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AL JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA DE _____ (Juzgado

específico según la provincia concreta a tenor del acuerdo de la Comisión


Permanente del Consejo General del Poder Judicial de fecha 28 de diciembre de
2017).
DON ________________________________, Procurador de los Tribunales, y de Don
__________________________, mayor de edad, con DNI __.___.___-_,con domicilio a
efecto de notificaciones en la _____________________________________,
representación que quedará oportunamente acreditada mediante apoderamiento “apud
acta”, con la asistencia del Letrado Don _________________________, con número de
colegiado ________, como más procedente sea en Derecho ante el juzgado comparezco
y DIGO:
Que por medio del presente escrito promuevo ACCIÓN INDIVIDUAL DE
NULIDAD DE CLÁUSULA RELATIVA A LOS GASTOS DE CONSTITUCIÓN
DE HIPOTECA frente a ______________________________________ con C.I.F
_________________ , y domicilio en ______________________________, y en ello
sobre la base de los siguientes,
HECHOS

PRIMERO: Actualmente, como es notorio, el/la ________________ está integrado en


la entidad ____________________S.A. A efectos probatorios dejamos designados los
archivos de la entidad __________________S.A. (Hecho necesario en caso de que la
entidad que suscribió el préstamo hipotecario estuviese integrada en la actualidad en
otra).

SEGUNDO. – EN LO RELATIVO AL PRÉSTAMO HIPOTECARIO.


Para la adquisición de su vivienda habitual el demandante junto con Don
________________, suscribió el día _ de ________ de 20__ con la entidad demandada,
ante el Notario del Ilustre Colegio de ____________ Don _______ ______ ______, con
número ____ de su protocolo, un préstamo hipotecario.
Cabe decir que en la propia escritura se menciona la existencia de condiciones generales
por lo que resulta de aplicación la Ley sobre Condiciones Generales de la Contratación.
No cabe duda sobre que mi mandante actuó en referido préstamo hipotecario como
consumidor, pues el destino del mismo fue la adquisición de su domicilio familiar.
Se adjunta como documento número 1 las escrituras del préstamo hipotecario.

TERCERO. – CLÁUSULA QUINTA RELATIVA A LOS GASTOS DE LA


PARTE PRESTATARIA.
En este caso concreto es en la cláusula QUINTA. -GASTOS A CARGO DEL
PRESTATARIO del contrato de préstamo hipotecario donde se recoge la información
relativa a los gastos a cargo de mi mandante, que en ningún momento han sido
negociadas individualmente con la parte prestataria, siendo que ocasiona por parte de la
entidad bancaria una falta de exigencia de la buena fe, y un perjuicio considerable a
dicho prestatario, puesto que se derivan única y específicamente a ellos unos gastos que
no les corresponden. La consecuencia de todo ello es el haber causado un grave
desequilibrio de los derechos y obligaciones de las partes que se deriven del contrato.
Dicha cláusula cita literalmente
que:___________________________________________________________________
______________________________________________________________________
_____________________________________”. Es por ello que, reiteramos que se ha
producido un perjuicio considerable a dicho prestatario, puesto que se deriva única y
específicamente a él unos gastos que no le corresponden. La consecuencia de todo ello
es el haber causado un grave desequilibrio de los derechos y obligaciones de las partes
que se derivan del contrato.
CUARTO. - AUSENCIA DE NEGOCIACIÓN INDIVIDUAL DE LA CLÁUSULA
IMPUGNADA.

La cláusula por la que se impone a mi mandante el pago de los gastos de constitución de


