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Y LA FILOSOFÍA
HOGWARTS PARA MUGGLES
Edición 20 aniversario
AGRADECIMIENTOS
PRÓLOGO
INTRODUCCIÓN. Harry Potter y el hechizo de la filosofía
PARTE I
El horrocrux del asunto: El destino, la identidad y el alma
Conforme a esta segunda acepción, el alma es la que nos hace sentir, nos
da a determinados organismos la capacidad de sentir placer y dolor y de
percibir el mundo que nos rodea. Si un organismo es consciente de su
entorno, entonces ese organismo siente, vive experiencias. Según este punto
de vista, el alma es la responsable de la capacidad de sentir, además de todos
los pensamientos de nivel elevado. Se entiende que las plantas no tienen esa
capacidad de sentir y, por consiguiente, en este caso no tendrían alma. (En el
universo de Harry Potter hay algunas plantas mágicas, como el Sauce
boxeador, que sí tienen alguna percepción directa del mundo y que por tanto,
según esta acepción, si tienen alma).
Esta tercera visión del alma reduce más el ámbito de los organismos con
alma. Según el concepto asociado con el filósofo René Descartes (1596-
1650), el alma no es responsable de las sensaciones y la consciencia.
Descartes pensaba que estas características de la vida mental podían
explicarse por causas materiales; no obstante, creía que nuestra capacidad
para utilizar el lenguaje y verbalizar creencias complejas nunca se podría
explicar mediante simples causas materiales. Para eso necesitábamos el alma.
Es decir, Descartes decía que nuestra alma inmaterial era la responsable de
las funciones cognitivas de mayor nivel, como son las creencias, los deseos y,
en especial, nuestra capacidad para utilizar el lenguaje.
Una de las consecuencias del punto de vista cartesiano es que los animales
no humanos no tienen alma, o, al menos, aquellos animales que carecen de
capacidad lingüística y de pensamientos de nivel superior. Descartes estaba
dispuesto a aceptar esto y que los animales no humanos carecen de alma.
Puede que algunas de las criaturas mágicas de las historias de Harry Potter
pongan en duda esta distinción. Por ejemplo, las lechuzas parecen entender el
habla de los humanos, aunque no respondan, y las mascotas mágicas como
Crookshanks parecen mucho más inteligentes que un gato medio.
Conforme a estos tres puntos de vista (fuente de vida, conciencia y
cartesiano), el alma suele concebirse como algún tipo de sustancia inmaterial,
algo que no está compuesto por materia, pero que, aun así, está asociado o
conectado al cuerpo físico de una persona. Si aceptamos que las almas son
así, entonces hay una posibilidad de que el alma pueda sobrevivir a la muerte
del cuerpo. Por otro lado, hay muchos filósofos y científicos que niegan la
existencia del alma, si por ello entendemos algún tipo de entidad
independiente de la mente y el cuerpo. Esto nos lleva a la cuarta visión del
alma: el materialismo.
El materialismo
Horrocruxes
1.Puede que la idea original fuera diferente. Según ciertos mitos, nuestras almas estaban divididas en
dos, y encontrar nuestra alma gemela significaba encontrar nuestra otra mitad. Pero el uso coloquial que
hacemos de esta expresión no parece basarse en una imagen tan metafísica.
2. Harry Potter y las reliquias de la muerte.
3. Harry Potter y el cáliz de fuego.
4. Harry Potter y las reliquias de la muerte.
5. Cuando Harry «muere» en el Bosque Prohibido hacia el final de Harry Potter y las reliquias de la
muerte, se encuentra a sí mismo con Dumbledore en un lugar que parece ser la estación de King’s
Cross. Una posible interpretación es que se encuentra en una estación entre la muerte y el más allá. A
pesar de ello, Harry no consigue saber qué pasará si decide morir, digamos, tomando un tren.
Dumbledore se limita a decir que el tren le llevará «más allá». Es más, Rowling es ambigua sobre si
este encuentro post-mortem de Harry con Dumbledore es real o una visión o un sueño de la mente de
Harry.
6. Harry Potter y el prisionero de Azkaban.
Las últimas dos opciones no parecen muy viables: basta mirar a Canuto
para saber que no tiene el cuerpo de Sirius. No se parece en nada a él, porque
no se parece a ningún hombre. Pero eso no despeja la incógnita: si Canuto no
tiene el cuerpo de Sirius, ¿qué pasa entonces con el cuerpo de Sirius cuando
se transforma? ¿Adónde va? Es muy fácil para la profesora McGonagall
afirmar que los objetos que desaparecen van «al no ser, es decir, al todo»,
pero parece improbable que el cuerpo de Sirius deje de existir cuando se
transforma en Canuto y luego vuelva de la nada cuando recupera su anterior
forma 5 .
La posibilidad de que sea el propio cuerpo de Sirius el que cambia parece
más plausible. Antes de transformarse posee el cuerpo físico de un hombre y,
después, tiene el cuerpo de un perro. Es la misma materia física, solo que
organizada de otro modo. Es decir, si el cuerpo tiene un efecto sobre lo que
hace Canuto, dicho efecto no se debe a que tenga el cuerpo humano de Sirius,
porque, aunque Canuto tenga literalmente el cuerpo de Sirius, físicamente se
trata del cuerpo de un perro 6 .
¿Con cuál de las otras dos opciones nos quedamos? Las dos son
problemáticas, por motivos similares. ¿Por qué, si Canuto tiene la mente de
Sirius, se persigue la cola? ¿Y por qué, si tiene la mente de un perro, se pone
de pie sobre sus patas traseras en la estación de King’s Cross? (la señora
Weasley le reprende en voz baja: «¡Te lo suplico, Sirius, haz el favor de
comportarte como un perro!» 7 ). Estas son las preguntas de las que partimos.
Pensar en Canuto como un ser dividido en cuerpo y mente no nos lleva a
ninguna parte.
Sirius no tiene motivos para perseguir su propia cola, pero puede que
Canuto sí. Cuando Lupin es humano, no tiene motivos para atacar a sus
estudiantes, pero puede que sí los tenga cuando es un hombre lobo. Quizá nos
fuera mejor si replanteamos nuestra investigación según los motivos. De este
modo, podríamos preguntarnos si los que hay tras las acciones son los de
Sirius o los de Canuto, en vez de si la mente implicada es la de Sirius o la de
Canuto. Este tipo de estrategia suele funcionar: Hacer preguntas específicas
en vez de genéricas suele conducir a respuestas más útiles y precisas. Por este
motivo, al hacer preguntas sobre razones en vez de sobre mentes tenemos
más probabilidades de obtener respuestas interesantes. Lo malo es que, nada
más decir esto, empiezo a encontrarle pegas. En primer lugar, la respuesta a
esta pregunta parece llevarnos en la dirección equivocada: si alguien tiene
motivos para perseguir su cola es Canuto, no Sirius. Pero parece claro que si
tiene que quedar algo de Sirius tras convertirse en perro, deberían ser los
motivos de su comportamiento. No tiene mucho sentido decir que al
transformarnos perdemos los motivos de nuestro comportamiento. Se supone
que nos transformamos con un objetivo concreto, como una expresión de
nuestros motivos. Si la transformación nos fuera a impedir alcanzar nuestra
meta, ¿por qué íbamos a hacerlo?
Esto lo podemos ver con más claridad si tenemos en cuenta algunos de los
ejemplos de la transformación mediante multijugos. Se espera que la persona
transformada actúe en base a sus propias razones, y no las de la forma a la
que se ha convertido. De hecho, eso es lo que se busca. Si la forma que
adoptamos es la fuente de los motivos de nuestros actos, entonces cabría
esperar que Harry y Ron actuaran en función de los objetivos de Crabble y
Goyle cuando se transforman en Harry Potter y la cámara secreta. Pero no lo
hacen; se comportan de manera acorde a sus propios motivos. Del mismo
modo, en Harry Potter y las reliquias de la muerte, cuando Harry se
transforma en Albert Runcorn, un mortífago, y Ron se transforma en
Reginald Cattermole, un mago cuya esposa es juzgada por «robar magia»,
Runcorn y Cattermole no tienen motivos para cooperar y sí los tienen para
odiarse. Como Runcorn, Harry no tiene motivos para quitar el ojo loco de
Moody de la puerta de Dolores Umbridge o para avisar a Arthur Weasley de
que le están vigilando, pero Harry sí tiene motivos para hacer estas cosas, y
por eso las hace, convertido en Runcorn. Como Cattermole, Ron tiene
motivos para acompañar a su mujer a su vista, pero no lo hace. Ron y Harry
actúan conforme a sus propios motivos, no a los de Runcorn o Cattermole.
Entonces, ¿por qué Canuto se comporta como un perro, ajeno a los motivos
de Sirius? Este laberinto de motivos tampoco nos aclara nada.
Por último, los motivos no tienen nada que ver con que Sirius persiga su
cola. Los perros no persiguen su cola cuando están entusiasmados porque
tengan un motivo; se supone que lo hacen porque es divertido o porque les
hace sentirse bien. (Quizá lo hagan porque piensan que sus colas son objetos
extraños, pero para Sirius su cola no debería resultarle extraña). Del mismo
modo, sospecho que Lupin no tiene razones para atacar a Harry, Ron y
Hermione cuando se transforma; les ataca porque forma parte de su
naturaleza. Sus razones le llevarían a contener el ataque. Ninguno de estos
planteamientos basados en motivos llega a explicar los comportamientos de
Sirius y Lupin.
Un yo unificado
Así pues, no creo que esta teoría (que la mente y el cuerpo son distintos y
que la explicación de algunas de las cosas que hacemos está en la mente y en
otros casos en el cuerpo) sea una teoría válida para los comportamientos
extraños de Canuto. Creo que el problema está en el modo en que la teoría
nos invita a pensar en el cuerpo y la mente. He estado hablando de la relación
entre la mente de Sirius y su cuerpo (como Canuto) asumiendo en todo
momento que la mente dirige el cuerpo como un capitán dirige un barco. Es
decir, que son entidades diferentes y que de algún modo la mente debe
doblegar al cuerpo. Esto es lo que parece a veces. Por ejemplo, los atletas
dicen que les piden a sus cuerpos correr más rápido o saltar más alto. Pero
incluso Descartes, el autor de esta distinción, rechaza este modo de concebir
la relación entre cuerpo y mente. «Yo no solo estoy en mi cuerpo como un
piloto en su navío, sino que estoy tan unido y mezclado con él, que es como
si formásemos una sola cosa» 8 . Es decir, incluso Descartes rechaza la idea de
que el cuerpo y la mente son distintos. No son entidades diferentes, están
entrelazadas como una unidad, de modo que lo que le pase a la una tiene
efecto en la otra. Piensa en cómo te sientes cuando estás enfermo o cuando
aprendías a montar en bici. El estado físico de nuestro cuerpo tiene un efecto
directo en cómo vemos el mundo, en nuestro estado mental. No creo que
exagere si digo que nuestro cuerpo tiene un efecto directo sobre quiénes
somos. 9
¿Cómo se explica esto? Permíteme destacar un par de detalles de Harry
Potter y las reliquias de la muerte. En primer lugar, cuando Ron, Harry y
Hermione se toman la poción multijugos y se cuelan en el Ministerio de
Magia, Harry tiene la forma del cuerpo de Runcorn, que es mucho más alto y
tiene un físico más intimidante que él. El comportamiento que sigue no es
propio de Harry. «Brama» con una «potente voz», dominando todo el atrio y
paralizando a los magos que se encontraban allí. Incluso llega a golpear a un
mago con «un puño enorme». Lo destacable no es que el cuerpo de
Harry/Runcorn sea grande y por tanto tenga puños enormes y una voz
potente, algo propio de un hombre corpulento, sino que estos actos
pertenecen a Harry, derivan de los motivos de Harry (recordemos que
Runcorn está en complot con los mortífagos), pero estos actos solo tienen
sentido en el cuerpo de Runcorn. Con su propio cuerpo, Harry no habría
«bramado»: «¡Alto!». Quizás lo habría gritado, aunque seguro habría optado
por otra acción más productiva, dado que su voz no transmite la misma
autoridad que la de Runcorn. Tampoco está claro lo de pegarle al mago. Estas
acciones son adecuadas para Harry dentro de ese contexto, con los motivos
de Harry en el cuerpo de Runcorn. (Esto contrasta con un detalle en el que, a
mi parecer, Rowling se equivoca: cuando Harry se transforma en Runcorn,
dice que «a juzgar por sus musculosos brazos, tenía una complexión
atlética» 10 . Mi sospecha es que Harry sentía tener una complexión atlética;
no tenía necesidad de mirarse los brazos para saberlo. Por el contrario, las
descripciones que hace Rowling sobre lo que siente Harry en otras
situaciones similares, como la sensación natural que se apodera de él al
sumergirse en el lago tras comer las branquialgas, son impecables) 11 .
En segundo lugar, cuando Harry toma la poción multijugos antes de la
boda de Bill Weasley y Fleur Delacour, Luna Lovegood es capaz de
reconocerle. Ve a Harry en la expresión facial de «Barny Weasley». Esto
sería posible si hubiera una distinción entre la mente de Harry y el cuerpo de
Barny. La expresión facial de Barny debería ser la suya propia, la que crea su
cuerpo, aunque sea la mente de Harry la causante. Hagamos un experimento
mental: supongamos que podemos conectar tu cerebro al cuerpo de otra
persona, de modo que sean tu cerebro y tus pensamientos los que controlen el
cuerpo del otro. La percepción sensorial que recibe el cuerpo se transmitiría a
tu cerebro. Supongamos que entonces te contamos (a través de la otra
persona) un secreto impactante, pero que la otra persona ya sabía. ¿Qué
pasaría? En primer lugar, tú te sorprenderías, pero tu cuerpo anfitrión no.
