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Luchas por el uso del espacio público:
explorando moralidades y narrativas de
la desigualdad. Cartoneros y Vecinos
en Buenos Aires
NATALIA COSACOV y MARIANO D. PERELMAN*
Abstracto. A partir de un extenso trabajo de campo etnográfico de larga duración realizado entre
y , y analizando la presencia, uso y luchas por el espacio público de cartoneros
y vecinos en barrios medios y céntricos de la ciudad de Buenos Aires, este artículo examina
prácticas, moralidades y narrativas que operan en la producción y mantenimiento de las
desigualdades sociales. Centrándose en las interacciones espacializadas, muestra cómo se
reproducen las desigualdades de clase y se generan las distancias sociales en la lucha por el
espacio público. Para ello, se abordan dos situaciones sociales. En primer lugar, exploramos la
forma en que los cartoneros construyen rutas en barrios de clase media para llevar a cabo su tarea.
En segundo lugar, presentamos un análisis del proceso de desalojo de un asentamiento cartonero
en la ciudad.
Palabras clave: Argentina, desigualdad, pobreza urbana, segregación social, espacio público
Introducción
Viernes, . pm: es de noche en Buenos Aires. Luis, un cartonero
cuarentón, empuja su carrito medio vacío entre los autos en una calle del
barrio pijo de Belgrano. Con ambas manos empujando el carrito, un cigarrillo
cuelga de su boca mientras las cenizas caen entre sus piernas. Llega a la
puerta de un gran edificio y deja el carrito junto a un coche aparcado. Deja
caer el cigarrillo al suelo y se acerca a Walter, el portero. Los hombres se
saludan y Luis le ofrece un cigarro a Walter, el cual acepta y se lo mete en el
bolsillo. En apenas unos días, el domingo, River y Boca jugarán el clásico del fútbol argent
Natalia Cosacov es investigadora postdoctoral en CONICET, Universidad de Buenos Aires.
Correo electrónico: nataliacosacov@gmail.com. Mariano D. Perelman es investigador del CONICET y del
IIGGUBA. Correo electrónico: mdp @yahoo.com.ar.
*Los autores desean agradecer a los tres revisores anónimos por sus comentarios sobre la primera versión
de este artículo.
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Natalia Cosacov y Mariano D. Perelman
El domingo es la noche en que Luis regresará y los dos hombres comienzan a hablar
sobre el juego. Uno de ellos apoya a Boca, el otro apoya a River. Se burlan y hacen
sus apuestas. Entonces Walter trae varias bolsas negras llenas de basura. Luis los
toma, los abre con cuidado, saca lo que necesita y lo carga en el carrito. Luego cierra
las bolsas y las deja junto a un árbol. En un rato, el camión de basura municipal los
recogerá. Los hombres se despiden. Un poco más adelante, Luis aparca su carrito y
le pregunta a un 'vecino' si 'tiene algo para regalarle'. El joven, de unos años,
dice que no, pero le dice que en la bolsa hay unos cartones. Luis le agradece y toma
la bolsa. Tan pronto como el vecino entra a su casa, Luis mira rápidamente dentro de
la bolsa y saca una caja de pizza recién usada, con un poco de queso mozzarella
todavía pegado. Deja caer la caja en su carrito y continúa su camino. Todavía le
quedan cuadras para completar su ruta.
Al igual que Luis, miles de personas viven de la recolección informal de basura en
Buenos Aires, actividad conocida como cartoneo. Aunque esta actividad no es una
'novedad', se volvió inusualmente visible a fines de la década de . Muchos
cartoneros llegan a la ciudad desde el segundo, tercer y hasta cuarto anillo del Gran
Buenos Aires. Llegan a la ciudad en tren, camión, caballo oa pie.
Muchos otros viven en los barrios marginales de la ciudad, villas o en lo que hoy se
conoce como Nuevos Asentamientos Urbanos.
A partir del análisis de la presencia, uso y luchas por el espacio público de
cartoneros y vecinos en barrios medios y céntricos de la ciudad de Buenos Aires,
este artículo examina prácticas, moralidades y narrativas que operan en la producción
y mantenimiento de las desigualdades sociales. Centrándose en las interacciones
espacializadas, muestra cómo se reproducen las desigualdades de clase y se
generan las distancias sociales en la lucha por el espacio público. Nos enfocamos en
las interacciones para dar cuenta de la tolerancia y los límites de las posibles apropiaciones espacial
Destacamos también el papel del Estado, como agente múltiple y contradictorio, en la
producción y mantenimiento de las desigualdades de clase.
El artículo analiza dos situaciones sociales. Primero, exploramos la forma en que
los cartoneros construyen rutas en barrios de clase media para llevar a cabo su
trabajo. En segundo lugar, presentamos un análisis del proceso de desalojo de un
asentamiento carto nero en la ciudad. La consideración conjunta de estas dos
situaciones sociales muestra que los cartoneros logran desarrollar su actividad
adoptando formas de hacer que implican negociar con las morales presentes en esos
barrios. Estas negociaciones permiten la construcción de relaciones entre vecinos y
cartoneros. Además, a través de diferentes agencias, el estado
La ciudad de Buenos Aires es el núcleo de la Región Metropolitana de Buenos Aires.
Véase Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). ¿Qué es el gran Buenos Aires?
(Buenos Aires: Publicaciones del INDEC, ), disponible en www.indec.gov.ar/glosario/
folletoGBA.pdf .
Vecino, 'vecino' en inglés, se usa como categoría nativa cuando aparece en español.
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Luchas por el Uso del Espacio Público
también contribuye a construir estas relaciones. El estado lleva a cabo acciones estratégicas para
transformar a los cartoneros en 'recicladores urbanos' (recuperadores urbanos). Sin embargo, los
casos examinados muestran que si bien los cartoneros pueden usar legítimamente esos espacios,
se acepta su presencia cuando se los concibe como recicladores urbanos, la cosa cambia cuando
deciden instalarse en la ciudad. La diferencia entre transitar por la ciudad y habitarla pone un límite
al uso legitimado del espacio por parte de los cartoneros. Se les acepta como trabajadores pero
no como habitantes. En Buenos Aires, los cartoneros de barrio de clase media no pueden
convertirse en vecinos. Aquí, una vez más el Estado opera sellando con fuerza pública la
contestación moral y estética de la presencia del cartonero como habitantes de este espacio.
El artículo se basa en un extenso trabajo de campo etnográfico de larga duración realizado
entre y en diferentes barrios de clase media de la ciudad. Se enmarca dentro
de un proyecto mayor que explora las redes de acceso de los sectores populares a Buenos Aires
y las formas en que se reproducen las desigualdades sociales. Como señala Goldman, el objetivo
central de la etnografía es construir un modelo de comprensión. Para ello, una de las herramientas
más útiles es dejar que la gente hable libremente, mientras el etnógrafo observa y es parte de la
situación. Durante nuestro trabajo de campo, en su mayoría dejamos que las personas hablen libremente.
Estar ahí nos permitió comprender y construir un modelo de comprensión.
Cuando lo consideramos necesario, solicitamos a cartoneros y vecinos que participaran en
entrevistas más formales, las cuales fueron grabadas.
El trabajo de campo a largo plazo se realizó cuando la actividad de recolección de residuos
(cartoneo) estaba siendo (re)configurada, lo que resultó ser un momento ventajoso en el estudio
de los procesos de transformación que tuvieron lugar en la ciudad. Pudimos comprender cómo
cartoneros y vecinos negociaban el lugar del cartonero en la ciudad. Seguimos la forma en que los
cartoneros se adaptaron a las morales imperantes en diferentes espacios y la forma en que estos
cambios impactaron en su actividad y en la identidad de los cartoneros. En suma, esos siete años
de trabajo nos permitieron entender cómo se construyeron la tolerancia y los límites al uso de la
ciudad. Ha sido una etnografía de procesos e interconexiones, siguiendo a Mallki, donde las
interacciones han sido una de las dimensiones necesarias para comprender las formas en que se
generan relaciones (y límites) a la estabilidad y acceso a la ciudad.
Durante los siete años de trabajo de campo, realizamos observaciones en diferentes barrios de
Buenos Aires. Caminábamos regularmente con cartoneros hacia y
En definitiva, habitar va más allá de la idea de hábitat o vivienda. Implica una relación con la
ciudad, una forma específica de vivir, imaginar y apropiarse de la ciudad.