la hipoteca no ha sido objeto de negociación individual, al modo en que se establece en
el art. 82 del TRLGDCU, habiendo sido predispuesta por la entidad demandada e
impuesta a mi mandante. Es más, la cláusula impugnada mediante la presente demanda
es una condición general de la contratación (art. 1 Ley 7/1998, de 13 de abril, sobre
Condiciones Generales de la Contratación, en adelante, LCGC), al cumplirse las
circunstancias de predisposición, imposición y destino a una pluralidad de contratos.
Estamos, pues, ante cláusulas prerredactadas y predispuestas, destinadas por la entidad
prestamista a ser incluidas en una pluralidad de contratos.
QUINTO. - PERJUICIO ECONÓMICO DE LA APLICACIÓN DE LA
CLÁUSULA SUELO.
El impacto económico derivado de dicha estipulación –cláusula de gastos de
constitución de hipoteca- ha consistido en que mi mandante abonó a la demandada una
cantidad muy superior a la cantidad que hubieran debido de pagar si la cláusula que se
combate no se hubiera aplicado.
SEXTO. - RECLAMACIÓN EXTRAJUDICIAL.
Que esta parte ha reclamado previamente en los mismos términos que en la
presente demanda a la entidad demandada, la cual se ha mostrado impasiva ante el
requerimiento. Se acompaña como rollo documental número 3 la reclamación
interpuesta, acuses de recepción por la entidad e información sobre los números de fax.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
I.- JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA. Corresponde conocer del proceso, a los
órganos jurisdiccionales ordinarios españoles, por cuanto se dilucida en el mismo una
reclamación entre españoles, para cuyo enjuiciamiento y fallo son competentes los
citados órganos, de conformidad con cuanto se dispone, entre otros, en los artículos
117.3 de la Constitución Española; 2, 9.2, 21.1 de la Ley Orgánica 6/1985 de 1 de julio,
del Poder Judicial; artículo 5 y 36 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Respecto a la
competencia territorial, según el acuerdo de la Comisión Permanente del Consejo
General del Poder Judicial de fecha 28 de diciembre de 2017“atribuir en virtud de lo
previsto en el artículo 98.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, con competencia
territorial indicada para cada uno de los casos, para que de manera exclusiva, y
excluyente según los casos, conozcan de la materia relativa a las acciones individuales
sobre condiciones generales incluidas en contratos de financiación con garantías reales
inmobiliarias cuyo prestatario sea una persona física, sin perjuicio de poder atribuir en
el futuro esta competencia a otros órganos del mismo o diferente partido judicial de la
provincia, siempre que hubiere razones que lo justificasen, en atención a la carga de
trabajo y mejor servicio a la justicia, a los siguientes juzgado.”
II.- CAPACIDAD. - La capacidad de la parte demandante en los procedimientos en los
que se pretenda declarar abusiva y por tanto nula una condición general de contratación
viene recogida en el primer punto del apartado primero del artículo 6 de la Ley 1/2000,
de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, el cual determina que las personas físicas podrán
ser parte en los procesos ante los tribunales civiles. Por otro lado para determinar la
capacidad de la entidad financiera hemos de acudir al punto tercero del citado artículo,
el cual reconoce la capacidad jurídica para ser parte en un procedimiento judicial de las
personas jurídicas.
III.- LEGITIMACIÓN. - Los prestatarios son los titulares del préstamo hipotecario,
mientras que la entidad financiera es además de ser parte en el préstamo hipotecario, es
la titular del derecho real de garantía que protege los intereses de la propia entidad, por
lo que podemos concluir que también está legitimada por lo establecido en el artículo 10
de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
IV.- POSTULACIÓN Y REPRESENTACIÓN. - Poniendo en relación el artículo 7
de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, con el 31.1 del mismo cuerpo
legal, podemos afirmar que hay que acudir a este tipo de procedimiento asistido
debidamente de letrado en ejercicio. Por otro lado en cuanto a la fundamentación
jurídica de la representación hemos de acudir a lo prefijado en el apartado primero del
artículo 23 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, que determina que “La comparecencia en
juicio será por medio de procurador, que habrá de ser Licenciado en Derecho,
Graduado en Derecho u otro título universitario de Grado equivalente, habilitado para
ejercer su profesión en el tribunal que conozca del juicio.”
V.- CUANTÍA DE LA DEMANDA. – La cuantía de la demanda ha de fijarse en
