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Súplica de quien pasa por una profunda crisis de fe, causada por una desgracia, tal vez,

una enfermedad grave. La soledad y la impotencia que oprimen a este hombre, se


vuelven como una cárcel oscura, en la que la fe en Dios y la divina palabra, pierden
sentido y fuerza. Pero el pedir ayuda, se va transformando poco a poco en mediación
sobre el significado del silencio, para contemplar la Palabra eterna y para dar sentido a
la oración.
Nuestra sociedad, dominada por las imágenes que hablan y por la obsesión del ruido,
necesita urgentemente recuperar la sabiduría de este mensaje.
Pero el hombre moderno ¿es capaz todavía de hacer silencio?

En el Silencio de Dios

Háblame, Señor, respóndeme, dame una


En un momento de crisis profunda te señal, una luz que ilumine la oscuridad de
hago, Señor, esta oración, te cuento la mi corazón y encauce, esta crisis de
congoja y la rabia de un corazón llanto.
atormentado y rebelde.

Si tu palabra, Señor, se vuelve una


¿Por qué te quedas mirando palabra cualquiera, me siento a merced de
distraídamente el mal que ahoga éste, mí mismo, perdido en el desierto de la
nuestro mundo y los muchos problemas y vida.
dramas, que atormentan la vida de los
hombres?

La mayoría de nuestras palabras y de las


¿Por qué te quedas silencioso e reuniones que llenan los días, son
indiferente, frente a mi tormento interior y solamente ruidos y cumplidos, para llenar
miras aparentemente impasible mi el vacío y la soledad.
tumultuosa intranquilidad?

Pero el vacío, no se llena con otro vacío,


ni la soledad, juntando soledades en las
fábricas de sueños y estrés, creadas por
la sociedad del consumismo.

Es inútil también; gritar, maldecir,


compadecerse de sí mismo a espaldas de
otros; no sirve rezar, suplicar, ir buscando sólo el hombre que sabe callar frente al
bendiciones y hechizos. silencio de Dios, puede descubrir el valor
de la vida y acoger su Palabra de paz.
Todo esto sirve únicamente para Bienaventurado el hombre, que sabe
aumentar el miedo, las congojas y las callar para escuchar la voz del Espíritu y
falsas ilusiones; es como correr detrás de contemplar la eterna Palabra que está
sí mismo, pedir una cruz hecha con sentada a la derecha del Padre.
plumas.

De su boca saldrán cantos de alabanza y


Te quedas mudo, Señor, frente al alboroto gratitud gozosa a Dios, Señor del mundo,
del hombre que pretende milagros, o te que triunfa de los humanos silencios.
acusa de haberlo traicionado.

Bendito, el Señor Jesús, Palabra eterna


del Padre, revelada en treinta años de
silencio. Luego, un grito ahogado en la
sangre.

Bendito, el Espíritu Santo, sonido de


viento impetuoso o soplo de brisa ligera,
que nos habla del amor de Dios.

Y Bendito, finalmente, el Padre, que en


Tú, callas y exiges silencio al hombre Cristo, venció el silencio de todos los
prisionero de sus anhelos, silencio y valor, sepulcros de muerte y nos espera, para
para hacer caso a las verdades y cantar a la vida.
necesidades de su espíritu.

Sólo el hombre que sabe defenderse del


ruido del éxito, del dinero, de la atracción
de los placeres y del creerse
todopoderoso y eterno;

sólo el hombre que sabe callar en la


hartura causada por mil problemas, en la
preocupación por decisiones difíciles, en
el dolor y en medio de muchos males;

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