El derecho del niño se refiere al conjunto de normas, principios y garantías que protegen los

derechos fundamentales de todos los niños y niñas, desde su nacimiento hasta la adolescencia.
Está basado en la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, adoptada
en 1989, y es considerado uno de los tratados internacionales más ampliamente ratificados.

El derecho del niño se fundamenta en la premisa de que todos los niños son sujetos de
derechos y merecen una protección especial debido a su vulnerabilidad y necesidades
específicas. Estos derechos incluyen, entre otros, el derecho a la vida, la supervivencia y el
desarrollo, el derecho a la identidad, la no discriminación, el derecho a la salud, la educación,
la participación, la protección contra el abuso y la explotación, y el derecho a vivir en un
entorno seguro y afectivo.

El enfoque principal del derecho del niño es garantizar el interés superior del niño, es decir,
tomar decisiones y acciones que promuevan su bienestar y desarrollo integral. Esto implica
que los Estados, las instituciones y las familias deben asegurar que se cumplan y protejan los
derechos de los niños en todas las circunstancias, considerando su opinión de acuerdo a su
edad y madurez.

Además, el derecho del niño reconoce la importancia de la cooperación internacional para

garantizar su protección y promoción, ya que los desafíos que enfrentan los niños pueden
trascender las fronteras nacionales. Los Estados tienen la responsabilidad de adoptar medidas
legislativas, administrativas y judiciales para dar efectividad a estos derechos y proporcionar
los recursos necesarios para su implementación.

En resumen, el derecho del niño es un marco legal y ético que busca asegurar que todos los
niños tengan igualdad de oportunidades, protección y desarrollo pleno en todas las áreas de
sus vidas, reconociéndolos como sujetos de derechos desde su nacimiento. Es fundamental
para construir sociedades justas y respetuosas de los derechos humanos.