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El Poder de la fecundidad de las mujeres.

Reconstrucción de familias de Nieves, Zacatecas (1861 a 1950).

Ilustración de portada: Familia Arenas Hernández. Al frente sentados Julia Arenas


Zúñiga y Pedro Arenas Aguilar.

Primera edición 2016

D.R. Tomás Dimas Arenas Hernández


D.R. Editorial de la Universidad Juárez del Estado de Durango
Constitución número 404 sur, zona centro, 34000 Durango, Durango, México
D.R. Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Juárez del Estado
de Durango
Boulevard del Guadiana 501, ciudad Universitaria, torre de Investigación, 34120,
Durango, Durango, México
Teléfono: (618) 827-12-41 y 828-03-78
Correo electrónico: historicas@yahoo.com.mx

ISBN: 978-607-503-182-8

Esta investigación, arbitrada por pares académicos, se privilegia con el aval de las
instituciones que la editan.

Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio
o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, la
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los derechos de esta edición.
Prólogo

T
omás Dimas Arenas Hernández es un investigador entusiasta e incansable.
Estudió durante varios años la demografía de Sombrerete, tema de su tesis
doctoral publicada en 2012 por la Universidad Autónoma de Zacatecas y el
Colegio de Michoacán, que le valió una mención en el Instituto Nacional de Antropología
e Historia y en el premio Atanasio G. Saravia de BANAMEX. Luego publicó en la
editorial del Instituto Zacatecano de Cultura otro libro sobre el mismo lugar durante
el siglo XIX. Ahora se da a la tarea de analizar entre 1861 y 1950 el Registro Civil de
Nieves, Zacatecas, su pueblo natal. El reto consiste en reconstruir familias con el objeto
de estudiar la fecundidad de las mujeres; es decir, se trata de conocer la cantidad de hijos
que las parejas lograban procrear. Sin embargo, al darse cuenta de que el asiento de los
bautizos en la parroquia es más confiable que el de los nacimientos a cargo del juez de lo
Civil, Tomás Dimas Arenas compara e integra la información contenida en las dos series,
a la que añade los datos de varios padrones y censos. Lo anterior representa una crítica
de fuentes que no se había realizado hasta ahora en México.
Para cumplir cabalmente con su cometido, el autor del presente libro ofrece al lector
un panorama global acerca de la población nevense; describe su evolución, así como
los factores que la condicionaban. Luego se remite a las leyes que enmarcaban la
nupcialidad, sin olvidar los flujos migratorios y los sistemas hereditarios que influían en
la selección del cónyuge. Los resultados de esta investigación de reconstrucción de más
de un millar de familias, pionera para la segunda mitad del siglo XIX, muestran que
la transición demográfica tardó mucho en imponerse en México. Nieves, en la primera
mitad del siglo XX presentaba todavía un régimen demográfico antiguo. La tasa de
mortalidad, aunque con tendencia a la baja, seguía elevada y la mortalidad infantil muy
alta. A esa situación demográfica crítica se sumó en la centuria pasada una creciente
emigración, causada por la miseria, que impidió que Nieves tuviera el auge poblacional
que se verificó en otras regiones del país. Sin embargo, aumentó la población, si se
consideran únicamente los censos, porque paradójicamente el índice de soltería era muy
alto y las familias pequeñas. Este libro, al reunir todas las fuentes disponibles y presentar
interrogantes, representa un aporte significativo para la demografía histórica mexicana.
El estudio se acompaña de árboles genealógicos que apreciarán los habitantes
actuales de Nieves, al encontrar en ellos menciones de sus antepasados. El autor se
esfuerza también en recrear, mediante la descripción de sucesos locales y de ejemplos
que enriquecen el tratamiento estadístico de los datos, la vida cotidiana marcada por
los nacimientos y los bautizos, los enlaces matrimoniales y los entierros. El libro tiene
la virtud de combinar los intereses de los nevenses por medio de la elaboración de
genealogías y la reconstrucción de la historia local, con las inquietudes de los estudiosos
de la población.

Chantal Cramaussel

5
IntroduccIón

M
ediante este estudio se pretende comprender la evolución y el
comportamiento de la población asentada en el municipio de Nieves,
Zacatecas, desde 1861 hasta 1950. En el proceso de construcción de
mi tesis doctoral sobre la población colonial de Sombrerete –ahora también
municipio del estado de Zacatecas–, pude encontrar un caudal de documentos que
permiten entender las estructuras demográficas y sociales de ese lugar en tiempos
pretéritos. Extiendo ahora esa investigación a Nieves en un período posterior;
buscando fijar mi atención en un aspecto central de la demografía que consiste
en la reconstrucción de las familias, siguiendo el método ideado por el francés
Louis Henry, quien propone medir la fecundidad de cada pareja para determinar
el número de hijos de cada familia. A este método añado el genealógico para
observar la historia demográfica de las familias durante varias generaciones.
La reconstrucción de familias es una tarea laboriosa y compleja por los vacíos que
se pueden encontrar en las fuentes consultadas, pero sigue siendo un recurso valioso
para definir las características de la población. Este ejercicio representa un desafío
y un experimento puesto que, como sucede en muchas partes, tanto en el archivo
parroquial como en el Registro Civil, las series vitales de Nieves no están completas.
Tres variables configuran el núcleo de la historia demográfica: la mortalidad,
la nupcialidad y la natalidad. Ésta última es la más difícil de evaluar, dado que
es también de orden biológico; en cambio, la nupcialidad es un fenómeno más
sociológico que gira en torno a las estructuras familiares.
La familia ha sido concebida como una unidad social por excelencia, encargada
de transmitir y reproducir el repertorio de normas y valores de una sociedad, de
ahí que para su estudio requiere remitirse a varios ámbitos. La consanguinidad
o lazos de vinculación biológica entre sus miembros, es uno de sus aspectos más
sobresalientes; el parentesco, por su parte, que puede ser consanguíneo o espiritual,
abarca una serie de vínculos no sólo biológicos, sino también sociales que pasan
por la política, la vecindad, el compadrazgo o el clientelismo.
En las sociedades de cultura occidental, el parentesco y el matrimonio están
en la base de la reproducción social, norman los hechos sociales alrededor de
la cópula, del nacimiento y de la muerte. La cópula favorece la relación entre
parejas y fundamenta el matrimonio y la paternidad. Los nacimientos generan
el perdurable lazo madre-niño, el más importante vínculo entre todos los lazos
sociales. La muerte abre un vacío dentro de los grupos sociales y exige un reemplazo
y una continuidad para conservar el patrimonio, que se da a través de la llegada al
mundo de nuevos herederos.
En el presente estudio me limito a la familia nuclear, es decir, aquella compuesta
por padres e hijos. Abordo tanto la nupcialidad como la fecundidad de las mujeres
en la sociedad nevense durante 90 años, desde la introducción del Registro Civil,

7
en 1861, hasta 1950. El segundo límite temporal del presente trabajo es arbitrario
y se debe, en la segunda mitad del siglo XX, al aumento de los registros que rebasa
la capacidad de un solo investigador.

Las fuentes
La investigación se basa en los documentos de archivo parroquial y del Registro
Civil. Los primeros se refieren a los libros de bautizos, confirmaciones, matrimonios
y entierros, mismos que estaban a cargo de los párrocos. El Registro Civil en Nieves
comprende los libros de nacimientos, casamientos y defunciones. Aunque la mayoría
de las partidas y de las actas están disponibles en el sitio familysearch, gracias al
proceso de microfilmación que realizó la sociedad genealógica de Utah, consulté
la documentación in situ. Reuní así una muy amplia base de datos; para analizarla
y presentar los resultados, recurrí a los programas de cómputo como Excel, SPSS,
genopro y CorelDRAW, cuyo manejo no deja de ser un ejercicio técnico complejo.
Procedí primero a capturar, de manera puntual, todos los datos de cada una de
las series de nacimientos, casamientos y defunciones del Registro Civil; cada serie
en archivos informáticos diferentes. Luego recuperé la información de los registros
parroquiales: bautizos, matrimonios y entierros. Acudí a los acervos eclesiásticos
porque los bautizos son más consistentes y más completos que los nacimientos del
Civil; además, en el Registro Civil existen más lagunas. Habiendo integrado la
información de las series en bases de datos Excel, agregué únicamente los datos
parroquiales que no habían sido incluidos en los registros del Civil. Es decir,
procuré que los datos no se duplicaran, dado que algunas personas acudieron al
mismo tiempo al Registro Civil y a la Iglesia. Puse especial atención en verificar
también que los homónimos no generaran confusiones.
Finalmente, generé un archivo más para formar la base de datos sobre
la reconstitución de las familias. Inicié la lista nominativa con la fecha de
celebración del matrimonio, el nombre y apellidos de cada uno de los novios, las
edades que tenían al momento de la ceremonia nupcial, los lugares de origen y
de procedencia de cada uno.
A fin de evitar confusiones por las homonimias o los cambios de nombres y
apellidos,1 consigné datos suplementarios sobre los lazos de parentesco que venían
en las actas, tales como abuelos, tíos, hermanos, hermanas, primos, etcétera. Abrí
otra columna para registrar las fechas de defunción de alguno de los cónyuges; con
ese dato pude determinar la duración de las uniones. Procedí luego a incorporar
en otra columna a todos los hijos que tuvo cada pareja, motivo de observación,
anoté sus nombres y, junto a ellos, sus respectivas fechas de nacimiento. En esta
fase distinguí dos clases de nacimientos: los registrados en la parroquia u oficina
1 La tarea de discriminar las homonimias a partir de los nombres y apellidos resultó muy ardua, dado que con mucha frecuencia se
localizan apellidos deformes; por ejemplo, en ocasiones se puede encontrar Baltiérrez en lugar de Gutiérrez; Arias por Arios; Anríquez
por Enríquez; Carranzo por Carranza, etcétera. También se encuentran vocablos que no determinan si se trata de nombres o apellidos,
como Carlos, Pelagio, Longinos, Reyna, Santos, Félix, Santiago y Rubí, entre otros muchos.

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del Registro Civil de Nieves, que marqué con cursivas, y otros que localicé a través
de actas de defunción, matrimonio u otra mención en alguna lista, que señalé
con negritas. En otra columna asenté la condición de los novios (solteros, viudos
o divorciados); también la ocupación u oficio desempeñado y si pudieron o no
firmar el acta de su matrimonio. Después de determinar el número de hijos de
cada pareja y los períodos protogenésicos e intergenésicos, detecté, comparando la
fecha de nacimiento del primer hijo y la de la ceremonia de matrimonio, relaciones
prenupciales. En la última columna mencioné las referencias documentales
extraídas de las diversas actas y listados.
A medida que avanzaba en la investigación, me percaté de que aunque los libros
de los registros parroquiales y civiles contienen una rica y variada información,
hay faltantes tanto en los del templo como en los del municipio. Extrañamente,
la parroquia de Nieves carece de registros de entierros para el período estudiado;
ignoro si existió alguna orden superior para que el párroco dejara de anotar los
entierros o si simplemente fue fruto de alguna decisión por parte de los curas
encargados. También cabe la posibilidad de que esos documentos se hayan
traspapelado o incluso extraviado durante el tiempo en que el gobierno civil
ordenó que la documentación que consignaba las series vitales quedara bajo su
cargo, como ocurrió en la parroquia vecina de Sombrerete, Zacatecas, de 1867 a
1930.2 Además, en este lugar, durante la Intervención francesa, una muchedumbre
asaltó y saqueó el archivo del Registro Civil, el 24 de junio de 1864, donde se
resguardaban las partidas eclesiásticas de entierros, que desaparecieron.
Faltan también en Nieves los libros de matrimonios correspondientes al período
1860-1874; además, en varios legajos, es notoria la ausencia de muchos folios.
Otro problema común a todos los libros, tanto sacramentales como del Registro
Civil, es el de las omisiones de información. Esto se puede advertir en los folios que
presentan espacios vacíos, o bien tachaduras. Pese a su aparente celo y diligencia,
los clérigos olvidaban a veces trasladar a los libros anotaciones hechas en papelitos
sueltos. Pero, aunque algunas partidas presentan escritura ilegible o tenue, los
bautizos en general están completos y contienen información más consistente que
la del Registro Civil. En cambio, como ya se señaló, faltan los entierros. Por su
parte, la serie de defunciones debería ser continua en el Registro Civil, pero no
están los libros de 1866, 1872, 1887, 1913, 1914 y 1916.3 Por otra parte, parece que
los jueces encargados no seguían estrictamente las indicaciones de las autoridades
superiores en cuanto al llenado de las actas, dado que se observan distintos estilos
al consignar los datos y también lamentables omisiones.
El territorio parroquial y la jurisdicción política municipal no coincidían entre
sí, lo cual dificulta el análisis de los registros vitales. La extensión, la lejanía y la
2 El 17 de abril de 1867, el cura de Sombrerete entregó al juzgado del registro civil 22 libros y 7 cuadernos que contenían los registros
civiles que se habían creado en esa oficina. Remitió, además, 109 libros del archivo eclesiástico (67 de bautizos, 16 de matrimonios,
26 de entierros). Archivo Histórico del Municipio de Sombrerete, Zacatecas, en lo sucesivo AHMS, borrador de comunicaciones, años
1867-1870, núm. 14, f. 6.
3 En otros lugares hemos acudido a completar nuestro conocimiento acerca de las fechas de defunciones de las personas a las tumbas de
los panteones, pero en el caso de Nieves esa tarea ya no es posible debido a que el cementerio antiguo denominado “San Lorenzo“, fue
cancelado en 1984, sólo algunos restos fueron exhumados y trasladados al panteón actual, las demás osamentas y lápidas se perdieron
para siempre. En el sitio donde estuvo ese sepulcro ahora se han construido oficinas municipales y una escuela de preescolar.

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dispersión de algunas localidades rurales entorpecían también su fiel asiento; y así
lo reconocieron tanto las autoridades eclesiásticas como civiles.4 Todavía en 1869,
el gobernador Gabriel García señalaba en su informe que debido a que muchas
personas del municipio de Nieves no lograban acudir a las oficinas del Registro
Civil establecido en la cabecera del partido, era necesario abrir otras en San
Agustín de Melilla, Atotonilco o San Lucas.5 Como respuesta a esa necesidad, en
1915 se estableció una oficina en Atotonilco de los Martínez, donde se levantaron
actas de defunciones; sin embargo, en otros lugares, los jueces de paz consignaban
los nacimientos y los entierros que luego notificaban a las oficinas de la cabecera;
pero es posible que muchos omitieran esos reportes debido a la distancia u otras
razones más que les impidiera hacerlo con puntualidad. La Iglesia, por su parte,
continuó registrando bautizos y matrimonios en las capillas de las haciendas
de Norias, Melilla, Alamillo del Bosque y Atotonilco, así como en la cabecera
parroquial. Por todas estas circunstancias, no pude conocer la cantidad exacta de
nacimientos, matrimonios o muertes ocurridos en el municipio de Nieves. Existe
un obvio subregistro que impide hacer cálculos precisos acerca de la mortalidad,
la nupcialidad y la natalidad. El fallecimiento de niños menores de un año, en
particular, muchas veces no dejaba huellas documentales.
En algunos casos, los sacerdotes exhortaban a sus feligreses a que antes de
que fueran a notificar un nacimiento, un matrimonio o una muerte al Registro
Civil, debían hacerlo en la Iglesia. Otros simplemente mostraban desinterés o
despreocupación por la administración de la parroquia en ese renglón. También,
como ocurrió en diversas ocasiones en la parroquia de Nieves, el curato quedaba
vacante o el cura se enfermaba y no podía atender a su feligresía, como le pasó
al presbítero Felipe Neri Cano, al quedar postrado en cama durante varios años.6
Así se perdieron muchos registros de bautizos, matrimonios y entierros, y se
interrumpió la contabilidad de la fábrica espiritual y material de la iglesia local.
Esas irregularidades muchas veces no llegaban oportunamente al conocimiento
de los obispos de las diócesis, e incluso los bienes de la Iglesia llegaron a perderse.
Luego, los sucesores de aquellos “descuidados clérigos” se enfrentaron a grandes
dificultades para poner orden en la administración.
Otros factores más que influyeron en la irregularidad de los asentamientos de
datos vitales fueron los movimientos sociales y políticos de la revolución mexicana
de 1910 y la rebelión cristera de 1926 a 1931. En ambos casos, las autoridades
espaciaron o suspendieron temporalmente las celebraciones, ante el temor de ser
víctimas de algún atropello por los sublevados. Incluso se asegura que, al momento
de la toma de la plaza de Nieves por las bandas revolucionarias en febrero de
4 La extensión y dispersión de la parroquia de Nieves ya las había comentado el obispo Benito Crespo en su visita al lugar, al señalar
que “el cura, clérigo y juntamente vicario, necesita a lo menos un teniente de cura para que le ayude a administrar estando dispuesto el
cura y que trabajen igualmente y aun de esa suerte, es difícil llenen su obligación por lo extenso que está su feligresía, pues caminando
para Parras con quien confina tiene vecindario más distante de 40 leguas que aunque tierra llana y son muchas las haciendas y algunas
de ellas opulentas, tiene este cura en su administración 346 familias y 1,734 personas”. Archivo Histórico del Arzobispado de Durango,
en lo sucesivo AHAD, legajo 74b, año 1761.
5 Gabriel García, Memoria Administrativa del gobierno del estado de Zacatecas, Zacatecas, Imprenta de Mariano Mariscal, 1871, p. 75.
6 El presbítero Felipe Neri Cano estuvo enfermo en cama por más de ocho años hasta que finalmente falleció en Nieves siendo párroco. Su
muerte ocurrió cerca del año de 1848. Con todo y su enfermedad, atendía ocasionalmente la parroquia y esporádicamente era auxiliado
por un sacerdote interino. Archivo Histórico de la Parroquia de Nieves, en lo sucesivo AHPN, documentos sin clasificar, año 1848.

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1911 que coincidió con el mayor frío de la estación invernal, los que se habían
apoderado del edificio del ayuntamiento municipal, a fin de protegerse de las
inclemencias del clima, prendieron fuego a muchos legajos de documentos de
las oficinas, acabando así con el patrimonio documental que se había conservado
durante varios siglos.
Pese a todas esas dificultades, logré capturar 37 644 nacimientos, 6 394
matrimonios y 15 161 defunciones, que dan un total de 59 199 registros, cada uno
con más de diez variables de estudio. Gracias a esa masa documental fue posible
reconstruir 1 101 familias con fichas cerradas; es decir, parejas para las cuales se
cuenta con la fecha de muerte de alguno de los cónyuges. Así, este trabajo establece
un nuevo récord en cuanto al número de familias reconstruidas de poblaciones
mexicanas. Es el primer estudio de reconstrucción de familias sobre poblaciones
mexicanas que abarca el período del último tercio del siglo XIX y la primera
mitad del siglo XX; además, es el único hasta ahora que combina la información
procedente de los registros parroquiales y del Registro Civil.
Para enmarcar la historia demográfica de Nieves en el contexto social y
económico, se consultaron también otros documentos de los archivos de Notarías,
de Tierras y Aguas, así como expedientes de causas civiles y criminales, y otras
fuentes más que contienen informaciones acerca del desarrollo de la economía
de la región (minería, agricultura, ganadería y comercio). Para fundamentar los
vaivenes del arraigo de la sociedad en la región, se revisaron igualmente reportes
climatológicos, ya que las inclemencias del tiempo afectaron plantas, animales y,
por ende, los medios de subsistencia de los hombres.

BaLance historiográfico
El estudio de la historia de la familia, que es el tema de este trabajo, recoge las
aportaciones que se han venido realizando en las siguientes líneas de investigación:
a) la demografía de la familia y del hogar; b) los estudios sobre estrategias familiares;
y c) la investigación sobre el trabajo y la familia. La demografía de la familia se
aboca al estudio de la estructura, tamaño y composición de las familias, hogares o
unidades residenciales, pero me centraré en la nupcialidad y en la fecundidad de
las mujeres, con base en el método de reconstrucción de las familias.
En la historiografía demográfica tradicional se han venido señalando
reiteradamente los problemas que surgen al querer utilizar el método de la
reconstrucción de familias ideado por Louis Henry, el cual ha sido declarado
inútil en poblaciones latinoamericanas, como lo ha afirmado Robert McCaa.7
Sin embargo, varios investigadores han logrado aplicarlo: Herbert S. Klein lo
usó para estudiar la fertilidad de las mujeres en la población de Amatenango,
7 Robert McCaa, “Tratos nupciales: la constitución de uniones formales e informales en México y España, 1590-1900”, en Pilar
Gonzalbo Aizpuru y Cecilia Rabell (comps.), Familia y vida privada en la historia de Iberoamérica, México, El Colegio de México, 1996;
Robert McCaa, “Familia y género: una crítica metodológica y desafío de investigación para el fin del milenio (México, 1540–1990)”, en
Décimo Congreso de Historia de Colombia, Medellín, 1997, p. 1.

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Chiapas durante el período comprendido entre 1785 y 1816, y Thomas Calvo
para Guadalajara en siglos XVI y XVII. David Robichaux y Oziel Ulises Talavera
Ibarra han recurrido a ese mismo método para otras poblaciones en distintas
épocas. Robichaux analizó una serie de indicadores demográficos de la comunidad
indígena de Acxotla del Monte, Tlaxcala; además, auxiliándose de la informática,
propuso el principio patrilineal en la organización social como una alternativa
para superar las limitaciones de falta de apellidos en los registros parroquiales.8
Pudo determinar la descendencia de poblaciones indígenas mesoamericanas, la
edad promedio de las mujeres en el primero y último parto, así como los intervalos
protogenésicos e intergenésicos, entre otros fenómenos. Recientemente, Carmen
Paulina Torres Franco echó mano del mismo método para conocer la fecundidad
de los feligreses de la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación, del actual
obispado de Aguascalientes, durante el período de 1778-1822; logró precisar
también la edad al matrimonio de las mujeres, la edad en la que comenzaban
y dejaban de procrear, los periodos protogenésicos e intergenésicos así como
la duración de las uniones de 1,025 familias. Esta última investigación, que se
encuentra actualmente en prensa, ha sido la más extensa realizada hasta ahora.
Esta autora pudo constatar que, en general, las familias de esa parroquia no eran
muy numerosas y sostuvo que quizá esa estrategia no se relacione con la intención
de contar con menos herederos, sino con la alta mortalidad imperante.9
Otros investigadores que también han hecho reconstrucción de familias han sido
Norma del Carmen Cruz González, quien no se basa directamente en el Registro
Civil sino en la información contenida en el Archivo Judicial de Ensenada y en el
censo de población de 1888 para complementar la base de datos, movimientos
y actividades de los pobladores censados.10 Ana Rosalía Aguilera, por su parte,
utiliza los registros parroquiales.11
En el caso de Sombrerete, durante el período colonial, el autor de este
trabajo, quien sigue de manera ortodoxa el método ideado por Louis Henry,
logró reconstruir 138 familias. Descubrió que la edad temprana al momento del
matrimonio no significó una ventaja notable en la vida reproductiva de las mujeres,
lo que revela que los habitantes de Sombrerete practicaban probablemente algún
control sobre la procreación.12
8 Herbert S. Klein, “Familia y fertilidad en Amatenango, Chiapas (1785-1816)”, en Elsa Malvido y Miguel Ángel Cuenya (comps.),
Demografía histórica de México: siglos XVI–XIX, México, Instituto de Investigaciones Históricas Dr. José María Luis Mora/ Universidad
Autónoma Metropolitana, Delegación Iztapalapa, 1993, pp. 112–122. Thomas Calvo, La Nueva Galicia en los siglos XVI y XVII, México,
El Colegio de Jalisco/ Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 1989. David Robichaux, “Uso del método de reconstitución
de familias en las poblaciones indígenas”, en Papeles de población, núm. 28, Toluca, 2001, pp. 99–129. Oziel Ulises Talavera Ibarra,
“La transformación de Uruapan en la época colonial. Demografía y sociedad: segunda mitad del siglo XVII y siglo XVIII”, Tesis de
Doctorado, Humanidades: Historia, México, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, 2007.
9 Carmen Paulina Torres Franco, ¿Entre parientes? Demografía, familias y estrategias matrimoniales en la parroquia de Nuestra Señora de la
Encarnación, 1778–1822, Tesis de Doctorado en Historia, México, El Colegio de Michoacán, 2013, en prensa.
10 Norma del Carmen Cruz González, Matrimonio y divorcio en el contexto de la colonización y la inmigración en el norte de Baja California,
1861–1914. Cambios en los patrones de nupcialidad y en los procesos de divorcio, Tesis Doctoral en Historia, México, UNAM, 2015, p. 35.
11 Ana Rosalía Aguilera Núñez, La población de Teitipac: ensayo de reconstrucción de familias y dinámica demográfica de Antiguo régimen,
1730-1820, Tesis de Maestría, Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México, 2011. Norma del Carmen Cruz González,
Matrimonio y divorcio en el contexto de la colonización y la inmigración en el norte de Baja California, 1861–1914. Cambios en los patrones de
nupcialidad y en los procesos de divorcio, Tesis Doctoral en Historia, México, UNAM, 2015.
12 Tomás Dimas Arenas Hernández, Migración a corta distancia. La población de la parroquia de Sombrerete de 1677 a 1825, México, UAZ/
El Colegio de Michoacán, 2012.

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Una derivación de esta misma línea de investigación de historia demográfica,
también muy provechosa, se ha orientado hacia el estudio de las características
sociodemográficas de las familias —tamaño y composición— en contextos
espaciales y temporales específicos, también con base en los archivos parroquiales,
el Registro Civil y los padrones de población. Se investigó cómo iban variando
las características de los hogares según la edad, el sexo, el estado civil y los
atributos socioeconómicos de los jefes de los mismos, con el objeto de relacionar
la demografía con los aspectos sociales que condicionaban la estructura de las
familias. Esta vertiente historiográfica se ha denominado historia de la vida
cotidiana, que en México se inauguró con el seminario de la historia de la familia,
en 1989.13 Gracias a sus organizadores, entre los cuales destaca Pilar Gonzalbo
Aizpuru, se ha generado una serie de aportaciones que incluyen La familia y
educación en Iberoamérica, Familia y vida privada en la historia de Iberoamérica, La
familia en el mundo iberoamericano, Familias iberoamericanas. Historia, identidad y
conflictos y, desde luego, la obra monumental en cinco tomos titulada Historia de
la vida cotidiana en México.14
Los estudios sobre estrategias familiares se han centrado en el análisis de las
actividades que llevan a cabo los diferentes miembros de la familia para hacer
posible su reproducción cotidiana y generacional, en su interacción con la
estructura social. En esas estrategias se pueden identificar las de supervivencia, de
sobrevivencia y de reproducción. Las características demográficas de las familias
en cuanto al tamaño, composición y ciclo vital de los hogares se relacionan a su vez
con el uso de la fuerza de trabajo y, sobre todo, con las estrategias de reproducción
de los grupos domésticos. Así se sustenta no sólo el desarrollo de las actividades
cotidianas sino también la búsqueda del ascenso social, económico y político de
las personas. Las estrategias familiares incluyen las alianzas matrimoniales, de
compadrazgo, clientelares y de paisanaje. También se ha puesto en relieve la
importancia de la participación laboral de los diferentes miembros de la familia.
En México, los trabajos se han enfocado en el estudio de los individuos que se
agregaban a las redes familiares con la finalidad de identificar las características
sociodemográficas de las mismas.
El presente libro se inspira en las obras referidas, así como en otras que abordan
el tema de la evolución de la población en México durante el siglo XIX. En este
13 Esta línea de investigación se ocupa del trabajo, la vida familiar, las diversiones, los paseos, el consumo, el transporte; también puede
referirse a los espacios de la casa, el mobiliario, así como a los espacios públicos, la comida, la indumentaria, los ruidos, los olores, la
educación, los valores familiares y la enfermedad, entre muchos otros. La historia de la vida cotidiana se hallaría en el extremo opuesto
de los “grandes hechos históricos”, de los realizados por personas notables; se refiere a los hechos y acontecimientos “menores”, a
aquellos protagonizados por personajes anónimos, o más bien dicho, por personajes cuyo nombre resulta irrelevante para este tipo de
historia. No necesariamente historiar a los de abajo, pues también puede ocuparse de la vida cotidiana de las élites.
14 Pilar Gonzalbo Aizpuru, Familia y educación en Iberoamérica, México, El Colegio de México, 2003; Pilar Gonzalbo Aizpuru y Cecilia
Rabell (coords.), Familia y vida privada en Iberoamérica, México, El Colegio de México/UNAM, 1996; Pilar Gonzalbo Aizpuru y Cecilia
Rabell, (comps.), La familia en el mundo Iberoamericano, México, UNAM/IIS, 1994; Pilar Gonzalbo Aizpuru, Familias iberoamericanas.
Historia, identidad y conflictos, México, El Colegio de México, 2001; Pilar Gonzalbo, Familia y orden colonial, México, El Colegio de México,
Centro de Estudios Históricos, 2005; Pablo Escalante, (coord.), Historia de la vida cotidiana en México, tomo I, México, FCE/El Colegio de
México, 2004; Antonio Rubial García (coord.), Historia de la vida cotidiana en México, tomo II, México, FCE/El Colegio de México, 2005;
Pilar Gonzalbo Aizpuru (coord.), Historia de la vida cotidiana en México, tomo III, México, FCE/El Colegio de México, 2005; Anne Staples
(coord.), Historia de la vida cotidiana en México, tomo IV, México, FCE/El Colegio de México, 2006; Aurelio de los Reyes (coord.), Historia
de la vida cotidiana en México, tomo V, México, FCE/El Colegio de México, 2006.

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caso, destacan los trabajos de Robert McCaa, quien desde 1998 hasta la fecha
ha venido estudiando, mediante el método agregativo, varias poblaciones
mexicanas.15 Sonia Pérez Toledo y Herbert S. Klein, con base en un censo de
1857 de Zacatecas, descubrieron varios patrones locales de comportamiento.16 Por
ejemplo, se extrañaron que siendo la ciudad de Zacatecas un centro minero por
tradición, donde se requerían más brazos masculinos para su laborío, en 1857
estaba poblado predominantemente por mujeres, inmigradas en su mayoría.
Ellas eran más numerosas en todos los rangos de edad. La mayor parte de los
zacatecanos, tanto mujeres como hombres, no eran trabajadores calificados; los
varones se casaban antes de los 25 años de edad. Por su parte, las mujeres, al
quedar viudas, tenían más dificultades que los hombres para contraer matrimonio,
quizá porque no tenían acceso a la propiedad.
Celina Becerra y Alejandro Solís, por su parte, sostienen que pese a innumerables
brotes epidémicos que caracterizaron el período decimonónico, la multiplicación
de la población tapatía fue impresionante, a tal grado que durante esa centuria,
Guadalajara llegó a convertirse en la segunda ciudad del país. Estos autores
aseveran que al veloz crecimiento natural de la población mexicana se sumó la
llegada de grandes contingentes de inmigrantes de Argentina, Brasil, y sobre todo,
de Estados Unidos, que llegaron a avecindarse en el estado de Jalisco.17 En el mismo
sentido, Robert McCaa muestra que la población mexicana se multiplicó por tres
durante el siglo XIX y que su crecimiento sólo fue superado por algunos países
en el Nuevo Mundo, principalmente aquellos que atrajeron flujos de inmigrantes
como Argentina, Brasil y los Estados Unidos de Norteamérica.
Entre 1810 y 1870, el crecimiento poblacional global en México fue del
0.5% anual y llegó a 1-1.5% a finales del siglo XIX. En el Norte, con todo y los
movimientos sociales, políticos e invasiones extranjeras, así como la recurrencia
de brotes epidémicos, el crecimiento promedio superó 2% anual. Sin embargo, los
estados del centro norte donde se incluyen Zacatecas y Aguascalientes resintieron
los efectos desastrosos de la guerra de Reforma y de la Intervención francesa.
Pasados esos conflictos, la tendencia hacia el alza fue espectacular, alcanzando un
récord de crecimiento poblacional de 3% anual, favorecido principalmente por
la inmigración desde otros estados del centro del país e incentivada, además, por
el tendido de distintas redes ferroviarias que interconectaron a muchas partes de
la república.18

15 Robert McCaa, “El poblamiento del México decimonónico: escrutinio político de un siglo censurado”, El poblamiento de México.
México en el siglo XIX, tomo III, México, Secretaría de Gobernación/Consejo Nacional de la Población, 1993, pp. 90–114. Robert McCaa,
“Migración y sociedad. Parral, Chihuahua: 1777-1930”, en Thomas Calvo y Gustavo López, (coords.), Movimientos de población en el
occidente de México, México, CEMCA/El Colegio de Michoacán, 1988, pp. 265-287.
16 Sonia Pérez Toledo y Herbert S. Klein, “La población de Zacatecas en 1857”, en Historia Mexicana, XLII: 1 (165), 1992, pp. 77-102.
17 Celina Guadalupe Becerra y Alejandro Solís Matías, La multiplicación de los tapatíos 1821-1921, Guadalajara, Ayuntamiento de
Guadalajara/El Colegio de Jalisco, 1994, p. 9.
18 Robert McCaa, “El poblamiento del México decimonónico: escrutinio crítico de un siglo censurado”, en El poblamiento de México, una
visión histórica demográfica. México en el siglo XIX, tomo III, México, Secretaría de Gobernación/Consejo Nacional de Población, 1993,
pp. 90-113.

14
nieves, Zacatecas

Nieves fue un real de minas que surgió en 1564. Después de un auge inicial,
para 1572 ya se contaban ahí 20 vecinos mineros, mercaderes y algunos indios.19
Durante el siglo XVII la población sufrió muchos altibajos y se estima que no
rebasaba los 800 habitantes. Para 1712 se llegaron a contar 1,106 personas, es
decir, la misma cantidad de la que habitaba el real de Chalchihuites (1,027), pero
Nieves era cuatro veces más pequeño que Sombrerete, el cual reportó 4 221.20
En el último tercio del siglo XVIII, la distribución de la población en la región
había cambiado. Para 1777 ya no era Nieves la población con más habitantes del
partido, sino Santa Elena de Río Grande, tal vez por el clima y porque la mayoría
de los vecinos no se dedicaban a la minería. Nieves se estancó, su población tendió
a disminuir y siguió también en descenso la cantidad de habitantes de las haciendas
de las Cruces Grandes y San Agustín de Melilla.
En los albores del siglo XIX, la población comenzaba a repuntar pero por
repetidas epidemias se vino abajo entre 1806 y 1828, fecha en la que empezó
a recuperarse para después ir subiendo poco a poco durante el resto de la
centuria. Al inicio del México independiente, la cantidad de habitantes
rondaba entonces alrededor de 7 645 habitantes y las familias se componían en
promedio de 5.2 personas.
Durante las reformas borbónicas del último tercio del siglo XVIII en que
surgieron las Intendencias, Nieves fue una subdelegación de Zacatecas. Luego,
a raíz de que la Constitución Política de 1824, que dividió al territorio nacional
en departamentos, Nieves figuró como partido del mismo estado. Comprendía
entonces las municipalidades de Nieves, Río Grande, San Juan del Mezquital y
San Miguel del Mezquital (ahora Juan Aldama y Miguel Auza, respectivamente).
Durante el trienio del gobierno francés (1863-1866), el partido de Nieves quedó
incorporado al departamento de Fresnillo, como se puede observar en el mapa 1.
Pasado ese período, siguió siendo sujeto al estado de Zacatecas donde permanece
hasta hoy.

19 Archivo General de Indias, en lo sucesivo AGI, Guadalajara 55, relaciones sobre beneficios curados, septiembre de 1571.
20 AHAD, libro XXXV, año 1712. Padrón de población de la parroquia de Nieves.