Marcio Goldman, Como funciona a democracia: uma teoria etnográfica da política (Rio de
Janeiro: LETRAS, ).
Mariano D. Perelman, 'La determinación en el cirujeo de la ciudad de Buenos Aires. Una
aproximación desde la antropología', Desarrollo Económico, : ( ), pp. – .
Lisa H. Malkki, Pureza y exilio. Violencia, memoria y cosmología nacional entre los refugiados
hutu en Tanzania (Chicago: University of Chicago Press, ).
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Natalia Cosacov y Mariano D. Perelman
de sus casas, viajando con ellos a la ciudad ya través de ella. Participamos en sus
rutas de recolección, siendo testigos de sus contactos e interacciones cotidianas con
vecinos, porteros, policías y otros actores. También realizamos observaciones en las
casas de los cartoneros, así como en los lugares donde vendían los bienes
recolectados.
El artículo se divide en cuatro secciones. La primera sección explica el surgimiento
de los cartoneros en los barrios de clase media, así como ciertos cambios estructurales
que tuvieron lugar en la ciudad de Buenos Aires. El segundo presenta la importancia
de comprender la construcción de desigualdades en las interacciones.
El tercer apartado se centra en la presencia tolerada de cartoneros en los barrios de
clase media. Finalmente, la cuarta sección destaca los límites de la tolerancia al
abordar el desalojo de un asentamiento cartonero.
Transformaciones recientes en Buenos
Aires Entre las transformaciones recientes de las metrópolis latinoamericanas,
numerosos estudios han destacado el aumento de la pobreza urbana, la ampliación
de las brechas sociales y cómo ésta se expresa en forma de ocupación del suelo.
Ciertos estudiosos se refieren al surgimiento de un nuevo escenario urbano de
'metrópolis fragmentadas' o un urbanismo de 'mundos aislados'. Estos conceptos
han sido acuñados para dar cuenta de la falta de unidad e integración social de las
ciudades.
En línea con estos diagnósticos, algunos autores sostienen que en Buenos Aires
los procesos de polarización social expresan una nueva redistribución espacial que
conduce a nuevas formas urbanas con un marcado carácter insular. Así, la
investigación se ha centrado en estudiar el auge de la pobreza urbana y sus nuevas formas, así com
Marie France PrevotSchapira, 'Fragmentación espacial y social: conceptos y realidades', Perfiles
Latinoamericanos, ( ): – ; Marie France PrevotSchapira y Rodrigo Cattaneo
Pineda, 'Buenos Aires: la fragmentación en los intersticios de una sociedad polarizada', Eure,
: ( ), pp. – . Gonzalo Saraví, 'Mundos aislados: segregación urbana
y desigualdad en la ciudad de México', Eure, : ( ), pp. – .
Emilio Duhau, 'Las megaciudades en el siglo XXI. De la modernidad inconclusa a la crisis del
espacio público', en Patricia Ramírez Kuri (ed.), Espacio público y reconstrucción de ciudadanía,
(México: FlacsoPorrúa, ); Daniel Hiernaux Nicolás, 'Los frutos amargos de la
globalización: expansión y reconstrucción metropolitana de la Ciudad De México', EURE
(Santiago), : (diciembre ), pp. – . Gonzalo Saraví, 'Mundos aislados:
segregación urbana y desigualdad en la Ciudad de México', Eure, : ( ), pp.
– . Michael Janoschka, 'El nuevo modelo de la ciudad latinoamericana: fragmentación
y privatización', EURE (Santiago), : (diciembre de ), pp. – ; Daniela
Soldano, 'Vivir en territorios desmembrados. Un estudio sobre la fragmentación socioespacial y
las políticas sociales en el área metropolitana de Buenos Aires ( – )', en Proceso
de urbanización de la pobreza y nuevas formas de exclusión social (Bogotá: Siglo del Hombre
edit tores/ClacsoCrop, ), pp. – .
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Luchas por el Uso del Espacio Público
los usos de 'su espacio'; otras investigaciones se centran en las nuevas estrategias
residenciales y formas de consumo de las clases medias y élites. Como la pobreza
se concentra mayoritariamente fuera de la ciudad, los estudios que tienden a problematizar
la dimensión territorial a menudo se centran en la vida en los barrios suburbanos pobres o
los barrios
marginales de la ciudad. Estas líneas de investigación han contribuido, aun sin
proponérselo, a la idea de una disminución de las interacciones entre grupos sociales: las
grandes ciudades atraviesan un proceso de 'decadencia' urbana, los habitantes son cada
vez más incapaces de para 'vivir juntos' y la ciudad como lugar de encuentro e intercambio
se 'disuelve'. Además, e igual de importante, otra línea de investigación se refiere a la 'crisis'
del espacio público, abandonado por las clases medias, y el surgimiento de un nuevo
espacio público 'seguro' de gestión privada que garantice la sociabilidad de los sectores medios.
Además, dos procesos también contribuyeron a acercar la pobreza a la ciudad. Uno de
ellos fue la aparición de la actividad del cartoneo. A medida que el desempleo y la pobreza
se dispararon durante la década de , miles de personas recurrieron a actividades
formales para ganarse la vida. Con la implementación de las políticas neoliberales desde la
última dictadura cívicomilitar ( – ) e intensificadas durante los gobiernos de
Carlos Menem ( – ), el desempleo alcanzó niveles sin precedentes en pocos
años: de , por ciento en a , por ciento en .
El fin de la paridad fija uno a uno entre el peso argentino y el dólar estadounidense y la
devaluación del peso provocaron que el precio de ciertos materiales reciclables (como el
cartón) subiera más del por ciento. Cada vez era más frecuente ver gente rodeada
de montones de cartones recogidos en las calles.
Véase Natalia Da Representação y Daniela Soldano, 'Espacios comunes, sociabilidad y estado.
Aportes para pensar los procesos culturales metropolitanos', Apuntes De Investigación Del
CECYP, ( octubre ), pp. – .
Como Maristella Svampa, Los que ganaron. La vida en los países y barrios privados (Buenos
Aires: Biblos, ); Cecilia Arizaga, El mito de comunidad en la ciudad mundializada.
Estilos de vida y nuevas clases medias en urbanizaciones cerradas (Buenos Aires: El Cielo por
Asalto, ); Janoschka, 'El nuevo modelo de la ciudad latinoamericana'.
Emanuela Guano, 'La negación de la ciudadanía: el Buenos Aires “bárbaro” y el imaginario burgués',
Ciudad y Sociedad, : ( ), pp. – ; Emanuela Guano, 'De la Modernidad:
Imaginación Transnacional y Hegemonías Locales en el Buenos Aires Neoliberal', Antropología
Cultural, : ( ), pp. – .
Sobre el primero ver Alejandro Grimson, M. Cecilia Ferraudi Curto y Ramiro Segura, La vida
política en los barrios populares de Buenos Aires (Buenos Aires: Prometeo Libros, );
Denis Merklen, Pobres ciudadanos : las clases populares en la era democrática, Argentina,
– (Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina: Gorla, ).
María Cristina Cravino, Las villas de la ciudad : mercado e informalidad urbana (Buenos Aires:
Universidad Nacional de General Sarmiento, ).
Richard Sennet, El declive del hombre público (Barcelona: Península, ); Setha Low,
'Transformaciones del espacio público en la ciudad latinoamericana', Bifurcaciones, ( );
Zygmunt Bauman, Comunidad : en busca de seguridad en un mundo hostil ([Madrid]: Siglo XXI
de España Editores, ).
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Natalia Cosacov y Mariano D. Perelman
La palabra española para cartón, cartón, dio lugar a la denominación de las personas
que realizan esta actividad como cartoneros. Estos cartoneros recolectan en las calles
de la ciudad, especialmente en los barrios más ricos donde la cantidad de residuos y
su calidad son altos. La recolección es mayoritariamente una actividad nocturna: según
el sistema formal de recolección, los desechos deben sacarse a la calle entre las
. y las . horas. El camión de la basura luego recoge las bolsas, las
compacta y las lleva a ser enterradas en rellenos sanitarios fuera de la ciudad.
Esta forma de recolección difiere significativamente del sistema de gestión de
residuos vigente hasta , cuando se cerraron los vertederos a cielo abierto.
