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Las nubes oscurecían los prados del “Campamento Laguna Cristalina”, la luna

apenas se vislumbraba en el cielo nocturno, a pesar de la oscuridad ninguna


estrella hace acto de presencia en la bóveda celeste, grandes sombras
asomaban su presencia en las cabañas habitadas por aquellos que pronto
quedarían sin habla, el ambiente tranquilo se disipó casi de inmediato, fue
remplazado por un ambiente sombrío y de desesperación, los dulces sueños se
convirtieron en pesadillas profundas, la fogata ha consumido su última llama
frente a la Laguna Glaskloer, esto solo daba paso a una cosa…
Horas antes.
Ya habían pasado tres meses luego de la llegada del grupo C al campamento
Laguna Cristalina, un día antes de la gran despedida, el grupo de cinco chicos
diferían mucho entre ellos, unos se encontraban felices por irse del
campamento, otros estaban desanimados, pero todos coincidían en una sola
cosa, aquella última noche juntos debe ser especial, había los que querían jugar
por última vez en las carreras de costales, caminar por el bosque y subir a la
tirolesa; había quienes pensaban que esta noche era la perfecta para descansar
de todas las actividades al aire libre, hasta que alguien dio la idea… visitar la
Laguna Glaskloer. La Laguna Glaskloer fue la responsable de que el
Campamento Laguna Cristalina tuviera su nombre, fue en 1966 cuando el
campamento nació, su mayor atracción era la Laguna Glaskloer, una belleza
total que dejaba a las demás lagunas como simples charcos de agua, muchos
campistas llegaron a ver el lugar y conocer más sobre la laguna, pero no fue
hasta el otoño de 1971 cuando este campamento explotó en popularidad, las
bellas hojas naranjas resaltaban más la hermosura del campamento, todos
querían estar en ese campamento. Después de 1971 el campamento siguió con
su popularidad, años mejores otros no tanto, hasta que un extraño suceso en
1980 acabo con el campamento, un incendio acabo con las cabañas de los
campistas y con la confiabilidad del campamento, gracias a ello el campamento
cerró, las fuentes oficiales hablaron de la fogata encendida por un grupo de
campistas, la cual causo el incidente, sin embargo, hay quienes dicen que la
culpa fue de algo más, que el encender la fogata frente a la laguna solo fue un
error más de los campistas, nadie lo supo con certeza, hasta 1998 el año en el
que el campamento reabrió sus puertas y comenzó con tres grupos de
campistas más, el grupo A, B y C, pero algo extraño ocurrió con el regreso,
estaba prohibido el acceso a la Laguna Glaskloer, ya no era la bella laguna de
antes. Los primeros dos grupos respetaron la prohibición, pero el grupo C estaba
a punto de romper las reglas, así todos apoyaron la idea de visitar la laguna, la
noche llego y los campistas se reunieron en las cenizas de la laguna, hasta que
alguien lo hizo, la fogata fue encendida frente a la Laguna Glaskloer.
En el pasado se contaban por las calles del pueblo Dréchent Land, el pueblo
más cercano a ese campamento, que luego del incendio, más especifico unos
días después de que se apagaron las llamas por completo, cerca de la fogata,
frente a la laguna, se podía oír voces e incluso sentir una o varias presencias,
sensaciones extrañas, energía pesada, contaban las personas del pueblo que
por eso no se aconsejaba a nadie ir a esa parte en específico del ex-
campamento, el pueblo Dréchent Land llamo a esta entidad “La Sombra del
Demonio”, el grupo C conocía de esta “maldición” pero su curiosidad gano. Pese
a las advertencias decidieron sentarse junto a la fogata… En esa noche
soplaban ráfagas de aire, cuando ese clima paro y comenzó una leve briza.

El grupo fácilmente comenzó a aburrirse al ver que no pasaba nada. Una


entidad maligna acechaba por ellos, desde las ruinas y escombros, Sam el cual
era uno de los chicos, era el más débil y asustadizo de su grupo, estaba
aterrado por el fuerte clima y el paisaje de alrededor que era terrorífico, la
presencia aprovecho ese miedo y en un descuido del chico, Sam estaba siendo
manipulado por la entidad, Sam solo decía que se sentía mal / aburrido. Pero en
realidad era la presencia. Él propuso un juego a sus compañeros el cual era el
contar sus más fuertes pesadillas, pero con una condición, se la tenían que
imaginar como si la estuvieran viviendo en el momento. El grupo acepto para
matar el aburrimiento, juntaron unos trocos y Wendy que era otra chica algo
asustadiza se recostó sobre los troncos y empezó a contar sus miedos e
imaginárselos, ella contaba que tenía miedo a estar en una habitación vacía,
pero que de frente hubiese una muñeca sentada viéndola fijamente, el ente
rápidamente aprovecho a meterse en su imaginación y la muñeca terrorífica
anteriormente sentada comenzó a cambiar de manera perturbadora, ella gritaba,
pero nadie sabía qué sucedía.
Sam por otro lado solo mira con una sonrisa mientras los demás hacían todo lo
posible por despertarla, pero el ente se aprovechó de ese momento vulnerable y
ella también estaba siendo poseída. Ella regresó a su estado consciente como si
nada hubiese pasado, sus amigos se tranquilizaron porque ella había vuelto a la
normalidad, el ente en su subconsciente, tenía planeado el ganarse a los demás
del grupo por medio de causar más miedo y aprovecharse de los miedos de los
demás chicos.
Solo que esta vez, no sería tan bueno con los demás…
La lluvia cada vez comenzaba a ser más fuerte y la fogata era la única luz que
los chicos tenían para ver. Todo a su alrededor era total oscuridad y penumbra,
el ambiente había cambiado de una típica noche a un lugar más hostil.
Wendy preguntó: ¿Quién es el siguiente…?

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