15
Mapa 1. Plano del departamento de Fresnillo durante
el período de la Intervención francesa

Actualmente, Nieves es la cabecera de un municipio ubicado en la parte norte


del estado de Zacatecas, que se extiende sobre 4 988 kilómetros cuadrados. Al
este y noreste corre el río Aguanaval, llamado también Río Grande o de Nieves,
que abre un largo valle con tierras agrícolas; el resto del territorio es mayormente
desértico. En su parte septentrional, el municipio de Nieves colinda actualmente
con el de San Juan de Guadalupe, perteneciente al estado de Durango. Los demás
municipios que lo delimitan integran el estado de Zacatecas: al sur, se ubica el
municipio de Río Grande; al sureste, el de Villa de Cos; al oeste, el de Juan Aldama;
y al este, el de Mazapil.
El territorio que abarca el municipio de Nieves carece de grandes accidentes
geográficos, es más bien plano y ronda 2 000 metros sobre el nivel del mar, aunque
las alturas pueden alcanzar 3 000 metros. Pero hacia Villa de Cos, el municipio
comprende también abruptas serranías que se derivan de la Sierra Madre
Occidental, como la Sierra de Guadalupe.

16
En Nieves, durante el invierno soplan vientos del norte a sur y son generalmente
secos; pero más que los nublazones y los vientos, la lluvia influye de modo
determinante en el clima. El calor de mayo y junio disminuyen cuando inicia la
estación húmeda, haciendo descender el termómetro de 28 o 32 grados hasta
25 grados. De acuerdo con los registros climatológicos reunidos por Árbol y
Bonilla, para el entonces partido de Nieves, a partir de 1878 y durante diez años
consecutivos, la mayor cantidad de agua caía durante el mes de julio cuando
se acumulaban hasta 181 milímetros; en cambio, durante el mes de marzo sólo
registró 9 milímetros. Normalmente llovía en promedio 114 días por año, pero
también llegó a haber precipitaciones torrenciales: el 14 de junio de 1888, por
ejemplo, se contabilizaron 104 milímetros en un solo día.
Árbol y Bonilla describió los variados suelos del partido de Nieves: unas tierras
eran ricas en mantillo y otras en arcilla, como en las haciendas del Fuerte, Melilla y
Orán; había calcáreos en Santa Rita y Ancón. En algunas otras partes se encuentran
tierras arenosas o pedregosas, la mayoría al pie de las sierras, lomeríos y colinas de
Miguel Auza y Juan Aldama, cuyos terrenos son propios para el cultivo de cereales
y el crecimiento de pastos. El suelo y la atmósfera son, desde luego, factores
importantes para comprender el desarrollo de la agricultura, la distribución de las
plantas y por ende el arraigo y los modos de subsistencia de los habitantes.
En terrenos aledaños a los ríos, el cultivo de productos agrícolas era constante, como
puede observarse en el registro realizado en el partido de Sombrerete hacia 1817,
cuando se sembraron en promedio 131 fanegas de maíz.21 Así, las tierras de riego
ubicadas principalmente en los partidos de Fresnillo y Jerez se cosechaban en promedio
300 hectolitros por un hectolitro de semilla sembrada;22 en tanto los sembrados de
temporal, cuando las lluvias eran favorables y abundantes, se recogían hasta 150
hectolitros por uno, en promedio; sin embargo, en años malos no se cosechaba ni 20
hectolitros por uno. De modo que la fertilidad de la tierra contrastaba con la escasez
causada por las dificultades climáticas; de hecho, en la región de Nieves predominan
las tierras de temporal. También la falta de animales de tiro por parte de un amplio
sector de la población, entorpecía la producción agrícola.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, las tierras se concentraban en pocas
manos, de ahí que muchas familias vivían en la miseria y cuando asechaba el
hambre migraban hacia otras partes del país o del extranjero. Este fenómeno
migratorio se volvió cada vez más recurrente y de mayores proporciones, a
tal grado que durante la primera mitad del siglo XX el 20% de la población
zacatecana dejó la entidad.23 En los centros mineros de Nieves y Sombrerete se
gastaban en 1889 hasta 13 pesos por hectárea para la siembra de maíz y frijol, y
muchas veces no se recuperaba ni siquiera la inversión.24 Si a ello le agregamos
21 Fanega. Medida de capacidad para áridos, equivalente a 55 litros y medio. También porción de tierra equivalente a 6 mil 600 metros cuadrados.
22 Hectolitro. Medida de volumen, igual a 100 litros.
23 Moisés González Navarro, Historia moderna de México. El Porfiriato. Vida social, México, Hermes, 1985, p. 27. Aunque González Navarro
se refiere a la migración general del estado de Zacatecas, el dato puede ser válido para Nieves dadas las condiciones económicas,
sociales y políticas que prevalecieron durante esa primera mitad del siglo XX en la entidad zacatecana.
24 José Árbol y Bonilla, Memoria sobre la agricultura y sus productos en el estado de Zacatecas, Zacatecas, Hospicio de Niños de Guadalupe,
1889, pp. 17-29.

17
los bajos salarios de la gente del campo, los cuales no rebasaban los dos reales
diarios, además de las raciones de comida que recibían, es fácil darse cuenta de
las condiciones ruinosas en las que vivían quienes no eran siquiera dueños de
una porción de tierra para sembrar.
El labrador pobre de Nieves tenía que recurrir a sus propios enemigos en
demanda de auxilio. Recibía ayuda de los usureros, hipotecando algún objeto de
valor, que a menudo perdía por no alcanzar a cubrir la deuda con el producto de
su trabajo y, si al lograr una regular cosecha recuperaba el bien empeñado, no
mejoraba por ello su condición.

Mapa 2. La región de Nieves, Zacatecas en el siglo XIX

18
Otros optaban por ser medieros: recibían una yunta y el terreno que cultivaban por
su cuenta, pero al momento de la cosecha tenían que partir por mitad el producto
con el dueño de la tierra. En las haciendas, la vida era más difícil todavía; allí los
sirvientes debían sembrar a costa de su trabajo y con sus propios medios los terrenos
que se les asignaba, pero al recoger el producto sólo recibían la tercera parte de él.
Otro de los recursos de los que se valía la sociedad decimonónica de Nieves para
completar su dieta alimenticia era la ganadería. Las especies que criaban en el estado
de Zacatecas eran ovinos, caprinos, bovinos, caballares y porcinos. En las llanuras
de los municipios de Nieves, Sombrerete, Mazapil, Fresnillo, Pinos y Zacatecas
se ubicaban las principales haciendas ganaderas; sin embargo, el ganado era
trashumante, debido a las condiciones del suelo y a la escasa vegetación. En terrenos
escabrosos se pastoreaban rebaños de cabras; pero, al igual que las plantas, el ganado
en general sufría las inclemencias del clima y también padecía enfermedades.
Durante la revolución y el resto de la primera mitad del siglo XX, la región de Nieves
experimentó una vida difícil económica, social y políticamente. Los movimientos bélicos
y sociales dejaron una estela de enfermedades epidémicas como la escarlatina, el tifo, la
influenza, la viruela y el sarampión, como se analiza en el capítulo 1. A ello se sumó la
falta de lluvias en el campo, lo que trajo consigo la escasez de víveres y a veces incluso la
muerte. En el ámbito social, la revolución dejó un clima de encono entre la población;
las familias de quienes participaron en los hechos de armas perdieron a algunos de sus
seres queridos, mientras que otras, especialmente las familias de hacendados, quedaron
agraviadas porque durante la revuelta sus bienes fueron saqueados.
La tranquilidad y la armonía no llegaron ni siquiera en las cuatro primeras décadas
del siglo XX, dado que la población siguió acosada por una serie de iniciativas
políticas establecidas en la Constitución Política de 1917, como fue el caso de la
modificación del Artículo 130 constitucional que dio lugar a la rebelión cristera y,
posteriormente, el decreto del establecimiento del Servicio Militar Obligatorio en
1940. La sociedad nevense se volcó a buscar la derogación de esta última medida,
pero su rebelión fue aplastada con violencia por parte del gobierno federal en turno.
Durante esa primera mitad del siglo XX, los campesinos, que hasta entonces no
contaban con un pedazo de tierra, se acogieron a la ley agraria que les dotó de tierras
ejidales, producto de la desintegración de las grandes haciendas. Al mismo tiempo,
las jornadas de trabajo para los obreros y campesinos se modificaron al aparecer
garantías de vida y mejores condiciones laborales. Gracias a la política educativa de
los años veinte del siglo XX, cuando nació la Secretaría de Educación Pública, se
empezaron a establecer escuelas oficiales en muchas comunidades del municipio;
se distribuyeron libros gratuitos, desayunos escolares y se impulsó la preparación
académica de los profesores.25 Con ello, el funcionamiento de las escuelas, aunque
con muchos tropiezos, favoreció el avance de la cultura de los mexicanos.
25 Desde 1921 en que se creó la Secretaría de Educación Pública, el secretario José Vasconcelos Calderón no sólo se decidió firmemente
a impulsar la obra educativa y cultural de los mexicanos, sino que personalmente supervisaba que eso fuera realidad. Cuando visitó
la población de Nieves, se quedó con la impresión de que era un lugar que se caracterizaba por su analfabetismo y por ser gente que
únicamente hablaba de aspectos asociados a la ganadería, agricultura, peleas de gallos, apuestas y coleaderos; por ese motivo reforzó su
programa de trabajo que consistió en la expansión del sistema educativo, fomento de las bellas artes y el establecimiento de bibliotecas.
José Vasconcelos, Ulises criollo (segunda parte), México, FCE, 1975, p. 297.

19
Pero el desequilibrio poblacional fue espectacular debido a la nutrida emigración
que experimentó la entidad. El impacto de ésta fue tan grande que no obstante
las elevadas tasas de natalidad registradas en Nieves, que pudieron empujar un
crecimiento natural positivo, el resultado de la dinámica poblacional entre 1900
y 1921 fue negativo. La población total de Nieves disminuyó fuertemente entre
1910 y 1921, cuando pasó de 11 576 a 8 114 habitantes. Evidentemente, los años
de la gesta revolucionaria y los subsecuentes movimientos políticos y sociales
propiciaron un desplome y una desbandada de la población principalmente hacia
otros estados del interior del territorio mexicano pero también hacia el vecino país
de Estados Unidos de Norteamérica.

estructura deL LiBro

En el primer capítulo, estudio la evolución global de la población registrada en


Nieves, con base en padrones, censos, las partidas de la Iglesia y las actas del
gobierno civil. Además, analizo la mortalidad y la incidencia de las enfermedades.
En el segundo capítulo, me centro en la nupcialidad, su evolución en el tiempo
y su estacionalidad. Observo el origen geográfico de los novios que llegaron a
casarse en Nieves; el estado civil de los pretensos de los matrimonios primerizos;
las endogamias geográficas y consanguíneas; las edades al matrimonio y los
sistemas hereditarios de los nevenses.
En el tercer capítulo, explico la composición de las familias que se originan en
uniones sancionadas por la Iglesia o el Estado, las cuales contrasto con las uniones
consensuadas, las concepciones prenupciales y la ilegitimidad. La reconstrucción
de las familias permite conocer la fecundidad de las parejas en relación con la
duración de las uniones, la edad de los novios, los períodos protogenésicos e
intergenésicos, y la edad en la que las mujeres dejan de procrear.

20
caPítulo I
EvolucIón dE la PoblacIón dE nIEvEs

L
a historia de la familia debe enmarcarse en la historia de la población en
general porque ésta incide en la composición y en el tamaño de las familias.
Centro la mayor parte de este capítulo en la mortalidad porque, como se
verá después, la corta esperanza de vida tuvo un impacto decisivo tanto en la
nupcialidad como en la descendencia de las parejas.
Los padrones y los censos indican la cantidad global de habitantes del municipio
en un momento dado, pero el análisis de las actas del Registro Civil y las partidas
de la Iglesia son indispensables para mostrar la evolución demográfica e identificar
los momentos críticos de sobre-mortalidad. Se consultaron, además, publicaciones
periódicas sobre la minería del siglo XIX, que proporcionan datos complementarios,
entre las cuales están las siguientes: El minero mexicano, semanario fundado en 1873;
El explorador minero, semanario fundado en 1876, y que tuvo una corta existencia de
dos años; El propagador industrial, semanario fundado en 1875; los Anuarios del Colegio
de Minería 1845, 1848,1859 y 1863, así como los Boletines de la Sociedad Mexicana
de Geografía y Estadística, impulsados (P. Alzate); así como los Anales Mexicanos,
fundados en 1860 y que dan información acerca de la escuela práctica de minas
establecida en Fresnillo; El análisis del Ministerio de Fomento, publicación fundada por
Joaquín Velázquez de León en agosto de 1854 y reanudada por el general Riva
Palacio en febrero de 1877 y los archivos de la Comisión Científica.
El análisis de todos esos documentos permitió comprender la evolución de la
población y ampliar nuestro conocimiento acerca de las incidencias en torno a los
comportamientos sociales de la familia y la fecundidad.
La última parte de este capítulo versa sobre la mortalidad porque es la que
determina en buena medida el tamaño de las familias, dadas las limitadas
posibilidades de sobrevivencia de los miembros de la pareja y de su progenie.

Los datos de Los padrones y censos

Contamos con recuentos estadísticos locales, regionales y nacionales que elaboraron


en su momento las autoridades eclesiásticas y civiles de sus respectivas jurisdicciones.
Debido a la falta de un formato único, durante el período, los empadronadores
utilizaron diversos mecanismos para registrar a la población, por lo que se dificulta
la captura de información y la elaboración de tablas homogéneas.
Con frecuencia, los padrones ofrecen cifras globales que corresponden a toda
la jurisdicción y no desglosan la cantidad de habitantes para cada una de las
localidades que la integraban. En unas ocasiones clasifican a los habitantes por
género y los agrupan en familias. De manera excepcional, en algunos padrones

21
aparecen la edad, el estado civil y el oficio de las personas. Unos padrones eran
nominativos, es decir, enlistaban los nombres y apellidos de los empadronados, otros
sólo concentraban datos numéricos. La Iglesia siempre fue muy celosa en elaborar
padrones de comulgantes y, durante el siglo XIX, a solicitud del gobierno civil,
estuvo reportándole informes constantes en los que le comunicaba la cantidad de
personas a quienes les administraba los sacramentos. En el México independiente
no sólo fue necesario contabilizar a los contribuyentes, a los jóvenes y adultos que
podían incorporar a las milicias, sino también se trataba de planear los servicios y
necesidades públicas que le correspondía atender a un Estado moderno en ciernes.
Se han localizado algunos padrones eclesiásticos y civiles de Nieves que vienen
a completar la información extraída de los registros parroquiales y civiles. Con
base en esos datos se ha construido la tabla 1, que refleja una notable progresión
demográfica en el siglo XVIII seguida por cambios abruptos anteriores al período
de estudio, como un descenso de -42% de la población entre 1803 y 1818.

Tabla 1. Población absoluta de Nieves, según fechas que se indican

Año Población
1712 1 106
1742 1 000
1777 3 859
1803 5 035
1806 4 658
1818 2 917
1819 2 949
1828 4 238
1840 7 597
1880 6 774
1884 7 921
1890 7 900
1895 8 032
1900 10 282
1910 11 576
1921 8 114
1930 10 803
1940 13 357
1950 15 134

Fuente. Los datos de 1712 están tomados del AHAD, libro de padrones; los 1742 de la
obra de Gerhard; los de 1777 del padrón del AGI, Guadalajara 255. Los de 1818 y 1819

22
de los padrones parroquiales. Los de 1828 de Digesto 15, vol. XIII, 2015, p. 151. El de
1840 procede del AHEZ, Ayuntamiento. Los de 1880, 1884, 1890 y 1895 de las memorias
administrativas del gobierno del estado de Zacatecas. Los de 1900, 1910, 1921, 1930,
1940 y 1950 provienen de los conteos que realizó la Dirección General de Estadística.

Si aceptamos como válidas esas cifras, observamos una gran pérdida de habitantes
en las dos primeras décadas del siglo XIX, que podría atribuirse a las fiebres de 1813
y al sarampión (1804, 1825), así como a las sequías recurrentes en el campo que
llevaron a la muerte a varias personas. También cabe la posibilidad de relacionar
ese saldo negativo con los movimientos de insurrección de 1810, que presionaron
a quienes no se enrolaban en ningún bando. Muchos huyeron para salvar su vida,
se trató de una migración colectiva que causó un descenso demográfico notable.
Pero en el período que abarca el presente estudio, el crecimiento demográfico
parece ser constante.
Existe un padrón de 1840 que antecede por 20 años el período de la presente
investigación, el cual permite entrever los cambios entre la primera mitad del
siglo XIX y el porfiriato. Retomo esos datos porque no se ha conservado ningún
otro censo detallado en el que se consideren los principales asentamientos por
separado antes del de 1880. Hacia 1840, Río Grande era el lugar de mayor tamaño,
seguido de Nieves y después San Miguel del Mezquital. Nieves era una población
predominantemente infantil (entre 6 y 14 años de edad). La población estaba
dispersa en el municipio, que comprendía las rancherías de Atotonilco y anexas, la
cantidad de habitantes radicados en otras localidades superaba ligeramente la de
los que vivían en la cabecera municipal. Otros asentamientos menores se ubicaban
en la comarca de Jaralillo, Apaseo y La Laguna y a la orilla del río, como Santa
Rita. Los sitios menos poblados eran Carnerito y anexos.

Tabla 2. Resumen de la población del municipio de Nieves, año 1840

De De De De Más
Localidades 6 a 14 14 a 25 25 a 40 40 a 60 de 60 Total
H M H M H M H M H M
Cabecera 319 365 209 185 189 157 300 209 68 59 2060
Atotonilco y ranchos 624 696 218 250 365 378 136 121 53 44 2885
Jaralillo, Apaseo y
388 352 154 200 166 146 83 77 43 25 1634
Laguna
Carnerito y anexos 39 35 17 19 36 29 17 12 3 1 208
Santa Rita y ranchos 155 131 63 70 123 133 42 35 41 17 810
Sumas 1525 1579 661 724 879 843 578 454 208 146 7597

Fuente. AHEZ, Ayuntamiento, padrones y censos, año 1840.

23
Conviene, para fines comparativos, observar la distribución de la población en
el municipio vecino de San Miguel del Mezquital. La cabecera contenía la mayor
cantidad de habitantes, seguida de las localidades de Carboneras y la hacienda de
Santiago. Curiosamente, en la cabecera municipal de San Miguel se contabilizó la
misma cantidad de niños que adultos. Predominaban las personas solteras sobre
los casados o viudos (3 717 contra 2 207, respectivamente). Y un detalle que salta a
la vista es que las familias estaban constituidas en promedio por 4.1 miembros, es
decir con menor cantidad de la que se calculaba en Nieves en la primera década
del siglo XIX.

Tabla 3. Población del municipio de San Miguel del Mezquital, año 1840

Solteros
Casados Viudos Menores De Más
Localidades Fam. Total
6 años 6 a 14 de 14
H M H M H M H M H M
Cabecera 457 392 392 58 61 166 200 204 211 380 401 2465
Hda. Santiago 42 36 36 5 6 24 16 13 14 23 20 193
Chozas 19 15 15 4 2 13 10 12 16 25 24 136
Carboneras 35 27 28 10 17 15 12 16 18 45 50 238
Estancia Honda 20 17 17 2 0 10 14 4 6 15 20 105
San Juan Mezquital 632 485 485 33 64 366 416 203 212 248 275 2787
Sumas 1205 972 973 112 150 594 668 452 477 736 790 5924

Fuente. AHEZ, ayuntamiento, padrones y censos, 1840.

A partir de 1852, el gobierno del estado de Zacatecas empezó a disponer que


todos los jefes políticos de los partidos se dieran a la tarea de elaborar padrones
de población lo más exactos posibles, para lo cual debían dividir las ciudades,
villas o pueblos en cuarteles y manzanas, procediendo luego al avalúo de cada
una de las viviendas. Al mismo tiempo, buscaba conocer información sobre
varios aspectos de los habitantes de cada distrito: número de solteros, casados y
viudos; cantidad de familias y población total. Concluidos los padrones, debían
ser entregados a las jefaturas políticas de los partidos para que concentraran la
información y la remitieran a la capital del estado.26 Esa medida fue imponiendo la
práctica censal de manera periódica durante la segunda mitad del siglo XIX. Para
lograr la mayor cobertura de los datos de todos y cada uno de los habitantes del
municipio, las autoridades civiles solicitaron la colaboración de la Iglesia, quien
tenía la experiencia de empadronar a la sociedad y, a la vez, estaba en contacto
permanente con la gente de todas las localidades.
26 AHMS, documentos impresos del gobierno del estado de Zacatecas, mayo 15 de 1852.

24
Sin embargo, poco deben haber durado esas relaciones de apoyo por parte de
la Iglesia al gobierno civil, dado que durante las presidencias de Juan Álvarez e
Ignacio de Comonfort, se promulgaron las Leyes de Reforma, que entre otras
cosas, establecieron la separación del Estado mexicano de la Iglesia Católica.
Enseguida, en 1857, se decretó la desamortización y nacionalización de los bienes
de la Iglesia y con ello, el pensamiento liberal se fue imponiendo sobre los bienes
y actividades de los clérigos.
Derivado de ese espíritu republicano, surgieron las Leyes del Registro Civil
en 1859, aunque en algunos lugares entraron en vigor hasta uno o dos años
después de esa fecha. En el estado de Zacatecas, a partir de 1861, el gobierno
estatal hizo circular varias órdenes en las que dispuso que los ministros de cultos
religiosos no ejercieran las funciones de bautizar ni casar a ninguna persona,
si antes no hubiera ocurrido a registrar esos actos ante los jueces del Registro
Civil, quienes eran los únicos facultados para anotar los datos vitales en las actas
correspondientes.27 Pese a esos llamados, los eclesiásticos no sólo desobedecieron
las disposiciones, sino que, además, aconsejaron a la población a resistirse al
cumplimiento de esas órdenes.28
Mientras eso ocurría en torno al Registro Civil, el gobierno federal insistió en
la necesidad de conocer varios aspectos de la población que gobernaba. Con
ese motivo, en 1873 dispuso que los gobernadores, jefes políticos y presidentes
municipales se dieran a la tarea de formar un nuevo censo, precisando que debía
incluir los datos siguientes:

1. División política y administrativa del Estado.


2. Censo de población, así como el movimiento de ella.
3. Valor de la propiedad rústica y urbana.
4. Instrucción pública: establecimientos dedicados a la instrucción,
número de alumnos de ambos sexos que concurrían a las escuelas y
fondos con que se sostenían.
5. Beneficencia pública: hospitales, hospicios, casas de asilos,
montepíos, fondos con los que estaban sostenidos esos establecimientos
y trabajos que se ejecutaban en ellos.
6. Prisiones: casas de corrección, movimiento en dichos establecimientos,
trabajos que realizaban en ellos.
7. Industria minera: número de minas que estaban trabajando, sus
productos, máquinas empleadas en el desagüe y en la extracción de
productos, haciendas de beneficio comprendiendo las de fundición y
las de patio.
8. Industria fabril: número de fábricas de hilados, tejidos, loza, molinos,
ingenios de azúcar o trapiches, así como sus productos.
9. Industria agrícola: número de fincas rústicas, sus productos.
27 AHMS, año 1861. Circular para formalizar el registro civil.
28 AHMS, documentos sin clasificar, año 1861. Índice de circulares y decretos del gobierno del estado.

25
El gobierno de la república quería saber la cantidad exacta de habitantes de
todos los lugares poblados para poder organizar mejor los servicios públicos,
de modo que una de las primeras actividades de los funcionarios del gobierno,
después del restablecimiento del orden constitucional en 1867, fue la de reunir
los datos necesarios para formar la estadística de la república mexicana. Se
recordaba a los munícipes que esa era una de las funciones de las autoridades
políticas establecidas en cada municipio, según lo prevenía el artículo 56 del
reglamento económico político de los partidos. El censo debía comprender
datos generales de todas y cada una de las personas que habitaban en las más
pequeñas rancherías, en las haciendas, así como en las cabeceras municipales.29
Sin embargo, debido a que algunos presidentes municipales y jueces no remitían
mensualmente los resúmenes de nacimientos, matrimonios y defunciones
como debían, no se podía formar con regularidad la estadística general de los
movimientos de la población en el Estado. Se les ordenó que en lo sucesivo lo
hicieran con puntualidad.
No obstante, algunos estados del país no cumplieron con el levantamiento de
datos para conformar el censo que incluía los movimientos de población, y otros
lo hicieron conforme a su leal entender. En 1874, nuevamente, el ejecutivo federal
se dirigió a los gobiernos de los estados y a las jefaturas políticas para pedirles
información al respecto. Les indicó que debían elaborar el censo de población
detallado con los movimientos correspondientes, valor de la propiedad rústica
y urbana, instrucción pública, beneficencia pública, prisiones, industria minera,
industria fabril, así como lo concerniente a la industria agrícola.
Pero aun así, transcurrió mucho tiempo hasta que la gente poco a poco se
convenció de la necesidad de facilitar la información censal, así como acudir a
los juzgados del Registro Civil a asentar los hechos vitales de sus familiares. Las
personas preferían ir a la Iglesia por tradición y convicción religiosa, no tanto
al temor de ser reclutados en la milicia o ser incluidos en las matrículas de
contribuyentes, tal como ocurrió en el período colonial.
En 1855, de acuerdo con los registros reunidos por el oficial mayor del
gobierno de Zacatecas, había en el estado 280 087 individuos y para 1856
se contaron a 22 054 habitantes más. En esta última fecha, el municipio de
Zacatecas tenía 22 986 moradores agrupados en 4 992 familias. En cambio, en
Sombrerete vivían 11 946 personas que componían 2 568 familias. Nieves tenía
6 774 habitantes y 1 634 familias, en el partido del mismo nombre había un
total de 19 940 personas; en Río Grande vivían 7 038 individuos, repartidos en
1 521 familias; en San Juan del Mezquital había 3 044 personas en 673 familias
y en Miguel del Mezquital 3 084 habitantes y 719 familias.30
Sorprende el censo de 1869 que reporta una población en el partido nevense de
28 921 personas;31 es decir, en ese lapso de 13 años habría habido un aumento del
29 AHMS, documentos sin clasificar, año 1868.
30 Informe rendido por Jesús Valdés, oficial mayor del gobierno de Zacatecas, año 1857. Gobierno de Victoriano Zamora.
31 Se entiende que esta cifra de 28 921 personas abarcaba los habitantes de Nieves, Río Grande, San Juan del Mezquital y San Miguel
del Mezquital, que era la jurisdicción del partido de Nieves.

26
45%. En 1870 sólo se registraron 1 440 nacimientos, mientras que durante el primer
semestre del año siguiente, 574, pero la mortalidad durante esos dos periodos acabó
con sólo 1 236 personas, quedando así un crecimiento positivo de 778.32
El censo de 1880 consigna la misma cantidad de habitantes en todo el municipio
de Nieves que el de 1856. En el de 1884, se contabilizaron 7 921 personas,
pero el censo de 1890 reunió únicamente 7 900 individuos. Estas asombrosas
variaciones sugieren o bien una migración masiva o una enorme dificultad a la
que se enfrentaban los comisarios y demás personas encargadas para reunir la
información censal. Por su parte, el censo de 1895 registró a 8 032 habitantes, es
decir, un aumento de 132 personas en cinco años.
Para 1896, según el anexo número 11 de la memoria del gobernador Jesús
Aréchiga, el movimiento de la población registrado en el estado de Zacatecas
era el siguiente: se registraron 19 188 nacimientos, 2 743 matrimonios y 25 088
defunciones.33 La abrumadora cantidad de muertos en ese año había sido ocasionada
por brotes de pulmonía, tifo, viruela, sarampión, crup34 y diarreas, enfermedades
que al combinarse arrasaban con familias enteras. En ese año, la tasa de natalidad en
el estado de Zacatecas, que contaba con medio millón de habitantes, era de 38.3 por
mil, la de mortalidad de 50.1 por mil y la de nupcialidad de 5.5 por mil.
La historia demográfica no podría entenderse si no se relaciona con los factores
económicos y con otros aspectos de la vida cotidiana, así que es necesario traer a
memoria que durante esa época, la población de Nieves se sostenía básicamente de
la producción agrícola y en menor medida de la actividad minera que mantenían las
negociaciones del Rosario, Almadén, Guijas y San Gregorio, las cuales estuvieron
laborando durante corto tiempo.35 Únicamente la hacienda de lexiviación llamada
Almadén, propiedad de Carlos A. Bentley, proporcionaba empleos para algunos
operarios.36 Sin embargo, las autoridades locales mantenían la esperanza que con
la llegada a ese lugar de Walter H. Glennie, superintendente de la compañía del
Rosario, con sede en Londres, se reactivaran pronto los trabajos en el resto de
las minas y con ello, disminuyeran las condiciones de miseria que padecían los
habitantes de Nieves. La población aumentó de 7 900 habitantes que se contaban
el año de 1890 a 8 032 en 1895. También crecieron las celebraciones nupciales y
los nacimientos, y disminuyeron los fallecimientos.
A fines del siglo XIX se descubrieron minas con ingredientes de mercurio y
antimonio en la región, pero los empresarios no les dieron importancia porque
preferían las vetas de oro, plata, plomo, zinc y cobre. Durante esa época se
identificaron 21 minas que habían sido explotadas desde antes de la Independencia
32 Memoria presentada por el ejecutivo del estado sobre los actos de su administración, Zacatecas, Imprenta de Mariano Mariscal, 1871,
anexos 3 y 4.
33 Memoria administrativa del gobernador del estado de Zacatecas, Jesús Aréchiga, año 1897, pp. 38 y 490.
34 Crup. Tos que suena como ladrido de foca causada por resfriado. Se desencadena generalmente por la infección viral,
alergias por inhalar irritantes, reflujo de ácido. Disponible en: https://www.google.com.mx/webhp?sourceid=chrome-
instant&ion=1&espv=2&ie=UTF-8#q=crup.
35 Esa misma decadencia minera hacía difícil la recaudación de los impuestos y también la generación de un creciente número
de migrantes.
36 Lexiviación. Proceso en el que un disolvente líquido pasa a través de un sólido pulverizado para que se produzca la disolución de
uno o más de los componentes solubles del sólido.

27
sin que para el inicio del siglo XX hubieran reportado alguna riqueza notable. Las
que se habían trabajado eran las denominadas El Hueco, Nevero, El Sapo, La
Bonita y La Negra, que daban ciertas porciones de oro y plata, otras plomo y plata
con algo de cobre.
Con los estímulos fiscales que proporcionó el gobierno porfirista se eliminaron
las barreras a la exportación e importación de mercancías mediante la cancelación
de alcabalas, la reducción de impuestos a las importaciones tecnológicas, el
establecimiento de tarifas preferenciales para la exportación de minerales y de
bienes primarios en general. A partir de entonces, la minería marcó las rutas de los
trenes, los colmó de minerales y les dio sentido. Minería y ferrocarriles ocuparon
con frecuencia más del 50% de las inversiones extranjeras. Los dos impusieron un
ritmo creciente de demanda de bienes y servicios, movilizando el crecimiento del
mercado y los sectores productivos.
Era el momento de la economía polarizada, pues mientras la minería
moderna tecnificada incrementó el ingreso de recursos a un reducido sector
de la población, hundió en la miseria a los sectores campesinos y ganaderos;
además, provocó la despoblación en ciertas zonas los flujos migratorios y dejó sin
tierras a los pequeños propietarios, quienes fueron afectados por las compañías
deslindadoras. Ante ese panorama, un considerable número de vecinos emigró
con sus respectivas familias a distintas partes de los estados limítrofes de Durango
y Coahuila en busca de trabajo. El éxodo de personas de Nieves provocó la
disminución de fuerza de trabajo para las obras públicas que estaban en marcha,
como la construcción de la cúpula del templo parroquial y el puente que unía a
la cabecera con las comunidades del norte del municipio. Por el mismo motivo,
en San Miguel del Mezquital y en Río Grande, no se hizo obra alguna de
importancia, sólo en San Juan se siguió el empedrado de la plaza principal, con
una extensión de 151 metros cuadrados.37
En su informe, el jefe político de Nieves, Cresencio Silva, abunda sobre el
estado que guardaban los distintos ramos de la administración pública del
lugar; sostenía que la seguridad pública se hallaba garantizada, puesto que ese
año de 1895 sólo se había registrado el robo de siete burros en el rancho de
Valenciana; mientras que reinaba la mayor tranquilidad en el resto del partido.
El Registro Civil había asentado sólo 18 nacimientos de niños en la cabecera,
tres matrimonios y 14 fallecidos. En cambio, en Río Grande, 23 nacimientos, 11
matrimonios y 10 fallecidos. En San Miguel Mezquital, 19 nacimientos, 6 bodas
y 13 defunciones.38
En los últimos años del siglo XIX, Nieves inició un lento pero sostenido
crecimiento, preludio de la explosión demográfica que se produjo en ese antiguo
real de minas a partir de 1910 en que se registraron a 11 576 personas, cantidad
muy semejante a la de otras localidades vecinas como Río Grande, que reportó
37 Memoria administrativa del estado libre y soberano de Zacatecas, Zacatecas, Tipografía del Hospicio de Niños de Guadalupe, 1897, pp.
120–122.
38 AHMS, documentos de 1896.

28
11 676 habitantes; por encima de San Miguel del Mezquital que tenía 5 394 y de
San Juan del Mezquital con 5 266, pero muy por debajo de Mazapil, donde había
repuntado la minería con 14 222 habitantes.39
Iniciado el siglo XX, en San Miguel del Mezquital funcionaba una compañía
minera denominada “La Florida”, para explotar las minas de San Miguel del
Mezquital donde figuraba como representante el ingeniero Antonio Guzmán y
apoderados el licenciado Luis Casas y el doctor Luis Alonso. En Nieves empezaron
a destacar los mineros Jesús González Piñera, Lorenzo Gallardo y Mariano Arreola;
además, muchos otros sirvieron como empleados en ese oficio. En cambio, en
1902, Camilo Moreno y Felícitas Soto, propietarios de la hacienda de Pastelera
fueron afectados por las leyes de colonización de 1894, las cuales si bien concedían
cierto margen para la obligación de cultivar la tierra, también les fijaron los límites
de concentrarla.40
Más tarde, los ayuntamientos empezaron a legislar sobre las adjudicaciones
de terrenos laboríos y para fincas, con la intención de reanudar la labranza de
las tierras cultivables y la cría de ganados. Esa política buscaba, por un lado,
remontar los niveles de vida de la sociedad con la esperanza de recaudar
algunas contribuciones y, por otro, garantizar el arraigo de la población al
suelo zacatecano. Parece que el resultado de esa iniciativa fue favorable, pues en
1904, pese a los años estériles que había vivido la región de Nieves, la parroquia
aportó al obispado de Durango 35 pesos que había reunido entre los vecinos por
concepto de los diezmos agrícolas y ganaderos.41
La llegada del sacerdote Tiburcio Araujo a la parroquia de Nieves en 1908
vino a marcar un momento importante en la vida religiosa del lugar. Su labor
se extendió con gran vocación hacia la realización de acciones evangélicas, de
pastoral social y material. Primero empezó a recibir solicitudes de dispensa de
algunos feligreses que habían servido en las oficinas del gobierno civil durante
1857, y que por ese motivo habían sido obligados a jurar la Constitución Política
de esa fecha, presentaban su retractación, sobre todo porque ese compromiso les
impedía recibir los sacramentos de la Iglesia, entre ellos el bautizo o matrimonio
de sus familiares, así como la extremaunción al aproximarse la muerte.
El movimiento de la revolución mexicana, iniciada en 1910, incidió directamente
en la demografía y en otros muchos aspectos de la vida de los zacatecanos; afectó
especialmente a aquellas poblaciones donde surgieron caudillos que luego
incorporaron a su bando a muchos seguidores.