Hasta entonces, las cirujas (nombre con el que se conocía entonces a los recolectores
de basura) recolectaban y vendían los materiales recolectados en vertederos ubicados
en los márgenes de la ciudad. Con el cambio del sistema de gestión de residuos, los
recolectores se vieron obligados a buscar los residuos en las calles en lugar de
esperarlos. Durante la década de y la primera mitad de la de , el
cirujeo era una actividad apenas visible. Sin embargo, en los albores del siglo XXI se
convirtió en un fenómeno masivo: se veía a hombres, mujeres y niños recorriendo las
calles de la ciudad tirando de carretas y revisando bolsas de basura, en busca de
cualquier material reciclable. Para la clase media, la La presencia de los cartoneros
representaba la manifestación de la pobreza en su vida cotidiana: en la puerta de su casa y camino a
La presencia de cartoneros cuestionaba la ciudad imaginada libre de pobreza (o con
pobreza segregada territorialmente en villas miserias). Fue visto como una nueva
avalancha de 'cabecitas negras' (caras negras) en una ciudad blanca.
Para una historia de la recolección informal y su relación con el sistema de recolección formal
ver Verónica Paiva y Mariano D. Perelman, 'Aproximación histórica a la recolección formal e
informal en la ciudad de Buenos Aires: la “quema” de Parque Patricios ( – ) y
la del Bajo Flores ( – )', en Theomai, : primer semestre ( ), pp.
– ; Verónica Paiva, Cartoneros y cooperativas de recuperadores: una mirada sobre
la recolección informal de residuos. Área Metropolitana de Buenos Aires, –
(Buenos Aires: Prometeo Libros, ); Mariano D. Perelman, 'Caracterizando la recolección
informal en la ciudad de Buenos Aires', Latin American Research Review, : Número especial ( ).
Cabecitas negras se puede traducir literalmente como 'pequeñas espinillas' y se refiere al color
de cabello y tez de los migrantes de provincias a la ciudad de Buenos Aires. Se utiliza como
etiqueta peyorativa y descalificante. Durante el primer gobierno peronista, muchos opositores a
Perón hablaron de la 'inundación zoológica', una expresión despectiva que se refería a la
población migrante como si fueran animales entrando a la ciudad. Llama la atención que el
adjetivo 'negro' se utilice para distinguir a los habitantes de Buenos Aires de los 'otros'. Ver
Hugo Ratier, El cabecita negra (Buenos Aires: CEAL, ); Rosana Guber, 'El cabecita
negra o las categorías de investigación etnográfica en la Argentina', en Sergio Eduardo
Visacovsky y Rosana Gúber (eds.), Historia y estilos de trabajo de campo en Argentina (Buenos
Aires: Editorial Antropofagia, ), págs. – ; Natalia Milanessio, 'Peronistas y Cabecitas.
Estereotipos y ansiedades en la cúspide del cambio social', en Matthew B Karush y Oscar
Chamosa (eds.), The New Cultural History of Peronism : Power and Identity in Mid Twentieth
Century Argentina (Durham, NC y Londres: Duke University Press, ), págs. – .
Para conocer las formas en que se utilizan las cuestiones 'étnicas' como modo de exclusión en
Buenos Aires, véase Sonia Álvarez Leguizamón, María Ángela Aguilar y Mariano D. Perelman,
'Desigualdad urbana, pobreza y racismo: las recientes tomas de tierra en Argentina', en Carlos
Fidel y Enrique Valencia Lomelí (eds.), (Des)Encuentros entre reformas
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Luchas por el Uso del Espacio Público
Otro proceso que se dio fue el crecimiento de las villas (barrios marginales) y
aumento del número de asentamientos en el centro de la ciudad. Desde , en el
contexto de una profunda crisis social y económica, se disparó el número de ocupaciones
de inmuebles públicos y privados ubicados en zonas céntricas. Estos asentamientos se
denominaron Nuevos Asentamientos Urbanos (NAU) para distinguirlos de las villas
(nombre de los asentamientos históricos de los pobres de la ciudad). La mayoría de las
villas están ubicadas en el sur de la ciudad, tienen un marco más o menos estable,
algunos servicios básicos de infraestructura y están reconocidas en mapas oficiales. Los
Nuevos Asentamientos Urbanos, por el contrario, son formas de asentamiento urbano
pobre con un marcado carácter intersticial y distribuidas en diferentes puntos de la
ciudad. Su ubicación genera proximidad física entre grupos socialmente distantes.
Además, refuerza un 'borroso de la oposición villabarrio [vecindario] como principal
organizador de las fronteras entre la seguridad [el barrio] y la peligrosidad [la villa]'.
Mientras que los residentes de barrios de clase media perciben las villas como lugares
peligrosos pero distantes. Las NAU emergen como una otredad demasiado cercana y
peligrosa.
Teniendo en cuenta este contexto, es necesario complicar el diagnóstico antes
mencionado de la ciudad como fragmentada y 'disuelta' en mundos inconexos, donde los
diferentes grupos sociales difícilmente interactuarían, intercambiarían o se encontrarían.
Espacio Urbano y Desigualdades
Sociales Las interacciones y encuentros no hablan directamente de una sociedad más
'abierta' o más igualitaria. Más que un ejercicio de medición, nuestra propuesta es
considerar cómo se (re)producen las desigualdades sociales en determinados territorios.
De acuerdo con esta perspectiva, y en línea con investigaciones anteriores preocupadas
por dar cuenta del acceso diferencial de los sectores populares a la ciudad de Buenos
Aires, pretendemos comprender cómo se producen las desigualdades y examinar
las estrategias que los agentes despliegan en su uso del espacio urbano. .
Natalia Cosacov y Mariano D. Perelman
Centrarse en la construcción de las desigualdades sociales implica pensar los
procesos como relacionales, complejos y como productos del desarrollo histórico a
largo plazo. Según Tilly, las desigualdades son persistentes y se traducen en pares de
categorías sociales que a su vez reproducen y refuerzan la desigualdad social. En
un libro reciente, y basándose en las contribuciones de Tilly, Gootemberg y Reygadas
afirman que las desigualdades son 'indelebles' en América Latina: se basan en
procesos de largo plazo y se producen multicategóricamente. Según Reygadas, la
desigualdad también se (re)construye sobre una red de desventajas, una 'red' con una
base estructural duradera. Comprender cómo se
producen las desigualdades es necesario centrarse en el nivel relacional y observar
las interacciones, así como las narrativas que legitiman estas relaciones. Las narrativas
a menudo se basan en atributos 'individuales' de los agentes. Al examinar las
interacciones, es posible apreciar los momentos en los que se ponen en juego estas
narrativas. Sobre todo, el análisis de las interacciones en el territorio es clave para
comprender el papel del espacio en la producción de la desigualdad.
La distribución asimétrica del territorio, entre otros bienes valiosos, está en el centro
de los conflictos sociales y de la (re)producción de las desigualdades urbanas.
Los territorios y el espacio se construyen socialmente mediante relaciones de poder
y son áreas disputadas en términos de tensiones y experiencias históricas. El espacio
es el resultado de relaciones sociales espacialmente materializadas y encarnadas.
(eds.), La vida política en los barrios populares de Buenos Aires (Buenos Aires: Prometeo,
), pp. – . Para cartoneros, véase Débora Gorbán, 'La construcción social
del espacio y la movilización colectiva. Las formas de organizacion espacial de los sectores
populares en Buenos Aires. (Salir a cartonear, desentrañando prácticas y sentidos del trabajo
entre quienes se dedican a la recolección de materiales recuperables)', inédito. tesis de
doctorado Universidad de Buenos Aires, ; Mariano D. Perelman, Martín Boy and
Natalia Brutto, 'La pobreza expuesta: el cirujeo en la ciudad de Buenos Aires ( –
)', Universitas Humanística, : (enero de ), págs. – ; Mariano
D. Perelman y Martín Boy, 'Cartoneros en Buenos Aires: nuevas modalidades de encuentro',
Revista Mexicana de Sociología, : (septiembre de ), pp. – ;
Perelman, 'La certeza en el cirujeo de la ciudad de Buenos
Aires. Una aproximación desde la antropología'. Charles Tilly, La desigualdad persistente (Buenos Aires: Man
Paul Gootenberg y Luis Reygadas, Indeleble Inequalities in Latin America: Insights from
History, Politics, and Culture (Durham, NC: Duke University Press, ).
