MEJORAR
LA PRÁCTICA
Promover la reanimación cardiopulmonar pediátrica segura
Karen J. Lafleur, RN, CCRC, CCRN, MSN
NUESTRO HOSPITAL NECESITABA
obtener el National Patient Safety Goal
3B, que requiere que todos los hospitales
estandaricen y limiten el número de
concentraciones de fármacos utilizados
hasta finales del 20081. Para cumplir este
objetivo, la dirección de enfermería me
encargó coordinar la transición para
estandarizar las concentraciones de
perfusiones de nuestro sistema Broselow-
Luten (véase el cuadro anexo Carro de
RCP pediátrica simplificado con colores), ya
que soy enfermera clínica especialista en
cuidados intensivos. En este artículo se
explica cómo llevamos a cabo este
proyecto y los resultados obtenidos.
El sistema
Nuestra plantilla de profesionales de
enfermería de cuidados intensivos cuida de
adultos pero también es responsable de las
reanimaciones cardiopulmonares (RCP)
pediátricas que realizan en el hospital.
Cuando los profesionales de enfermería
rellenaron un cuestionario sobre su
formación pediátrica y su experiencia en
RCP, vimos que sólo el 17% habían
participado en RCP pediátricas. De éstos,
sólo el 37% tenían experiencia en pediatría,
en algunos casos incluso hacía 30 años.
Casi el 75% de los profesionales de
enfermería manifestaron un incremento en
sus grados de estrés cuando se imaginaban
participando en una RCP pediátrica. El 52%
manifestaron que preferirían hacer cualquier
otra cosa antes que actuar en una RCP
pediátrica. La ansiedad y la inseguridad
manifestada eran similares a las de otros
profesionales en otras instituciones2.
Para ayudar a proporcionar un
cuidado seguro y apropiado durante la
RCP pediátrica nuestro hospital utilizó
en 2005 el sistema Broselow-Luten.
Entonces me serví de material de una
versión modificada de la Universidad de
Duke para educar a los profesionales de
enfermería y coloqué la información en
la intranet del hospital. Cada uno de los
profesionales de enfermería demostró
40 Nursing. 2009, Volumen 27, Número 1
Carro de RCP pediátrica
simplificado con colores
El sistema de Broselow-Luten incluye:
registros coordinados por colores,
módulos de equipamiento y la cinta de
emergencias pediátricas (cinta de
Broselow). En una emergencia, el
profesional sanitario mide la longitud
del niño con la cinta de Broselow para
estimar el peso. Cada longitud de la
cinta corresponde a un color específico
que se usa para determinar la dosis de
medicación intravenosa, el volumen de
líquidos adecuado y los tamaños del
tubo endotraqueal y de la sonda
nasogástrica. La gama de colores se
utiliza hasta que se pueda pesar al
paciente.
aptitudes para medir, categorizar y
calcular dosis para las perfusiones según
cada peso en el abanico de colores3,4.
Búsqueda de los estándares
Las versiones antiguas del sistema
Broselow-Luten en RCP pediátrica
incluyen la regla del 6 para calcular la
concentración individualizada del fármaco.
(La regla del 6 significa multiplicar el peso
del niño en kilogramos por 6 para obtener
los miligramos del fármaco para añadirlo a
100 ml de solución a un ritmo de 1 ml/h,
que equivale a 1 µg/kg/min)5. Compramos
la versión más nueva de aquellos
momentos, la de 2005A, que elimina la
regla del 6.
Sin embargo, el hospital no tenía las
concentraciones de perfusiones pediátricas
estandarizadas para poder implementar
este sistema. En el verano del 2006 empecé
a buscarlas mediante llamadas telefónicas a
hospitales, realicé una extensa búsqueda
bibliográfica y formulé preguntas en los
listados de servicios. Algunos programas de
software electrónicos pueden realizar el
cálculo con sólo apretar un botón, pero
ésta no era una opción para nosotros hasta
que hubiéramos acabado la conversión
electrónica de los registros de enfermería.
Había muy poca información disponible,
pero al contactar con el Sutter Medical
Center en Sacramento, California, y con
el Dartmouth Hitchcock Medical Centre
(DHMC) en Lebanon, New Hampshire,
obtuvimos la información necesaria
para estandarizar las bases de las
concentraciones de fármacos en
perfusiones4.
Crear el cambio
Para ayudar a reducir el potencial de error
y estrés para cualquier persona
involucrada en una RCP pediátrica creé
una tabla de 6 perfusiones pediátricas
básicas. La tabla identificaba categorías de
peso basadas en los cajones de colores,
preparaciones, concentraciones y gamas de
dosis. Tendríamos que preparar sólo 10
concentraciones diferentes y podríamos
utilizar 3 perfusiones premezcladas que
usábamos con adultos. Trabajé muy
estrechamente con el servicio de farmacia
para poder determinar qué opciones de
medicación estaban disponibles para poder
comparar lo que teníamos con lo que
necesitábamos. Fuimos capaces de quitar
bastante medicación para así poder reducir
posibles errores de medicación al tener
menos viales. Una vez establecidos el
suministro de medicación y las
concentraciones propuestas, diseñé unas
tablas para que los profesionales de
enfermería no tuvieran que hacer cálculos
durante la RCP.
El DHMC tiene una tabla de
concentraciones estandarizada que va
desde pacientes neonatales a adultos. Así
pues, utilicé muchas de estas dosis y
documentos básicos como plantillas.
Cada una de las 51 tablas es específica
para las correspondientes 9 categorías de
peso (algunas medicaciones no se
administran a pacientes pequeños). Las
tablas son del mismo color que los
cajones codificados por colores, y el
nombre del color está asimismo escrito
en la hoja para las enfermeras daltónicas.