39 División territorial de los Estados Unidos Mexicanos correspondiente al censo de 1910. Estado de Zacatecas, México, Secretaría de Hacienda–
Departamento de Fomento, 1918. El establecimiento, en 1896, de la compañía minera “Mazapil Cooper Company Limited”, había
reactivado el laboreo de todas las minas de la región mazapilense y para su beneficio estableció tres hornos, atrayendo así a una
multitud de trabajadores que llegaron a avecindarse en esa localidad. Memoria administrativa del gobernador del estado de Zacatecas, Jesús
Aréchiga, año 1897, p. 490.
40 Armando Márquez Herrera, “Las transformaciones de la minería”, en Raúl Delgado Wise, et al, Zacatecas: la sociedad y sus dilemas.
Tomo II: en busca de las raíces, México, UAZ/LIV Legislatura del estado de Zacatecas, 1993, pp. 45–65.
41 AHPN, documentos sin clasificar dentro del inventario de la parroquia, año 1901.

29
Tabla 4. Población de municipios zacatecanos, año 1910

Municipio Total
Chalchihuites 7 556
Concepción del Oro 15 318
Fresnillo 26 061
Mazapil 14 222
Nieves 11 576
Ojocaliente 13 198
Río Grande 11 676
Saín Alto 5 188
San Andrés del Teul 2 700
San Juan del Mezquital 5 394
San Miguel del Mezquital 5 266
Sombrerete 24 030
Villa de Cos 7 610
Zacatecas 28 912

Fuente. Elaboración propia a partir del censo de 1910.

Nieves fue de esas localidades que al grito de “sufragio efectivo y no reelección”,


aportó hombres a la revolución como Luis Moya, Pánfilo Natera, Federico Silva y
Félix Morales, entre muchos otros. En razón de lo anterior, el prelado de Durango
dispensó a los feligreses que, con motivo del movimiento de la revolución mexicana
de 1910, no acudieron a recibir los sacramentos. También transmitió el edicto que
disponía a los católicos la prohibición de asistir ellos y sus hijos a las escuelas y
cultos protestantes.
El saldo de esos movimientos para la demografía fue negativo, ya que durante
ese tiempo la población disminuyó 30% para 1921. No acababa de pasar aquel
estrago cuando sobrevino el movimiento de la rebelión cristera de 1926, que fue
el resultado de la aplicación del Artículo 130 de la Constitución Política de 1917,
lo que obligó al cura de Nieves a dejar la parroquia y buscar asilo en los Estados
Unidos de Norteamérica.42 En esa ocasión, la ausencia del párroco originó que se
suspendieran los registros parroquiales de bautizos, matrimonios y entierros.
Previo a esos hechos, desde 1915, fecha en que se expidió la primera ley agraria,
se inició el proceso de disolución de las grandes haciendas agrícolas y ganaderas.
En Nieves ese fenómeno tuvo lugar en 1923, cuando el gobierno de la república
autorizó el fraccionamiento de varias haciendas, entre ellas la del Fuerte, que dio
origen al ejido de Mogotes.43
42 AHPN, documentos sin clasificar, años 1926–1929.
43 Los primeros beneficiados con una fracción fueron además del cura Tiburcio Araujo, Ramón Lozano, Porfirio Agüero casado
con Rosa Ibarra, Pascual de la Cruz casado con Juana Heredia, Faustino Arenas casado con Felícitas Aguilar, Justo Vaquera casado
con Cruz Martínez, Cresencio Zapata, Francisco Zapata casado con Josefina González, Basilio Adame casado con Virginia Puente,

30
Durante los años siguientes, la población nevense comenzó a recuperarse y
siguió esa tendencia durante las últimas tres décadas que comprende este
estudio; en 1930 se contaron 10 803, luego 13 357 en 1940 y en 1950 llegó a la
cifra más alta que fue de 15 134 personas; sin embargo, en esa última fecha en
Nieves habitaba apenas 2.3% de la población total del estado de Zacatecas que
era de 665 524 habitantes.

Tabla 5. Resúmenes de los censos de 1910 a 1930

Censo de 1910 Censo de 1921 Censo de 1930


Localidad
H M Total H M Total H M Total
Alamillo 60 6 10 16 13 15 28
Altamira 10 7 17 13 13 26
Ancón 161 63 58 121 63 75 138
Apaseo 201 203 404 106 101 207 113 108 221
Atotonilco 373 413 786 188 172 360 328 286 614
Benito Juárez 60 59 119
Bocas 37 31 68 33 36 69 55 45 100
Camisa 24 16 40
Carnerito 89 52 49 101 40 33 73
Carrizal 16 16 32 10 11 21 15 15 30
Cerro Colorado 6 7 13 12 11 23
Cieneguilla 79 75 154 92 94 186 120 98 218
Córdova 152 178 330
Escondida 33 45 78 19 14 33 16 16 32
Estanzuela 42 31 73
Guzmán 38 41 79 25 21 46 15 10 25
Jaralillo 260 233 493 110 113 223 136 158 294
Jesús María 26 21 47
La Luz 7 7 14 10 8 18

Victoriano Agüero casado con Cirila Botello, Hermilo Agüero casado con Florencia Vaquera, Pascual Vaquera casado con Enedina
Juanes, José Mireles casado con Maximina Ramírez, Pedro Adame casado con Luisa Lozano, Alberto Hernández, Aristeo Mireles casado
con Concepción Castor, Rosalío Álvarez casado con Macedonia Martínez, Anacleto Samaniego casado con Ma. Santos Hernández, Félix
Samaniego casado con Susana Ontiveros, Francisco Castor casado con Ángela Silva, Manuel González, Félix Adame casado con Juliana
Adame, Higinio Landeros casado con Concepción Reyes, Teófilo Silva casado con Anastasia Velázquez, Guadalupe Becerra, Domingo
Landeros, Emilio Luna, Natividad Zapata casado con Emilia Castañeda, Epifanio Saldaña casado con Felipa Lozano, Genaro Vega
casado con Luciana Chávez, Simón Vega, Pioquinto Vega casado con Francisca Zapata, Antonio Hernández casado con Isidra Vega,
Cipriano Hernández casado con Teresa Pizarro, Isac Muñoz casado con Prisciliana Delgado, Raymundo Hernández casado con Ma. de
la Luz Juanes, Andrés Mireles casado con Sanjuana Guzmán, Manuel Mireles casado con Regina Vaquera, Santiago Hernández casado
con Encarnación Vital, Simón Castor casado con Manuela Romero, José Reyes casado con Josefina Soto, Félix Espinosa, José Regino
Delgado, José Castor casado con Refugia Guerrero, Ernesto García Castañeda casado con Rosa Hernández, Álvaro Goytia casado con
Altagracia García, Simón Neave casado con Fidencia Vega, Antonio Salaices casado con Juana Valenzuela, Agustín Mireles, Norberto
Silva casado con Jovita García, Marciano de la Cruz, Rito Delgado casado con Esther Ramírez, Darío Ávalos Martínez casado con
Dionisia Rodríguez, Felipe Hernández casado con Herminia Soto, Antonio Palacios casado con Antonia Ramírez, Pascual Silva casado
con María Fernández, Felipe Silva casado con Rosa Pérez y Miguel Dávila.

31
Censo de 1910 Censo de 1921 Censo de 1930
Localidad
H M Total H M Total H M Total
Laguna 161 158 319 206 209 415 205 207 412
Loma de En medio 40 45 85 26 24 50
Madero 68 62 130
Malpaso 22 28 50 26 22 48 38 41 79
Maravillas 2 3 5 14 11 25
Matamoros 51 46 97 55 46 101
Mogotes 5 4 9
Molino 29 28 57
Morteros 128 128 256 175 172 347 180 177 357
Nieves 1618 1806 3424 1160 1274 2434 1509 1589 3098
Noria 8 2 10 79 75 154 11 11 22
Norias 688 79 79 192 175 367
Ojito 125 8 12 20 15 12 27
Orán 97 84 181 98 82 180 91 76 167
Pacheco 22 25 47 62 52 114 54 49 103
Palo Quemado 10 9 19
Paso Blanco 24 22 46 43 47 90
Potrero 38 39 77 38 29 67
Refugio 120 33 38 71 23 26 49
Refugio de Villita 61 64 125 57 50 107 90 87 177
San Agustín Melilla 424 417 841 126 138 264 201 199 400
San Agustín del Refugio 14 13 27 9 12 21
San Alberto 18 22 40 8 7 15
San Antonio 36 30 66 25 15 40 16 12 28
San Buenaventura 102 75 177 88 72 160 102 88 190
San Francisco 66 69 135 78 50 128
San Gil 80 89 169
San Ignacio 39 38 77
San José de Gracia 19 19 38 28 30 58 17 21 38
San José Sierrecilla 59 48 107 14 10 24 4 2 6
San Juan Ahorcados 41 43 84
San Lucas 287 287 574 242 261 503 266 302 568
San Martín 59 53 112 48 46 94 60 53 113
San Pedro 21 22 43 30 34 64 12 9 21
San Vicente 25 23 48 10 11 21

32
Censo de 1910 Censo de 1921 Censo de 1930
Localidad
H M Total H M Total H M Total
Santa Fe 21 12 33 4 3 7
Santa Rita 252 71 53 124 105 81 186
Santa Rosa 234 56 56 112 81 73 154
Sauz 113 95 208 57 52 109
Tánger 30 29 59 21 9 30
Tobías 33 24
57 33 31 64 21 22 43
Valenciana 120 112
232 102 93 195 173 146 319
Vergel 143 264 270 534 278 257 535
Victoria 135 11 12 23 10 12 22
Total 4717 4852 11576 4083 4031 8114 5446 5278 10724

Fuente. Elaboración propia a partir de la consulta de los censos.

La poBLación según Los registros parroquiaLes y deL civiL

De 1860 a 1950, los registros más numerosos en el archivo parroquial son los
bautizos, le siguen los entierros y en tercer lugar los matrimonios. Lo mismo
ocurre en el Registro Civil, donde predominan los nacimientos. Es preciso aclarar
que esos registros vitales, elaborados por dos instituciones distintas y con criterios
diferentes, son muy útiles para comprender no sólo la evolución de la población y
la estructura de la sociedad, sino también muchos otros fenómenos sociales acerca
de los comportamientos de las familias. Como he venido insistiendo, reuní todos
esos registros en una sola base de datos con la finalidad de destacar en el siguiente
capítulo las variables de la nupcialidad.
De los 37 644 nacimientos analizados, todos correspondieron a infantes de
pocos meses o días de nacidos. 89.3 % fueron hijos legítimos, y el 10.7 restante de
ilegítimos. Se lograron contabilizar 15 161 registros de entierros y de matrimonios
6 394. Hubo un crecimiento natural de la población a lo largo de los noventa años
que abarca el estudio, tal como se ilustra en la gráfica 1. La tabla 6 concentra los
registros anuales de nacimientos, casamientos y defunciones.
Los registros parroquiales y del Civil, generalmente dan cuenta de la población
estable, y la migración sólo se entrevé. En los libros de bautizos, el párroco anotaba
en cada partida la fecha del sacramento dispensado. En la segunda mitad del siglo
XIX, los fieles registraban también los nacimientos en el Registro Civil, por lo que
he tenido cuidado en no duplicar la información.44

44 La captura de la información en Excel ha permitido discriminar datos que aparecen consignados en los documentos parroquiales
y del civil. Ha sido una tarea muy laboriosa pero necesaria para evitar falsas interpretaciones y también para detectar homónimos que
pueden llevar a falsear la reconstrucción de las familias.

33
Gráfica 1. Nacimientos, matrimonios y defunciones de Nieves (1861-1950)

Entre el nacimiento y el bautizo, transcurría habitualmente menos de una semana


aunque en ocasiones demoraban hasta dos o tres años. Aparecía en cada partida el
nombre del recién nacido, a menos de que hubiera nacido muerto y que no se le
hubiera puesto nombre, en este caso se anotaba la mención “párvulo” o “niño de”.
A continuación venían los nombres de los padres, remarcando que constituían
un matrimonio legítimo, los abuelos y los padrinos, en su defecto el nombre de la
madre y el de los progenitores de esta última. Frecuentemente, se recogían algunas
circunstancias relacionadas con el bebé, como si había sido bautizado “por necesidad” en
caso de un alumbramiento difícil o de un neonato fallecido. También se mencionaban
a los padrinos y al propio sacerdote que realizaba el bautizo, quien firmaba el acta.
Por su parte, las actas de nacimiento del Registro Civil regularmente contenían
la fecha en que se elaboraba el documento, el nombre de quien presentaba al
registrado, así como sus datos personales que incluían estado civil, oficio al que
se dedicaba, edad y lugar de procedencia; enseguida se precisaba si el bebé había
nacido vivo o muerto, luego se anunciaba el género, aclarando si era o no legítimo,
seguido del lugar y fecha del nacimiento. Se asentaba el nombre del niño y, en
caso de ser legítimo, el nombre de los padres juntamente con sus datos personales.
Finalmente, los nombres de los testigos del acto.
A partir de estos datos, es posible analizar aspectos relacionados con la
natalidad, tales como la estacionalidad de los nacimientos, la ilegitimidad, la
gemelidad, etcétera, que aportan valiosa información sobre la estructura familiar
y la demografía de la población nevense.
La reactivación de la agricultura, la menor presencia de las epidemias y el
inicio de la aplicación de los antibióticos en el siglo XX, hicieron crecer la
cantidad de habitantes en Nieves. La población había aumentado a un ritmo
lento pero sostenido a partir de la segunda mitad del siglo XIX, como lo
sugieren los padrones enlistados arriba. Durante todo el período de noventa
años que comprende este estudio, se llegaron a acumular 37 644 registros de
nacimientos; 19 377 hombres y 18 267 mujeres. El año con mayores registros
de nacimientos fue 1929, cuando se contabilizaron 817.

34
Tabla 6. Nacimientos, matrimonios y defunciones de Nieves

Nac. leg. Nac. ileg. Suma Defunciones Suma


Año Matrim.
H M H M nac. H M def.
1861 213 217 13 14 457 147 4 1 5
1862 203 176 15 16 410 109 144 105 249
1863 237 204 28 22 491 150 81 73 154
1864 190 176 15 14 395 45 18 17 35
1865 223 216 18 19 476 67 6 4 10
1866 281 200 22 20 523 47 0 1 1
1867 292 289 12 14 607 21 86 80 166
1868 224 211 17 15 467 6 94 92 186
1869 223 198 12 17 450 80 63 63 126
1870 260 237 19 17 533 103 108 125 233
1871 264 233 14 11 522 88 106 105 211
1872 211 226 23 13 473 4
1873 216 197 19 19 451 75 91 75 166
1874 217 230 18 24 489 64 92 103 195
1875 87 73 8 9 177 62 58 76 134
1876 246 140 15 13 414 42 51 66 117
1877 207 222 13 20 462 59 73 109 182
1878 210 185 16 27 438 58 148 149 297
1879 200 150 21 23 394 96 88 85 173
1880 160 169 21 19 369 96 44 35 79
1881 155 139 14 14 322 100 96 121 217
1882 247 260 17 20 544 85 132 156 288
1883 226 215 21 21 483 85 85 104 189
1884 184 205 18 12 419 92 141 128 269
1885 194 190 10 17 411 66 81 95 176
1886 185 180 8 14 387 76 114 148 262
1887 238 262 13 17 530 103
1888 229 196 16 9 450 90 87 111 198
1889 248 234 14 12 508 104 93 93 186
1890 198 193 22 25 438 87 104 91 195
1891 169 159 14 16 358 89 70 64 134
1892 204 175 10 15 404 75 144 118 262
1893 160 138 5 6 309 69 149 125 274
1894 165 138 11 12 326 51 229 245 474

35
Nac. leg. Nac. ileg. Suma Defunciones Suma
Año Matrim.
H M H M nac. H M def.
1895 174 139 14 9 336 69 116 97 213
1896 109 83 9 6 207 47 91 77 168
1897 71 75 2 3 151 66 69 71 140
1898 167 189 11 8 375 90 121 143 264
1899 212 218 6 6 442 38 107 137 244
1900 140 139 10 18 307 92 101 92 193
1901 202 177 9 21 409 45 91 83 174
1902 188 182 12 20 402 77 109 103 212
1903 203 182 20 19 424 51 92 74 166
1904 184 181 17 10 392 71 19 12 31
1905 159 162 14 18 353 68 89 71 160
1906 143 146 8 17 314 80 93 110 203
1907 197 191 4 6 398 96 157 144 301
1908 183 136 4 4 327 67 115 86 201
1909 105 112 12 13 242 60 102 76 178
1910 125 133 10 10 278 87 118 142 260
1911 131 138 5 9 283 114 105 88 193
1912 175 144 14 13 346 101 81 69 150
1913 120 91 9 1 221 75 1 4 5
1914 204 170 6 6 386 85 1 0 1
1915 193 193 5 7 398 76 22 9 31
1916 213 196 1 3 413 74
1917 96 75 4 1 176 42 92 112 204
1918 85 81 9 2 177 36 114 85 199
1919 85 83 5 14 187 48 63 52 115
1920 116 138 23 27 304 83 39 41 80
1921 112 91 25 15 243 19 47 57 104
1922 135 113 32 26 306 20 50 43 93
1923 100 73 11 7 191 24 49 53 102
1924 102 62 15 17 196 13 57 57 114
1925 146 94 12 14 266 65 76 52 128
1926 98 104 10 11 223 53 88 94 182
1927 113 110 12 7 242 14 104 104 208
1928 107 104 4 6 221 125 74 85 159
1929 347 360 49 61 817 79 89 82 171

36
Nac. leg. Nac. ileg. Suma Defunciones Suma
Año Matrim.
H M H M nac. H M def.
1930 245 202 43 60 550 72 99 82 181
1931 214 201 16 13 444 71 4 1 5
1932 232 248 11 18 509 73 91 89 180
1933 156 161 16 21 354 28 115 109 224
1934 275 267 60 47 649 71 114 119 233
1935 230 226 62 60 578 48 8 2 10
1936 142 146 27 32 347 39 6 4 10
1937 180 145 23 38 386 110 148 133 281
1938 254 196 52 37 539 91 147 122 269
1939 291 277 42 35 645 96 137 98 235
1940 298 291 12 10 611 80 109 114 223
1941 255 255 57 57 624 106 115 102 217
1942 260 310 51 51 672 32 144 147 291
1943 290 282 38 39 649 41 134 114 248
1944 300 270 32 44 646 33 114 102 216
1945 261 249 42 37 589 26 109 83 192
1946 248 239 51 52 590 81 152 99 251
1947 266 235 45 30 576 112 115 80 195
1948 272 265 30 22 589 109 91 92 183
1949 272 271 12 15 570 121 103 75 178
1950 335 303 28 21 687 113 84 65 149
Totales 17682 16537 1695 1730 37644 6394 7761 7400 15161

Fuente. Consulta de registros parroquiales y civiles.

Le siguió en forma descendente el año de 1950 con 687 registros, 1867 con
672 y 1934 con 649. En cada uno de estos años se alcanzó un promedio superior
a 1.8 personas registradas diariamente. Los años con menos nacimientos fueron
1875, 1897 y 1917, cuando se asentaron menos de 200 actas por año. De estos tres
años referidos sólo se sabe que el año de 1917 corresponde al brote de tifo, así
como al impacto del movimiento revolucionario, factores que acabaron con una
importante cantidad de personas en edad reproductiva.
Entre 1861 a 1950, hubo 37 644 nacimientos; es decir, 418.3 registros anuales
en promedio. En la tabla 6 se anotan los nacimientos anuales y en la gráfica 1 se
muestra la distribución general. Luego en la gráfica 2 se añade la curva que indica
las bodas celebradas en el mismo período. Aunque no coinciden plenamente
los picos, la evolución de ambos tipos de eventos muestra una correlación
significativa. En general, se aprecia que en gran parte de las últimas dos décadas

37
del siglo XIX, se produjo un aumento más o menos sostenido de nacimientos
que coincide con el de los matrimonios, que también se multiplicaron.
El siglo XX inicia de manera vacilante, con importantes caídas, alternándose con
recuperaciones, hasta que a partir de 1922 se constata un incremento constante
de los nacimientos, asociado posiblemente a un aumento general de la población
nevense. No es fácil determinar las causas de las depresiones de natalidad
registradas. Algunas tuvieron su origen en conflictos bélicos, crisis alimentarias y
epidemias, que condujeron a desastres demográficos o, simplemente, a la ausencia
oportuna de anotaciones de los registros por parte de los escribanos. En el período
1864-1872, se concentra una menor cantidad de nacimientos y corresponde a
movimientos políticos internos y a la presencia de brotes de fiebre, viruela y tifo. De
manera semejante, el descenso en el período de 1926 a 1928 puede ser atribuido a
la suspensión de cultos y la consiguiente rebelión cristera, pero a partir de que se
reanudaron los servicios religiosos en 1929 se produjo un registro impresionante
de nacimientos (817).

Gráfica 2. Nacimientos y matrimonios a través del tiempo

Por otra parte, existe también una coincidencia entre el crecimiento demográfico
y los auges de la actividad agrícola. Según la tabla 6, durante la expansión
registrada entre 1882 a 1895, el número de nacimientos siempre superó los 300
y después de esa fecha, empezó a descender, tal como ocurrió con la producción
agrícola.45 Una nueva prosperidad en el campo ocurrió en el período que corre
de 1929 a 1950, cuando con algunas variaciones, se reportaron las cifras más
altas de nacimientos.46
45 De acuerdo con los informes periódicos de los presidentes municipales del partido de Nieves, durante 1878 la producción agrícola
en el municipio de Nieves apenas alcanzó 400 fanegas de maíz, 100 de frijol y 50 de trigo; en cambio, para 1886 se lograron cosechar
1,200 fanegas de maíz y 690 de frijol. Dado que una fanega equivalía a 55.5 litros, entonces en años anteriores a 1882 se obtenían
22,200 litros de maíz, 5,550 de frijol y 27,775 de trigo; pero en el periodo de 1882–1895 esa cantidad se elevó hasta alcanzar 66,600
litros de maíz y 38,295 litros de frijol. Informe del jefe político Ramón Puente, Nieves, 1878. Informe del señor Gil Rendón, de San
Juan del Mezquital, 1886.
46 Aunque no fue posible localizar datos documentales de las cosechas agrícolas de Nieves del periodo 1929–1950, según los
comentarios del nevense Antonio Hernández Mireles, quien cuenta con 98 años de edad y se halla en plena lucidez, recuerda que
cinco años después de que los campesinos de Mogotes empezaron a cultivar sus tierras ejidales, obtuvieron una enorme producción de
granos principalmente frijol y maíz. Es decir, esa fecha coincide con los años posteriores a 1929. Fragmento de la entrevista a Antonio
Hernández Mireles, en Río Grande, Zacatecas, 6 de agosto de 2016.

38
Los meses de mayor cantidad de registros de nacimientos fueron de marzo a
mayo, periodo durante el cual se acumuló 30.1% del total de los registros; después
del mes de mayo descienden de forma paulatina hasta llegar a su punto más bajo
en el mes de diciembre. Si se toma en cuenta que los bautizos, al igual que los
registros del Civil, se realizaban al poco tiempo del alumbramiento, es posible
determinar que la concepción habría sido entre los meses de junio a agosto,
lapso que coincide también con una mayor actividad en las labores agrícolas.
La abstinencia sexual del Adviento y de la Cuaresma preconizada por la Iglesia,
parece haberse respetado más o menos en Nieves, Sombrerete y Río Grande, lo
cual mostraría el apego de los fieles a los preceptos eclesiásticos. La inflexión de
la curva de nacimientos, que se manifiesta en diciembre y enero, indica la poca
cantidad de niños gestados en la Cuaresma, y la segunda inflexión todavía mayor
de septiembre, se asocia con la abstinencia del Adviento. Incluso, en esta época la
Iglesia no quería celebrar bautizos ni los matrimonios. La más baja frecuencia de
nacimientos entre junio y agosto puede explicarse debido a que la población se
hallaba ocupada en la siembra y el deshierbe del campo, razón que les impedía
acudir a la Iglesia o al Registro Civil a asentar los nacimientos.
Por su parte, las tasas de natalidad presentan notables fluctuaciones. En 1880 era
de 54.4; en 1884 de 52.8; en 1890 de 55.4; en 1895 de 41.8; en 1910 de 24.0 y 1930
de 50.9 por mil. Así, el comportamiento de la natalidad es el reflejo del crecimiento
natural de la población, el cual también estuvo sujeto a las condiciones económicas
de cada época, aunque esas variaciones pueden ser consecuencia de la poca fiabilidad
de los censos que señalamos anteriormente al detectar altibajos sorprendentes.
Existe un consenso entre los historiadores acerca de que la ilegitimidad fue un
fenómeno muy recurrente en los dos primeros siglos de la vida colonial, con todo
y que las normas castellanas y de la Iglesia señalaran castigos muy severos para
quienes se involucraban en comportamientos sexuales “ilícitos” y los curas también
exhortaban a los amancebados a casarse; sin embargo, siempre aparecían hijos
naturales o incluso expósitos, algunos de los cuales eran producto de parejas que
vivían en unión consensuada y no se unían en matrimonio. En algunas parroquias
como Sombrerete, la ilegitimidad durante el período colonial alcanzó hasta
17.5%; llegado el siglo XIX, disminuyó ligeramente; en Zamora alcanzó 4.5%
entre 1821 y 1824, pero en algunas parroquias de Guadalajara, como el Sagrario y
Mexicaltzingo, hubo un promedio de 16.3% de bautizos de niños ilegítimos entre
1848 y 1920.47 Es de advertir que la ilegitimidad era más común en las ciudades que
en las localidades rurales. En Nieves, mientras 97.4% de los nacimientos eran hijos
de familias legítimas, 2.6% correspondía a ilegítimos. El año en que se presentó
mayor cantidad de hijos ilegítimos fue 1935, cuando se contabilizaron en total 122
nacimientos, de manera inversa, en 1916 sólo se registraron a 4 ilegítimos.
En los libros parroquiales y del Civil de Nieves, durante el período considerado
(1861-1950), se anotaron 37 644 nacimientos de los cuales 19 377 fueron niños y
47 Thomas Calvo, “Matrimonio, Iglesia y sociedad en el occidente de México: Zamora (siglos XVII y XIX)”, en Pilar Gonzalbo Aizpuru
(coord.), Familias novohispanas siglos XVI al XIX, México, El Colegio de México, 1991, p. 103; Celina Guadalupe Becerra y Alejandro
Solís Matías, La multiplicación de los tapatíos, p. 74.

39
18 267 niñas. De los datos conocidos, 51.5% fueron varones y 48.5% mujeres. Así,
la tasa de masculinidad era de 106.0%, valor que resulta aceptable considerando
que en el momento del nacimiento la tasa de masculinidad ronda entre el 105%.
Por otra parte, entre los 37 644 nacidos y registrados en los libros de bautizos y del
Civil figuran 47 parejas de gemelos, lo que da una tasa de gemelidad de 0.12%.

La mortaLidad

De acuerdo con los registros parroquiales de entierros y de defunciones de Nieves


durante el período comprendido de 1861 a 1950, se registraron 15 161 defunciones,
de las cuales 7 761 fueron de varones (51.2%) y 7 400 mujeres (48.8%). 98.7% de
los muertos corresponden a personas que radicaban en la cabecera municipal.
Había, por lo tanto, un equilibrio entre sexos, a pesar de que prevalecía un alto
índice masculino en los centros mineros por el tipo de operarios que se necesita
para la extracción y beneficio del mineral.48 Pero en Nieves la actividad minera era
casi nula como se señaló arriba.
Son varios los años que reflejan crisis epidémicas: 1861, 1861-1866, 1872, 1887,
1904, 1913-1916, 1931 y 1935-1936. Al lado de esos períodos críticos aparecen
1882, 1894 y 1907, donde seguramente también influyeron la tos ferina, la viruela
y escarlatina, y es probable que se suspendiera el asiento de las muertes, ante el
temor del contagio, tal como se puede observar en la tabla 10.
Nieves fue víctima de varios brotes de epidemias de manera consecutiva y a veces
simultánea. En 1861 la escasez de lluvias ocasionó una falta de víveres de primera
necesidad y ascendieron los precios del maíz, frijol y trigo. La falta de pastos
en el campo provocó una mortandad impresionante de ganado. No acababa de
reponerse la población cuando en 1862 apareció la viruela que se combinó con
sarampión y, dos años después, la fiebre que llegó para quedarse en la sociedad
nevense. Durante el período que comprende este estudio, casi no hubo año en que
la fiebre no cobrara un alto porcentaje de muertes de infantes, jóvenes y adultos.
Ya para finalizar el siglo XIX llegó el tifo, e inmediatamente después, la viruela
y luego la influenza. Para contextualizar la incidencia de los brotes epidémicos y
las demás causales que llevaron a la muerte a muchos nevenses, a continuación
se explican algunos fenómenos sociales, económicos y culturales que afectaron el
desarrollo de la población de esas minas y su región.
Se nota un período de sobre-mortalidad en 1894, al registrarse 474 decesos;
seguido del año 1907 con 301 y luego 1882 con 288 defunciones. La tabla 6 y la
gráfica 1 refieren la cantidad de entierros por año. Sin embargo, cabe señalar desde
ahora que no se pudieron localizar todas las actas de defunciones: faltan los registros
de 1872, 1887 y 1916. En 1861, 1866, 1913, 1914 y 1931 se anotaron menos de
cinco muertos por año, lo cual es poco creíble y evidencia un marcado sub-registro.
48 En Sombrerete 53.8% de los muertos eran hombres y el 46.2% mujeres. Tomás Dimas Arenas Hernández, Migración a corta
distancia…, p. 206.

40
Gráfica 3. Mortalidad por años

Los mortinatos (párvulos que fallecen al nacer) suman 199 casos.49 Al momento
del alumbramiento, las madres también ponían su vida en riesgo, ya fuera por
complicaciones al momento del nacimiento del bebé o bien por infecciones, pues
189 mujeres murieron en el parto. Pero esa cifra no llega a incidir en la evolución
de la población. Por su parte, las defunciones de los adultos que cursaban entre 90
y 105 años de edad representaron 1.4% del total (218 personas).

Gráfica 4. Mortalidad por género y por años

Los meses en que la mortalidad cobró más vidas fueron en forma descendente,
agosto con 1 524 (10.1%); julio y junio (9.9 y 9.0 respectivamente). En noviembre
y diciembre se registraron menos muertes (6.7% y 6.8%, respectivamente). Se
creía que eran los drásticos cambios de temperatura durante el verano los que
ocasionaban “fiebres estacionales” de las que eran víctimas muchas personas, como
se ha constatado por ejemplo en Chihuahua en el siglo XIX.50

49 Se considera mortinato a la defunción de una persona ocurrida en el vientre materno. Es sinónimo de defunción fetal tardía o
nacido muerto.
50 Chantal Cramaussel, “La lucha contra la viruela en Chihuahua durante el siglo XIX”, Relaciones, 114, vol. XXIX, 2008, pp. 101–132.

41
Gráfica 5. Mortalidad por meses

Se ha detectado que en Nieves fallecieron 56 personas por accidentes en las minas,


caídas de caballos o por derrumbes en fincas o terrenos; otros 29 perdieron la vida
por anemia y 42 por raquitismo, pero llama poderosamente la atención la muerte de
236 personas causadas por hechos violentos. Los lugares donde se presentó la mayor
cantidad de actos violentos eran en orden descendente Nieves, cabecera (10 casos),
El Vergel (9), San Lucas, Valenciana y Villa Cárdenas (5 en cada lugar) y Melilla y
Jaralillo con 4 casos en cada localidad y el resto en otras rancherías. En razón de la
ley que impuso la pena de muerte en marzo de 1851 para quienes cometían delitos
graves como el robo, el asalto a mano armada y la asociación delictiva,51 fueron
pasados por las armas varios nevenses, aunque los documentos sólo dan cuenta de
tres personas: Cresencio Flores, vecino de Río Grande, el 24 de junio de 1862; el 6
de diciembre de 1864 Joaquín Compeán, de 46 años de edad, quien dejó viuda a
Carmen Ávalos; y el 27 de diciembre del mismo año, Jesús Compeán Muñoz, de 50
años, casado con Luisa Orejón, de 45 años de edad.52
En la segunda mitad del siglo XIX, en Nieves, a diferencia del período colonial
y de las primeras décadas de la centuria, las actas de los registros parroquiales y
civiles consignaron las causas de los fallecimientos. Por abrumadora mayoría, la
fiebre acababa con la vida de niños, jóvenes y adultos; su afectación alcanzó 34.1%
del total. Le siguieron la viruela con el 6%, diarreas 5.5, tos ferina 3.7, alferecía
3.6,53 pulmonía 3.5 y bronquitis 2.8%.
La corta esperanza de vida de los adultos afectaba, desde luego, la duración de
las uniones matrimoniales, como ya se dijo. Esta elevada mortalidad originaba
un descenso en la fecundidad, a la vez que generaba una numerosa cantidad de
viudos y viudas, todavía jóvenes en edad de reproducirse.
‘¿Qué serás si te logras?’ esta frase era muy común entre la gente del pueblo,
allá por las décadas de los cuarenta y cincuenta del siglo XX. Evidentemente,
51 La pena de muerte en Zacatecas tuvo vigencia de 1851 hasta 1869, en que el gobernador Trinidad García de la Cadena la suspendió.
AHMS, decretos del gobierno del estado de Zacatecas, año 1869.
52 Archivo Histórico del Municipio de Nieves, en lo sucesivo AHMN, libros de defunciones.
53 De acuerdo con el diccionario enciclopédico de la medicina tradicional mexicana, la alferecía era un padecimiento de la población
infantil cuyas manifestaciones eran moretones en las uñas, labios y párpados, así como crisis convulsivas. Se consideraba que esas
manifestaciones tenían su origen en los sustos, el aire y los berrinches. Soledad Mata Pinzón, Diccionario enciclopédico de la medicina
tradicional mexicana, México, INI, 1994.

42
esta pregunta remite a la alta tasa de mortalidad infantil, muy frecuente durante
aquella época y quizá más aún a medida que retrocedemos en el tiempo. Seguía
siendo muy elevada durante el último tercio del siglo XIX, los niños que vivieron
entre una hora y diez años de edad sumaron 8 122 del total de los óbitos (51.2%).
El fenómeno de la mortalidad infantil se vuelve más dramático cuando se reconoce
que entre esas defunciones a temprana edad 926 fueron neonatales.54

Gráfica 6. Mortalidad por causas más frecuentes

Aunque parece que la mortalidad infantil y adulta van de la mano, las variaciones
de una y otra no presentan correlación significativa, ya que existen causas de muerte
diferentes para cada grupo de edad. La tasa de mortalidad infantil que comprende a
los niños desde un minuto de nacido hasta los 10 años de edad: en 1880 era de 24.5
por mil, mientras en 1890 era de 52.1 por mil, en 1895 de 51.5 por mil, en 1910 de
46.1 por mil y en 1930 era de 34.4 por mil. Pero estas cifras se calculan basándose
en la cantidad total de habitantes, que no siempre son exactas, como se mencionó
anteriormente, es probable que la tasa de 24.5 por mil en 1880 no corresponda, por
ejemplo, a la realidad. En cambio, las demás parecen ser congruentes con la época y
con la evolución general decreciente de la mortalidad en el siglo XX.
Indudablemente, la elevada mortalidad infantil se debía sobre todo a los brotes
de viruela, tos ferina, sarampión y fiebres. Además de las deplorables condiciones
higiénicas, sociales, económicas y culturales que vivía la población de Nieves
durante el último tercio del siglo XIX y las primeras cinco décadas del XX.

