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I. INTRODUCCIÓN
La buena calidad física del suelo determina un ambiente adecuado para el desarrollo de las
raíces vegetales, además del ingreso y almacenamiento óptimo del agua necesaria para el
crecimiento de las plantas (Keller et. al 2010).
La densidad aparente varía con la textura del suelo y el contenido de materia orgánica;
puede variar estacionalmente por efecto de labranzas (Taboada & Álvarez, 2008); el
método más utilizado en nuestro país para realizar la medida de la densidad aparente es el
método del cilindro, por otro lado, el método del balón volumétrico para la densidad de
partículas.
Objetivo General
Objetivos Específicos
1
- Identificar la porosidad total.
-
2
II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
La densidad aparente es definida como la relación entre la masa del suelo seco ( M s ¿ y el
volumen total (V t ), que incluye el volumen de las partículas y el espacio poroso entre las
partículas, a través, de la ecuación y clasificarla mediante la tabla 1.
Ms
Ds =
Vt
El suelo es una mezcla de partículas minerales, material orgánico, aire y agua; a diferencia
de la textura y estructura que se refieren a la parte sólida, la densidad aparente es propiedad
física que se relaciona con la porosidad, compactación, aireación y distribución de los
poros, y es afectada por la estructura del suelo, el contenido de materia orgánica y la
labranza (Bazán et al., 2000).
Es dependiente de las densidades de las partículas del suelo (arena, limo, arcilla y materia
orgánica).
Tabla 1.
Clasificación de la densidad aparente en los suelos.
La densidad aparente es una propiedad dinámica que varía con la condición estructural del
suelo. Esta condición puede ser alterada por el cultivo; pisoteo de animales; maquinaria
agrícola; y clima (Sampat, 1987).
3
4
2.1.1. Factores que afectan la densidad aparente de los suelos
Según Taboada & Álvarez (2008), describe los factores que afectan la densidad aparente
de los suelos como:
Tabla 2.
Densidad aparente según la textura.
Sampat (1987) reporta que, debido a la influencia de la resistencia del suelo y la porosidad
en el sistema radicular, esta característica cambia el crecimiento de las plantas. Cuando la
densidad aparente aumenta, afecta también al aumento de la resistencia mecánica, mientras
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disminuye la porosidad del suelo, lo que limita el crecimiento de las raíces a un valor
crítico. El valor crítico de la densidad aparente de crecimiento de las raíces varía con la
textura del suelo y las especies involucradas (Tabla 3).
Tabla 3.
Relación general entre densidad aparente del suelo y crecimiento radicular, en base a la
textura del suelo.
Densidad Densidad
aparente que aparente que
Densidad aparente pueden afectar restringe el
Textura del suelo
ideal ( g/cm3 ¿ al crecimiento crecimiento
radicular radicular
(g/cm3 ) ( g/cm 3 )
Franco–arcilla-
arenosa, franco, franco < 1.40 1.6 > 1.75
arcilloso
Franco-limosa, franco
< 1.40 1.55 > 1.65
arcillo-limosa
Arcillo-arenosa,
arcillo-limosa, franco
< 1.10 1.39 > 1.58
arcilloso (35 - 45% de
arcilla)
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La densidad aparente es una propiedad dinámica que varía con la condición estructural del
suelo. Esta condición puede ser alterada por el cultivo; pisoteo de animales; maquinaria
agrícola; y clima, por ejemplo, por impacto de las gotas de lluvia (Arshad et. al, 1997).
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2.2. Densidad de Partículas
La densidad real o de partículas del suelo es la relación que existe entre el peso de éste, en
seco ( M s ) y el volumen de sus partículas (V s ). Usualmente se expresa en g/cm3 o t /m3 .
Ms Ms
D p= ⟶
Vs V b−V a
Tabla 4.
El conocimiento del peso específico es necesario para calcular la porosidad del suelo,
primordialmente en la agricultura y, además da cierta orientación sobre el grado de
desarrollo de los suelos; también, para conocer la relación entre la parte mineral y orgánica
(Cairo, 1995).
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Tabla 5.
Según Giménez (2015), la porosidad total se refiere a todo el espacio que no está ocupado
por fracciones sólida, mineral u orgánica; diferentemente si éste está ocupado por agua o
por aire en el momento del muestreo. De esta forma la porosidad total es referida en la
siguiente ecuación y tabla de clasificación.
Pt %=1−
Da
Dr
o (
Pt = 1−
Da
Dr)∗100
Donde:
Dr : Densidad real
Tabla 5.
9
> 65 Muy alto
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2.3.1. Factores que afectan la porosidad
Según Bazán et al. (2000), los factores que afectan la porosidad total del suelo son los
siguientes:
- La textura; los suelos de textura fina tienen una porosidad mayor que los de textura
gruesa. Suelos arenosos tienen un 40%, suelos francos alcanzan un 50% mientras que
los suelos de textura arcillosos alcanzan más de un 55 % de porosidad.
