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Nuestra personalidad es el resultado de una combinación de factores genéticos, educación, experiencias y personalidad. La sociedad en la que vivimos influye en gran medida en nuestras decisiones y forma de ser. Aunque nuestra personalidad puede ser difícil de cambiar, es posible mejorar aspectos negativos mediante el análisis de nuestras experiencias pasadas y la manera en que las interpretamos.
Nuestra personalidad es el resultado de una combinación de factores genéticos, educación, experiencias y personalidad. La sociedad en la que vivimos influye en gran medida en nuestras decisiones y forma de ser. Aunque nuestra personalidad puede ser difícil de cambiar, es posible mejorar aspectos negativos mediante el análisis de nuestras experiencias pasadas y la manera en que las interpretamos.
Nuestra personalidad es el resultado de una combinación de factores genéticos, educación, experiencias y personalidad. La sociedad en la que vivimos influye en gran medida en nuestras decisiones y forma de ser. Aunque nuestra personalidad puede ser difícil de cambiar, es posible mejorar aspectos negativos mediante el análisis de nuestras experiencias pasadas y la manera en que las interpretamos.
Es una gran pregunta con una respuesta muy amplia. En mi
opinión los seres humanos somos la combinación de varios factores como ser: Genética, Educación, Experiencia , y personalidad. Todos los seres humanos tenemos una personalidad propia, cada una diferente a la de los demás. Muchas veces nuestra vida, y por lo tanto nuestras decisiones y personalidad son influidas en un alto grado por la sociedad que nos rodea, con la que convivimos cada día ,y nos hace ser como somos. Si una persona no tuviera contacto con ninguna otra desde su nacimiento, únicamente respondería a la llamada del hambre, a la de la sed o a la del sueño. En cambio, si fueran dos personas, una de ellas influiría a menudo en las decisiones del otro. Así funciona nuestra sociedad, pero a mayor escala. La variedad de personalidades es muy amplia. Sin embargo, a veces nos cuesta convivir, porque nuestra personalidad, en ocasiones, puede chocar con otras. Incluso nos podemos sentir limitados por nuestra forma de ser, estar insatisfechos con nuestra personalidad, y deseamos mejorar y potenciar algunos aspectos. Pero, ¿Será posible cambiar nuestra personalidad y lograr desaparecer malos aspectos en nuestra personalidad? La respuesta es que si, si podemos mejorar y cambiar nuestra personalidad y con esto también nuestra forma de ser, nuestra identidad cambiar quienes somos. Pero para poder lograr esto son varios factores los que influyen. Decía Gordon Allport, uno de los grandes referentes del estudio de la personalidad, que esta es una entidad demasiado compleja como para enredarse en una camisa de fuerza conceptual. Sin embargo, pocas cosas nos interesan más que intentar definirla y entenderla. Así, cada vez que nos preguntemos por qué soy así, vale la pena hacer un repaso de todas las vivencias que hemos tenido. Todo lo sufrido, sentido, experimentado, reído, llorado y asustado conforma la persona que somos ahora. Sufrir una pérdida temprana, haber sufrido bullying en la infancia, el abandono materno o paterno, habernos enamorado y aprendido de ese proceso. Cada una de esas cosas nos influye. No obstante, más que el hecho acaecido en sí, influye la manera en que lo interpretemos.
Volviendo a lo anterior, la sociedad dicta lo que debemos de
hacer, pero también como debemos de ser. No gozará de la misma felicidad una persona con una infancia traumática que alguien con una vida feliz y alegre. El primero vivirá marcado toda su vida, pero lo importante a destacar en este ejemplo no es que ese hombre o esa mujer se encuentren deprimidos, sino que no han sido felices debido a lo que ha pasado a su alrededor, a lo que otras personas han hecho. Al igual la sociedad ejerce una fuerza sobre nosotros, nosotros también ejercemos una fuerza sobre ella. Es más, formamos parte de la sociedad, así que debemos ser parte activa en ella. Controlamos a los que están a nuestro alrededor, no por otra razón que conseguir el máximo beneficio para nosotros a la vez que intentamos que sea positivo para el otro, pero eso no es siempre posible. De ahí derivan los conflictos sociales, porque todos queremos vivir en un mundo mejor, pero nadie quiere desprenderse de sus privilegios.