54 La defunción neonatal significa el cese total e irreversible de las señales de vida en el transcurso de los primeros 28 días después
del nacimiento.

43
Tabla 7. Causas de muerte más frecuentes por mes

Causa de
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sept Oct Nov Dic Total
muerte
Fiebre 339 328 407 456 495 439 492 549 452 416 316 311 5000
Viruela 116 120 95 101 69 68 58 44 37 59 42 87 896
Diarrea 31 20 22 47 70 79 150 147 126 62 32 23 809
Tos ferina 23 22 38 59 65 61 69 46 45 38 39 37 542
Alferecía 48 49 47 44 60 52 49 37 51 41 29 32 539
Pulmonía 47 42 57 66 55 53 41 32 30 24 40 34 521
Sarampión 6 12 13 36 48 93 95 63 24 14 3 5 412
Bronquitis 42 28 33 46 36 31 28 34 23 34 32 29 396
Hidropesía 20 17 15 31 18 24 23 19 17 32 21 15 252
Enteritis 13 8 9 11 20 9 33 41 13 33 15 23 228
Vejez 14 19 14 14 16 19 22 24 10 18 20 26 216
Tos 10 8 20 17 17 34 14 29 22 17 20 7 215
Corazón 24 17 16 11 14 14 13 22 12 13 20 19 195
Mal parto 16 18 15 23 12 9 17 14 19 17 19 14 193
Mortinato 24 13 33 20 21 18 7 7 10 19 10 10 192
Inflamación 15 12 13 15 12 20 26 15 14 18 8 16 184
Dolores 10 16 5 14 17 16 12 13 10 9 19 13 154
Tuberculosis 13 14 11 14 12 17 11 14 10 11 7 10 144
Influenza 7 8 15 12 4 2 6 0 5 28 45 4 136
Agotamien-
14 8 14 12 11 6 10 15 11 15 9 7 132
to mitral
Balazo 5 12 9 9 13 9 9 8 11 13 10 8 116
Gastritis 4 5 4 8 8 15 10 20 15 10 6 0 105
Colitis 5 4 4 6 9 7 13 15 13 5 13 7 101
Crup 14 8 7 15 9 5 1 4 1 10 18 9 101
Fiebre
5 15 10 12 13 4 5 11 3 5 3 4 90
tifoidea
Reumatismo 15 5 8 7 4 4 11 8 6 8 6 7 89
Derrame
4 6 11 9 8 5 7 7 7 7 8 4 83
de bilis
Congestión 3 7 7 9 7 4 11 4 6 14 1 8 81
Dolor
5 12 12 9 9 11 4 7 0 1 3 6 79
costado
Anginas 3 2 4 1 4 4 9 11 8 15 7 6 74

44
Causa de
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sept Oct Nov Dic Total
muerte
Consunción 4 7 10 5 4 10 8 8 4 3 4 6 73
Neumonía 8 4 6 11 2 4 3 0 4 5 7 19 73
Parálisis 10 2 7 5 6 3 5 9 0 1 5 10 63
Bronconeu-
18 1 7 8 7 2 2 0 3 4 1 4 57
monía
Heridas 11 4 8 6 9 1 4 6 2 2 0 3 56
Tifo 3 4 5 8 11 5 1 4 1 3 6 3 54

Del 1 de enero de 1882 al 31 de diciembre de 1892 el tifo mató en el estado de


Zacatecas a 30 912 personas. Con ese motivo se organizó el Consejo de seguridad,
se fundó el lazareto de Herrera,55 se suspendieron las fiestas decembrinas en
Guadalupe y se ordenó la clausura de las escuelas, iglesias y teatros. Además,
se importó maíz de los Estados Unidos de Norteamérica. Las calamidades
continuaron en 1893 con la aparición de nuevos brotes de tifo y viruela, como
se consignó en la memoria de gobierno del general Aréchiga, quien señaló que
habían muerto por tifo 1 249 hombres y 1 191 mujeres (2 440 muertos en total), en
tanto que perecieron por viruela 801 hombres y 847 mujeres. La tabla 7 concentra
la cantidad de muertos por tifo, viruela y otros padecimientos por mes. Poco a
poco, el tema de la salud pública empezó así a ser parte de los planes de gobierno
hasta finales del siglo XIX, aunque desde 1804 se había impulsado la aplicación
de la vacuna contra la viruela.

Tabla 8. Explicación de las enfermedades según sus manifestaciones

Enfermedad Principales signos o manifestaciones Causantes


Padecimiento de la población infantil cuyas Sustos y el aire, así como los
Alferecía manifestaciones eran moretones en las uñas, berrinches
labios y párpados, así como crisis convulsivas
Dilatación anormal de vasos sanguíneos a raíz Arterias
Aneurisma
de degeneración de estructura vascular
Ataque. Pérdida del conocimiento debida Hemorragia cerebral
Apoplejía comúnmente a derrames sanguíneos en el
encéfalo o las meninges
Bola que aparece en cualquier parte del cuer- Golpes
Apostema
po como resultado de un golpe
También llamada tuberculosis Por respirar el hollín y los
Cascado gases de los interiores de las
minas
55 Los lazaretos eran establecimientos sanitarios para aislar a los infectados o sospechosos de enfermedades contagiosas.

45
Enfermedad Principales signos o manifestaciones Causantes
Derivado de consumir. Hace referencia a la Falta de alimentos
Consunción
pérdida de peso o “enflaquecimiento extremo”
Tos que suena como ladrido de foca, resfriado Infección viral, alergias,
Crup inhalar irritantes, reflujo de
ácido
Enfermedad pulmonar crónica. Respiración
Displasia
rápida y con dificultad
Molestia en la región del tórax. También Trabajar demasiado, correr
Dolor de
llamada tuberculosis, típica de trabajo minero mucho o ingerir bebidas
costado
alcohólicas
Gálico Sinónimo de sífilis
Aumento de volumen de cualquier parte del Contacto con el agua, exceso
Hidropesía cuerpo del trabajo, el ventearse, los
golpes
Aumento de nutrición de un órgano en
Hipertrofia
relación con alteraciones anatómicas
Conocida como bronquitis o asma. Dificultad Respirar aire frío
Hoguío
para respirar
Dolores estomacales provocadas por disgustos Situaciones violentas o
Insulto
después de comer reprimendas de sentimientos
Dolor de riñones y ovarios, dificultad al orinar Falta de ejercicio y estar
Tabardillo
mucho tiempo sentado
Inapetencia, desgano, desilusión, mal humor Susto, pérdida de un ser
Tiricia
y palidez querido
Tisis Sinónimo de tuberculosis
Vasca de sangre. Mal de mina. Padecimiento Susto, en los mineros por
Tuberculosis reconocido por la tos crónica y enflaqueci- respirar el hollín y el gas de
miento severo común a todas edades las minas

Fuente. Soledad Mata Pinzón, Diccionario enciclopédico de la medicina tradicional mexicana,


México, INI, 1994.

Un testimonio fehaciente del interés por parte de las autoridades sobre la salud
pública lo dejó el presidente del consejo de salubridad del estado de Zacatecas en
octubre de 1892 cuando informó:

Es verdad generalmente admitida que la causa para generar el tifo manchado, es


la contaminación del aire por emanaciones desprendidas de sustancias animales
en descomposición y que una vez nacida la enfermedad, su propagación es
favorecida por la comunicación de enfermos, la acumulación de éstos, el desaseo,
la ventilación insuficiente y el contacto de objetos materiales que les hayan servido.
Por lo mismo las medidas profilácticas más autorizadas, consisten en impedir que

46
cerca de las agrupaciones humanas, haya productos animales alterados, y en el
caso de tener que luchar con una epidemia nada es más a propósito para limpiar
y hacerla desaparecer que las disposiciones encaminadas a aislar a los individuos
atacados, impidiendo a toda costa la aproximación a ellos de las personas
indemnes. Es así útil procurar el saneamiento y desinfección de la habitación,
muebles y ropa de los enfermos, como también la prohibición de exponer y visitar
los cadáveres, previniendo no se difieran las inhumaciones más allá de lo debido.56

De acuerdo con estos principios, propuso tomar las medidas siguientes:

1. Prohibir que dentro de la ciudad se depositen pieles, sea de ganado


mayor o menor, si no tienen el curtimiento y preparación perfecta que
exige su empleo inmediato en talabartería o zapatería.
2. Ordenar la vigilancia escrupulosa del rastro de la ciudad.
3. Advertir al público que por la influencia epidémica reinante son
peligrosas las grandes reuniones como funciones religiosas, teatros,
toros, etcétera.
4. Todo alojamiento que haya sido ocupado por un tifoideo, será
fumigado con ácido sulfuroso y regado con solución fenicada al 5% se
inspeccionara además detenidamente por un ingeniero para informar
si se encuentra defecto en los caños, letrinas y si el estado de las paredes
sean revocadas de nuevo, para ordenar al propietario que lo haga a la
mayor brevedad sin cuyo requisito no podrá aniquilarla.
5. En ningún fallecimiento de tifo se permitirán pompas, ceremonias
ni cortejos fúnebres, y se practicará la inhumación tan luego como se
haya comprobado debidamente la muerte.

Luego, en 1916, varias partes de la república fueron invadidas una vez más
por el tifo. En Nieves, aunque no se cuenta con los registros parroquiales ni del
Civil de ese año para medir el impacto de la enfermedad, se han encontrado
algunas referencias puntuales sobre la lamentable situación del municipio. Se han
conservado también cartas enviadas por el presidente municipal al gobernador
de Zacatecas, en las que mostraba su preocupación por la epidemia, así como las
listas de vecinos a los que se recurrió para reunir recursos económicos a fin de
brindar asistencia, alimento y remedios a los enfermos y familiares. En esa ocasión
se improvisó el suministro de la quinina y remedios caseros, baños de agua hervida
con hojas de eucalipto, friegas de manteca con carbonato, chiquiadores con sebo
para dolor de cabeza y lavativas con jabón para bajar la temperatura. Se dice que
el que se salvaba después de estar en cama mes y medio quedaba tembleque, débil,
casi seco, y le rapaban la cabeza porque le quedaba la piel y el pelo como tlacuache.
Las funerarias ya no se daban abasto con el requerimiento de ataúdes y quedaban
muchas viudas y huérfanos.
56 Memoria administrativa del gobernador del estado de Zacatecas Jesús Aréchiga, año 1897, pp. 47 anexo 20.

47
Tabla 9. Defunciones por viruela en 1893

Mes Sexo Nieves Sombrerete


H 8 4
Enero
M 3 6
H 13 3
Febrero
M 6 4
H 19 15
Marzo
M 12 21
H 16 15
Abril
M 12 23
H 9 16
Mayo
M 9 31
H 9 25
Junio
M 9 14
H 13 36
Julio
M 7 23
H 12 15
Agosto
M 7 9
H 17 11
Septiembre
M 18 9
H 9 15
Octubre
M 15 7
H 14 6
Noviembre
M 15 6
H 10 10
Diciembre
M 12 7

Por todo lo anterior, se comprende por qué los nevenses tenían una corta vida a
finales del siglo XIX y en las primeras décadas del XX. De 1860 a 1919, el promedio
de edad al momento de morir era de 23.4 años, pero aumentó ligeramente después:
en 1920 la gente moría a una edad promedio de 24.4 años.
En 1900, se registraron en Sombrerete 24 muertos relacionados con caídas y con
lo que los propietarios llamaban “descuidos”, como permitir que una piedra le
cayera a uno en la cabeza. La mayor parte de estos accidentes tuvieron lugar en el
interior de las minas. La minería de mediana y pequeña escala no había cambiado
desde la Colonia. Se desconocía en Nieves y Sombrerete la electrificación, el
proceso de cianuración, así como el ferrocarril que habían estimulado los procesos
industriales desde el porfiriato. Aunque se ha considerado a la minería como

48
actividad masculina, funcionaba en realidad en el siglo XIX como una empresa
familiar y, en cierto modo, hasta hereditaria, ya que hay familias que se dedican a
la extracción de mineral, generación tras generación.57 Todos los miembros de la
familia aprendían a vivir con el terror de las caídas, los derrumbes, los incendios,
los gases venenosos, la muerte prematura o la dilatada por la silicosis. En Nieves,
de acuerdo con los registros de defunciones, también había casos de tuberculosis.58
Al mismo tiempo que las familias de mineros estaban expuestas a la muerte,
siempre latía la esperanza de ganancias fabulosas para salir de pobres o dejar una
fortuna tan grande que los hijos y los nietos no se la podrían acabar. Esta ilusión
y las estrategias de inversión y explotación de la minería, dieron a las familias que
sobrevivían explotando las riquezas del subsuelo unas características tradicionales
que han sido en buena parte ignoradas en los estudios sobre la historia de la
familia mexicana.
Otra de las causantes de gran mortalidad después de la primera década del siglo
XX en la región de Nieves fue la influenza. En Río Grande, Zacatecas, fallecieron
420 personas por esa causa durante la fatal pandemia de 1918. El período de
mayor afectación ocurrió del 15 de octubre al 15 de noviembre de ese año. Aunque
no se especificaron las edades ni condición social, únicamente los nombres, el sexo
y los apellidos de cada uno de los muertos.59 En Nieves también se registraron 69
muertos por esa razón y durante ese mismo tiempo. Sin embargo, la influenza
en Nieves siguió cobrando vidas durante los meses siguientes; en 1919 todavía se
registraron seis decesos.60
Ante tales adversidades, el departamento de salubridad del estado de Zacatecas
volvió a generar una serie de instrucciones con la finalidad de prevenir a la población
contra las enfermedades. Señalaba, en principio, que nadie debería contraer
matrimonio sin antes asegurarse de su salud y la de la persona con quien deseaba
unirse. Para verificar el estado de salud de los pretendientes era indispensable que
se practicaran un examen médico y en caso de que alguno resultare con alguna
enfermedad no sería impedimento total para contraer matrimonio, sino más bien,
le servía para que pudiera iniciar con un tratamiento curativo y cuando el médico
juzgare necesario, le aplicaría los análisis de laboratorio que determinarían su
estado de salud.
De la misma manera, el organismo de gobierno sostenía que la mortalidad infantil
era uno de los problemas más graves de todo el país, de ahí que recomendaba criar
a los niños al menos hasta que cumplieran un año de vida. Las madres debían
alimentarlos cada tres horas y sólo en caso que la madre no pudiera encargarse
57 Aunque en este trabajo se reconoce que el concepto de empresa familiar a diferencia de familia, se vale de una ideología para
conformar una gran red de vínculos privados, no necesariamente de tipo consanguíneo. En nuestro caso, tomamos en cuenta la empresa
familiar para exponer que el oficio se heredaba entre los parientes consanguíneos, todos ellos eran conscientes de las adversidades y,
eventualmente, de los beneficios que podía traerles el laboreo en trabajos de alto riesgo como la minería.
58 Seis mineros murieron por tuberculosis (Juan Fernández, quien dejó viuda a Petra Natera, con 8 hijos; Francisco Galán dejó viuda
a Ma. Nieves Flores con un hijo; Esiquio Hernández, marido de Marciana Guzmán, a quien dejó con 3 hijos; Epitacio Ceniceros, que
dejó a Matea Aguilar con 4 hijos; Cresencio Hernández, casado que fue con Máxima Carrillo a quien dejó con 4 hijos, y Pedro Espino,
quien había procreado 4 hijos con Felipa Aguilar, a quien dejó viuda).
59 Ahí aparecen dos personas con el nombre de Margarito Medina, sin embargo, al parecer no se refieren a los que tienen parentesco
directo con los Medina de Nieves que provenían de Santa Teresa, Río Grande.
60 Adrián, Desiderio y Josefina, todos de apellido Cháirez, los hermanos Donaciano y Valeriano Fraire, así como Alberta Valenzuela.

49
de la alimentación de sus hijos, debería recurrir a una nodriza sana que proveyera
del alimento necesario, cuidando en todo momento de que fuera con las reglas
de higiene adecuadas. Y sólo cuando la crianza mediante el amamantamiento
fuera absolutamente imposible, se alimentara al niño con leche de vaca, hirviendo
previamente las botellas y biberones cada vez que se usaran. Además de esas reglas
sencillas de alimentación para los niños, debían bañárseles con agua tibia una vez
al día. El lugar donde durmieran debía estar bien ventilado y debía evitarse el uso
del chupón porque era inútil y perjudicial.61
Asimismo, el médico Roberto Ruiz Meza, en su informe general sobre la
exploración sanitaria del municipio de Nieves en 1938, sostenía que los habitantes
del lugar eran presa de curanderos y comadronas. Se creía que las personas que
padecían alguna enfermedad habían sido embrujadas. Las conjuntivitis de los
pequeños las atribuían al “mal de ojos”, a la ingesta exagerada de frutas le achacaban
el paludismo, etcétera. A los padecimientos gastrointestinales y de otro origen
los consideraban como “derrame de bilis”. Esta falta de conocimientos médicos
modernos, aunados a la falta de higiene personal y del estado de las viviendas,
no permitía combatir con éxito muchos males ni tampoco detener la propagación
de enfermedades contagiosas. Ni siquiera las escuelas contaban con condiciones
sanitarias mínimas: los edificios carecían de ventilación, luz y temperatura
adecuadas para el buen desarrollo de las tareas escolares; no había lugares para
el recreo, instalaciones sanitarias, ni abasto de agua; los desechos humanos
quedaban expuestos al aire libre. El médico encontró a educandos sumamente
desaseados, en su cuerpo y vestuario, con visibles muestras de desnutrición cuando
no sufrían de algún padecimiento orgánico. Subrayaba el galeno inspector que no
se administraba la vacuna contra la viruela, no sólo porque no se contaba con el
fluido, sino también por la resistencia de los padres y de los niños a recibirla.
Las comadronas eran las que atendían a las parturientas y enfermos. La atención
en el alumbramiento ellas lo realizaban sin ninguna higiene y descuidaban tanto a los
niños como a sus madres por la falta total de antiséptico. Algunos niños nacían con
poca vitalidad, encontrándose algunos casos de avitaminosis debido a la desnutrición.
La limpieza en las casas dejaba mucho que desear; los arroyos se habían convertido
en tiraderos de basura, excrementos, animales muertos y demás inmundicias. Había
un pantano en el lugar conocido como ‘El Caimán’, el cual habían cerrado con unas
compuertas que impedían el curso de las aguas negras, y era el sitio ideal para que
abundaran las crías del mosquito anófeles que originaba el paludismo.62
1942 fue un año fatídico para la población de Nieves. El gobierno de la
república, advirtiendo el peligro de la Segunda Guerra Mundial iniciada
en 1939, pensó en aumentar las fuerzas regulares del ejército mexicano
incorporando a sus filas a la población civil. Para ello implementó desde 1940
61 AHMN, Instrucciones emitidas por el Departamento de Salubridad del Estado de Zacatecas para prevenir enfermedades, año 1927.
62 Roberto Ruiz Meza, Informe general sobre la exploración sanitaria del municipio de Nieves, Zacatecas, México, Crypsa, 1938, pp. 23–33. Por
los comentarios del galeno que realizó el diagnóstico sanitario en Nieves, podemos advertir que muchas de las defunciones registradas
no fueron determinadas por causas correctas, pues el conocimiento de la medicina moderna aún en la tercera década del siglo XX era
todavía escaso.

50
el servicio militar nacional, el cual señalaba expresamente que se les iba a dar
a todos los individuos que contaran con 18 años o más, instrucción militar
obligatoria. Con ese motivo, se emitieron disposiciones a los profesores y
demás servidores públicos para que capacitaran mediante ejercicios físicos y
premilitares, a los jóvenes. Las jefaturas de operaciones militares organizaron
cursos intensivos para formar instructores militares. Se convocó a los
jóvenes nacidos de 1924 en adelante para que se presentaran a las juntas de
reclutamiento municipales y, tras de efectuar el sorteo correspondiente, los que
resultaron designados fueran enviados a los centros de adiestramiento para
desempeñar su servicio militar nacional por un año. Eso ocasionó que muchas
personas agraviadas por el reciente conflicto religioso, se declararan enemigas
del gobierno y se rehusaron a recibir instrucción premilitar. Aprovechando la
ocasión, emprendieron una campaña de resistencia y difamación en contra
del gobierno, porque consideraban ese servicio lesivo para las familias, ya que
suponían que sus hijos reclutados integrarían pelotones de soldados que serían
enviados a los campos de batalla en otros países para que sirvieran como carne
de cañón a favor de los aliados.63 El movimiento de resistencia civil en Nieves
inició el 27 de diciembre de 1942 con el asesinato del profesor Adolfo Adame
y su padre, a manos de los inconformes. Enseguida, estos fueron en busca
de los policías municipales, matando también a varios de ellos; pero cuando
esa rebelión llegó a oídos del gobierno del Estado, mandó un contingente de
militares que en juicio sumario acabó con la vida de muchos nevenses.64 Este
acontecimiento impactó directamente en la desintegración de varias familias
de Nieves, pues los muertos dejaron viudas y huérfanos desamparados que
enfrentaron grandes dificultades para poder sobrevivir. Su pérdida vino
a afectar los ciclos reproductivos y, al faltar esos brazos para el trabajo, las
actividades productivas vieron mermar sus utilidades domésticas y la economía
general de la población.
En la tabla 10 se presenta una cronología de los factores que afectaron el
desarrollo de la población de la región de Nieves a partir de la segunda mitad
del siglo XIX.

63 Con ese motivo, el gobierno federal instauró el servicio militar obligatorio y comisionó a los servidores públicos de todos los
municipios para que realizaran la capacitación física a los jóvenes que, eventualmente, podrían ser incorporados a las filas de la
defensa nacional. En Nieves, los profesores fueron los encargados de ese entrenamiento premilitar, pero debido al trato que daban a los
muchachos, mucha gente se inconformó y preparó una rebelión en su contra. Versiones de la entrevista al nevense Antonio Hernández
Mireles, el 6 de agosto de 2016. El informante, quien en el momento de los hechos contaba con 24 años de edad, recuerda que el
movimiento de 1942 fue un episodio triste para Nieves y la región.
64 Entre los fusilados por los militares se pudieron identificar a Cosme Pinales, Francisco Zapata, Simón Vega, Bernardo Vega, Pedro
Ramírez, Gabriel Fernández y muchos otros. Lázaro Briones, testigo presencial de los hechos, comentó que los nevenses asesinados
sumaban más de 40 personas, sin embargo, algunos periódicos manejaron cifras más cortas. Véanse Periódico Actual, Zacatecas, 2 de
enero de 1943. Orientación, del 1 de enero de 1943, que reportó once muertos. La Prensa, México, D. F., 12 de marzo de 1943, p. 3.

51
Tabla 10. Fenómenos que afectaron el desarrollo
de la sociedad de Nieves y Sombrerete

Período Factor Efectos Referencias


Enero, viruela Viruela en Nieves pero no AHR Civil Fresnillo f. 10
en Fresnillo. se precisa la cantidad por no
AHR Civil Sombrerete
1861 En Sombrerete existir los registros, sólo se
viruela. Viruela en menciona en documentos de AHMN, docs. cabildo
Pinos cabildo. AHR Civil Pinos f. 61
Diciembre En Saín Alto, la autoridad AHMS, copiador de
apareció viruela pidió pus vacuno. En abril comunicaciones f. 50
1862 comenzó la epidemia de AHPN, libro entierros,
sarampión que afectó a Nieves f. 13

Fiebre, tifus Muchos se enfermaron y las AHMS, comunicaciones


1864 camas fueron insuficientes, 1864, s/t soldados
muchos murieron en el suelo. enfermos
Viruela Sombrerete 468 muertos AHPSO, libros entierros
1865-1866
(1.3%).
Dolor de costado En Nieves fallecieron de AHR Civil Chalchihuites
1867 en Chalchihuites. fiebre 61.4% de los muertos
Fiebre en Nieves de ese año
Mayo, epizootia Mortandad de ganado caballar Periódico siglo XIX, 26
1868
mayo
1873 Fiebre y viruela Afectó la población de Nieves AHMN, defunciones
Fiebre y viruela Nieves y Sombrerete AHMS y AHMN,
1878-1899
defunciones
1889 Viruela, sequía De septiembre a diciembre AHPSO, libros entierros
1890 Fiebre, viruela Sombrerete AHPSO, libros entierros
1891-1892 Noviembre viruela Afectó a la población de Pinos AHR civil de Pinos f. 403
A partir de agosto En Nieves atacó fuertemente AHMRGZ, reg.
tifo en Río Grande. la tos ferina Fallecimientos,
1894-1897
Tos ferina agosto-diciembre.
AHMN, defunciones
Viruela en Septiembre a diciembre causó AHMS, fallecimientos
Sombrerete. En sus mayores estragos registro civil. AHR civil
1899
julio inició el tifo Pinos f. 50
en Pinos
1900 Viruela Afectó a Nieves AHMN, defunciones

52
Período Factor Efectos Referencias
Viruela y Se clausuraron temporalmente AHMS, documentos del
escarlatina en las escuelas año 1906
1906
Sombrerete y
Nieves
1911 Sarampión Causó 30 muertes de infantes AHMN, defunciones
1912 Escarlatina Afectó a Nieves y la región POE, t XLIX, 23, p. 356
Tifo Causó multitud de muertos en AHMRGZ
1916
Río Grande, Zac.
Influenza, viruela. La influenza mató a 420 en AHMRGZ, ff. 200, 222,
1918
Hambre Río Grande y 69 en Nieves 238
Sarampión Causó multitud de muertos en AHMRGZ
1919
Río Grande, Zac.
Influenza Atacó las poblaciones de AHEZ, Notarías, año
1922
Nieves y Río Grande 1922
Tifo Causó multitud de muertos en AHMRGZ, f. 581
1920
Río Grande, Zac.
Influenza Causó gran mortandad en AHMS, registro de
1929
Sombrerete correspondencia oficial
1932 Sarampión Afectó la población de Nieves AHMN, defunciones
Bronquitis Causó la muerte de 30 AHMN, defunciones
1934
personas de Nieves

De acuerdo con estos datos, el aumento de la población de Nieves no se debió


fundamentalmente a la natalidad sino a la disminución de la mortalidad, muy
probablemente por una mayor resistencia de los habitantes que no necesariamente
está relacionada con la atención médica sino con otros factores de tipo biológico,
social, económico y cultural que escapan a esta investigación.

53
caPítulo II
la nuPcIalIdad

E
n este capítulo se presta atención a la legislación que reguló la celebración del
matrimonio civil y canónico y las tensiones entre Iglesia y Estado para su debido
registro. Luego se analizan las variables de la nupcialidad: distribución de las
celebraciones a través del tiempo, origen geográfico, edad, oficio y estado civil de los
contrayentes, matrimonios cruzados. Además de las fuentes utilizadas en el capítulo
anterior, se recurre ahora a la legislación establecida en Zacatecas desde el último
tercio del siglo XIX hasta 1950 y a los documentos de notarías, específicamente a
algunos testamentos localizados en el Archivo Histórico del Estado de Zacatecas.
Sobra decir que en ese acervo faltan muchos protocolos notariales sobre la región
estudiada, pero no se han ubicado más en otros archivos públicos.
A menudo los factores económicos, sociales, políticos, religiosos, de salud y
culturales influían en los momentos de las celebraciones nupciales. Durante
el período que comprende este estudio, la decisión de contraer nupcias podía
adelantarse o posponerse según las circunstancias que vivían los pretendientes
y sus familias, ante la incertidumbre del número de futuros descendientes o el
imprevisible advenimiento de la muerte. Desde un punto de vista demográfico,
la nupcialidad cobra interés porque interviene directamente en la evolución de
la población. Conocer los momentos (años y meses) en que se registraba la mayor
cantidad de nupcias permite advertir la posibilidad de un aumento natural de
la población pero también sugiere que las condiciones sociales y económicas
favorecían su realización.
En una sociedad donde el contraer matrimonio significaba el abandono del
hogar paterno para ir a formar un nuevo nicho social, era necesario que la
futura pareja tuviera asegurado de antemano algún modo de subsistencia. La
disponibilidad de recursos materiales o económicos en muchas ocasiones estaba
por encima de los afectos para la elección de las parejas. Desde un punto de
vista social, el estudio de la nupcialidad remite inevitablemente a la estructura
de la familia y del sistema de parentesco, así como al sistema hereditario. El
matrimonio es un momento constitutivo en el que no sólo se une la pareja que
está por formar una nueva familia, sino que también se vinculan las respectivas
familias de los cónyuges.

La Ley y La práctica sociaL de Los matrimonios

Durante el período colonial se habían suscitado ya pugnas entre la Iglesia y el Estado,


pero éstas se agudizaron a partir de los primeros años de la vida independiente
mexicana. El Estado moderno buscaba la supresión de prerrogativas y fueros del

55
clero. Pero el proceso de secularización fue largo y lo obstaculizaron tanto una
parte del pueblo como las autoridades eclesiásticas. Al final, el orden civil se fue
imponiendo poco a poco.
Con la promulgación de la Constitución Política de 1857, el gobierno civil
empezó a controlar las actividades de las corporaciones religiosas. El 6 de
mayo de ese año dictó una ley sobre los aranceles parroquiales, en cuyo artículo
5º dejaba exentos del pago de los mismos a quienes no tuvieran los medios
económicos para cubrirlos.65 No obstante lo anterior, en algunos lugares como
Sombrerete, los curas siguieron cobrando, sin distinción alguna, a todos los
fieles que acudían a solicitar algún servicio a la Iglesia; cobraban 13 reales en las
ceremonias nupciales por el concepto de las arras, más dos pesos por el consumo
de la cera en las misas correspondientes.
Los curas argumentaban que todo trabajo merecía un salario, y continuaron
aplicando los aranceles establecidos por las autoridades diocesanas. En tales
circunstancias, los jefes políticos de los partidos acudieron al gobierno del Estado
para consultarle sobre el particular. Se reprobó la conducta de los eclesiásticos y
se giraron exhortos a los ministros religiosos para que se abstuvieran de seguir
cobrando a los fieles que no contaran con recursos económicos para solventar
los servicios solicitados. Un cura de Guadalajara salió a la defensa de los clérigos,
haciendo algunas declaraciones para reclamar sus pretendidos derechos, que
fueron publicadas en el periódico del estado de Zacatecas, la mañana del 24 de
junio de 1857, en su edición número 25. Las autoridades políticas, por su parte,
continuaron interviniendo ante los párrocos para que poco a poco aceptaran la
suspensión del cobro de los sacramentos, tal como ocurrió en noviembre de 1857,
cuando el jefe político de Sombrerete pidió al cura del lugar que exonerara a Luis
Reyes y a su prometida Timotea Monreal del cobro parroquial para la ceremonia
nupcial. El pretendiente era vecino de Río Grande y laboraba como gañán en la
hacienda de Pastelera, donde sólo recibía dos reales diarios por su trabajo de sol
a sol, lo cual ciertamente no le alcanzaba para pagar los aranceles parroquiales.
Los interesados querían acogerse a lo preceptuado en el artículo 2 de la ley sobre
obvenciones, decretada el 6 de mayo de 1857, que concedía la exención del pago
de los derechos parroquiales cuando los solicitantes no contaran con recursos
suficientes para sufragar los servicios eclesiásticos.
Desde 1857, el gobierno federal ya había establecido el Registro Civil con la
finalidad de reservarse la facultad de asentar los nacimientos, casamientos,
defunciones, adopciones, entrega al sacerdocio y profesión religiosa.66 Los
artículos 41 y 78 de la ley del Registro Civil imponían a los párrocos la obligación
de comunicar diariamente a las autoridades civiles la cantidad de bautismos y
65 AHMS, documentos, año 1857.
66 El Registro Civil en México fue establecido siendo presidente de la república Ignacio Comonfort, el 27 de enero de 1857, sin
embargo, los conservadores lo derogaron. El gobierno de Benito Juárez lo restableció el 28 de julio de 1859. Finalmente, la Ley del
Registro Civil se completó con la del matrimonio civil del 23 de julio de 1859. Manuel Dublán y José María Lozano, Legislación mexicana
o colección completa de las disposiciones legislativas expedidas desde la independencia de la República, tomo VIII, México, Imprenta del Comercio,
1876–1919, pp. 364–374 y 691–702; Álvaro Matute, México en el siglo XIX. Antología de fuentes e interpretaciones históricas, México, UNAM,
1984, p. 153.

56
matrimonios que dispensaban, bajo pena de multa para quien lo desobedeciera.
El artículo 65, relativo al matrimonio, decía claramente: “celebrado el sacramento
ante el párroco y previas las solemnidades canónicas, los consortes se presentaran
ante el oficial del estado civil a registrar el contrato del matrimonio”. Además, el
artículo 79 prescribía que las mujeres no podían entrar en el noviciado antes de
cumplir 25 años.67
Con esa legislación, las autoridades civiles buscaban arrancarle al clero el
tradicional registro de los actos vitales. Así se cumplía el más claro pensamiento
liberal de la época, por lo que al llegar a la presidencia de la república, Benito
Juárez ratificó la ley que regulaba el matrimonio, bajo los siguientes términos: “El
matrimonio es un contrato civil que se contrae lícitamente y válidamente ante la
autoridad civil. Para su validez basta que los contrayentes previas las formalidades
que establece la ley, se presenten ante aquélla y expresen libremente la voluntad
que tienen de unirse en matrimonio”68. El artículo 3° señalaba que el matrimonio
civil no podía celebrarse más que con un solo hombre con una sola mujer. La
bigamia y la poligamia continúan siendo prohibidas y sujetas a las mismas penas
que las señaladas en las leyes vigentes. Y el artículo 4° indicaba que el matrimonio
civil era indisoluble, por consiguiente sólo se disolvía con la muerte de uno los
cónyuges; sin embargo, los casados podían separarse temporalmente por algunas
de las causas expresadas en el artículo 20 de la ley. Pero esa separación no les
dejaba libres para casarse con otra persona.
Con lo anterior se puede observar cierta adecuación de Juárez al pensamiento
filosófico de la familia, expresado por Hegel. Este autor opinaba que la familia se
conformaba y sustentaba de la siguiente manera: a) en la forma de un concepto
inmediato, como matrimonio, b) en la existencia externa, en la propiedad, en los
bienes de la familia y en el cuidado respectivo c) en la educación de los hijos y en
la conformación de la familia.
En 1865, el clero no tuvo más alternativa que hacer circular una excitativa para
pedir a sus feligreses que inscribieran a los bautizados en el Registro Civil.69 Faltaba
precisar si lo tenían que hacer después o antes de acudir a la Iglesia. Todavía en
1868, algunos clérigos, como el capellán de la hacienda del Refugio, se empeñaban
en exigir a los vecinos de esa finca que primero recibieran sus sacramentos en
la Iglesia y después fueran a los juzgados civiles, con lo cual demostraban su
desobediencia a las disposiciones gubernativas relativas a ese caso.70
67 Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Principios de la filosofía del derecho. Trad. Juan Luis Vermal. Col. Los libros de Sísifo, Barcelona,
EDHASA, 1999, pp. 277–280.
68 Benito Juárez, Documentos, Discursos y Correspondencia. Selección y notas de Jorge L. Tamayo. Edición digital coordinada
por Héctor Cuauhtémoc Hernández Silva. Versión electrónica para su consulta: Aurelio López López. México, CD editado por la
Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, edición electrónica, 2006.
69 AHAD, varios, legajo núm. 300, año 1865.
70 El agente de la hacienda del Refugio, en 1868 comunicaba al jefe político que había sido enterado de que en ese juzgado, el
eclesiástico quería que en el registro de los hechos vitales se hiciera primero en las oficinas eclesiásticas, siendo que la ley establecía la
preferencia a la autoridad civil, y para que esa agencia obrara con la dignidad de su empleo y para que no permitiera abusos semejantes,
le acompañaba una copia certificada de la circular del gobierno en la que ponía límites a los abusos o caprichos de aquellos, en el
concepto de que el cumplimiento de dicha circular debía tener su verificativo y en caso que no se hiciere así, le daría aviso a la autoridad
civil para ponerlo en conocimiento de quien correspondía. AHMS, borrador de comunicaciones, núm. 34, f.19v, año 1868. Al clima
de discordia que surgió con esas medidas, se sumó el problema de la falta de recursos de orden público para el impulso de las obras y
servicios que la sociedad demandaba.