Luis Reygadas, La apropiación: destejiendo las redes de la desigualdad (Barcelona: Rubí y
México, DF: Anthropos; UAM, Unidad Iztapalapa, División de Ciencias Sociales y Humanidades,
).
Henri Lefebvre, La producción del espacio (Oxford: Blackwell, ); David Harvey, Spaces
of Capital: Towards a Critical Geography (Londres: Routledge, ); Doreen Massey,
Space, Place, and Gender (Minneapolis, MN: University of Minnesota Press, ); Pierre
Bourdieu, 'Efectos de lugar', en Pierre Bourdieu (ed.), La miseria del mundo (Buenos Aires:
Fondo de Cultura Económica, ), pp. – ; Akhil Gupta y James Ferguson
(eds.), 'Más allá de la “cultura”: el espacio, la identidad y la política de la diferencia', Cultural
Anthropology, : ( ), págs. – .
Gastón Gordillo, Lugares del diablo. Tensiones del espacio y la memoria (Buenos Aires:
Prometeo, ).
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Luchas por el Uso del Espacio Público
Los espacios son construidos por discursos que construyen la desigualdad. Sin embargo, el
espacio también juega un papel central en la producción de sujetos e identidades. Los
cartoneros son cartoneros en un espacio dado, mientras que pueden ser vecinos en otro.
Lo mismo es cierto para los vecinos. Así, el reconocimiento mutuo en un espacio determinado
es lo que produce identificaciones que a su vez producen inequidades. Por lo tanto, es
necesario examinar las prácticas y tecnologías a través de las cuales determinados grupos
sociales materializan su legítima presencia en el espacio. En este proceso, el comportamiento,
basado en valores morales, se vuelve central.
Una mirada atenta al territorio como espacio en disputa y productor de significados y
sujetos conduce al examen de los procesos de negociación en torno al acceso a la ciudad.
Además, permite visibilizar las estrategias desplegadas por los sectores subalternos para
hacerse parte de la ciudad.
Presencia tolerada: cartoneros como trabajadores
Esta sección se centra en cómo los cartoneros construyen rutas por los barrios para
desarrollar su actividad. Queremos enfatizar que su presencia es posible a través de arreglos
cotidianos que a su vez son el resultado de acciones, maniobras y negociaciones sobre el
uso del espacio público . ciudad a diario en busca de sus medios de subsistencia.
Una tarde, Pedro, un cartonero de años, nos dijo 'No es fácil caminar por la calle. La
gente te mira con desprecio, se mueven cuando te ven, te evitan o cruzan la calle, y cuando
quieres hablar con ellos se dan prisa'. En ciertas áreas de la ciudad, mientras caminan por
las calles, los cartoneros a menudo son desafiados debido a su condición de 'extranjeros'.
Aunque no siempre es la norma, parece ser un lastre que llevan consigo apenas salen de
sus casas y que se expone a diario en las calles.
En estos contactos, vecinos y cartoneros son personas morales. Ampliaremos esto en la siguiente
sección.
Gilberto Velho, Projeto e metamorfose. Antropologia das sociedades complexas (Rio de Janeiro: Jorge Zahar Editor, ).
En trabajos anteriores mostramos que la vergüenza es una emoción central, constitutiva de la
actividad de los cartoneros que comenzaron a coleccionar luego de la crisis argentina. Mariano D.
Perelman, 'La construcción de la idea de trabajo digno en los cirujas de la ciudad de Buenos Aires',
Intersecciones en Antropología, : (julio de ), pp. – ; Mariano D. Perelman,
'Vergüenza y dignidad. Resignificaciones sobre el sentido del trabajo en los nuevos cirujas', en
Pablo Schamber y Francisco Suárez (eds.), Recicloscopio . Miradas sobre recuperadores,
políticas públicas y subjetividades en América Latina (Buenos Aires: UNLA/UNGS/CICCUS,
), pp. – .
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Natalia Cosacov y Mariano D. Perelman
Otra tarde mientras caminábamos por la calle Florida (principal calle peatonal de
la ciudad y que alguna vez representó un ícono del progreso argentino), Osvaldo
nos dijo: yo quería
hacerme una formación y terminé la secundaria; si ahora pudiera seguir estudiando
lo haría. Me entrenaría en cualquier campo; Ya no quiero que me etiqueten como
'negro' (literalmente, negro). Porque, en verdad, te tachan de negro. Es aún peor
cuando eres provinciano como yo. Me alegré mucho cuando una amiga mía de
mi misma edad terminó sus estudios. Ella me hizo ver la diferencia. Antes de
graduarse, la gente le cerraba la puerta en las narices. Ahora ella tiene una licenciatura.
Entonces todos la llaman Licenciada esto, Licenciada aquello… Entonces si es
necesario sacar un título para dejar de ser negrito… que así sea. Dicen que no hay
discriminación, pero esto es falso. Cuando bajas al nivel en el que estoy ahora,
puedo ver que hay discriminación.
Osvaldo se refiere a ser 'negro', 'provinciano', 'pobre' y 'no tener título'. Sobre estas
categorías se construye la discriminación en Buenos Aires. Son narrativas
poderosas que construyen categóricamente la desigualdad: la condensación de un
'otro' que está fuera de lugar en la ciudad.
Muchos cartoneros desean pasar desapercibidos. Sin embargo, no hay lugar
para el anonimato en la ciudad. Primero, porque los cartoneros arrastran por las
calles enormes carretas llenas de basura. En segundo lugar, porque las relaciones
personales son fundamentales para garantizar que puedan realizar su trabajo. Así,
si bien se ha dicho que las calles son el lugar del anonimato, para los cartoneros
son el lugar de contacto y reconocimiento. Debido a que el reconocimiento se
da de maneras específicas, durante las interacciones es posible ver la forma en
que se producen los límites. En el espacio urbano de la ciudad es posible reconocer
la existencia de fronteras simbólicas producidas por actores sociales para
categorizar objetos, personas, prácticas y el propio espacio. Los límites crean orden
en el espacio urbano, generando distinciones y clasificaciones. Estas
categorizaciones, basadas en valores morales, producen identificación dentro de
un grupo y diferenciación de 'otros'.
Se refiere a las provincias de Argentina. Es común la diferenciación y discriminación de los porteños (habitantes de
la ciudad de Buenos Aires) hacia los provincianos.
Utilizamos la idea de reconocimiento de forma genérica. Hay reconocimiento tanto en momentos de afinidad como
en momentos conflictivos.
Michèle Lamont y Virág Molnár, 'El estudio de los límites en las ciencias sociales',
Revisión anual de sociología, : ( ), págs. – .
Fernando Balbi, De leales, desleales y traidores. Valor moral y concepción de política en el peronismo (Buenos Aires: GIAPER
Antropofagia, ), sostiene que referirse a comportamientos relacionados con valores morales es hablar de acciones
que consistentemente revelan la preferencia de determinados cursos de acción en términos de su conveniencia y obligación.
Esta preferencia se formula conceptualmente y la elección a favor de una acción se estimula a través de un peso emocional
asociado a su formulación conceptual. Adriana de Resende B Vianna, 'Derechos, moralidades y desigualdades: consideración a
partir de procesos de guarda de niños', en Carla Villalta (ed.), Infancia, justicia y derechos humanos (Bernal, Pcia. de Buenos
Aires: Universidad Nacional de Editorial Quilmes, ), pp. – , dice que
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Luchas por el Uso del Espacio Público
No hay nada nuevo en decir que las personas se comportan de manera diferente según el
contexto. Lo que queremos enfatizar es que al analizar las diferentes formas de comportarse de
las personas es posible comprender universos espacialmente simbólicos, moralidades y relaciones
de poder. Los cartoneros son aceptados en los barrios de clase media siempre que se les
reconozca como 'trabajadores' potenciales y se 'comporten adecuadamente' de acuerdo con lo
que se considera 'adecuado' en esos espacios.
Los recicladores necesitan acceder a estos espacios para obtener basura, recurso que transforman
en mercancía. El comportamiento 'adecuado' de los cartoneros no se entiende como tal en
términos de una valoración personal (del investigador).
Más bien, reconstruimos la idea del comportamiento correcto a través de nuestro trabajo de campo
etnográfico.
