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página latinoamericana de filosofía - número uno - enero de 1997 - montevideo - uruguay

Sobre la lógica borrosa


Jorge Liberati
"Un día supe que la ciencia no es verdad. No recuerdo qué día, sí el momento. El Dios del siglo XX ya no era Dios. Había un
error, y parecía que nadie en la ciencia dejaba de cometerlo. Decían que todo era verdadero o falso. No siempre estaban seguros
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si la hierba es verde o si los átomos vibran o si el número de lagos en Maine es par o impar. La verdad de esas afirmaciones era
como la de las afirmaciones matemáticas o lógicas. O eran verdad del todo o no lo eran en absoluto: blanco o negro, 1 o 0".
Es el Prefacio del libro de Kosko , matemático y filósofo estadounidense nacido en 1960: Pensamiento borroso. Tomemos nota de
algunas características de la lógica llamada "borrosa" (fuzzy logic), puesto que corresponde especialmente a los uruguayos hacerlo,
por lo que se verá enseguida.(1)
En la teoría de conjuntos tenemos que un elemento pertenece o no pertenece a un conjunto, es miembro de A o no es miembro de
A. Se trata del viejo principio lógico según el cual una cosa es, o, de lo contrario, no es: "p o bien no p", principio llamado del
tercio excluso. Una proposición puede ser verdadera o falsa, pero no puede ser verdadera y falsa a la vez. Ahora bien, este
principio, que gobierna el pensamiento lógico desde Aristóteles hasta el siglo XX, a veces sufre algunas distorsiones cuando se
espera su comprobación en la práctica o, aun, cuando se intenta aplicar a rajatabla en ciencias que no son matemáticas. A veces se
encuentra una "verdad a medias", volviéndose imposible que algo sea o no sea, que sea totalmente verdadero o totalmente falso.
Se encuentran otros valores, por supuesto, que contienen algo de verdad y algo de falsedad. Concomitantemente, el esfuerzo por
llevar esta plasticidad al campo de lo formal hace que nazca la lógica polivalente.
Esta lógica "fue inicialmente desarrollada por Peirce, en el siglo pasado, y luego e independientemente por Lukásiewicz. Es como
la lógica de la funciones veritativas, con la particularidad de admitir tres o más de esos llamados valores veritativos, en vez de
limitarse a verdadero y falso", dice Quine. En la década del veinte Bertrand Russell se refería a la lógica polivalente con la palabra
"vaga"; decía "Todo es vago en un grado del que no te das cuenta hasta que no intentas precisarlo", por lo que Russell según
Kosko se convirtió en el abuelo de la lógica borrosa.
Asimismo, por el año 1937, el filósofo cuántico Max Black publicó su artículo "Vagueness: An exercise in Logical Analysis" que,
pese a su enorme importancia, no logró llamar la atención. Finalmente, en 1965, el ingeniero Lofti Zadeh, iraní educado en
Azerbaiján, publica su artículo "Fuzzy Sets" (no quiso hablar de conjuntos vagos sino de "conjuntos borrosos" o "fuzzy sets"),
cuando era profesor jefe en la Universidad de California, en Berkeley. En 1987 publica "Fuzzy sets and Applications". "Al pasarse
a la ciencia de la computación cambió sus fichas de ingeniero y se las gastó en su nuevo sueño borroso. Tenía una plaza y todo el
prestigio que en la ingeniería se puede tener. Ahora empezaba de nuevo para construir un nuevo campo. Sabía que le llevaría años;
los tenía. Se fue desplazando de las matemáticas y el manejo de números a la filosofía y el lenguaje. En una época en la que los
científicos de todas las especialidades le echan más y más matemáticas a sus problemas, Zadeh les ponía menos" cuenta Kosko.
El Dr. Arturo Ardao celebró, en 1994, la aparición de una tesis sobre Vaz Ferreira en España .(2) Su autor, el profesor J. María
Romero Baró, en nota al pie de página, afirma: "Como lo observara el Prof. Ardao, un movimiento semejante al aquí reseñado,
iniciado ya por Vaz Ferreira con clases prácticas en la Universidad de Montevideo a comienzos de este siglo, ha comenzado a
desarrollarse con vigor a finales de los años 60 por todo el mundo a partir de la universidad canadiense de Windsor (Ontario), bajo
el nombre de Lógica informal. Sus fundadores también consideran necesario acudir a los artículos de revistas y diarios para
recoger el error en la exposición, la tergiversación en la idea, el doble sentido, la insinuación, etc., que han aumentado con la
expansión de los medios de difusión" . (3)
Ardao afirma, en efecto, que "...mucho se alimentan de lo que es su materia, a la vez que su espíritu, las novísimas tendencias de la
llamada por deliberada paradoja Lógica Informal; o en terminología más feijooniana y vazferreiriana, "Teoría de la
Argumentación", cuando no, a secas, "Argumentación". Como asimismo las tendencias, no menos novísimas, de la Fuzzy Logic,
diversamente vertida al español como "Lógica de lo borroso", o de "lo vago", o de "lo impreciso". No obstante, por diferentes que
la "Lógica informal" y la "Fuzzy Logic" sean entre sí, caben ambas, cada una a su modo, en el concepto, después de todo mucho
más feliz en más de un sentido, de Lógica viva" .(4)
Se trata de una observación que Ardao viene discutiendo desde hace años con varios estudiosos del filósofo uruguayo. El profesor
Piacenza, uno de ellos, afirma: "la Lógica viva tiene la declarada intención de sugerir e ilustrar todo un programa de
investigaciones en un campo que hoy recibiría los nombres de "lógica informal", "pensamiento crítico" . (5) Refiriéndose a Lógica
viva, el profesor Andreoli, por su parte, afirma: "su temática está más próxima a las cuestiones que actualmente investiga la lógica
informal y la lógica de la argumentación" .(6) El profesor Sasso, en agudo y temprano ensayo sobre estos asuntos, se pregunta:
"Ha querido decir Vaz Ferreira que en lugar de la filosofía tradicional lo que se necesita es un discurso metafísico impreciso?" .(7)
Kosko nos introduce en el pensamiento borroso con este título: "El principio borroso: todo es cuestión de grado". Allí sabemos
que "Los enunciados que hablan de hechos no son o verdaderos o falsos del todo. Su verdad cae entre la verdad y la falsedad
