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Msc. Ing. Pedro Serrano Rodríguez, Director Unidad de Arquitectura Extrema UTFSM
El cerebro:
Finalmente, entender có mo se capta el espacio acú stico del ser humano en la Tierra,
está asociado a la conformació n de nuestro cerebro, el cerebro humano medio adulto
tiene entre unas 100 mil millones y 86.000.000.000 de neuronas ochenta y seis mil
millones de neuronas, un nú mero semejante, en orden de magnitud, a lo que se estima
son las estrellas de
https://filosert.wordpress.com/temas/4-bases-biologicas-del-comportamiento/
nuestra galaxia (entre 100 y 200mil millones). Para nuestra ciencia es difícil aun
poder definir la complejidad de este sistema. Como cada cerebro se “teje”
neuronalmente a si mismo, de modo independiente. Por ello resulta también difícil
generalizar a toda la especie. Igual nuestros cerebros se parecerá n si culturalmente
nos parecemos.
Cuando nacemos tenemos bastante má s de 100 mil millones de neuronas, con una baja
conectividad: cada neurona va generando conexiones físicas ( cables electroquímicos o
dendritas) en la medida que vamos almacenando informació n sensorial. Nuestro cerebro
aprende constantemente y aumenta significativamente la cantidad de conexiones de la red
neuronal,. Eso lo hacemos velozmente en nuestros primeros añ os, pero aparentemente
aquellas neuronas que no conectamos en dicho período se mueren. Las neuronas mueren y no
se reproducen. Sin embargo, se ha comprobado que algunas células pueden convertirse en
neuronas y reemplazarlas.
Imagen de la complejidad creciente en un mismo grupo de neuronas:
Cada cerebro construye su propia red neuronal, donde aparentemente los conceptos
“viajan” constantemente por le red de cables y las ideas, esos chispazos sorpresivos, se
producirían cuando se produce un cruce de dos o mas “conceptos aprendidos”. Todo
esto es aun condicional, por que la ciencia aun no logra descifrar completamente como
se desarrolla este puzle. Por ahora, a mayor y mas compleja red neuronal, lo que
implica mucho trabajo de aprendizaje y asimilació n cultural, mayor posibilidad se
tiene de tener cruces conceptuales y por lo tanto ideas innovadoras. Nuestros
cerebros son entonces diferentes, por cuanto la densidad de lo que aprendemos es
diferente.
La física:
Por otra parte, el sonido en el aire se mueve segú n alguna reglas simples de la física. El
aire es un fluido que está conformado principalmente de moléculas de nitró geno en
un 75%, moléculas de oxigeno en un 20%, má s dió xido de carbono, metano, agua
gaseosa, polvo, otros contaminantes, hasta completar el 5% restante. Cuando la masa
de aire se altera por algú n estímulo externo, que tiene intensidad y algunas
características como frecuencias de vibració n, es posible que ese estímulo logre
constituirse en un sonido en el cerebro del auditor. Esto si está dentro de los rangos
de intensidad admisibles: Entre el umbral o 0db y el límite del dolor por sobre 140db.
Y entre los rangos de frecuencia de vibració n audibles entre las 20 vibraciones por
segundo (hz) en los sonidos mas bajos y las 20.000 vibraciones por segundo en los
sonidos mas altos o agudos. Todos estos rangos tienen ademá s límites mecá nicos
tangibles, primero en el peso del tímpano y huesecillos y luego en el largo del tubo del
caracol
El sonido en el aire viaja con un media de 343m/seg. O sea a unos 1234,8 km/hr todo
esto a 20 grados Celsius de temperatura ambiente, nivel del mar y humedad relativa
del 50%. Si la presió n del aire es mayor, viajará má s rá pido, si hace calor las moléculas
de aire estará n mas distendidas y será mas lento, con frío estará n má s comprimidas y
viajará má s rá pido.
Esto significa que con aire caliente, que tiende a subir por su menor densidad, ademá s,
el sonido subirá y con aire frio bajará . Esto explica lo que sucede en las lagunas o al
paso de los ríos, el sonido llega a mayores distancias a baja altura o el por que algunos
arquitectos colocan lagunas delante de los escenarios musicales. Un espejo de agua
puede ser un buen reflector. En la nieve esto no ocurre por que es porosa y un gran
absorbente.