La transformación del estigma de cartonero pobre en trabajador fue favorecida por el gobierno
de la ciudad de Buenos Aires con la implementación de una serie de políticas destinadas a
transformar, al menos discursivamente, a los cartoneros en recuperadores urbanos (recicladores
urbanos) . la basura parece pertenecer a otra parte, y los cartoneros parecen estar fuera de
lugar, la aceptación de los recicladores solo está garantizada si cumplen con un comportamiento
espacialmente adecuado.
En territorio hostil, los cartoneros deben transformar el estigma en confianza, paradójicamente,
haciéndose visibles. Al crear rutas de recolección establecidas, pueden ingresar a un círculo de
confianza que depende en gran medida de 'estar allí'.
La necesidad de obtener un cierto grado de seguridad material, requerido en actividades tan
impredecibles, solo puede lograrse revirtiendo el anonimato.
La actividad de los cartoneros de moverse por la ciudad que provoca rechazo por parte de su
población también posibilita formas de afinidad con otros sujetos. Sin embargo, la producción y
mantenimiento de las relaciones personales también depende del comportamiento que despliegan
ambos actores (cartoneros y vecinos) que muestran aceptación mutua; esto generalmente ocurre
cuando y si el 'extranjero' respeta los códigos sociales y espaciales del territorio por el que circula.
Para generar confianza, los cartoneros deben aceptar el código de conducta que reconocen al
transitar por un espacio que les es ajeno. Es en este espacio donde estas personas que buscan
en bolsas de basura algo que recolectar se convierten en cartoneros.
la moralidad no puede ser tomada como un conjunto de comportamientos y valores claramente
definidos y estancos; las morales son un campo dinámico de construcción y transmisión nunca
completamente cerrado de antemano y dependiente de experiencias específicas que son
invocadas y explicitadas. Manuel Trufró y Luis M. Sanjurjo, 'Cuerpos precarios. La discursiva de
los “cartoneros”, entre la construcción del espacio público y la gestión biopolítica', Pregunta, :
( ), s/p.
Risa Whitson, 'Negociar el lugar y el valor: geografías del desperdicio y la basura en Buenos
Aires', Antipode, : ( ), pp. – .
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Natalia Cosacov y Mariano D. Perelman
En las relaciones que los cobradores construyen con los demás distinguen a los vecinos de
los clientes. Esta distinción también muestra la variada aceptación de los cartoneros por
parte de los habitantes de la ciudad. En una entrevista, Julio (un coleccionista de años)
destacó la importancia de ser conocido, donde
La gente debe saber que eres bien intencionado, correcto, que no eres un ladrón,
ni un borracho, que no eres un drogadicto o un violador. Debes cumplir con todas
estas condiciones o no podrás caminar por las calles. Luego, llega un momento en
que la gente sabe que eres un tipo que intenta ganarse la vida y que no eres un
ladrón. Entonces la gente te empieza a separar y a guardar botellas, vasos,
diarios, revistas, telas y colchonetas […] Para andar por estas calles tienes que
estar limpio, rapado […] y sobre todo hay que respetar a las mujeres, porque hay
diez brujas en cada cuadra, y si pasa una muchacha linda y solo la saludas, habrá
o mujeres preguntándole, '¿Qué dijo?'; [Luego se ríe y continúa] son
chismosos, pero en el buen sentido. Y si te pasas de la raya, entonces eres una
mierda y no un cartonero […] y aunque caminas esas cuadras, los vecinos te
cierran la cortina y te dicen 'ahí va esa baba'.
Desde el punto de vista de Julio, la confianza surge en el reconocimiento personal. El 'ahorro' de
materiales de Vecinos es prueba de ello, así como del hecho de que es visto como un 'trabajador'.
Como es imposible que Julio pase desapercibido, intenta tratar a los vecinos con amabilidad,
haciendo del lugar desconocido uno más familiar. Como ya se mencionó, la confianza se basa en
actos recíprocos.
Para los vecinos, la confianza se hace posible a través de la presencia diaria de personas que
no deberían estar allí. Ante la alteridad aparece la pobreza, el miedo a ser robado o violado; sin
embargo, la personalización de la relación permite la confianza y la certeza de que 'no les pasará
nada', porque los cartoneros son 'buenas personas'. La confianza también se construye en los
gestos cotidianos de la calle. Mantener relaciones estables requiere comportamientos específicos
como 'no emborracharse', 'no drogarse', como apuntaba Julio. En resumen, los cartoneros no
deben comportarse de manera que pueda ser percibida como inaceptable en el contexto donde
recolectan. Por lo tanto, las relaciones que se establecen entre cartoneros y clientes implican
que los cartoneros reconocen la existencia de límites basados en motivos morales que no deben
cruzarse. .
Los cartoneros devuelven la buena disposición de ciertos vecinos del barrio con un buen
comportamiento en la calle: limpiar después de recoger, no ocupar con sus carritos espacios que
puedan molestar a la gente y tratar a la gente con cordialidad.
Este comportamiento es muy valorado por los vecinos.
Mientras que la primera categoría cartoneros se refiere a todas las personas presentes en la zona de acopio, la segunda
categoría define a ciertas personas: los vecinos que guardan la mercancía para ellos. Para un análisis de la construcción y
mantenimiento de clientes ver: Perelman, 'La certeza en el cirujeo de la ciudad de Buenos Aires. Una aproximación desde la
antropología'.
Nuestro trabajo de campo tanto en los barrios donde viven los cartoneros como donde se recolectan nos
permitió observar formas diferenciales de comportamiento. Mientras que la discreción parece ser el objetivo
en este último, la jactancia a menudo está presente en el primero.
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Cuando le preguntamos a Fernando, un vecino del barrio de clase media de Caballito,
por qué separaba bolsas de basura para Fortunato, un cartonero, respondió que el
comportamiento de Fortunatos fue clave: dejó todo limpio y estacionó su carrito en un lugar
donde no interfirió con nada.
Fernando también se refirió a Fortunato como una persona trabajadora y que no era 'vago'
como otros cartoneros a los que 'los vecinos odian' porque no les importa la 'higiene', que
'dejan trastos sucios' y 'gritan blasfemias delante de la niños'.
Muchas veces escuchamos a los vecinos quejarse de los cartoneros. La mayoría de las
quejas se basaban en argumentos sobre la peligrosidad de los recolectores y su limpieza
(o falta de ella). Whitson ha señalado que la (geografía de) los residuos visibiliza las
relaciones de poder, la construcción de identidades y significados. La mayor presencia
de recicladores en estos barrios medios de la ciudad intensificaron la idea de que la basura,
así como ciertos actores sociales asociados a ella, pertenecen a otra parte.
Muchos vecinos se quejaron de la mera presencia de cartoneros en los barrios y los
culparon del aumento de los robos: 'Los cartoneros están mirando los carros; cuando ven
la oportunidad de robar un equipo de música, van a por ello', 'vienen a robar', 'llevan en sus
carretas cosas robadas', eran algunas de las frases que muchas veces escuchábamos de
los vecinos.
Otros vecinos culparon a los cartoneros de la creciente inmundicia de las calles: 'rompen
las bolsas de basura, dejan basura por toda la vereda, no les importa nada'. ¡Están sucias,
mira el estado de las aceras! Esto es un desastre', se quejaron otros. Los carros también
fueron motivo de disputa. Algunos vecinos se quejaron de obstrucciones en las entradas
de vehículos o en los cruces peatonales. Por el contrario, los cartoneros se quejaron de la
falta de respeto de los vecinos por su actividad. Los coleccionistas dijeron, por ejemplo,
que mientras empujan sus carritos en las calles, muchos conductores 'simplemente nos
chocan con sus autos'.
Así, podemos distinguir entre vecinos con los que los cartoneros generan buenas
relaciones, de aquellos con los que establecen relaciones conflictivas (que muchas veces
quedan sólo a nivel de denuncias), y aquellos que tratan de excluirlos de su territorio,
cuestión que se examinará en la siguiente sección.
Las quejas expresan comportamientos imaginados como apropiados por ambos grupos.
Una vez, un cartonero llamado Manuel nos mostró una página donde había escrito una
serie de 'reglas' sobre cómo debían comportarse los cartoneros. De acuerdo con él,
El discurso de la peligrosidad remite a la criminalización de la pobreza y el miedo a los pobres. Entendemos el miedo no como una
reacción natural, sino como una construcción de sentido. Desde esta posición, el miedo es un factor que explica el comportamiento
de las personas. En el miedo es posible reconocer formas sociales instituidas (más que individuales) de acción. No se debe pensar en
el miedo como 'racional' o 'irracional', sino que debemos centrarnos en las formas en que se construye un objeto de miedo.
