Está en la página 1de 5

UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

FACULTAD DE MEDICINA

GRADO EN TERAPIA OCUPACIONAL

PRÁCTICA 1 PSICOLOGÍA CITAS Y


REFERENCIAS

AUTOR: Gutiérrez Jiménez, Ismael

PSICOLOGÍA

PROFESOR: Casado Morales, María Isabel
Departamento: Psicología Experimental, Procesos Cognitivos y Logopedia

Curso Académico 2022/2023


La Terapia Ocupacional es una profesión de la salud centrada en el usuario, a la cual
le concierne la promoción de la salud y el bienestar a través de la ocupación. La
finalidad primordial de la Terapia Ocupacional es posibilitar la participación de las
personas en las actividades de la vida cotidiana (Federación Mundial de terapeutas
ocupacionales [WFOT], 2010).
Existen diversos métodos que permiten al terapeuta ocupacional llegar a dicha
finalidad, entre estos métodos encontramos el estudio y aplicación de la creatividad de
cada paciente como medida de avance en la terapia y logro del empoderamiento
individual. El empoderamiento es la capacidad, habilidad o autonomía para tomar
decisiones sobre los derechos y su reconocimiento (Confederación Española de
Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental [FEAFES], 2014).
En cuanto a la creatividad, el arte conecta las emociones, la creatividad y la expresión
mediante los objetos, los espacios y el propio grupo. Asimismo, el ingenio por crear
debe ser una de las elecciones en los procesos de rehabilitación e inserción. De esta
manera, favoreciendo el poder de elección y decisión se favorece el proceso de
empoderamiento (García-Gonzalo Y Esmerade-Iglesias, 2014).
Mediante diversos estudios experimentales se llegó a la hipótesis de que la
combinación de la creatividad y el desempeño en ocupaciones como la participación
social y el ocio y el tiempo libre favorece el empoderamiento y la inclusión social
(Peralta-Pallarés, 2021).
Al ser el principal objetivo de esta actividad la facilitación para la incorporación de
individuos a actividades ocupacionales, podemos preguntarnos la manera de
conseguir que estos individuos se sientan motivados para participar e involucrarse en
la terapia propuesta, pues bien, la respuesta (hallada de nuevo mediante métodos y
proyectos experimentales) más sencilla pero a su vez más complicada (depende de la
situación, gustos e intereses de cada paciente) es la profundización en la innovación y
la creatividad de las técnicas de terapia (Guzmán Lozano et al, 2014).
Además del uso de la innovación y la creatividad en la terapia ocupacional, también
debemos tener en cuenta otros factores importantes para alcanzar el objetivo final de
la profesión, por ejemplo, no es casualidad que para enfocar gran parte de la
recuperación de los pacientes con dificultades tanto psicosociales como con ciertas
limitaciones físicas se lleve a cabo un proyecto enfocado no sólo a nivel individual sino
con alternancia de sesiones individualizadas con terapia grupal o de cooperación,
donde se realiza un trabajo terapéutico en un entorno óptimo y específico para cada
paciente (en las sesiones individuales) y para el grupo de pacientes (sesiones
grupales) y es que el entorno de tratamiento es esencial para el éxito de la función
terapéutica ya que tal y como se define en el libro “Retraso mental: definición,
clasificación y sistemas de apoyo” (Luckasson et al, 2002) un entorno óptimo para el
trabajo de recuperación debe cumplir las siguientes características:
Facilitar la accesibilidad y comodidad del individuo o todos los miembros del grupo de
trabajo; ayudar a aportar autonomía desde la inserción del individuo o grupo en dicho
entorno; facilitar las oportunidades de progreso y aprendizaje individual, otorgando así
motivación. Dichas características del entorno generan en el paciente una percepción
de utilidad y de estar ocupando el lugar correcto, lo que se traduce en una mayor
colaboración y facilitación del proceso.

