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COLECCIÓN

“En BaenaCultura
hay castillos y
leones, tumbas íberas
y exvotos, templos
romanos, iglesias
cristianas, tambores
y candelorios,
caminos sin fin y
cuevas misteriosas, y
olivos, y poesía. Y las
voces de personas
que un día fueron
y otras que ahora
son. Las palabras
dichas quedan en
el aire por siempre,
las escritas cuando
son leídas se escapan
también de su soporte
y vuelan. Todas esas
palabras cuentan
BaenaCultura.

Ven a respirarlas
despacio, después abre
bien los ojos.
TORREPAREDONES Te sorprenderemos,
(BAENA - CÓRDOBA) te sorprenderá...”
Guía del Parque Arqueológico
José Antonio MorenA López
Torre Norte de la Puerta Oriental.
TORREPAREDONES
(BAENA - CÓRDOBA)
Guía del Parque Arqueológico
José Antonio Morena López
Basílica civil del Foro.

Edita: Excmo. Ayuntamiento de Baena. Delegación de Cultura

© José Antonio Morena López

Fotografías portada: Dupondio de Nerón, Exvoto Ibérico y Escultura Thoracata.


Fotografía contraportada: Torre del Homenaje del Castillo de Castro el Viejo.

I.S.B.N.: 978-84-09-46414-2
Dep. Legal: CO-32-2023

Diseño y maquetación: Gráficas Cañete, SL - Baena (Córdoba)


Impresión: Impresiones Guadajoz, SLL - Baena (Córdoba)
Impreso en España – Printed in Spain
ÍNDICE
Introducción ..........................................................................................7
Datos de interés ...................................................................................11
Toponimia (Diferentes nombres para un mismo lugar) .................................15
Historiografía (Historia de la investigación) ..............................................17
Prehistoria (Los primeros pobladores) ........................................................24
Protohistoria y Época Ibérica (El nacimiento de la ciudad) ......................27
Época Romana (Tiempos de esplendor) ....................................................41
Tardoantigüedad, Época Visigoda y Musulmana (Los siglos oscuros) ....85
Época Bajomedieval (Tierra de frontera) .................................................92
Época Moderna (Abandono y olvido) ......................................................97
Alguna curiosidad (Los tesoros del rey Pompe) ........................................101
Bibliografía (Para saber más) ................................................................105
TORREPAREDONES José Antonio Morena López
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6 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


Jarrita ritual de bronce cefalomorfa.
Introducción

U
no de los enclaves ar- La historiografía sobre Torrepa-
queológicos más rele- redones se remonta varios siglos
vantes de la provincia atrás y ya desde la Edad Moder-
de Córdoba lo encontramos en na se describía como “sitio im-
Torreparedones, lugar situado portante en tiempo de romanos”. Su
entre los términos municipales fama se agrandó con el descubri-
de Baena y Castro del Río, en el miento del llamado “Mausoleo
sector más oriental de la campi- de los Pompeyos”, en el verano
ña, próximo a la vecina provin- de 1833, por unos labradores en
cia de Jaén y sobre una de las co- plenas faenas agrícolas en tierras
tas más elevadas de la zona. De del cortijo de las Vírgenes. Pero
la importancia de este lugar para habría que esperar al siglo XX
el patrimonio histórico de Anda- (1987–1993) para que se reali-
lucía dan prueba su declaración zaran estudios científicos con la
como Bien de Interés Cultural, puesta en marcha del proyecto
con la categoría de Monumen- de investigación "The Guadajoz
to para el castillo medieval, y de Proyect", dirigido por Mª Cruz
Zona Arqueológica para el asen- Fernández Castro, de la Univer-
tamiento y para la Fuente de la sidad Complutense de Madrid,
Romana. A los valores históricos y Barry W. Cunliffe, del Insti-
y arqueológicos hay que añadir tuto de Arqueología de la Uni-
los paisajísticos, razón por la versidad de Oxford, y la propia
cual ha sido inscrito junto con Universidad de Córdoba. Pero
Ategua en el Registro de Paisajes el empuje decisivo que ha puesto
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de Interés Cultural de Andalu- a este yacimiento en lo más alto


cía, pues ambos yacimientos han de la actualidad arqueológica lo
mantenido su carácter defensi- viene desarrollando desde hace
vo como rasgo dominante en la unos años el Excmo. Ayunta-
conformación del paisaje histó- miento de Baena que ha creado
rico campiñés. un parque arqueológico para

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TORREPAREDONES José Antonio Morena López

ampliar la oferta turística de este del IV milenio a.C. (3500–2900)


municipio cordobés, que hasta con una cultura material cuyo
la fecha se basaba, casi de forma elemento más característico son
exclusiva, en su reconocida Se- las cazuelas o fuentes de carena
mana Santa y su afamado aceite baja modeladas a mano y algu-
de oliva que tiene una de las de- na industria lítica de tipo lami-
nominaciones de origen protegi- nar, poblamiento que durante
das más antiguas. el II milenio a.C. (2900–1100)
parece diluirse con un abando-
Desde el año 2006 se viene tra- no que se recupera a partir del
bajando en la recuperación del siglo XI a.C. durante el Bronce
yacimiento con diversas campa- Final Tartésico. En época ibérica
ñas de excavación y las posterio- antigua la población de la zona
res actuaciones de consolidación, se agrupó en torno a este elevado
restauración y puesta en valor, cerro de la Campiña, se constru-
contando para ello con las pre- yó una muralla que delimitaba
ceptivas autorizaciones de la una superficie de unas 10,5 Ha,
Consejería de Cultura de la Jun- convirtiéndose en un oppidum de
ta de Andalucía y la imprescin- gran tamaño. En época romana
dible colaboración económica la ciudad adquirió un estatu-
de diversas instituciones a nivel to jurídico privilegiado, bien en
provincial, autonómico y estatal. colonia (Ituci Virtus Iulia), bien en
Por otro lado, el convenio suscri- municipio (Bora Cerealis), aunque
to entre el Ayuntamiento de Bae- a fecha de hoy no existen argu-
na y la Universidad de Córdoba mentos sólidos para su definitiva
(Grupo PAI HUM-882 dirigido identificación. La urbe se adaptó
por el profesor Carlos Márquez) al modelo romano dotándose de
está permitiendo el estudio y pu- un foro con los edificios públicos
blicación de los resultados obte- necesarios (templo, curia, basíli-
nidos en las excavaciones y del ca…), baños, mercado y varias
ingente material arqueológico necrópolis ubicadas extramuros.
recuperado en ellas. Y contó durante la época ibero–
romana con dos lugares de culto
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La ocupación humana en To- diferenciados (uno al sur y otro al


rreparedones comienza a finales este) donde los fieles solicitaban

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José Antonio Morena López TORREPAREDONES

de la divinidad el auxilio para documentos de la época lo ci-


sus males, y donde se han recu- tan con el nombre de Castro el
perado centenares de exvotos de Viejo y sabemos que perteneció
piedra. al rey Alfonso X quien lo donó
a Fernán Alfonso de Lastres en
Tras el esplendor de la época compensación por los servicios
romana altoimperial la ciudad militares prestados durante la
fue perdiendo importancia, de reconquista, manteniendo así
forma paulatina, durante las el papel estratégico que el lugar
épocas tardoantigua y visigoda. había tenido siglos atrás. Tras
La presencia musulmana está un corto período de tiempo en
constatada, desde el califato poder señorial, el lugar pasó a
hasta el siglo XII. El castillo me- manos del Concejo de la ciudad
dieval, que corona el punto más de Córdoba, institución encar-
elevado del sitio, es una obra ya gada de nombrar a sus alcaides
cristiana de fines del siglo XIII y, a comienzos del siglo XVI,
o comienzos del siglo XIV. Los quedaría despoblado.

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Torreparedones visto desde el Este.

