Antecedentes históricos del derecho financiero

Los estadios históricos del sistema financiero y de la economía son: la edad antigua o
primitiva, la edad media, la edad moderna y la edad contemporánea; los mismos que están
relacionados con los estados socioeconómicos ha atravesado la humanidad como: primitiva,
esclavismo, feudalismo, capitalismo, socialismo y comunismo. Si nos centramos en la edad
primitiva se puede concluir que el objetivo principal de los grupos humanos de aquellas épocas
era la guerra, ya que constituía la actividad más importante para los Estados porque a través
de ella se podía conseguir riqueza, las poblaciones que eran conquistadas tenían que entregar
sus riquezas a el monarca, gracias a esto, se empieza a establecer la hacienda pública.

En la edad media, donde se asimila al feudalismo como doctrina socioeconomía, se da una

expansión de los dueños de las tierras, donde los ciervos son los encargados de cuidar las
grandes extensiones de territorio. El vasallaje y el feudo son características fundamentales en
la economía de la época, el ciervo es el que trabaja y entrega tributos a los nobles o al señor
feudal a cambio de protección. Sin embargo, el clero y los nobles se ven exentos de cualquier
tipo de impuestos.

En la edad moderna ya se establece el sistema capitalista como tal, y se caracteriza

principalmente por dos hechos fundamentales: la revolución francesa en 1789, donde termina
formalmente la etapa feudalista y comienza la etapa republicana y la revolución industrial en
1812, donde se sustituye al hombre por la máquina. Con el aparecimiento de las maquinas, se
puede aseverar que la producción se multiplica y empiezan a existir más bienes de capital. El
Estado empieza a tomar un papel importante en la administración económica, a través de los
diferentes medios de administración tributaria, los impuestos cobran más formalidad, la
exigibilidad del pago de tributos se convierte en norma y los sistemas de hacienda se
transforman en los medios más idóneos para la obtención de los recursos económicos.

En la edad contemporánea, se habla de un Estado económico formal, que ya tiene leyes

específicas que genera una normativa tributaria y financiera clara y precisa, para que los
ciudadanos contribuyan a la estructura y el mantenimiento del Estado, el mismo que regula las
finanzas y el recurso público. El derecho financiero empieza a formar parte del derecho
público. A inicios del siglo XX, el jurista austriaco Mybach Rheinfeld, reconoce al derecho
financiero como una disciplina jurídica y sienta las bases de un Estado normado con
regulaciones específicas, que marcan un avance en el desarrollo del derecho financiero.

Obtención de recursos económicos

Considero que es importante conocer las fuentes de ingreso que tiene el país, pues
gracias a estos recursos, el Estado puede brindar adecuadamente sus servicios y
contribuir a una sociedad armoniosa. Así, se puede expresar que los recursos que
adquiere el país, se clasifican en dos; los ingresos ordinarios o permanentes y los
ingresos extraordinarios o no permanentes.

Los ingresos ordinarios o permanentes, son los que no varían y sostienen la

estructura fundamental del Estado, dentro de ellos se encuentran los impuestos directos
e indirectos, los directos son los que el contribuyente de forma directa coloca su dinero
en el Estado, por ejemplo, impuesto a la renta, impuestos aduaneros, salida de capitales.
Los impuestos indirectos son los que se pagan a través de un intermediario, que son
agentes de retención, aquí se puede poner, al impuesto al valor agregado y el impuesto a
los consumos especiales. Las ventas de petróleo también se pueden catalogar como
ingresos ordinarios, porque son predecibles.

Los ingresos extraordinarios o no permanentes, son los que se generan de manera

ocasional y forman parte de los ingresos del país, pero por un periodo especifico de
tiempo, como, los prestamos internacionales, exportaciones no petroleras, ventas de
activos del Estado, donaciones, remesas internacionales, entre otros. Estos ingresos
pueden faltar, pero al faltar no compromete la estructura del Estado en el área
económica.