En un aire con mucho polvo el sonido se apagará mas rá pido, lo mismo que en un aire
con lluvia o alta humedad relativa.
Si se tratase de estudiar por separado una sola molécula de aire como fuente puntual,
su vibració n se expandiría a la velocidad del sonido en forma esférica y el frente de
esa esfera en expansió n, tendría toda la energía inicial. En la medida que avanza la
esfera aumenta su superficie con el cuadrado del radio por lo tanto la intensidad del
estímulos disminuye con el cuadrado de la distancia ( si no hubiese perdidas de
energía por choques).
Por lo mismo en la medida que el estímulo se aleja, disminuye la presió n por cm2 que
puede ejercer en nuestro tímpano, por eso el sonido se extingue con la distancia.
De hecho hay salas “inteligentes” que adecuan su acú stica eléctrica y mecá nicamente,
de acuerdo a las condiciones de evento y su audiencia. La acú stica tiene su reflejo
electromecá nico en la “ingeniería del sonido” un rama de la tecnología que utiliza de la
computació n, los amplificadores, los filtros y los parlantes cada vez mas sofisticados
para adecuar recintos acú sticos, grabar y editar mú sica, resolver problemas de ruido
en má quinas e industrias etc..
Sonido Urbano.
En la trama urbana, el control del sonido se hace cada vez má s difícil, puesto que
nuestras ciudades son cada vez mas ruidosas, entendiendo siempre que “Ruido “ es
aquella percepción que entorpece lo que estamos seleccionando como auditivamente
interesante.
El ruido urbano esta conformado principalmente por el trá nsito vehicular, los motores
de combustió n interna y el rodado de miles de ruedas, las bocinas, las radios
encendidas, los eventos masivos con amplificació n, los partidos de futbol masivos en
los estadios.
Sin embargo, hay circunstancias que aumentan estas sensaciones, las calles estrechas
y el encajonamiento entre edificios de fachadas de vidrio u hormigó n, aumentan la
cantidad de rebotes y con esto la reverberació n, incluso el sonido se proyecta hacia
arriba en los ú ltimos pisos por el efecto proyecció n que hacen los edificios .
Colabora con esto la falta de superficies y entidades absorbentes en la ciudad, como
los son los grandes espacios libres, las á reas verdes complejas con pastos, arenas,
arbustos y á rboles de fronda, las plazas frondosas, las alamedas.
Muchas ciudades han elegido sacar el transito automotor del centro, aumentar los
espacios abiertos y mejorar las cubiertas verdes en plazas, bandejones, e incluso
cubiertas verdes en fachadas de los edificios. Un ruido de fondo no superior a los 20 e
incluso 30 db, es alcanzable y mejora de todas formas la calidad de vida de las
personas. Las á reas verdes son vitales en la ciudad, por el oxígeno, la biodiversidad, la
temperatura, el esparcimiento la integració n social, la acú stica, la necesidad de
nuestra cercanía a los vegetales.
Se supone que ciudades con buen índice de á reas verdes tienen sobre los 16m2 por
habitante, entendiéndose ademá s que un á rea verde es un á rea con pastos, arbustos,
á rboles, con buen densidad y buen equipamiento, esto en el control del ruido en la
urbe es fundamental. El á rea metropolitana de Santiago presenta una media de 3,4
m2 por habitantes y segú n Figueroa 2008, Conama, en la comunas mas pobres hay de
0,4 a 2 y en la mas ricas hasta 18m2
Metro de Santiago, a pesar de ser eléctrico, circula por tú neles de piedra u hormigó n,
tiene ruedas de ferrocarril y de goma, las estaciones son de cerá micos lavables, los
carros son de interior y exterior metá lico, de hecho parece que nadie pensó en la
acú stica al planificar los trazados.
Valparaíso con su gran anfiteatro, disfruta del hecho de tener todo el norte abierto al
mar, por lo tanto sin retorno de sonidos, só lo hay altas intensidades reverberadas en
el plan, en especial por el transito rodado. Valparaíso presenta 0,5 m2 de á reas verdes
habilitadas y mantenidas por habitante (2009).
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