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Dupondio de Nerón. Reverso.
Datos de interés

Nombres por el Consejo de Gobierno de


Ituci ó Bora (épocas ibérica, ro- la Junta de Andalucía, tanto el
mana y visigoda); Castro el castillo medieval como Monu-
Viejo y Cortijo de las Vírgenes mento, como todo el yacimien-
(épocas bajomedieval, moderna to como Zona Arqueológica. Y
y contemporánea); Torrepare- está inscrito, junto con el yaci-
dones (época contemporánea). miento de Ategua, en la Red de
Paisajes de Interés Cultural de
Localización y acceso Andalucía.
Campiña oriental cordobesa; tér-
minos municipales de Baena y Centro recepción visitantes
Castro del Río. Coordenadas cas- Parking, venta de tiques, aseos y
tillo UTM (Datum ETRS89): x= sala audiovisual.
378.672, y= 4.179.628, z= 580
msnm. Carretera A–3125 Cañete Horario visitas
de las Torres a Baena, pk. 18,800. Lunes: cerrado.
Martes a domingo: de 10 a 14 h.
Secuencia histórica (cierre del acceso a las 13 h).
5.000 años de ocupación huma-
na, desde finales del Neolítico Distancia recorrido
(3500 a.C.) hasta los inicios de la 1.500 metros.
Edad Moderna (siglo XVI). Im-
portante desarrollo en las épocas Tiempo aproximado
ibérica y romana (desde el siglo 2 horas.
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VII a.C. hasta comienzos del si-


glo III d.C.). Dificultad
No accesible para discapacita-
Protección jurídica dos, use calzado cómodo y en ve-
Declarado Bien de Interés Cul- rano no olvide agua y protección
tural (BIC) desde el año 2007 solar.

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TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Normas o peligrosa no dude en comuni-


Con carácter general deberán carlo al personal del parque. Esta
observarse durante la visita las herencia es de todos y tenemos el
siguientes recomendaciones: No derecho a disfrutarla y a la vez el
recoja material arqueológico ni deber de conservarla.
altere la posición de los restos;
absténgase de arrojar basuras y Más información
utilice las papeleras y si advierte Oficina de Turismo de Baena.
cualquier circunstancia anormal Tels. 957 671 757 - 647 571 037.
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Situación del parque arqueológico de Torreparedones.

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José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Accesos al parque arqueológico.

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Vista aérea del yacimiento con los sectores excavados más significativos.

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Exvoto zoomorfo con figura de équido.
Diferentes nombres para
un mismo lugar

A
lo largo de la dilatada his- Jaén) y Ucubi (Espejo, Córdoba)
toria del sitio, y por muy ha llevado a considerar, tradi-
diversas razones que se cionalmente, que las ruinas de
nos escapan o que al menos no Torreparedones (que se locali-
conocemos con total certeza, zan precisamente entre Martos
han sido diversos los topónimos y Espejo) se corresponden con la
con los que se ha denominado, colonia de Plinio, quien le aña-
en concreto, tres, no siendo esto de además los epítetos de Virtus
algo infrecuente pues se conocen Iulia. Y los resultados de las re-
otros muchos casos. cientes excavaciones han puesto
al descubierto una potente fase
Ituci / Bora de ocupación romana y que la
ciudad logró un estatuto jurídico
El primer nombre que tuvo el lu- privilegiado hacia el cambio de
gar aún se desconoce por falta de Era, pero no se ha documentado
pruebas firmes. Y fue aquel que ningún epígrafe que corrobore
tuvo cuando se conformó el gran esta hipótesis. Por su parte, Bora,
asentamiento fortificado durante fue una ciudad que acuñó mone-
el período orientalizante, allá por da propia en los siglos II–I a.C. y
el siglo VII a.C. En el estado ac- cuya localización hasta ahora era
tual de la investigación se duda dudosa. El hallazgo de un frag-
entre Ituci ó Bora, topónimos cla- mento de tubería de plomo con
ramente indígenas, ibéricos. Ituci inscripción que podría hacer re-
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es una ciudad que cita Plinio el ferencia a un posible Municipium


Viejo en su Historia Natural per- Borense (que algunos identifican
teneciente al convento jurídi- con la Bora Cerealis que también
co de Astigi (Écija). El hecho de cita Plinio), unido al hallazgo de
que sea mencionada por dicho numerosas monedas de Bora en
historiador entre Tucci (Martos, el hinterland de Torreparedones

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TORREPAREDONES José Antonio Morena López

apunta a que dicha ciudad debió en el Pasionario de Cardeña, se


estar en la campiña oriental cor- refiere a nuestro yacimiento. Y
dobesa, quizás en el mismo yaci- ahí surge el nombre de cortijo/
miento de Torreparedones. torre/cerro de las “Vírgenes”, en
relación a dos santas mozárabes
Castro el Viejo / Las llamadas Nunilo y Alodia, vír-
Vírgenes genes y mártires, que dieron su
vida por defender la fe cristiana
A partir de la reconquista, y se- en el siglo IX d.C. y que tuvieron
gún consta en documentos escri- una ermita en Torreparedones,
tos el sitio se denominó Castro el al menos desde el siglo XVI.
Viejo, topónimo que genera mu-
chas dudas pero que podría deri- Torreparedones
var de “el castro viejo” debido a
la antigüedad de los restos arqui- Este nombre es el más moderno
tectónicos visibles y también a apareciendo ya en mapas de fina-
los hallazgos casuales de colum- les del siglo XIX (a veces llamado
nas, capiteles, cerámicas, mone- Torrepadrones). Debe aludir a la
das, etc. a lo que debe añadirse gran torre del homenaje del cas-
que el lugar estaba cerca del ac- tillo y a las paredes o paredones
tual Castro del Río; del mismo de la misma fortaleza o incluso a
modo que Medina Azahara se la propia muralla iberorromana
llamó “Córdoba la Vieja” e Itá- que genera un significativo talud
lica “Sevilla la Vieja”. Pero no en el terreno. A 1 km al oeste del
debe descartarse que este nom- yacimiento se encuentra el corti-
bre pudiera haber sido utilizado jo de Paredones de Medina que
con anterioridad si aceptamos debe su nombre a esos paredones
que los sitios “Castro Virgeti” y del castillo, pues parte del yaci-
“Castrum Vigeti” que se citan miento pertenece a dicho cortijo.
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Detalle de la zona inferior de la escultura thoracata.

Historiografía
HISTORIA DE LA INVESTIGACIÓN
TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Y
a desde la Edad Moder- de las Vírgenes Nunilo y Alodia
na resonaba el nombre y, sobre todo, en la centuria de-
de Castro el Viejo y tam- cimonónica, de Aureliano Fer-
bién el del Cortijo de las Vírge- nández–Guerra quien, a raíz del
nes (nombres con los que tam- descubrimiento de la llamada
bién es conocido el lugar) por la “tumba de los Pompeyos” en el
aparición de numerosos vestigios verano del año 1833, visitaría el
arqueológicos, siendo nombrado lugar al año siguiente para do-
por los eruditos como “sitio im- cumentar dicho hallazgo, reali-
portante en tiempo de romanos”. En el zar un croquis del yacimiento y
siglo XVI Juan Fernández Fran- recopilar una importante docu-
co hablaba de varios pedestales mentación de restos arqueoló-
romanos, uno de carácter fune- gicos (inscripciones, esculturas,
rario y otro que sirvió de pedestal elementos arquitectónicos, etc.).
para una estatua de un personaje
importante que llegó a ser duun-Entrado el siglo XX el yacimien-
viro. Un siglo después el poeta to recibirá un notable impulso,
Miguel de Colodrero reconoció sobre todo, en las décadas fina-
las ruinas del lugar y escribió les. Francisco Valverde y Perales
unos versos en los que se burla-de dedicaría unas páginas inte-
ba de la avaricia y supersticiónresantes en su Historia de la Villa
de buscadores de tesoros. En el de Baena que publicó en 1903
siglo de las Luces fueron varioscon algunas fotografías de varias
los eruditos que pretendieron piezas. A finales de la centuria se
identificar el yacimiento con undieron a conocer algunas piezas
supuesto y equivocado Castrum halladas casualmente caso de un
Priscum como Fernández–Gue- capitel ibérico, un relieve con
rra, Sánchez de Feria, Miguel escena oferente iberorromano
Cortés o Enrique Florez, hasta y varias inscripciones romanas.
que el insigne epigrafista alemán
Por otro lado, el estudio de un
Emile Hübner deshizo el error. conjunto de exvotos ibéricos ta-
llados en piedra y recuperados
Cabe destacar la labor de Sán- en superficie generó un libro
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chez de Feria quien, en varios titulado El santuario ibérico de To-