57
En razón de la oposición de la Iglesia, la práctica del Registro Civil tuvo serias
dificultades para instaurarse en todo el territorio mexicano.71 La injerencia y falta
de colaboración de algunos clérigos impidió su rápida aplicación, pero también
incidió la resistencia de los fieles a romper con la tradición de comunicar y dar
gracias al todopoderoso de los acontecimientos más importantes en su vida de
cristianos. Tal vez por ello, en algunas ocasiones, las personas acudían al Registro
Civil a asentar los nacimientos después de un mes de haberse practicado el parto,
cuando la ley señalaba que el tiempo reglamentario debía ser a lo máximo 15 días
después del nacimiento. Otros demoraban en registrar los eventos vitales de sus
hijos alegando que las oficinas correspondientes les quedaban muy lejos de su
lugar de residencia, como era el caso de quienes vivían en San Andrés del Teul y
las rancherías aledañas. El registro se hacía en la hacienda del Refugio, distante
siete leguas de aquel lugar.72 Por su parte, el artículo 45 de la ley civil imponía a los
dolientes de los finados o a la persona que hubiese asistido a un fallecimiento, la
obligación de registrarla so pena de una multa económica.73
Sin embargo, eventos externos, como la guerra civil que desencadenó la
Intervención francesa también impidieron la labor del Registro Civil, como ya
se consignó. En el caso de Sombrerete, el 24 de junio de 1864, desapareció una
parte de la documentación. El principal protagonista de esos hechos había sido
el padre Pérez, quien se desempeñaba como teniente de cura en Sombrerete.
Aprovechando la confusión, trasladó parte de los papeles del Registro Civil a la
oficina de la iglesia parroquial.74
Otras irregularidades en el asiento de los hechos vitales en las oficinas del
Registro Civil tuvieron lugar cuando se dejaba de consignar los registros, como
ocurrió en Sombrerete cuando no se anotó ningún fallecimiento durante el bienio
de 1868-1869, con todo y que desde el 1 de diciembre de 1867 se había reinstalado
el orden constitucional, y dispuesto la vigencia de esas facultades del gobierno civil
en esa materia.75 Esto deja ver la indiferencia con que obraban ciertas comisarías
dependientes de la jefatura, en las que las instrucciones del Registro Civil
simplemente quedaban como letra muerta, no obstante la comunicación oficial
del 3 de diciembre de 1867 en la que les recomendó hicieran saber a todos los
habitantes de todas las demarcaciones la obligación que tenían de apegarse a la ley
para registrar nacimientos, matrimonios y fallecimientos.
En caso de incumplimientos, los infractores se harían acreedores a las penas
señaladas en los artículos 12 y 13 de la ley del 25 de diciembre de 1860, que
incluían, asimismo, a los comisarios por omisión. Más adelante, el gobernador
71 Celina Becerra y Alejandro Solís Matías coinciden con nuestra apreciación respecto al funcionamiento del Registro Civil al decir
que tuvo un proceso largo para hacerse realidad, ello “dependía, en gran medida, de la existencia de cierto nivel cultural entre los
habitantes y de las posibilidades de acceso de la población”, dado que la inmensa mayoría se hallaba en el medio rural y dispersa.
Celina Becerra y Alejandro Solís Matías, La multiplicación de los tapatíos, México, El Colegio de Jalisco/ Ayuntamiento de Guadalajara,
1994, p. 74.
72 Ese año de 1864 las autoridades políticas del estado de Zacatecas determinaron que San Andrés y el Refugio pertenecían al distrito
de Sombrerete y no a Colotlán.
73 AHMS, documentos, núm. 11, f. 5, año 1866.
74 AHMS, borrador de comunicaciones, años 1867–1870. Robo de documentos civiles.
75 AHMS, borrador de comunicaciones, años 1867, 1868 y 1869.

58
Trinidad García de la Cadena, el 27 de octubre de 1869, decretó que en todas las
municipalidades y congregaciones del Estado hubiera jueces del Registro Civil
para que no hubiera justificación para no consignar oportunamente los hechos
vitales de todas las personas.76 Asimismo, restableció el arancel del Registro Civil
decretado el 25 de diciembre de 1860 y señaló que los productos de dicho impuesto
serían canalizados a las tesorerías municipales. Las asambleas o juntas municipales
podían asignar los sueldos de los presidentes a partir de lo que se recaudara en
las oficinas del Registro Civil y en otros departamentos del ayuntamiento, pero en
ningún caso el salario de los munícipes debía exceder del 75% de lo reunido en el
Registro Civil, ya que el 25% restante debía ser destinado para el mantenimiento
y la construcción de panteones en todos los lugares del municipio que fueran
instalados. A los ministros de todos los cultos, en su calidad de ciudadanos, se
les prohibía autorizar y registrar ningún nacimiento o matrimonio sin que los
interesados les presentaran previamente el certificado de inscripción en el Registro
Civil; imponiéndoles a los contraventores una multa de 500 pesos aplicable a los
fondos municipales.77 El arancel que se dispuso por los servicios del Registro Civil
en el estado de Zacatecas fue del siguiente modo:

Tabla 11. Aranceles por servicios relacionados con el registro civil, año 1860

Concepto Costo
Por una acta de nacimiento, adopción, reconocimiento o arrogación 1.00
Por el acta de presentación y cada una de las demás que procedieran a la celebración 1.00
de matrimonio
Por las publicaciones 0.75
Por una acta de matrimonio y su celebración 2.00
Por una acta sobre denuncia de impedimentos, de que habla el artículo 29 de la ley 2.00
de registro civil, siendo de interés particular
Si la denuncia se sigue de oficio por interesarse la moral, no se cobrarán derechos 1.00
Por la dispensa de publicaciones a causa de peligro de muerte
Por la dispensa con diferentes motivos 10.00
Por las certificaciones sobre cualesquiera de los actos del registro civil, exceptuándose 0.50
lo relativo al fallecimiento de las personas, además del papel
Por las comunicaciones oficiales de interés particular, con la excepción que se 0.50
establece en la fracción anterior
Por la concesión de un espacio para urnas, osarios o cenotafios particulares 15.00
Por un sepulcro en gaveta durante cinco años, según lo dispuesto en la orden del 12 25.00
de abril de 1862
Por veinte años, según lo dispuesto en orden del 8 de abril de 1869 30.00

76 AHMS, decretos del gobierno del estado de Zacatecas, año 1869.


77 AHMS, ibidem fuente.

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Concepto Costo
La mitad de estos derechos, si fuere párvulo 15.00
Por un sepulcro en el suelo durante cinco años 10.00
Por veinte años, según orden antes citada 30.00
Por la mitad de estos derechos de párvulo 15.00
Permiso para exhumar cadáveres e inhumarlos en otro sitio, antes de cinco años 50.00

Fuente. AHMS, documentos sin clasificar, año 1860.

De la misma manera, la Iglesia, a través del vicario apostólico de la diócesis


de Durango, licenciado José Ignacio Gallegos, en 1866 hizo circular entre los
párrocos de su jurisdicción a la que pertenecía Nieves, el decreto que estipulaba
los aranceles por los servicios prestados a los feligreses:

Por la celebración de un bautismo corriente, 12 reales; bautismo con solemnidad


o pompa, 34 reales; matrimonio corriente, 11 pesos 2 reales, información
matrimonial, 4 pesos 4 reales, al notario por la escritura de diligencias
matrimoniales, 7 reales, por publicación de amonestaciones 6 reales, al sacristán
en casos de matrimonio 2 reales, derechos de fábrica 3 reales, matrimonios con
solemnidad 21 pesos 4 reales, velaciones corrientes 4 pesos 4 reales, velación con
solemnidad por hacerse de madrugada o en otra iglesia fuera de la parroquia 12
pesos 4 reales. Por la celebración de funerales para entierros corrientes de adultos
11 pesos 4 reales, entierro de adultos con solemnidad de cruz alta 21 pesos 4
reales, entierro de párvulo corriente 8 pesos 4 reales, entierro de párvulo con
solemnidad o pompa con cruz alta 12 pesos 4 reales, misa y vigilia o nocturno
cantado 21 pesos 2 reales, misas cantadas sin diácono 8 pesos 2 reales, misa cantada
solemne con diácono 12 pesos, vísperas solemnes 12 pesos, maitines solemnes 20
reales, derechos total por procesión 12 pesos, por un repique solemne 1 peso,
por un repique corriente 4 reales, por un doble solemne 1 peso, por un doble
corriente 4 reales.78

Este arancel no correspondía a los pobres, cuyo jornal no llegaba a cuatro reales
diarios. A ellos sólo se les cobraría el valor del papel de las certificaciones necesario
para comprobar ante los agentes de la policía haber cumplido con la ley. Las
personas pobres, para disfrutar de esa gracia, debían justificar su insolvencia ante
el juez del estado civil con una boleta de la primera autoridad política local. Esas
boletas les servían a los jueces para comprobar en sus cuentas la falta de pago. Por
las actas de fallecimiento no había derechos, pero los interesados debían pagar el
valor del papel de las certificaciones. Antes de que se pusiera en práctica el arancel
se tenían que tomar en cuenta los aspectos siguientes:

1. A las personas pobres que no puedan pagar ni el valor del papel, se


les expedirán las certificaciones si las pidiera en papel común con el
sello de la oficina.
78 AHAD, legajo 300, año 1866.

60
2. Las boletas de que habla el artículo 10 del decreto del 4 sólo se
expedirán por el jefe político en las cabeceras del Partido, y en los
demás municipios y congregaciones donde sólo hay presidentes
municipales a ellos les toca hacer la calificación, supuesto que están
reunidos en una sola persona los cargos de juez del estado civil y la
autoridad política local.
3. Los sellos antiguos sólo se usarán hasta el último día del año, y el día
1 de enero del entrante, se utilizarán por las jefaturas políticas todos los
sellos sobrantes, debiendo hacerse uso de los que al efecto se remiten
a la dirección general de hacienda a fin de que ésta mande a cada
tesorería municipal los que necesite el lugar donde deben consumirse.
De la tesorería respectiva, se ministrarán los sellos que pida el juez del
estado civil previo el recibo correspondiente, y tanto los jueces como los
tesoreros, llevarán una cuenta exacta de los que reciban y entreguen.
4. Los requisitos que exigía el artículo 3 de la ley del 28 de julio de 1859,
sobre la edad y estado de los jueces del registro civil, quedan sin efecto
en virtud de lo dispuesto en el artículo 7 del decreto del 4 del corriente.
5. Quedan facultados los jueces del registro civil para ejercer los actos
concernientes a su ministerio, sin la asistencia del juez de paz.
6. La discrepancia que se advierte entre el arancel y el modelo de corte
de caja inserto al fin de la colección de las leyes del registro civil sobre
los actos de nacimiento, se subsanará sujetándose a lo dispuesto en el
arancel referido puesto en vigor.
7. Las asignaciones señaladas en el arancel deberán cobrarse por todos
los actos que se registren, con las excepciones que el mismo arancel
establece, y sin perjuicio de que se pague la cantidad fijada a las
certificaciones, esto es, a las copias de las actas respectivas, quedando sin
embargo al arbitrio de los interesados pedir o no dichas certificaciones.79

En febrero de 1866, el mismo vicario apostólico de la diócesis de Durango giró


una circular a todos los párrocos del obispado en la que les comunicaba que,
atendiendo a las disposiciones de las autoridades políticas, exhortaran a los padres
o padrinos de los niños por bautizarse que antes de la ceremonia acudieran al
Registro Civil. De la misma manera, hicieran saber a sus feligreses que de no
hacerlo se harían acreedores a penas graves conforme a la ley.80
No fue sino hasta 1870 cuando se impulsó un código en el estado de Zacatecas
que reguló los actos del Registro Civil, indicando que para tales registros se
llevarían, por duplicado cuatro libros: en el primero debían anotarse las actas
de nacimiento y reconocimiento de hijos; el segundo para las actas de tutela y
emancipación; el tercero para los de matrimonio; y el cuarto para inscribir las
actas de fallecimiento. Los juristas zacatecanos Eduardo G. Pankhurst y Manuel
79 AHMS, documentos, año 1860.
80 AHAD, legajo 300, año 1866.

61
Ríos e Ibarrola, propusieron una innovación que consistían en admitir el divorcio
voluntario, o sea, la separación de los cónyuges en cuanto a lecho y habitación.
Eso les mereció una serie de críticas tanto de parte del gobernador y del Supremo
Tribunal de Justicia de la entidad.
Ante tales reacciones, quedó suspendida la aplicación de esa normativa y se
sugirió que las relaciones familiares en Zacatecas se regularan conforme al código
civil del Distrito Federal y Territorio de Baja California, que estaba en proceso de
aprobación en el Congreso de la Unión. Sin embargo, cuál no sería la sorpresa
del gobernador y del Tribunal de Justicia de Zacatecas que cuando se aprobó esa
disposición, incluyó justamente lo que los zacatecanos habían propuesto: se legalizó
el divorcio. Al calor de esas circunstancias, los juristas redactaron un largo escrito
donde demostraron al gobernador y al congreso del estado que tenían razón al
proponer la figura del divorcio voluntario en la reglamentación del matrimonio.81

Si bien, en 1870, se definía el matrimonio como la sociedad legítima de un solo


hombre y una sola mujer, que se unen con vínculo indisoluble para perpetuar
su especie y ayudarse a llevar el peso de la vida; para 1917 se generan algunos
cambios, quedando de la siguiente manera: el matrimonio es un contrato civil
entre un solo hombre y una sola mujer, que se unen en vínculo disoluble para
perpetuar su especie…82

Esta modificación aminoró la autoridad casi absoluta del consorte varón sobre
el patrimonio familiar, a la vez que colocó a la mujer en un plano de igualdad.
También se exigió de los futuros esposos una mayor edad para contraer nupcias.
Se determinó entonces que el hombre no podría casarse hasta haber cumplido
los dieciséis años y la mujer los catorce, además debían presentar un certificado
médico de salud. Los cónyuges tenían que ser lo suficientemente aptos para
cumplir con las funciones fisiológicas y morales del matrimonio. Esas mismas
reformas eliminaron las “actas de presentación”, que se habían impuesto desde el
establecimiento de la ley sobre el matrimonio en 1859. Las actas de presentación se
hacían ante el juez del estado civil, quien tomaba nota de los nombres y apellidos
de los pretendientes, edad, ocupación, domicilio de ellos y sus padres, así como
la declaración y nombres de dos testigos que presentaba cada parte para hacer
constar su aptitud para el matrimonio conforme a las leyes vigentes del país. En
tales actas se hacía constar, además, la licencia de los padres o tutores83 si alguno
de los contrayentes fuese menor de edad (21 años para los varones y 20 para
las mujeres). Sólo en caso de los mayores de edad ese requisito se podía omitir.
Elaborada el acta, se leía a los interesados y se les pedía que la firmaran en señal de
aprobación. Sin embargo, hemos podido observar que muchos de los contrayentes
no firmaban esos documentos debido a que declaraban que no sabían hacerlo, ya
81 Eduardo G. Pankhurst y Manuel Ríos e Ibarrola, Apuntes sobre las reformas que a juicio de los CC. Magistrados Licenciados Severiano Ulloa,
Ramón F. Kimball, Benigno de J. Quibrera, Miguel Ruelas, Cayetano Artega y Antonio Gaytán, deben hacerse al proyecto de Código Civil, Zacatecas,
Imprenta de Mariano Mariscal, 1871.
82 El registro civil en México. Antecedentes históricos, legislativos. Aspectos jurídicos y doctrinarios, México, Secretaría de Gobernación/Dirección
de coordinación con el registro civil, 1981, pp. 54–56.
83 Por padres, para el efecto de extender licencia, se podía considerar también los abuelos paternos, curadores o hermanos mayores.

62
que eran analfabetas. Del total de las actas matrimoniales que logramos recuperar,
80% de ellas no fueron firmadas por los novios y cuando eso ocurría, se anotaba
en el acta la leyenda “no sabe firmar”.
La misma legislación establecía una serie de causales para impedir la celebración
del contrato civil del matrimonio. Éstas consistían en lo siguiente:

1. El parentesco de consanguinidad legítimo sin limitación de grado


en línea recta ascendente o descendente. En la línea colateral igual,
el impedimento se extendía a los hermanos y medios hermanos. En la
línea colateral desigual, comprendía a los tíos y sobrinas; es decir, al
tercer grado.
2. El atentar contra la vida de alguno de los casados para casarse con
el que quedare libre.
3. La violencia o la fuerza grave o notoria que causare la cancelación de
la libertad del consentimiento.
4. Los esponsales legítimos, siempre que constaren por escritura pública
y no se disolvieran por mutuo disenso de los mismos que los contrajeron.
5. La locura constante e incurable.
6. El matrimonio celebrado con anterioridad con persona distinta a
aquella con quien se pretendiere casar.84

Además de advertir sobre esos impedimentos en los enlaces matrimoniales,


también señalaba un plazo máximo de 15 días después del parto para que los
padres o tutores acudieran a registrar los nacimientos de los niños; pero algunas
personas lo hacían mucho después de ese tiempo. Lo mismo ocurría con los
fallecimientos, pero no siempre se respetaba: en la jurisdicción de Sombrerete,
por ejemplo, después de transcurridos dos meses del fallecimiento de Francisco
Cordero, en 1866, en la hacienda de Santa Catarina, nadie había acudido a asentar
el acta correspondiente. Se especificaba, además, que en los registros se incluyeran
los datos de la edad al fallecer de las personas, su género, estado civil y causa de
muerte. El obispo de Durango transmitió la orden a los párrocos de su jurisdicción
eclesiástica, de la que formaba parte Nieves.85
En ese mismo tenor, en febrero de 1897, el gobernador del estado de Zacatecas,
Jesús Aréchiga, solicitaba información completa de las series vitales para tener un
panorama completo de la sociedad de la entidad. Sabía que muchos jueces del
Registro Civil omitían con frecuencia reportar mensualmente los movimientos de
población ocurridos en las oficinas de su cargo. En otros lugares se reportaban datos
incompletos o ilegibles que muchas veces impedían la sistematización completa de
los cambios demográficos de cada uno de los estados del país. Para evitar que eso
siguiera ocurriendo, en Zacatecas, se circularon entre todas las jefaturas políticas
las instrucciones siguientes:
84 Colección de leyes del Registro Civil, Zacatecas, Hospicio de Niños de Guadalupe, 1867, pp. 4–5.
85 AHAD, legajo 300, año 1866.

63
1. Las noticias se harán por separado para cada una de las tres series
vitales: nacimientos, matrimonios y defunciones, cuidando que la
escritura sea bastante clara.
2. Las noticias referentes a los primeros contendrá el nombre del
nacido, los de sus padres, las respectivas edades, la indicación exacta
de los lugares de nacimiento y de la residencia en el momento de su
registro así como la fecha de registro de cada acto.
3. Las noticias de matrimonios especificarán los nombres de los contrayentes,
la edad, lugar de nacimiento y la fecha en que se realiza el acto.
4. En las defunciones se harán notar los nombres de los difuntos, su
edad, lugar de nacimiento, estado civil y fecha en la que se levanta el
acta de defunción.86

Para apoyar la labor del gobierno civil en su intención de censar a la población, en


1900 la mitra de Durango mandó que los párrocos de su diócesis advirtieran a sus
feligreses que debían brindar la información solicitada, dado que no había en ello
nada perjudicial porque no tenía la finalidad de imponer gravámenes o sacrificio
alguno, sino que su objetivo era el de prever las necesidades de la nación.87

distriBución de Los matrimonios en eL tiempo

De la consulta combinada de los libros parroquiales y del Civil de Nieves se


construyó una base de datos que incluye 6 394 matrimonios durante el período
de este estudio (1861-1950). La tabla 6 concentra esos registros por año. En los
primeros 50 años (1861-1910), se anotaron 3 695 matrimonios, con un promedio
de 73 bodas anuales. En el segundo período, de un poco menos de 40 años
(1911-1950), que corresponde al período posrevolucionario, se apuntaron 2 699
nupcias. El promedio de celebraciones anuales en ese segundo momento es de
69.2, semejante al del período anterior. A partir de la base de datos que reúne
también las partidas de la Iglesia de los matrimonios que no se anotaron en el
Registro Civil, se ha calculado la tasa de nupcialidad. En el primer momento, que
va de 1861 a 1911, esta tasa oscila entre 11.6 y 14.2 por mil sólo en la década de
1880 y de 50.9 por mil en la tercera década del siglo XX. Se casaron mucho más y
disminuyeron las defunciones de los solteros.
Sorprende fuertemente que en 1868 y de nuevo en 1872 se hayan registrado
menos de diez matrimonios. Estas lagunas dificultan el tratamiento estadístico
de los datos y es atribuible tal vez a un descuido del escribano, pero son también
años que corresponden a movimientos políticos que tan dramáticamente afectaron
a Nieves. Sectores de la sociedad católica-romana pretendieron seguir haciendo
procesiones y manifestaciones públicas de culto, tocar las campanas que ritmaban
86 AHMS, documentos, año 1897.
87 AHPN, documentos sin clasificar, año 1900.

64
las labores cotidianas y celebrar en los templos las festividades religiosas, todo lo
cual había sido restringido por las Leyes de Reforma y sujeto a la vigilancia de
la policía.88 Es posible que en esas condiciones, las partidas de las Iglesia fueran
también dejadas de lado.
En la gráfica 7, donde se muestra la distribución de matrimonios por años, se
observa un máximo en 1863 con 150 bodas, seguido de 1861 con 147 y después,
1928 con 125. En el resto del último tercio del siglo XIX hubo siempre menos de
105 celebraciones nupciales. Sin embargo, los censos de población reportaron una
tendencia firme de crecimiento (en 1880 se contabilizaron 6 774 habitantes; en
1890 había 7 900 y para 1895, 8 032 personas). En las cinco primeras décadas del
siglo XX, no parece observarse una tendencia clara. En cambio, crece la población
de manera continua, según lo revelan los censos de esa época (en 1921 se contaron
8 114 habitantes; para 1930, había 10 724; en 1940 13 357 y en 1950 los nevenses
eran 15 134).

Gráfica 7. Distribución de matrimonios de Nieves por años

Sobrevienen algunas variaciones menores en la cantidad de matrimonios, hasta


el marcado descenso de 1924 y 1927, cuando se anotaron únicamente 13 y 14
nupcias, respectivamente. La rebelión cristera, movimiento que en Nieves y la
comarca fue muy patético, es la causante de esa brusca disminución. Los nevenses
vieron amenazadas sus creencias religiosas cuando el Estado mexicano puso en
práctica la aplicación del artículo 130 de la Constitución, que limitaba la cantidad
de sacerdotes en las parroquias, así como todas las actividades relacionadas con
el culto religioso. En consecuencia, dejaron de acudir a las oficinas parroquiales
para celebrar sus matrimonios.89 Las autoridades eclesiásticas dispensaban a los
católicos que no registraban sus sacramentos al igual que había sucedido en 1911,
con motivo del movimiento de la revolución mexicana, cuando el arzobispo de
88 Memoria presentada por el ejecutivo del estado de Zacatecas a la honorable legislatura, Zacatecas, Imprenta de Mariano Mariscal, 1871, p. 15.
89 Durante la Rebelión Cristera, ante la imposibilidad de celebrar matrimonios en la parroquia debido a que el cura fue obligado a
exiliarse en los Estados Unidos de Norteamérica, los nevenses que tuvieron la decisión de casarse ante la Iglesia y contaron con los
mecanismos para trasladarse, celebraron su matrimonio en la vecina parroquia de Río Grande, Zacatecas. Esto pudo ser constatado en
los libros parroquiales de ese lugar.

65
Durango instruyó a los párrocos para que absolvieran a los feligreses que no
contraían matrimonio en el templo durante el tiempo que durara la lucha armada.90
Se nota un incremento de los matrimonios en el período que corre de 1946 a
1950, asociado posiblemente a la expansión demográfica de esa década.

distriBución estacionaL de Los matrimonios


En los 6 394 casos analizados se precisa casi siempre la fecha de celebración de la boda,
cuyo reparto mensual se muestra en la gráfica 8 que no es homogéneo. El número
de enlaces desciende, especialmente durante el verano hasta octubre y, de manera
muy marcada, en los meses de diciembre y marzo. La causa de esa disminución
estival hay que relacionarla con las labores agrícolas, fundamentalmente la siembra,
deshierbe y recolección de la cosecha de maíz y frijol, que en aquella época se
alargaba de junio a octubre, y la venta de los productos agrícolas en noviembre
y sobre todo en diciembre. La poca cantidad de celebraciones en diciembre y
marzo de debe, por otra parte, a las disposiciones de la Iglesia, que prohibían las
bodas en los tiempos de penitencia, en Adviento (diciembre) y Cuaresma (marzo-
abril, fundamentalmente). Los períodos que restan entre esos meses, en cambio,
presentan un elevado número de enlaces.

Tabla 12. Matrimonios por mes

Mes Frecuencia Porcentaje


Enero 725 11.3
Febrero 711 11.1
Marzo 328 5.1
Abril 591 9.2
Mayo 787 12.3
Junio 600 9.4
Julio 374 5.8
Agosto 367 5.7
Septiembre 456 7.1
Octubre 514 8.0
Noviembre 616 9.6
Diciembre 316 4.9
Sin precisar 9 .1
Total 6394 100.0

Fuente. Elaboración propia.

90 AHPN, libro de gobierno, años 1910–1934.

66
La fecha de los esponsales de los nevenses está claramente influida tanto por
el calendario religioso como por el agrícola. Este modelo se asemeja al de otras
comarcas zacatecanas como Sombrerete,91 Río Grande y San Miguel del Mezquital.
La mayor cantidad de nupcias se presentaba durante el mes de mayo, momento en
el que había un reposo en las actividades agrícolas.

Gráfica 8. Matrimonios por mes

origen geográfico de Los cónyuges


Conocer la procedencia geográfica de los esposos permite determinar no sólo el
grado de endogamia de un pueblo, sino también las relaciones humanas, sociales
y comerciales que unían a Nieves con su comarca y con las regiones vecinas. En los
libros de matrimonios es frecuente anotar el origen de los cónyuges. En nuestro
caso, de las 6 394 parejas estudiadas durante el período de 1861 a 1950, se ha
podido determinar el lugar de nacimiento de 6 292 hombres y de 6 291 mujeres.
Se omitió ese dato solamente en 103 ocasiones. Aparecen 2 831 parejas en las que
ambos eran nevenses, 305 en que el novio era de Nieves y la novia forastera, así
como 871 casos en que la novia era de Nieves y el novio forastero.
Existe un común denominador en cuanto al lugar de procedencia de los
novios. Como sucedía en casi toda la región norteña del estado de Zacatecas,
la sociedad nevense presentaba una escasa movilidad: 90% de los casados en
Nieves durante este período de estudio eran del propio pueblo o procedían de
una localidad situada a menos de 25 km de distancia. Algunos autores hablan de
micro-movilidad, cuando “los movimientos de población presentan un marcado
carácter comarcal”.92 Del 98% de las parejas casadas en Nieves, al menos uno era
del propio municipio. Los datos indican que la mayoría de los novios (90%) y de
las novias (93.5%) que se casaban en Nieves eran nevenses. En términos globales,
la endogamia geográfica representaba 90.3% del total.
91 Tomás Dimas Arenas Hernández, Migración a corta distancia. La población de la parroquia de Sombrerete de 1677 a 1825, México, UAZ/
El Colegio de Michoacán, 2012, p. 197.
92 Juan Manuel Garde Garde, “Demografía de Mélida (Navarra) en la Edad Moderna (siglos XVII-XVIII), a partir de los archivos
parroquiales”, en Revista Principe de Viana, núm. 234, LXVI (66), 2005, p. 212.

67
Las migraciones eran pocas, pero sí se pueden detectar. Además de observar el
origen geográfico de los novios, otra vía de análisis para encontrar migraciones
es ver si las parejas registraban hijos en la misma localidad para determinar la
permanencia de los cónyuges. De las 6 394 parejas que celebraron sus esponsales
en Nieves, 5 203 (81.4%) registraron el nacimiento de todos o de algunos de
sus hijos en el mismo municipio, mientras que las 1 191 parejas restantes no lo
hicieron. A las 1 191 parejas (18.6%) sin descendencia registrada, corresponderían
también los casos de esterilidad, bodas entre viudos mayores y algunos casos de
emigración a otras localidades. En 176 casos (14.8%), ambos contrayentes eran
forasteros, por lo que posiblemente, después de la boda, volvieron a sus lugares de
origen u a otra localidad. Lo mismo cabe pensar de 624 parejas (52.3%) en las que
la novia era nevense, pero el novio provenía de otra población.
De acuerdo con los registros de matrimonio, más de 90% de las celebraciones
nupciales se realizaban en el pueblo de origen de la novia. En 4%, ambos
contrayentes figuraban como residentes o habitantes de Nieves, pero no como
vecinos, lo cual significa al parecer que no habían nacido en ese lugar. Hay 131
casos en que ambos contrayentes eran foráneos y decidieron casarse en Nieves.
Provenían de localidades próximas como Río Grande, Sombrerete, El Fuerte, San
Juan del Mezquital, San Miguel del Mezquital, San Juan de Guadalupe, Fresnillo
o Durango y sus rancherías. Contraían matrimonio en Nieves porque ya tenían
tiempo viviendo allí o tenían a algún familiar en ese pueblo. Pero la mayoría
procedía de sitios del propio municipio todavía más cercanos a la cabecera como
Cieneguilla, San Martín, Ojito, Estanzuela, Orán, Ancón, Santa Rita, La Laguna,
y el Vergel. Resalta otra comarca localizada hacia el norte que incluye Las Bocas,
Emancipación y asentamientos más distantes por el mismo rumbo: Jaralillo, San
Gil, Atotonilco, Apaseo, San Lucas, Norias, Melilla y Serano.

Tabla 13. La endogamia geográfica de los novios

Origen de las novias


Origen
Atoto- Ciene- San Total
novios Jaralillo Laguna Melilla Nieves Norias Orán Vergel
nilco guilla Lucas
Nieves 13 11 18 19 37 2831 4 9 11 8 2961
Melilla 5 1 6 1 230 106 1 3 1 2 356
Jaralillo 136 2 47 1 1 187
Atotonilco 143 4 39 3 2 191
San Lucas 1 1 3 1 47 134 7 194
Laguna 2 1 127 37 2 1 170
Vergel 2 3 30 6 110 151
Oran 1 3 29 79 112

68
Origen de las novias
Origen
Atoto- Ciene- San Total
novios Jaralillo Laguna Melilla Nieves Norias Orán Vergel
nilco guillas Lucas
Cienegui-
lla
66 35 1 1 103
Norias 2 20 57 1 80
Total 166 81 165 151 276 3221 65 92 155 133 4505

Fuente. Elaboración propia a partir de la consulta de registros parroquiales y civiles.

La mayor exogamia geográfica ocurrió cuando algunas personas de Nieves


se casaron con gente que procedía de Melilla (55 enlaces), Jaralillo (27 casos),
Cieneguilla (15 bodas), San Lucas (11 nupcias) y en menor medida de otros
lugares del municipio de Nieves. Otros procedían de Saín Alto, Fresnillo, San Juan
del Mezquital, Río Grande, Jerez, Zacatecas, Chalchihuites, Río de Medina, San
Miguel del Mezquital, Sombrerete, Villa de Cos, Villanueva, Guadalupe, Valparaíso,
Tlaltenango y Vetagrande del estado de Zacatecas. San Pedro y Parras, Coahuila,
Villa Encarnación y Yahualica, Jalisco; Guanajuato, Michoacán, San Bernardo, San
Juan de Guadalupe y Santa Clara, Dgo., Tamaulipas y Tepic, Nayarit.
Entre las personas que llegaron a casarse con nevenses encontramos también a 12
extranjeros que procedían de Valmaseda, de la provincia vasca de las Encartaciones
de Vizcaya y de Burgos, en el norte de la península ibérica, así como de Santiago
de Chile, Arabia, China y los Estados Unidos de Norteamérica. Estos matrimonios
de nevenses con personas de otra nacionalidad eran muy escasos: representaban
sólo dos de cada mil, y se ha detectado que quienes entraron en esa relación fueron
personas que gozaban en Nieves de cierta presencia social y de una notable fortuna.
Todos los padres de las novias eran propietarios de bienes de cierta consideración:
dueños de ranchos, haciendas, minas, ganado o participaban en el comercio local
y foráneo (véase tabla 14).93

93 Además de las personas incluidas en esa tabla se registró en 1944, el matrimonio de Raymundo Arenas, hijo de Guadalupe Arenas
y Emeteria Zúñiga, quienes eran oriundos de Nieves y se casó con Felipa Herrada, hija de Raúl Herrada y Piedad Cháirez, originarios
de California, en los Estados Unidos de Norteamérica.

69
Tabla 14. Matrimonios celebrados en Nieves donde alguno de los pretensos era extranjero

Año Nombre Padres del Nombre Padres de la


Edad L. origen Edad
matr. novio novio novia novia
José Ma. Bo-
Valmase- Basilio Blanco Josefa
Miguel llaín y Goytia
1862 33 da, Viz- y Ramona Bollaín y 33
Blanco y Antonia
caya Garagorri Goytia
Ramírez
Mariano Mu-
Juan White Alberto Evans Teodora
1886 49 20 ñoz y Teodora
Evans Center y Ana Lucy Muñoz
Dávila
Francisco Natalio
Vicente Santander, Gutiérrez y Belén Gutiérrez
1895 30 22
Gutiérrez España Benigna Sáenz Gutiérrez y Máxima
Calleja Rocha
Manuel Reyes Cosío y
Daniel Burgos, Cirila
1915 32 Urquizo y 31 Ana Francisca
Urquizo España Cosío
María Ángulo Soto
José
José H. Asan Handam Consuelo Villanueva
1937 27 Arabia 21
Handam y Zahye Villanueva y Herminia
González
Cantón, Antonio
Ricardo Chuy Wong y Enriqueta
1939 32 Vega y Petra
Wong China María Chin Vega
Contreras
Estanislao
Francisco
Martín Utah, Juana Castañeda
1941 39 Alonso y Anita 36
Alonso EUA Castañeda y Ma. Jesús
Oliver
Conde
Santos Gallar-
Teófilo Santiago Julián Tapia y Cristina
1942 41 36 do y Virginia
Tapia de Chile María Adrián Gallardo
Zamarripa
Wen- Francisco Pablo Piedra
Socorro, Francisca
1947 ceslao 19 Alfaro y Ana 16 y Concepción
Tx., EUA Piedra
Alfaro Pizarro Rodríguez
Manuel Cruz Cháirez
Juan California, Delia
1947 19 Herrada y 17 y Gregoria
Herrada EUA Cháirez
Juana Ortega Estrada
Juan Manuel He- José Ortega
California, Amalia
1949 Manuel 23 rrera y Juana 19 y Refugia
EUA Ortega
Herrada Ortega Hernández

Fuente. Elaboración propia a partir de la consulta de registros parroquiales y civiles.