Luego, la cara de tu anfitrión reflejaría la sorpresa que sientes (pero no la que
siente él, puesto que no está sorprendido). ¿Sería esa cara como tu cara
cuando te sorprendes? No, no es tu cara. Sería la cara de tu anfitrión,
sorprendido. Los amigos de tu anfitrión comentarían: «¿Por qué está
sorprendida María? Ella ya sabía tal y cual». No se preguntarían por qué
María muestra esa expresión en particular (tu cara de sorpresa), porque María
no mostraría esa, mostraría su cara de sorpresa normal. Pero, cuando Harry se
transforma en Barny, la expresión de Barny se convierte en la de Harry. Del
mismo modo, cuando Harry y Ron se encuentran con Arthur Weasley al
infiltrarse en el Ministerio de Magia, Harry se da cuenta de que Ron no mira
a su padre a los ojos por miedo a que este le reconozca.
El primer caso es un ejemplo de cómo afecta un cuerpo nuevo a nuestros
pensamientos y actos. El segundo es un ejemplo de cómo afecta nuestra
mente al aspecto de nuestro nuevo cuerpo. Lo que quiero decir es que el
cuerpo y la mente de la persona transformada son un todo, no un par de
elementos disjuntos. De otra manera, el comportamiento de la persona
transformada no tendría sentido. ¿Nos sirve esto para entender el
comportamiento de Canuto? Parece que sí: Canuto no es ni hombre ni perro,
sino una combinación de ambos, de modo que persigue su cola porque le
hace sentir bien, como a los demás perros.
¿Y qué pasa con Crouch y Moody? Hay que tener en cuenta que los
animagos y los hombres lobo se convierten en seres diferentes cuando se
transforman. No es de extrañar que Canuto se comporte a veces de un modo
extraño. Cuando lo hace como un humano, realiza cosas que son extrañas
para un perro, y, cuando se comporta como un perro, su conducta es rara para
un humano. Pero, cuando alguien utiliza la poción multijugos para
transformarse, sigue siendo humano, por lo que el cuerpo de esa persona
sigue teniendo un comportamiento normal. Pero apuesto a que algunos
comportamientos que no cuadraban antes sí lo hacen después de
transformarse. Pensemos en las transformaciones que experimentan los
muggles: actividades que tenían sentido antes de perder mucho peso nos
parecen raras después (y viceversa). Montar en bici es algo extraño e
incómodo hasta que aprendemos a hacerlo, y luego nos parece lo más natural
del mundo. Hacemos cosas que cambian nuestros cuerpos y esto a su vez
cambia el modo en que interactuamos con el mundo. Cuando alteramos
nuestros cuerpos de este modo, estamos cambiando de raíz quiénes somos.
Creo que, al menos, parte de la explicación del comportamiento de Crouch
como Moody es que determinadas acciones encajan con él. Crouch/Moody es
como Canuto y como el resto de nosotros: un todo indivisible, compuesto de
cuerpo y mente, en el que ambas contribuyen a la identidad del todo.
Entonces, ¿Sirius es un perro o un hombre? 12 . Eso depende de su aspecto.
Cuando parece un hombre, es un hombre. Cuando parece un perro, no es
ninguna de las dos cosas. Canuto (Sirius cuando parece un perro) es un tercer
tipo de cosa, digamos que ni hombre ni perro. Es un tipo único de ser humano
(un hombre-perro) que combina características de ambos. En mi opinión, esta
visión cuadra mejor con el texto de Rowling y coincide con nuestras teorías
del yo contemporáneas. Como dijo Descartes, el cuerpo y la mente forman un
todo. La naturaleza de esta entidad viene determinada por nuestra mente y
nuestro cuerpo, aunque este resulte ser el de un perro.
1. Como la Piedra de la Resurrección está perdida, no podemos seguir esa línea de investigación. Claro
que puede que estés pensando que tenemos un problema aún mayor: Sirius es un personaje de ficción...
un detalle sin importancia. En cualquier caso, creo que podemos aprender algo sobre las personas reales
si prestamos atención a este misterio que rodea a Sirius. Por tanto, mi intención es ignorar el inoportuno
detalle de que Sirius no sea real y tratar a Rowling como si fuera una historiadora sobre un fragmento
de la realidad desconocido hasta ahora. Voy a considerar que lo que cuenta es exacto, para poder darle
sentido al comportamiento de Sirius y quizá de paso conocernos mejor nosotros mismos.
2.A diferencia del resto de estos metamorfos, los boggarts no son ejemplos de humanos transformados
en otra cosa.
3. Los seguidores de Tolkien encontrarán similitudes entre los animagos de Rowling y los «cambia
pieles» de J. R. R. Tolkien, como Beorn en El Hobbit. Tolkien describe claramente a Beorn como un
humano que puede transformar mediante magia su cuerpo humano en el cuerpo de un oso grande. Su
comportamiento como oso es bastante poco humano. A diferencia del modo en el que suele describir
Rowling a los animagos, Beorn tiene costumbres de oso cuando adopta forma humana, como el gusto
por la miel, falta de interés en la riqueza y las joyas, y muy mal carácter.
4.Quizá estés de acuerdo conmigo en que el comportamiento Crouch/Moody no es típico de Crouch.
En tal caso, es probable que encuentres su comportamiento tan desconcertante como el de Sirius. O
puede que pienses que Crouch tan solo está intentando encajar mejor en Hogwarts. Un sondeo informal
me revela que soy de los pocos que piensan eso, qué le vamos a hacer. Volveremos a hablar más
adelante del comportamiento de Crouch/Moody, aunque sin profundizar.
5. Harry Potter y las reliquias de la muerte.
6.Los casos de la poción multijugos están mucho más claros; cuando Harry se convierte en Gregory
Goyle, no es que Goyle tenga dos cuerpos, uno en el armario y otro en la sala común de Slytherin, sino
que el cuerpo de Harry ahora tiene el aspecto de Goyle, como si fueran gemelos idénticos.
7. Harry Potter y la Orden del Fénix.
8. René Descartes, Meditaciones metafísicas.
9.Me gustaría dejar claro que tampoco estoy sugiriendo que Descartes tuviera esta visión. Su visión era
más bien la opuesta, puesto que, a pesar de que él pensaba que el cuerpo y la mente estaban ligados,
también pensaba que el cuerpo y la mente eran distintos por naturaleza. El punto de vista que propongo
aquí es que el cuerpo y la mente forman un todo, que es el yo. Lo que quiero decir es que la mente no
puede existir sin el cuerpo.
10 . Harry Potter y las reliquias de la muerte.
11 .Cuando Harry toma la poción multijugos en Harry Potter y la cámara secreta, Rowling dice: «De
su boca surgió la voz baja y áspera de Goyle». Si lo comparamos con la película, donde vemos a Harry
intentando imitar la voz de Goyle, espero que coincidamos en que Rowling es más precisa en este
punto que la película. La voz con la que Harry habla viene determinada por su cuerpo. Si su cuerpo
tiene la forma del de Goyle, su voz debería sonar como la de este.
12 .Hay otras cuestiones relacionadas con el mundo de Potter que vale la pena investigar. Por ejemplo,
llama la atención que, cuando los magos y las brujas adoptan el cuerpo de un muggle, conservan sus
poderes mágicos. Entonces, ¿cuál es la fuente de nuestros poderes mágicos? ¿Y cómo afecta la forma
que adopte un boggart a su identidad? En Harry Potter y el prisionero de Azkaban, el Patronus de
Potter solo impide que el boggart-dementor le moleste, pero (a diferencia de lo que vemos en la
película) Lupin necesita recurrir al encantamiento Riddikulus para poder obligar al boggart a volver al
baúl. Esto nos indica que, a pesar de que el boggart pueda verse afectado por el cuerpo que adopta (el
boggart convertido en Severus Snape se mueve como él), sigue conservando parte de su naturaleza de
boggart; para que la transformación sea completa, hacen falta los poderes mágicos adecuados. Son
preguntas que vale la pena hacerse, aunque aquí no tengamos tiempo suficiente. Aquellos de vosotros
que os vayáis a presentar a los E.X.T.A.S.I.S. de Transfiguración deberíais escribir 45 cm sobre estas
preguntas.
3
Tipos de profecía
1. Una profecía puede ser una predicción falible basada en lo que percibe
un humano a través de sus sentidos. Este es el caso del pronóstico del
tiempo de un muggle o de las profecías de Trelawney.
2. Si el futuro no es inamovible, no bastaría con toda la información del
universo para garantizar una predicción correcta. Pero puede que
tengamos suficiente para hablar de probabilidades, de modo que el
vidente tenga cierto acceso a futuros posibles o probables. Puede que
Trelawney vea futuros posibles pero no pueda distinguir los más
probables y por eso hable de un modo tan genérico. Como dice
Dumbledore, «las consecuencias de nuestras acciones son siempre tan
complicadas, tan diversas, que predecir el futuro es realmente muy
difícil. La profesora Trelawney, Dios la bendiga, es una prueba de
ello» 5 .
3. Una profecía podría ser una predicción falible basada en un
conocimiento limitado de un mundo determinista. Si el futuro viene
determinado por el estado actual del mundo y las leyes naturales, y el
vidente no tiene un acceso total a este y sus señales, lo que ve entonces
es un futuro inamovible. La magia obtiene la información de las
fuerzas naturales que conducen a ese futuro, pero puede que la
información proporcionada no sea perfecta. O puede que el vidente
contemple un futuro inamovible pero no lo interprete de la manera
adecuada, quizá debido a que la información es parcial.
4. Un adivino puede tener experiencia en el uso de las predicciones para
lograr que la gente haga cosas. Semejante «vidente» podría influir en la
gente al conocer sus posibles reacciones ante una profecía. Como
veremos en breve, Dumbledore piensa que la primera predicción «real»
de Trelawney fue cuando anticipó que Voldemort atacaría a Harry,
marcándolo como su igual. Trelawney carecía de intencionalidad,
aunque esta profecía será muy importante para ella.
5. Una predicción infalible podría estar basada en un conocimiento total
de los procesos deterministas que garantizan un resultado. Esto
requeriría un ser omnisciente o fuerzas mágicas influidas por los
procesos deterministas.
6. Una predicción infalible podría derivarse de un acceso infalible al
futuro real. Esto se podría hacer mediante magia o a través de alguien
que tenga contacto directo con el futuro, como un ser divino o alguien
que se pudiera comunicar a través del tiempo. O bien, un vidente que
tuviera la capacidad de ver el futuro real (no solo los futuros posibles).
7. Por último, una profecía podría combinar la falibilidad y la
infalibilidad, con un acceso infalible a determinados hechos futuros
inamovibles pero siendo falible en otros aspectos. La falibilidad podría
deberse a un acceso imperfecto a un hecho inamovible o a información
procedente de futuros probables.
Por tanto, la pregunta que tenemos ante nosotros es: ¿qué tipo de profecía
son las profecías sinceras de la profesora Trelawney, a diferencia de sus
habituales sortilegios?
Profecías falibles
Profecías autocumplidas
El destino
El destino de un roedor
10 . Ibídem
11 . Harry Potter y la Orden del Fénix.
12 . Sobre el destino, de Alejandro de Afrodisias.
13 . Harry Potter y la Orden del Fénix.
14 . Harry Potter y la Orden del Fénix.
15 . Volkskrant, noviembre de 2007. La entrevista está en holandés, pero puedes encontrar una
traducción al inglés en the-leaky-cauldron.org/2007/11/19/new-interview-with-j-k-rowling-for-release-
of-dutch-edition-of-deathly-hallows/ (o bien tinyurl.com/ypazb4). Lo que comentamos aquí se basa en
esa traducción al inglés.
16 .Puedes encontrar una excelente defensa de la compatibilidad entre la precognición y el libre
albedrío en el capítulo de Gregory Bassham de Harry Potter and Philosophy: If Aristotle Ran
Hogwarts, editado por David Baggett y Shawn E. Klein en 2004.
17 . Harry Potter y el prisionero de Azkaban.
18 . Harry Potter y el prisionero de Azkaban.
19 . Ibídem
20 .
Puedes encontrar una análisis más profundo de los viajes en el tiempo en el mundo de Potter en el
capítulo de Michael Silberstein de Harry Potter and Philosophy.
21 .
Este argumento se trata mucho más a fondo en Four-Dimensionalism: An Ontology of Persistence
and Time (Nueva York: Oxford University Press, 2002), donde también se analizan a fondo otras
complicaciones que surgen al negar la visión inamovible del tiempo.
22 .Gracias a Winky Chin, Jonathan Ichikawa, Peter Kirk, Ben Murphy, Tim O’Keefe, Samantha
Pierce, Rey Reynoso y Brandon Watson por sus comentarios en distintas fases del desarrollo de este
capítulo.
PARTE II
Escoger el amor
La redención de Severus Snape
Snape el oclumante
La decisión de Snape
Un trabajo en curso
Por tanto, en el mundo de Harry las pociones de amor son legales, parece
que solo funcionan con los hombres (aunque esto no se llega a afirmar de
manera explícita), su potencia varía dependiendo del peso del chico y el
atractivo de la chica, y su efecto solo dura un tiempo limitado si no se aplica
otra dosis.
La siguiente aparición de las pociones de amor tiene lugar en Hogwarts, al
poco de instalarse el profesor Slughorn en su clase de pociones, donde
Hermione exhibe sus conocimientos:
«Y ahora, esta de aquí... ¿Sí, querida?», dijo Slughorn mirando con cierto descontento a
Hermione, que volvía a tener la mano levantada.
«¡Es amorentia!».
«En efecto. Bien, parece innecesario preguntarlo», dijo Slughorn, impresionado, «pero supongo
que sabes qué efecto produce, ¿verdad?».
«Es el filtro de amor más potente que existe», respondió Hermione.
«¡Exacto! La has reconocido por su característico brillo nacarado, ¿no?».
«Sí, y porque el vapor asciende formando unas inconfundibles espirales», agregó ella con
entusiasmo. «Y se supone que para cada uno tiene un olor diferente, según lo que nos atraiga. Yo
huelo a césped recién cortado y a pergamino nuevo y a...». Pero se sonrojó un poco y no terminó la
frase 2 .