totales, entre el 1 y el 0. No son bivalentes; son multivalentes, grises; son borrosos". Empieza a romperse el A o no A de
Aristóteles: "Cuanto más se parece una cosa a su contraria, más borrosa es". Explica Kosko que se trataba de un argumento
aceptado en Oriente, pero no en Occidente. Cuando se logra la primera conferencia sobre el tema en Estados Unidos, en 1991, "los
japoneses habían ya sobrepasado la cifra de los mil millones de dólares en ventas anuales de productos borrosos". Qué tienen que
ver las ventas y los dólares con la lógica y, menos aún, con Vaz Ferreira?
Esta nueva lógica sostiene que hay pocos hechos en el mundo en que pueda encontrarse cumplidamente lo blanco o lo negro. Sólo
hay raros momentos de esos en un mundo gris. "El principio borroso afirma que todo es cuestión de grado. Este libro anuncia
Kosko trata del principio borroso aplicado a las cosas humanas, de cómo la borrosidad impregna nuestro mundo y la visión que de
él tenemos (porque) cuando abandonamos el mundo artificial de las matemáticas, reina la borrosidad". Allí ya no nos inclinamos
ante "p o no p". Precisamente,podemos recordar estas palabras, oídas en Buenos Aires en 1939: "Conclusión sobre este aspecto:
La Lógica no aristotélica podrá traer desarrollos o proliferaciones más o menos útiles; pero eso sólo será, diremos, puro, si se libra
del paralogismo inicial de falsa trascendentalización de la contradicción. O, en todo caso, su fecundidad puede ser muy afectada
por ese paralogismo... Yo empiezo por oponer a esa tendencia, y por eso la califico de trascendentalización ilegítima, mi creencia
de que la contradicción es un hecho verbal o conceptual, que no está en la realidad objetiva, sino en el lenguaje con que debemos
referirnos a ella (o en el pensamiento con que procuramos corresponder a ella)" . (8) La lógica borrosa viene a reafirmar este
criterio de Vaz Ferreira: Zadeh cuenta Kosko "Escribió artículos y dio conferencias para enseñar lo bien que se llevaban los
conjuntos borrosos con nuestras borrosas palabras... Se centraba en la manera en que usamos el lenguaje y le quitaba importancia a
las matemáticas".
Quién puede trazar la línea que separa a los que son altos de quienes no lo son? He ahí un problema borroso. Porque ser alto es
una cuestión de grado. Los conjuntos borrosos ligan palabras a curvas: más o menos altos, altos, muy altos, son palabras que
determinan graduaciones que una curva representa mejor que una recta, porque ésta tiene que cortarse cuando se empieza a ser
alto. Y, de esta manera, sobreviene el problema: dónde se corta? Este corte no existe en la realidad. Pero, qué hacer con estas
evidencias? No pueden ocultar reminiscencias indiscutiblemente vazferreirianas. Tendrían una aplicación? En 1970 se logran
simulacros computarizados de aplicaciones en Inglaterra. Entre el 80 y el 90 los japoneses disponen de más de cien productos y
aplicaciones de control borroso.
La archifamosa "Inteligencia Artificial" que Ardao llamaría "razón artificial" se venía abajo. Ella descansaba también en
Aristóteles, en el tercio excluso. Obsérvese cómo tuvo que abandonarlo: "cada palabra nombra un conjunto borroso... Si la lluvia
es intensa, te mojas mucho. Si el coche se para un poco, aprieta el acelerador un poco. Si las ruedas del coche giran mucho a la
izquierda, gira mucho el volante a la derecha". Aquí no vale "A o no A". Más bien vale: un poco de A en tal momento, un poco de
no A en tal otro. Se descubrió que "la lógica borrosa sabía trabajar en el mundo real".
Para controlar un acondicionador de aire: antes que nada se fijan variables "X" e "Y". "X" es la temperatura; "Y" la velocidad del
motor. "Y" deberá acelerarse cuando "X" aumenta. Luego se definen conjuntos borrosos, por ejemplo, frío, fresco, ideal,
templado, caluroso. Finalmente, se crean reglas borrosas, asociando velocidades del motor con los conjuntos de temperatura. Por
ejemplo: si "X" es frío, entonces, "Y" disminuye. Todo empieza al relacionar palabras con conjuntos borrosos.
De esta manera se logra que un telescopio fije un estrella mientras la Tierra rota, que la piscina se clore sola, que una sonda se
pueda posar sobre la Luna, que un marcapasos se adapte perfectamente, que un campo sea fertilizado con estricta precisión,
etcétera. Y lo casi increíble: las reglas descansan en "lechos de principios". Esto quiere decir que, acumulando lecturas sobre un
hecho cualquiera, lecturas que hace un sensor óptico mediante un haz infrarrojo o láser, y que transfiere a un microprocesador, se
puede dar con las reglas, a medida que se va "trabajando". El programa viejo era A o no A. Pero ahora varía en la marcha, de
acuerdo a estas lecturas y al cambio de reglas. Y surgen infinitas aplicaciones: lavarropas borrosas, que consumen el mínimo de
energía y de jabón, máquinas fotográficas que se autoenfocan y que hasta evitan la vibración producida cuando las manos
tiemblan. Y muchos otros artefactos: aspiradoras, frenos de automóviles, ascensores, olla para cocer arroz (no hay que medir, mide
la olla y suministra el agua y el calor necesarios), ducha, etc.
Así pues, "la teoría de la borrosidad se presenta como una teoría adecuada para la representación de la incertidumbre que hay en el
significado de todas las palabras" afirma Katsushige Mita, presidente de Hitachi y de LIFE (Laboratory for International Fuzzy
Engineering Research).
Naturalmente, este impulso cobrado por aplicaciones prácticas de una lógica nueva, esconde la puja de intereses económicos no
siempre intachables, librada a la altura en que la información y, sobre todo, la forma en que la información se usa, debería
deshacerse en beneficio de aquel para quien nada significa que un electrodoméstico ahorre un poco más de energía eléctrica o
jabón. "Los nuevos astros no abaratan la leche, es cierto, pero nunca habían sido vistos antes, y sin embargo existían" (Galileo-
Brecht). Este es el drama. Sin embargo, no puede ocultarse la enorme importancia que presenta para la humanidad, por ejemplo,
una "máquina molecular": "Piensen en ejércitos de máquinas inteligentes que se internen en el flujo sanguíneo y en los órganos y
en nuestros huesos.