Whitson, 'Negociar lugar y valor', op. cit.
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muchos cobradores no actuaban como es debido y eso tenía implicaciones para todos
los cartoneros. Manuel dijo que algunos de ellos 'dejaron todo sucio, estaban borrachos o
mal vestidos'. Así, Manuel estaba reconociendo que los coleccionistas necesitaban
'comportarse correctamente' en las calles de la ciudad y cómo el espacio impone el
comportamiento. En sus acciones, los cartoneros reconocen esta historia de exclusión y
estigmatización en territorios morales.
Durante el trabajo de campo, notamos que los cartoneros se comportan de manera
diferente al recolectar (en las calles de los barrios de clase media) en comparación con
los barrios donde vivían, cuando vendían los materiales recolectados o cuando viajaban o
regresaban de la ciudad en tren.
Si bien los gritos, el tabaquismo, la música alta y los insultos fueron prácticas comunes
en estos segundos momentos, durante la recolección los cartoneros intentaron comportarse
de manera menos antagónica: evitaron las malas palabras; la música fue sustituida por
las conversaciones con los vecinos y prevaleció la cordialidad. Nuestra interpretación es
que mientras las calles aparecen como territorio del 'otro', los otros lugares emergen como
territorio familiar o territorio propio.
Los patrones diferenciales de comportamiento expresan fronteras simbólicas que los
recicladores experimentan en sus rutas cotidianas. El espacio encarna moralidades
hegemónicas que gobiernan el territorio y orientan formas de actuar. Pero, sobre todo,
estas diferentes formas de actuar dan cuenta de cómo los sujetos construyen territorios e
identidades territorializadas.
Gloria, por ejemplo, es muy conocida en el barrio donde vive por ser activista social.
Cuida de sus vecinos, quienes acuden a ella en busca de ayuda para resolver problemas.
Sin embargo, en el trato con vecinos de barrios de clase media, Gloria es una cartonera.
Mientras que en su barrio Gloria tiene nombre, es conocida, maneja recursos y tiene la
capacidad de dar órdenes, en los barrios de clase media adapta su comportamiento de
acuerdo a las morales y relaciones imperantes en esos espacios.
Durante el trabajo de campo, preguntamos a los vecinos cómo veían a Gloria. Lo más
común es que escuchemos que es 'una mujer trabajadora', 'amigable' y que 'lo deja todo
limpio'. Sin embargo, sus conciudadanos no se referían a ella como cartonera ni la
relacionaban de ninguna manera con la recolección de basura. En cambio, ella era vista
por ellos como una barrial (líder de barrio) de referencia. Para estas personas, la
característica central era su capacidad para resolver problemas.
Al comprender las formas en que las personas se 'comportan', es posible ver las
imágenes, tanto explícitas como implícitas, que los grupos tienen unos de otros, las
negociaciones y adaptaciones de comportamiento en términos de establecer y mantener
relaciones.
Con esto no pretendemos dar a entender que los agentes tengan una idea racional de
cómo deben comportarse. En cambio, hay una especie de interiorización y prácticas
conscientes de la forma de actuar. Además, no queremos decir que los vecinos o
cartoneros sean per se una clase o grupo homogéneo. Pero seguramente su día a día
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vidas, y sus experiencias son diferentes. Por un lado, vecinos y cartoneros cuando
interactúan son personas morales. Así, los coleccionistas se ven obligados a transformar
el anonimato en confianza. El anonimato funciona para los vecinos, pero no para los
cartoneros: hay que reconocerlos individualmente y no como parte de un colectivo 'fuera
de lugar' .
Estos procesos dan cuenta del reconocimiento mutuo de la presencia de un 'otro'
con diferentes capacidades para imponer sentido y apropiarse del espacio. El análisis
de las interacciones en el espacio nos permitió ver cómo las personas que recolectan
basura se construyen como o se convierten en cartoneros y las personas que viven en
el territorio de recolección, como vecinos. El análisis de las relaciones sociales nos
permitió ver la capacidad de los vecinos para controlar el acceso de los cartoneros al
territorio de dos maneras: primero, reconociendo a los recolectores (permitiéndoles
transitar, ignorándolos o estableciendo una relación personal con ellos) y segundo,
dándoles recursos materiales. Debido a que la actividad del cartoneo es económica,
generar la posibilidad de coleccionar, ya sea otorgando la posibilidad de moverse por el
territorio o guardando materiales para ellos, es una forma de control muy poderosa.
Los límites de la tolerancia: el asentamiento de Morixé y su desalojo
Hasta ahora, hemos analizado las formas en que los recicladores, en la medida en que
son vistos como 'trabajadores', pueden desplegar estrategias que pueden revertir o
frenar el estigma que cargan, permitiendo así para que caminen por las calles y recojan
la basura. En las interacciones entre cartoneros y vecinos vimos que los primeros
buscan ajustar su comportamiento de acuerdo a una moral hegemónica del territorio
donde desarrollan su actividad. En esta 'imposición' hay un espacio para la negociación.
Esta sección se centra en una situación que ilustra los límites de la tolerancia a la
presencia de cartoneros en un barrio de clase media. Nos referiremos a la forma en
que los vecinos, incluidos los que tienen la consideración de clientes, impugnaron la
presencia de los recolectores cuando se convirtieron en vecinos del barrio.
Cuando los cartoneros como trabajadores se apropian temporalmente del espacio
público, adoptan formas específicas de hacer que les permiten negociar. Pero cuando
se convierten en habitantes del barrio e intentan una apropiación permanente y visible
del espacio, los vecinos cuestionan su presencia. Abordaremos esta cuestión analizando
el caso del asentamiento cartonero de Morixé.
El asentamiento estaba ubicado en Caballito, un barrio de clase media y media alta,
ubicado en el centro geográfico de la ciudad de Buenos Aires.
A pesar de ser un barrio consolidado, dentro de él hay un baldío
Aunque estos grupos no son homogéneos, creemos que las experiencias (tal como las entiende
Thompson) unifican y diferencian a cartoneros y vecinos, EP Thompson, The Making of the
English Working Class (Vintage, ). Al analizar las experiencias cotidianas, es posible
construir una perspectiva interpretativa que privilegie la perspectiva de clase. Claudia Fonseca,
'La clase social y su recusación etnográfica', Etnografías Contemporáneas, : ( ): .
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espacio, terreno propiedad del gobierno federal y que antes de las privatizaciones de
la década del , fue el patio de mercancías del ferrocarril Sarmiento. Sobre
una parte de este espacio abandonado creció el asentamiento cartonero de Morixé.
Los cartoneros construyeron sus viviendas precarias a un lado de la vía férrea y al otro
lado establecieron un lugar para recolectar los materiales reciclables (botellas, hojalata,
madera o cartón) recolectados en sus rutas diarias.
El asentamiento había estado allí durante varios años cuando el problema se hizo
público. En , la construcción de un puente hizo visible el asentamiento;
dos años después, alegando que se trataba de un riesgo sanitario y un 'riesgo para la
vida y la salud pública', el gobierno de la ciudad ordenó 'el desalojo inmediato de las
viviendas precarias' y procedió a desalojar el asentamiento. El puente había sido
construido para el tráfico rodado y peatonal. Sin embargo, como efecto inesperado,
hizo visible el poblamiento que hasta entonces había permanecido invisible por la
morfología del lugar. El puente creaba una zona de contacto, en frase de Geertz, entre
sujetos diferentes y desiguales. Funcionaba como un artefacto que vinculaba lo
diferente y diferenciaba lo vinculado.
A diferencia de lo que sucedía en las calles donde se toleraba la presencia de
cartoneros, la creación del puente activó una serie de discursos y prácticas que
permitieron comprender los límites de la relación entre cartoneros y vecinos. Los
vecinos del lugar organizaron manifestaciones, se reunieron con funcionarios públicos
y realizaron varios reclamos y denuncias ante el Ministerio de Medio Ambiente y
Espacio Público para lograr el desalojo del asentamiento.
En este caso, el territorio también fue un componente clave en la construcción de
sujetos. Mientras que los recolectores que circulaban por los barrios eran construidos
como cartonerostrabajadores, los habitantes del asentamiento eran vistos como
cartoneros usurpadores, lo que producía una deslegitimación de su presencia.