trabajos, trató sobre la Ermita rreparedones (Castro del Río–Baena,

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José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Córdoba), escrito por José Anto- rentes sectores como el castillo


nio Morena, fue el germen del medieval, la puerta oriental, el
primer proyecto de investigación centro monumental romano o
auspiciado por las Universidades foro (plaza pavimentada con ins-
de Córdoba, Complutense de cripción monumental de litterae
Madrid y la británica de Oxford aureae, templo, basílica jurídica,
y autorizado por la Consejería pórticos y curia), el mercado pú-
de Cultura de la Junta de Anda- blico o macellum, tres conjuntos
lucía, entre los años 1987 y 1992. termales, una parte del viario al
Se llevaron a cabo varias cam- oeste del foro, el santuario ibero-
pañas de prospección y excava- rromano meridional extramuros,
ción en un sector de la muralla una domus romana (Casa del Pa-
sureste, en la puerta oriental, en nadero), una parte de la necró-
el santuario iberorromano y en polis romana oriental, la Ermita
un sector intramuros, generando de las Vírgenes y un manantial
una espléndida monografía titu- de aguas mineromedicinales
lada The Guadajoz Proyect. Andalu- conocido como la Fuente de la
cía in the first millennium BC. Torre- Romana. Las últimas investiga-
paredones and its Hinterland. ciones han descubierto dos de los
edificios de espectáculos típicos
Pero el impulso definitivo, que de las urbes romanas, el anfi-
ha proyectado el yacimiento a teatro y el teatro, así como otro
nivel nacional e internacional, posible santuario iberorromano
lo dio el Ayuntamiento de Bae- situado a unos 400 m al este del
na al adquirir la propiedad de recinto amurallado, que debió
los terrenos, reparar el acceso y estar dedicado a una divinidad
comenzar en 2006 (tras elabo- protectora de los caballos. A todo
rar un plan director) un ambi- ello hay que sumar un ingente
cioso proyecto con el objetivo volumen de material arqueológi-
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de convertirlo en un parque ar- co que está nutriendo los fondos


queológico que se inauguró en del Museo Histórico Municipal y
el año 2011. Hasta el presente del que cabe destacar el conjunto
año 2022 se ha excavado un 10 votivo del santuario meridional y
% del interior del asentamiento, las magníficas esculturas que de-
habiéndose puesto en valor dife- coraron el foro romano.

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TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Aureliano Fernández–Guerra. Emile Hübner.


COLECCIÓN

Francisco Valverde y Perales. Juan Bernier Luque.

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José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Armin U. Stylow.

COLECCIÓN

Publicaciones más relevantes sobre Torreparedones.

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TORREPAREDONES José Antonio Morena López

SALSVM 1
Monografías del Museo Histórico Municipal de Baena

EL MAUSOLEO DE LOS POMPEYOS


DE TORREPAREDONES
(Baena. Córdoba)
análisis historiográfico y arqueológico

José Beltrán Fortes


Jorge Maier Allende
Javier Miranda Valdés
José Antonio Morena López
Pedro Rodríguez Oliva

Publicaciones más relevantes sobre Torreparedones.


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Equipo de la campaña de 1987.

22 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Equipo de la campaña de 1990.

COLECCIÓN

Equipo de la campaña de 2009–2010.

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La Prehistoria
LOS PRIMEROS
POBLADORES

P
oco es lo que sabemos,
a fecha de hoy, sobre los
orígenes del poblamiento
en Torreparedones. ¿Cuándo se
ocupó por primera vez y de ma-
nera estable el cerro más elevado
de la campiña oriental cordobe-
sa? Las excavaciones realizadas
en 1990 en la puerta oriental, y
en 2012 al norte del foro romano
(sondeo 3), han aportado algunos
datos al respecto. A mediados del
IV milenio a.C. se documentan
las primeras evidencias de ocu-
pación humana con estructuras
circulares u ovales, excavadas
en el terreno natural, en forma
de silos. De la cultura material,
el elemento más característico
lo encontramos en la cerámica
a mano con cazuelas o fuentes
de carena baja, junto a vasos
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carenados y formas globulares


dotadas de mamelones, existien-

24 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


Cuchillo de sílex.
José Antonio Morena López TORREPAREDONES

do además cuencos de casquete frecuentemente interpretados


esférico, platos e incluso sopor- como pesas en telares. La fauna
tes cilíndricos; la industria lítica está representada por cabras,
consiste en láminas de sílex que ovejas y cerdos.
suelen presentar la típica pátina
de siega provocada por el corte Pero poco después se asiste a un
continuado de cereales no leño- período de despoblación y cier-
sos; otros elementos característi- to abandono durante la mayor
cos de este período son los cuer- parte del II milenio a.C. debido,
necillos o crecientes de arcilla, quizás, a una prolongada etapa

COLECCIÓN

Estratigrafía con la secuencia más antigua del yacimiento


(sondeo 3 al norte del foro).

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 25


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Restos de fauna del Bronce Final.

de sequía y aridez. A partir del fragmento de cerámica de proce-


llamado Bronce Final Tartésico, dencia sarda que se fecha en el
hacia el 1.100–850 a.C., se docu- siglo X a.C. y que evidencia el
menta una refundación del asen- comercio de bienes de intercam-
tamiento en toda su extensión bio (probablemente vino) desde
apareciendo cerámicas bruñidas el Mediterráneo Central hasta el
y de carena alta, vasos bicóni- interior de la península ibérica.
cos y cerámicas con aplicaciones La industria lítica sigue mostran-
metálicas decorativas, a base de do láminas de sílex y dientes de
tachuelas de cobre; además, se hoz con pátina de siega, mientras
detectan artefactos metálicos, que entre la fauna destacan los
por primera vez, como punzo- caprinos, suidos, cánidos domés-
nes de sección cuadrada y frag- ticos y como dato curioso restos
mentos de varillas de cobre; por de galápago leproso y lagarto
otro lado, la presencia de algún ocelado.
COLECCIÓN

26 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


Placa decorada ibérica.
José Antonio Morena López TORREPAREDONES

COLECCIÓN

Protohistoria - Época Ibérica


EL NACIMIENTO DE LA CIUDAD

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 27


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

D
ado que la fase de ocu- sus imponentes recintos amura-
pación romana es la me- llados, en los que se concentra el
jor conservada, conoce- poder político (caso de Torrepa-
mos poco de la etapa anterior redones, Ategua o Cerro Boyero);
al superponerse a ella y tan sólo un segundo grupo presenta una
disponemos de datos en zonas clara posición defensiva y de
puntuales y algunos hallazgos control del territorio, situados en
fortuitos que dan testimonio del cotas destacadas y, por último,
desarrollo alcanzado durante la los pequeños hábitats rurales,
plena época de la cultura ibérica. intercalados entre los dos prime-
Ya desde el período orientalizan- ros tipos y considerados como
te, a finales del siglo VIII a.C. o simples aldeas ubicadas en llano.
comienzos del siglo VII a.C., la Dentro del segundo grupo están
población del entorno se agrupó los llamados recintos fortificados
y concentró en el cerro configu- o torres sobre los que aún pla-
rándose el oppidum o poblado for- nean serios problemas a la hora
tificado cuyo elemento más sig- de fijar su cronología y funcio-
nificativo es la muralla defensiva nalidad. Desde la clásica teoría
que lo rodea. Estamos ante el na- de que estos recintos eran las
cimiento de un verdadero núcleo conocidas por las fuentes como
urbano, una ciudad, con una es- turres Hannibalis, las investigacio-
tructura política de carácter esta- nes han ido aportando un poco
tal, jerarquizado y una economía de luz y, al menos, se conoce re-
clientelar de base aristocrática. lativamente bien su distribución
Las murallas tenían no sólo un espacial y que, algunas de ellas
sentido defensivo y también po- se fechan ya en época romana.
lítico pues eran la representación En Torreparedones se han docu-
del poder. mentado casi cuarenta torres en
un radio de unos 5 km muchas
El territorio de las cuales debieron formar
El patrón de asentamiento se parte de un complejo sistema
configura con tres tipos de sitios defensivo del oppidum y de sus
según su rango y jerarquización. vías de comunicación como Pie-
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En primer lugar, estarían los dras de Gilica, Las Almayas o El


grandes poblados u oppida con Real.

