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Narraciones literarias

Una narración es el desarrollo verbal de una serie de sucesos, relatados de manera ordenada
y específica, ya sean reales o no. Una narración puede ser un relato, un cuento, una anécdota
y muchos otros términos más específicos, entre los que puede y suele haber distinciones
técnicas. (Equipo editorial Etecé, 2020)
Ejemplos de narraciones literarias:

1. El cuento
Carola estaba tumbada en el sillón de casa muy aburrida.
- Mamá, no sé lo que hacer - dijo perezosa.
- Puedes pintar un dibujo y después colorearlo - contestó su madre mientras planchaba la
ropa.
- No quiero, pintar me aburre - dijo Carola.
- Ya sé - dijo su madre. Puedes jugar a las peluqueras y hacer una bonita trenza a tu muñeca.
- No quiero, eso me aburre también - protestó de nuevo la niña.
- Llama a María, y jugáis a algo - dijo impacientándose de nuevo su madre.
- No quiero; ayer me enfadé con ella - contestó la niña haciendo una mueca.
Su madre la miró preocupada dejando de planchar. Carola se pasaba todo el día aburrida,
protestando y viendo en la televisión dibujos animados.
- ¿Por qué no sales con la bicicleta al jardín? - dijo su madre intentando animar a la niña
reanudando su tarea.
- No quiero; me aburre montar en bicicleta - dijo estirándose perezosa en el sofá sin mirarla
siquiera.
Su madre estaba cada vez más preocupada por el comportamiento de Carola.
- Mañana iremos a pasar el día al campo y nos bañaremos en el río - dijo.
- No quiero ir al río, me pican los mosquitos y además no sé nadar. - ¡Qué asco!
- ¡Iremos a pasar el día al campo! - dijo su padre por la noche. ¡Te guste o no! Y Carola se
fue protestando muy enfadada a la cama, sin querer cenar.
Al día siguiente llamaron a Carola que se levantó de la cama protestando de nuevo.
- ¡Os odio! ¡Siempre me estáis fastidiando! - dijo lloriqueando. - ¡Quiero tener otros padres!
¿Por qué no me dejáis vivir en paz? Y salió de la habitación metiendo mucho ruido, sin
desayunar.
Pero esta vez sus padres no estaban dispuestos a ceder a sus caprichos y continuaron hablando
entre ellos sin prestar atención a sus palabras.
Durante el trayecto en el coche apenas hablaron. Llegaron a un lugar precioso donde había
una verde pradera, un río de aguas transparentes y una zona de arboleda. Era el sitio ideal
para pasar el día.
Sus padres empezaron a jugar a la pelota y la llamaron:
- ¡Carola, ven a jugar!
Pero la niña se quedó de brazos cruzados mostrando su enfado y pensando que eran unos
padres horribles que no la querían y, con ese pensamiento se sentó apoyada en el tronco de
un árbol y se quedó dormida.
- ¡No quiero ir, me aburro! ¡Es un rollo teneros como padres! Siempre me estáis obligando a
hacer cosas que no quiero. ¡Me quiero ir de esta casa!
El cuento de Carola para mejorar la conducta infantil
Y entonces ocurrió algo que Carola no esperaba. Su madre dijo:
- Muy bien, si es eso lo que quieres te ayudaré a preparar el equipaje.
Carola siguió a su madre. Extrañada vio cómo abría la puerta de su armario y descolgó uno
de sus vestidos. Lo dobló cuidadosamente y lo metió en una pequeña maleta; luego metió
una chaqueta, calcetines y unos zapatos. Por último, eligió unas braguitas y una camiseta de
interior y cerró la cremallera.
- Ya está - dijo. Y se volvió ofreciéndole con indiferencia la maleta.
- Te pondré un bocadillo por si te da hambre esta noche - habló sin volverse a mirarla.
- ¡Luis! -llamó al padre - Ven a decir adiós a Carola que se va a buscar unos padres mejores
que nosotros.
Su padre entró en la habitación, la abrazó y acompañándola a la puerta dijo:
- ¡Qué te vaya muy bien cariño!
Entonces Carola empezó a llorar en silencio y, cuando quiso darse cuenta, oyó un fuerte
portazo y se vio en la calle.
- ¡No me quiero ir! - dijo sin disimular su llanto, aporreando la puerta.
- ¡No me quiero ir! - gritaba llorando. - ¡No quiero buscar otros padres!
- ¡Carola, Carola! - decían sus padres zarandeándola nerviosos.
Cuando despertó vio a sus padres que la abrazaban y miraban asustados.
Se dio cuenta que ellos siempre se habían preocupado por ella, que la querían mucho y se
estaba portando muy mal.
Abrazó a los dos todavía llorando y les dijo:
- ¡Os quiero! ¡Quiero jugar a la pelota con vosotros!
Sus padres se miraron contentos. No sabían qué había hecho cambiar a la niña de
comportamiento pero, desde ese día, Carola fue mucho más obediente y no era caprichosa.
Además daba muchos besos a sus padres.
Todo lo cambió una horrible pesadilla.

2. La novela
De aventuras
La vuelta al mundo en 80 días. Esta novela escrita por el francés Julio Verne narra el viaje
que emprende el caballero británico Phileas Fogg junto a su mayordomo francés “Picaporte”,
luego de una apuesta en la que arriesga la mitad de su fortuna seguro de que dará la vuelta al
mundo en 80 días. El texto se publicó por entregas en Le Tems, entre noviembre y diciembre
de 1872.
La isla del tesoro. El joven Jim Hawkins trabaja junto a sus padres en una posada. Un día
llega un viejo malhumorado y alcohólico que, cuando muere, deja un mapa para hallar un
tesoro, que fue enterrado por el pirata Flint en una isla tropical. El joven aborda un barco
para llegar a la codiciada isla, pero deberá convivir con una banda de piratas, liderada por
John Silver, que también querrá hacerse del botín. Escrita por el escocés Robert Louis
Stevenson, esta novela fue publicada por entregas entre los años 1881 y 1882 en la revista
Young Folks.