función de la cuantía de los gastos de constitución de hipotecas que se están
reclamando, en este caso___________ €, incrementada por los intereses que pudieran
devengarse desde la presentación de la presente demanda.
VI.- JUICIO POR EL QUE DEBE SUSTANCIARSE LA DEMANDA. - El proceso
se ajustará a los trámites del Juicio ordinario conforme a lo dispuesto en el artículo
249.1, 5º de la Ley de Enjuiciamiento Civil:
“Se decidirán en el JUICIO ORDINARIO, cualquiera que sea su cuantía:
5º) Las demandas en las que se ejerciten acciones relativas a condiciones
generales de la contratación en los casos previstos en la legislación sobre esta
materia”.
VII.- FONDO DEL ASUNTO
1.- DE LA CONSIDERACIÓN DE CONSUMIDORES DE LOS
DEMANDANTES
A los efectos de acogerse a la legislación y jurisprudencia tuitivas de los derechos de
consumidores y usuarios y concretamente a las garantías establecidas en torno a los
gastos de constitución de hipoteca, hay que decir aquí que mi parte fue consumidor en
la relación crediticia con la entidad financiera, en tanto en cuanto destinó el importe
financiado a la adquisición de su vivienda habitual: esto es, el prestatario acudió a la
financiación bancaria como consumidor y no como profesional.
El prestatario es consumidor dado que se trata de la contratación de préstamos con
garantía hipotecaria sobre su vivienda habitual según establece el Art. 3 del RD Real
Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras
leyes complementarias.
2.- DE LA AUSENCIA DE NEGOCIACIÓN INDIVIDUAL DE LA
CLÁUSULA IMPUGNADA
La cláusula impugnada mediante la presente demanda es una condición general de la
contratación al cumplirse las circunstancias de predisposición, imposición y destino a
una pluralidad de contratos. Además, la cláusula reclamada no ha sido objeto de
negociación individual, al modo en que se establece en el art. 82 del TRLGDCU,
habiendo sido predispuesta por la entidad demandada e impuesta a mi mandante.
Pese a la redacción del artículo 1255 del Código Civil que establece que “los
contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por
conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral ni al orden
público”, la autonomía de las partes pierde su significado cuando se convierte en
dominio del fuerte sobre el débil. Nos hallamos pues ante una manifiesta situación de
desequilibrio. Es evidente que la parte prestataria no hubiera prestado su
consentimiento de haber tenido conocimiento de la trascendencia negativa que
acarrearía sobre sus intereses.
3. - ABUSIVIDAD DE LA CLÁUSULA QUINTA. - GASTOS A CARGO DEL
PRESTATARIO.
Conforme al artículo 82.1 Texto Refundido para la Defensa de Consumidores y
Usuarios son cláusulas abusivas “todas aquellas estipulaciones no negociadas
individualmente y todas aquellas prácticas no consentidas expresamente que, en contra
de las exigencias de la buena fe causen, en perjuicio del consumidor y usuario, un
desequilibrio importante de los derechos y obligaciones de las partes que se deriven del
contrato”.
Según el Tribunal Supremo, la cláusula que impone a la parte prestataria la totalidad de
los gastos de constitución de hipoteca supone una flagrante vulneración del apartado
segundo, de las letras a) y c) del apartado tercero y del apartado cuarto del artículo 89
del Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras
leyes complementarias.
2. La transmisión al consumidor y usuario de las consecuencias económicas de
errores administrativos o de gestión que no le sean imputables.
3. La imposición al consumidor de los gastos de documentación y tramitación
que por ley corresponda al empresario. En particular, en la compraventa de
viviendas:
a) La estipulación de que el consumidor ha de cargar con los gastos derivados
de la preparación de la titulación que por su naturaleza correspondan al
empresario (obra nueva, propiedad horizontal, hipotecas para financiar su
construcción o su división y cancelación).
c) La estipulación que imponga al consumidor el pago de tributos en los que el
sujeto pasivo es el empresario.
4. La imposición al consumidor y usuario de bienes y servicios complementarios
o accesorios no solicitados.
Asimismo, el artículo 8.2 LCGC señala que, "en particular, serán nulas las
condiciones generales que sean abusivas cuando el contrato se haya celebrado con un
consumidor, entendiendo por tales en todo caso las definidas en el artículo 10 bis y
disposición adicional primera de la ley 26 1984, de 19 de julio , General para la
Defensa de los Consumidores y Usuarios". Remisión que, deben entenderse referida, al
texto actualmente vigente en dicha materia, citado anteriormente.
A) RELATIVO AL ARANCEL DE LOS NOTARIOS Y AL DE LOS
REGISTRADORES DE LA PROPIEDAD.