Pequeño Hangleton
No es como su madre
Logré imaginar una historia así para Merope, y está en la dirección en que
dije que se movería este capítulo. Había llegado a la conclusión de que sería
lógico que un personaje tan rematadamente malo y despreciable como
Voldemort tuviera unos orígenes tan problemáticos. No sería exagerado
pensar que un hombre que nunca ha amado viniera de una unión carente de
amor, generada y sustentada solo a base de magia. Tampoco sería ninguna
sorpresa que un personaje que, desde sus primeros años, ha sentido semejante
atracción por la crueldad y la dominación, tuviera una madre dispuesta a
forzar la voluntad de su compañero y un padre que negara a su hijo de un
modo tan despiadado tras desvanecerse el encantamiento.
Esta visión de Merope y Voldemort parece tener bastante sentido. Hasta
donde puedo ver, la única pega es que es errónea. Sobre todo en lo que
respecta a Merope, el contraste entre ella y Voldemort es mucho más
importante que la comparación. El problema de Voldemort no es ser hijo de
quien es, que en muchas maneras no lo es. No, el problema es que Voldemort
es más como su abuelo Marvolo Gaunt y su antepasado Salazar Slytherin. El
motivo por el que excluyo a Merope de la lista es que ella es el ejemplo de
que, en el mundo de Harry, son las decisiones (y no el talento innato o la
herencia biológica o mágica) las que en gran medida dan forma a los
personajes y sus destinos.
Merope es un personaje que debe provocarnos compasión y no menos
respeto. Lo que hizo para conseguir a Ryddle está mal, muy mal, pero la
gente buena a veces hace cosas malas. No son las malas obras ocasionales las
que nos definen, sino nuestro comportamiento habitual, la personalidad
asentada, el patrón continuo de decisiones los que nos colocan en nuestra
trayectoria vital. Somos lo que hacemos con frecuencia, como dijo
Aristóteles. Su acción estuvo mal, de acuerdo, pero no estoy en absoluto
convencido de que ella fuera muy mala. Al contrario, muestra un carácter
extraordinario, más aún si tenemos en cuenta todos los obstáculos que tuvo
que superar y las tentaciones a las que tuvo que resistirse. Lo que importa,
más que dónde terminase, es la distancia que tuvo que recorrer para llegar
allí.
Lo que importa es el recorrido que tuvo su vida en conjunto y no solo el
camino por el que le podían haber llevado sus peores decisiones.
Por desgracia, el caso de Voldemort es más bien el contrario, pues acabó
siguiendo los mismos pasos que su madre antes de que esta recobrara la
cordura. Mientras que ella acabó por dejar de avanzar hacia el lado oscuro, él
lo abrazó con entusiasmo. Aunque la sangre de Slytherin fluía por las venas
de ambos, sus vidas fueron en opuestas direcciones. Esto explica, como
mínimo, la prioridad de las decisiones en el mundo de Harry.
La crítica se ha quejado a veces sobre la escasez de personajes redimidos
en los libros de Potter, pero Merope es un perfecto ejemplo de personaje cuyo
pasado es tan infeliz como el de cualquiera, cuya capacidad para hacer un mal
uso de la magia es como la de cualquiera, cuya tentación de meterse en las
artes oscuras es tan fuerte como la de cualquiera, pero cuya vida nos muestra
que ni siquiera una persona así tiene la oscuridad por destino. Y si este no era
el caso de ella, tampoco era el de él, puesto que su infancia no fue más infeliz
que la de ella.
Si el destino de él estaba más allá de la redención, fue porque con el
tiempo sus propias decisiones forjaron un carácter mutilado del que no pudo
escapar. El carácter puede ser el destino, pero esto tiene más sentido y es más
justo si el personaje es la culminación de un conjunto de decisiones libres, en
vez de una inevitable consecuencia del ADN o del destino.
Esta posibilidad de una libertad real, de una bondad que pudo ser pero fue
desperdiciada, dota a los libros de Potter de un elemento de tragedia que
suele ser señal de gran literatura.
Consideremos la infeliz vida hogareña de Merope: el abuso físico, verbal
y emocional, su situación de poco más que una esclava doméstica, la falta de
amor y de motivación, demasiada violencia y maldad. Nada de esto justifica
lo que hace con Ryddle, pero (y esto es parte del análisis moral de Rowling)
debe suavizar nuestro juicio crítico de Merope, sobre todo si tenemos en
cuenta que acaba dejando de usar la poción por decisión propia.
Aun a riesgo de perder al amor de su vida, el padre de su hijo aún no
nacido, y puede que la primera etapa de felicidad que ha tenido en su vida, a
riesgo de verse rechazada y destrozada (hasta el punto de casi morir de
desamor), hizo lo correcto, escogió la integridad frente al poder, la realidad
frente a la apariencia, el perdón frente al resentimiento. Y escogió el amor
frente al odio, dejando marchar a Ryddle porque era lo que él quería, a pesar
de que ella seguía queriéndole, o mejor dicho, porque le quería. Y, a pesar de
que Ryddle la dejó, ella le puso su nombre al hijo de ambos, pues así era ella,
lo que nos recuerda a la amable decisión final de Dumbledore respecto a los
muggles, a pesar de la agresión cruel y devastadora que sufrió su hermana.
Voldemort, por el contrario, decidió cobrarse la venganza por el abandono
de sus padres matando tanto a sus padres como a sus abuelos y rechazando su
nombre y ascendencia muggle.
El filósofo contemporáneo William Hasker ofrece un análisis de la
libertad que se ajusta bastante al dilema de Merope:
Todos los tipos de experiencia y relación adquieren un valor especial porque conllevan amor,
confianza y cariño libremente otorgados en libertad. Las pociones de amor que aparecen en muchos
cuentos de hadas (y en la saga de Harry Potter) pueden convertirse en una trampa; el que ha
utilizado la poción descubre que quiere ser amado por ser quien es y no por efecto de la poción, pero
teme la pérdida del ser amado si deja de utilizarla 10 .
11 . Blue Wizards and Pink Witches, de Elizabeth Heilman (traducido del original).
12 . Hermione Granger and the Charge of Sexism, de Sarah Zettel (traducido del original).
13 .
Situating Feminism: From Thought to Action, de Sondra Farganis. Segundo volumen de la serie
Contemporary Social Theory (Thousand Oaks, CA: SAGE, 1994).
14 .Feminism and Equal Opportunity: Hermione and the Women of Hogwarts, de Mimi R. Gladstein
(traducido del original).
15 . Blue Wizards and Pink Witches, de Elizabeth E. Heilman (traducido del original).
16 .
Feminist Thought: A More Comprehensive Introduction, 3.ª ed., de Rosemarie Putnam Tong.
Boulder, CO: Westview Press, 2009.
17 .
Feminist Thought: A More Comprehensive Introduction, 3.ª ed., de Rosemarie Putnam Tong.
Boulder, CO: Westview Press, 2009.
18 . Hermione Granger and the Charge of Sexism, de Sarah Zettel (traducido del original).
19 . Ibídem.
20 . Cinderfella, de Zimena Gallardo-C y Jason Smith (traducido del original).
21 . Ibídem.
22 .
Mensaje de la misericordia divina: El Heraldo del Amor Divino, de Gertrudis de Helfta (Biblioteca
de Autores Cristianos, 2010); El camino hacia Dios, de M. K. Gandhi (Ed. Sal Terrae, 2008); Los
cuatro amores, de C. S. Lewis (Rialp, 2000).
23 .Podemos encontrar un ejemplo sorprendentemente reciente en el revelador artículo de Shankar
Vedantam «Salary, Gender and the Social Cost of Haggling» (Los salarios, el género y el coste social
de regatear) del Washington Post del 30 de julio de 2007, sobre estudios que demuestran que la mujer
trabajadora actual es reacia a pedir aumentos.
24 .
«Toward a Radical Movement», de Heather Booth, Evi Goldfield y Sue Munaker, perteneciente a
Radical Feminism: A Documentary Reader. Editado por Barbara A. Crow (New York: New York
University Press, 2000) (traducido del original).
25 .Este concepto de lograr un efecto sin esfuerzo, por inacción, es una reminiscencia del wu wei
taoísta.
26 . Harry Potter y la Orden del Fénix.
27 . Ibídem.
28 . Ibídem.
29 . Harry Potter y el misterio del príncipe.
30 . Harry Potter y las reliquias de la muerte.
31 . Ibídem. No hay elipsis; los puntos suspensivos son los del original.
32 .«Locating Harry Potter in the “Boys’ Book” Market», perteneciente a The Ivory Tower and Harry
Potter, de Terry Doughty. Editado por Lana Whited (Columbia: University of Missouri Press, 2002)
(traducido del original).
33 . Ibídem.
PARTE III
Los que consideran el patriotismo una virtud puede que estén pensando
que no ser patriota es ser egoísta. Conforme a las palabras del político y
candidato a presidente de los EE. UU. Adlai Stevenson (1900-1965), el
patriotismo es «anteponer el país a uno mismo» 1 . Un patriota podría arriesgar
su vida para defender su país y sacrificar por tanto sus intereses personales
para que su nación pudiera prosperar. Que un patriota ponga los intereses de
su país por delante de los suyos es admirable, pero ¿cuál debería ser su
actitud hacia los intereses de otros países? Se entiende que en esto también
debería dar prioridad a los intereses de su propio país. Ser un Gryffindor
patriota significa que Hermione debería sacrificar parte de su tiempo libre
para ayudar a Ron y Harry con sus deberes, para que la casa no pierda más
puntos, pero también significa que Hermione debería poner los intereses de
Gryffindor por delante de los de otras casas. Del mismo modo, ser un patriota
americano significa preferir el bienestar de América al de cualquier otro país
y, por tanto, comprar productos americanos para apoyar la economía del país.
Pero es este aspecto de dar preferencia al propio país frente a los demás lo
que causa problemas y lo que hace que el patriotismo parezca un vicio.
El autor ruso León Tolstói (1828-1910) definía el patriotismo como «el
deseo del bien exclusivo para la propia nación» y pensaba que este mismo
deseo era el que producía la guerra 2 . Emma Goldman (1869-1940), una
activista de origen lituano que dedicó gran parte de su vida a trabajar y
escribir en América, pensaba parecido. Escribió lo siguiente:
«La presunción, la arrogancia y el egoísmo son las esencias del patriotismo... El patriotismo
asume que nuestro globo está dividido en pequeñas parcelas, cada una rodeada por una reja de
hierro. Aquellos que han tenido la fortuna de nacer en alguna parcela en particular se consideran a sí
mismos mejores, más nobles, más grandes, más inteligentes que los seres que habitan en cualquier
otra parcela. Por consiguiente, es el deber de cada uno de los que viven en dicha parcela el luchar,
matar y morir en el intento de imponer su superioridad frente a los demás» 3 .
Patriotismo restablecido
Por tanto, puede que estemos de acuerdo con que el patriotismo conlleva
tener una consideración especial hacia nuestros compatriotas, pero, según
Nussbaum, esto está justificado solo mientras que una actitud de este tipo
sirva a los intereses de toda la gente y que el precio de nuestra prosperidad no
sea el sufrimiento de terceros. Si los americanos prestamos un cuidado y una
atención preferentes a los demás americanos, si los chinos hacen lo propio
con los suyos, y este patrón se repite con todos los ciudadanos de cada país,
entonces todo el mundo recibirá la atención necesaria y prosperará (al menos
en teoría). De este modo, el patriotismo puede ser una virtud cuando sirve a
los intereses de los ciudadanos de todos los países; y se convierte en un vicio
cuando acepta y promueve la injusticia y la desigualdad. Es difícil averiguar
cuándo ocurre esto, como en el caso de Ron con el Torneo de los Tres
Magos, pero parece que Nussbaum nos deja margen suficiente para ser
patriotas sin dejar de respetar los derechos de las personas de los otros países.
La importancia de la comunidad
1. «The Nature of Patriotism», de Adlai Stevenson, perteneciente a Lend Me Your Ears: Great
Speeches in History, editado por William Safire (New York: W. W. Norton, 1992) (traducido del
original).
2.«Patriotism or Peace», perteneciente a The Complete Works of Count Tolstoy, de Leo Tolstoy.
Editado y traducido por Leo Wiener (London: J. M. Dent & Co., 1905) (traducido del original).
3.Extraído de «La palabra como arma», colección de artículos de Emma Goldman (Libros de Anarres,
La Plata, 2010). Original: Anarchism and Other Essays (New York: Mother Earth Publishing
Association, 1910).
4. Fundamentación de la metafísica de las costumbres, de Immanuel Kant (Ed. Encuentro, 2003).
5. Harry Potter y las reliquias de la muerte.
6. Harry Potter y la Orden del Fénix.
7. Harry Potter y el cáliz de fuego.
8. Harry Potter y el cáliz de fuego.
9. Ibídem.
10 .
«Patriotism and Cosmopolitanism», de Martha Nussbaum, perteneciente a For Love of Country
(Boston: Beacon Press, 2002) (traducido del original).
11 . Harry Potter y las reliquias de la muerte.
12 .«Minority Cultures and the Cosmopolitan Alternative», de Jeremy Waldron. Aparece en la
University of Michigan Journal of Law Reform (traducido del original).
13 .«Minority Cultures and the Cosmopolitan Alternative», de Jeremy Waldron. Aparece en la
University of Michigan Journal of Law Reform (traducido del original).
14 .
Gracias a Anne Gilson LaLonde por sus útiles comentarios sobre un borrador anterior de este
ensayo.
8
La política de Dumbledore
Beth Admiraal y Regan Lance Reitsma
1.Harry Potter and Imagination: The Way between Two Worlds, de Travis Prinzi (Allentown, PA:
Zossima Press, 2009) (traducido del original).
2. Harry Potter and Imagination: The Way between Two Worlds, de Travis Prinzi (Allentown, PA:
Zossima Press, 2009) (traducido del original). En ocasiones, Prinzi destaca la importancia de las tramas
libertarias en la saga de Potter. Por ejemplo, en su «breve resumen de la filosofía política que subyace
en la serie de Potter», Prinzi incluye temas del fabianismo gradualista, libertarios y cristianos. En otros
momentos, Prinzi habla con más modestia: en la saga hay «de sobra para que un libertario sea feliz» y
«son evidentes las muestras de libertarismo». Aquí vamos a evaluar las afirmaciones menos modestas.
