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GUIA 11 – LA LIBERTAD, LA PERSONALIDAD Y EL CARÁCTER

Instrucciones: Lea el siguiente texto y luego responda las preguntas.

1. Por qué soy como soy. La personalidad: temperamento y carácter.

La felicidad tiene estrecha relación con los buenos hábitos que vamos incorporando en
nuestra vida, tema que nos convoca en esta clase.

Hagamos una revisión y vamos poco a poco. El conjunto de rasgos que diferencian a una
persona de otra se denomina personalidad. Habremos experimentado a lo largo de
nuestra vida que hay aspectos de nuestra personalidad que son positivos y otros no
tanto y seguramente muchas veces hemos soñado con ser un poco mejores o con
eliminar los aspectos negativos de nuestro modo de ser. ¿Estamos hablando de un sueño
imposible? Definitivamente, no. La respuesta viene dada por los factores que componen
la personalidad: temperamento y carácter. El temperamento es innato, es decir,
“viene” en y con nosotros, por factores principalmente genéticos. Por otro lado, el
carácter se va formando o modificando a través de nuestras acciones del día a día. Lo
que veremos a continuación es cómo ir orientando nuestra actuación con el fin de tener
un carácter sólido, maduro y que nos haga ser personas plenas y felices.

2. ¿Cómo se construye el carácter (= “Ethos”)?

Algo de verdad tienen los dichos populares: “lo que se hereda no se hurta” o “de tal palo,
tal astilla”. El factor genético -mencionado anteriormente como temperamento- es un
componente de la personalidad, y tiene elementos positivos y otros defectuosos. Nos
encanta considerar los aspectos satisfactorios de nuestra forma de ser, pero ¿qué hacer
con los defectos? ¿Nos tendremos que quedar tranquilos pensando que varios
integrantes de nuestra familia tienen los mismos defectos? ¿No será un poco triste pensar
que nuestros defectos no tienen solución y permanecer como seres inactivos ante nuestra
situación?

La respuesta es alentadora, ¡hay mucho por hacer! De hecho, ya cada uno de nosotros
hemos hecho bastante en lo que llevamos vivido. Ya hemos tomado muchas decisiones
sobre aspectos más o menos relevantes: la elección de la carrera, salir o no a una fiesta
el día anterior a un examen, ser leal a un amigo, quedarnos con el dinero de más que nos
dio el cajero en el supermercado, etc. La enumeración de éstas y otras acciones han ido
dando forma a nuestro carácter. Más allá de los aspectos básicos o innatos de la
personalidad, la hemos ido construyendo o destruyendo con nuestra libertad. El buen
carácter se construye mediante la práctica constante de acciones buenas libres, que se
traducen en virtudes.

3. Yo soy lo que hago. Los hábitos hacen al hombre: virtud y vicio.

La pregunta sería, entonces, ¿hemos cultivado EL CARÁCTER o sólo nos dejamos llevar
por el temperamento? En primer lugar, sólo podemos cultivar aquello que hemos
adquirido y realizado libremente; en segundo lugar, tendríamos, entonces que
responder si es que hemos adquirido hábitos que se traduzcan en un buen carácter.
Por ejemplo, podemos tener la tendencia a distraernos con facilidad y a perder la
concentración en el estudio, para superar este defecto del temperamento tendríamos que
realizar acciones que nos permitan mantenernos concentrados, tales como: apagar el
celular y/o la televisión, establecer metas y objetivos en el estudio, buscar un espacio
adecuado, etc.

EL ELEMENTO MÁS IMPORTANTE DE LA PERSONALIDAD LO CONSTITUYE EL


CARÁCTER, que está compuesto por un conjunto de buenos y malos hábitos, producto
de un conjunto de acciones realizadas libremente. La repetición de un mismo acto
conforma un tipo de conducta estable y fácil (incluso automática).

Gracias a los HÁBITOS no es necesario que comencemos siempre desde cero, por
ejemplo, si ya tenemos el buen hábito de lavarnos los dientes después de cada comida, el
hacerlo cada vez no será una tortura –como suele ser para los niños pequeños-, sino que
será una actividad grata y sencilla. Es muy probable que hayas escuchado la frase: “una
golondrina no hace verano”. Para tu conocimiento, la dijo Aristóteles en el Libro de la
Ética, refiriéndose a que realizar una sola acción no constituye un hábito. Sólo el
conjunto de acciones en el tiempo, no esporádicas, puede formar el carácter.