El Tribunal Supremo ha declarado abusiva la cláusula que impone a la parte prestataria la


obligación de pago en exclusiva de los costes derivados de la intervención tanto del notario
como del registrador de la propiedad. Para la fundamentación jurídica de estos extremos
tenemos que acudir a lo establecido tanto en el apartado segundo del artículo 89 del Real
Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de
la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes
complementarias, como a la letra a) del apartado tercero del artículo 89 del mismo cuerpo
legal. Dichos artículos establecen que:
“2. La transmisión al consumidor y usuario de las consecuencias económicas de errores
administrativos o de gestión que no le sean imputables.
3. La imposición al consumidor de los gastos de documentación y tramitación que por ley
corresponda al empresario. En particular, en la compraventa de viviendas:
a) La estipulación de que el consumidor ha de cargar con los gastos derivados de la
preparación de la titulación que por su naturaleza correspondan al empresario.”
En este sentido entiende nuestro Alto Tribunal que tanto los gastos de notaría como los
relativos al Registro de la Propiedad son gastos de gestión que no le son imputables, y que a
diferencia de lo que se establece en las escrituras de préstamo hipotecario, corresponden al
prestamista.
En este sentido, en relación con los gastos derivados de notaria señala la norma sexta del
anexo II del Real Decreto 1426/1989, de 17 de noviembre, por el que se aprueba el Arancel
de los Notarios, que “La obligación de pago de los derechos corresponderá a los que
hubieren requerido la prestación de funciones o los servicios del Notario y, en su caso, a los
interesados según las normas sustantivas y fiscales, y si fueren varios, a todos ellos
solidariamente”. Por otro lado, en relación con los gastos derivados del Registro de la
Propiedad, determina la norma octava del Anexo II del Real Decreto 1427/1989, de 17 de
noviembre, por el que se aprueba el Arancel de los Registradores de la Propiedad que “Los
derechos del Registrador se pagarán por aquél o aquéllos a cuyo favor se inscriba o anote
inmediatamente el derecho, siendo exigibles también a la persona que haya presentado el
documento, pero en el caso de las letras b) y c) del artículo 6 de la Ley Hipotecaria, se
abonarán por el transmitente o interesado.”
Hemos de indicar llegados a este punto, que lo que conlleva la intervención tanto notarial
como registral en este tipo de operaciones mercantiles no es la concesión de un préstamo,
toda vez que ni el artículo 2 del Decreto de 8 de febrero de 1946 por el que se aprueba la
nueva redacción oficial de la Ley Hipotecaria, ni el artículo 7 del Decreto de 14 de febrero
de 1947 por el que se aprueba el Reglamento Hipotecario, lo recogen como título inscribible,
sino que es la constitución del derecho real de garantía de hipoteca el que obliga a que
intervenga el fedatario público y el Registro de la Propiedad, dado que el artículo 145 del
Decreto de 8 de febrero de 1946 por el que se aprueba la nueva redacción oficial de la Ley
Hipotecaria determina que “Para que las hipotecas voluntarias queden válidamente
establecidas, se requiere primero que se hayan constituido en escritura pública y segundo
que la escritura se haya inscrito en el Registro de la Propiedad.”
Ni si quiera un reparto equitativo de los gastos podría salvaguardar la penalización de
nulidad de la letra a) del apartado tercero del artículo 89 del Real Decreto Legislativo
1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para
la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias, toda vez que,
desde el punto de vista del arancel del notario, el único interesado en crear la hipoteca es la
entidad financiera, dado que este derecho es el que le permitirá beneficiarse de los
privilegios en sede de ejecución. Además, es el que recibe la primera copia de la escritura y,
desde el punto de vista del arancel del registrador de la propiedad, no cabe lugar a dudas
sobre que la hipoteca se inscribe en favor de la entidad financiera, siendo esta misma la que
se encarga de inscribirlo en el Registro de la Propiedad. Por lo que todos los gastos
devengados por la inscripción registral han de ser soportados por la entidad financiera, desde
las notas simples, hasta las certificaciones.
Señala explícitamente la Sentencia de la Sala Primera del Tribunal Supremo Nº705/2015 de
fecha 23 de diciembre de 2015, que “tanto el arancel de los notarios, como el de los
registradores de la propiedad, atribuyen la obligación de pago al solicitante del servicio de
que se trate o a cuyo favor se inscriba el derecho o solicite una certificación. Y quien tiene
el interés principal en la documentación e inscripción de la escritura de préstamo con
garantía hipotecaria es, sin duda, el prestamista, pues así obtiene un título ejecutivo
(artículo 517 LEC ), constituye la garantía real ( arts. 1875 CC y 2.2 LH ) y adquiere la
posibilidad de ejecución especial ( art. 685 LEC ).” Para terminar añadiendo que “lo que
conlleva que se trate de una estipulación que ocasiona al cliente consumidor un
desequilibrio relevante, que no hubiera aceptado razonablemente en el marco de una
negociación individualizada; y que, además, aparece expresamente recogida en el catálogo
de cláusulas que la ley tipifica como abusivas (art. 89.2 TRLGCU).”