70
Se nota una corriente de migración a los Estados Unidos en los años cuarenta, lo que
explicaría que el censo de 1950 sólo reporta un incremento de 29.1% con respecto a la
cifra de 1930,94 cuando en todo México la expansión demográfica era mucho mayor.
Por otra parte, en los libros de bautizos y nacimientos figuran niños de 123
parejas que no se casaron en Nieves. Los padres eran a veces nevenses que se
habían unido en matrimonio en otra localidad, u hombres de Nieves que habían
contraído nupcias en el pueblo de su esposa. Los restantes pertenecen a familias
que se asentaron en Nieves, procedentes de otros lugares, y a personas que se
encontraban de paso, muchas de esas parejas inscribieron el bautizo de un solo
hijo en los libros parroquiales (519 casos, 8.1%).
Aunque la sociedad decimonónica asumió comportamientos semejantes a la
colonial en cuanto a la elección de la novia, de cualquier manera los padres seguían
interviniendo en la elección de la pareja de sus vástagos y eso llevaba muchas
veces a provocar conflictos entre padres e hijos. Algunos progenitores estaban en
desacuerdo con que sus hijos establecieran noviazgos con personas que radicaban
en un lugar distinto al de su residencia. Esas desavenencias entre padres e hijos
algunas veces llegaron al conocimiento de los juzgados: los padres no acudían a
acompañar a sus hijos en la ceremonia nupcial, y los sustituían parientes u otros
miembros de la comunidad.
Para comprender esos enlaces con foráneos, interesa conocer el carácter del
mercado matrimonial, el papel de los novios, de la familia y de la comunidad en
el proceso de matrimoniarse. Para avanzar en la comprensión del primer aspecto,
se ha recurrido a estudiar el lugar donde se conocieron los cónyuges, dado
que muchas veces la elección de la pareja estaba limitada más por la movilidad
geográfica y la distancia del lugar de residencia que por los preceptos de la Iglesia
o las aspiraciones sociales de los propios familiares de alguno de los pretensos.
La única fiesta notable que se realizaba en el municipio de Nieves era la de la virgen
de las Nieves, titular y patrona del lugar, a la que se honraba durante los primeros
días del mes de agosto. Era un momento en que personas de otros lugares se
conocían y, eventualmente, podían entablar una relación de noviazgo. Pobladores
de localidades alejadas acudían a esa festividad, muchas veces incitados por el
párroco que quería congregar a un máximo de fieles en la cabecera parroquial.
Era también una oportunidad para celebrar bautizos y matrimonios con mayor
lucimiento. Pero si uno de los pretensos era foráneo, la Iglesia cuidaba de que no
intentara formalizar un enlace matrimonial siendo casado con anterioridad, o que
no hubiera hecho votos de sacerdocio o de vida conventual. En otras palabras,
se trataba de evitar la bigamia que representaba una trasgresión a las normas
cristianas tanto en la Colonia como en el México independiente.
Además del delito de bigamia, había también otras conductas ilícitas que no
siempre se soldaban por un matrimonio. En la tabla 15 se concentran algunos
casos que afectaron la vida privada de varios nevenses en 1871, año para el cual
94 Séptimo censo general de población. 6 de junio de 1950. Estado de Zacatecas, México, Secretaría de Economía-dirección General de
Estadística, 1953, p. 24.

71
se cuenta con un reporte oficial. Llama la atención que se anotó un solo caso de
adulterio, pero muchos de estupro en una población de 6 500 habitantes.95 Hay que
recordar que para esa fecha ya se había suprimido la pena de muerte en el estado de
Zacatecas y algunos pensaban que por esa razón la inmoralidad progresaba día con
día, haciendo olvidar al hombre los deberes que tenía para con su familia:

Frecuentemente vemos que abandona a éstos y a aquella, únicamente por los vicios
que destruyen los sentimientos del alma más naturales, más puros y más nobles,
relegando la familia en el olvido y la miseria, sin atender ni a la subsistencia ni a la
educación de ella. La separación voluntaria de los cónyuges [y las relaciones sexuales
ilícitas] así como el desprecio de los deberes civiles y sociales que tiene un padre de
familia, son, no hechos aislados sino muy frecuentes y comunes y es tiempo ya de que
la sociedad ponga bajo el imperio de la ley, acciones verdaderamente punibles…96

Pese a esas circunstancias o en razón de éstas, se dio entrada legal al divorcio


voluntario en el estado de Zacatecas, en 1871.97

Tabla 15. Conductas sexuales ilícitas

Cónyuge del
Año Presunto responsable Delito
responsable
1871 Miguel Gallardo Anacleta Mireles Estupro
1871 José Castañeda Teresa González Rapto y estupro
1871 Pablo Rodríguez Leandra Gamillo Rapto y estupro
1871 José Segura Adulterio
1871 Severiano Samaniego Paula Murguía Estupro
1871 Miguel Palacios Bigamia
1871 Celso Pérez Eleuteria Contreras Estupro
1871 Luis María González Agustina Hernández Estupro
1871 Pablo Cuevas Estupro

Fuente. Gabriel García, Memoria Administrativa del gobierno del estado de Zacatecas, Zacatecas,
Imprenta de Mariano Mariscal, 1871, pp. 77-79.

Para evitar la práctica ilícita de la bigamia se realizaban las amonestaciones o


banas, también llamadas ‘proclamas públicas’, en las parroquias con el propósito
de que toda la sociedad se enterara de las intenciones de los pretendientes al
95 Tanto el Curso de Derecho Canónico Hispano Indiano de Pedro Murillo Velarde, como el Diccionario Razonado de Legislación de Joaquín
Escriche, definen el estupro como “cualquier comercio carnal ilícito con una virgen o con una viuda que vive honestamente, y aun
con un niño”. Se mencionan tres tipos de estupro: absolutamente violento, voluntario, relativamente violento. Pedro Murillo Velarde, S.
J. (tr. Alberto Carrillo Cázares, et al.), Curso de derecho canónico hispano e indiano, El Colegio de Michoacán/Facultad de Derecho de
la Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2005, vol. iv, p. 145. Joaquín Escriche, Diccionario razonado de legislación y
jurisprudencia, París, Librería de Rosa, 1851, p. 632.
96 Memoria presentada por el ejecutivo… 1871, anexo 9, relativo al código civil de Zacatecas.
97 Eduardo G. Pankhurst y Manuel Ríos e Ibarrola, Apuntes sobre las reformas que a juicio de los CC. Magistrados Licenciados Severiano Ulloa,
Ramón F. Kimball, Benigno de J. Quibrera, Miguel Ruelas, Cayetano Artega y Antonio Gaytán, deben hacerse al proyecto de Código Civil, Zacatecas,
Imprenta de Mariano Mariscal, 1871.

72
matrimonio. El juez del Registro Civil hacía las publicaciones antes de los enlaces
matrimoniales con la misma finalidad que la Iglesia.
Además, cuando se pretendían casar consanguíneos o parientes espirituales,98
el provisorato del obispado revisaba las diligencias matrimoniales respectivas. En
los expedientes se mencionaba el grado de parentesco de los pretendientes y se
enunciaban las causas por las que querían unirse. Una de ellas podía ser haber
tenido cópula ilícita previa. Entre la documentación que llegó al provisorato de
Durango se localizaron 59 solicitudes de dispensas de novios nevenses que estaban
emparentados por tercero o cuarto grado de consanguinidad, lo que representa
1.6% de las parejas nevenses durante el período de estudio.
Las uniones matrimoniales originaron muy poca migración hacia Nieves y éstas
no tuvieron trascendencia en la evolución local de la población. Mucho más difícil,
en cambio, es darse cuenta de las corrientes de emigración. Sin embargo, no cabe
duda de que los nevenses se desplazaban por razones laborales o comerciales,
entre otras. Emigraron a otros lugares, muchas veces cercanos, en busca de trabajo,
fortuna o, simplemente, mejores condiciones de vida, como se puede observar al
consultar registros de nacimientos de lugares aledaños a Nieves como Río Grande,
San Miguel del Mezquital o Sombrerete. Podemos citar los ejemplos de Luis Moya
Regis, enrolado en la Revolución Mexicana de 1910, quien registró a sus primeros
cuatro hijos en Nieves, pero al quinto en Sombrerete. Serapio Medina, casado con
Virginia Olvera, quien tenía su residencia en Santa Rita, registró a unos hijos en
Nieves y a otros en Río Grande. No todos se iban para siempre: el nevense Felipe
Silva Pérez, por ejemplo, quien se casó con Francisca Castañeda Samaniego, vecina
de Río Grande, Zacatecas, en donde fijó su residencia y donde también registró a
su primogénito Alejandro Humberto, luego bautizó a su hija Hortencia en Nieves
en 1947,99 y posteriormente, a sus hijos Juan Pablo, Esther y Felipe en el mismo
lugar. Otro caso más fue el del licenciado Catarino Olvera, quien en primeras
nupcias casó con Cristina Villanueva, hija de una pareja de alcurnia compuesta
por Manuel Villanueva y María Patrocinio Gallardo, ricos mineros y ganaderos
de la región. El matrimonio Olvera Villanueva registró a nueve hijos en Nieves
(Evangelina, Leopoldo, Julia Olimpia, Julia Cristina, Norberto, Jesús, Edmundo,
Octavio y Octavio Pompeyo). El 9 de diciembre de 1900 falleció, en Nieves, Cristina
Villanueva. Al quedar viudo, el licenciado Olvera se dedicó con mayor ahínco al
ejercicio de su profesión en distintas partes de la república mexicana. Además de
trabajar en Nieves también lo hizo en Río Grande, Zacatecas donde se desempeñó
como juez de primera instancia. Ello le permitió amasar una buena fortuna y fijar
98 La Iglesia ha señalado una serie de impedimentos para el matrimonio que inhabilitan a la persona para casarse válidamente; entre
ellos están los matrimonios entre consanguíneos y entre parientes espirituales. Los primeros se refieren a que el varón no puede unirse
sexualmente ni casarse con su madre, con sus hermanas, primas, sobrinas o tías; tampoco la mujer puede unirse con su padre, con sus
hermanos, primos, sobrinos o tíos. Quien es hermano, no es padre, ni hijo, ni sobrino ni esposo. El incesto conllevaría una confusión en
las principales líneas de identidad personal y familiar, puesto que la hija o la hermana pasaría a ser esposa, etcétera. Se trata de proteger
las relaciones surgidas en el interior de un sistema de parentesco, en virtud de esta ley que prohíbe el incesto. Tampoco autoriza las
relaciones o vínculos matrimoniales entre compadres, a quienes considera como parientes espirituales. Las razones para impedir estas
relaciones devienen de la propia biología porque se cree que ese tipo de prácticas puede generar deformaciones físicas y mentales en
generaciones sucesivas.
99 AHPN, Bautismos, libro núm. 34, partida núm. 1135, año 1947.

73
su residencia en la ciudad de Zacatecas, donde empezó a relacionarse con los
políticos más destacados y, en 1913, llegó a asumir la gubernatura del Estado en
forma interina. De vuelta a la región de Nieves, el licenciado Olvera se estableció
en Río Grande donde en 1922, contrajo segundas nupcias con Rosa López. En
1927 vio morir a su hijo Norberto, quien había sido general retirado y falleció
en la prisión de la ciudad de Zacatecas.100 El licenciado Catarino murió seis años
después, en 1933.

estado civiL de Los contrayentes


El análisis del estado civil de los contrayentes ofrece información sobre diversos
aspectos de la vida de un pueblo, tales como el índice de soltería, las segundas
nupcias, o la mortalidad adulta. Los archivos parroquiales y del Civil recogen este
dato con mucha frecuencia. En el caso de Nieves, se precisa el estado civil de ambos
cónyuges, de tal manera que de las 6 394 parejas registradas, 98% de las personas que
se matrimoniaron en Nieves declararon ser solteras, sólo el 2% correspondía a viudos.
Los viudos contraían segundas nupcias antes que las viudas y en mayor proporción.
En el período considerado, los matrimonios entre viudo y soltera representaban
60.5% de este subgrupo, mientras que los solteros que se casaban con viudas apenas
alcanzaban 1.6%. En cambio, los matrimonios donde ambos contrayentes eran
viudos sumaban 15.5% del total. Había también varones que contrajeron nupcias
por tercera vez (Margarito Medina Aguilar y Antonio Hernández Ibarra), pero
ninguna mujer se casó tres veces.101
Estas diferencias entre hombres y mujeres que enviudan vuelven a poner de
manifiesto la importancia de medir el tiempo que transcurre entre el fallecimiento
del cónyuge y la celebración de nuevas nupcias. En los varones, este período era de
2.1 años en promedio y la mitad de los que habían perdido a su esposa y volvían
a contraer matrimonio, lo hacían antes de que su ex cónyuge cumpliera un año
de muerta. En las mujeres, el período era de 2.9 años y solamente el 31% volvían
a casarse antes del año y ninguna lo hacía antes de 6 meses. Generalmente las
mujeres nevenses quedaban viudas entre los 23 y 40 años de edad.102
Es probable que varias viudas hayan decidido ya no contraer matrimonio
después de fallecido su marido (hay 57 viudos contra 28 viudas en los registros
de matrimonio). Influyeron desde luego en esa decisión los usos y costumbres
sociales, relacionados con factores económicos y religiosos. Todavía son frecuentes
en algunos pueblos, que al quedar viudas, las mujeres se dediquen únicamente a
criar y a atender a sus hijos, o cuidar a sus padres o familiares.
100 Archivo Histórico del Registro Civil del Municipio de Zacatecas, en lo sucesivo AHRCZ, Fallecimientos, f. 78v, partida 538, año 1927.
101 Las esposas de Margarito Medina fueron María Dolores Ochoa Méndez, Fortunata Balderas Campa y Carmen Alcalá, mientras que
las de Antonio Hernández fueron Nemesia Olvera, Adelaida e Isidra Vega. AHMN, libros de casamientos.
102 María del Carmen García Pérez quedó viuda antes de los 23 años de edad de Jesús Rivas; luego contrajo segundas nupcias el 6 de
diciembre de 1913 con Baltasar Cruz Murguía, de 25 años, con quien procreó a unos gemelos: Francisco y Manuela, que nacieron el 15
de junio de 1914. De manera semejante, María Santos Tonche Neave, vecina de Atotonilco, tras quedar viuda de Dagoberto Cháirez
antes de los 23 años de edad, decidió volverse a casar luego con José Castor Hernández, de 24 años de edad. Su matrimonio tuvo lugar
en Nieves el 15 de enero de 1928.

74
Generalmente, en la mayoría de las nupcias entre viudos celebradas en Nieves
durante el período considerado, ambos contrayentes eran residentes de la
cabecera municipal o de localidades vecinas. Los lugares más distantes de donde
procedían los viudos eran Saín Alto, Jerez y Villanueva así como Valmaseda,
España y Santiago de Chile. Curiosamente, los momentos en que ocurrían esas
celebraciones coincidían con etapas posteriores a épocas de sequías y epidemias.
Es decir que las celebraciones nupciales se postergaban cuando faltaban los
víveres, pero una vez pasada la crisis, se incrementaban las uniones de segundas
o posteriores nupcias. Por ejemplo, luego de la crisis agrícola de 1861-1862, seis
viudos decidieron formalizar su relación matrimonial ante el altar (en ese bienio
se registró 4.6% del total de las celebraciones de este tipo para todo el período de
noventa años considerado). Asimismo, después de la crisis agrícola de 1877-1878,
hubo un repunte en las celebraciones nupciales de viudos y no viudos.

Tabla 16. Nevenses que contrajeron


ulteriores nupcias después de enviudar

F. Muerte
Año Condición de
Novio Edad Novia Edad de algún
matr. los novios
cónyuge
Soltero y viuda
Joaquín
1856 34 Carmen Ávalos 33 05/02/1894 de Praxedis
Compeán
Rodríguez
Emilio Guadalupe Viuda de Librado
1920 33 33 16/11/1925
Domínguez Rivas Ávila
Sóstenes Pascuala Viuda de Cecilio
1856 26 28
Agüero Ramírez Esquivel
Sóstenes Viuda de Ignacio
1914 56 Tirsa Martínez 56 04/09/1926
Lozano Estrada
Mariano Viuda de Severo
1920 49 Cruz Martínez 44 21/04/1933
Morales Flores
Emeterio Macaria Viuda de Jesús
1920 56 37 14/02/1942
Sandoval Camarena González
Beatriz Viuda de Petronilo
1920 Julián Fraire 44 40 09/11/1944
Alvarado Hernández
Viuda de Sotero
1943 Luis Ávalos 22 Dolores Muñoz 26 05/02/1992
Martínez
Josefa Bollaín y Viuda de Antonio
1862 Miguel Blanco 33 33 06/12/1901
Goytia Medinaveitia
Lorenzo Refugia Viuda de Cosme
1889 26 30 21/01/1933
Sauceda Viedma Ramírez

75
F. Muerte
Año Condición de los
Novio Edad Novia Edad de algún
matr. novios
cónyuge
Viuda de Jesús
1913 Baltasar Cruz 25 Carmen García 23
Rivas
Filiberto
1923 Josefa Balderas 11/09/1900 Viudo
Castro
Viudo de Jesús
1897 Severo Adame 67 María Arellano 20 06/10/1900
Arciniega
Viudo de Filemona
Leonarda
1884 Germán Salas 52 44 Calderón y viuda
Castro
de Felipe Miranda
Francisco Francisca Viudo de Ma.
1883 46 31
Álvarez Adame Jesús Calderón
Viudo de
Tiburcio Herlinda
1937 40 40 14/10/1937 Candelaria
Ceballos Martínez
Delgado
Casimira Viudo de Pomposa
1853 Gabino Dávila 27 16
Rodríguez Gallardo
Eugenia de los Viudo de Teresa
1862 Julián Ríos 44 35
Reyes Ibarra
Jesús Bollaín y Viudo de Andrea
Ramona Blanco 27/02/1911
Goytia León
Josefa Viudo de Rosalía
1848 Pedro Ramírez 39 28
Compeán Muñoz
Santiaga Viudo de
1939 Martín Vega 50 40 04/07/1944
Guzmán Silvestra Navarro
Viudo de
Antonio
1927 37 Isidra Vega 26 06/09/1937 Nemesia Olvera y
Hernández
Adelaida Vega
Bernardo Viudo de
1926 33 Virginia Adame 19
Quiñones María Rivera
Herculana Viudo de Refugio
1902 Juan Estrada 52 30
Medina Samaniego
Viudo de
Rafael
1943 24 Juana Vega 24 Concepción
Cervantes
Sandoval
Lorenzo Viudo de Soledad
1867 30 Soledad Estrada 17 07/06/1907
Gallardo Arellano
Viudo de
1870 Miguel Zapata 37 Lucía Flores 16
Bernardina Torres

76
F. Muerte
Año Condición de los
Novio Edad Novia Edad de algún
matr. novios
cónyuge
Ambrosia Viudo de Felipa
1870 Rafael Vázquez 45 25
Castor Torres
Viudo de Trinidad
1853 Tomás Castor 45 Cecilia Muñoz 33 Torres y viuda de
Germán Vaquera
Viudo de Simona
1870 Juan Rodríguez 28 Josefa Carrillo 16 28/07/1905
Vázquez
Lic. Catarino Viudo de Cristina
1922 25 Rosa López 17 09/12/1900
Olvera Villanueva
Francisca
1907 Andrés Silva 52 25 22/09/1911 Viudo y soltera
Velázquez
Fermina
1907 José Reyes 24 20 07/03/1944 Viudo y soltera
Ontiveros
Hilario
1908 40 María Lira 20 04/06/1945 Viudo y soltera
Hernández
Cristina
1942 Teófilo Tapia 41 36 03/07/1976 Viudos
Gallardo
Viudo de Virginia
Santos
1933 63 Eduarda Pérez 39 16/02/1941 Zamarripa y viuda
Gallardo
de Tomás Varela

Fuente. Elaboración propia a partir de la consulta de registros parroquiales.

Los usos y costumbres explican también la escasa cantidad de divorcios ante


los juzgados. Durante los noventa años que cubre este estudio, encontramos
únicamente tres casos en que las parejas, tras haber vivido juntas durante algún
tiempo, decidieron divorciarse en el juzgado civil. Se trata de Juan Medina Aguilar,
quien se separó de Engracia Ramírez Calderón el 10 de julio de 1935 después de
haber vivido juntos únicamente cuatro años. Manuel Antonio Velázquez Ramírez,
se separó de su esposa Belén Balderas Chávez, el 11 de julio de 1934.103 De la
misma manera, Javier Vega decidió disolver el vínculo matrimonial que lo unía a
Epigmenia Estrada. En este caso, la sentencia de divorcio se dictó en el juzgado de
Río Grande el 26 de agosto de 1961.104 Estos hechos sobrevienen mucho tiempo
después de que la justicia civil de Zacatecas legalizara el divorcio en 1871.105
En cambio, las uniones consensuadas sí fueron más comunes: la proporción de
nacimientos de hijos ilegítimos asciende a 2.6% del total.
103 Manuel Antonio Velázquez Ramírez se casó con Belén Balderas Chávez. El matrimonio se realizó en Nieves el 20 de abril de
1931. Al momento de la celebración nupcial él declaró que tenía 17 años de edad y era vecino de la estación Pacheco, hijo de Antonio
Velázquez y de Librada Ramírez. En cambio, ella aseguró que tenía 12 años de edad, vecina de estación Camacho, hija de Encarnación
Balderas y de Guadalupe Chávez. Así, su enlace conyugal duró únicamente tres años. AHMN, libro de casamientos, año 1931, f. 48.
104 AHMN, libros de casamientos, años 1935–1961.
105 Memoria presentada por el ejecutivo… 1871, anexo 9, relativo al código civil.

77
matrimonios cruZados

Al igual que en otros lugares del territorio mexicano, en Nieves también se


acostumbraba a establecer alianzas matrimoniales múltiples para reforzar lazos
entre algunas familias. Esta estrategia matrimonial buscaba conservar el patrimonio
familiar indiviso. Esta costumbre se venía practicando desde el período colonial
en centros mineros como Nieves y Sombrerete, aunque en aquella época era
más palpable dado que los matrimonios se daban entre parientes muy cercanos
para evitar la división de los bienes. De la misma manera, Gloria Artís indica que
durante el período colonial, los matrimonios cruzados fueron muy frecuentes e
involucraban a más de un hijo para evitar la dispersión de las fortunas de los
progenitores.106 En la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación, durante el
período de 1778-1822 se registraron 214 casos de ese tipo.107 En Nieves, en 374
casos de un total de 6 394 se registraron matrimonios entre dos o más hijos de una
familia con dos o más de otra.

ocupaciones de Los cónyuges

Otro aspecto que conviene estudiar se refiere a los factores que explican la
generalización del matrimonio durante el siglo XIX, ¿fue la expansión minera
o la agricultura el factor determinante? En Nieves, la progresiva adopción del
matrimonio por todos los miembros del municipio conllevó la disminución de
los nacimientos ilegítimos y la desaparición de los niños expósitos. En la década
de 1860 se reportaron 303 nacimientos de hijos ilegítimos, en la de 1870 hubo
342, disminuyó después, en la década de 1880 se contaron 307; luego, en la de
1890 sólo se reportaron 210. El matrimonio se convirtió así en mecanismo básico
para la transmisión de los bienes de la familia, aunque estos fueran pocos. En una
comunidad fundamentalmente campesina como Nieves, el sistema hereditario,
entendido como la combinación de leyes, costumbres y derechos sobre la tierra, así
como la producción que se obtiene de ella, era una de las variables que actuaban
sobre la nupcialidad. Ante la amenaza del arrebato y acaparamiento de la tierra
por parte de las compañías deslindadoras que empezaron a operar en México a
partir de 1883, algunas familias estimularon el matrimonio de sus hijos. Aunque
no todos los nevenses contaban con algún patrimonio y se dedicaban a las labores
del campo, quienes sí disponían de tierras y bienes apresuraron a sus hijos para
que se casaran y se encargaran de las faenas del campo. La mancuerna de la mujer
con el varón aligeraba el peso de la vida.
En la tabla 17 se muestra que 98% de los novios que se casaron entre 1861 y
1950 se desempeñaban como agricultores. Por dedicarse a la agricultura muchas
106 Gloria Artís Espriu, Familia, riqueza y poder. Un estudio genealógico de la oligarquía novohispana, México, Ciesas, p. 76.
107 Carmen Paulina Torres Franco, ¿Entre parientes? Demografía, familias y estrategias matrimoniales en la parroquia de Nuestra
Señora de la Encarnación, 1778–1822, Tesis Doctoral en Historia, Zamora, Michoacán, El Colegio de Michoacán, 2013, p. 320.

78
familias tenían de qué alimentarse, y si las lluvias eran abundantes y el clima
favorable, podían obtener mayores frutos y mejorar su vida, con todo y que algunos
no contaran con tierras propias. Las familias de jornaleros agrícolas casaban a sus
hijos a los 22 años en promedio; en cambio, los mineros lo hacían a los 25.1 años
en promedio, tal vez después de haber acumulado unos cuantos bienes.

Tabla 17. Ocupación que desempeñaban los novios

Ocupación de
Frecuencia Porcentaje
los novios
Abogados 3 .0
Agricultores 6266 98.0
Artesanos 17 .3
Carpinteros 2 .0
Comerciantes 18 .4
Dramaturgo 1 .0
Empleados públicos 11 .2
Farmacéutico 1 .0
Filarmónicos 3 .0
Industriales 5 .0
Militar 1 .0
Músico 1 .0
Oculista 1 .0
Mineros 60 1.1
Profesores 2 .0
Sastre 1 .0
Zapatero 1 .0
Total 6394 100.0

Fuente. Elaboración propia.

edad de Los contrayentes en Las primeras nupcias

La edad al matrimonio determina el inicio del período fértil de la pareja y


condiciona por lo tanto la fecundidad, a la que está dedicado el siguiente capítulo.
Además, permite entender parte de las relaciones sociales, de las costumbres
e incluso puede relacionarse con la estructura económica de la población.
Afortunadamente, la edad de los contrayentes aparece en casi todas las actas
del Registro Civil y en algunas ocasiones también en los registros parroquiales.

79
Sin embargo, ese asiento es más sistemático en el caso de los hombres que en
el de las mujeres, ya que a menudo las mujeres se negaban a declarar su edad,
pese a que las bodas se celebraban casi siempre en la localidad de la novia,
como ya se ha comentado anteriormente. Además de esas costumbres diferentes
entre hombre y mujer, la decisión de celebrar el matrimonio estaba influida por
múltiples factores de diversa índole. Hemos detectado que las parejas del común
se casaban más jóvenes que las parejas de las familias que poseían una condición
social y posición económica preponderante. De la misma forma, la gente que
habitaba en las localidades rurales se casaba más joven que la que vivía en las
cabeceras municipales.
De acuerdo con la tabla 18 la mayoría de los novios primerizos se casaban a
edades superiores a la de las mujeres. La moda era cuando cursaban entre 21
y 25 años de edad (39.6%), seguidos por quienes tenían entre 16 y 20 años,
pero muy pocos a muy temprana o tardía edad, pues estos representaban cerca
de 0.5%. Las novias se adelantaban un poco a los varones; ellas se casaban
preferentemente cuando tenían entre 16 y 20 años de edad (53%). En menor
medida, cuando entre 21 y 25 años, pero nunca entablaban una primera relación
nupcial después de cumplir 59 años. Las razones de esa diferencia habría que
buscarlas en factores sociales, y sobre todo económicos o laborales, puesto que
muchas parejas decidían su matrimonio cuando ya contaban con qué sustentar
su vida conyugal.

Tabla 18. Edad de los novios y novias en las primeras nupcias

Frec. Porcentaje Frec. Porcentaje


Edad
varones varones mujeres mujeres
12-15 25 0.4 496 7.9
16-20 1641 26.2 3318 53
21-25 2481 39.6 1241 19.9
26-30 942 15 369 5.9
31-35 280 4.5 109 1.8
36-40 204 3.3 68 1.0
41-45 78 1.2 20 0.2
46-58 101 1.6 33 0.5
59-77 29 0.5 0 0
No se
484 7.7 611 9.8
sabe
Total 6265 100 6265 100

Fuente. Elaboración propia.

80
El hecho de que el hombre superara en edad a la mujer era común a otras
localidades, pero parece que bajó la edad al matrimonio en el siglo XIX. Por
ejemplo, en Sombrerete, la edad promedio en el primer matrimonio durante 1677
a 1825, era de más de 26 años y para las mujeres de 21.108
En Nieves, durante del período que cubre este estudio, la edad promedio al
primer matrimonio para los varones era de 24 años y para las mujeres de 19. Esa
más temprana edad en las primeras nupcias pudo haber tenido que ver con la
supresión de las pragmáticas acerca del matrimonio, que concedían a los padres
un amplio poder de intervención en la elección de la pareja de sus hijos. La
proporción de hombres solteros que se casaban antes de los 21 años era de 26.7%,
mientras que en el caso de las mujeres llega a 60.9% del total. Llama la atención,
en los matrimonios nevenses, la precocidad femenina y, en menor medida, la
tardanza en los hombres para matrimoniarse.
No es fácil explicar este comportamiento. Tal vez tenga que ver con el número
de matrimonios de viudos (74) que contraen segundas nupcias con jovencitas
y entran en competencia con los jóvenes primerizos aunque no parece ser
el caso porque son muy pocos; quizá tenga que ver con la preocupación por
conseguir primero los medios económicos para sortear las necesidades de la vida
matrimonial o también con el respeto a la norma del Registro Civil que establecía
21 años de edad como mínimo para los varones para entrar al matrimonio sin
licencia de los padres. Por otra parte, como veremos en el siguiente capítulo,
los matrimonios tempranos no conllevan una mayor fecundidad de las mujeres,
e incluso pueden influir en sentido negativo. De acuerdo con los registros de
defunciones, 31% de las mujeres que murieron en el parto contaban con menos
de 24 años de edad.
El análisis simultáneo de las edades de los contrayentes por sexo constituye un
indicador del tipo de relación existente entre los cónyuges. En los enlaces en los
que ambos contrayentes eran solteros, la edad media de los hombres era de 22.8
años y el de las mujeres de 18.6 años; es decir que había entre ellos una diferencia
media de 4.2 años, como ya se comentó en el apartado anterior. Este valor medio
encubre realidades muy diversas, que afloran cuando se observa las edades de
ambos cónyuges de manera simultánea.

108 Tomás Dimas Arenas Hernández, Migración a corta distancia…, p. 274.

81
Tabla 19. Cruce de edades más frecuentes de los novios

Edad de Edad de las mujeres


Total
varones 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26
18 58 81 69 62 21 12 3 5 2 2 2 0 317
19 52 80 64 80 44 19 4 2 4 0 3 0 352
20 81 149 106 186 84 87 16 22 9 12 12 8 772
21 31 52 48 69 48 63 25 15 12 5 4 2 374
22 38 89 81 132 73 121 55 58 18 19 8 5 697
23 30 32 40 66 53 78 35 43 26 10 8 3 424
24 16 46 29 59 38 58 31 47 28 19 11 8 390
25 23 47 32 74 37 74 26 44 30 31 31 12 461
26 9 18 12 31 6 31 11 27 14 22 21 10 212
27 7 19 13 17 13 23 6 17 12 9 11 8 155
28 10 16 15 21 15 18 8 13 16 11 18 9 170
29 5 6 7 14 6 15 0 6 5 4 5 5 78
30 6 12 17 23 13 31 12 28 6 16 19 8 191
Total 366 647 533 834 451 630 232 327 182 160 153 78 4593

Fuente. Elaboración propia.

Destacan tres grupos. En 606 casos, varones que tenían 20 años se casaron con
mujeres menores que ellos. Los de 22 años que se unieron a mujeres que tenían
entre 20 y 22 años suman 234 casos. Y finalmente, varones de 25 años de edad
escogieron como pareja a mujeres entre 23 y 26 años de edad (104 casos). La
edad al matrimonio parece indicar la existencia de enlaces por conveniencia,
acordados entre los familiares, relacionados con el nivel social y económico de
los contrayentes. En esa época, eran frecuentes los matrimonios arreglados, en
diversas zonas de Zacatecas y Durango. En Nieves, esta práctica perduró durante
todo el siglo XIX y comienzos del XX, según relatan algunos ancianos.109
Esta costumbre es todavía más obvia en el caso de los matrimonios con viudos, lo
cual no quiere decir tampoco que las mujeres contraían nupcias de manera forzada,
sino que podían encontrar en esos enlaces también una conveniencia propia, ya
que sus maridos muchas veces contaban con bienes. Algunos eran ya residentes o
habitantes en Nieves pero los hubo que provenían directamente del extranjero (de
Valmaseda, España, Santiago de Chile o de Utah, Estados Unidos de Norteamérica,
como ya se señaló). Proporcionalmente, eran muchos los extranjeros en ese caso;
al casarse con una vecina, accedían de pleno derecho al disfrute de tierras y demás

109 Entrevistas realizadas a Hipólito Arenas Zúñiga, el 22 de marzo de 2016. A Antonio Hernández Mireles, el 19 y 27 de julio de 2016
y a Zacarías Salcedo Rodríguez, el 27 de julio de 2016. Todas estas personas contaban con más de 95 años de edad y estaban en pleno
uso de sus facultades mentales al momento de la entrevista; además, poseían la información y estuvieron dispuestos a proporcionarla.

82
garantías de las que gozaban los zacatecanos.110 Los viudos que se casaban con
solteras eran 18 años mayores que ellas, en promedio. No deja de sorprender el
caso de un viudo de 67 años que se casó con una soltera que apenas tenía 20 años
de edad y sobre todo, el caso de Domingo Olvera Navarro, viudo de 71 años de
edad que se unió en 1941 a María Guadalupe Hernández Villarreal, de 29 años.
En cambio, las viudas que se casaban con solteros eran, en promedio un año mayor
que ellos, aunque hubo un caso en el que la viuda era cuatro años mayor que el
novio: se trata de la viuda Dolores Muñoz Delgado, de 26 años de edad que se casó
con Luis Ávalos, de 22. Su matrimonio fue celebrado el 8 de mayo de 1943.

soLtería

En los registros de entierros de Nieves, descontando a los párvulos, se anotó


únicamente el fallecimiento de 198 adultos solteros, durante todo el período de
estudio. Descontando a los adultos mayores de 70 años, quedaron 68 mujeres y 67
varones en edad de poder establecer una relación conyugal quienes, sin embargo
permanecieron solteros hasta su muerte.
Entre los nevenses que dictaron sus últimas voluntades, seis declararon ser
solteros a pesar de contar con algunos bienes. Un caso muy llamativo es el de la
señorita María Félix Soto, quien hizo su testamento en la hacienda de Pastelera
del municipio de Río Grande, el 4 de noviembre de 1897. Asentó que era de 57
años de edad, originaria de San Agustín de Melilla, en el municipio de Nieves e
hija de Manuel Ma. Soto. Declaró que no había sido casada, ni tenía ascendientes,
ni descendientes de ningún tipo, pero que entre sus bienes se podían contar la
hacienda de Pastelera con todas sus tierras, fincas, frutos y efectos de comercio
consignados en sus libros de su contabilidad, de los cuales tenía conocimiento su
albacea. Dejó a los pobres de la hacienda de Pastelera y San Felipe, la suma de
500 pesos que su albacea tenía que repartir en la forma y porciones que estimara
convenientes, eligiendo especialmente aquellas familias que observaran buena
conducta o hubieran prestado mejor servicio a la finca. Esas donaciones podían ser
en especie o en efectivo, o como mejor le pareciere. Legó a su sobrino don Genaro
Moreno Soto, la suma de 20 mil pesos para que el albacea se la entregara de la forma
siguiente: dos años después de su fallecimiento la mitad y la otra a los tres años, sin
que pudiera exigir ningún interés ni rendición de cuentas, aun cuando estuviere
privado de razón su sobrino. De hecho se estaba curando en la ciudad de México,
en caso de que no se recuperara destinó ese dinero a los hijos de ese último José
Julio e Isabel Moreno y Márquez, cuando cumplieran 21 años. Mientras tanto, el
legado quedaría en poder del albacea, quien debía proporcionarles las cantidades
que creyera convenientes para su educación y formación, a fin de que tuvieran lo
110 Las personas a las que se refieren esos enlaces son Miguel Blanco Garragori, originario de Valmaseda, quien se casó con Josefa
Bollaín y Goytia; Teófilo Tapia Adrián, oriundo de Santiago de Chile, casado con Cristina Gallardo Zamarripa; Martín Alonso Oliver,
nativo de Utah, que se casó con Juana Castañeda Conde. Es momento de destacar que Teófilo Tapia, en Nieves estuvo practicando la
medicina humana durante las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo XX.

