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El Príncipe

Nicolás Maquiavelo
No podemos juzgar la forma de pensar de Maquiavelo pues
en ese momento Italia estaba completamente separada, y es
precisamente ahí en donde el entorno le hizo ignorar la forma
republicana de gobierno y se enfoca únicamente en los
principados.
El Príncipe es un análisis extenso de cómo adquirir y mantener el
poder político. Es un “manual” para los aspirantes a gobernantes
sobre cómo mantener y ejercer el poder, ignorando
completamente el liderar y servir verdaderamente a las personas.
Considero que las sociedades estarán mucho mejor si tenemos
líderes que ingresan a la política para promulgar un cambio
positivo y no para servir a sus propios fines.
Maquiavelo promueve una visión egoísta y consecuente de la
moralidad. Los fines siempre pueden utilizarse para justificar los
medios. Argumenta que los buenos terminan últimos y que
mantener la verdadera virtud y el honor no conducirá al poder.
Estoy totalmente en desacuerdo con la postura de Maquiavelo.
No creo que seamos muy buenos jueces de qué medios se
justifican por qué fines. Al adoptar una visión consecuente, es
demasiado fácil comenzar a justificar todos los medios y perder
todo contacto con los principios y las virtudes.
Creo que seremos mucho más felices y satisfechos a largo plazo
si mantenemos nuestra moralidad. Una conciencia libre de culpa
vale mucho más que el poder.
Debo reconocer que algunas de las ideas de Maquiavelo son
fundamentales para la forma en que funciona un país, así como
también la importancia que destaca de un ejército fuerte.
Maquiavelo insistió en que los líderes deberían adoptar posturas
firmes sobre los problemas. Puede que esta no siempre sea la
mejor opción, pero creo que vale la pena no ser demasiado
voluble en los puntos de vista de uno. Es imposible complacer a
todos, y Maquiavelo lo reconoció.
Todos podemos beneficiarnos de no siempre tratar de complacer
a las personas y tomar decisiones difíciles. A menudo vemos a los
políticos tratar desesperadamente de atender cada movimiento en
la opinión pública, y terminan perdiendo credibilidad porque la
gente no cree que las promesas de campaña se cumplan alguna
vez.
El Príncipe describe el éxito simplemente como poder, pero el
poder no tiene otro objetivo que no sea él mismo. Maquiavelo no
promueve el uso del poder para el bien. Él hace del poder el fin
último. Creo que este es el fin equivocado.

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