B) RELATIVO A LOS GASTOS DE TASACIÓN DEL INMUEBLE.

Respecto a la factura de tasación del inmueble, los Tribunales determinan que éste
supone un gasto reclamable habida cuenta de que la entidad financiera es la interesada
en conocer si el bien inmueble hipotecado cubrirá la totalidad de las cantidades
entregadas al prestatario como importe del préstamo. Además, el conocer el valor de la
vivienda hipotecada permite satisfacer dos finalidades más:
1. Como hemos indicado, la tasación de la vivienda permite que el acreedor
hipotecario pueda beneficiarse de los mecanismos judiciales y extrajudiciales de
ejecución, para determinar el valor de la vivienda ante una posible subasta. Así
lo establece la regla primera del apartado segundo del artículo 685 de la LEC, el
cual señala que “en la escritura de constitución de la hipoteca se determine el
precio en que los interesados tasan la finca o bien hipotecado, para que sirva de
tipo en la subasta, que no podrá ser inferior, en ningún caso, al 75 por cien del
valor señalado en la tasación que, en su caso, se hubiere realizado en virtud de
lo previsto en la Ley 2/1981, de 25 de marzo, de Regulación del Mercado
Hipotecario.” En relación con el artículo 129.2 de la Decreto de 8 de febrero de
1946 por el que se aprueba la nueva redacción oficial de la Ley Hipotecaria.
2. La tasación del inmueble permite a las entidades financieras emitir bonos y
cédulas hipotecarias, según el artículo 3 del Real Decreto 716/2009, de 24 de
abril, por el que se desarrollan determinados aspectos de la Ley 2/1981, de 25 de
marzo, de regulación del mercado hipotecario y otras normas del sistema
hipotecario y financiero, en relación con el artículo 7 del Real Decreto
Legislativo 4/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de
la Ley del Mercado de Valores y con los artículo 1 y 2 de la Orden
ECO/805/2003, de 27 de marzo, sobre normas de valoración de bienes
inmuebles y de determinados derechos para ciertas finalidades financieras).
Señala además el artículo 40 del Real Decreto-ley 6/2000, de 23 de junio, de Medidas
Urgentes de Intensificación de la Competencia en Mercados de Bienes y Servicios, que
“Las entidades de crédito y las demás entidades financieras deberán hacer constar
expresamente en los folletos informativos previos a la formalización de los préstamos
garantizados con hipoteca inmobiliaria destinados a la adquisición de viviendas que
suscriban con personas físicas el derecho que asiste al prestatario para designar, de
mutuo acuerdo con la parte prestamista, la persona o entidad que vaya a llevar a cabo
la tasación del inmueble objeto de la hipoteca, la que se vaya a encargar de la gestión
administrativa de la operación.”
En virtud de lo expuesto podemos concluir que la cláusula que atribuye el gasto de
tasación del inmueble será declarada abusiva y por tanto nula en el caso de que no
pueda probarse la existencia de una negociación individual con el cliente a hora de
poder determinar libremente a entidad o el profesional encargado de llevar a cabo la
valoración del inmueble hipotecado. Todo ello en base a lo establecido en los ya
reiterados artículos 89.2 y 89.3 a) del Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de
noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa
de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias.
Además esta imposición supone un desequilibrio en los derechos y obligaciones de las
partes habida cuenta de que no se salvaguardan las exigencias de la buena fe, dado que
si el consumidor hubiese conocido la finalidad de la tasación de la vivienda,
difícilmente hubiera accedido a asumir dicho coste. 
C) RELATIVO A LOS GASTOS DE GESTORÍA.