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Figura 1: Imagen obtenida en Google Earth, permite observar ampliamente el FUNAS –
I.
3.3. Metodología
Largo=4.95 cm
diámetro=4.70 cm
2 2
πd L π ¿ 4.70 ∗4.95
Vt = ⟶ Vt =
4 4
3
Vt =85.84 cm
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Figura 3: Parcela de arroz en estudio.
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3.3.2.1. Densidad del suelo
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Figura 6: Descripción gráfica del proceso de densidad del suelo.
Esta es la proporción del volumen del suelo no ocupador por partículas sólidas.
Para calcular la porosidad total se realizó cálculos con la siguiente fórmula.
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(
Porosidad total= 1−
Densidad
)
Densidad de particulas
∗100
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3.3.3. Etapa final de gabinete
D s =1.65 g /cm3
En la parcela con cultivo de arroz, según la Tabla 1, la densidad aparente es Muy alta, lo
que está relacionado con la compactación por la maquinaria, labrado, entre otros. Además,
la densidad según la textura demuestra que esta muestra de suelo es predominantemente
Franco Arcillosa Arenosa.
Según Sampat (1987), cuando la densidad aparente aumenta, afecta también al aumento de
la resistencia mecánica, mientras disminuye la porosidad del suelo, lo que limita el
crecimiento de las raíces a un valor crítico. Además, según el USDA (1999), la tabla 3 para
las plantas perennes no sería muy adecuado ya que puede afectar a su crecimiento
radicular. Por otro lado, se observa que en las plantas anuales como el arroz tienen un buen
desarrollo radicular (Figura 7 y 8),
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Figura 8: Cultivo de arroz.
20 3
D p= ⟶ D p =2.5 g /cm
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Por ello según los resultados obtenidos podemos mencionar que existiría minerales como
el cuarzo, feldespato y silicatos coloidales, ya que también se conoce que estos suelos son
Entisoles desarrollados sobre materiales aluviales.
(
Pt = 1−
1.65
2.5)∗100
Pt =34 %
El suelo de la parcela con cultivo de arroz presenta un 34%, por debajo de lo establecido
según Cairo, (1995); esto quiere decir que debido al bajo contenido de materia orgánica
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hay poca presencia de macro y micro – organismo, además su clasificación es muy baja en
porosidad. Esto a su vez se observa que permite el sellamiento de la galería de la micro y
macrofauna y a la vez dificulta el desarrollo radicular de las plantas.
V. CONCLUSIONES
En conclusión, las condiciones físicas del suelo han sido alteradas negativamente por las
prácticas de manejo intensivo de la agricultura convencional, afectando la capacidad
natural de estos suelos a través del tiempo, causando cambios significativos como la
destrucción de la estructura, incremento de la densidad aparente debido al aumento de la
compactación, generando reducción de la porosidad y dificultad a la penetración de las
raíces. Lo cual repercute en la disminución en gran medida de la capacidad de producción
del suelo para otros cultivos que no sea el arroz.
Además, se logró determinar que la densidad del suelo es de 1.65 g/cm 3 y está representada
en muy alta, debido a la compactación de maquinaria, labranza y otros, así de esta manera
también se determinó que esta muestra es de textura Franco Arcilloso Arenoso.
Por otro lado, según los resultados de la densidad de partículas de 2.5 g/cm3, llegamos a
concluir que se está hablando de un suelo Entisol, con derivados de fragmentos de roca
suelta, que están formados típicamente por arrastre y depósito de materiales sedimentarios
que arrastró el río Huallaga. También se comprobó que existe un porcentaje de 34% de
porosidad total en la parcela de arroz, por ello existe compactación, esto es producido por
el uso de maquinarias agrícolas.
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VI. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Arshad, M., Lowery, B., Grossman, B. 1997. Pruebas físicas para el monitoreo de la
calidad de suelo. pp. 123-142. https://doi.org/10.2136/sssaspecpub49.c7
Bazán, R., Romero, C., Valencia, M., Nazario, J., Gracía, S. 2000. Guía de prácticas de
edafología. Departamento de suelos. Universidad Nacional Agraria La Molina. 49
p.
González, J.; González, G.; Sánchez, I.; López, A. y Valenzuela, L. 2011. Caracterización
de la porosidad edáfica como indicador de la calidad física del suelo. Terra
Latinoam vol. 29. n.4.
Taboada, M.; Álvarez, C. 2008. Fertilidad física de los suelos. 2da Ed. Editorial Facultad
de Agronomía. Universidad de Buenos Aires.
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