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Teléfonos celulares y el riesgo de cáncer

Por qué hay preocupación de que los teléfonos celulares puedan causar
cáncer u otros problemas de salud?
Existen tres razones principales por las que la gente se preocupa de que los teléfonos
celulares (también llamados teléfonos “inalámbricos” o “móviles”) puedan causar ciertos
tipos de cáncer u otros problemas de salud:

 Los teléfonos celulares emiten radiación de radiofrecuencia (ondas de radio), una forma


de radiación no ionizante, desde sus antenas. Partes del cuerpo más cercanas a la antena pueden
absorber esta energía.
 El número de usuarios de teléfonos celulares ha aumentado rápidamente. Había más de 400
millones de abonados a teléfonos celulares en los Estados Unidos en 2017, según la Asociación
de Internet y Telecomunicaciones CelularesNotificación de salida. Globalmente, hay más de 5
mil millones de usuarios de teléfonos celularesNotificación de salida.
 Con el tiempo, el número de llamadas diarias con teléfonos celulares, la duración de cada
llamada y la cantidad de tiempo que las personas usan dichos teléfonos han aumentado. Debido
a los cambios de la tecnología de los teléfonos celulares y a los incrementos del número de
estaciones base que transmiten señales inalámbricas, la exposición del uso de teléfonos
celulares—potencia—ha cambiado, en su mayoría ha bajado, en muchas regiones de los
Estados Unidos (1).
La hoja informativa del NCI sobre Campos electromagnéticos y cáncer incluye información
sobre redes inalámbricas de área local (conocidas comúnmente como Wi-Fi), estaciones
base de teléfonos celulares, y teléfonos inalámbricos.
¿Qué pueden hacer los usuarios de teléfonos celulares para reducir su
exposición a la radiación de radiofrecuencia?
La FDA ha sugerido algunas medidas que los usuarios preocupados por los teléfonos
celulares pueden tomar para reducir su exposición a la radiación de radiofrecuencia (49):
 Reservar el uso de los teléfonos celulares para conversaciones más cortas o para momentos en
que un teléfono fijo no está disponible.
 Usar un aparato con tecnología que deja las manos libres, como los audífonos alámbricos o
inalámbricos, los cuales ponen más distancia entre el teléfono y la cabeza del usuario.

Los dispositivos que dejan libres las manos reducen el grado de exposición de radiación de
radiofrecuencia a la cabeza porque la antena, la cual es la fuente de energía, no se pone
cerca de la cabeza (40). La exposición disminuye dramáticamente cuando los teléfonos
celulares se usan sin necesidad de las manos.
¿Cómo se mide la exposición a la radiación de radiofrecuencia en los
estudios epidemiológicos?
Los estudios epidemiológicos usan información de varias fuentes, incluso de cuestionarios
y datos de proveedores de servicio de teléfonos celulares, para calcular la exposición a la
radiación de radiofrecuencia. Todavía no es posible hacer mediciones directas fuera de un
entorno de laboratorio. Los cálculos tienen en cuenta lo siguiente:
 Con qué "regularidad" los participantes del estudio usan teléfonos celulares (el número de
llamadas por semana o por mes)
 La edad y el año cuando los participantes del estudio usaron por primera vez un teléfono
celular y la edad y el año que lo usaron por última vez (permite calcular la duración y el tiempo
desde el principio del uso)
 El número promedio de llamadas de teléfono celular por día, por semana o por mes
(frecuencia)
 La duración promedio de una llamada típica del celular
 El número total de horas de uso en lo que llevan de vida, calculado por la duración de una
llamada típica, por la frecuencia del uso y por la duración del uso
 Qué ha indicado la investigación epidemiológica acerca de la
asociación entre el uso del teléfono celular y el riesgo de cáncer?
 Los investigadores han llevado a cabo varios tipos de estudios epidemiológicos en
humanos para investigar la posibilidad de una relación entre el uso del teléfono
celular y el riesgo de tumores malignos (cancerosos) de cerebro, como gliomas, así
como tumores benignos (no cancerosos), como neuromas acústicos (tumores en las
células de los nervios responsables de la audición que se conocen también
como schwannomas vestibulares), meningiomas (generalmente tumores benignos en
las membranas que cubren y protegen el cerebro y la médula espinal), y tumores de
glándula parótida (tumores en las glándulas salivales)
 Tres estudios epidemiológicos grandes han examinado la asociación posible entre el
uso de teléfonos celulares y el cáncer. Interphone, un estudio de casos y controles;
el Estudio Danés, un estudio de cohortes; y el Estudio del Millón de Mujeres, otro
estudio de cohortes.

 Interphone
 Cómo se efectuó el estudio: Este es el mayor estudio de casos y controles
relacionado con la salud sobre el uso de teléfonos celulares y el riesgo de tumores
de cabeza y cuello. Un consorcio de investigadores de 13 países efectuó este
estudio. Los datos se originaron de cuestionarios que completaron los participantes
del estudio.
 Lo que mostró el estudio: Los análisis más publicados de este estudio no han
revelado aumentos estadísticamente significativos en los cánceres de cerebro o
del sistema nervioso central que estén relacionados con números más altos del uso
de teléfonos celulares. Un análisis mostró un aumento estadísticamente
significativo, aunque moderado, en el riesgo de glioma en la proporción pequeña de
participantes del estudio quienes pasaron más tiempo total en llamadas de teléfonos
celulares. Sin embargo, los investigadores consideraron este hallazgo como no
concluyente porque sintieron que el grado de uso reportado por algunos
participantes no era probable y que los participantes que reportaron grados más
bajos de uso al parecer tenían un menor riesgo de cáncer de cerebro comparados con
gente que no usó teléfonos celulares regularmente (4–6).
 Un análisis de los datos procedentes de los 13 países participantes en el estudio
Interphone informaron de una asociación estadísticamente significativa entre la
distribución intracraneal de los tumores dentro del cerebro y la ubicación del
teléfono reportada (7). Sin embargo, los autores de este estudio señalaron que no es
posible sacar conclusiones firmes sobre la causa y efecto basándose en sus
hallazgos.