Son muchos y de muy diversa índole los argumentos utilizados por los juzgados y
tribunales para declarar abusiva y por tanto nula la cláusula que impone a la parte
prestataria los gastos derivados de Gestoría.
Entre ellos encontramos que los gastos de gestoría no son necesarios ni obligatorios,
sino que simplemente facilitan el devenir del contrato de préstamo hipotecario,
beneficiando por tanto única y exclusivamente a la entidad financiera, dado que tanto la
tramitación ante el Notario (obligatoria para la constitución de la garantía), como ante el
Registro de la Propiedad (la hipoteca no resulta válidamente constituida hasta su
inscripción en el Registro).
La entidad financiera es la que tiene la necesidad de cerciorarse de una correcta
inscripción registral, además el consumidor no elige a la gestoría donde quiere que se le
tramite la documentación, sino que es el banco a través de sus convenios de
colaboración, quien decide qué empresa se encargará de llevar el asunto. Ello es así
dado que la entidad financiera nunca nos va a permitir elegir la Gestoría en la que
queremos que se tramite la documentación relativa a nuestro préstamo hipotecario.
Otro argumento que sirve de base para declarar abusiva la cláusula que impone los
gastos de gestoría es que es la entidad financiera la que encarga el desarrollo profesional
de las gestiones a la gestoría, por lo que al no existir solicitud expresa del prestatario
para tal fin, la factura de ésta habrá de ser asumida por el prestamista.
Por último , señala además el artículo 40 del Real Decreto-ley 6/2000, de 23 de junio,
de Medidas Urgentes de Intensificación de la Competencia en Mercados de Bienes y
Servicios que “Las entidades de crédito y las demás entidades financieras deberán
hacer constar expresamente en los folletos informativos previos a la formalización de
los préstamos garantizados con hipoteca inmobiliaria destinados a la adquisición de
viviendas que suscriban con personas físicas el derecho que asiste al prestatario para
designar, de mutuo acuerdo con la parte prestamista, la persona o entidad que vaya a
llevar a cabo la tasación del inmueble objeto de la hipoteca, la que se vaya a encargar
de la gestión administrativa de la operación.” Por lo que al haber impuesto la gestión y
la entidad gestora, es el banco el que tiene que asumir el pago de las cantidades.
Como conclusión, ha quedado fehacientemente argumentado que es la entidad
financiera y no el consumidor el que debe asumir el coste de la factura expedida por la
gestoría, toda vez que el apartado cuarto del artículo 89 del Real Decreto Legislativo
1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General
para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias,
determina que “tienen la consideración de abusivas la imposición al consumidor y
usuario de bienes y servicios complementarios o accesorios no solicitados.”

D) APOYO JURISPRUDENCIAL.

 El Juzgado de Primera Instancia n º 11 de Oviedo. -“Todos los gastos futuros, o


pendientes de pago por aranceles notariales y registrales relativos a la constitución
(incluidos los de la primera copia de la presente escritura para la prestamista y en
su caso los derivados de los documentos acreditativos de las disposiciones),
modificación o cancelación de la hipoteca, incluidas las comisiones y gastos del
otorgamiento de la carta de pago”, así como “todos los gastos futuros, o pendientes
de pago por gastos de gestoría por la tramitación de la escritura ante el Registro de
la Propiedad”.

 La Audiencia Provincial de Asturias Sentencia número 63/2017.- “En lo


referente a los gastos derivados de la inscripción de la hipoteca, no cabe duda que
la norma octava del anexo II del real decreto 1427 1989, de 17 de noviembre , por
el que se aprueba el Arancel de los Registradores de la Propiedad, dispone que los
derechos del Registrador se pagarán por aquél o aquéllos a cuyo favor se inscriba
o anote inmediatamente el derecho, siendo exigibles también a la persona que haya
presentado el documento, pero en el caso de las letras b ) y c) del artículo 6 de la
ley hipotecaria , se abonarán por el transmitente o interesado, señalando a
continuación que los derechos correspondientes a las certificaciones y
manifestaciones serán de cargo de quienes las soliciten. Es claro que es a la
entidad bancaria a cuyo favor se realiza la inscripción y a quién beneficia, así
como la parte interesada en la misma. Por ello no cabe duda de la abusividad de
la cláusula en cuestión como queda dicho. En relación con los gastos y honorarios
de la Notaría, la norma 6ª del Anexo II del real decreto 1426 1989, de 17 de
noviembre , por el que se aprueba el Arancel de los Notarios, prevé que la
obligación de pago de los derechos corresponderá a los que hubieren requerido la
prestación de funciones o los servicios del Notario y, en su caso, a los interesados
según las normas sustantivas y fiscales, y si fueren varios, a todos ellos
solidariamente, siendo, como se dijo anteriormente, la entidad bancaria la que
gestiona la formalización del contrato y solicita la intervención del fedatario
público, siendo también la persona jurídica a favor de la que se inscribe el
mismo.”