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José Antonio Morena López TORREPAREDONES

La muralla taciones de piedra y paredes de


El recinto fortificado de Torre- tapial y/o adobes pero a partir
paredones tiene un perímetro de del siglo V a.C. aparecen ya los
1,5 km, adaptado a la topogra- alzados de mampostería. Diver-
fía natural del terreno, con una sos elementos arquitectónicos de
anchura media de 7 m y unos piedra caliza ponen de relieve la
2,5 m de altura conservada en calidad de los artistas iberos, caso
algunos tramos. Está jalonada a del conocido capitel decorado
intervalos regulares con torres o con motivos vegetales, espirales y
bastiones que no sólo al reforza- entrelazados en sus cuatro caras
ban sino que permitía además la pero de forma distinta o varias
instalación de artillería y/o de un ménsulas que presentan decora-
cuerpo de guardia. Delimita una ciones similares.
superficie de 10,5 Ha y se erigió
sin trinchera de fundación y con La cultura material
dos paramentos en talud conver- Sin duda, el elemento más carac-
gentes de medianos y grandes terístico es la cerámica a torno
bloques bloque de piedra de ca- que fue introducida por los co-
liza unidos en seco, sin ningún merciantes fenicios y que convi-
tipo de argamasa; el núcleo in- ve en los primeros momentos de
terno lo constituye un conglome- contacto con las comunidades
rado de piedra y cascote y muros indígenas con otras cerámicas
transversales que refuerzan de fabricadas a mano (de superfi-
manera notable toda la obra. cies toscas y decoradas con im-
presiones digitales o incisiones y
El urbanismo motivos plásticos). Esas nuevas
El trazado viario de la ciudad es cerámicas torneadas, que ense-
irregular, con calles estrechas y guida comenzaron a ser produci-
sinuosas pavimentadas con pie- das en talleres locales, pueden ser
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dras irregulares de procedencia de pasta gris, o bien, engobadas


local, como se puede apreciar y pintadas polícromas con diver-
en el sector situado al oeste del sos colores y motivos geométri-
posterior foro romano. En un cos con bandas paralelas, líneas
primer momento, las viviendas sinuosas verticales y círculos
están construidas sobre cimen- concéntricos, para evolucionar

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 29


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

a una monocromía de color rojo te, existieron esos enterramien-


y motivos similares, aunque des- tos. Se encontró en el sector de
aparecen el engobe y los círcu- la Ermita de las Vírgenes por
los completos se sustituyen por lo que cabe suponer que ese no
segmentos de cuarto de círculo. era su lugar originario pues las
Típica de la plena época ibérica, áreas funerarias ibéricas se situa-
aunque no muy abundante, es la ban fuera del recinto amurallado
cerámica ática de figuras rojas de la ciudad. Tampoco se tiene
que aparece como consecuencia constancia del hallazgo de arma-
de los intercambios comercia- mento ibérico (falcatas, soliferrea,
les con el mundo griego y que puñales, etc.) o cerámicas grie-
fue muy apreciada por las elites gas que suelen encontrarse en las
locales. tumbas más importantes. Esto
quiere decir que, o bien, esas ne-
El mundo funerario crópolis están destruidas, o que
A pesar de la importancia que aún no se han encontrado.
debió alcanzar la ciudad en épo-
ca ibérica no conocemos, prácti- Las creencias religiosas
camente, nada sobre sus necró- Este apartado es uno de los más
polis que, como se sabe por otros desconocidos del mundo ibérico
yacimientos similares, debieron pero en Torreparedones ocurre
contar con tumbas monumen- todo lo contrario. Al final de la
tales decoradas con esculturas época ibérica y durante buena
zoomorfas como los pilares–es- parte de la época romana la ciu-
tela, empedrados tumulares y los dad contó dos lugares de culto,
monumentos turriformes. Estos uno ubicado en el sector meri-
animales (leones, toros, etc.) ha- dional de la ciudad extramuros
cían las funciones de guardianes y otro posible localizado a unos
del alma del difunto ahuyentan- 400 m al este de la puerta orien-
do los malos espíritus y amedren- tal. El primero, fue excavado
tando a los posibles expoliadores en dos ocasiones, en 1988 y en
de la tumba. Sólo un fragmento 2007 y se documentaron restos
de la cabeza de un león tallado de dos edificios destinados al cul-
COLECCIÓN

en piedra caliza local nos pone to, siendo el más moderno el que
tras la pista de que, efectivamen- pudo excavarse en su totalidad

30 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

y es visitable hoy día. Los dos piedra que representan tanto fi-
templos debieron construirse en guras humanas como miembros
época romana, el primero en el del cuerpo, en este caso y de
período republicano (o a finales forma exclusiva piernas. Desta-
de la época ibérica) y el segundo, can otras piezas como quema-
en época altoimperial durante perfumes y braserillos rituales.
el reinado de Claudio, quedan- Los exvotos femeninos son más
do abandonado a fines del siglo abundantes que los masculinos y,
II d.C. El templo más moderno a veces, suelen mostrar mujeres
se articula en tres espacios bien encinta que acudían al santuario
diferenciados (planta tripartita para solicitar a la diosa (Juno Luci-
de origen semita) a los que se ac- na) un parto sin problemas. Entre
cedía desde el sur mediante una los masculinos algunos podrían
prolongada rampa, todos ellos representar a los propios sacer-
siguiendo una perfecta orienta- dotes. La orientación norte–sur,
ción astronómica norte–sur. Sin no casual, de todo el edificio ge-
duda, lo más interesante, aparte nera el denominado “milagro de
del propio edificio religioso, son la luz” que se basa en el impacto
los restos materiales relacionados del rayo solar sobre el betilo sa-
con las actividades cultuales allí grado, pero no forma caprichosa
realizadas durante varios siglos sino que lo hace en función del
en honor de la divinidad. Se ig- ciclo de las estaciones, iluminan-
nora el nombre de la divinidad do la parte más alta en el solsticio
indígena que en época romana de invierno y recorriéndolo hasta
se llamó Dea Caelestis/Juno Luci- su base en el solsticio de verano.
na/Salus y cuya imagen era un El segundo lugar de culto, al este
betilo estiliforme, una columna de la ciudad, se presume por el
con capitel foliáceo. Junto a un descubrimiento de una decena
buen número de piezas cerámi- exvotos, en este caso, zoomorfos
que representan figuras de équi-
COLECCIÓN

cas (platos, cuencos, vasos cali-


ciformes…) utilizadas en ritos dos similares a otros como los ha-
y ceremonias vinculadas con el llados en El Cigarralejo (Mula,
culto a la diosa y restos de óseos Murcia) o Pinos Puente (Grana-
de animales sacrificados, se han da) y más cerca los encontrados
recogido más de 350 exvotos de en el Cerro de la Almanzora (Lu-

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 31


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

que, Córdoba). En este caso, los animales, de nombre descono-


exvotos se ofrecían por los fieles cido pero que pudiera ser Potnia
a una diosa protectora de dichos Hippon o Epona.

