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Etica

Había una vez una familia muy querida que vivía en un futuro distópico donde la ingeniería genética
era la norma. Los padres, alondra y Juan, estaban encantados con la idea de poder diseñar a su
bebé a medida. Se sometieron a varios procedimientos de fertilización in vitro y finalmente,
quedaron embarazados.

Sin embargo, durante el embarazo, descubrieron que su bebé tenía una enfermedad genética
incurable que le causaría mucho dolor y sufrimiento. Después de mucha discusión y reflexión,
Alondra y Juan tomaron la difícil decisión de interrumpir el embarazo.

Pero esto no fue el final de su dolor. La enfermedad genética también afectaba a su hija mayor,
María, que había estado luchando contra el dolor y el sufrimiento durante años. María se había
sometido a varios tratamientos y cirugías, pero nada parecía funcionar.

María le pidió a sus padres que le ayudaran a morir, pero la eutanasia era ilegal en su país.
Desesperados por aliviar el sufrimiento de su hija, Alondra y Juan buscaron opciones en el
extranjero y finalmente encontraron un médico dispuesto a ayudarles con el suicidio asistido.

Aunque fue una decisión difícil y dolorosa, Alondra y Juan estaban aliviados de que su hija pudiera
finalmente descansar en paz. Pero su experiencia les hizo reflexionar sobre la ética de la ingeniería
genética y la necesidad de establecer límites claros en la interrupción del embarazo y la eutanasia.

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