4.- NULIDAD DE PLENO DERECHO DE LAS CLÁUSULAS


ABUSIVAS.
Dada la consideración de cláusula abusiva de la impugnada, procede su declaración de
nulidad, de conformidad con los artículos 8.2 LCGC y 83.1 del Texto Refundido de la
Ley de Consumidores. La nulidad de la cláusula abusiva no conlleva la ineficacia del
contrato, el cual puede subsistir sin la misma, con arreglo a lo dispuesto en los arts. 10
LCGC y 83.1 y 2 de la Ley de Consumidores.
5.- CONDENA AL REINTEGRO
Como consecuencia de la declaración de nulidad, y en aplicación del artículo 1.303 del
código civil, procede la restitución de las cosas que se recibieron por razón de la
cláusula contractual cuya nulidad e ineficacia se solicita. Por ello, se solicita que, como
efecto derivado de la nulidad peticionada en nuestro escrito de demanda, se condene a la
entidad bancaria a devolver a mi cliente las cantidades que se han cobrado
indebidamente para la formalización de la hipoteca. Con carácter subsidiario, en el caso
de que se rechace nuestra pretensión principal, consistente en la declaración de nulidad
de la cláusula que impone a la parte prestataria la totalidad de los gastos de constitución
de hipoteca, se solicite una indemnización por daños y perjuicios por la trasgresión a la
buena fe del prestatario que confió en que en su contrato financiero se cumplían todos
los extremos recogidos en las leyes, y no como en realidad ocurre, un desequilibrio que
ahonda aun más las diferencias entre las partes.
6.- DE LOS INTERESES DEBIDOS
Los intereses debidos son los legales del dinero a partir de la reclamación judicial
(artículo 1.101 y 1.108 del Código civil), esto es, a partir de la interpelación judicial,
sustituidos por los moratorios procesales a partir del dictado de la sentencia de primera
instancia (artículo 576 de la Ley de Enjuiciamiento civil).
VIII.- IURA NOVIT CURIA.

IX- COSTAS
Conforme a lo dispuesto en el artículo 394 y ss. de la Ley de enjuiciamiento Civil, la
entidad demandada debe ser condenada al pago de las costas que en este juicio se
causen.
En virtud de lo expuesto,

SUPLICO AL JUZGADO: Que tenga por presentado este escrito junto con los
documentos que se acompañan, se sirva admitirlos, me tenga por comparecido en
representación de D.__________________________________ y por interpuesta
DEMANDA DE JUICIO ORDINARIO en el ejercicio de la ACCIÓN INDIVIDUAL
DE NULIDAD DE CLÁUSULA RELATIVA A LOS GASTOS DE
CONSTITUCIÓN DE HIPOTECA frente a __________________S.A
(anteriormente ________________________ S.A), emplazándola al objeto de que
comparezca si a su derecho conviene y, previos los trámites procesales pertinentes, dicte
en su día sentencia por la que:
1) Declare la nulidad de la cláusula QUINTA titulada "gastos a cargo del
prestatario” concretamente los siguientes:
"(cláusula literal de nuevo)"
2) Condene a la entidad demandada a estar y pasar por las anteriores declaraciones
eliminado la cláusula declarada nula.
3) Condene a la entidad al pago de las costas causadas en el presente
procedimiento.
PRIMER OTROSÍ DIGO que, al amparo del art. 231 LEC esta parte manifiesta su
voluntad de corregir cualquier defecto de carácter procesal en que pudiera haber
incurrido.
SUPLICO AL JUZGADO, tenga por hecha la anterior manifestación.
SEGUNDO OTROSÍ DIGO que en virtud de lo dispuesto en el artículo 265.2 en
relación con el artículo 268 de la LEC, 270.1.3 y demás concordantes de la LEC, esta
representación procesal dejan designados todos los archivos públicos y privados, de
todas la entidades, personas, ya sean físicas o jurídicas, y organismos públicos o
privados a los que se haya hecho referencia en el presente escrito de demanda, así como
de los documentos acompañados al presente escrito para el supuesto de que sean
impugnados de contrario, siendo de aplicación a los efectos de copias reprográficas lo
previsto en el artículo 334 de la LEC.
SUPLICO AL JUZGADO, tenga por hecha la anterior manifestación a los efectos
oportunos.
Por ser de Justicia que se pide en ___________ a ___ de ________ de 20___.
ABOGADO PROCURADOR

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