Un ejemplo bastante claro de la utilización de ambos factores anteriormente


mencionados (Creatividad y entorno óptimo) es el tratamiento mediante juegos en la
rama pediátrica de la terapia ocupacional, estas sesiones de juego incluyen tanto
participación como exploración de las limitaciones y capacidades del paciente. Los
juegos utilizados se deben ajustar a los intereses y habilidades del paciente así como a
la potencial efectividad que pueda otorgar dicha práctica. La realización de juegos
como método de tratamiento en niños conforma un entorno óptimo ya que como
explicaban Hinojosa y Kramer: El niño con discapacidad no posee tantas
oportunidades para el juego, por lo que el terapeuta puede utilizar esa misma práctica
como medio de autoexpresión, diversión y reforzamiento de las relaciones del niño con
su círculo más cercano y todos estos avances se realizan mediante una experiencia
propia de la etapa vital del paciente, la niñez (Hinojosa y Kramer, 1997). Para decidir
qué juegos o actividades serán utilizadas en el proceso terapeútico deberá llevarse a
cabo un previo proceso de evaluación en el que se definan las actividades, limitaciones
del paciente en dicha actividad, participación o motivación del paciente frente a dicha
actividad con el objetivo de comprender el nivel de participación que realiza el paciente
en las situaciones ocupacionales (en casa, en el colegio, con adultos, con mascotas,
etc.) (Case-Smith, 2001).
Una vez realizada la evaluación previa se establecerá un programa de tratamiento que
se define de la siguiente manera: Conjunto especificado de acciones humanas y
recursos materiales diseñados e implantados organizada y coordinadamente en una
determinada realidad social, a propósito de resolver algún problema que atañe a un
individuo o conjunto de personas (Fernandez-Ballesteros, 1995).
Al avanzar siguiendo y evaluando los resultados obtenidos sesión a sesión mediante el
programa de tratamiento debemos complementar el proceso con una correcta
documentación de la práctica y los procesos seguidos así como un control de calidad y
para llevar a cabo dichos procedimientos podemos basarnos en textos como la
Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud
(Jiménez Buñuales y González Diego, 2001) para asegurar el éxito terapéutico y la
plena o correcta recuperación de nuestros pacientes.
REFERENCIAS

CCase-Smith, J., & Bigsby, R. (2001). Motor assessment.

Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental.


(2014). Empoderamiento la clave de la recuperación. Revista Encuentro

Fernández-Ballesteros, R. (1995). Cuestiones conceptuales básicas en evaluación de programas.


En R. Fernández-Ballesteros, Evaluación de programas: una guía práctica en ámbitos
sociales, educativos y de salud (pp. 21-46). Síntesis.

García Gonzalo, N. y Esmerode Iglesias, C.(2014). El reto de empoderar un concepto. Revista


electrónica de terapia ocupacional Galicia, TOG, 2(6), 2.

Guzmán Lozano, S. , Pérez de Gracia Pérez, Á., y Munuera Quirant, I. (2014). Creatividad y
diseño de programas en terapia ocupacional. Revista electrónica de terapia ocupacional
Galicia, TOG, 2(6), 11.

Hinojosa, J., & Kramer, P. (1997). Fundamental concepts of occupational therapy: occupation,
purposeful activity, and function. The American Journal of Occupational Therapy: Official
Publication of the American Occupational Therapy Association, 51(10), 864-866.

Jiménez Buñuales, M. y González Diego, P. (2001). La clasificación internacional del


funcionamiento de la discapacidad y de la salud (CIF) 2001. Revista española de salud
pública, 76, 271-279

Luckasson, R., Borthwick-Duffy, S., Buntinx, W., Coulter, D., Craig, E., Reeve, A. y Tasse, M.
(2002). Mental retardation: Definition, classification, and systems of supports. American
Association on Mental Retardation

Pallarés, L. P. (2021). Terapia ocupacional y empoderamiento a través de la creatividad en


trastorno mental grave: proyecto de intervención. Revista electrónica de terapia
ocupacional Galicia, TOG, (18), 69-74.
WFOT. (2010). Statement on Occupational Therapy.
https://www.wfot.org/

También podría gustarte