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 Abejas.

Estos insectos producen en colonia numerosas sustancias de


provecho para el hombre, tanto en la elaboración de otros productos como en
su consumo directo: miel, cera, jalea real. Por esa razón son cultivadas en la
industria apicultora. Además, las abejas cumplen junto con otros insectos el
rol vital de la polinización de las flores.

 Caballos. Estos animales han acompañado al hombre desde edades muy


tempranas, sirviéndole de medio de transporte para desplazar mercancía,
personas, tirar de carretas, correr en carreras, hacer la guerra y muchos otros
aspectos. A cambio ha recibido un lugar privilegiado en nuestro imaginario y
nuestra cultura, a menudo como un símbolo sagrado.

 Vacas. Entre los animales más útiles y provechosos para el hombre, se


encuentran los bovinos: vacas y toros. No sólo se los utiliza para obtener leche
(y con ella toda una gama de productos lácteos) y carnes y cueros, sino
también para tirar de arados y así iniciar la siembra. La industria ganadera se
ocupa de su crianza, cruce y aprovechamiento.
 Mariposas. Más allá de que la belleza de su colorido a menudo haya
fascinado al hombre y su metamorfosis de oruga a ser alado las haya
convertido en símbolos del cambio y el crecimiento en nuestra cultura, las
mariposas cumplen el rol vital de la polinización de las flores, esparciendo el
material genético vegetal que luego fecundará árboles y generará frutos, de los
cuales el hombre puede alimentarse.

Gallinas. Otro de los animales más criados por el hombre en todas las latitudes, le
ofrecen al hombre varias formas de alimentación, como los huevos, parte integral
de prácticamente todas las dietas humanas, y la carne del pollo, también de las
más consumidas a nivel mundial.
animales perjudiciales
Mosquitos. El insecto parásito por excelencia, el mosquito, es uno de los
transmisores de enfermedades más frecuentes y más combatidos del mundo.
Enfermedades como el Dengue, la Fiebre Amarilla, la Malaria, el virus del
Zika, la Fiebre Chikungunya y muchas más se transmiten exclusivamente
mediante su picadura. Su ciclo de vida rápido y versátil, además, aprovecha
cualquier empozamiento de agua y lo convierte en una plaga difícil de
controlar.

 Piojos y pulgas. Parásitos externos del hombre y de los animales


domésticos, son formas de insectos hematófagos, es decir, que se alimentan de
sangre, y que a menudo acarrean enfermedades más o menos graves en la piel
o en el organismo de aquellos a los que parasita.

 Ácaros vegetales. Estos ácaros constituyen una de las principales pestes


del cultivo vegetal y frutal, ya que invaden las hojas o los tallos de
las plantas y proceden a cavar túneles y alimentarse de la savia, disminuyendo
la capacidad vital de las plantas o a veces devorando las hojas, las flores o los
frutos y echando a perder la cosecha.
 Garrapatas. Se distinguen de los piojos y las pulgas en que no se trata de insectos, sino
de arácnidos: una forma, si se quiere, de ácaro. Las garrapatas se alimentan de sangre y
para ello suelen adherirse a otro animal y cavar un pequeño agujero en su piel para
garantizarse un flujo sanguíneo constante, a medida que crecen. Pueden transmitir
numerosos males, como la Enfermedad de Lyme. Una variante de estos parásitos son los
ácaros de la sarna, que cavan túneles en la piel de animales y del hombre.

 Ratas. Adaptados a la vida en las grandes ciudades, estos roedores pueden crecer hasta
un buen tamaño, devorando prácticamente cualquier cosa que consigan en los basurales y
las alcantarillas de las ciudades. Pueden filtrarse en casas y negocios y devorar almacenes
de comida e incluso de textiles, y además sirven de hospedador y medio de transporte a
pulgas y otros parásitos que pueden transmitirse al hombre. Tal fue el caso de la famosa
peste bubónica del medioevo europeo.

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