Recinto fortificado de Piedras de Gilica.


COLECCIÓN

Recinto fortificado de El Real.

32 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Muralla ibérica de Torreparedones.

COLECCIÓN

Parte del viario occidental de la ciudad ibérica.

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 33


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Capitel ibérico.

El betilo sagrado del santuario meridional (a


la derecha réplica colocada en el santuario y
COLECCIÓN

a la izquierda original en el Museo de Baena).

34 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Recreación en 3D de la fachada del santuario meridional.

COLECCIÓN

Relieve ibero–romano con escena oferente.

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Exvotos.
COLECCIÓN

Placa votiva.

36 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


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Cabeza de exvoto con inscripción alusiva a Dea Caelestis.

COLECCIÓN

Lámparas de aceite utilizadas como ofrendas de luz.

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 37


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Diversos tipos de vasos cerámicos usados en ceremonias religiosas.


COLECCIÓN

Braserillo para quemar sustancias aromáticas.

38 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Quemaperfumes decorado con diversas escenas y motivos geométricos.

COLECCIÓN

El betilo sagrado del santuario


meridional iluminado en el
solsticio de invierno.

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 39


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

El betilo iluminado en el
solsticio de verano.
COLECCIÓN

Exvoto zoomorfo del probable santuario oriental.

40 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


Retrato de Augusto.
José Antonio Morena López TORREPAREDONES

COLECCIÓN

Época Romana
TIEMPOS DE ESPLENDOR
GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 41
TORREPAREDONES José Antonio Morena López

públicos, un mercado y, sobre

E
l oppidum ibérico–turde-
tano de Torreparedones todo, se edificó el foro verda-
se integró en la provin- dero centro religioso, político y
cia romana de Hispania Ulterior administrativo, logrando un pe-
desde que ésta se creó en el año ríodo de esplendor que duraría
197 a.C. tras la conquista ro- varios siglos. Sus gobernantes
mana, denominándose Baetica a quisieron emular a la capital de
partir de la reforma del empe- la provincia Corduba cuando no
rador Augusto, entre los años a la propia Roma, decorando el
15–13 a.C. Tras su rendición se foro con esculturas monumenta-
convertiría en una ciudad esti- les de la familia imperial y otras
pendiaria o peregrina que debía de aquellos individuos que ha-
pagar un tributo anual a Roma, bían destacado por sus acciones
mientras que las elites aristocrá- evergéticas. Todo ello fue posible
ticas podían, en determinados gracias a la riqueza de la ciudad
casos, ser premiadas con la ciu- que se basaba, esencialmente,
dadanía romana como ocurrió en la agricultura cerealística. Así
con los Pompeyos enterrados en mismo, surgieron varios espacios
la necrópolis norte, que pasaron funerarios ubicados junto a las
a formar parte de las clientelas puertas de entrada y salida y a
de Pompeyo Magno o de alguno lo largo de las vías de comunica-
de sus hijos. En época de Augus- ción más importantes.
to, la ciudad había logrado un
estatuto privilegiado con rango Pero este esplendor duraría un
de colonia o municipio. Desde solo un par de siglos pues a fi-
el punto de vista urbanístico hay nales del siglo II d.C. comenzó
que decir que, al no tratarse de una decadencia urbana con el
una fundación ex novo, apenas abandono del santuario extra-
se alteró el viario previo que muros meridional, de la curia y
fue modificado, puntualmente, de las termas orientales, declive
incluida la puerta oriental; asi- que pudo deberse a un aconteci-
mismo, se llevaron a cabo re- miento histórico acaecido entre
formas en el recinto amuralla- los años 197 y 200 d.C., aunque
COLECCIÓN

do, se reconstruyó el santuario la ciudad continuó habitada. Se


meridional, se erigieron baños trata de la feroz represión ejer-

42 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Mapa de la Bética con su red urbana y ciudades más importantes.


Ubicación de Torreparedones (Ituci/Bora).

COLECCIÓN

Panorámica aérea del yacimiento desde el Este.

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 43


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Calle del sector occidental de la ciudad ibérica que hacía las veces
de decumano máximo en época romana.

Cisterna “a bagnarola” para


almacenar agua de la Casa del
COLECCIÓN

As de Bora. Panadero.

44 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

cida por el emperador Septimio lluvia desde los tejados de los edi-
Severo contra los partidarios del ficios. Además, la gran plaza del
usurpador Clodio Albino, tras su foro actuaba como lugar de cap-
derrota y muerte en la batalla de tación del agua de lluvia pues un
Lugdunum, suponiéndose un apo- canalillo perimetral la conducía
yo de la ciudad de Torreparedo- mediante una tubería de plomo
nes a la causa del perdedor, lo a un gran depósito, que no ha
que conllevaría un castigo impe- sido localizado aún, tanto para
rial al retirarle la dignitas civitatis.
el consumo humano como muy
probablemente también para su
Uno de los aspectos más intere- aprovechamiento en los baños
santes a reseñar es el del abaste- públicos.
cimiento de agua. No cabe duda
de que el agua siempre ha sido Fuente de la Romana
un elemento clave para el ser La fuente de la Romana es uno de
humano pues, sin agua no hay los manantiales naturales más
vida. El aprovisionamiento del importantes que ha llegado hasta
líquido elemento se resolvió con nuestros días. Está situada a unos
manantiales naturales, mediante 300 metros al sureste del centro
la extracción del nivel freático y urbano, y fue declarada también
almacenando el agua de lluvia. Bien de Interés Cultural (BIC) en
En época romana esos fueron los el año 2007. En 2010 se llevó a
tres sistemas empleados pues no cabo una intervención arqueoló-
se conoce ningún indicio arqueo- gica para recuperarla debido al
lógico que demuestre la existen- deterioro que sufría. Al parecer
cia de algún acueducto que pu- se construyó en época romana,
diera haber traído el agua desde junto al camino de acceso a la
manantiales lejanos. Se ha cons- ciudad (donde ya debía existir
tatado la existencia de numero- un importante venero de agua), a
COLECCIÓN

sas cisternas la mayoría del tipo modo de ninfeo o fuente monu-


“a bagnarola” construidas con mental con fábrica de opus caemen-
muros de mampostería y enluci- ticiun y opus signinum, disponiendo
dos hidráulicos de opus signinum de varios estanques a diferentes
(también hay depósitos de planta niveles. El inferior, que es el me-
circular) que captaban el agua de jor conservado y el que viene

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 45


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Fuente de la Romana.

usándose desde hace tiempo, es cuestiones sanitarias, es agua no


de planta rectangular de 16 me- potable.
tros de longitud y 2,50 metros de
anchura, con una profundidad Puerta oriental
de 1 metro. En época medieval La puerta oriental es el único ac-
sufrió una reforma abriéndose ceso a la ciudad documentado
dos cimbras o galerías drenantes aunque se intuye la presencia de
que vierten en los dos surtidores otra puerta en el lado opuesto, el
existentes en la pared oeste del occidental, que comunicaría con
estanque inferior. Interesa seña- el anfiteatro. La antigua muralla
lar la calidad del agua de esta ibérica fue seccionada para cons-
fuente pues los análisis quími- truir una puerta flanqueada por
cos han demostrado que tiene dos impresionantes torreones de
propiedades mineromedicinales, planta tendente al cuadrado. La
por lo que se ha puesto en rela- trinchera de fundación de ambas
ción con los rituales religiosos del torres atravesó y demolió la vieja
COLECCIÓN

cercano santuario ibero–roma- muralla ibérica, y aunque no se


no meridional. Hoy día, y por proyectan por detrás de la mura-

46 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

La puerta oriental tras su excavación en 2006.