En una comunicación personal, Prinzi especifica que él no está afirmando que Dumbledore sea un
libertario político en el amplio sentido del término. Él se refiere a que Dumbledore es abiertamente
libertario en su interacción personal con la gente, en su respeto por las elecciones morales individuales
y en el modo en el que conserva una posición de poder, y que esto «da crédito a una lectura de la saga
intencionadamente libertaria». Le agradecemos a Prinzi su aclaración. Como deja claro este capítulo,
pensamos que el libertarismo es, en esencia, una visión política y, por consiguiente, resulta confuso
hablar de «muestras de libertarismo» en los libros de Potter que no hagan referencia a pequeños
gobiernos, libertades individuales o económicas, asuntos exteriores u otros temas políticos propios del
libertarismo clásico o contemporáneo. Puedes encontrar un desarrollo más amplio de la opinión de
Prinzi sobre la política de Dumbledore en los capítulos 11 y 12 de su obra Harry Potter and
Imagination.
3.Harry Potter and the Half-Crazed Bureaucracy (traducido del original), publicado en la Michigan
Law Review 104 (mayo de 2006), disponible on-line en law.leeds.ac.uk/assets/files/events/barton-
harry-potter.pdf. Consulta también Making Legal Space for Moral Choice, de Andrew Morris,
publicado en la Texas Wesleyan Law Review 12:1 (2005).
4. La cita completa, tomada del primer discurso inaugural de Thomas Jefferson, es «la paz, el comercio
y la amistad honesta con todas las naciones, sin entablar alianzas comprometedoras con ninguna»
(traducido del original). Esta frase ha sido utilizada como título en varios ensayos del congresista y
candidato libertario a la presidencia de los EE. UU. Ron Paul.
5. Harry Potter and Imagination, de Travis Prinzi (traducido del original).
6. Harry Potter y las reliquias de la muerte.
7. Sobre todo si los comparamos con Hermione Granger. Cuando esta se entera de que Hogwarts tiene
elfos esclavos, crea la P.E.D.D.O., la Plataforma Élfica de Defensa de los Derechos Obreros, que aboga
por unas pagas y unas condiciones laborales justas. Como un elfo doméstico consigue la libertad si su
amo le da una prenda de ropa, Hermione empieza a dejar calcetines y gorros de lana para ellos.
8. Harry Potter y el cáliz de fuego.
9. Se suele decir que los libertarios están contra el «gran gobierno». Esta descripción, siendo cierta, no
es demasiado precisa. Puede que resulte más clarificador situar el libertarismo entre el anarquismo y el
liberalismo moderno. Los anarquistas, los libertarios y los liberales modernos coinciden en la existencia
del derecho moral a la libertad pero discrepan (de manera abierta) acerca de la medida de este. Los
anarquistas creen en este derecho en su sentido más amplio. Afirman que cualquier estado político, por
el hecho de serlo, viola los derechos individuales hasta el punto de que es moralmente injustificable.
Debe reinar la libertad; no se le debe proporcionar a ninguna persona o grupo la autoridad
administrativa de restringir la libertad en modo alguno. Por el contrario, los liberales modernos creen en
un concepto bastante más laxo del derecho moral a la libertad. Ante todo, piensan que un estado
policial debería tener unas metas políticas distintas a la protección y el respeto de las libertades
personales, y también que para alcanzar los objetivos políticos a veces hay que restringir la libertad
personal de los ciudadanos. Los libertarios se posicionan entre estas dos visiones; su concepto del
derecho a la libertad es menos radical que el de los anarquistas y más fuerte que el de los liberales
modernos.
10 . Carta sobre la tolerancia, de John Locke (Ed. Tecnos, 2008).
Los más capacitados para ejercer el poder son los que nunca han aspirado a él.
—Albus Dumbledore
Toda ciudad en que menos deseosos de gobernar estén aquellos que deberán hacerlo será por
necesidad la mejor y más pacíficamente gobernada.
—Platón
Lord Acton, en una de sus citas más famosas, decía que «el poder
corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente». Esta frase resume a
la perfección lo que la mayoría consideramos sabiduría popular. Pero en el
mundo nos encontramos una y otra vez con la lacra del abuso de poder. Los
gobernantes no paran de encontrar nuevos y creativos modos de llenarse los
bolsillos, favorecer a sus amigos y garantizar e incluso fortalecer su propia
autoridad. La lista de infracciones dejaría perplejos a los mismísimos
mortífagos. O a lo mejor haría que les corroyera la envidia.
En una época que se enorgullece de los progresos en el plano tecnológico
e incluso en el moral, ¿cómo es que hemos progresado tan poco en
protegernos de las usurpaciones de nuestros gobernantes? Quizá se deba a
que no hemos aprendido de las importantes lecciones del primer filósofo
político occidental, Platón (428-348 A.C.). Su solución a este problema es
simple e ingeniosa: el poder nunca debe estar en manos de los que lo desean,
sino que solo se debe conceder a los que preferirían dedicarse a otros asuntos.
De manera paradójica es el desinterés en el poder lo que les convierte en los
mejores gobernantes. Esta lección resulta ser clave en el clímax de toda la
saga de Harry Potter.
Resulta que Harry sabe manejar el poder. ¿Cómo podemos estar seguros?
Recordemos el Anillo de Giges de Platón 19 . Mide nuestra rectitud, o
incorruptibilidad, en caso de tener la posibilidad de volvernos invisibles.
Rowling recupera este medidor de Platón con la capa de invisibilidad de
Harry. A lo largo de la saga, Harry tiene innumerables oportunidades de
abusar de este poder único. Dejando a un lado la transgresión de algunas
normas menores (como permanecer fuera a deshora), ni una sola vez la utiliza
para beneficiarse a costa de otros. A diferencia de Giges, Harry por supuesto
no mata a nadie ni busca el control político, sino que piensa en utilizar este
poder por el bien mayor, el auténtico. Cuando Scrimgeour le ofrece el trabajo
de su vida, Harry no piensa en sus propios intereses, sino en los de toda la
comunidad mágica. Cuando Harry descubre los horrocruxes, la idea más
peligrosa de toda la magia oscura, en vez de sentir la tentación de buscar la
vida eterna mediante el asesinato, como Voldemort, lo que hace es buscar los
horrocruxes de manera incansable para destruirlos, utilizando para ello su
capa. Esta admirable cualidad ya la vemos al principio, en Harry Potter y la
piedra filosofal. Cuando a los once años se enfrenta por primera vez a
Voldemort, Harry mira en el espejo de Oesed y descubre la piedra filosofal en
su bolsillo. El encantamiento de Dumbledore solo permite encontrar la piedra
a alguien que no tenga intención de utilizarla, lo que revela la ausencia de
deseo egoísta de Harry.
La indiferencia de Harry al reclamo del poder es la cualidad en la que
tanto Platón como Dumbledore coinciden que conduce a la sabiduría y al arte
de gobernar. Harry, sin duda, posee el resto de las virtudes necesarias para
gobernar, como el valor, la justicia y la prudencia, pero no es el único que las
tiene. Por consiguiente, es esta sabiduría platónica, que Rowling recupera y
coloca en un lugar destacado en su obra, la que debe determinar nuestra
búsqueda de los más adecuados para gobernar. Aunque Harry es un personaje
normal, con el que los lectores se pueden sentir identificados con facilidad,
no cabe duda de que su inmunidad al ansia de poder es algo mágico.
1. Tanto Platón como Alcibíades eran estudiantes del gran filósofo ateniense Sócrates.
2. Platón, Carta VII.
3. Ibídem.
4. Ibídem.
5.Este término suele aparecer como «rey filósofo», pero nos parece confuso porque Platón (que en esto
se adelantaba a su tiempo, como en tantas otras cosas) creía que las mujeres eran capaces de
desempeñar las funciones de un cargo político de máximo rango.
6. Platón, La República.
7. Ibídem.
8. Platón, La República.
9. Ibídem. Este mismo tema se trata en la película El hombre sin sombra (2000), en la que un brillante
científico interpretado por Kevin Bacon se vuelve invisible y adopta una conducta violenta digna del
mismísimo Giges.
10 .Hasta el mismo Platón es bastante sospechoso de un innecesario exceso de leyes y normas, que al
final lo único que hace es restarles valor, como podemos ver en La República.
11 . Harry Potter y la Orden del Fénix.
12 . Harry Potter y el misterio del príncipe.
13 . Ibídem.
14 . Ibídem.
15 .Muchos de los defensores del egoísmo más iluminado sugerirían que el egocentrismo de Voldemort
era autodestructivo, porque contenía las semillas de su destrucción. Si se hubiera querido más a sí
mismo de verdad, se habría dado cuenta de que el mejor modo de perseguir sus intereses era no ser tan
transparentemente egoísta.
16 . Harry Potter y las reliquias de la muerte
17 . Harry Potter y las reliquias de la muerte
18 .
Más información sobre este tema en el capítulo de Gregory Bassham de Dumbledore en este libro,
«Elecciones frente a capacidades: Conocerse a uno mismo según Dumbledore».
19 .Este paralelismo se observa en «The Magic of Philosophy», de David Baggett y Shawn E. Klein,
perteneciente a Harry Potter and Philosophy: If Aristotle Ran Hogwarts (Chicago: Open Court, 2004).
Hay otro filósofo en particular, Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), que se hizo la misma pregunta a la
que se enfrentan Giges y Harry: «Con frecuencia me ha preguntado, en mis castillos en el aire, qué uso
habría hecho yo de este anillo». Su respuesta guarda cierto paralelismo con las acciones de Harry, quien
recordemos utilizó su poder para buscar el bien mayor. Las ensoñaciones del paseante solitario, de
Jean-Jacques Rousseau (Ed. Cátedra, 1986).
PARTE IV
¿Dumbledore es gay?
¿Qué sabe nadie?
Tamar Szabó Gendler
La verdad en la ficción
1.«J. K. Rowling at Carnegie Hall Reveals Dumbledore Is Gay; Neville Marries Hannah Abbott, and
Much More».the-leaky-cauldron.org/2007/10/20/j-k-rowling-at-carnegie-hall-reveals-dumbledore-is-
gay-neville-marries-hannah-abbott-and-scores-more/ (traducido del original).
2.
«J. K. Rowling at Carnegie Hall Reveals Dumbledore Is Gay; Neville Marries Hannah Abbott, and
Much More». (traducido del original).
3. «Why J. K. Rowling Is No Authority on Dumbledore’s Sexual Orientation», de Brenda Coulter.
brendacoulter.blogspot.com/2007/10/why-jk-rowling-is-no-authority-on.html (traducido del original).
Gregory Bassham
Elecciones
Las «elecciones» son un asunto sobre el que los filósofos han escrito
mucho. Uno de los primeros filósofos en abordar el tema fue Aristóteles
(384-322 a. C.), quien, en su Ética nicomáquea, ponía cuidado en distinguir
«elección», prohairesis, de conceptos relacionados como deseo, ganas,
emoción y decisión voluntaria. Llega a la conclusión de que la elección es un
tipo de «deseo deliberativo» para cosas que están a nuestro alcance.
Aristóteles sostenía que la elección es «más apta que las acciones para juzgar
nuestro carácter», por lo que la afirmación de Dumbledore, muy similar,
podría considerarse perfectamente como un eco del famoso razonamiento de
Aristóteles 3 .
Los filósofos han observado que «elección» se usa en varios sentidos. A
veces, se refiere a un evento mental interno, un acto de decisión que puede
derivar o no en un acto físico y evidente. Alguien que dice: «Draco Malfoy
eligió asesinar a Dumbledore, pero al final no pudo obligarse a hacerlo» está
utilizando «elegir» en su sentido puramente interno 4 . Es a lo que nos
referiremos como «elección interna».
A veces «elección» no se refiere a ninguna decisión mental interior, sino a
un acto físico observable realizado en un contexto de supuestas alternativas 5 .
Al decir que «Dumbledore no eligió bien algunas veces en su juventud»
estamos utilizando «elegir» en su segundo sentido. A esto nos referiremos
como «elección-acto».
Hay un tercer tipo de elección que combina elementos internos y externos.
Vamos a considerar un conocido ejemplo del filósofo alemán Immanuel Kant
(1724-1804). El tendero A y el tendero B deciden no engañar a sus clientes.
El tendero A lo hace porque tiene miedo de ir a la cárcel. El tendero B lo hace
porque es honesto y quiere hacer lo correcto. ¿Han elegido ambos lo mismo?
Kant dice que no: la elección del tendero B es diferente y es un acto de mayor
talla moral que el del tendero A 6 . En este ejemplo, podemos distinguir tres
detalles de la elección del tendero B: es un acto de decisión interno (elige no
engañar al cliente), es un acto físico visible (tratar al cliente con honestidad) y
un motivo interno (tratar al cliente con honestidad porque es lo correcto). En
esta tercera acepción de «elección» no podemos saber qué decisión ha
tomado alguien realmente a menos que sepamos los motivos que tenía esa
persona para hacer lo que hizo. A esto nos referiremos como «elección-
motivo».
Habilidades
Los humanos no son como los Borg de Star Trek. No tenemos una
conciencia colectiva en la que experimentar directamente los pensamientos y
las emociones de otras personas. Nosotros vivimos nuestras vidas desde
«dentro», desde el privilegiado punto de vista de nuestra personal mini-
cámara. Esto nos proporciona un acceso privilegiado a lo que pasa dentro de
nuestras cabezas. Pero puede que a veces estemos tan cerca de nosotros
mismos como para ver qué somos en verdad. Carecemos de perspectiva y
objetividad, y ahí es donde nos pueden ayudar los amigos. Ellos nos dicen
cuándo estamos siendo egoístas, maleducados o si estamos haciendo el tonto,
pero también nos avisan de cuando somos amables, generosos, o necesitamos
relajarnos un poco.