Advertimos entonces, que los hábitos que hemos adquirido conforman parte esencial
de nuestra personalidad. Una personalidad bien definida se forja a base de hábitos y
vale lo que valen éstos. El que tiene el hábito de la vagancia, es un vago; el que tiene el
hábito del trabajo es trabajador. El primero es un desgraciado, el segundo es honorable y
seguramente bastante feliz. En este sentido, podemos afirmar que, de algún modo,
“SOMOS” LO QUE HACEMOS.

La palabra VIRTUD se conecta con la expresión griega areté, que se traduce como
“excelencia” de algo. Todo tiene su areté, su virtud, determinable atendiendo al telos, fin o
función que debe realizar cada cosa. La virtud es una acción buena permanente en el
tiempo (hábito) que perfecciona la naturaleza humana. Practicar las virtudes hace buena
la acción y al que la ejecuta, pues la acción virtuosa es buena en sí misma y hace de la
persona alguien de excelencia, por tanto, la virtud humana es “un hábito que perfecciona
al hombre para obrar bien”.

Así, la virtud no es un fin en sí misma, sino un MEDIO para alcanzar la felicidad. La


ciencia ética está al servicio de la persona para que alcance la excelencia moral. Lo
anterior viene a dejar claro que la ética no está para cumplir con un listado de normas
básicas, sino para orientar nuestro acto humano mediante el mayor bien que podamos
hacer.

El crecimiento personal, el cultivo y la perfección de la personalidad solo se logra


mediante la práctica libre de un conjunto de acciones buenas, no de una acción aislada,
“el que siembra actos, recoge hábitos, el que siembra hábitos cosecha su propio modo de
ser” (= Su CARÁCTER). En efecto, las virtudes morales fortalecen nuestra voluntad,
nuestra capacidad de amar (pues tal como lo vimos en Antropología, el objeto de la
voluntad es el amar) en cambio los vicios, empobrecen y estropean la voluntad y, por
tanto, disminuye su capacidad de amar. Ser una persona feliz no es algo espontáneo,
sino que implica una pregunta profunda “¿quién quiero ser?”, y que seamos felices va a
depender en gran parte de la práctica de las virtudes.

4. Somos predeterminados en el ser (temperamento) NO en la acción


(carácter).

En realidad, es el temperamento el que es heredado y por lo mismo, nacemos y morimos


con él, solo se puede “controlar”. Sin embargo, el “carácter” es el fruto de las decisiones
libres… Se le llama “carácter” al “hábito” que al igual que un traje o vestido, “nos hace ser
lo que somos” … 
En ética, como ciencia verdadera que es, hablamos desde el punto de vista de lo que
SOMOS (de forma predeterminada, por nacimiento), y de ahí concluimos, “lo que
debemos ser” y, por consiguiente, “lo que debemos hacer” … Pues son nuestras
ACCIONES y decisiones diarias (pequeñas o grandes) las que nos hacen lo que somos,
no somos lo heredado, bueno o malo, que queda en el plano de “predisposiciones” que
podemos no aceptarlas en nuestras vidas… Yo soy lo que hago y decido hacer de mi
vida, no lo que mis padres fueron o me entregaron…

Así, decir “hábito” o decir “Carácter” es lo mismo… Si HAGO siempre lo bueno y lo


honesto, entonces SOY PERSONA BUENA, PERSONA HONESTA… y soy persona con
“buen” carácter… Las virtudes y “la excelencia, como decía Aristóteles, no es un acto, es
un hábito” … Y ESO PRECISAMENTE es lo que nos lleva a la verdadera FELICIDAD. 

Esto también se refiere al “habito malo” que llamamos “VICIO”. Los vicios son el fruto
de REPETIR contra mi conciencia y mi entendimiento, actos que me autodestruyen. Y
me llevan a justificarlos…. (No encontrarán a ningún asesino, ladrón o embustero
habitual, “profesional”, que no Justifique CON MUY BUENAS RAZONES lo que hace …)

Es decir, el hábito de actuar mal, en contra de nuestra racionalidad y conciencia, nos


DEFORMA el entendimiento, nos deforma la voluntad (la debilita) y nos hace muy
“emocionales”, y por lo mismo, muy vulnerables, lo que poco a poco, nos va impidiendo,
poder cambiar… (como acostumbrarse a la oscuridad, nos lleva al extremo de que la
luz, para la que están hechos nuestros ojos, llegue a ser nuestro peor enemigo y nos
llegue a cegar, todo esto, de modo gradual).

