1.

Les comunicaría la actividad a desarrollar de forma clara y concisa, explicando

detalladamente en qué consisten las actividades y qué beneficios tendrán para ellos.
Como se trata de usuarios con problemas cognitivos, se deben usar carteles o folletos
donde se recoja la información sobre la actividad de forma visual y sea más
reconocible por los usuarios. También será importante recordar diariamente las
actividades, explicando nuevamente qué se va a hacer y se pretende conseguir y
motivando a los usuarios.
Se deberán tener en cuenta las limitaciones a nivel cognitivo, funcional o físico que
sufran los usuarios, derivados de su demencia, además de las características singulares
de cada persona.
Sí, dificultan el desarrollo de la actividad ya que pueden extender esa desidia al resto
de compañeros. Sería importante trabajar con ellos, primeramente y de forma aislada,
sobre la importancia de la realización de las tareas y la motivación.
Se pueden utilizar técnicas como el moldeado, efectiva para la adquisición de nuevas
conductas mediante aproximaciones.

2. - Los pasillos largos deben tener pasamanos a ambos lados.

- El suelo no debe estar encerado ya que podría ser resbaladizo.
- Eliminar las alfombras por suponer un obstáculo para personas con dificultad en
sus desplazamientos y ser un riesgo de caídas por tropiezos.
- Los cajones de la mesilla deben tener guías.
- Los colores luminosos en las paredes sólo deben utilizarse en las salas de
actividades.

3. El inventario de material no se ha hecho siguiendo ningún orden. Se debería clasificar

el material en función de uno de estos métodos: alfabético, alfanumérico,
mnemotécnico o decimal.
Además, no presenta orden lógico y es complicado ver rápidamente qué materiales
hay, cuántos y de qué tipo. No se realizan anotaciones sobre el estado de los mismos.