser
instrumentos de Dios, sin enterarnos de que, aun si fuera como un grande de
mostaza, podremos mover montañas. (Mateo 17:20), (Hebreos 11:1 y 6)
• Debemos estar seguros de que, por medio de nosotros, si creemos, va a
sanar enfermos, enviar mensajes y hacer llegar la Fe a otros.
Simiente (Semilla, grano, principio) (Romanos 12:3)
FE Fruto (Gálatas 5:22)
Carisma (1 Corintios 12:9)

• La Fe es un Don de Dios y nos es dada en nuestro bautismo, como un


simiente (semilla, grano, principio).
• Pero aquella Fe que sabe lo que Dios quiere, es un FRUTO, producto de una
vida de ejercicio de Fe, que va haciendo que esta, nuestra Fe, sea cada vez
mayor, hasta poder llegar a ser, en algunos, como la de Abraham, que,
basado en la promesa de Dios, no vacilo en sacrificar a su único hijo, (en el
cual debían realizarse todas sus promesas) seguro de que, si Dios as lo
mandaba, poderoso era El para realizarlas de otro modo.
• Sin embargo, esta Fe nunca seria suficiente para realizar milagros, si Dios no
diera una Fe como CARISMA, por medio de la cual el hombre deja de
fiarse en si mismo, de la circunstancias normales, y se entrega confiando
totalmente en el poder de Dios, carisma que en ese momento le es dado y se
manifiesta.
• Podríamos hablar de otras enfermedades que pueden atacarnos como son el
Egoísmo, La Autosuficiencia, Falsedad, Irreligiosidad, Vanagloria,
Sectarismo, Autocompasión, etc.

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• Pero si sigues perteneciendo a una Comunidad, tus hermanos ya maduros en
el Espíritu Santo pueden ayudarte a salir curado de todas ellas, contando
siempre con la fuerza de Dios.

TAREA: Empezar la lectura de la Biblia empezando por los Evangelios.


MEMORIZAR: 1 Pedro 2,2-3; Hebreos 6, 17-18; Filipenses 4,13; 1 Juan 4,4

«NO TE DEJES VENCER POR LO MALO, MAS BIEN VENCE EL MAL A


FUERZA DE HACER EL BIEN»

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