83
necesario para vivir. Esa señorita heredó también 300 pesos a la parroquia de Río
Grande para el culto al santísimo sacramento. Instituyó como único y universal
heredero a su sobrino legítimo don Camilo Moreno Soto, a quien también nombró
albacea testamentario.111

sistemas hereditarios
A fin de evitar conflictos por herencias, los ricos acostumbraban a dictar su última
voluntad ante los notarios y/o jueces de primera instancia. De hecho, el dictado de
testamentos era una obligación jurídica impuesta desde el período colonial por las
autoridades castellanas, civiles y religiosas. La Iglesia insistía en que las personas
elaboraran testamentos para dejar arreglados todos sus asuntos terrenales y así
morir en paz; además, tenía esperanza de que al momento de instituir herederos
los testadores dejaran parte de su fortuna a la institución. A su vez, la autoridad
real estaba preocupada por la justa repartición de los bienes materiales de los
fallecidos y, en el caso de los europeos, quería asegurar que sus bienes fueran
entregados a sus herederos en la península. Con el objeto de vigilar el cumplimiento
de los testamentos se establecieron juzgados específicos. Los obispos, en sus visitas
pastorales a las parroquias, revisaban con frecuencia las disposiciones que habían
dejado en su postrera voluntad los testadores. Los bienes de quienes no dejaban
algún documento jurídico eran repartidos vía abintestato (intestamentaria), para
lo cual existían también reglas específicas. Sin embargo, no siempre fue posible
que las personas dictaran su última voluntad ante un escribano, ya fuera porque
repentinamente los sorprendió la muerte, por el elevado costo que tenían esas
diligencias o simplemente porque no se tomaron el tiempo de hacerlo.
El testamento, en tanto que instrumento jurídico, reunía los datos generales del
testador, comprendía las cláusulas correspondientes a las disposiciones espirituales,
patrimoniales, institución de herederos, albaceazgo y validez testamentaria así como
el lugar, la fecha y las firmas de las personas que intervenían en su protocolización.
Dentro de las cláusulas patrimoniales se incluía la relación de pasivos, es decir, la
lista de deudas que dejaba el testador, mientras que los activos comprendían el
conjunto de haberes o bienes. Después de reconocer los bienes del testador, los
escribanos registraban los nombres de las personas e instituciones herederas.
Respecto a las formas de sucesión, entre los testadores de Nieves se han
identificado dos vías: indiviso preferencial y diviso equitativo. Ambas opciones
aparecen claramente definidas en los 36 testamentos que logramos reunir para el
período de este estudio. La primera privilegiaba a algún miembro de la familia y
tenía claramente la intención de evitar la dispersión de las fortunas. En cambio, la
segunda consistía en el reparto de los bienes de manera equitativa entre todos los
descendientes, a quienes, de acuerdo con la legislación de la época, les correspondía
por derecho.
111 Archivo Histórico del Estado de Zacatecas, en lo sucesivo AHEZ, Notario Manuel R. Magallanes, 1897, ff. 10–13.

84
Tabla 20. Sistemas hereditarios en Nieves durante los siglos XIX y XX

Año Nombre del testador y familia Sistema de sucesión Sistema hereditario


Teodoro Fraire, hijo de Carlos Diviso equitativo entre los Universal sucesorio
1884 y Dolores Ramírez. Casado con hijos privilegiando a su hijo
Josefa Muñoz (5 hijos) por célibe
Refugia Chavarría (36 años), h. Indiviso preferencial para Unilineal por principio
1884 de Antonio y Facunda González Petra Alcalá de Peyri, por de afectividad
desamparo
José Ma. Lugo, casado Diviso equitativo entre Universal
1890 con Francisca Cruz, sin esposa y su hermano
descendencia Rosalío
Manuel Calderón de la Barca Indiviso preferencial a Lineal por principio de
(46 años), h. de Joaquín y de su hijo adoptivo Manuel progenitura adoptiva
1898 Manuela Reyes. Casado con Calderón
Atanasia León, sin descendencia
pero adoptó a Manuel
Camilo Moreno, casado con Divisorio equitativo, Universal sucesorio
1902 Juana B. Soto (3 hijos) y luego mejorando en el quinto a incluyendo hijos de 3
con Teresa Montañez (4 hijos) su hijo Camilo mujeres
Felícitas Soto (57 años), h. de Dejó para distribuir entre Universal con
Aniceto y Agustina Núñez. Sin los pobres de la hacienda inclusión de familiares
ascendencia ni descendencia de San Felipe 500 pesos. externos e Iglesia
1909
A su sobrino Genaro 20
mil y a la parroquia de Río
Grande 300 pesos
Ciriaca González, h. de Diviso equitativo entre Universal femenina
1910 Francisco y Juana Orozco. sus dos hijas
Casada con Faustino Botello
Josefa Hernández (70 años), h. Diviso preferencial Unilineal por principio
de José Ma. y Josefa Estrada. de progenitura
1913
Casada con Doroteo Ramírez (4 Medio reservable
hijos)
Natalio González Peña (34 Indiviso, preferencial a su Unilineal por principio
años), h. Natalio y Máxima esposa matrimonial.
1918
Rocha. Casado con Agustina
Vaquera, sin descendencia
Jesús Bollaín y Goytia casado Diviso equitativo entre Universal por
1919 con Andrea León y luego con sus hijos principio de sucesores
Ramona Blanco (7 hijos)
Isabel Morales, casada con Diviso equitativo entre los Universal entre todos
1920
Agustín Silva (5 hijos) hijos sus hijos

85
Año Nombre del testador y familia Sistema de sucesión Sistema hereditario
Refugio Juárez, h. de Jesús Indiviso, preferencial a su Unilineal por
y Felipa Conde. Casó con esposa principio matrimonial.
1921 Anastasia Castañeda y Atanasia No incluyó a sus hijos
Orozco (6 hijos)

Francisco Álvarez Pichardo, Diviso equitativo. Incluyó Universal por


casado con Ma. Jesús Calderón a Juan Aguilar principio de
1925 y luego con Francisca Adame progenitura
(2 hijos)

Lic. Catarino Olvera, casado Diviso equitativo entre Universal por


con Cristina Villanueva (9 los hijos y a su segunda principio sucesorio y
1932 hijos), luego con Rosa López, esposa matrimonial
sin descendencia

Fuente. Elaboración propia a partir de la consulta de testamentos.

Al parecer, la decisión de adoptar una de esas dos formas no dependía del tipo
de bienes ni el monto de la riqueza que poseía el testador. Es probable que tuvieran
que ver más bien con el afecto de las personas, pues a menudo se mencionaba la
frase “por el mucho aprecio y servicios con que me ha servido, es mi voluntad
mejorar en el remanente del quinto a mis hijos”.112
Pero también en algunas ocasiones no sólo se mejoraba a un hijo sino que se
recurría al sistema hereditario unilineal por principio de progenitura masculina
o afectividad, que consistía en transmitir los bienes solamente al primer hijo, de
preferencia que fuera varón, o a quien mayor afecto se había ganado.

Tabla 21. Sucesión de bienes que aportaron


a sus familiares algunos testadores

Testam. Matr. Esposos Bienes Herederos


Teodoro Fraire Declaró que sus bienes Los heredó a sus cinco
1884 1860 casado con eran conocidos por sus hijos, sin mencionar sus
Josefa Muñoz albaceas nombres
Cosme Ramírez No especificó Heredó a la Iglesia de
casado con Nieves 106 pesos
1886 1870 Refugia Viedma

112 Ver, por ejemplo: AHMS, exp. 92, ff. 115–118v, año 1835. Testamento de Gertrudis de la Cueva. En este caso se trata de Guadalupe
y Carmen.

86
Testam. Matr. Esposos Bienes Herederos
Herculana Terrenos de labor y de A sus hijos Dionisio,
Castañeda viuda riego. Además, casas en Dolores, Estaban, Juana,
de Tenorio Río Grande Virginia y María, una
labor con el cupo de 15
almudes de riego más otra
1897
labor de riego, una huerta
de árboles, un terreno
para casa en Río Grande
y una casa ubicada en
calle Constitución
Camilo Moreno Una casa en Zacatecas, A sus hijos del primer
casado con doña más todas las fincas y matrimonio Genaro y
Juana Bautista potreros de la cofradía Camilo, así como a los
Soto en Villa de Cos y la casa de su segundo que tuvo
de Buenavista; dos casas con Teresa Montañez que
chicas en Fresnillo; la fueron María Guadalupe,
hacienda de Santiago, José Tereso, Jesús,
tres mil cabezas de Natalio, Francisco José y
1897 1854 ganado menor, 150 reses, María Carmen
25 yuntas de bueyes, 3
carretones y 100 bestias
caballares y a Genaro y
Camilo Moreno y Soto, un
crédito que le adeudaban
las haciendas de Pastelera
y San Felipe

Ciriaca Gonzá- Una tienda A sus hijos María y María


1910 lez con Faustino Ana, 303 pesos a cada
Botello una
Bernardina Una casa en Nieves, A sus hijos Luz, Manuel,
Soto casada con sobre calle 5 de Mayo, Alfonso, Rodolfo,
Trinidad del una labor de temporal Enrique, Ma. Nieves
Real llamada Barrialito, otra y Enriqueta todos sus
de riego y temporal bienes
1910 1890 conocida como Tenería, y
el rancho conocido como
San Agustín del Refugio
(en la actualidad Alfonso
Medina)

87
Testam. Matr. Esposos Bienes Herederos
Josefa Hernán- Un terreno de 8 Todos sus bienes los
dez casada con caballerías, en San Lucas heredaron a sus hijos
Doroteo Ramí- que compraron a José Ma. Juan, Desiderio, Jesús y
rez Cosío, donde fincaron una Refugia
1913 casa y rancho llamado San
José. Más un derecho de
terreno comprado a Rafael
Aguilera

J. Refugio Dos créditos hipotecarios A sus hermanas María


Álvarez de 57 del Carmen de Pérez
años originario Quintero y Manuela
de Nieves hijo Álvarez de Garay, la
1916 de Antonio hipoteca del rancho el
y de Refugio Pasaje y otro crédito en
González contra de Cirilo Álvarez

Jesús Bollaín y Propietarios del Vergel en A sus hijos Cresencio,


Goytia casado el municipio de Nieves Refugia, Francisco,
con Andrea y La Purísima en el Guadalupe, Andrea,
de León. Al municipio de San Juan de Concepción y Eva
1919 1900
enviudar se casó Guadalupe. Además de La
con Ramona Concha en Valenciana
Blanco

Isabel Morales Finca rústica llamada Heredó sus bienes a sus


casada con Santa Fe, al sur de Nieves hijos Norberto, Antonio,
1920 Agustín Silva (39 hectáreas de labor y Felipe, Apolinar y Ángela
agostadero). Una casa en
Nieves
Refugio Juá- Ninguno aportó nada al Con Anastasia Castañeda
rez casado con matrimonio procreó a Porfiria, Julia,
Anastasia Cas- Victoria y Gregorio,
1921 tañeda pero al morir Castañeda,
Refugio se volvió a casar
con Anastasia Orozco
pero ya no tuvo hijos
Josefa Bollaín La quinta parte del rancho A su sobrina de nombre
y Goytia El Vergel y caballada en la Guadalupe Bollaín y
1923 (doncella) misma finca Goytia

88
Testam. Matr. Esposos Bienes Herederos
Francisco Sin precisar Al morir su primera
Álvarez mujer, volvió a casarse
Pichardo casado con Francisca Adame
con Ma. de con quien procreó varios
1925 1870
Jesús Calderón hijos de los que sólo
sobrevivieron Leopoldo y
Jesús a quienes les heredó
sus bienes
Josefa Eloisa Una huerta de riego en San A Refugia Aguilar la
Adame casada Lucas de Abajo. Más 12 huerta de riego y el
con Manuel hectáreas de temporal en terreno de temporal.
1925 1909 Vargas el Jagüey. Ganado cabrío,
además de menaje de casa El resto de bienes a sus
hermanos Manuel y
Guadalupe Adame

Francisca El edificio llamado A su hijo Vicente, la


Calderón Hacienda de Fundición y hacienda de fundición y
casada con José un terreno junto al rancho rancho San José.
1929 1861 González San José. Además otro en
Calabacillas A sus hijas Refugia y
Juana, un terreno de labor
que dejó su esposo

Lic. Catarino Una finca urbana en A sus hijos Leopoldo,


Olvera casado Nieves, un terreno de labor Abelardo, Evangelina
con Cristina y agostadero en el Tecuán y Cristina, la casa y el
Villanueva (100 hectáreas), más otro terreno del Tecuán.
1932 1881 terreno de sembradura y
un tronco de mulas A su segunda mujer de
nombre Rosa López, la
labor de sembradura y el
tronco de mulas
Refugia Calde- Hacienda de Cieneguilla, A sus hijas Berta, Elena,
rón casada con valuada en 18 mil pesos; María y Dolores, todos
Ignacio Arreola la que heredó de sus sus bienes ubicados en
padres Joaquín Calderón Cieneguilla y las fincas
1932 1884 y Manuela de los Reyes. urbanas en Nieves.
Todo el ganado
Autorizó a su sobrino Al-
fredo González Piñera,
que firmara el testamento

Fuente. Elaboración propia a partir de la consulta de testamentos.

89
Los sistemas de sucesión y hereditarios están directamente relacionados con la
nupcialidad dado que, como hemos señalado arriba, la elección de la pareja, el
momento de la celebración nupcial y, en cierta manera, hasta el modo de vida,
estaban determinados en buena medida por lo que los nuevos contrayentes podían
recibir como herencia de sus parientes. Además, cuando los padres de la novia
tenían algún patrimonio y deseaban heredarlo a sus hijas al momento de casarse,
les entregaban la dote. El ritual del matrimonio comprendía dos momentos: uno
privado, donde los novios después de acordar su enlace intercambiaban objetos
en señal de compromiso, otro público, que se sellaba ante la Iglesia. Como ayuda
para sustentar las cargas del matrimonio. En algunos testamentos se incluye la
frase “por cuenta de la legítima paterna y materna para que [el heredero] logre
en el matrimonio alguna de las conveniencias que la desea y pueda sobrellevar
sus cargas con comodidad”.113 Otras ocasiones se puede observar en los distintos
sistemas de sucesión que los testadores deseaban otorgar sus bienes a distintos
miembros de la familia por hallarse en situación desacomodada o desamparada,
o bien lo hacían en señal de demostración del cariño que le tenían al joven o a la
señorita que les había servido durante su soltería en los quehaceres del hogar.

113 AHEZ, Testamento de Teodoro Fraire, año 1884. En el documento expresa su deseo de privilegiar la herencia de su hijo Florentino
por encontrarse soltero y para que de esa manera pudiera ayudarse en caso de que llegare a casarse. De manera semejante, Refugia
Chavarría, en su testamento, designó heredera de sus bienes a Petra Alcalá por hallarse desamparada de su esposo José Peyri. AHEZ,
Testamento de Refugia Chavarría, año 1884.

90
caPítulo III
FEcundIdad

E
n la demografía histórica se ha planteado la necesidad de reconstituir las
familias para calcular la fecundidad de las mujeres. Este método, ideado
por Louis Henry y M. Fleury, se basa en la recolección de datos incluidos
en los registros parroquiales de bautizos, casamientos y entierros. Desde luego
que se puede hacer el mismo ejercicio con los datos de nacimientos, matrimonios
y defunciones del Registro Civil. Se organiza la información en fichas de familias
que se abre con el casamiento de la pareja, en cada una de éstas se asienta el
nacimiento de los hijos y se cierra con la muerte de la madre, del padre o la
disolución del vínculo matrimonial.
La fecundidad está determinada por la edad de la mujer al casarse, la edad
en que deja de procrear, la duración de las uniones conyugales, el tiempo que
transcurre entre la unión y el nacimiento del primer hijo (intervalo protogenésico)
y los intervalos (intergenésicos) entre los nacimientos del resto de la progenie. Si
no se puede determinar la disolución del vínculo matrimonial se considera que
la ficha familiar queda abierta, por lo que este último tipo de fichas tiene que
considerarse por separado en el análisis de los datos.114
Si bien el método de reconstrucción de familias es el único que permite conocer la
fecundidad de las mujeres, presenta desafíos relacionados con la gran cantidad de
tiempo que se tiene que invertir en la recopilación de la información y los recursos
necesarios para ello. Además, la investigación se restringe a las familias estables, sin
tomar en cuenta a las que migran, y no se incluye en el estudio la descendencia de
las uniones consensuales ni la de las madres solteras, como tampoco se diferencia
la fecundidad de las mujeres ricas de las humildes. En el capítulo anterior, mostré
que la migración en Nieves, durante el período estudiado, era mínima, por lo que
no consideré necesario analizar casos de familias migrantes. Por otra parte, traté de
distinguir las familias pudientes de las pobres, separando las familias de los hacendados
o propietarios de minas de las demás y medí la ilegitimidad por medio de los registros
de niños abandonados o de párvulos, cuyo padre biológico era desconocido.

Tabla 22. Número de fichas cerradas y abiertas

Nupcias Fichas Fichas Total de


Años
por año cerradas abiertas fichas
1858 1 1 2
1859 2 1 3
1860 1 1 2
1861 147 19 39 58
114 Louis Henry, Manual de historia demográfica, Barcelona, Crítica, 1983, pp. 103–241.

91
Nupcias Fichas Fichas Total de
Años
por año cerradas abiertas fichas
1862 109 20 30 50
1863 150 34 37 71
1864 45 4 9 13
1865 67 9 13 22
1866 47 2 5 7
1867 21 4 4 8
1868 6 2 1 3
1869 80 25 29 54
1870 103 31 50 81
1871 88 21 40 61
1872 4 2 1 3
1873 75 17 23 40
1874 64 13 25 38
1875 62 12 21 33
1876 42 8 10 18
1877 59 15 20 35
1878 58 8 16 24
1879 96 13 18 31
1880 96 31 22 53
1881 100 22 13 35
1882 85 21 19 40
1883 85 15 13 28
1884 92 22 18 40
1885 66 24 12 36
1886 76 10 13 23
1887 103 13 13
1888 90 22 22 44
1889 104 28 14 42
1890 87 25 16 41
1891 89 25 19 44
1892 75 22 22 44
1893 69 14 23 37
1894 51 16 12 28
1895 69 21 29 50
1896 47 13 17 30

92
Nupcias Fichas Fichas Total de
Año
por año cerradas abiertas fichas
1897 66 23 27 50
1898 90 25 43 68
1899 38 8 15 23
1900 92 20 36 56
1901 45 14 12 26
1902 77 17 21 38
1903 51 14 13 27
1904 71 12 14 26
1905 68 10 3 13
1906 80 10 1 11
1907 96 17 4 21
1908 67 11 11
1909 60 9 14 23
1910 87 10 22 32
1911 114 14 21 35
1912 101 12 27 39
1913 75 13 18 31
1914 85 9 18 27
1915 76 11 5 16
1916 74 10 7 17
1917 42 9 6 15
1918 36 6 6 12
1919 48 8 5 13
1920 83 17 9 26
1921 19 5 3 8
1922 20 7 5 12
1923 24 6 5 11
1924 13 5 1 6
1925 65 10 7 17
1926 53 3 9 12
1927 14 4 2 6
1928 125 10 7 17
1929 79 10 14 24
1930 72 7 16 23
1931 71 8 7 15

93
Nupcias Fichas Fichas Total de
Año
por año cerradas abiertas fichas
1932 73 11 1 12
1933 28 3 3
1934 71 4 3 7
1935 48 6 2 8
1936 39 2 2
1937 110 11 2 13
1938 91 6 1 7
1939 96 5 1 6
1940 80 3 2 5
1941 106 11 5 16
1942 32 3 3 6
1943 41 5 4 9
1944 33 4 4
1945 26 0 0
1946 81 3 1 4
1947 112 2 1 3
1948 109 3 2 5
1949 121 2 2
1950 113 2 2
S/especificar 26 47 73
Suma 6394 1101 1178 2279

Fuente. Elaboración propia.

Al método demográfico de reconstrucción de familias añadí la elaboración de


genealogías que permite ver la evolución de las familias a través de varias generaciones.

concepciones prenupciaLes
Con todo y que tanto la Iglesia como el Registro Civil insistían en que para llevar
una vida marital115 era indispensable antes haber celebrado el matrimonio, algunas
parejas habían decidido unirse antes de cumplir con esa obligación legal.
Para efectos demográficos se considera que hubo concepción prenupcial cuando
entre la fecha de la boda y el nacimiento del primer hijo existe un período
menor de siete meses. La cantidad de esas concepciones sugiere la existencia de
comportamientos sexuales que no se apegaban a la norma eclesiástica y desafiaban
115 La vida marital se considera cuando existe de por medio una cohabitación de carácter permanente y estable o también cualquier
tipo de convivencia estable de pareja, aunque sea de manera ocasional o esporádica.

94
la moral imperante. En Nieves, de los 6 135 matrimonios con hijos, analizados
durante el período que cubre este estudio, en 151 casos (2.5%) se produjo concepción
prenupcial. Este valor es algo superior al reportado en Sombrerete donde alcanzó
1.0% para el período de 1677 a 1825. La mayor frecuencia en las concepciones
prenupciales correspondía a mujeres de 16 a 20 años de edad, seguidas por las de
21 a 25 años. Estos resultados en un municipio donde la presencia de la Iglesia fue
muy fuerte, indican unas prácticas sexuales más recatadas que en otras regiones,116
que también quedan reflejadas en las bajas tasas de ilegitimidad.
La Iglesia consideraba como pecados las relaciones consensuales, el incesto, la
poligamia, la descendencia ilegítima, el divorcio, la bigamia, los matrimonios
de impúberes y los matrimonios con consanguíneos hasta el segundo grado.
Como se explicó en los capítulos I y II, para que un vínculo matrimonial fuera
lícito era necesario cumplir ciertos requisitos: compromiso formal ante testigos,
amonestaciones públicas en tres ocasiones festivas en una parroquia, intercambio de
los desposados y entrega de la novia en la celebración litúrgica por parte del padre.

Tabla 23. Concepciones prenupciales

Edad de
Frecuencia
las mujeres
12-15 8
16-20 59
21-25 34
36-30 15
31-35 11
36-40 6
41-45 2
50 1
No sabe 15
Total 151

Es posible que algunas parejas vivieran en unión libre debido a su condición


de pobreza, aunque es difícil encontrar este tipo de testimonios en los
archivos.117 Lo que sí sabemos es que la Iglesia insistía constantemente en
perseguir el amancebamiento, los obispos en sus visitas pastorales convocaban
a los que se hallaban en esa condición para que formalizaran su relación, pero
la documentación parroquial muestra un resquicio de desobediencia a esas
exhortaciones. Por su parte, la ley sobre el matrimonio civil, decretada desde el
23 de julio de 1859, contemplaba actos lícitos e ilícitos de las personas, diciendo
116 Tan sólo en el período comprendido del 1842 a 1869 se registraron en los juzgados de Nieves 52 delitos relacionados con conductas
sexuales ilícitas. AHMN, libros de juzgados, años 1840–1860. Los más comunes fueron incesto, estupro, amasiato y bigamia.
117 Estos arreglos matrimoniales han sido considerados como “recursos de los pobres”, que explican cómo sobreviven los marginados.
Larissa Adler de Lomnitz, Cómo sobreviven los marginados, México, Siglo XXI, 1991.

95
que existía una graduación en cuanto a la correspondencia del acto con la norma,
a saber: a) actos indiferentes al derecho, b) actos conformes con el ordenamiento
jurídico, c) actos contrarios al orden público o a las buenas costumbres y d) actos
contrarios al ordenamiento y, además, dañosos.118
En suma, tanto la Iglesia como el Registro Civil en México establecieron normas
para regular las uniones matrimoniales con la finalidad de proteger la integridad
de la familia. Sin embargo, hemos observado que muchas parejas seguían
teniendo relaciones antes de haber establecido una relación legal. Esta práctica
ha venido disminuyendo según se puede constatar a través de la cantidad de hijos
ilegítimos, cuando hemos detectado que durante el período colonial alcanzaba
cifras superiores al 15% mientras que para finales del siglo XIX y la primera mitad
del XX apenas representaba el 3%.

iLegitimidad

Los niños nacidos fuera de matrimonio pudieron haber sido abandonados por su
padre biológico, o ser producto de uniones consensuales no reconocidas por la
Iglesia. Sería interesante conocer la estabilidad conyugal y familiar de esas uniones
consensuadas, la duración del vínculo, la procreación de la pareja y el sostenimiento
económico de la familia así constituida. Desafortunadamente, ni en los registros
de bautizos ni en los de los nacimientos se consignó al padre biológico si no se
encontraba casado con la madre, de modo que no hay manera de identificar la
cantidad de parejas que vivían en unión libre. Sin embargo, se detectó una serie
de concepciones prenupciales. Cerca del 2.5% de los niños nacían en un período
menor a los siete meses después del matrimonio de sus padres, lo cual sugiere que
el embarazo de la mujer condicionó su unión con el progenitor ante la Iglesia, y
que las parejas que habían vivido hasta entonces en amasiato se casaban para que
sus hijos no nacieran en calidad de ilegítimos. Pese a lo anterior, varias mujeres
solteras decidieron procrear algunos hijos, de manera que ese es un indicador de
la existencia de uniones consensuadas.
Se identificaron también varios casos de parejas que tuvieron hijos y formalizaron
años después su unión, lo cual da a entender que no rechazaban el sacramento del
matrimonio sino que vivían en concubinato quizá por el alto costo que significaba
para muchos pagar una boda. Pero, como ya se señaló, no eran casos frecuentes.
En Nieves, de las 6 135 familias con hijos, sólo 151 nacimientos resultaron de
una concepción prenupcial. Se sabe que algunos grupos o sectores sociales
acostumbraban, de acuerdo con su tradición o condición económica, un tipo de
“unión conyugal” reconocida en el grupo donde se practicaba. Éste era el caso de
los indios que conservaban rituales propios pero que los teólogos no aceptaban,
pues se daban fuera del matrimonio eclesiástico y de las normas católicas.
118 El registro civil en México. Antecedentes históricos, legislativos. Aspectos jurídicos y doctrinarios, México, Secretaría de Gobernación/Dirección
de coordinación con el registro civil, 1981, p. 149.

96
tamaño de Las famiLias

Para determinar el tamaño de las familias, es decir, el número de hijos que las
parejas casadas tuvieron entre 1861 y 1950, sólo se tomaron en cuenta las 1 101
familias para las cuales se pudo cerrar las fichas correspondientes, ya que sólo
en estos casos se tiene la certeza de que el matrimonio terminó y que la pareja
ya no concibió otros hijos. En algunos trabajos demográficos se han utilizado los
padrones para calcular el número y el tamaño de las unidades domésticas, sin
embargo, decidí dejarlos de lado en primer lugar porque no todos los que viven
en una casa son familiares y porque los padrones representan sólo un momento en
la vida de las personas y en la composición de las familias, además de que sólo se
han encontrado padrones detallados para 1910 y 1930.
Con el propósito de realizar un análisis más fino acerca del comportamiento de
las familias en cuanto al número de hijos, el período que comprende este estudio se
dividió en dos momentos cuyo parteaguas es la Revolución mexicana: el primero va
de 1861 a 1910 y el segundo, de 1911 a 1950 corresponde a la explosión demográfica
en México que no aparece como tal en Nieves. Durante el primer período, las
familias tenían en promedio 3.5 hijos, mientras que en el segundo, cuatro.
Sin embargo, al revisar de conjunto todo el período de estudio pudimos detectar
que de las 1 101 familias que logramos reconstruir, el 22.9% no reportaron hijos en el
municipio de Nieves. 158 parejas tuvieron únicamente un hijo; 103, tuvieron cuatro;
le siguieron las que tuvieron dos (97) y las que tuvieron tres (92). Sólo una familia
tuvo 14 hijos, se trata de la pareja formada por Marcelino Salcedo Ávalos y María de
Jesús Rodríguez Hernández, vecinos de Orán, quienes contrajeron matrimonio en
Nieves el 18 de diciembre de 1869. Además de que no eran frecuentes durante ese
primer período las familias numerosas, muchos niños morían a tierna edad. Ello se
puede constatar en los registros de defunciones donde predominan las muertes de
infantes, sobre todo cuando atacaban los brotes epidémicos de viruela y sarampión,
la muerte arrasaba con un gran número de párvulos, como se mostró al final del
primer capítulo. Para sustituir a los muertos, las familias acostumbraban asignar los
nombres de pila de los fallecidos a los niños nacidos después.

Tabla 24. Número de hijos por familia

Número De 1861 a 1910 De 1911 a 1950


hijos Parejas Porcentaje Parejas Porcentaje
0 3 .4
1 158 19.1 5 1.8
2 97 11.7 71 25.8
3 92 11.1 38 13.8

97
Número De 1861 a 1910 De 1911 a 1950
hijos Parejas Porcentaje Parejas Porcentaje
4 103 12.5 26 9.5
5 71 8.6 24 8.7
6 48 5.8 16 5.8
7 40 4.8 7 2.5
8 15 1.8 8 2.9
9 4 .5 6 2.2
10 5 .6 3 1.1
11 2 .2 1 .4
13 1 .4
14 1 .1
Total 639 77.4
Sistema 187 22.6 69 25.1
Sumas 826 100.0 275 100.0

Fuente. Elaboración propia.

En el período comprendido de 1911 a 1950, las familias tenían en promedio


sólo cuatro hijos. El 26% de las parejas tuvieron un hijo único; 14%, dos; 10%
procrearon tres pero la pareja más prolífica tuvo 11 hijos.
Este estudio, más que una relación con la explosión demográfica mexicana en la
primera mitad del siglo XX, tiene semejanza con lo que pudo encontrar Paulina
Torres Franco, en la sociedad de la parroquia de Encarnación durante el período
comprendido de 1778-1822. De las 1 025 fichas que logró cerrar:

14.24 por ciento de las familias reconstruidas bautizaron sólo a un hijo, 9.85 por
ciento a dos hijos, 9.66 por ciento a tres hijos, 9.66 por ciento a cuatro hijos,
20.39 por ciento no tuvieron hijos y el 36.2 por ciento restante bautizaron a más
de cinco hijos. Cabe resaltar que las parejas que tuvieron pocos o ningún hijo,
fallecieron tempranamente; por ejemplo 56.25 por ciento de las parejas que no
tuvieron vástagos estuvieron casadas por menos de cinco años.119

Las diferencias que se encuentran en Nieves quizá se pueden atribuir a que este
lugar tuvo menor estabilidad especialmente en el período que comprende este
estudio, debido a las crisis de subsistencia y brotes epidémicos que presionaron a
la población y se analizaron en el capítulo primero.

119 Carmen Paulina Torres Franco, ¿Entre parientes?... p. 206.

98
períodos protogenésicos

El período que transcurre entre el momento de la celebración nupcial y el


nacimiento del primer hijo se denomina período protogenésico. Las parejas
acostumbraban tener a su primer hijo durante el primer año después de la fecha
de su matrimonio (40.8% de los casos); el 17.3% de los matrimoniados esperaban
entre uno y dos años; el 11.6% hasta tres años; 8.7% entre tres y cuatro años; 4.7%
cinco años y sólo el 3.7% entre seis y siete años.

Tabla 25. Intervalo entre el matrimonio y el primer


parto según la edad de las mujeres

Períodos de edad de las mujeres


Intervalo No se Total
12-15 16-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-45 46-58
sabe
0-11 meses 47 418 206 71 31 11 10 8 70 872
12-23 meses 38 207 79 28 3 1 0 0 13 369
24-35 meses 27 144 52 15 4 1 0 0 5 248
36-47 meses 20 114 42 8 1 0 0 0 2 187
48-59 meses 6 65 17 6 0 2 0 0 5 101
60-71 meses 9 53 15 9 1 0 0 0 4 91
72-83 meses 10 43 21 2 0 1 0 0 3 80
84 y más 20 108 44 5 1 1 0 1 7 187
Total 177 1152 476 144 41 17 10 9 109 2135

Fuente. Elaboración propia a partir de la consulta de registros parroquiales y civiles.

períodos intergenésicos

Los intervalos intergenésicos corresponden al lapso que transcurre entre un parto


y el otro. Dado que el valor de este intervalo se relaciona habitualmente con el
período de amamantamiento, no parece posible concluir que en Nieves la duración
de la lactancia fuera diferente de la usual en el resto de las poblaciones de la
república mexicana. En la parroquia de la Encarnación, por ejemplo, el intervalo
intergenésico más frecuente fue de entre 12 y 24 meses, así que para que una
pareja tuviera tres hijos debían pasar de tres a seis años. Para tener cuatro hijos, la
mayoría de las parejas debían seguir unidas más de 8 años; de la misma manera
quienes tenía cinco hijos duraban unidos 10 años.

99
Tabla 26. Intervalo intergenésico (en porcentaje
por período de tiempo, 2135 parejas)

2º 3º 4º 5º 6º 7º 8º 9º 10º
Meses
hijo hijo hijo hijo hijo hijo hijo hijo hijo
8-11 2.5 3.6 1.6 0.4 2 1.3 3.3
12-23 36.5 28.6 28.3 24 29.9 30.7 26.7 26.6 50
24-36 29 30.1 31.9 38.4 31.2 36 26.7 53.3 33.3
36-47 9.7 11.5 12.2 7.3 7.6 8 20 6.7
48-59 5.7 10.4 6.5 9.4 9.7 8 10
60-71 3.4 5 4.1 3.7 4.1 5.3 3.3 6.7
72-83 2.8 2.7 3.9 3.7 2.8 2.7 3.3 16.6
84-95 2.8 2.3 4.4 6.1 6.3 1.3 3.3 6.7
Más
7.5 5.8 7 6.9 6.3 6.7 3.3
de 96
Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Las parejas de Nieves procrearon un hijo cada dos años, con mucha regularidad,
tal como se puede observar en la tabla 26. Sin embargo, la mayoría tuvo menos
de cinco hijos. No hay marcadas diferencias entre las que habitaban en el
medio propiamente rural y las que se hallaban en la cabecera del municipio.
Excepcionalmente, algunas familias tenían más de 10 hijos, por ejemplo la de
José Villanueva Castañeda y su esposa Juana Gallardo Compeán, que se ilustra
a continuación.

100
101
Como lo he indicado en el capítulo anterior, los novios se casaban a una edad
promedio de 24 años, aunque la moda era a los 21 o poco después, pero nadie
contraía nupcias antes de los 12 años o después de los 77 años de edad. Las mujeres
se unían en matrimonio en promedio a los 19 años de edad; sin embargo, 13%
de ellas lo hacía a los 18 años. Sorprende que una se haya casado a los 13 años
de edad: María de Jesús Zúñiga Lozano, quien en 1883 se matrimonió con Juan
Aguilar Estrada, vecinos de San Lucas. Esta pareja sólo logró procrear a cuatro
hijos, pues ella falleció víctima de un mal parto cuando apenas contaba con 28
años de edad, el 8 de agosto de 1896.
También se registraron matrimonios de personas de edad avanzada, por
ejemplo: en 1899, Florentino Zapata con Wenceslada Castruita; en 1909, Albino
Hernández con Juana Mercado; en 1879, Isidoro Rodríguez con Nicolasa Pérez;
en 1870, Juan Eulogio Hernández con Guadalupe Rosales; en 1880, Pablo
Navarro con Urbana Martínez y en 1882, Cástulo Ovalle con Tomasa Almaraz.
Todos ellos tenían más de 50 años de edad al momento de su matrimonio y ya
no procrearon familia.