Durante el trabajo de campo en el asentamiento, notamos que el comportamiento de
los habitantes era diferente al de cuando estaban recogiendo. Estos modos de actuar
se referían a distintos modos de apropiación del espacio. En el asentamiento, para los
vecinos de Caballito no sólo estaba en juego la moralidad hegemónica, sino también la posibilidad
Según la Comisión de Vivienda de la Legislatura de la Ciudad (CVL), cuando fue desalojado el
asentamiento tenía años y vivían entre y familias.
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de controlar y dominar el espacio y las personas. El asentamiento surgió así como un
territorio moral 'otro', pero dentro del barrio. El asentamiento car tonero se percibía
entonces como una otredad amenazante que reforzaba la construcción imaginaria de un
sentido de comunidad de vecinos, que se expresaba en manifestaciones públicas a
favor del desalojo del asentamiento.
Lo que produjo la presencia pública del asentamiento, entonces, fue la (re)construcción de
un 'nosotros' y de un 'otro'. Los vecinos comenzaron a identificarse y definirse como
residentes, como un grupo que no solo se identifica en términos de su proximidad física,
sino también de su semejanza social y moral.
La visión de Whitson en relación a la geografía de los residuos, como organizador de las
relaciones sociales y donde la basura está fuera de lugar, permite comprender los dos
casos que analizamos en conjunto. Ambos casos muestran cómo se construye una relación
aceptable entre el espacio, las personas y la basura, así como los límites que reposicionan
la basura y las personas que vuelven a tratarla como 'fuera de lugar'. En el proceso de
desalojo, las narrativas produjeron cartoneros construidos como 'invasores', 'peligrosos' y
'contaminadores', además de mal uso del espacio público.
Aunque muchos de estos recolectores fueron construidos como cartonerostrabajadores por
los vecinos mientras circulaban, cuando eran vistos como habitantes del asentamiento se
convertían en ocupantes ilegales.
Una vecina escribió: 'Cuando el puente estuvo terminado, reveló muchas casas
precarias […] que crecían sin cesar. Junto a esta precarización de la vivienda, empezaron
a aparecer allanamientos, robos en casas, mercados, carros y transeúntes […] (Carta de
una vecina a una de las organizaciones barriales, enero ).
Como en este caso y en muchos otros, los cartoneros se convierten en ladrones y
ocupantes ilegales. Para los vecinos del barrio, la 'inseguridad' se refiere al peligro de daños
a la propiedad, los bienes y las personas. El asentamiento fue categorizado como 'fuente
del crimen'. Este discurso es sostenido y construido no solo por los vecinos sino también
por los medios de comunicación. De hecho, se publicaron varios artículos en la prensa
que presentaban el asentamiento como vinculado a un aumento en el número de robos en
la zona. En las narrativas de los vecinos, la inseguridad se explica en la transformación
de los pobres en una 'clase peligrosa'.
Anthony P. Cohen, The Symbolic Construction of Community (Londres: Ellis Horwood Ltd.
y Tavistock Publications, ); Mary Douglas, Como piensan las instituciones
(Madrid: Alianza, ). Trufró y
Sanjurjo, 'Cuerpos precarios. La discursiva de los “cartoneros”, entre la construcción del
espacio público y la gestión biopolítica'. 'Caballito:
denuncian que la zona del nuevo puente es muy insegura. Las miradas apuntan a un
asentamiento ubicado entre las vías' (Clarín, oct. ); 'La inseguridad golpea
al nuevo puente de Caballito' (Infobae, oct. ); 'Crece la ocupacion de un
terreno fer roviario en la zona de la cancha de Ferro. Pelea entre vecinos y cartoneros
por una asenta miento en Caballito' (Clarín, junio ); 'Vecinos de Caballito
exigen la erradicación de asentamiento' (Infobae, de junio de ).
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Hubo varias reuniones entre vecinos y funcionarios públicos para lograr la
evacuación del asentamiento. Durante las reuniones, los vecinos recurrían a su
propio origen plebeyo o inmigrante para justificar su oposición al asentamiento
cartonero en el barrio. Hicieron una distinción entre sus ancestros europeos,
inmigrantes que llegaron a la Argentina sin 'nada', y los pobres de hoy, que
vincularon con la migración de países limítrofes.
Como lo expresa Rita, vecina de Caballito desde hace más de años: 'mis
antepasados también eran inmigrantes y eran muy pobres; no tiene nada de malo
ser pobre, pero mis abuelos trabajaron mucho, lucharon y pudieron salir adelante'.
En los discursos de los vecinos, los pobres actuales no han incorporado la 'cultura
del trabajo y el esfuerzo', narrativa que ha constituido las clases medias argentinas .
inversiones que han hecho para vivir en ese barrio.
El asentamiento cartonero, por lo tanto, representó una otredad amenazante
para los vecinos; lo percibían como una 'fuente de delincuencia' que los exponía a
peligros potenciales. Además, era una otredad amenazante vivida como ilegítima e
ilegal en la que el espacio público estaba siendo 'usurpado' por personas que 'no
se esfuerzan' y 'no pagan impuestos'. Para los vecinos, el desorden en el espacio
público se refiere al desorden en las jerarquías sociales. Se distinguen de los
'invasores' porque se consideran 'ciudadanos contribuyentes'. Como nos dijo
Enrique (que estaba terminando su carrera universitaria) 'pagamos impuestos,
avanzamos; no está bien que tengamos que protegernos de los ocupantes ilegales'.
Según los discursos de los vecinos, son ellos quienes contribuyen al mantenimiento
de la comunidad 'pagando impuestos y respetando la ley'.
Las quejas y molestias de los vecinos también se referían a los cambios en el
ambiente del barrio provocados por la presencia del asentamiento.
Durante las múltiples reuniones a las que asistimos, los vecinos mostraron a los
agentes del gobierno fotos y videos para denunciar que los cartoneros que vivían
en el asentamiento generaban 'suciedad' y 'contaminación'. En los procesos de
segregación urbana, como destaca Carmen, la contaminación involucra
diferentes significados y siempre funciona entrelazado con discursos más amplios
como la noción de ciudadanía, las formas adecuadas de ocupar los espacios y de
relacionarse con el resto de los sujetos en el territorio, etcétera. En una de las
reuniones, una vecina, que pocos meses después ganó el premio Vecino Participativo , d
desde hace meses los vecinos de Caballito observamos con mucha preocupación un
nuevo asentamiento ilegal junto al nuevo puente y debajo del mismo […]; este conglomerado
es fuente de infección y asentamiento de roedores y alimañas. Además, obviamente no es
un espectáculo agradable para los que cumplimos con las ordenanzas municipales […]. Este
Ezequiel Adamovsky, Historia de la clase media argentina: apogeo y decadencia de una ilusión,
– , a ed. (Buenos Aires: Planeta, ).
María Carman, Las trampas de la naturaleza. Medio ambiente y segregación en Buenos Aires (Buenos
Aires: Fondo de Cultura Económica, ).
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Luchas por el Uso del Espacio Público
nueva fuente de infección presenta otro conjunto de potenciales viviendas precarias a sólo
metros de nuestras casas […]. Caballito es una zona residencial y por su condición
de tal pagamos altos impuestos. Estos asentamientos ilegales y precarios, así como todas
las prácticas que los acompañan, nos llevan a los residentes a ver con disgusto este tipo
de invasiones visuales y ambientales que perjudican el lugar que hemos elegido para vivir.
[…]. En este asentamiento ilegal […] vemos importantes consecuencias en cuanto a la
inseguridad en la zona, así como el daño ambiental.
Muchos vecinos compartieron esta representación del asentamiento como ilegal,
productor de inseguridad y contaminación. Como residentes del asentamiento, los
cartoneros ya no podían ser vistos como trabajadores. Mientras caminaban por las
calles buscando materiales se valoraba su esfuerzo, así como la idea de que se
ganaban la vida 'trabajando'; sin embargo, cuando se convierten en 'residentes', la
noción de cartoneros como trabajadores se abandona por completo. Las diferentes
formas de uso del espacio, desde la apropiación momentánea hasta la permanente, se
dieron en el mismo espacio barrial, y produjeron diferentes sujetos: desde cartonero
trabajador cuando solo recolectan hasta cartoneroinvasor cuando se asientan.
Los organismos estatales también contribuyeron a la producción de esta diferencia.
