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CASO KAREN ANN QUINLAN

Nacida el 24 de marzo de 1954 en Scranton, Pensilvania, USA. y fallecida el 11 de


junio de 1985, Morris Plains, Nueva Jersey, USA.
Hija adoptiva de Julia y Joseph Quinlan, luego de tan solo unas semanas de
nacer, no se conoce nada de sus padres biológicos. Su madre era la secretaría de
su parroquia y su padre un contable de una fabrica de respuestas y veterano de la
segunda guerra mundial, ambos siendo dos católicos los cuales no pudieron tener
hijos debido a varios abortos espontáneos.
Poco se conoce de la vida de Karen, estudio en el Morris Catholic High School,
siendo una buena estudiante y deportista, entre sus deportes estaban el esquí,
tenis, natación y cantaba en el coro del colegio. A pesar de todo esto, Karen no
era gorda, tenía una contextura normal, pero unas facciones un poco al
estereotipo masculino, siendo molestada por esto, a pesar del bullying, Karen
logro tener varias parejas.
Los padres de Karen confesaron que era adoptada a la edad de 4 años, mientras
comían un helado, siendo la mayor de 3 hermanos adoptados. El mayor disgusto
que tuvieron con sus padres fue que se negó a asistir a la universidad, a pesar de
que estos insistían de que estudiara arquitectura. Karen comenzó a tener varios
trabajos, uno de ellos fue en una tienda de cerámica, de la cual fue despedida, por
un ajuste económico de la empresa, pero por alguna razón, la actitud de Karen
comenzó a cambiar en ese momento, volviéndose más obsesiva con su físico.
Karen comenzó a trabajar en una gasolinera, logrando comprar su primer auto y
así llegando a la decisión de independizarse.
Se fue a vivir con dos amigas en el centro de New Jersey. El fin de semana tenían
una fiesta y se compró un vestido que le gustaba mucho, así que comenzó una
dieta obsesivamente estricta, solo consumiendo una rebanada de pan en el plazo
de 48 horas, para entrar de una forma más adecuada dentro del vestido. Creía
que una vez salida de la casa de sus padres, podría comenzar una “vida nueva”
entre ellos su físico, al recordar que en la escuela la solían llamar “Machón”
Llegó el 15 de abril de 1975. Cuando llego a la fiesta en casa de su amigo, ingirió
alcohol y Valium/Diazepam (El diazepam, como todos los fármacos de su clase,
actúa deprimiendo la conducción nerviosa en ciertas neuronas del sistema
nervioso central, donde produce desde una leve sedación hasta hipnosis o coma,
en función de la dosis administrada. Está indicado para el alivio sintomático de la
ansiedad y otros malestares asociados con el trastorno de ansiedad, incluso los
asociados con trastornos psiquiátricos y psicosomáticos.) Sumado a la
alimentación nula por 48 horas, Karen manifestó estar sintiéndose mareada. los
amigos la llevaron a la cama, pensando que solo sería una resaca. Hasta que
alguien regreso a la habitación de Karen, descubriendo que no respiraba y se
encontraba inconsciente, provocando que su amigo gritara y llamaron a
emergencia. Fue llevada e ingresada en el Newton Memorial Hospital en New
Jersey, donde tuvieron que hacerle un RCP, los médicos la revivieron, llevándola a
terapia intensiva. Siendo diagnosticada con anoxia (Falla casi total del oxigeno en
un tejido) prolongada por una falla del sistema autónomo y carencia respiratoria,
siendo puesta en un respirador artificial. Sin embargo, obteniendo un daño
cerebral muy grande quedando en estado vegetativo. Fue trasladada a los 9 días
al St Clare´s Hospital.
Karen paso mucho tiempo sin respirar, logrando que provocará daños muy
grandes a su cerebro, si mantenía viva, no era por si sola, sino por la respiración
artificial asistida y por medio de una alimentación nasogástrica.
Los padres de Karen eran católicos, a pesar de su religión y ver que su hija no
mejoraba, intentaron convencer a los médicos de desconectarla de la respiración
mecánica, era el gesto humanitario adecuado, para darle un descanso a su hija.
Sin embargo, los médicos se negaron, ya que el miedo de los médicos era ser
acusados de homicidio, sin tener en cuenta las condiciones éticas o religiosas. La
ley obliga a utilizar todos los medios médicos posibles para mantener con vida al
paciente, sin importar la situación.