lla, las paredes interiores fueron, atados por cuatro muros que con-
no obstante, destruidas y susti- forman una cruz en el centro de
tuidas más tarde por una nueva cada torre, con el objetivo de do-
muralla que siguió, aproximada- tar de mayor solidez a la cimen-
mente, la línea de la antigua. La tación de las torres, para ahorrar
estructura de las torres es idéntica material y también para servir de
con una forma cercana al cua- apoyo a un pie derecho que so-
drado (8 metros de fachada por portaría el techo de una segunda
9,70 metros de profundidad). Los planta, seguramente, hueca que
muros perimetrales muestran al acogería un cuerpo de guardia y
exterior una técnica basada en la maquinaria de artillería.
superposición de grandes bloques
COLECCIÓN

de piedra careados por cinco de El pavimento del acceso entre


sus caras, a excepción de la cara las torres se resuelve con losas
que da al interior del núcleo del irregulares bien imbricadas en-
muro conformando un aparejo tre sí, con una anchura total de
de tipo poligonal conocido como 3 metros de ancho que asciende
opus siliceum. Estos muros están suavemente conforme el paso se

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 47


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

adentra intramuros con una ram- gía de esta entrada monumental


pa del 13,9% de pendiente. A se sitúa en la segunda mitad del
cada lado del pavimento y avan- siglo I a.C. y más concretamen-
zando bajo cada pared de las to- te en los años 40 a.C., quizás en
rres existen dos acerados de unos relación a los acontecimientos
50–60 centímetros de anchura, bélicos relatados por el Bellum
sobreelevados unos 35 centíme- Hispaniense que culminaron con
tros sobre la cota del viario, y con la célebre batalla de Munda en el
el mismo porcentaje de inclina- año 45 a.C.
ción que el pavimento, destina-
dos a los peatones. En cuanto al Mercado público
control en el acceso, han apare- El centro monumental de la ciu-
cido evidencias que apuntan a la dad estaba constituido por el
existencia de un sistema de do- foro, con su gran plaza abierta
ble puerta. Ambas puertas eran en torno a la cual se situaban los
de doble batiente y abrían hacia edificios públicos más importan-
el interior, dato que nos aportan tes como el templo, la basílica ci-
las cuatro quicialeras talladas en vil, una capilla de culto, la curia y
grandes piezas de calcarenita. La sendos pórticos, ubicados al nor-
segunda puerta se halla a una te y al sur. Fuera del foro y junto
distancia de 14,30 metros de la a una de las vías más importantes
primera puerta. Hacia el interior de la ciudad, que hacía las veces
de la ciudad, los muros de las to- de decumano máximo, estaba el
rres que delimitan el espacio de mercado público (macellum), un edi-
entrada se prolongan en el mis- ficio independiente que era ges-
mo sentido de la calle con dos es- tionado por magistrados desig-
tructuras murarias, adosada cada nados por el senado local. Estaba
una a la esquina interior de su destinado a la venta de produc-
torre, conformando un acceso de tos alimenticios como pan, fru-
tipo “patio” también conocido tas, hortalizas, pescado y carne,
como “cavedium” o vorhoftor. Este sobre todo, de vacuno. Ocupaba
sistema permitía a los defensores alrededor de 380 m² y se han
contener al enemigo al llegar a documentado hasta cuatro fases
COLECCIÓN

la segunda puerta y someterlo a constructivas, desde su construc-


un fuego cruzado. La cronolo- ción en la primera mitad del siglo

48 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

El mercado romano (macellum).

I d.C. hasta época tardoantigua. Platea


El mercado primigenio respon- La platea o plaza del foro tie-
día al modelo de planta central ne planta cuadrada con 528 m²
en torno a un patio pavimentado de superficie y se construyó en
con losas y un pórtico, contando época del emperador Augusto,
con una docena de tiendas (taber- siendo reformado en tiempos de
nae), después sufrió una reforma Tiberio (años 20 d.C.) cuando se
que amplió el número de tiendas pavimentó con grandes losas de
pero, al final de su actividad, re- caliza micrítica (piedra de mina)
dujo sus dimensiones y el núme- traídas de canteras localizadas
ro de tiendas, pavimentándose en las cercanías de Córdoba, a
el nuevo patio con pequeños la- 60 kilómetros de distancia. Las
COLECCIÓN

drillos (opus spicatum). Sin activi- losas están dispuestas en franjas


dad desde el siglo III d.C, acabó con sentido este–oeste y dispone
perdiendo su función comercial, de un canalillo perimetral que
utilizándose después como redil conducía el agua de lluvia hacia
de animales y, finalmente, como el lado sur. A través de una tube-
cementerio. ría de plomo se almacenaba en

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 49


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Vista aérea del centro monumental de la ciudad romana (foro).


COLECCIÓN

Planta esquemática del foro y sus edificios más importantes.

50 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


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Comienzo de la inscripción pavimental de la plaza forense.

un gran depósito (aún no descu- sien postico, con fachada tetrástila,


bierto) para su aprovechamien- con fustes de tres pies y medio de
to. Esta reforma fue obra de un diámetro y ritmo eustylo, aunque
personaje destacado de la ciudad se desconoce su orden (jónico o
que llegó a desempeñar el car- corintio). Es muy probable que
go de duumviro (alcalde) y cuyo estuviese dedicado al culto del
nombre quedó grabado para la emperador César Augusto, cuya
posteridad en la hilera central de estatua se encontró despeda-
losas de la plaza con litterae aureae: zada en la sala de reuniones de
Marco Junio Marcelo, que pagó la curia. Una escalera central
la obra “de sua pecunia” (con su constituida por varios peldaños
dinero). de caliza micrítica, rematados
por un saliente moldurado de
Templo piedra caliza en forma de gola,
El templo está situado en el lateral permitía el acceso, no al templo,
oeste de la plaza y corresponde sino a un muro frontal de casi 2
al tipo denominado rostratum do-
COLECCIÓN

metros de altura en el que, muy


tado de tribuna frontal para ora- probablemente, estuvieran colo-
dores y con dos accesos laterales, cadas las tablas de bronce con
al norte y al sur, mediante sendas la ley colonial o municipal para
escalerillas. Aunque se encuentra su consulta pública por todos los
muy arrasado debió ser periptero ciudadanos.

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 51


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Recreación en 3D del tempo (derecha) y la curia (izquierda).


COLECCIÓN

Basílica civil.

52 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Basílica haberse utilizado como carcer. El


En el lateral opuesto, al este, es- edificio tenía dos plantas, la in-
taba el edificio más grande del ferior con capiteles jónicos y la
foro, la basílica civil o jurídica, superior de orden corintio; las
destinada a actividades judiciales columnas de la segunda planta,
y los negocios. Es de planta rec- que sostuvieron el tejado de la
tangular y mide 14x24 metros y nave central, se dotaron de ce-
tenía tres accesos desde la plaza, losías para dejar pasar la luz. Es
una puerta principal en el eje de probable que en el centro de la
la plaza, de 5 metros de anchura nave oriental y proyectado hacia
y dos pequeñas puertas latera- el exterior, estuviese el tribunal o
les en los extremos de 2 metros aedes Augusti.
cada una. El interior se articula
entre naves mediante una perís- Curia
tasis de 4x8 columnas, con una La curia, ubicada en el ángulo
gran nave central de 6 metros noroeste de la plaza, inmedia-
anchura, mientras que las dos la- tamente al norte del templo, es
terales miden 2 metros cada una. uno de los edificios mejor con-
La nave oriental se levantó sobre servados y era la sede del senado
un sótano o cyrpta para salvar la local, donde se reunían los de-
pendiente del terreno, pudiendo curiones para tratar los asuntos

COLECCIÓN

Dupondio de Nerón hallado en el aerarium de la curia.

