REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LAS FUERZAS ARMADAS
UNEFA, NÚCLEO, NUEVA ESPARTA

Tutor: Autores:
Luis M. Cordova Boadas Ángel G. Cedeño Rodríguez C.I: 29.680.074

Juan griego, Mayo, 2022

El camino de la inmortalidad que creo el Libertador atreves de todos sus inmensos
logros, la patología que tuvo el Libertador durante su historia y las muchas crisis que
presentó en los últimos años de ella sin lugar a dudas han tenido que influir en alguna
forma en el desarrollo de las guerras de la libertad, el origen de la república y quizás
muchísimo más, en la evolución de los hechos que llevaron su obra política.
En su viaje a Santa Marta el 7 de mayo Bolívar abandona Bogotá. No puede volver a
Venezuela, incluso teme que la autoridad pública de Páez se quede con las minas de
Aroa, la hacienda de sus padres. Por el momento su objetivo es la costa. Necesita
descansar un poco para recuperar su maltrecho bienestar. Si mejora y se le permite la
indemnización del ex presidente. En Cartagena recibe una terrible noticia. El mariscal
Sucre ha sido asesinado a traición. Bolívar no encuentra palabras ni lágrimas para
tanto tormento. Llora como un niño y encuentra en este agravio una horrible retribución
de sus enemigos. En el ínterin, la autoridad pública del presidente Mosquera se
desmorona. Cada soldado se convierte en general y todos aceptan que se reservan la
opción de rebelarse. Después de 90 días, el vicepresidente Caicedo lo sucede.
Cuando asume el cargo es suplantado por una insurgencia táctica. Urdaneta toma el
poder pero opta a que vuelva Bolívar. Es el único en particular que puede en todo caso
unirse y mantenerse alejado de la guerra. El Libertador presta atención a los
mensajeros. Está atormentado por el completo desorden. “Tengo el compromiso de
salvar el país como cualquier guerrero. Me ofrezco para las penitencias de las que soy
competente. Sin embargo, aún no veo que mi regreso vaya a pacificar a los
agitadores. No puedo aceptar de nuevo la Presidencia sin el consentimiento de unas
elecciones”.
Y en su última proclama como el Libertador de las Américas el 10 de diciembre de
1830, dictada a partir de su lecho de moribundo. Que a los pueblos de Colombia,
habéis presenciado mis esfuerzos para proponer la independencia donde reinaba
anteriormente la tiranía. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo
cual me es más sagrado, mi fama y mi amor a la independencia. No aspiro a otra
gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis laborar por el bien
inestimable de la Alianza; los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse
de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo y los
militares usando su espada en proteger las garantías sociales. Bolívar manifiesta:
¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte
contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al
sepulcro.
En el testamento de su excelencia El Libertador de Colombia. Es el medio por el cual
manifestó su última voluntad antes de morir el 17 de diciembre de 1830. Ha sido
dictado en Santa Marta, Colombia, el 10 de diciembre, el mismo día en que dictó su
última proclama y recibió los sacramentos por parte del Obispo de Santa Marta José
María Esteves, y ha sido firmado por Bolívar y el escribano José Catalino Noguera al
día siguiente. El archivo está construido por catorce cláusulas en las que Bolívar
manifiesta u ordena recursos de diversa índole, incluyendo su religión en Dios y el
templo católico, sus bienes y su destino (las tierras y Minas de Aroa...y unas alhajas),
que se paguen sus deudas y la donación de 2 libros que fueron propiedad de
Napoleón a la Universidad de Caracas.
En los últimos momentos del libertador el 17 de diciembre de 1830, en la Quinta San
Pedro Alejandrino, alrededor de Santa Marta (Colombia) a la 1 en punto de la tarde,
“murió el sol de Colombia”, Simón Bolívar. Luego de haber dado independencia a
muchos millones de suramericanos, Bolívar se encuentra en su último momento
bastante solo. Apenas le rodean Mariano Montilla, Fernando Bolívar, José Laurencio
Silva, Portocarrero, el edecán Wilson, Ibarra, Cruz Paredes, José María Carreño,
Mariano Montilla, Fernando Bolívar, José Laurencio Silva, Portocarrero. Viviendo en el
presente y en el futuro en todos los corazones de los venezolanos y latinoamericanos
gracias a su índole como el Libertador de las Américas dejando sus grandes visiones,
pensamiento bolivariano y la libertad de nuestra tierra ¡Venezuela!