Por ello, para poder salir de este pozo que parece sin fondo, al que nos llevan por
naturaleza todo vicio, se debe empezar “sanando” el entendimiento, es decir,
RECONOCIENDO que estamos mal y NECESITAMOS ayuda, como primer paso, y
como segundo paso, CONVENCERNOS FUERTEMENTE de que debemos salir, por
bien nuestro, por bien de nuestra familia, y por bien de todos los que nos rodean.

El recurso emocional es indispensable casi siempre (ya que el camino de la racionalidad


puede estar muy cerrado), y por ello el amor verdadero de pareja, de un hijo, el apoyo de
la familia, etc., se vuelven muy relevantes. Así como también, el “tocar fondo”, y por “amor
propio”, desear salir.
Las drogas, el alcohol… son ciertamente “extremos”. Pero nos señalan para donde va la
verdadera felicidad, y la fuerza y poder de la virtud y consiguientemente, el destino de
todo mal hábito de obrar.

GUIA 11 – LA PERSONALIDAD Y EL CARÁCTER


Instrucciones: Lea el siguiente texto y luego responda las preguntas.

1. Define el concepto de Virtud, desde la etimología latina y griega.

La palabra "virtud" proviene del término latino "virtus", que significa "ser vigoroso" o
"tener fuerza".
En la filosofía griega, el concepto de virtud está relacionado con la palabra griega
"areté". Areté se traduce comúnmente como "virtud" o "excelencia".

2. ¿Qué significa que la Virtud es un hábito y un carácter?

Es un hábito porque es una tendencia establecida en una persona para actuar de manera
consistente y repetida en ciertas formas moralmente correctas, y de esta manera se
convierten en hábitos arraigados en la persona.
La virtud se considera como parte del carácter de una persona. Una persona virtuosa
tiene un carácter que se caracteriza por la práctica constante de comportamientos éticos y
morales.

3. ¿Cuáles son las virtudes cardinales? ¿Por qué se llaman “cardinales”?

La justicia, la fortaleza, la prudencia y la templanza. Se llaman “cardinales” porque


actúan como bisagras alrededor de las cuales giran todas las demás.

4. ¿Cuáles son las virtudes principales del profesional?

Excelencia, honestidad, prudencia y responsabilidad (individual y social)

5. ¿La virtud es lo mismo que la honestidad?

6. ¿Por qué la verdad y la virtud nos hacen “libres” de verdad? Fundamente


La verdad y la virtud nos liberan de la falsedad, la ignorancia, los vicios y las malas
elecciones. Nos capacitan para vivir de manera auténtica, en armonía con la realidad y
con un sentido de propósito y significado. Al actuar de acuerdo con la verdad y cultivar
virtudes, nos liberamos de las limitaciones internas y externas que nos impiden vivir una
vida plena y ética.

¿Verdadero o falso?
Escoge la respuesta correcta para cada pregunta, marcando
con una X sobre la opción correspondiente.

1. Las virtudes siempre son hábitos.

A.   ?    Verdadero
B.   ?    Falso

2. El vicio debilita la voluntad, pero no al entendimiento

A.   ?    Verdadero
B.   ?    Falso

3. La virtud de la Justicia consiste en los derechos sociales

A.   ?    Verdadero
B.   ?    Falso

4. La virtud nos hace libres.

A.   ?    Verdadero
B.   ?    Falso.

5. La virtud de la fortaleza conlleva la ausencia de miedo.

A.   ?    Verdadero
B.   ?    Falso
6. El hábito y el carácter es lo mismo.

A.   ?    Verdadero
B.   ?    Falso

7. “Somos lo que hacemos”.

A.   ?    Verdadero
B.   ?    Falso

8. La virtud es el único medio para la felicidad

A.   ?    Verdadero
B.   ?    Falso

9. Los hábitos humanos nos hacen menos libres, pues nos predeterminan
de alguna manera, para bien o para mal.

A.   ?    Verdadero
B.   ?    Falso

10. El amor es el compendio de todas las virtudes

A.   ?    Verdadero
B.   ?    Falso
Empareja cada concepto con su descriptor
explicativo.
Ejercicio de emparejar

El habito de decidir hacer siempre el


CARACTER 1 A
bien

VIRTUD 2 B La elección de vida

VICIO 3 C Firmeza y constancia en hacer el bien

Discernimiento intelectual sobre los


FORTALEZA 4 D
medios a elegir.

PRUDENCIA 5 E La decisión habitual de actuar mal

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