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 53


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Curia.

de interés público. Disponía de pared situada en frente, se abre


una puerta estrecha con varios una estancia rectangular que
peldaños desde el pavimento de pudo funcionar como aerarium,
la plaza que daba acceso a un donde estaría una caja fuerte o
patio tetrástilo de 7x7 metros del arca ferrata, anclada al suelo, para
que se conservan las basas y el custodiar el dinero de la ciudad
impluvium pavimentado con opus (pecunia publica). Al fondo, y al oes-
signinum y con su canal de des- te del atrio, se encuentra la sala
agüe hacia la plaza. En la pared de reuniones de los decuriones,
sur del patio se encuentra parte la curia propiamente dicha, al
de un nicho que pudo albergar estilo de los salones de plenos de
un armario de madera para cus- los ayuntamientos actuales. La
todiar los documentos que reco- puerta, de doble batiente, tiene
gían los acuerdos tomados en las una anchura de 2,3 metros y el
COLECCIÓN

asambleas, sirviendo, por tanto, umbral de mármol conserva los


como archivo o tabularium. En la goznes y anclajes de las dos ho-

54 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

jas que abrían hacia el interior; gado en un momento posterior,


el pavimento de la sala es de pla- que conducía a una pequeña
cas de mármol blanco dispues- estancia de planta trapezoidal
tas en franjas longitudinales en que debió servir como primer
sentido este–oeste. Las paredes aerarium y que se amortizó por
se levantan con grandes sillares problemas estructurales. En di-
de calcarenita (opus quadratum) y cho espacio se recuperaron va-
estaban enlucidas con una grue- rios cristales de ventana, parte
sa capa de mortero sobre la que del casco de un gladiador y un
se dispusieron placas de mármol conjunto numismático de Nerón
al menos hasta una altura de acuñado en los años 66–67 d.C.,
1 metro. En el muro del fondo en la ceca de Lugdunum (Lyon,
de la sala se abre un nicho con Francia).
base a una altura de 1,5 metros
del suelo que debió acoger una Edícula de la Concordia
pedestre tal vez del Genio de La edícula de la Concordia es una
la ciudad o una representación capilla de pequeñas dimensio-
imperial. Las dimensiones de la nes situada en el lado norte y
sala permitía albergar sentados tiene planta rectangular de 4x5
a 48 decuriones en cuatro filas, metros, con una única puerta
dos y dos a cada lado de la puer- abierta a la plaza flanqueada por
ta dejando libre un ancho pasillo pilastras. Se construyó, como la
central; a ellos hay que sumar mayoría de los edificios del foro,
los dos magistrados superiores en la fase augustea original, pero
que presidirían las sesiones en sufrió diversas reformas como la
la cabecera, junto al nicho. Aquí marmorización de los peldaños
se encontraron numerosos frag- del acceso en época tiberiana y el
mentos escultóricos de mármol revestimiento interior con placas
pertenecientes a tres estatuas, de mármoles diversos importa-
COLECCIÓN

dos masculinas y una femenina, dos. En la pared del fondo se lo-


apilados cuidadosamente cuan- caliza un nicho que debió alber-
do el edificio ya no se usaba. Por gar una estatua sedente de piedra
otro lado, se pudo documentar caliza de la que sólo se recuperó
un pasillo al norte del aula, con una piña, perteneciente quizás a
acceso desde el atrio, pero ce- una cornucopia que portaría la

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 55


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Edícula de la Concordia.
COLECCIÓN

Pórtico norte del foro con réplicas de las esculturas.

56 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

estatua de culto. También se re- había en los 5 nichos del muro


cuperaron sendas piezas de cali- del fondo. En este espacio se re-
za, un braserillo ritual con señales cuperaron tres estatuas pedestres
térmicas utilizado para la quema y una pierna de otra, pero hubo
de sustancias aromáticas y un so- en total 8 esculturas imperiales.
porte cilíndrico con un orificio en Por su parte, el pórtico sur pudo
la parte superior que pudo servir servir para la exposición pública
para sostener el asta de un estan- de los numerosos documentos
darte o insignia. La epigrafía re- oficiales que generaba la admi-
cuperada apunta a que este espa- nistración tanto municipal, pro-
cio de culto estuvo dedicado a la vincial e, incluso, estatal, entre
Concordia Augusta y queuna mujer los que destacarían por su abun-
llamada Mummia Galla lo restauró dancia los acuerdos adoptados
a mediados del siglo II d.C. por el senado local, los llamados
“decreta decurionum”.
Pórticos
En los lados norte y sur se dispo- Programa escultórico
nen sendos pórticos, el meridional El programa escultórico que deco-
muy deteriorado mientras que ró el foro de la ciudad debió ser
el septentrional, de 6 metros de realmente impresionante y estu-
anchura y 16 metros de longitud, vo dedicado a miembros de la
ha proporcionado varios restos casa imperial, fundamentalmen-
escultóricos relevantes. En una te, pertenecientes a la dinastía
primera fase augustea, el pórtico julio–claudia. Había estatuas de
tenía columnas jónicas de caliza emperadores que van ataviados
estucada y basas áticas dotadas de forma diversas según los ca-
de plinto, pero en la fase tiberiana sos: con la toga, representaciones
se acortan los intercolumnios y se militares con la coraza y repre-
reutilizaron como basas elemen- sentaciones ideales, adoptando
COLECCIÓN

tos de la fase anterior, colocando el desnudo o semidesnudo como


en su lugar coronamientos de pe- principal rasgo distintivo. Has-
destales de estatuas con cuerpos ta la fecha se han recuperado 7
centrales cilíndricos. En algunos estatuas y fragmentos de otras,
intercolumnios se colocaron pe- todas ellas de tamaño superior
destales de estatuas que también al natural, labradas en mármol

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TORREPAREDONES José Antonio Morena López
COLECCIÓN

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Escultura togada masculina.
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COLECCIÓN

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Escultura sedente de Livia.
TORREPAREDONES José Antonio Morena López
COLECCIÓN

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Escultura sedente de Augusto.
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COLECCIÓN

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 61


Escultura sedente de Calígula/Claudio.
TORREPAREDONES José Antonio Morena López

y algunas realmente excepcio- que hay a la izquierda del grupo


nales. En el pórtico norte se central, un erote que porta un
encontraron tres, acéfalas, una vexilum y un escudo; por debajo
masculina que viste la toga, sím- de la coraza se ven dos filas de
bolo del status ciudadano, faltán- pteryges o lambrequines decora-
dole además los brazos y los pies, das con diversos motivos (palme-
que, probablemente represente tas, cabezas de medusas, cabezas
al propio Augusto o quizás a Ti- de felinos y escudos cruzados) y
berio; la escultura femenina, a debajo una sola banda de lau-
la que también le faltan los bra- nas en movimiento; esta pieza se
zos, el pie y el hombro izquier- fecha a finales del siglo I d.C. y
dos, viste la calasis y la stola, sobre quizás representó a Domiciano
la que lleva el manto o palla y o Trajano.
va calzada con los calcei muliebris
siendo probable que representa- Otras tres esculturas se encontra-
ra a Livia (diva Augusta); por úl- ron en la sala de reuniones de la
timo, destaca un torso thoracato curia donde fueron “guardadas”
que ha perdido los brazos y las después de su destrucción a fina-
piernas, que viste el paludamentum les del siglo II d.C. Las tres están
sobre el hombro izquierdo y una posición sedente y son de tama-
espléndida coraza decorada en ño superior al natural. Sin duda,
su parte superior, a modo de ta- la más espectacular es la que re-
lismán, con la cabeza de la Gor- presenta al emperador Augus-
gona Medusa mientras que en la to, la única que se conserva del
parte central se han representa- tipo divus Pater en todo el Impe-
do dos Victorias aladas y enfren- rio, con la corona radiada (perdi-
tadas a un thymiaterion, una con da) y otra de hojas de encina con
yelmo y otra con espada; debajo bellotas (posiblemente la corona
aparece una figura femenina ten- Etrusca), vistiendo la toga con el
dida sobre el manto que podría brazo izquierdo levantado, soste-
representar a Tellus aunque po- niendo el largo cetro (hoy desapa-
dría tratarse de una alegoría de recido) y el derecho sosteniendo
una fuente; la simetría propia de otro atributo que no se conserva
COLECCIÓN

estas representaciones se rompe pero que podría tratarse de una


aquí por la pequeña figura alada patera o quizás una pequeña Vic-

62 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Escultura femenina vestida y torso thoracato del pórtico norte.