En los libros de Potter, los amigos suelen desempeñar un rol vital en la
mejora del autoconocimiento del otro. Por ejemplo, Hermione ayuda a Harry
a entender por qué él estaba siendo poco considerado con Cho Chang en su
viaje a Hogsmeade; Harry, Ron y Hermione ayudan a Neville Longbottom a
superar su tremenda timidez y falta de confianza en sí mismo; y Hagrid ayuda
a Ron a entender por qué no hay que perder la amistad por culpa de unos
celos tontos. Por la misma regla, los personajes que parecen carecer de
amigos cercanos, como los Dursley, los Lockhart y el profesor Slughorn,
tienden a no avanzar en el conocimiento de sí mismos. Los amigos honestos
y cariñosos pueden ser el espejo en el que mirarnos para ver quiénes somos
en realidad.
Plantearse retos
Por tanto, en el análisis final, Dumbledore tiene razón cuando dice que
nuestras elecciones tienden a ser más reveladoras que nuestras habilidades.
Estas nos muestran qué podemos hacer, pero nuestras elecciones ponen de
manifiesto con más claridad las cualidades de nuestro carácter y lo que nos
importa más. En este aspecto, es cierto, como destaca el escrito Tobias Wolff,
que «nos definimos a nosotros mismos y a nuestros valores más profundos en
las decisiones que tomamos, día a día, hora a hora, a lo largo de toda la
vida» 20 . Pero, como hemos visto, algunas elecciones son más reveladoras que
otras. La medida definitiva de una persona es el lugar que ocupa cuando se
pone a prueba, ante un desafío o frente a la adversidad. Según esta referencia,
Harry y sus amigos se han graduado con honores.
5. Ibídem.
6. La fundamentación de la metafísica de las costumbres, de Immanuel Kant. Kant realiza este
razonamiento según «actos» en vez de «elecciones», pero creo que estaría de acuerdo en que los
tenderos han elegido de forma diferente.
7. La frase «quiénes somos en realidad» es ambigua. Puede referirse al yo metafísico (tanto si el yo es
un ente espiritual, por ejemplo, o si su esencia es idéntica a la de Dios). O puede que se refiera al yo
psicológico, nuestro carácter o personalidad. Como no hay motivo para pensar que nuestras elecciones
podrían revelar nuestras identidades metafísicas, Dumbledore debe estar hablando del yo psicológico..
8. Más información sobre el don que tienen los Dursley para engañarse a sí mismos en «Dursley
Duplicity: The Morality and Psychology of Self-Deception», de Diana Mertz Hsieh, que aparece en las
ediciones de David Baggett y Shawn E. Klein de Harry Potter and Philosophy: If Aristotle Ran
Hogwarts (Chicago: Open Court, 2004).
9. Psicología del aprendizaje, de Michael J. A. Howe (Universidad Iberoamericana, 2000) (traducido
del original).
10 .Por supuesto, a veces es difícil saber si alguien ha tomado una decisión en particular («Marietta
tiene la mirada esquiva. ¿Ha decidido traicionar al ejército de Dumbledore?»).
11 .Según las palabras de Aristóteles, las elecciones pertenecen a la categoría de los actos, mientras que
la habilidad pertenece a la de la potencia. Más información en Metafísica, de Aristóteles.
12 .
Como comenta Dumbledore, «no importa lo que uno es por nacimiento, sino lo que uno es por sí
mismo». Harry Potter y el cáliz de fuego.
13 . Harry Potter y la cámara secreta.
14 .«Minister of Magic», de Adeel Amini. gallery.the-leaky-cauldron.org/picture/207262 (traducido del
original).
15 . Harry Potter y el cáliz de fuego.
16 . Harry Potter y el cáliz de fuego y Harry Potter y la Orden del Fénix.
17 .
Que la gente oprimida interiorice los valores de sus opresores y llegue a ver su propia opresión
como algo natural o justo no es tan raro. Es una forma de lo que los marxistas llaman «una falsa
conciencia».
18 . Harry Potter y las reliquias de la muerte.
19 . De la naturaleza de las cosas, de Lucrecio. Libro III.
12
La magia
de la transformación personal
S. Joel Garver
Sueños peligrosos
¿Qué es real?
Experiencias mentales
Podemos distinguir las cosas que solo existen en nuestras cabezas de las
cosas que existen tanto en nuestras cabezas como en el mundo exterior.
Hermione Granger, por ejemplo, es un personaje de ficción que existe en
nuestras cabezas pero no en la realidad, como ocurre con Sherlock Holmes,
Santa Claus, los unicornios y los centauros. Emma Watson, Oxford y la
estación de King’s Cross, por el contrario, no son simples ideas de nuestras
cabezas, sino personas, lugares y cosas reales, que existen en el mundo real.
Aunque podamos tener una idea de lo que es Oxford en nuestra mente, el
propio Oxford posee una realidad independiente y objetiva de la que las ideas
ficticias carecen. Por tanto, aunque la idea de una cosa y la cosa en sí pueden
coexistir, decir que algo existe en la cabeza muchas veces significa «solo en
la cabeza» y, por tanto, no en la realidad exterior. En otras palabras, la
pregunta de Harry no es tonta ni estúpida. Está preocupado de que este
diálogo con Dumbledore haya sido un simple sueño o una alucinación, una
sombra en la pared de la caverna.
La respuesta de Dumbledore es reveladora. No niega que la experiencia de
Harry haya tenido lugar en su cabeza, pero insiste en que esto no significa
que no sea real. La pregunta de Harry, en otras palabras, se basa en un falso
dilema: o en la cabeza o real, Harry lo plantea como dos opciones
exhaustivas y excluyentes. La verdad de una implica la falsedad de la otra.
Pero Dumbledore le asegura que esto no es así. Las experiencias mentales
también pueden ser «reales».
Varios filósofos han seguido un razonamiento similar a lo largo de los
siglos y esto es lo que hace que la afirmación de Dumbledore sea tan
fascinante desde el punto de vista de la filosofía. Vamos a analizar algunos de
estos ejemplos de la historia de la filosofía. Ya hemos mencionado la idea de
Platón, así que vamos a empezar por él. Era un racionalista, que pensaba que
todo conocimiento se basa en la razón, en vez de la percepción a través de los
sentidos. ¿Por qué? Porque la razón nos pone en contacto con lo que Platón
creía que era lo real, en definitiva: las formas. Por ejemplo, las escobas. En el
mundo de Harry hay todo un surtido de escobas, pero lo que las convierte a
todas en escobas, según Platón, es que recuerdan, de un modo imperfecto, a
la forma ideal platónica o a la esencia abstracta de lo que es una escoba.
Nuestros sentidos solo nos ponen en contacto con copias imperfectas, no
con el ideal platónico. La razón es el medio por el que nos ponemos en
contacto con lo que es real en definitiva. Si Platón escuchara a un estudiante
de filosofía contrariado quejarse porque tiene que dejar la clase para volver al
«mundo real», puede que le comentase que nunca estamos más en contacto
con el mundo real que cuando pensamos.
Platón no es el único filósofo occidental en afirmar que solo se puede
llegar a conocer la auténtica realidad a través de la razón. El gran filósofo
racionalista francés René Descartes (1596-1650) sostenía que la esencia de la
mente y la materia no se pueden conocer mediante la experiencia sensorial,
sino por el análisis racional. El filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804)
defendía que los objetos físicos, como las rocas, las sillas y los árboles, son
construcciones mentales resultantes de la interacción de nuestra mente con la
realidad, a la que dan forma y categorizan. Los «idealistas absolutos», como
G. W. F. Hegel (1770-1831), y los neohegelianos, como F. H. Bradley (1846-
1924), fueron incluso más lejos que Kant en su énfasis sobre la mente y los
valores espirituales.
Encontramos puntos de vista similares en algunas facetas del empirismo
británico. Para los empiristas, la fuente de todo el conocimiento humano es la
experiencia sensorial y no la razón. El empirista británico George Berkeley
(1685-1753) es famoso por su visión «inmaterialista» de que los objetos
físicos no existen en absoluto, sino que son simples ideas en las mentes de
Dios y otros perceptores. Berkeley creía que, en el caso de las cosas externas
como las nubes y las montañas, «existir es ser percibido». Por tanto, todo lo
que experimentamos como realidad externa es, en cierto sentido, «en nuestra
cabeza» pero no es menos real en consecuencia. Dos siglos más tarde, el
empirista británico John Stuart Mill (1806-1873) defendía una explicación
«fenomenalista» del conocimiento humano, según la cual todo lo que se diga
sobre la realidad material se puede aplicar a las experiencias sensoriales
reales o posibles.
Estos puntos de vista también los encontramos en diversas tradiciones
filosóficas orientales, incluyendo algunas escuelas del hinduismo, budismo y
taoísmo. Por ejemplo, los budistas del Yogacara creen que todo lo que
experimentamos los humanos como «real» está fabricado por la consciencia
y, por tanto, está sunya, vacío, y carece de cualquier naturaleza o esencia
definida.
Tanto si la mente crea la realidad, ya sea de forma parcial o total, como si
nos pone en contacto con una realidad ya existente o se corresponde en cierta
forma con una realidad independiente, los filósofos de un amplio espectro de
credos coincidirían con la afirmación de Dumbledore de que lo que es real y
lo que existe en nuestra cabeza no es contradictorio.
Puede que algunos lectores reconozcan aquí el germen del argumento que
Lewis desarrollaría más tarde en su libro de 1947, Los milagros, el que se
conoce como su argumento de la razón 5 . Fue precisamente este asunto sobre
el que Lewis tuvo su famoso debate con la filósofa Elizabeth Anscombe
(1919-2001), tras el cual Lewis se vio obligado a corregir el capítulo 6 . Alvin
Plantinga, uno de los principales filósofos cristianos, ha ofrecido hace poco
un argumento de la razón contra el naturalismo que es muy deudor de
Lewis 7 . La idea básica de este argumento es que para que nosotros
conservemos la confianza en los veredictos de la razón, debemos estar
seguros de que la racionalidad no es solo algo subjetivo, sino que de algún
modo debe ser capaz de conectarnos con la realidad externa. Si el motivo de
que tengamos varios puntos de vista es que estas convicciones se formaron a
través de un proceso naturalista, conforme a las leyes de la naturaleza, no
existe una base fiable para dar por buenas nuestras conclusiones.
Mi intención no es evaluar este argumento aquí, sino mencionarlo como
una línea de razonamiento que podría haber influido en Rowling. Podría
aportar algo de perspectiva a lo que tienen en común la realidad y lo que hay
en nuestra cabeza. Hay que tener en cuenta que Lewis considera la realidad
como algo «mental» y nuestra lógica como una participación en una
estructura de racionalidad mayor dentro del universo. Como cristiano, se
inclinaba a interpretar esto como una participación en un logos cósmico, que
para un cristiano significa el propio Cristo. Jesús, según se describe en Juan
1:1, es la encarnación del logos divino, la palabra de la que procede nuestra
lógica.
Algunos filósofos de la antigua Grecia concebían el logos como el
principio animador impersonal que sostiene la realidad. Más adelante, los
filósofos estoicos griegos y romanos vieron el logos como la razón divina que
impregnaba y dirigía de manera milagrosa el cosmos. Cuando Juan el
Evangelista apareció y anunció que Jesús era la encarnación del logos, su
planteamiento era radical. Su punto de vista, expresado en un lenguaje
inteligible en su contexto, era que en efecto existe un logos divino que da
forma y existencia a la realidad. Pero el logos no es un simple principio
animador o fuerza impersonal, sino una persona, el hijo de Dios. Según esto,
la razón y la lógica humana, nuestra capacidad para elaborar reflexiones
críticas y pensamientos racionales, es posible y fiable porque, mediante el uso
correcto de nuestras mentes, estamos formando parte del logos divino. Como
comentó Rowling en una entrevista, no es una coincidencia que el
trascendental encuentro de Harry con Dumbledore tuviera lugar en King’s
Cross (una de cuyas posibles traducciones es «La Cruz del Rey»).
La observación de Lewis sobre el logos divino plantea otra sugerente
explicación posible de la conexión de Dumbledore entre lo que es real y lo
que está en nuestra cabeza, y tiene que ver tanto con la metafísica como con
la epistemología. El inexplicable funcionamiento de nuestras mentes parece
relacionado con cómo es el mundo; si vamos a evitar algunas hipótesis
escépticas, alguna causa tiene que haber para la evidente relación entre la
realidad externa y el funcionamiento de la racionalidad humana. Como pasa a
menudo con la filosofía, lo que de entrada parece una conexión obvia deriva
en una descripción que puede ilustrar algunos de los principales misterios de
la vida.
Los estudios han puesto de manifiesto que estos elementos tien den a
ocurrir en este orden, y que las primeras características ocurren con más
frecuencia que el resto 11 .
¿Son las ECM «reales» en el sentido de ser auténticos destellos
paranormales de un mundo postmortem? Los escépticos ven dos problemas
principales en esta interpretación.
En primer lugar, como comenta Susan Blackmore, una de las principales
investigadoras sobre la materia, las ECM no son para nada siempre iguales.
Algunas personas tienen experiencias terroríficas e infernales 12 . Solo en un
pequeño porcentaje de las ECM se habla de ver una luz, encontrarse con
personas o experimentar una revisión de toda la vida. Algunas personas
cuentan que han experimentado un cuerpo «astral» grisáceo y transparente,
mientras que otras no. Los niños cuentan muchas veces que se han
encontrado con amigos de juego vivos (o incluso animales), en vez de con
parientes fallecidos o seres de luz. Y las personas de distintas creencias
religiosas suelen contar que han tenido encuentros con figuras religiosas o
que han recibido mensajes que son específicos de sus propias tradiciones
religiosas 13 .
En segundo lugar, incluso aunque las ECM coincidan en muchos casos en
los detalles básicos, esto no significa que las experiencias paranormales sean
genuinas. Como sostiene Blackmore, puede que solo signifique que tenemos
cerebros similares que reaccionan de una manera parecida a la presión física
y psicológica que supone morir. Comenta, por ejemplo, que la falta de
oxígeno en el cerebro puede producir muchos de los mismos efectos que las
ECM, entre las que se incluyen los ruidos y zumbidos, la sensación de estar
flotando, las experiencias extracorpóreas y las luces brillantes.