Tabla 27. Fecundidad por edad de las mujeres

Cantidad de hijos
Edad Total
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 13 14
12-15 17 45 29 20 23 17 11 4 6 1 3 0 0 1 177
16-20 124 255 202 148 154 118 66 46 22 10 4 3 0 0 1152
21-25 79 92 86 72 59 31 30 21 5 0 0 0 1 0 476
26-30 27 38 26 26 13 8 5 1 0 0 0 0 0 0 144
31-35 17 10 4 3 2 2 2 0 0 0 1 0 0 0 41
36-40 3 11 0 2 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 17
41-45 8 0 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 10
46-58 7 0 0 1 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 9
Núm.
19 19 11 17 13 11 7 9 2 0 1 0 0 0 109
det.
Total 301 470 359 289 264 188 122 81 35 11 10 3 1 1 2135

La duración deL matrimonio

Este aspecto se ha estudiado únicamente con las familias cuyas fichas se lograron
cerrar, es decir con 1 101 parejas. En promedio, los matrimonios nevenses duraban
unidos 33 años. 80% de las parejas compartían su vida durante más de 15 años,
pero solamente 20% permanecían juntas durante más de 25 años. Hubo casos

102
extremos de matrimonios muy breves como el de Andrés Silva Velázquez, quien
se casó en 1939 con María de la Luz Castor Vázquez; tuvieron una hija llamada
Andrea, pero Andrés murió al año siguiente de su matrimonio. De manera
similar Nicolás Salaices Molina casado con Refugia Guzmán Estrada, procrearon
únicamente un hijo. Ella murió muy joven, a los 19 años de edad víctima de dolores
que padecía, de manera que su matrimonio duró sólo dos años.120 Pero también
hubo matrimonios que, atendiendo a las reglas de la Iglesia o las costumbres de
las familias, permanecieron unidos durante mucho tiempo, tal fue el caso de las
parejas formadas por Benito Ríos Sandoval y Amanda del Real Dávila, unidos
durante 68 años, quienes tuvieron nueve hijos. Eulalio Fernández Ávalos y Josefa
Botello Favela, no obstante de haber permanecido juntos durante 61 años, sólo
procrearon cuatro hijos. Pedro Rocha Zapata y Dionisia Espino Vega, durante 60
años de unión conyugal tuvieron seis hijos.
Como se puede advertir, el hecho de permanecer unidas las parejas durante
mucho tiempo podía dar lugar a mayor cantidad de hijos según las condiciones
biológicas, y de salud de parte de los cónyuges; sin embargo, en esa decisión
de procrear más hijos también estaban de por medio otros factores sociales,
económicos y culturales. No siempre fue posible lograr la conformación de
familias con muchos hijos y sobre todo, verlos llegar a la edad adulta debido a
la alta mortalidad que se presentaba especialmente durante los primeros días o
meses de vida.

La geneaLogía
El método genealógico fue propuesto por el psicólogo británico W. R. R. Rivers
para reconstruir historias de vida, aprovechando los aportes de la biología y de
la genética. Este autor echa mano de variables relativas al parentesco como la
filiación, la herencia, la natalidad, nupcialidad, mortalidad, número de integrantes
por familia, tipo de unión conyugal, etcétera. Propone fundamentalmente tres
análisis: se trata primero de conocer los sistemas de parentesco, la normativa
que regía el matrimonio y las leyes que regulaban la filiación y la herencia de la
propiedad.121 Sin embargo, Rivers no se refirió aquí a los sistemas de parentesco
que luego aparecieron en la antropología social y cultural, sino más bien a un
aspecto muy específico de dichos sistemas: las terminologías de parentesco.122
El parentesco está determinado por líneas y grados. El grado se refiere a la
generación. Así el padre es pariente en primer grado de su hijo y en segundo
grado de su nieto. La serie de grados constituye la línea de parentesco. La línea
puede ser directa o colateral: es directa la que comprende a los parientes que
descienden uno de otro y es descendente o ascendente, según se deslice por serie
120 AHMN, Libros de matrimonios y defunciones.
121 W.H.R. Rivers, “El método genealógico de investigación antropológica”, en Llobera, J.R. (comp.), La antropología como ciencia,
Barcelona, Anagrama, 1975, pp. 85–95.
122 Ibidem.

103
de generaciones. La que comienza con los hijos y se extiende al padre, abuelo o
bisabuelo se llama línea ascendente e, inversamente, la que toma como punto de
partida al abuelo hacia los hijos, nietos y bisnietos se llama línea descendente.
Dentro del estudio de la regulación del matrimonio, se consideran las tendencias
a la exogamia, la endogamia étnica, geográfica o consanguínea; la frecuencia de
los matrimonios monógamos y/o polígamos; las pautas seguidas en la elección de
los cónyuges, las formas de residencia después de las nupcias y la presencia de
matrimonios cruzados. También se fijó en las leyes que norman la filiación y la
herencia de la propiedad. La filiación se refiere a la relación que existe entre dos
personas o más, de las cuales una es el padre o la madre de la otra o de las otras,
mientras que la herencia de la propiedad alude a la sucesión del patrimonio de
las personas.123
Los antropólogos cuentan con todo un corpus teórico y metodológico para
reconstruir genealogías y, han desarrollado técnicas de campo y métodos de análisis
que permiten acercarse al significado social de las estructuras de parentesco en
diversas sociedades. En la actualidad, como lo han mostrado tanto antropólogos
como sociólogos, los datos genealógicos se utilizan para regular los casamientos,
la herencia de las propiedades, la sucesión política, etcétera, y nos permiten
definir patrones de matrimonio, fecundidad, así como enfermedades endémicas
o hereditarias, por ejemplo. Se emplean símbolos específicos para presentar la
información reunida, el sexo de los sujetos se señala con un triángulo en el caso
de los hombres y con un círculo el de las mujeres. Triángulos y círculos son unidos
por líneas. Las líneas que unen a los individuos permiten visualizar con facilidad
el tipo de parentesco que une a los sujetos.

123 La norma jurídica se apoya en el hecho biológico de la procreación, es decir, filiación consanguínea para crear la relación de
derecho entre los progenitores por una parte y el hijo, por la otra.

104
105
El despliegue de estas relaciones recibe el nombre de árboles genealógicos, que
muestran la descendencia o la ascendencia de la persona a partir de quien se está
construyendo el conjunto de redes parentales.124 En este trabajo utilicé el método
genealógico para ampliar la reconstrucción de las familias de Nieves. Gracias a su
utilización es posible advertir el carácter de la sociedad a través de las generaciones,
observar las líneas de parentesco consanguíneo y hasta ciertas preferencias en la
elección de las parejas. Además, por su diseño esquemático, fácilmente podemos
darnos cuenta del corto o extenso repertorio de la onomástica, así como ciertos
patrones en la asignación de los nombres de los descendientes. En esta parte,
por ejemplo, hemos detectado que las familias de Nieves, del último tercio del
siglo XIX y la primera década del XX, con frecuencia acostumbraban a asignar
un mismo nombre a más de uno de sus hijos y suponemos que esa práctica se
debía al menos a dos razones importantes: por un lado, reforzar cierto nombre
pero también precaver la probable pérdida de alguno de ellos ante la inevitable
mortalidad infantil.
A continuación, incluyo algunos árboles genealógicos que he construido
utilizando las bases de datos que logré reunir a partir de la captura de 59 199
registros de datos personales (nacimientos, matrimonios y defunciones) de la
población de Nieves durante el período comprendido de 1861 a 1950. Aclaro
que estos esquemas son únicamente una muestra del enorme caudal que logré
elaborar para este trabajo, el resto será incorporado ulteriormente en otro formato
y estarán disponibles para su consulta.

124 Robichaux precisa que el término parentesco es una palabra “multiuso”, y que muchos antropólogos utilizan sistema de parentesco
cuando hablan sólo de la terminología, pero que esta expresión abarca varios ámbitos de la realidad empírica, como redes genealógicas,
grupos de filiación localizados o no, grupos domésticos y sistemas reguladores de matrimonio. David Robichaux, “Principios patrilineales
en un sistema bilateral de parentesco: residencia, herencia y el sistema familiar mesoamericano” en Robichaux, D. (comp.) Familia y
parentesco en México y Mesoamérica: unas miradas antropológicas, México, Universidad Iberoamericana, 2005, pp. 167–270.

106
107
108
109
110
111
conclusIón

E
n el transcurso del presente trabajo podemos apreciar cómo a partir de
1861 la población de Nieves fue evolucionando con varios altibajos hasta
alcanzar un máximo de 15 134 habitantes en 1950, que representa el 2.3%
del total en el estado de Zacatecas; mientras que en 1871 apenas representaba una
proporción del 1.7%. Nieves siguió siendo un pequeño asentamiento en razón de
las precarias condiciones económicas, sociales, políticas y culturales que imperaron
durante todo este período de estudio en la región.
Las crisis continuas derivadas de la falta de lluvias en el campo, así como los
brotes recurrentes de epidemias, afectaron severamente el desarrollo de la
sociedad y forzaron a muchos a emigrar a otros lugares, aunque fueran cercanos,
en busca de mejores condiciones de sobrevivencia. Y aunque el municipio nunca se
despobló, hubo momentos en que varias familias tuvieron que acudir al consuelo
de la divinidad con la esperanza de encontrar remedio a sus males.
El análisis demográfico de las diversas variables en torno a la reconstrucción
de las familias de Nieves entre 1861 y 1950 reveló que, en general, las familias
tenían pocos hijos y que muchas veces no llegaban a la edad adulta a causa
de continuos brotes de viruela, sarampión, tos ferina y bronquitis. Estas
enfermedades, que aparecían en medio de las fiebres permanentes, a menudo
acababan con familias enteras.
De las 1 101 familias que logré reconstruir siguiendo el método de Louis Henry,
22.9% no reportaron hijos en el municipio de Nieves. Mientras que Sonia Pérez
Toledo y Herbert S. Klein encontraron que en Zacatecas en 1857 predominaban
las mujeres sobre los varones y que la mayoría eran inmigradas, en Nieves se
constata un equilibrio entre sexos; al igual que en Zacatecas, la mayoría de los
nevenses no eran trabajadores calificados y sobre todo, hasta antes de 1923 en
que se autorizó el fraccionamiento de las grandes haciendas, muy pocos eran
propietarios de tierras de labranza. Mientras en la ciudad de Zacatecas los
varones se casaban poco antes de los 25 años de edad, en Nieves la mayoría se
casaba a los 21 años, aunque la edad promedio era a los 24 años; sin embargo,
esa ligera ventaja no conllevó una mayor procreación de hijos.
En este camino de la reconstrucción de familias en el que ya se han sumado
otros investigadores como Herbert S. Klein, Carmen Paulina Torres Franco, David
Robichaux, Oziel Talavera y Rosalía Aguilera, se ha podido determinar el poder de
fecundidad de las mujeres y distinguir las distintas variables del mismo en varios
asentamientos de nuestro país.
La cuasi ausencia de migración en Nieves facilitó la reconstrucción de familias
y el alcance del análisis. En 44% de los casos, los miembros de la pareja eran
ambos oriundos de Nieves; en 13.6%, la novia era de Nieves y el novio forastero;
y en 4.8%, el novio era de Nieves y la novia foránea. En contadas excepciones, los

113
novios elegían a su pareja de un lugar distinto al de su residencia y generalmente
no se alejaban más allá de los 25 kilómetros. En este sentido, existe cierto
paralelismo con la sociedad sombreretense del período colonial, la cual demostró
un patrón de comportamiento migratorio a corta distancia, tal como ya lo he
señalado en mi libro titulado Migración a corta distancia. La población de Sombrerete
de 1677 a 1825.
En Nieves, aunque las mujeres acostumbraban a casarse a los 19 años de
edad tuvieron en promedio 3.5 hijos. Excepcionalmente hubo parejas que
lograron procrear a una decena de niños. Sin embargo, no se cuenta con toda la
documentación de bautizos y nacimientos, además de que algunas pocas parejas
emigraban temporalmente a lugares cercanos después de celebrar su matrimonio.
Por otro lado, dado que el ingreso de foráneos era también reducido y que, sobre
todo, las migraciones más numerosas procedían de lugares circunvecinos, resulta
un poco extraño que creciera la población con familias tan pequeñas y con tantas
parejas sin hijos. Además, no cambiaron significativamente las condiciones de
vida de la región, ni las tasas de mortalidad, como se expuso en el capítulo 1.
Tampoco parece que el aumento de la población nevense tuviera que ver con una
mayor cantidad de uniones consensuales e hijos ilegítimos, pues los ilegítimos
representan apenas 2.6% del total. En Nieves, al igual que en la parroquia de
Nuestra Señora de la Encarnación, casarse antes de tener hijos era la práctica más
frecuente. Lo anterior remite forzosamente a la confiabilidad de los datos, tal vez
el crecimiento gradual constatado en padrones y censos se deba sencillamente a
un cada vez mejor registro de los habitantes y no a un aumento demográfico real.

114
anExo

Familias reconstruidas de Nieves, período de 1861 a 1900.

Año Nombre Nombre F. Muerte Hijos de la pareja y


Edad Edad
matr. del novio de la novia Novio(a) fechas de nacimiento
Severiano (21/02/1883),
1878 Acosta Cruz 16 Vázquez Petra 16 31/10/1893 Leandra (03/03/1886),
Vicenta (18/04/1888)
1889 Acosta Pedro 32 Hernández Juana 20 21/02/1892 Brígida (28/06/1890)
Patricio (17/03/1883),
Josefa (19/03/1885),
Hilaria (14/01/1887),
Amalia (16/07/1889),
1880 Adame Ignacio 22 Muñoz Casimira 17 25/09/1924
Pedro (23/03/1893),
Ernesto (03/02/1894),
Ma. Luz (14/06/1896),
Ma. Jesús (22/08/1899)
Escobar J. Luz (09/07/1900),
1897 Adame José Ma. 19 16 22/03/1929
Ildefonsa Tobías (10/12/1902),
Leonarda (06/12/1885),
Miguel (29/09/1886),
Apolonio (02/03/1888),
Luis (20/04/1889),
1885 Adame Juan 25 Reyes Cecilia 20 25/04/1907 Juana (24/06/1890),
Leonor (12/01/1899),
Francisco (21/05/1900),
Amelia (19/02/1904),
Francisco (04/06/1906)
Luz (24/09/1874),
María (18/02/1877),
Seferino (27/04/1879),
1873 Adame Manuel 27 Rodríguez Josefa 26 19/07/1928 Beatriz (04/11/1881),
Ma. Desamparados
(05/05/1884),
Everardo (24/01/1887)
Severo (22/12/1900),
Pascual (27/05/1903),
Francisco (17/01/1905),
1898 Adame Manuel 33 Balderas Rafaela 20 07/03/1962 Manuel (12/02/1907),
Leonor (08/08/1909),
Valente (12/02/1911),
Salvador (17/01/1917)

115
Año Nombre Nombre F. Muerte Hijos de la pareja y
Edad Edad
matr. del novio de la novia Novio(a) fechas de nacimiento
Adolfo (28/09/1898),
David (29/12/1900),
1892 Adame Pedro 25 Lozano Luisa 19 27/12/1942
Juliana (03/08/1903),
Tomás (07/03/1909)
Bibiano (02/12/1883),
Agüero González Román (22/02/1886),
1883 20 19 09/05/1907
Bernardino Ambrosia Petra (11/03/1888),
Juan (08/12/1889)
Mauricia (06/10/1872),
Ma. Patrocinio
(06/03/1874),
Ildefonso (24/01/1878),
Agüero Calderón Gabriela (30/05/1880),
1871 26 20 30/01/1896 Tirsa (04/02/1884),
Florentino Bibiana
Anacleta (15/07/1885),
Simón (27/02/1888),
Petra (16/03/1890)

Estanislada (10/05/1864),
Maximiana (15/06/1867),
Porfirio (03/03/1872),
1863 Agüero Juan 20 Rodríguez Pilar 15 01/07/1879
Ignacia (03/08/1874),
Emilia (28/03/1877),
Eufemia (16/02/1879)
1885 Aguilar Andrés 18 Ramírez Ventura 15 18/01/1888 Sanjuana (02/12/1885)
Prisciliano (20/12/1862),
Balbina (19/02/1865),
Matea (25/09/1871),
1861 Aguilar Catarino 20 Puente Francisca 22 16/03/1892
Eusebio (31/12/1873),
Teodora (23/04/1878),
Anselma (13/05/1880)
Juan Francisco
(18/06/1873),
Pedro (07/01/1884),
Adalberto (23/04/1887),
Felícitas (30/03/1889),
Julián (19/06/1891),
1899 Aguilar Catarino 48 Ugalde Bibiana 39 07/05/1934 J. Ascensión
(11/05/1893),
Felícitas (26/03/1896),
Anselmo (22/04/1897),
Altagracia (13/05/1897),
Ma. Patrocinio
(16/11/1899)

116
Año Nombre Nombre F. Muerte Hijos de la pareja y
Edad Edad
matr. del novio de la novia Novio(a) fechas de nacimiento
Vidal (28/04/1886),
Zúñiga Ma. Juan (12/06/1887),
1883 Aguilar Juan 20 13 08/08/1896
Jesús Ma. Nieves (12/07/1888),
Ángela (25/10/1890)
Arturo (06/03/1891),
Dolores (17/04/1898),
Gregoria (02/07/1900),
1890 Aguilar Seferino 22 Lozano Antonia 21 18/06/1948 Juan (13/05/1902),
Martín (29/01/1906),
José (06/02/1906),
María (05/02/1906)
Justino (26/09/1882),
1881 Aguilera Rafael 40 Carrera Juana 25 08/10/1903 Gonzalo (10/01/1884),
Enrique (02/02/1887)
Rafael (24/12/1903),
Ma. Socorro
1896 Aguilera Rafael 25 Cháirez Rosa 23 13/10/1936
(19/11/1905),
Herlinda (26/05/1909)
Altagracia (01/04/1887),
Serrano Pedro (22/10/1889),
1884 Aldaba Jesús 17 18 08/10/1917
Sanjuana Faustino (15/02/1900),
Altagracia (06/12/1902)
Pedro (29/10/1871),
Teodora (12/06/1874),
Luisa (30/08/1877),
1870 Alvarado Andrés 19 Vaquera Cenobia 18 02/09/1909 Florentina (09/11/1879),
Donaciano (24/05/1884),
Blas (03/02/1886),
Maximiana (20/07/1888)
Dolores (06/01/1866),
1865 Alvarado Carlos Gallardo Inés 10/03/1876 Tomás (25/02/1868),
Jesús Ma. (22/05/1871)
Alvarado Candelaria (02/02/1888),
1879 27 Mendoza Josefa 26 27/07/1923
Damaso Petra (19/12/1889)
Benita (05/01/1887),
Albino (02/02/1889),
Ma. Natividad
(25/12/1890),
1885 Alvarado Juan 46 Aguilar Albina 24 17/04/1908
Virginia (15/11/1896),
Graciano (19/12/1898),
Francisco (03/12/1901),
Pedro (09/10/1904)

117
Año Nombre Nombre F. Muerte Hijos de la pareja y
Edad Edad
matr. del novio de la novia Novio(a) fechas de nacimiento
Ana (26/08/1898),
Hurtado Ma. Ramona (19/11/1901),
1893 Alvarado Pedro 23 16 01/09/1912
Santos Luisa (13/08/1903),
Tereso (15/10/1905)
Álvarez Calderón Ma. No tuvieron familia
1870 33 23 01/09/1925
Francisco Jesús
Delfín Humberto
1868 Álvarez Librado 26 Adame Antonia 23 28/04/1903
(24/02/1880)
Modesto (22/06/1896),
Bibiana (02/01/1898),
Aparicio
1895 21 Ávila Antonia 18 07/08/1917 Guillermo (23/01/1900),
Carmen
Felipe (25/05/1901),
J. Carmen (19/05/1906)
Ma. Soledad
1896 Arciniega Tereso 22 Pizarro Tránsito 17 07/09/1905
(06/04/1897)
Arellano González Tomás (21/02/1883)
1880 26 20 28/06/1886
Francisco Félix Manuela
Arellano Jesús Guadalupe (14/02/1864)
1863 Batis Juana 27/10/1883
Ma.
Hernández Rafaela (24/12/1887),
1884 Arellano José 23 21 18/02/1890
Manuela Imelda (10/04/1890)
Arellano Gallardo Francisco (25/09/1886),
1880 21 25/11/1891
Mercado Felícitas Emilio (25/05/1890)
1883 Arellano Ramón 29 Robles Isabel 17 10/02/1897 Francisca (30/05/1890)
Amada (20/05/1887),
Arguijo José (16/02/1889),
1884 23 Guerra Petra 20 06/07/1899
Apolonio Rosa (04/09/1890),
Amelia (15/07/1898)
Nicéfora (09/02/1883),
Ignacio (10/02/1884),
Cristina (06/02/1885),
Evarista (26/10/1886),
Gumesindo
Arredondo (26/12/1887),
1882 17 Palacio Eufrasia 19 29/03/1898
Crispín Mucio (10/11/1888),
J Guadalupe
(12/10/1889),
Constantina
(14/06/1896),
Mariano (24/03/1898)

118
Año Nombre Nombre F. Muerte Hijos de la pareja y
Edad Edad
matr. del novio de la novia Novio(a) fechas de nacimiento
Miguel (29/09/1885),
Ma. Refugio
(22/12/1886),
Joaquín (24/05/1888),
Arreola Miguel Calderón
1884 28 23 15/01/1932 Berta (05/03/1890),
G. Lic. Refugia
Elena (17/12/1896),
Dolores (07/03/1898),
Elisa (15/09/1899),
María
Manuela (1897),
Ma. Jesús (1901),
Guadalupe (1910),
Mancinas
1896 Arroyo Justino 32 16 11/01/1944 Justino (1912),
Guadalupe
Antero (22/03/1912),
Refugia (25/07/1917),
Amalia (24/05/1920)
Ávalos Miguel (29/09/1900)
1900 22 Adame Felipa 19 19/04/1903
Ambrosio
Norberta (06/06/1878),
Petronilo (13/02/1880),
Rafael (22/04/1884),
1877 Ávalos Celestino 25 Martínez Inés 20 26/02/1940
Darío (04/12/1886),
Norberto (06/06/1889),
Dolores (15/02/1891)
Andrés (13/11/1862),
Irineo (09/07/1865),
Dionisio (12/10/1867),
1862 Ávalos Feliciano Morales Quirina 13/09/1904 Norberta (14/06/1874),
Porfiria (19/01/1877)

1892 Ávalos Felipe 33 Vaquera Isabel 15 13/07/1910 Apolonia (10/04/1900)


Vicente (10/04/1897),
Hernández Pascuala (25/05/1899),
1895 Ávalos Felipe 19 23 03/08/1947
Sebastiana Jorge (23/04/1902),
Isac (03/06/1904)
Antonia (25/10/1896),
Margarita (10/06/1899),
Ávalos
1894 30 Saldaña Hilaria 28 20/12/1907 Josefa (06/01/1901),
Guadalupe
Francisco (21/10/1902),
Francisco (10/04/1905)
Valdés María Pedro (06/08/1865),
1867 Ávalos Jesús 20/10/1868
Santiago Manuel (21/06/1868)

119
Año Nombre Nombre F. Muerte Hijos de la pareja y
Edad Edad
matr. del novio de la novia Novio(a) fechas de nacimiento
María (16/05/1880),
Emilio (03/01/1884),
1879 Ávalos José Ma. 19 Ramírez Juana 14 02/03/1898
Donaciano (06/09/1886),
Víctor (06/03/1889)
José (18/09/1878),
Ávalos Arellano Juan (08/03/1883),
1876 26 24 02/01/1906
Leonardo Patrocinio Amelia (28/02/1884),
Manuel (06/02/1891)
Rafael (29/10/1871),
1871 Ávalos Mariano 24 Huerta Julia 18 17/09/1875
Enrique (22/07/1873)
Margarito (16/06/1873),
Ávalos Sixto
1869 24 Ovalle María 16 16/04/1880 Gregorio (17/11/1878),
(1848)
Feliciano (15/11/1879)
1863 Ávalos Sotero Ramírez Josefa 09/05/1868 Juan (06/05/1868)
1893 Ávila Eduardo 22 Zamora Teresa 16 23/11/1928 Ángel (02/08/1901)
Rivera Ignacia (31/07/1901)
1890 Ayala Hilario 20 17 26/05/1906
Guadalupe
José Inés (02/05/1864),
Francisca (13/10/1867),
Romana (5/03/1871),
Balderas J Dolores (22/09/1872),
1861 25 Adame Josefa 19 19/02/1922
Antonio Hilaria (09/02/1873),
Ma. Paz (14/02/1875),
Felipa (08/05/1878),
Francisco (20/03/1883)
Plácida (15/10/1869),
Balderas Agustín (03/09/1873),
1869 25 Romero Micaela 26 08/11/1893
Apolonio Apolonio (29/01/1876),
Gerónimo (04/11/1878)
Gabriela (07/02/1883),
Juan (09/02/1889),
1880 Balderas Esiquio 28 García Tránsito 16 07/07/1945 J. Inés (15/02/1891),
Petra (28/07/1898),
Ma. Cruz (28/04/1906)
Balderas Ochoa Ma. Ricarda (14/05/1889),
1888 20 16 01/11/1909
Francisco Nieves Magdaleno (22/07/1891
1900 Balderas Inés 25 Ramírez Eulogia 20 27/06/1943 Domitila (29/06/1906)

120
Año Nombre Nombre F. Muerte Hijos de la pareja y
Edad Edad
matr. del novio de la novia Novio(a) fechas de nacimiento
Isac (15/06/1873),
Bonifacio (10/06/1877),
J Sabas (13/12/1878),
Silvestre (30/12/1880),
Vázquez
1876 Balderas Pedro 30 15 11/10/1906 Antonio (19/01/1883),
Atanasia
Fabiana (20/01/1885),
Cresencio (19/04/1887),
Susana (04/10/1896),
Rosa (31/08/1898)
Rafael (29/01/1866),
Tiburcia (19/08/1867),
Juana (03/01/1869),
Balderas Martínez
1864 25 28 27/09/1903 María (10/11/1871),
Rómulo Carmen
Manuela (07/07/1872),
Juana Dolores
(22/03/1874)
Dionisio (09/10/1899),
Florencia (07/10/1901),
1898 Becerra Julio 39 Velázquez Petra 20 10/04/1918 Julia (12/04/1903),
Catalina (22/03/1905),
Julio (21/04/1918)
Inés (1862),
Miguel (22/07/1863),
Bollaín Goytia María,
1862 Blanco Miguel 33 33 06/12/1901
Josefa Efrén (09/07/1871),
Urbano,
Ramona
Bollaín Goytia Andrea (15/07/1905)
1900 38 Blanco Ramona 31 07/03/1903
Juan Manuel
Francisco (31/05/1878),
José (16/07/1880),
Botello Dolores (01/08/1884),
1877 30 Dovalí Petra 26 18/07/1901
Bernardo Micaela (15/05/1887),
Ma. Soledad
(09/04/1889)
1863 Botello Juan 21 Mireles Petronila 20 01/09/1867 Félix (21/11/1864)
Aureliano (23/11/1873),
Daniel (13/11/1877),
Petra (06/12/1883),
1873 Botello Marcial 21 García Mariana 18 23/06/1934 J. Reyes (10/01/1888),
Gregoria (02/05/1889),
Atanasia (06/06/1891)

121
Año Nombre Nombre F. Muerte Hijos de la pareja y
Edad Edad
matr. del novio de la novia Novio(a) fechas de nacimiento
Paula (15/01/1900),
Isidra (09/07/1902),
Ontiveros Luciano (15/12/1904),
1898 Botello Pablo 20 16 30/04/1918
Atilana Josefa (17/04/1907),
Ignacio (31/07/1914),
Basilio (09/01/1918)
Conrado
(26/26/11/1871),
Juliana (25/02/1874),
1869 Cabello Aniceto 26 Cruz Ramona 20 01/10/1917
Crispín (27/07/1879),
Faustín (14/07/1879),
Eulogio (11/03/1886)
Francisca (22/10/1877),
Eustorgio (24/04/1878)
1876 Cabrera Lázaro 25 Narváez Petra 25 21/01/1908
Luis (30/07/1879),
Josefa (03/04/1887)
Cenobio (06/11/1865),
Telesfora (17/01/1872),
Alejandro (10/05/1874),
Alvarado Felipe (07/06/1877),
1864 Cabrera Lino 01/01/1889
Rómula Ruperta (25/03/1883),
Librada (27/08/1885),
Lino (23/10/1885),
Francisca (10/11/1887)
Mucia (24/05/1865),
Felipe (11/02/1867),
J Cruz (04/08/1871),
Calderón Hernández Justa (24/08/1873),
1863 18 22 01/05/1907
Evaristo Demetria Eusebia (17/03/1878),
Eusebio (07/04/1878),
Pablo (27/06/1880),
Aleja (18/06/1883)
Refugia (02/02/1869),
Felipe (07/11/1872),
Taide (24/12/1874),
Herón (22/01/1878),
Victoriana (20/01/1880),
1867 Calderón Felipe 19 García Luz 16 13/03/1899
Juan Gregorio
(01/12/1882),
Vicente (04/10/1884),
Manuel (05/02/1887),
Ciro (10/02/1889)
Ramírez Antonio (11/03/1889),
1867 Calderón Jorge 24 28 04/03/1891
Wenceslada Herminia (16/04/1886)

122
Año Nombre Nombre F. Muerte Hijos de la pareja y
Edad Edad
matr. del novio de la novia Novio(a) fechas de nacimiento
Mariano (02/08/1890),
Calderón
1889 23 Moya Flavia 27 17/07/1898 Ángela (12/09/1891),
Mariano
Jorge (10/04/1893)
Félix (12/07/1884),
Felipa (26/05/1886),
Trinidad (27/06/1888),
Cristina (20/01/1890),
Calvillo Lozoya
1882 28 20 13/01/1913 Leonardo (11/04/1894),
Estanislao Cresencia
Ma. Guadalupe
(12/10/1896),
Maura (21/11/1898),
Beatriz (29/07/1902)
Ma. Expectación
(18/12/1888),
1886 Calvillo Jesús 26 Ibarra Francisca 25 13/10/1900
Francisco (02/04/1891),
Gregorio (17/11/1898)
1887 Calvillo Ruperto Calvillo Tránsito 26/08/1942 Juan (24/06/1904)
1895 Calzada Mariano 21 Hipólito Ignacia 23 16/03/1953 Carlos (04/11/1896)
Mariano (10/05/1874),
1873 Calzada Román 24 Lira Ramona 16 15/07/1911
Pedro (23/10/1884)
Campos Hernández Manuel (10/10/1885)
1884 26 18 11/10/1885
Eutiquio Manuela
Juana (08/03/1915),
1898 Cancino Alberto 20 Ávalos Porfiria 20 21/04/1924
Sotero (20/04/1919)
1869 Cardoza José 22 Vega Simona 18 18/10/1883 Jacoba (05/10/1883)
Antonia (15/09/1897),
1891 Carrillo Miguel 22 Guzmán Refugia 23 14/12/1908 Sotero (22/04/1899),
Manuela (24/12/1900)
Alejandra (24/04/1885),
Ma. Cruz (03/05/1887),
Castañeda Castañeda Antonia (18/01/1891),
1881 22 20 08/12/1918
Agapito Bonifacia Juan (16/06/1898),
Ma. Ascensión
(16/05/1901)
Mariano (30/01/1888),
Otilio (02/08/1889),
Castañeda
1886 27 Galván Isabel 20 22/05/1943 Juana (07/01/1899),
Andrés
Baltazar (28/11/1899),
Severo (20/02/1902)

123
Año Nombre Nombre F. Muerte Hijos de la pareja y
Edad Edad
matr. del novio de la novia Novio(a) fechas de nacimiento
Eliseo (04/06/1882),
Telésforo (04/01/1884),
Castañeda Rosa (24/09/1885),
1879 28 Puente Alberta 21 28/06/1897 Oracio (09/01/1888),
Benito
Domitilo (15/05/1898)

J. Merced (24/09/1900),
Castañeda Enríquez Paulino (22/06/1903),
1899 22 19 23/03/1917 Criserio (05/09/1906)
Benjamín Estéfana

Juana (07/07/1878),
Francisco (03/12/1880),
Bernardo (19/02/1884),
Castañeda Micaela (01/03/1886),
1877 30 Lomas Hilaria 18 04/04/1926
Ciriaco Canuto (08/03/1889),
Ladislada (20/09/1896),
Francisca (24/07/1899),
Ramón (31/08/1901)
Juan (03/12/1871),
Amada (21/09/1873),
Ma. Longina
(20/03/1875),
Castañeda Teodora (08/04/1877),
1869 22 Arguijo Anacleta 21 30/10/1894 Nicolás (01/06/1879),
Cosme
Alejandra (10/09/1883),
Pedro (20/10/1886),
Ignacia (12/12/1889)

Desiderio (12/02/1876),
Castañeda
1873 22 López Virgen 22 30/04/1893 Casimira (06/03/1884),
Domingo
Bonifacia (13/06/1889)
Adame Manuela (24/11/1899)
1897 Castañeda Felipe 31 28 03/10/1909
Donaciana
1885 Castañeda José 24 González Teresa 22 19/11/1886 Eustasio (18/03/1886)
Francisco (04/06/1897),
Margarita (17/10/1898),
Ma. Sóstenes
Castañeda
1894 26 Guzmán Juana 16 26/04/1909 (28/12/1900),
Marciano
Catarina (22/03/1903),
Ma. Soledad
(21/04/1905)

124
sIglas y bIblIograFía

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128
índIcE

Prólogo 5

IntroduccIón 7
Las fuentes
Balance historiográfico
Nieves, Zacatecas
Estructura del libro

caPítulo I EvolucIón dE la PoblacIón dE nIEvEs 21


Los datos de los padrones y censos
La población según los registros parroquiales y del Civil
La mortalidad

caPítulo II la nuPcIalIdad 55
La ley y la práctica social de los matrimonios
Distribución de los matrimonios en el tiempo
Distribución estacional de los matrimonios
Origen geográfico de los cónyuges
Estado civil de los contrayentes
Matrimonios cruzados
Ocupaciones de los cónyuges
Edad de los contrayentes en las primeras nupcias
Soltería
Sistemas hereditarios

caPítulo III FEcundIdad 91


Concepciones prenupciales
Ilegitimidad
Tamaño de las familias
Períodos protogenésicos
Períodos intergenésicos
La duración del matrimonio
La genealogía

conclusIón 113

anExo 115

sIglas y bIblIograFía 125


El Poder de la fecundidad de las mujeres. Reconstrucción de familias de Nieves, Zacatecas (1861-1950),
se terminó de imprimir el mes de diciembre de 2016 en los talleres de Amate Editorial, Madero
número 616, colonia Centro, 44100 Guadalajara, Jalisco, México.
La edición constó de 100 ejemplares.

Policromía Servicios Editoriales S. de R.L. de C.V.


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Cuidado de edición:
Yolanda Alonso, gerente general
Miguel Ángel Cid, dirección de arte
Alejandra Jáquez, corrección
Aidé Arteaga, diagramación
Miguel Ángel Cid, diseño de forros

Imagen de forros: Fotografía del acervo familiar Arenas Hernández

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