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Maria del Alba Rangel Diez; critica decálogo de un

abogado Eduardo J. Couture

Si bien el decálogo del abogado por Eduardo J. Couture respecto a su


publicación titulada los mandamientos del abogado no es un código de
ética como tal legislado, en lo personal me parece la guía a todos los que
conllevan la carrera de derecho.

Recuerdo que me lo regaló un abogado, amigo de mis padres meses


antes de que iniciará la carrera de derecho, y desde entonces es uno de
mis textos favoritos de la materia, no solamente porque habla de una
ética como estudiante de leyes, sino que se asoma a futuro de la práctica
legal y te impone cómo bien lo dice ciertos mandamientos que se deben
considerar todo el tiempo que se estudie y se practique nuestra materia,
el derecho.

1. Estudia
“El derecho se trasforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás
cada día un poco menos abogado.”
2. Piensa
“El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.”
3. Trabaja
“La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia.”
4. Lucha
“Tu deber es luchar por el derecho; pero el día que encuentres en
conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia.”
5. Se leal
“Leal con tu cliente, al que no debes de abandonar hasta que comprendas
que es indigno de ti. Leal con el adversario, aun cuando él sea desleal
contigo. Leal con el juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que
tú dices y que, en cuanto al derecho, alguna que otra vez, debe confiar en
el que tú le invocas.”
6. Tolera
“Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea
tolerada la tuya.”
7. Ten paciencia
“El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.”
8. Ten fe
“Ten fe en el derecho, como el mejor instrumento para la convivencia
humana; en la justicia, como destine normal del derecho; en la paz, como
sustitutivo bondadoso de la justicia; y sobre todo, ten fe en la libertad, sin
la cual no hay derecho ni justicia ni paz.”
9. Olvida
“La abogacía es una lucha de pasiones. si ida batalla fueras cargando tu
alma de rencor, llegará un momento en que la vida será imposible para ti.
Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.”
10. Ama a tu profesión
“Trata de considerar la abogacía de tal manera que el día en que tu hijo te
pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle
que se haga abogado.”

El derecho al igual que otras materias es una constante que nunca se


detiene, ni cuando uno termina de estudiar tiene el conocimiento
completo debido a que nuestras leyes por los cambios sociales y
culturales se van transformando y es de suma importancia estar
estudiando día con día sus cambios.
Al igual que es una materia de aprender principios y normas es necesario
aprender y formar nuestra cabeza para que aprenda a analizar y a pensar
las cosas conforme a ciertos mandamientos ya que es nuestro deber
partir de la norma general para poder involucrarla al caso en específico y
en este proceso es necesario el pensamiento acertado.

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Trabajar y defender el derecho va más allá que una simple norma nuestra
verdadera vocación está en velar por la justicia no por la ley, ya que hoy
en día no es nuevo ver cómo estos dos se contraponen y la justicia
siempre deberá ser nuestra máxima jurídica.

Ser leal con nuestras convicciones y con los casos que podemos llegar a
tomar es muy importante ya que la libertad y muchos otros valores
dependen de nosotros, tomar con el debido respeto y seriedad nuestra
vocación es ser leales a nosotros y a los demás.

La paciencia y la fe para mí van de la mano y no de manera religiosa, si


bien un juicio puede durar años y desesperar en el intento la paciencia es
un valor muy importante entre nosotros ya que la verdadera justicia no
llega siempre por medio de los tribunales, tener fe en nuestra vida de que
al que obra mal le irá mal es indispensable, quizás no hoy ni mañana pero
tarde o temprano la vida no se queda con nada y la justicia es ciega por lo
que es necesario a veces olvidar y soltar dejar que el río siga su cause ya
que nuestra profesión tiene ciertas limitante y por más que queramos
tener la razón, o ver las cosas a nuestra manera es necesario olvidar y
dejar que el mismo tiempo se encargue de todo.

Y para concluir amar tu profesión, me parece imposible laborar en este


campo legal sin tener un apasionamiento por las leyes, por la verdad o
bien por lo justo, amar lo que hacemos cada día es indispensable para
hacerlo bien y hacerlo con todas las ganas.

https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/huejutla/n1/r2.html

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