¿Bastan estas objeciones para concluir que las ECM no son «reales»? No,
como nos muestra perfectamente Rowling en su relato de la experiencia de
Harry en King’s Cross 14 .
Supongamos que un niño tiene una ECM en la que su perro, Sparky, le
saluda y le recibe «en el otro lado». Sparky sigue vivo, luego entonces debe
tratarse de una alucinación del niño, ¿verdad? No está claro, porque la
experiencia podría ser «real», en el sentido de ser una visión del «otro lado»
de auténtico origen divino. La visión podría ser auténtica (o real) entendiendo
como tal una revelación sobrenatural auténtica (muy similar a la visión de san
Pablo del camino a Damasco). En otras palabras, al evaluar si una ECM es
real, no es necesario que se trate de una auténtica experiencia extracorpórea o
de otro mundo. Una ECM puede ser real (es decir, sobrenatural y reveladora),
a pesar de que toda ella tenga lugar en la cabeza de la persona que la está
experimentando.
Es esta ambigüedad de la palabra real con lo que juega Dumbledore
cuando le cuenta a Harry que una experiencia no es de forma necesaria
«irreal» porque esté teniendo lugar en la propia cabeza. En otro libro,
defiendo una lectura iconográfica de los libros de Potter que ven a Harry
como un símbolo de la facultad «noética» o espiritual del alma 15 . En esta
lectura, la estación de King’s Cross es un «lugar» real, llamémosle tierra del
logos o cielo. (De ahí, por ejemplo, la capacidad de Harry para crear objetos
allí y su evidente semi-omnisciencia). Pero, al preguntarnos si la experiencia
de Harry es real o no, la pregunta crucial no es dónde se encuentran
Dumbledore y Harry, sino si es Dumbledore quien le habla a Harry 16 .
Después de todo, en el mundo mágico, los magos pueden «proyectarse» a
través de sus retratos, «imprimir» su yo anterior en una forma fantasmal,
poseer otras mentes y sondear los pensamientos de otros magos mediante
legeremancia. Por tanto, ¿por qué no debería Dumbledore estar presente en la
mente de Harry incluso aunque este, derribado por la maldición asesina de
Voldemort, no haya abandonado su cuerpo pero siga yaciendo
semiinconsciente en el suelo del bosque? 17
Como dijo una vez el poeta y filósofo americano Ralph Waldo Emerson,
«nuestra fe es en los momentos... Pero existe una profundidad en esos
momentos que nos empuja a atribuirles más realidad a estos que a todas las
demás experiencias» 18 . Del mismo modo, quizás, Rowling nos está diciendo
que no despreciemos los destellos de lo divino porque tienen lugar «en
nuestra cabeza». Si, como piensa Rowling, el amor es la fuerza más poderosa
del universo, ¿en qué otro lugar nos hablaría, sino en nuestras cabezas?
1.Consulta los libros más recientes de John Granger sobre Harry: Harry Potter’s Bookshelf: The Great
Books behind the Hogwarts Adventure (New York: Penguin Books, 2009); How Harry Cast His Spell:
The Meaning behind the Mania for J. K. Rowling’s Bestselling Books, 3.ª ed. (Carol Stream, IL:
Tyndale, 2008); The Deathly Hallows Lectures: The Hogwarts Professor Explains the Final Harry
Potter Adventure (Allentown, PA: Zossima Press, 2008); y Unlocking Harry Potter: Five Keys for the
Serious Reader (Wayne, PA: Zossima Press, 2007).
2. Entrevista a J. K. Rowling en El País, 9 de febrero de 2008.
elpais.com/diario/2008/02/08/cultura/1202425201_850215.html.
3. Harry Potter y las reliquias de la muerte.
4. Cautivado por la alegría: Historia de mi conversión, de C. S. Lewis (Ed. Rayo, 1955).
5. Los milagros, de C. S. Lewis (Ed. Encuentro, 2009).
6. En estos últimos años, Victor Reppert ha defendido enérgicamente un sofisticado desarrollo
filosófico del argumento de Lewis, que puedes encontrar en C. S. Lewis’s Dangerous Idea: In Defense
of the Argument from Reason (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2003).
7. Warrant and Proper Function, de Alvin Plantinga (Oxford: Oxford University Press, 1993).
8. Parte del lenguaje de los siguientes párrafos está adaptado de Critical Thinking: A Student’s
Introduction, de Gregory Bassham, William Irwin, Henry Nardone y James M. Wallace, 2.ª ed. (New
York: McGraw-Hill, 2005).
9. Vida después de la vida, de Raymond Moody (Ed. Edaf, 2016).
10 .
«Scientists to Study ‘White Light’ Near-Death Experiences». Fox News, 15 de septiembre de 2008,
foxnews.com/story/0,2933,422744,00.html.
11 .
Dying to Live: Near-Death Experiences, de Susan Blackmore (Buffalo: NY: Prometheus Press,
1993).
12 .Ibídem. Un editorial de la revista médica británica The Lancet informaba de que «de los hombres
que sobreviven a un paro cardíaco, el 80 por cien sueña con violencia, muerte y agresiones, como ser
atropellado por una silla de ruedas, accidentes violentos, o abrirse pasos en el hospital hasta ser
asesinado finalmente por una enfermera». Citado en Problems from Philosophy, de James Rachels y
Stuart Rachels, 2.ª ed. (New York: McGraw-Hill, 2009).
13 .
Dying to Live: Near-Death Experiences, de Susan Blackmore (Buffalo: NY: Prometheus Press,
1993).
14 .Al describir el encuentro de Harry con Dumbledore en la estación como una ECM, no pretendo
decir que Harry haya muerto y esté experimentando una «vida después de la vida». Harry no está
muerto, pero podría elegir morir si lo desease, como se encarga de aclarar Dumbledore.
15 .Para una explicación más completa de mi punto de vista, consulta The Deathly Hallows Lectures, en
el capítulo 5, «The Seeing Eye». El «viaje» de Harry al reino de los cielos dentro de su cabeza después
de sacrificar su vida explica las palabras de despedida de Dumbledore. Harry ha preguntado si lo que ha
experimentado es real en unos términos empíricos, es decir, «¿este sitio es un lugar con medidas y
cantidades objetivas o es solo una percepción subjetiva y personal no basada en este tipo de
cantidades?». La respuesta de Dumbledore, «Claro que está pasando dentro de tu cabeza, Harry, pero
¿por qué iba a significar eso que no es real?», explora el falso dilema de la epistemología empírica al
conectar, en vez de separar, «lo real» y «en tu cabeza». Este principio creativo del logos es el «poder
que está fuera del alcance de cualquier magia» de los cuentos infantiles del que, según dice
Dumbledore, Voldemort no sabe ni entiende nada.
La respuesta de Dumbledore a Harry requiere una conjunción epistemológica y metafísica de la divina
palabra o el logos. Rowling, como ocurre con los otros escritores simbolistas de la tradición inglesa,
presenta esta conjunción en forma de historia para proporcionarle a sus lectores una experiencia
imaginativa de esta realidad que es más grande por dentro que por fuera. La tradición señala, además,
como dice la reina Lucy en La última batalla de C. S. Lewis, al logos encarnado como un recién nacido
que hizo que un establo contuviese «algo que era mucho mas grande que todo nuestro mundo». Separar
la realidad de la ilusión en un mundo creado por el logos y conocido por el logos al mismo tiempo solo
es posible en Cristo.
16 .En El gran divorcio, C. S. Lewis imagina una especie de antecámara celestial que él denomina el
Valle de la Sombra de la Vida. Llama la atención que los personajes de la historia de Lewis
experimenten varios «lugares» en el más allá de un modo bastante diferente, dependiendo del estado de
sus almas. Dado que el infierno es, como comenta uno de los personajes del libro, «un estado mental»,
en este libro encontramos precisamente la misma ambigüedad de «lo real» frente a «en la cabeza» que
en Harry Potter y las reliquias de la muerte. Es posible que Rowling modelara en parte su escena de
King’s Cross inspirada en la descripción del más allá de Lewis en El gran divorcio.
17 .
En una entrevista reciente, Rowling comenta que «lo que vemos es la imagen de Harry [en la escena
de King’s Cross], no es por ello lo que hay allí en realidad». «Webchat with J. K. Rowling», 30 de julio
de 2007.
18 .«The Over-Soul», de Ralph Waldo Emerson, incluido en The Complete Essays and Other Writings
of Ralph Waldo Emerson (New York: Modern Library, 1950) (traducido del original).
14
Amy Kind
A veces me parece, y estoy seguro de que tú también conoces esa sensación, que tengo demasiados
pensamientos y recuerdos metidos en el cerebro
—Albus Dumbledore 1
Dejamos post-its por toda la casa con anotaciones para acordarnos de las
cosas y guardamos todo tipo de información importante en nuestros móviles.
Pero, sea cual sea la dependencia que tenemos de estos dispositivos, no dejan
de ser una ayuda para nuestra memoria, no un repositorio. El calendario o la
libreta de direcciones de nuestro iPhone no se puede comparar a un
Pensadero.
No obstante, algunos filósofos han cuestionado este modo tradicional de
ver los límites de la mente. En su libro La mente extendida, Andy Clark y
David Chalmers rechazan la afirmación de que la mente está delimitada por
el cráneo y la piel 8 . Aunque escribieron su artículo hace ya más de una
década, en la era de las agendas de anillas, antes de los teléfonos inteligentes,
incluso entonces era sencillo encontrar casos interesantes de dependencia
cognitiva en objetos externos. La mayoría de nosotros solo podemos hacer
una división larga con la ayuda de lápiz y papel y, cuando jugamos al
Intelect, es mucho más probable que demos con una palabra de siete letras si
reordenamos las fichas de las letras en nuestra bandeja 9 . Aunque es natural
ver estos objetos externos haciendo una función de apoyo, Clark y Chalmers
sugieren que con frecuencia son mucho más que eso. Muchas veces, el uso
que hacemos de los objetos externos se puede ver en parte como un
pensamiento, aparte de un tipo de acción 10 .
La visión radical que proponen Clark y Chalmers es que nuestras vidas
mentales no tienen por qué ser solo internas, porque la mente se extiende
hacia el mundo. Ya hemos aceptado que el cuerpo se puede extender más allá
de sus límites naturales. Por ejemplo, no es del todo inverosímil pensar que
una pierna ortopédica se pueda convertir en una parte del cuerpo de un
amputado, en algo más que un mero accesorio artificial. Más controvertido
sería pensar en un mago que tuviera una relación estrecha con su varita, como
tiene Harry con su varita de veintiocho centímetros, hecha de acebo con una
pluma de fénix en su centro. Harry tiene tal conexión con su varita que se la
podría considerar como una extensión de su propio cuerpo 11 .
Incluso podríamos considerar semejante la relación de Rita Skeeter con su
Vuelapluma. Y desde luego, el ojo mágico de Moody y la mano de plata de
Peter Pettigrew se han convertido en parte de sus cuerpos. De un modo
similar, un objeto externo podría llegar a ser una prótesis mental, extendiendo
la mente más allá de sus límites naturales.
La descripción que hace Rowling de los pensamientos en el mundo
mágico hace aún más plausible la idea de una mente extendida 12 . Las finas
hebras de recuerdos pertenecientes a Snape que podrían estar en su cráneo se
podrían salir de su cuerpo, embotellar en un vial o almacenar en el Pensadero.
Pero, dondequiera que estén, estos recuerdos pertenecen a Snape, del mismo
modo que los recuerdos del diario de Ryddle son los de Voldemort. Su
ubicación física es algo secundario.
¿Y qué pasa con el mundo no mágico? Para defender la idea de la mente
extendida en su caso, Clark y Chalmers ponen el ejemplo de Otto, una
persona que sufre de Alzheimer. Otto utiliza un cuaderno para recordar las
cosas, donde anota todo lo que va aprendiendo, y, cuando necesita recordar
algo, consulta el cuaderno. Siempre lo tiene a mano para poder recuperar la
información de un modo rápido y eficiente. Según Clark y Chalmers, el
cuaderno de Otto tiene la misma finalidad que la memoria biológica.
Mientras que nosotros recuperamos cosas de la memoria, Otto lo hace de su
cuaderno, en el que confía como nosotros en nuestra mente.
¡Confundus!
Travesura realizada
¡Lumos!
La educación en Hogwarts
El bueno, el feo y el malo
Gregory Bassham
Enseñanza práctica
Dewey creía que los niños eran activos y curiosos por naturaleza e instaba
a los educadores a utilizar los intereses naturales y las experiencias vitales de
los niños como un recurso para estimular el aprendizaje. La investigación ha
demostrado que los estudiantes se implican y aprenden más cuando estudian
cosas que les parecen interesantes y relevantes 4 .
No cabe duda de que los estudiantes de Hogwarts están deseosos de
aprender magia. Les encanta tener habilidades mágicas y disfrutan
desarrollándolas y aprendiendo nuevos hechizos y conocimientos. Es más,
entienden el valor práctico de lo que están aprendiendo. Cuando Umbridge
no permite a los alumnos de Defensa Contra las Artes Oscuras practicar la
magia defensiva, los chicos organizan sus propias clases para practicar por su
cuenta. Saben que aprender estas técnicas es vital para aprobar sus exámenes,
y en sus vidas y sus carreras fuera de Hogwarts, y en su intento de frustrar el
regreso de Voldemort al poder, como parte del ejército de Dumbledore.
El malo
¿A que Hogwarts es una maravilla? Como hemos visto, los tres puntos
fuertes de la educación en Hogwarts son: fomentar la enseñanza práctica,
basarse en los intereses naturales de los niños y dar conocimientos que son
importantes en la vida real. Sin embargo, hay otros aspectos de la enseñanza
en Hogwarts que no son tan atractivos. Los tres principales problemas son:
Demasiado peligroso
Profesores no cualificados
Entre los profesores de Hogwarts hay un poco de todo. Por un lado, están
los buenos, que son competentes, solícitos y justos. Entre estos se encuentran
Albus Dumbledore, Minerva McGonagall, Filius Flitwick, Pomona Sprout y
Remus Lupin 9 . Otros profesores son bastante decentes pero tienen carencias
significativas, como Hagrid, que tiene muchos conocimientos y es
encantador, pero no puede evitar exponer a sus estudiantes a criaturas
peligrosas; Moody/Crouch, que enseña a sus estudiantes un montón de
conocimientos pero, por desgracia, (como indica Dean Thomas), resulta ser
un «maníaco» homicida disfrazado; y Snape, que sin duda domina su materia
pero intimida a sus alumnos, es sarcástico con ellos y posee un descarado
sesgo a favor de los estudiantes de Slytherin 10 .