Esta es la frontera de la nanotécnica: las máquinas inteligentes son robots diminutos, nanobots. "Nano" significa una milésima de
una millonésima de metro, Máquinas moleculares. Máquinas que construyen y arreglan piezas molécula a molécula, que las
destruyen molécula a molécula. Los ordenadores de hoy usan microordenadores; trabajan en la escala de la millonésima de metro.
Manejan grandes grupos de moléculas, que sólo pueden montar o desmontar molécula a molécula. Los chips microprocesadores
han alcanzado sus límites cuánticos. La densidad de circuitos en los chips se ha venido más o menos doblando cada dos años
desde los años setenta. Para que se mantenga el ritmo de encogimiento habremos de adentrarnos en el nanomundo. Hoy, muchos
investigadores andan diseñando nanoprocesadores y ordenadores de polímero o de plástico. En 1988... aún no se ha construido,
pero se ha desarrollado su diseño. Con pulsos de luz se da energía al chip y se sincroniza el reloj. El polímero es una larga cadena
repetitiva de moléculas. El chip de polímero mete cosas en la memoria y las saca mediante la transmisión de mensajes químicos a
lo largo de la cadena polimérica, como los bomberos se pasaban antes los cubos de agua de mano en mano para apagar el fuego.
Puede que otros nanochip trabajen con sistemas de pestillos, llaves y engranajes moleculares.

