Juan Guillermo Durango, Sara Villamizar, Eliane Farhi

Relato de biologia.

Una familia de Toulouse, Francia, compuesta por 2 padres y 2 hijos tenían una vida
complicada ya que el día más soleado podía convertirse en el día más nublado, sin previo
aviso.

Jacques era un doctor especializado en genética clínica y tenía un trastorno bipolar

heredado por su madre, pero hacía lo posible por tener autocontrol. Su hija Lucy, quien
tenía 13 años, no estaba muy familiarizada con la enfermedad al igual que su hermano,
mientras que su esposa conocía perfectamente su dificultad. Por eso, sus hijos no
entendían porque el papá se aislaba en su laboratorio. Les parecía un hombre muy
misterioso, con muchos secretos oscuros; no socializaba y tenía una mirada espeluznante.
Tenía un fanatismo por descubrir cosas nuevas relacionadas a su área y una gran duda con
respecto a su enfermedad, Es por esto que ideó unas hipótesis: ¿Qué pasaría si “creaba”
un tratamiento para cambiar sus genes y se los pasaba a alguien con su misma sangre?
¿Sería capaz de erradicar la enfermedad de su linaje? Sólo necesitaba un útero fértil, su
única posibilidad para probarlo era su hija Lucy. Trabajó día y noche extrayendo muestras,
haciendo la secuencia de su ADN hasta que su trabajo dio fruto: La inyección que
modificaba genéticamente su esperma estaba lista.

La noche siguiente, cuando todos estaban dormidos, despertó a su hija diciéndole que tenía
preparada una sorpresa para ella en su laboratorio. Ella emocionada, con su carita llena de
esperanza confío en su padre y bajó a una habitación llena de tubos de ensayo y máquinas
extrañas. Su padre se acercó y le dijo, “Tú eres la única esperanza para salvar esta familia”,
entonces abusó de ella. Su mamá trabajaba en arqueología y tenía que viajar a distintas
partes del mundo, por lo que esa noche ella no estaba en casa y tardó una semana en
volver y fue así como su hija quedó embarazada sin que nadie lo supiera.

Comenzaron los síntomas y su panza comenzó a crecer, por lo que al padre no le quedó
otro remedio más que confesar. Justificaba que era para salvar su linaje, que en un futuro
se lo agradecería. Su esposa, Marie no cayó en sus trucos y lo denunció, acto seguido,
llevó a su hija al médico este le dijo que se hiciera un tamizaje genético, en el cual se
descubrió que el niño que venía en camino, padecía de síndrome de Down. Estaban
devastadas por lo que sucedió, sin embargo, sabían que debían hacer algo al respecto
inmediatamente. El doctor les dijo que tenían 2 opciones: el aborto legal seguro o la
modificación genetica. Sin importar lo que queramos los genes se heredan, por lo que Lucy,
heredó la curiosidad de su padre y decidió tener al niño, el cual nació bien, sin síndrome de
Down, ni bipolaridad. Independientemente de lo que hizo, el trabajo de Jacques funcionó,
comprobando que el fin no justifica los medios.

Fin.