Los padres, acudieron a la justicia, donde el juez lo negó. Nadie quería
comprometerse, sin tener en cuenta que todos huían de la acusación criminal, sin
tener los fines médicos y científicos.
Los padres siguieron apelando. Sin embargo, se dictamino “El hecho de que la
victima se encuentre en las puertas de la muerte, no justifica su homicidio. Existe
todavía una esperanza que todavía se recupere a pesar de lo remota que
parezca.”
Los padres no se detuvieron, llegando a la corte suprema. Recibiendo apoyo del
obispo de new jersey y de una comunidad medica especializada, llegando al
siguiente dictamen “Karen Quinlan, no tiene una esperanza razonable de
recuperación de su estado comatoso, a pesar del uso de las intervenciones
médicas disponibles, la continuidad de medidas mecánicas de soporte cardio
respiratorio, para mantener sus funciones corporales y su vida, constituyen medios
extraordinarios de tratamiento por tanto la decisión de Joseph y Julia, pedir la
retirada de este tratamiento de acuerdo con las enseñanzas de la iglesia católica
es una decisión moralmente correcta”
Sin embargo, el papa pablo sexto, contradiciendo al obispo de new jersey condeno
de manera negativa la eutanasia. Sometiendo a mas presión sobre los padres y
jueces. Un hombre en Texas despertó por esos días luego de 8 años de estar en
coma, provocando que la prensa comenzase a llamar a los padres de Karen como
“Padres que deseaban que su hija estuviera muerta”
Un año después, los magistrados aceptaron a los padres, desconectar el
respirador, siendo una votación unánime (0-7) basándose en el derecho a una
vida digna, a una decisión propia al acudiente, ya que si existiera unos minutos
donde Karen despertará, se enterará de su estado de salud, donde nunca se
recuperaría, aceptará por si misma la decisión de desconectarse, pero, debido a
que esto no iba a pasar, se proclamo que los padres estaban en su derecho de
decidir por ella.
Cuando Karen fue desconectada del respirador, de manera sorpresiva, esta
seguía viviendo, respirando. A pesar de esto, los padres se negaron a que la
alimentación nasogástrica fuera retirada, para ellos eran dos debates diferentes.
1. Mantener con vida a alguien de manera artificial.
2. Negarse a alimentar a alguien que no podía alimentarse bajo sus propios
métodos.
“Nosotros nunca pedimos que nuestra hija muriera, solo queríamos permitir que
muriera en los tiempos de Dios” (Julia Quinlan)
Luego del que el respirador fuera retirado, Karen fue trasladada a Morris Plains,
una especie de ancianato. En la cual, solo era alimentada por vía nasogástrica.
Las personas que la llegaron a atender, ya que estaba en una habitación aislada y
vigilada, evitando que su imagen saliera a la luz. Comentaban que siempre estaba
en la cama recostada de lado en posición fetal.
En ese estado, Karen sobrevivió 10 años. En un peso inicial de 60kg, en medio de
varias infecciones, entre ellas neumonía, Karen falleció con 26kg.
Una vez que Karen falleció, el cuerpo fue entregado a una revisión patológica,
para saber la razón del daño y el estado vegetativo en el cual Karen se encontró
por muchos años.
Al comienzo, se creía que había sido una afectación en el encéfalo, pero
descubrieron que fue por el tálamo, que había sido destrozado por la hipoxia.
(Osea un daño cerebral irreversible por experimentar una falla respiratoria
prolongada. Se cree que fue por sobredosis, en conjunto con el alcohol y la falta
de nutrientes)
La madre saco 3 libros, de los cuales 2 se volvieron best seller, el dinero
recaudado fue a la creación de una organización para enfermos terminales.
Dejando atrás, con este un documental y una canción (Glutamato Yeyé – Balada
de Karen Quinlan)
- Historia de Karen: El extraordinario desafío a la muerte de Karen Ann
Quinlan, Ernesto Frers en 1978.
- Karen Ann Quinlan: Dying in the Age of Eternal Life, B.D. Colen en 1976.
- Karen Ann: The Quinlans Tell Their Story, Phyllis Batellete, 1977.
Fue el primer caso que llevo a la discusión de una muerte digna. Dejando como
legado junto a sus padres, fue una batalla legal que negaba que la medicina usara
métodos extraordinarios para alargar una vida sin esperanza

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