Estudio danés
Cómo se efectuó el estudio: Este estudio de cohortes en Dinamarca relacionó la
información de facturación de más de 358 000 suscriptores de teléfono celular con los datos
de incidencia de tumores de cerebro del Registro Danés de Cáncer.
Lo que mostró el estudio: No se observó una asociación entre el uso de teléfonos celulares
y la incidencia de gliomas, de meningiomas o de neuromas acústicos, ni siquiera entre
personas que habían estado suscritos a teléfonos celulares por 13 años o más (11–13).

Estudio del Millón de Mujeres


Cómo se efectuó el estudio: Este estudio prospectivo de cohortes llevado a cabo en el
Reino Unido usó datos obtenidos de cuestionarios que completaron los participantes del
estudio.
Lo que mostró el estudio: El uso reportado por las usuarias no estaba asociado con un
riesgo mayor de glioma, de meningioma o de tumores que no eran del sistema nervioso
central. Aunque los hallazgos originales publicados reportaron una asociación con un riesgo
mayor de neuromas acústicos (14), esta asociación desapareció después de más años
de seguimiento de las cohortes (15).

Además de esos tres estudios grandes, otros estudios epidemiológicos más pequeños se han
fijado en las asociaciones entre el uso de teléfonos celulares y el cáncer.
Cuál es la conclusión de las organizaciones de expertos acerca del riesgo de
cáncer por el uso de teléfonos celulares?
En 2011, la International Agency for Research on CancerNotificación de salida (IARC), un
componente de la Organización Mundial de la Salud, designó a una brigada de trabajo de
expertos para revisar toda la evidencia disponible sobre el uso de teléfonos celulares. La
brigada de trabajo clasificó el uso de teléfonos celulares como un “posible carcinógeno para
humanos”, basándose en limitada evidencia de estudios en humanos, limitada evidencia de
estudios de radiación de radiofrecuencia y cáncer en roedores e inconsistente evidencia de
estudios mecanísticos (4).
La brigada indicó que, aunque los estudios humanos eran susceptibles a sesgos, los
resultados no podían desecharse basándose solamente en que reflejaban sesgos, y que no
podía excluirse una interpretación de causalidad. La brigada de trabajo hizo notar que
cualquier interpretación de la evidencia deberá considerar también que las asociaciones
observadas podrían reflejar suerte, sesgo o un efecto de confusión más que un efecto causal
fundamental.  Además, la brigada declaró que la investigación del riesgo de cáncer de
cerebro asociado con el uso de teléfonos celulares pone retos metodológicos complejos para
llevar a cabo la investigación  y en el análisis e interpretación de los resultados.
En 2011, la Sociedad Americana contra el CáncerNotificación de salida (ACS) declaró que
la clasificación de la IARC significa que podría haber algún riesgo de cáncer asociado con
la radiación de radiofrecuencia, pero la evidencia no es lo suficientemente sólida para
considerarse causal y necesita que se investigue todavía más.  Las personas preocupadas
por la exposición a la radiación de radiofrecuencia pueden limitar su exposición, incluso
pueden usar auriculares y limitar el uso de teléfonos celulares, especialmente en los niños.
En 2018, la ACS emitió una declaración sobre los informes del NTPNotificación de
salida señalando que los resultados eran todavía inconclusivos, y que, hasta ahora, no se ha
visto un riesgo mayor de cáncer, pero que las personas preocupadas deben usar un auricular
cuando usen un teléfono celular.
El Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental, (National Institute of Environmental
Health Sciences, NIEHS) afirma que el peso de la evidencia científica actual no ha
encontrado una relación concluyente entre el uso de teléfonos celulares y algún problema
de salud adverso, pero que es necesario investigar más.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) indica que los estudios que
informan acerca de los cambios biológicos asociados con la radiación de radiofrecuencia no
han podido ser replicados y que la mayoría de los estudios epidemiológicos humanos han
fallado en mostrar una relación entre la exposición a la radiación de radiofrecuencia de los
teléfonos celulares y problemas de salud. La FDA, la cual nombró originalmente esta
exposición para ser revisada por el NTP, en 1999, emitió una declaración sobre los
informes del NPT publicados en febrero de 2018, indicando que “sobre la base de la
información actual, creemos que los límites de seguridad actuales de los teléfonos celulares
son aceptables para proteger la salud pública”. La FDA y la Comisión Federal de
Comunicaciones comparten la responsabilidad de la regulación de tecnologías de teléfonos
celulares.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos
declaran que no hay evidencia científica que responda definitivamente si el uso de teléfonos
celulares causa cáncer.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) concluye que en la actualidad no hay
evidencia científica que establezca una conexión definitiva entre el uso de aparatos
inalámbricos y el cáncer u otras enfermedades.
En 2015, el European Commission Scientific Committee on Emerging and Newly Identified
Health Risks concluyó que, en general, los estudios epidemiológicos acerca de la
exposición a radiación de radiofrecuencia electromagnética no muestran un riesgo mayor
de tumores de cerebro o de otros cánceres de la región de cabeza y cuello (2). El comité
declaró también que los estudios epidemiológicos no indican un riesgo mayor de otras
enfermedades malignas, incluso de cáncer infantil 

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