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XI DOMINGO <Durante el Año>

-Ciclo “A”-
Ritos iniciales
Monición Inicial (Guía)

Queridos hermanos: Celebramos hoy el Domingo Undécimo del Tiempo


Ordinario, ¡qué alegría poder encontrarnos y compartir juntos el amor misericordioso de
Dios!
La liturgia de hoy nos propone el Evangelio de la Misión. Debemos señalar que
todo parte del corazón de Jesús: Él siente compasión de la muchedumbre.
Sus discípulos tienen que extender y prolongar “hasta el fin de los tiempos” la
misión de Cristo. Son “enviados”, “misioneros”, “apóstoles”.
Como creyentes nos sentimos comprometidos a la misión, a un cambio de la
realidad, fundamentado en la responsabilidad de toda la Iglesia.
Somos llamados personalmente a trabajar por el Reino sin caer en el pecado de
atender a nuestros propios intereses.
Si la fe es una experiencia personal vivida en la comunidad, la misión también lo
es. Y la medida apropiada no es la eficacia inmediata de la acción, sino la fidelidad a la
voluntad de Dios.
Con esta invitación a acoger en nosotros la compasión de Jesús por las
muchedumbres iniciamos nuestra celebración cantando.

-Entrada (Avanza el sacerdote con el diácono y con los ministros)


-Saludo al altar y al pueblo congregado
-Acto Penitencial
-Señor, ten piedad
-Cuando está prescrito, se canta o se dice el himno (él Gloria)
-Oración Colecta

Liturgia de la Palabra (Guía)


Primera lectura (Éxodo 19, 1b-6a): En la primera lectura Dios elige al pueblo de Israel,
figura del nuevo pueblo de Dios, para hacer del él “un reino de sacerdotes y una nación
santa”.
Salmo responsorial (99, 1b-3.5): Frente a la elección de Dios, el salmo nos invita a la
alegría y a la acción de gracias porque pertenecemos al Señor. Participamos de esta
oración, aclamando:
R. Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Segunda lectura (Romanos 5, 6-11): En la segunda lectura la prueba de que Dios nos ama
es que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores.
Evangelio (Mateo 9, 35-10, 8): Jesús compadecido de los hombres fatigados y abatidos,
elige a sus discípulos y los envía a proclamar el Reino de Dios. Escuchemos con
atención la proclamación del Santo Evangelio.
-Aclamación antes de la lectura del Evangelio
-Homilía
-Profesión de fe (Credo)
Oración de los fieles (El Diácono si está presente)
A cada intención, respondemos:
R. Venga tu reino, Señor.
1. Por la Santa Iglesia y sus pastores; para que, escuchando y
anunciando tu palabra, de frutos abundantes en el corazón de cada
hombre. Oremos.

2. Por nuestra Patria; para que, proclamándote Señor de la Historia,


sea una nación libre donde se viva la justicia con el esfuerzo y el
trabajo de todos. Oremos.

3. Por los que Sufren, para que, con nuestra presencia y nuestra
ayuda, les manifestemos tu amor de Padre que nunca abandona a sus
hijos. Oremos.

4. Por nuestra comunidad; para que, escuchando tu Palabra, vivamos


un cristianismo activo que nos transforme en instrumentos de tu
misericordia. Oremos.

-En la recitación de las intenciones hay que cuidar un ritmo pausado; un ritmo que permita la asimilación
de la intención.
Liturgia eucarística
Colecta

El gesto litúrgico de la colecta recoge la participación de la generosidad de los


fieles para contribuir a la obra evangelizadora de la Iglesia, la caridad y el sostenimiento
de la capilla.

Presentación de los Dones (inmediatamente después de leer la monición de la colecta)

La bondad de Dios puso a nuestra disposición todos los bienes de la tierra.


Agradecidos, junto a los dones de pan y de vino, presentemos al Señor nuestra firme
decisión de aceptar su convocatoria a trabajar por el Reino. Cantamos.
-Oración sobre las ofrendas
-Plegaria Eucarística
-Rito de la comunión
-Oración del Señor
-Rito de la Paz
-Fracción del Pan

Comunión

Queridos hermanos: El Señor nos invita a alimentarnos de su amor, oculto bajo


la apariencia de pan y vino. Vayamos a su encuentro cantando.

Ritos de Conclusión
-Breves avisos
-Saludo y bendición
-Despedida
-Beso del altar

Monición final
Queridos hermanos: Vayamos con alegría a anunciar la esperanza del Reino con
la palabra y el testimonio de vida. Nos retiramos cantando.

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