Los cajones también tienen escrito el
nombre del color.
Cada hoja de color muestra cómo debe
administrarse la dosis exacta en mililitros
para mezclarla y la concentración final.
Cada una contiene información específica
relacionada con la concentración de
perfusión particular y la categoría del
peso. Incluye el cálculo del ritmo de la
perfusión para la escala de dosis
pretendida para cada medicación.
Aprobación de los expertos
La obtención de sugerencias y
comentarios por parte de los
profesionales de enfermería era de gran
valor para asegurarse de que las tablas
eran fáciles de utilizar. Me entrevisté con
pediatras y con personal de hospitales
pediátricos en marzo de 2007 para
obtener recomendaciones sobre las
concentraciones de medicación. Les
enseñé un prototipo de las hojas de color
para las perfusiones y les expliqué que
cada cajón de color tenía el material
necesario y la dosis basada en el peso
para la medicación vasoactiva. Los
pediatras y la comisión de farmacia y
terapéutica aprobaron el proyecto.
Empieza la fiesta de la
laminación
Una vez aprobadas las hojas de colores,
la imprenta del hospital las plastificó
para evitar que se ensuciaran y para que
su limpieza fuera más fácil. Hicieron
Los profesionales de enfermería
manifestaron encontrarse más
seguros en su rol para actuar en
situaciones de emergencias
pediátricas, debido a las nuevas
tablas de Broselow.
paquetes que contenían 8 o 9 hojas de
colores con un agujero para poner una
anilla y así facilitar la consulta y
mantenerlas intactas.
Las nuevas cintas de Broselow también
se plastificaron, lo que ha demostrado
que facilita su protección y ayuda en su
utilización. Dado que las cintas de
Broselow son rígidas, son fáciles de ver
cuando permanecen colgadas de un
gancho detrás del registro de RCP.
Estimular la estimulación
A principios de junio, a las enfermeras de
la unidad de cuidados intensivos se les
impartió formación mediante simulacros
de RCP usando las cintas de Broselow:
cómo medir correctamente, la eliminación
de la regla del 6 y la adición de las nuevas
guías de administración de medicación.
Cuatro miembros del equipo participaron
al mismo tiempo en la simulación de RCP
de adultos y pediátricas. Cada profesional
de enfermería desempeñó un rol en la
interpretación del ritmo cardíaco, el
manejo de las vías aéreas, la
administración de medicación y la
documentación. Si el profesional de
enfermería determinaba que el peso del
niño estaba en la zona amarilla, abría el
cajón amarillo y usaba el material amarillo
y las hojas amarillas para mezclar la
medicación y configurar las dosis
específicas. Para obtener las dosis, la
enfermera trazaba una línea imaginaria
desde el peso del niño en kilogramos hasta
la dosis requerida. Como los ritmos de
perfusión ya estaban calculados,
programar la bomba resultaba más fácil y
más rápido.
Para mantener la profesionalidad
durante las RCP pediátricas es obligatorio
usar el sistema de Broselow. Nuestros
profesionales practican periódicamente en
una habitación de simulacros, donde,
guiados por un profesor, pueden ensayar
sus habilidades en un ambiente relajado6.
Retroalimentación,
la clave del éxito
Los profesionales de enfermería de la
unidad de cuidados intensivos nos
proporcionaron información sobre su
grado de comodidad antes y después del
simulacro. Por lo general la
retroalimentación era muy positiva, tanto
por la experiencia como por el potencial
para disminuir –si no eliminar
completamente– los errores en la
administración de medicación pediátrica.
La simulación les dio la oportunidad de
mirar los protocolos y familiarizarse con
la medicación, las perfusiones y el
material de emergencia para adultos y
para pediatría. La respuesta a las nuevas
tablas de perfusiones intravenosas
pediátricas fue abrumadoramente
positiva.
Después de las sesiones, los
profesionales de enfermería manifestaron
encontrarse más seguros en su rol para
actuar en situaciones de emergencias
pediátricas, debido a las nuevas tablas de
Broselow. Manifestaron que creían que
este sistema mejoraría significativamente
la seguridad de la administración de
medicación, lo que disminuiría sus
niveles de ansiedad, especialmente en lo
que se refiere al cálculo de fármacos. N
BIBLIOGRAFÍA
1. The Joint Commission. National Patient
Safety Goals. http://www.jointcommission.org/
PatientSafety/NationalPatientSafetyGoals/07_
npsg_facts.htm.
2. Niemi K, et al. Standardized vasoactive medica-
tions: A unified system for every patient, every-
where. Hospital Pharmacy. 40(11):984-993,
November 2005.
3. Study packet for the correct use of the Broselow
Pediatric Emergency Tape 2006. http://
dukehealth1.org/deps/Study_Packet_v2_0_rev_m
ay2006.pdf.
4. Pediatric emergencies and resuscitation: Color
coding kids to optimize patient safety. http://
dukehealth1.org/deps/Instructor_Slides_New_
Broselow_Tape_2006.pdf.
5. DeBoer S, et al. Color coding to reduce errors:
The Broselow-Luten system streamlines pediatric
emergency treatment. American Journal of Nursing.
105(8):68-71, August 2005.
6. Monachino A. Pediatric code readiness: Practice
is key. Journal for Nurses in Staff Development.
21(3):126-131, May/June 2005.
Karen J. Lafleur, enfermera especializada en cuidados
intensivos, es coordinadora de práctica clínica en el Cooley
Dickinson Hospital in Northampton, Massachusetts.
Nursing. 2009, Enero 41