Piensen ahora en ejércitos de nanobots que pasan mensajes y razonan con diminutos cerebros borrosos y se reproducen como virus
cuando les toque. En teoría, estos nanobots pueden matar el sida y el cáncer y las células enfermas, y podrían reparar y reanimar
las células y órganos viejos, hasta agudizar nuestros ojos y potenciar nuestras papilas gustativas y limpiarnos los dientes.
Enjambres de nanobots en el aire podrían engullir los contaminantes y la lluvia ácida y mantener fuerte la capa de ozono. Podrían
devorar los venenos del agua y limpiar el lago Erie. Esto no ocurrirá de aquí en diez años, pero ocurrirá. Llegará a pasar. Y hay
una razón para ello" .(9)
(1) Bart Kosko, Pensamiento borroso, Crítica, Barcelona, 1995 (original: Fuzzy Thinking. The New Science of fuzzy logic,
Hyperion, Estados Unidos y Canadá).

(2) Arturo Ardao, "Una tesis española sobre Vaz Ferreira", CUADERNOS DE MARCHA, N 99, Montevideo, 1994.

(3) José María Romero Baró, Filosofía y Ciencia en Carlos Vaz Ferreira, PPU, Barcelona, 1993.

(4) Arturo Ardao, "Vaz Ferreira y Feijóo", en CUADERNOS DE MARCHA, N 90, Montevideo, 1993.

(5) Eduardo Piacenza, Vaz Ferreira y el análisis filosófico, Ed. Previas de "Cuadernos Venezolanos de Filosofía", Caracas, 1989.

(6) Miguel Andreoli, "El pensamiento social de Vaz Ferreira", en ANALES DE ENSEÑANZA SECUNDARIA, N 4, Montevideo,
1993. Andreoli examina más extensamente esta faceta del filósofo en su obra El pensamiento social y jurídico de Vaz Ferreira,
Facultad de Derecho, Universidad de la República, Montevideo, 1993.

(7) Javier Sasso, "Vaz Ferreira y la tradición positivista", en FRAGMENTOS, N 7, Centro de Estudios Latinoamericanos "Rómulo
Gallegos", Caracas, 1980.

(8) Carlos Vaz Ferreira, Trascendentalizaciones matemáticas ilegítimas, conferencia en la Facultad de Filosofía y Letras de
Buenos Aires, en el año 1939, recogida en el tomo XI de sus O.C.

(9) Todas las citas, salvo indicación expresa, pertenecen al comentado libro de Bart Kosko. SOBRE LA LÓGICA BORROSA.

Nota: este texto fue publicado originalmente en Cuadernos de Marcha,Nº 116, junio 1996.

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