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Se puede con tu cabello diferir los brazos
de la muerte.
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Y cuando queda en la ruina, cree en la
sombra únicamente.
GOLPEA EN SILENCIO
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Que tacha el Atlántico de mujer, con
premoniciones que remite a través de una
dirección trans.
A OTRO CIELO
Padre,
Los cristales del tiempo, son más pequeños
en las manos del sur.
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RÚTICO
OBREROS
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EL CIELO
DIABLOS
Diablos!.
Cuando uno no es uno, la rabia circula,
sacrificando en la prospectiva del espacio,
al único canto que sostiene el espectro de
las cosas que transluce lo eterno.
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Diablos!
El eslabón no empata el tramo de los
ruegos. se enajena y sigue observando los
rieles de la suprema estancia.
Diablos!
No sirve la gana, tampoco en el
campamento habrá quien hable el idioma
de las similitudes.
Diablos!, Oh! Diablos!
EN PUNTO AGIL
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En post de una mujer, no se definen los
dioses.
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Primero dando vuelta en su actuación
salvaje, luego introduce la muerte como
forma de aventura.
Es la única protección que permite.
POR SI LA TARDE...
FIGURAS
Qué lástima!.
las hormigas entienden con exactitud el
idioma de tus lágrimas.
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La primera vez que tuviste el firmamento
posibles en los ojos, enloqueciste el mar.
FURGE EXCENTRICO
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Insumisa conjuncion, ordinaria absicion
estrudular.
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Conseviste la estación inmutable del
Averno, sin intersticios.
DIGITOS EN PRISIONES
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Aunque tú no lo quiera, te zambulle entre
los pensamientos milagrosos del sol, en los
indecisos mapas del océano.
Aunque tú no lo quiera,
Por culpabilidad del silencio, el ritual de la
frontera del coraje corta en dos mi lengua.
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El patrón de mi alma, evoca como nunca la
edad de tu estrella, envuelto en la
postrimería del ensueño.
FORCEJEO
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LAGUNA DE LAS COSAS
EN UNOS OJOS
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La pervivencia en cápsula, la garantía del
Edén, en unos ojos que avisan el alba.
CADA MINUTO
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EN LOS ESTABLOS
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La sangre santa cae en la ventana de las
dudas, y La culpa del otoño continúa
fláccida, nadando entre palabras azules.
NUDOS PRENACIDOS
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Una inmutación de nudos renacidos se
impone. De forma cobarde el estupor impio
de las olas de un mar que no soñé,
también.
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TU AUSENCIA
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El insumo de los atardeceres alcohólicos,
hace nudo con la balada en la que me
transportó a otra cobardía, ya que soy el
paso hereditario de la soledad.
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