3. La leyenda
Leyenda de la luz mala
El origen de esta leyenda se encuentra en una fosforescencia que se ve en cerros y
quebradas del noroeste argentino, durante los meses secos.
La leyenda sostiene que este es el farol de Mandinga (el Diablo con forma humana) y que
su aparición indica sitios donde se esconden tesoros. Se afirma que la luz sería el espíritu
del antiguo y difunto dueño de los tesoros, en su intento de alejar a los curiosos.
El día de San Bartolomé (24 de agosto) es cuando estas luces se ven mejor.

4. El mito
Teseo y el Minotauro (mito griego)
El minotauro era un ser monstruoso que estaba en un laberinto de la isla de Creta y que se
alimentaba de humanos. Teseo se presentó en Creta para decirle a Minos, el rey de este
lugar, que podía matar al monstruo.
Ariadna, la hija de Minos, se enamoró de Teseo y decidió ayudarlo: le dio un ovillo de hilo
mágico para que él lo atara en la entrada del laberinto, matara al monstruo y pudiera salir.
Teseo cumplió con su misión y después se casó con Ariadna.

5. El relato
Historia Verídica, Julio Cortázar
A un señor se le caen al suelo los anteojos, que hacen un ruido terrible al chocar con las
baldosas. El señor se agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cuestan muy
caros, pero descubre con asombro que por milagro no se le han roto.
Ahora este señor se siente profundamente agradecido, y comprende que lo ocurrido vale
por una advertencia amistosa, de modo que se encamina a una casa de óptica y adquiere en
seguida un estuche de cuero almohadillado doble protección, a fin de curarse en salud. Una
hora más tarde se le cae el estuche, y al agacharse sin mayor inquietud descubre que los
anteojos se han hecho polvo. A este señor le lleva un rato comprender que los designios de
la Providencia son inescrutables, y que en realidad el milagro ha ocurrido ahora.

6. Fábula
La gallina de los huevos de oro
Una pareja de granjeros compró la gallina más gorda y rebosante del mercado. A la mañana
siguiente, cuando fueron a buscar los huevos al gallinero, se toparon con que la flamante
gallina había puesto ¡un huevo de oro! Este extraño suceso se repitió cada día.
Sin salir de su asombro, se les ocurrió que si mataban a la gallina, podrían hacerse de todos
los huevos de oro al mismo tiempo, sin tener que esperar a que ponga un único huevo por
día. El problema fue que, cuando la mataron, en el estómago de la gallina no encontraron
nada. Así, se quedaron sin la gallina y sin los huevos de oro.
Moraleja: La codicia nunca es buena consejera: nos puede llevar a perder lo que tenemos y
a convertir la fortuna en pasajera.

7. Diario
Querido diario: Hoy empecé el día tomando un buen desayuno, con café y postre. Luego de
esto fui al trabajo, soy periodista y he tenido que investigar bastante en estos días. Casi no
me ha dejado tiempo para compartir con algunos amigos, pero estoy bien porque me gusta
lo que hago. En la tarde cuando salía de hacer mis labores me encontré con Nick, él es mi
vecino y me parece muy guapo. Me invitó a cenar, acepté y la pasamos genial. Cuando
llegué a mi casa me di cuenta que se me había olvidado pagar los servicios, por lo que no
tenía nada de luz. Toqué la puerta de Nick, pero al parecer se había quedado profundamente
dormido. Así que tuve que improvisar al prender unas velas y estuve observando mucho
por la ventana a los caminantes nocturnos, cosa que no hacía desde hace mucho. En seguida
noté que había muchos vagabundos y me pregunté: ¿Qué habrá pasado para que terminaran
en ese lugar? Después de no encontrar respuestas a mi pregunta me hice poco de té. Apenas
y podía ver la llama de la candela. Alguien tocaba a la puerta y pude ver por el picaporte
que era Nick. Me sentí muy aliviada en ese momento, así que le abrí, pudimos conversar un
rato y me invitó a pasar la noche en su casa. Al día siguiente me devolví a mi hogar, al
pasarla junto con mi vecino tenía muchas emociones juntas y en realidad se convirtió en la
mejor noche de mi vida. Y sin más que agregar, buenas noches y hasta mañana.

8. Historia
Los tres cerditos
En el bosque vivían tres cerditos que decidieron construir una casa cada uno, para
protegerse de un lobo que rondaba por allí. Uno de los cerditos hizo su casa de paja; otro,
de madera y otro, con ladrillos.
Un día el primer cerdito vio que se acercaba el lobo y entró corriendo en su casa de paja. El
lobo sopló, la derribó y el cerdito se fue corriendo a la casa de madera, donde vivía su
amigo.
El lobo fue hasta la casa de madera, pero esta vez sopló más fuerte y también la derribó.
Los dos cerditos salieron corriendo a la casa de ladrillos de su otro amigo.
El lobo también fue hasta la puerta de esta casa, pero cuando sopló, no la pudo derribar.
Los tres cerditos estaban muy contentos.
Este es un cuento popular que busca transmitir una moraleja: cuando una persona se
esfuerza mucho, obtiene mejores resultados.

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