Como ya es de conocimiento para muchos, los contratos son acuerdos entre
partes, pueden ser unilaterales o bilaterales, pero en materia de comercio electrónico, representa una compleja manera del relación entre partes. Pues según la legislación Ecuatoriana, más exactamente en el Código Civil, determina que los contratos se perfeccionan en el lugar donde la aceptación es recibida, claramente en este precepto legal, nos damos cuenta, que a raíz de ello pueden surgir varias formas de incongruencias con respecto a este tipo de contratos, pues al no ser presenciados de forma física por las partes que lo conforman, genera algún tipo de desconfianza, que podría resultar en algo mucho peor. Ahora, el tema de la presencialidad no es el único factor a conocer, pues en un marco mucho más global, existe una causal que podría ser mas importante, el Ecuador como tal, tiene una particularidad en comparación a otros países más desarrollados, es evidente que nosotros contamos con un retraso en materia de tecnología, por lo que muchas veces la regulación en temas cibernéticos o electrónicos, cuenta con más de un vacío legislativo. No solo eso, tampoco contamos con una cantidad considerable de profesionales en esa materia. Dadas estas circunstancias, podemos comparar la normativa encargada de esta rama de contratos, la cual es la Civil, en este caso con la Ley de servicios de la sociedad de información de España, está indica que los contratos dados de manera electrónica, se darán por celebrados en donde se tenga la residencia habitual, esto en los casos de contratos con consumidores, en el caso de contratos entre profesionales, se celebra en donde se presta el servicio. En base a estas estipulaciones, nos percatamos de cómo los contratos vía Internet están mucho mejor estructurados, mientras que en el caso de la Ley de comercio electrónico, firmas electrónicas y mensajes de datos, en caso de existir alguna controversia, asigna al código civil como encargado, sometiéndose así a sus parámetros en materia de contratos. Adentrándonos ya un poco más en materia de contratos, varias de las recomendaciones a sugerir para quienes obtén por esta forma de obligación, son las siguientes: Siempre estar seguros de la identidad y datos personales de la persona con quien se desea realizar este negocio. Especificar claramente la manera en como se va hacer, el medio de comunicación, el pago, inclusive el plazo para cumplir con cada uno de esos parámetros. Describir detalladamente el producto o servicio que se va a adquirir, pues muchas veces, estos llegan con cierto grado de deterioro, el cual nunca fue hablado al aceptar los términos del contrato. Inclusive una garantía que asegure el cumplimientos de estas obligaciones contratadas. Con vacíos legales, no solo debemos entender a algo que aún no está tipificado en la legislación, también a la falta de medios, que ayuden a llevar a cabo una mejor regulación, no sólo en materia cibernética, sino también en otras ramas del derecho que hagan falta.