En la sección anterior mencionamos que el estado, a través de diversas acciones, operó
en la construcción de los cartoneros como trabajadores (como 'recicladores urbanos').
Este intento de gestionar la alteridad permitió la presencia legítima de los cartoneros
mientras hacían su trabajo. El acuerdo muestra, sin embargo, los límites de la tolerancia
estatal. El de octubre de , en una de las diez reuniones que mantuvieron
los vecinos con funcionarios públicos, Pablo Fornieles, director general de política de
reciclaje, fue el encargado de explicar a los vecinos el proceso legal y los plazos para
el desalojo del asentamiento. . La intervención del funcionario público inició con una
frase que garantizó la atención de los vecinos durante bastante tiempo sin interrupciones.
Fornieles comenzó su presentación diciendo que estaba allí para 'explicar el plan sobre
el desalojo de Caballito'. Su audiencia escuchó atentamente. 'La posición del Gobierno
es que [los residentes del asentamiento] ya no pueden estar allí, en el barrio, deben
irse. El espacio público no es negociable. Los sacaremos en buenos términos o
aplicaremos la ley. El espacio público debe ser utilizado y disfrutado por los residentes,
no usurpado”.
Ambos casos muestran que una geografía de los desechos crea relaciones sociales
basadas en la noción de que la basura está 'fuera de lugar': pero también muestran que
'el lugar' se puede negociar. Cartoneros y basura están fuera de lugar. Sin embargo,
este 'fuera' territorialmente incluye y excluye a los cartoneros simultáneamente. Además,
es posible decir que la inclusión excluyente tiene sus límites. Como en el segundo caso
analizado no hay negociación posible. Si bien se puede decir que el asentamiento forma
parte de la geografía de los residuos, existe un proceso de desplazamiento narrativo
hacia otras geografías que convierte a los cartoneros en invasores indeseables. El
desalojo puso así a los cartoneros 'en su lugar' como legítimos usuarios del barrio sólo
en circulación, pero no como residentes de pleno derecho, como vecinos.
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Conclusiones: Tolerancia, Desigualdad y Espacio Público
Durante las últimas décadas el crecimiento de la pobreza urbana y las desigualdades
sociales junto con la implementación de nuevas formas de política urbana y la promoción
de ciertos discursos sobre la 'violencia', la 'inseguridad' o el 'medio ambiente', fusionados
con viejos discursos de segregación para producir nuevas formas de acceso a la ciudad
para los sectores populares. Estos mismos procesos también produjeron nuevas formas
de negar el acceso a los sectores populares.
Al igual que en otras ciudades, en Buenos Aires se han incrementado las desigualdades
socioterritoriales. Estos procesos están profundamente enraizados en procesos históricos
específicos. El acceso al espacio produce desigualdades sociales; sin embargo, debido
a procesos históricos específicos ocurridos en Argentina, su análisis no debe ser
abordado desde la perspectiva de la ciudadanía. Para el caso de Buenos Aires, este
enfoque permite comprender cómo la pertenencia social es también espacial y cómo ésta
crea privilegios y derechos. Sin embargo, la ciudadanía y los derechos de ciudadanía en
Argentina están vinculados a una serie de procesos que se superponen con el derecho
a la ciudad. Si bien algunos (pocos) actores pueden referirse a esta categoría, como fue
el caso de algunos vecinos de Caballito, no está anclada en relaciones espaciales ni
siempre produce expulsión. La retórica de los actores tiende a estar más ligada al
'trabajo' (dadas las condiciones históricas argentinas en relación con la ciudadanía) que
a la ciudadanía, tanto como residentes de la ciudad como de la nación (entre otras
inscripciones).
Además, la ciudad de Buenos Aires sigue dominada por la presencia de barrios
'abiertos'. El artículo busca contribuir y complejizar la literatura existente sobre los
procesos de producción de la desigualdad y cómo generan segregación social. Como
dijimos, muchos artículos dan cuenta de la mayor producción de desigualdad social y
urbana en Buenos Aires. Gran parte de este trabajo se ha centrado en estudiar los
procesos de segregación y exclusión socioespacial en los barrios segregados. Esta
investigación ha contribuido a la comprensión de procesos ocurridos durante las últimas
décadas: la desigualdad social que tomó la forma de segregación socioespacial. Nuestro
artículo se centra en procesos menos estudiados: el análisis de los constantes y
cotidianos procesos de producción de desigualdades a través de interacciones entre
grupos sociales territorializados.
James Holston, Insurgent Citizenship: Disjunctions of Democracy and Modernity in Brazil
(Princeton, NJ: Princeton University Press, ). Ryan Centner, 'Microciudadanías: formas
fraccionadas de pertenencia urbana después del neoliberalismo argentino', International Journal
of Urban and Regional Research, : ( ), pp.
– . Natalia Cosacov, 'Habitar la centralidad. Trayectorias residenciales y usos
cotidianos de espacio urbano de residentes en Caballito, Buenos Aires', inédito. Tesis doctoral,
Universidad de Buenos Aires, .
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Luchas por el Uso del Espacio Público
El análisis de dos situaciones paralelas nos permitió mostrar cómo las relaciones
se construyen cotidianamente en un determinado territorio. Nos enfocamos en las
relaciones que se producen alrededor de la basura pero que van más allá, ancladas
en procesos más amplios. Whitson analizó la existencia de una geografía de los
residuos, donde la basura y los cartoneros están 'fuera de lugar' en determinadas
zonas de la ciudad. Si bien este es un punto de partida para el comportamiento,
mostramos que es posible negociar ese lugar. Las interacciones y negociaciones
cotidianas son las que permiten a los cartoneros usar el territorio (como trabajadores).
El análisis de las interacciones permite dar cuenta del carácter negociable del espacio
y la producción de múltiples identidades de los actores. En todo caso, el análisis
etnográfico esclarece cómo se negocia el lugar y la identidad no se define sólo por la
actividad misma. Es por esto que nos enfocamos en prácticas y narrativas y la eficacia
que tienen para influir en el comportamiento de los cartoneros cuando transitan por el
barrio o para excluirlos de él cuando intentan quedarse de forma permanente.
Pudimos dar cuenta de los límites de la presencia de cartoneros que no siempre
son vistos solo como cartoneros. Las identidades no preceden a las prácticas, ni
preceden a las relaciones en el territorio. Los cartoneros pueden ser 'recicladores
urbanos' (es decir, trabajadores precarios) o invasores, según el momento y las formas
de uso del territorio. Sin embargo, el acceso de los cartoneros, incluso como
trabajadores, al territorio es problemático y desigual. Esto es precisamente lo que nos
llevó a examinar el caso, a mostrar cómo se produce la desigualdad en el día a día.
Así, investigar los procesos de exclusión en los barrios abiertos no solo permite
complicar la construcción de la desigualdad social, sino que ilumina procesos que de
otra manera no se pueden entender. Las interacciones, los momentos de contacto,
son terreno fértil para mostrar cómo se construyen y reproducen las desigualdades.
Es en los territorios delimitados por fronteras simbólicas y morales donde cobran
sentido los discursos y narrativas de la desigualdad. En esta línea, nos interesó
mostrar el carácter histórico de los territorios y el proceso cotidiano de producción y
(re)producción de las relaciones de poder en el territorio.
Resúmenes en español y portugués
Palabras clave españolas: Argentina, desigualdad, pobreza urbana, segregación social, espacio
público
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Natalia Cosacov y Mariano D. Perelman
Resumen portugués. Com base em trabalhos de campo abrangendo areas e periodos
extensivos (entre e ) este artigo analisa a presença, uso e disputas pelo
espaço público entre cartoneros e vecinos em bairros de classe média e da região central
da cidade de Buenos Aires, examinando prácticas, moralidades y narrativas que operan
en la producción y manutención de desigualdades sociales. Concentrandose em
interações espacializadas, o artigo mostra como as desigualdades de classe são repro
duzidas e as distâncias sociais são geradas nas disputas pelo espaço público. Para tal,
duas situações sociais são abordadas. Primeiro, exploramos a maneira pela qual carto
neros constroem caminhos em bairros de classe média para poder em desempenhar sus
tarefas. Segundo, apresentamos uma análise do processo de despejo de um assenta
mento cartonero na cidade.
Palabras clave portuguesas: Argentina, desigualdade, pobreza urbana, segregação social,
espaço público