En Hogwarts también hay profesores que son despreciables. Los cuatro
peores (si no contamos a los mortífagos que se unen al profesorado por un
corto espacio de tiempo en Harry Potter y las reliquias de la muerte) son
Binns, Sybill Trelawney, Gilderoy Lockhart y Dolores Umbridge. Binns, un
fantasma que parece no saber que está muerto, por lo general adormece a sus
estudiantes de Historia de la Magia con sus monótonas clases, no conoce el
nombre de sus alumnos y apenas es consciente de que haya realmente
alumnos en sus clases. Trelawney es un «viejo fraude» que enseña una
materia «aburridísima» (Adivinación) y disfruta prediciendo las muertes
espantosas y prematuras de sus alumnos 11 . Lockhart es un fanfarrón
narcisista e inútil. Y Umbridge, por supuesto, es una racista retorcida y ávida
de poder que intenta socavar cualquier educación en la escuela.
Dumbledore tiene grandes dificultades para contratar docentes
cualificados en Hogwarts. En la mayoría de los casos no es culpa suya. Tras
la impactante muerte del profesor Quirrell, se dice que la única persona que
aceptó el puesto de profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras fue el
desgraciado Lockhart. Pero el mayor de los problemas, según comenta Arthur
E. Levine, es que el mundo mágico carece de programas educativos o
requisitos de certificación 12 . Parece ser que cualquiera puede enseñar en
Hogwarts, incluso personas con escasa o nula educación mágica, como
Firenze o Hagrid. Sin profesores solventes ni procedimientos acreditados, la
calidad de la enseñanza en la escuela de los magos está incompleta e incluso
puede llegar a ser peligrosa para los estudiantes.
El feo
Hogwarts, como la mayoría de las escuelas, tiene sus pros y sus contras. A
sus alumnos les encanta el castillo, el lugar, la camaradería, el enfoque
práctico que se da a la magia. No cabe duda de que es un lugar divertido e
interesante en el que dar clase. Pero la educación en Hogwarts también tiene
sus puntos negros, entre los que se incluyen los profesores inútiles, un
entorno peligroso, un plan de estudios limitado y un marcado trasfondo de
intolerancia racial y elitismo.
Entonces, ¿enviaría yo mi hijo a Hogwarts? Tras analizarlo todo, sí. No se
puede desaprovechar una oportunidad tan especial. Pero también me
aseguraría, como hago, de que mi hijo aprende los valores fundamentales
sobre la igualdad de las personas, el rol vital de la libertad democrática y la
importancia de una educación plena y completa, puesto que estos son los
valores que pueden hacer de nuestro mundo un lugar mágico 30 .
1. Harry Potter y la piedra filosofal. Y de postre: «Trozos de helados de todos los gustos que uno se
pudiera imaginar; pasteles de manzana, tartas de melaza, relámpagos de chocolate, rosquillas de
mermelada, bizcochos borrachos, fresas, jalea, arroz con leche...». Ibídem. Te puedes hacer una idea.
2.«Harry’s Curiosity», de Susan Engel y Sam Levin, incluido en la edición de Neil Mulholland de The
Psychology of Harry Potter: An Unauthorized Examination of the Boy Who Lived (Dallas, TX:
BenBella Books, 2006).
3. La principal obra de Dewey sobre educación es Democracia y educación (ed. Morata, 2004, editado
originalmente en 1916). Su posterior obra Experiencia y educación (ed. Biblioteca Nueva, 2004,
editado originalmente en 1938) es más corta y legible.
4.Como ejemplo tenemos Tools for Teaching, de Barbara Gross Davis (San Francisco: Jossey-Bass,
1993), o Lo que hacen los mejores profesores universitarios, de Ken Bain (Universitat de Valencia,
Servei de Publicacions, 2011).
5. The Aims of Education and Other Essays, de Alfred North Whitehead, reimpreso en la edición de
Steven M. Cahn de Classic and Contemporary Readings in the Philosophy of Education (New York:
McGraw-Hill, 1997). Es obvio que los estudiantes necesitan aprender muchas cosas por las que puede
que sientan poco interés natural (los verbos irregulares y las tablas de multiplicación, por ejemplo). Más
información sobre el riesgo de excederse al atender los intereses académicos de los estudiantes en The
Schools We Need and Why We Don’t Have Them, de E. D. Hirsch Jr. (New York: Doubleday, 1996).
6. Harry Potter y el prisionero de Azkaban.
7.Harry Potter y el cáliz de fuego. La nariz desfigurada de Moody y la locura de los padres de Neville
parecen ser incurables. Y, como sugieren las gafas de Harry y Dumbledore, parece que la magia
tampoco puede corregir los problemas de vista.
8. Vale la pena hacer hincapié en que los libros son ficción. Al señalar los defectos de Hogwarts si
fuera real, no estoy criticando ni a J. K. Rowling ni a los libros. No hay razones para pensar que
Rowling pretende describir Hogwarts como una institución ideal. Lo representa como hace (peligroso,
por ejemplo) porque se trata de ficción. Si la propia Rowling fuera la directora de Hogwarts, no cabe
duda de que reconocería y se encargaría de muchos de los problemas que menciono.
9. Puede que Lupin necesite un asterisco junto a su nombre debido a su desafortunada tendencia a
transformarse en hombre lobo una vez al mes. Cierto es que Lupin toma la poción matalobos para
controlar sus síntomas, pero su peligrosa transformación en Harry Potter y el prisionero de Azkaban
deja claro que sigue siendo en parte un riesgo para los estudiantes.
10 .El profesor Quirrell tampoco es exactamente quien parece ser, pues se podría decir que tiene cierto
trastorno de personalidad múltiple.
11 . Harry Potter y la Orden del Fénix.
12 . «No Wizard Left Behind», de Arthur E. Levine. Education Week, 9 de noviembre de 2005.
13 .Hay excepciones. Los estudiantes de Hogwarts también tienen Historia de la Magia y la optativa
Estudios Muggles. También estudian algo de ciencia convencional en clase de Astronomía.
14 .
Un detalle que también comentan Charles W. Kalish y Emma C. Kalish en «Hogwarts Academy:
Common Sense and School Magic», incluido en Psychology of Harry Potter, y Marc Sidwell en «No
Child of Mine Will Go to Hogwarts», publicado en la página Web de Conservative Home:
conservativehome.com//platform/2007/08/marc-sidwell-no.html.
15 .
The Paideia Proposal: An Educational Manifesto, de Mortimer J. Adler (NewYork: Simon &
Schuster, 1998) (traducido del original).
16 .
Adaptado de las palabras del padre Richard Connerton, presidente fundador del King’s College de
Pensilvania, quien afirmó que el King’s «además de enseñar a los estudiantes a ganarse la vida, les
enseña a vivir».
17 . La República, de Platón.
18 . Política, de Aristóteles.
19 . Pensamientos sobre la educación, de John Locke (ed. Akal, 1986).
20 . Emilio, de Jean-Jacques Rousseau (Alianza Editorial, 2005).
21 .
Thoughts on Education, de Immanuel Kant, reimpreso en la edición de Steven M. Cahn de Classic
and Contemporary Readings in the Philosophy of Education (New York: McGraw-Hill, 1997).
22 . Experiencia y educación, de John Dewey (ed. Biblioteca Nueva, 2004).
23 .
Reforming Education: The Opening of the American Mind, de Mortimer J. Adler (New York:
Macmillan, 1988) (traducido del original).
24 .
J. K. Rowling, en la «Scholastic.com Online Chat Interview» del 3 de febrero del 2000. accio-
quote.org/articles/2000/0200-scholastic-chat.htm.
25 . Reforming Education, de Mortimer J. Adler (traducido del original).
Charles Taliaferro
Arrepentimiento y muerte
El pesar conlleva tristeza, desazón o disgusto por algo que ha pasado, pero
el arrepentimiento incorpora un ingrediente fundamental: el sentimiento de
profunda tristeza por haber cometido el acto. El pesar no lleva implícito
ningún reconocimiento personal de culpa o responsabilidad, pero el
arrepentimiento conlleva cierto dolor o tristeza por el papel desempeñado en
algún acto del pasado, ya sea por acción u omisión.
Puede que Ryddle no fuera capaz de arrepentirse porque había llegado a
sentirse tan identificado con Voldemort que casi se podría decir que Ryddle
se había convertido en Voldemort, el portador del poder indomable, y esto no
le permitía pensar en una nueva vida más allá de Voldemort por medio del
arrepentimiento. Si hemos cometido un error y lo único que sentimos es
arrepentimiento por la acción, nos encontramos en una posición casi
intolerable. La reforma moral requiere que una persona avance, accediendo a
través del arrepentimiento a una nueva vida, a algún tipo de nueva identidad
positiva.
Dumbledore llega a darse cuenta de que necesita pasar por la muerte
cuando reconoce su nefasto error de ponerse el anillo con el fin de utilizar la
Piedra de la Resurrección. Su error no lo comete movido por el mal o el
despecho. De hecho, incluso piensa que podría alcanzar una nueva vida
mediante la piedra. Como le cuenta a Harry:
Cuando después de tantos años descubrí la reliquia que más había ansiado poseer, enterrada en la
casa abandonada de los Gaunt (aunque en mi juventud la quería por motivos muy diferentes), perdí
la cabeza. Casi olvidé que se había convertido en un horrocrux y que el anillo debía de llevar una
maldición. De modo que lo cogí y me lo puse en el dedo; por un instante, imaginé que estaba a
punto de ver a Ariana y a mis padres, y que podría decirles cuánto lo lamentaba...
Fui un estúpido. Al cabo de tanto tiempo no había aprendido nada. Era indigno de reunir las
Reliquias de la Muerte, lo había demostrado en más de una ocasión, y allí estaba la prueba
definitiva. 3
Voldemort necesita que Harry muera para que esta conexión se rompa y,
de este modo, volver a estar completo.
Aunque este dramático ejemplo de muerte y resurrección exige a Harry
deshacerse de algo que es, en esencia, ajeno a su identidad auténtica y sus
valores, el caso es que Harry pasa en todos los libros por un cierto proceso de
arrepentimiento y regeneración con respecto a sus propios sentimientos y
defectos. Por ejemplo, en Harry Potter y la Orden del Fénix debe corregir su
desconfianza hacia Hermione Granger y Ron Weasley:
Pero sin poder contenerse más, Harry se puso a gritar.
«¡AH, YA!, NO HABÉIS ESTADO EN LAS REUNIONES, ¡QUÉ BIEN! PERO HABÉIS
ESTADO AQUÍ, ¿VERDAD? ¡HABÉIS ESTADO JUNTOS! ¡YO, EN CAMBIO, LLEVO UN
MES ATRAPADO EN CASA DE LOS DURSLEY! ¡Y YO HE HECHO COSAS MUCHO MÁS
IMPORTANTES QUE VOSOTROS DOS Y DUMBLEDORE LO SABE! ¿QUIÉN SALVÓ LA
PIEDRA FILOSOFAL? ¿QUIÉN SE DESHIZO DE RIDDLE? ¿QUIÉN OS SALVÓ LA VIDA
CUANDO OS ATACARON LOS DEMENTORES?»
Harry soltó todos y cada uno de los amargos y resentidos pensamientos que había tenido durante
el último mes: su frustración ante la ausencia de noticias, la ofensa que le producía saber que todos
habían estado juntos sin él, la rabia que experimentaba porque habían estado vigilándolo y nadie se
lo había dicho... Todos los sentimientos de los que se avergonzaba a medias se desbordaron por
fin 10 .
El amor que siente Harry por los demás y el que sienten estos por él es la
base de su proceso de maduración y lo que le protege de Voldemort. Como
dice Dumbledore, la fuerza del amor «es la que también ha impedido que
Voldemort te haya poseído, porque él es incapaz de ocupar un cuerpo tan
lleno del poder que detesta» 12 .
La inversión de Voldemort
La objeción de la integridad
La objeción de la fantasía
1.Puedes consultar por ejemplo Forgiveness: A Philosophical Exploration, de Charles Griswold (New
York: Cambridge University Press, 2007).
2. Harry Potter y las reliquias de la muerte.
3. Harry Potter y las reliquias de la muerte.
4. Ibídem.
5.Harry Potter y las reliquias de la muerte. Para conocer la visión de Sócrates de su alegre aceptación
de la muerte, consulta Fedón, de Platón.
6. Harry Potter y las reliquias de la muerte.
7. Harry Potter y la Orden del Fénix.
8. Harry Potter y las reliquias de la muerte.
9.
Ibídem.
10 . Harry Potter y la Orden del Fénix.
11 . Harry Potter y las reliquias de la muerte.
12 . Harry Potter y la Orden del Fénix.
13 . Harry Potter y las reliquias de la muerte.
14 . Ibídem.
15 . Harry Potter y las reliquias de la muerte.
16 . Ibídem.
17 .Más información en los libros Amor, culpa y reparación (ed. Paidós Ibérica, 1994) y Envidia y
gratitud (ed. Paidós Ibérica, 1998), de Melanie Klein.
18 .
Consciousness and the Mind of God, de Charles Taliaferro (Cambridge, UK: Cambridge University
Press, 1994).
19 .Love, Love, Love, de Charles Taliaferro (Cambridge, MA: Cowley Press, 2006). En especial el
capítulo «A Modest Defense of Magic».
20 . Harry Potter y el misterio del príncipe.
21 .Mi más sincera gratitud a Elizabeth Clark por nuestras conversaciones sobre Harry Potter y el
arrepentimiento, así como su ayuda para preparar este ensayo. Gracias también a Elsa Marty por
nuestras charlas sobre el modelo de regeneración.
17
La muerte y la filosofía
Dice la leyenda que hace algunos años hubo un filósofo profesional que
decidió presentarse para gobernador de su estado. Durante la campaña
electoral le preguntaron cuál era la lección más importante que le podemos
enseñar a nuestros hijos, a lo que respondió: «Que se van a morir». No ganó
las elecciones.
Los filósofos se ocupan de las grandes preguntas e ideas. No es de
extrañar, por tanto, que muchos de ellos hayan estado y estén fascinados con
la muerte, el umbral de lo desconocido. Pero, al ser la muerte una perspectiva
tan poco agradable, alguna gente intenta evitarla, negarla, alejarla de su
mente. Los jóvenes tienen una especial propensión a creer que son
invencibles, como si la muerte fuera algo que solo les pasa a los demás.
Muchas veces carecen de lo que el filósofo Martin Heidegger (1889-1976)
llamaba autenticidad, que se logra al aceptar la muerte y reflexionar en
profundidad sobre nuestra mortalidad.
Algunos filósofos, como los epicúreos de la antigua Grecia, pensaban que
no deberíamos preocuparnos por la muerte, porque al morir dejamos de
existir. La muerte no nos ocurre exactamente a nosotros, es solo nuestro fin.
Dejamos de estar aquí y, por tanto, no podemos experimentarla; la llegada de
la muerte se corresponde con nuestra partida, ¿por qué preocuparse entonces?
Heidegger, por el contrario, pensaba que llevar una vida auténtica implica
enfrentarse en campo abierto a lo que significa nuestra muerte: que dejaremos
de ser. Como ateo, pensaba que al morir termina nuestra existencia, y que
vivir de un modo auténtico es hacerlo con la dolorosa aceptación de que la
muerte está a la vuelta de la esquina. No es algo que contemplar desde la
distancia; podría ocurrir en cualquier momento, sin previo aviso ni la
oportunidad de reflexionar sobre ello, y su inminencia debería verse reflejada
en nuestro modo de vivir y pensar actuales. Nuestra mortalidad hace que nos
enfrentemos a la tarea de definirnos, de reconocer tanto nuestras limitaciones
como nuestras posibilidades, de no perder ni un minuto de nuestro precioso
tiempo viviendo adormilados.
Hace más de dos mil años, Platón manifestó una idea parecida. De hecho,
es famoso por enseñar que «la existencia del filósofo es una preparación para
la muerte» 1 . La búsqueda de la sabiduría consiste, para el, en vivir
preparados para enfrentarnos a la muerte cuando esta llegue.
Harry se enfrentó a la muerte desde el principio, de modo que era
consciente de su mortalidad desde una edad corta.
Mientras que Harry vive una vida auténtica, la de Lord Voldemort no
tiene nada de auténtica. Para ver por qué, vamos a analizar el clímax de la
pseudo-muerte de Harry y lo que ocurre a continuación en Harry Potter y las
reliquias de la muerte.
La batalla venidera
Un Harry maduro y curtido en cien batallas camina sombrío hacia el
Bosque Prohibido para vivir lo que él piensa con honestidad que serán sus
últimos momentos. Va allí a encontrarse con su destino con los ojos bien
abiertos. Ya sabe que el único modo de acabar con Voldemort es muriendo,
llevándose consigo un trozo de su alma. Según va caminando, cada paso
acerca más a Harry hacia el final y sus pensamientos se van haciendo cada
vez más nítidos. A la sombra de esta muerte inminente, sus sentidos se van
afilando. Empieza a darse cuenta de todas las cosas que ha tenido (físicas o
no) pero no ha llegado a valorar. Aun así, se mantiene firme en la tarea que
tiene por delante. Dumbledore sabía que, llegado el momento, Harry seguiría
adelante aun a costa de su propia vida: «El anciano profesor sabía, igual que
Voldemort, que Harry no permitiría que nadie más muriera por su culpa una
vez que hubiese descubierto que estaba en su mano poner fin a aquella
masacre» 2 .
Harry se había enfrentado antes a la muerte, cuando perdió a varios seres
queridos. Y, a pesar de que Dumbledore le asegurase que la muerte podría ser
la próxima gran aventura, y de los conocimientos de Nick Casi Decapitado
sobre almas perdidas, Harry alberga algo más que un par de dudas sobre lo
que puede acarrear la muerte. El hecho de que los cuerpos de los muertos se
descompongan y se pudran bajo tierra le crea una considerable angustia
existencial. Recordemos la escena de Harry Potter y las reliquias de la
muerte en la que Harry y Hermione Granger llegan por fin a la tumba de los
padres de Harry en Godric’s Hollow y Harry lee lentamente el epitafio que
hay escrito en la lápida: «El último enemigo que será derrotado es la
muerte» 3 .
Al principio, a Harry le preocupa de que esto sea algo propio de
mortífagos, más en la línea de Voldemort y su búsqueda de una manera de
evitar la muerte, y se pregunta qué hace ahí una inscripción como esa.
Hermione le tranquiliza:
«No significa derrotar la muerte en el sentido que manejan los mortífagos, Harry... significa... ya
sabes, vivir más allá de la muerte. Es decir, la vida después de la muerte». Pero Harry pensó que sus
padres no vivían; estaban muertos. Aquellas vanas palabras no camuflaban el hecho de que sus
restos mortales yacieran bajo la nieve y la piedra, indiferentes, ignorantes de lo que sucedía en el
mundo 4 .
Si esto es lo que implica la muerte, entonces hablar de la derrota de la
muerte parece una broma, pues tras la muerte solo quedan restos mohosos y
carne podrida, y eso es todo.
Este fue el destino de los padres de Harry y ahora él, en esta hora aciaga,
siente que ese es el destino que nos espera a todos. Conforme camina de
forma voluntaria hacia su propia muerte, Harry se da cuenta de algo: «Y, una
vez más, Harry comprendió sin necesidad de reflexionar: no hacía falta que
los hiciera regresar [a sus seres queridos], porque estaba a punto de reunirse
con ellos. No iría él a buscarlos, sino que ellos vendrían a buscarlo a él» 5 . No
puede devolver la vida a sus padres, pero sí que puede morir y reunirse con
ellos.
Lo que Heidegger nos recomienda no es que reflexionemos de manera
enfermiza sobre la muerte hasta que nos deprimamos, sino que aceptemos las
limitaciones que conlleva para que podamos encarar con valentía el futuro
que nos espera, por fugaz que sea, aprovechando las oportunidades que se
nos puedan presentar. Pensemos también en el caso de Colin Creevey, un
joven mago que se cuela de nuevo en Hogwarts para luchar en la batalla, en
la que pierde la vida. Las acciones de Harry y Colin, con independencia de lo
que creyesen sobre la vida después de la muerte, son grandes ejemplos de una
forma de vida propia de Heidegger: reconocer las limitaciones, aprovechar
las oportunidades y aceptar la propia mortalidad.
Dumbledore es aún más claro cuando habla con Harry acerca de si este
volverá al mundo de los vivos a terminar su tarea o se adentrará en el
misterioso más allá: «Si decides regresar, existe la posibilidad de que
Voldemort sea derrotado para siempre. No puedo prometerlo, pero de una
cosa sí estoy seguro, Harry: tú tienes mucho menos que temer si vuelves aquí
que él» 8 .
Irónicamente, es el miedo exacerbado a la muerte que tiene Voldemort lo
que le conduce a cometer los actos indescriptibles que le han despojado de
cualquier ápice de bondad, pero son estas decisiones la causa de que ahora
Voldemort tenga motivos reales para temer a la muerte.
Vale la pena comentar que El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien, que
comparte con Potter el honor de ser una de las sagas de fantasía más
populares de todos los tiempos, también presenta un ejemplo de búsqueda de
la inmortalidad. Como comenta Tolkien en sus Cartas, el El Señor de los
Anillos no trata en realidad acerca de la heroica lucha contra el mal, sino «la
muerte y el deseo de la inmortalidad» 9 . Sauron, el Señor Oscuro, deposita
una buena parte de su fuerza vital en el Anillo Único, al que vincula de
manera irreversible su propia existencia. Este anillo es el catalizador de un
enorme mal y al final debe ser destruido. Veamos qué representa este motivo
y qué enseñanza podemos extraer de él para nuestras propias vidas.
Cosechar un destino
1. Fedón, de Platón.
2. Harry Potter y las reliquias de la muerte.
3. Harry Potter y las reliquias de la muerte.
4. Ibídem.
5. Ibídem.
6. Harry Potter y las reliquias de la muerte.
7. Ibídem.
8. Ibídem.
9.Cartas, de J. R. R. Tolkien (ed. Minotauro) (traducido del original). Quizá el ejemplo más claro de la
búsqueda de la inmortalidad en los escritos de Tolkien sea la invasión de Aman, el Reino Bendecido,
por Ar-Pharazôn y los hombres de Númenor en El Silmarillion (ed. Minotauro, 2002). Los
numenoréanos codiciaban obtener la inmortalidad de los dioses (los Valar) y fueron destruidos por su
impiedad). Puedes encontrar un análisis más profundo sobre la presencia de este tema en los escritos de
Tolkien en El Señor de los Anillos y la filosofía, de Gregory Bassham y Eric Bronson (ed. Ariel).
10 . Harry Potter y las reliquias de la muerte (énfasis añadido).
11 .Cita extraída de la última charla de James en Harvard (traducida del original), impartida el 6 de
diciembre de 1906 y citada por Robert D. Richardson en William James in the Maelstrom of American
Modernism (New York: Houghton Mifflin Company, 2007).
Michael W. Austin
Aparte de los enfrentamientos de los magos con sus varitas (por muy
chulos que sean), una de las partes cruciales de los libros de Potter es el
conflicto que tiene lugar entre la visión del mundo que tienen Harry y
Voldemort. En este conflicto representan, respectivamente, las visiones de
Sócrates y sus oponentes, los sofistas 1 .
Los sofistas eran un grupo de profesores con grandes conocimientos en el
arte de la retórica y muy poco respeto por la verdad. Si les buscáramos una
correspondencia contemporánea, los mejores candidatos serían los
anunciantes sin escrúpulos y los jefes de prensa de los políticos. Según los
sofistas, las personas morales o justas siempre obtienen menos que las
injustas. La inmoralidad da sus frutos, porque al ser inmoral es más fácil
lograr el poder, la riqueza y el placer. Como dice el sofista Trasímaco en el
Libro I de La República:
Hay que observar, candidísimo Sócrates, que al hombre justo le va peor en todas partes que al
injusto. En primer lugar, en las asociaciones mutuas, donde uno se junta con otro, nunca verás que,
al disolverse la comunidad, el justo tenga más que el injusto, sino menos. Después, en la vida
ciudadana, cuando hay algunas contribuciones, el justo con los mismos bienes contribuye más; el
segundo, menos... Cuando uno de los dos toma el gobierno, al justo le viene, ya que no otro castigo,
el andar peor por causa del abandono en sus asuntos privados, sin aprovechar nada de lo público por
ser justo, y sobre ello, el ser aborrecido de los allegados y conocidos cuando no quiera hacerles
favor alguno contra justicia; con el injusto todas estas cosas se dan en sentido contrario 2 .
El final de la historia
1. The Story of Ethics: Fulfilling Our Human Nature, de Kelly James Clark y Anne Poortenga (Upper
Saddle River, NJ: Prentice Hall, 2003). Este corto libro describe muy bien la relación entre la ética y la
realización personal desde la antigüedad hasta nuestra era y vale la pena leerlo si se tiene interés en
profundizar más en este tema. Buena parte de lo que sigue está extraído de este trabajo. Consultar
también La República, de Platón.
2. La República, de Platón.
3. Ibídem. Libro X.
4. Harry Potter y las reliquias de la muerte.
5.Más información sobre este tema en el capítulo 17, «Más allá del valle de Godric: La vida tras la
muerte y la búsqueda de un sentido», por Jonathan L. Walls y Jerry L. Walls.
6. Más información en The Story of Ethics, de Clark y Poortenga.
7.Harry Potter y las reliquias de la muerte. Este pasaje tiene unas marcadas reminiscencias del intento
de Saruman de justificar ante Gandalf su traicionera alianza con Sauron en La Comunidad del Anillo,
de J. R. R. Tolkien: «Podemos tomarnos tiempo, podemos esconder nuestros designios, deplorando los
males que se cometan al pasar, pero aprobando las metas elevadas y últimas: Conocimiento, Dominio,
Orden».
8. Más información sobre el juicio y la muerte de Sócrates en los diálogos de platón Apología y Critón.
En los diálogos hay varios puntos en los que se apoya la idea de que el bien común fue una de las
motivaciones que influyeron a Sócrates en su decisión de morir. En la Apología, Sócrates expresa su
negativa a dejar de ejercer la filosofía en Atenas, a dejar de llamar a sus ciudadanos a valorar la verdad,
la sabiduría y el estado de sus almas más que la riqueza o la reputación. Existe una importante conexión
entre el carácter de los ciudadanos y el de la ciudad, y Sócrates prefería morir antes que abstenerse de
contribuir al bien común como filósofo en las calles de Atenas. Prefería proporcionar un ejemplo a los
que seguían viviendo de la importancia de una vida dedicada a la virtud y el bien común. Como dice al
final de este pasaje, «la riqueza no trae la excelencia, pero la excelencia trae la riqueza y otras
bendiciones públicas y privadas para los hombres». Entre las demás razones de Sócrates para decidir
morir relacionadas con el bien común, se incluye su creencia de que dios le había dado esta misión, su
preocupación por la reputación de Atenas y su creencia de que debería morir antes que abandonar
Atenas porque tenía una deuda de gratitud con la ciudad.
9. Harry Potter y las reliquias de la muerte.
Colaboradores
El profesorado de Hogwarts (para muggles)
Ilustración:
Corbis/Cordon Press
Traducción:
Sergio Luis González Cruz
Responsable editorial:
Eva Margarita García
Título original: The ultimate Harry Potter and philosophy : Hogwarts for Muggles / edited by Gregory
Bassham.
All rights reserved. This translation published under license with the original publisher John Wiley &
Sons, Inc
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