toria alada; la escultura debió es- que reinó entre los años 37 y 41
tar ubicada, originariamente, en d.C. Se sabe que siendo niño
la cella del templo forense como acompañó a su padre, Germá-
imagen de culto y debe fechar- nico, en diversas expediciones
se en el principado de Tiberio, militares por Germania, donde
después del año 23 d.C. La otra recibió el apelativo de Caligula
escultura masculina representa a por calzar las “caligae”, o botas de
un emperador que viste la toga los legionarios (caligula=botita).
y calza una bota militar llamada Cuando fue asesinado el senado
mulleus, hecha con la piel de ca- de Roma le decretó la llamada
chorros de león; debe ponerse en dannatio memoriae y sus retratos
COLECCIÓN

relación con un retrato del em- fueron destruidos o reelaborados


perador Claudio localizado en el y transformados en imágenes de
foro de Torreparedones, retrato su sucesor, Claudio divinizado
que está reelaborado a partir de porque porta la corona cívica
una cabeza de Calígula, empe- y también la radiada metálica
rador de la dinastía julio–claudia (ambas perdidas). Por su parte, la

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 63


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

escultura femenina no conserva que, además, es la que da acceso


la cabeza y resulta difícil su iden- a la casa. La planta correspon-
tificación, aunque se piensa que de a una casa de atrio tetrástilo
puede tratarse de Livia diviniza- (quedaban evidencias de las cua-
da, ataviada con manto y túnica tro columnas que soportaban el
(chitón). Fue uno de los nombres techo o compluvium) que conserva
femeninos más importantes de la restos del impluvium pero no de la
época imperial romana y la pri- típica cisterna para almacenar el
mera mujer que recibió en Roma agua de lluvia que, seguramente,
el título de Augusta. Como esposa debió eliminarse en alguna refor-
del emperador César Augusto y ma posterior. Se han documen-
después como madre del empe- tado estructuras pertenecientes a
rador Tiberio, Livia ejerció un otra vivienda anterior de época
destacado poder en la sombra. republicana, algunas de las cua-
Cuando en el año 29 d.C. mu- les se reaprovecharon, como la
rió con más de 80 años Tiberio cisterna “a bagnarola”. Este tipo
se negó a iniciar el proceso de de casa de atrio es un modelo de
su deificación siendo su nieto unidad doméstica desarrollada
Claudio quien la divinizó en el en torno a un patio central que
año 41 d.C., siendo honrada en se originó en Italia y que tuvo
los juegos públicos con un carro una gran difusión a lo largo de
tirado por elefantes que portaba todo el Imperio. La superficie de
su imagen. Estas tres esculturas esta unidad doméstica ronda los
sedentes conservan aún restos de 700 m2, con una serie de estan-
pigmentos cuyo análisis ha per- cias (triclinium, cubicula, tablinum,
mitido reconocer su policromía fauces, etc.) distribuidas en torno
original. al patio. Cabe reseñar que aún se
conserva la base del lararium en
Casa del Panadero el pasillo oeste, junto al tablinum.
La casa del panadero es la única vi- El larario era un pequeño altar
vienda romana excavada hasta la sagrado donde se realizaban las
fecha y se sitúa en el sector meri- ofrendas y plegarias a los dioses
dional del mismo. Está ubicada o espíritus protectores del hogar
COLECCIÓN

entre dos calles, una que la deli- (lares). Los pavimentos están rea-
mita por el sur y otra por el oeste lizados con losas de piedra caliza

64 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Atrio de la Casa del Panadero.

irregulares o puntualmente con habiéndose documentado la


opus signinum. Además de la gran base circular de un molino de ce-
extensión de la casa, cuya plan- real de tipo pompeyano. La casa
ta se ha documentado de forma se construyó en el siglo I d.C.
completa, el elemento más sig-
nificativo es la presencia de un Baños públicos
gran horno para la fabricación Los baños públicos descubiertos son
del pan, motivo por el cual se ha tres, con tan sólo un 10 % exca-
denominado como “Casa del Pa- vado de toda la ciudad, número
nadero”. Las grandes dimensio- realmente significativo que unido
nes del horno hacen pensar que al carácter salutífero de sus aguas
COLECCIÓN

no sólo se fabricó pan para la la convirtieron en destino prefe-


casa sino para todo el barrio. En rido por peregrinos que busca-
la zona oeste hay un gran espacio ban mejorar su salud. El primer
abierto (hortus), con estancias que baño descubierto se localiza en
podían haberse utilizado como la zona del centro monumental,
almacenes y zonas de trabajo, junto al foro y corresponde a un

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 65


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

balneum tardorrepublicano más de no estar excavado en su


de pequeñas dimensiones, ocu- totalidad) presenta un estado de
pando una ínsula de planta tra- conservación deficiente. Se trata
pezoidal. Cuando se reformó el de un baño de medianas dimen-
foro en época tiberiana se amor- siones que fue construido gracias
tizó presentando hoy día un de- al mecenazgo de Marco Cal-
ficiente estado de conservación. purnio quien levantó también
Está constituido por una serie de un arco (ianum), según consta en
muros de mampostería que con- una inscripción hallada en las
forman cuatro espacios, dos de cercanías, de ahí que se conoz-
ellos orientados en sentido nor- ca como balneum Calpurnianum.
te–sur y los otros dos en sentido No sólo aportó dinero para la
este–oeste. El acceso se encuen- construcción del baño, sino tam-
tra en el lado sur, desde la vía bién para al personal destinado
que hace las veces de decumano a su funcionamiento y posterior
máximo. Las dos salas orienta- mantenimiento, cantidades que
das en sentido norte sur tenían no conocemos por la rotura del
pavimentos de opus spicatum que epígrafe en su lado derecho. Las
se interpretan como apodyterium/ termas serían de sólida y lujosa
frigidarium (vestuario/sala fría) y construcción y gestión privada
como tepidarium (sala templada). pero donadas a la comunidad y,
Las salas restantes hicieron las por lo tanto, de uso público. El
veces de caldarium (sala caliente) y edificio consta de los espacios
praefurnium (zona de servicios). El propios de cualquier baño ro-
caldarium tiene el sistema de hypo- mano: apodyterium (vestuario) con
caustum con la suspensurae formada acceso al frigidarium (sala fría) que
por 22 pilae de ladrillos apoyadas tenía dos piscinas, tepidarium (sala
sobre un suelo de opus signinum. templada) y caldarium (sala calien-
El segundo conjunto termal se te) con alveus (piscina de agua ca-
conoce como el balneum Cal- liente) y quizás laconicum (sauna)
purnianum, ubicado en el quedando evidencias del sistema
mismo lugar que la Ermita de de suelo radiante o hypocaustum,
las Vírgenes que está construi- así como una zona de servicios
da sobre las ruinas del edificio
COLECCIÓN

y el correspondiente praefurnium
romano, razón por la cual (ade- (horno).

66 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Sala caliente de las termas orientales o de la Salud.

Finalmente, las termas orien- tericia de la cubierta. El cuerpo


tales o de la Salud conforman constructivo para el baño es un
el último edificio balneario docu- edificio per se, de planta rectan-
mentado y el mejor conservado gular, insertado en una parcela
ya que buena parte del mismo establecida en una fase urbana
quedaba semisubterráneo. Se anterior. Dispuso también de
trata de un balneum público de letrina, vestíbulo y sala destina-
medianas dimensiones (unos 500 da a destrictarium/unctorium, sala
m2) y excelente estado de conser- de servicios y hornos. En la es-
vación, pues los muros del calda- quina suroeste se encuentra un
COLECCIÓN

rium, con 0,75 metros de espesor, pozo con encañado circular, de 2


aparejados en opus vittatum y cu- metros diámetro, que debió sur-
riosamente dotados de capsae, al- tir de agua al conjunto. Desde el
canzan una altura superior a los vestíbulo se accedía a la primera
3 metros, hasta la cornisa pétrea gran sala rectangular que hacía
donde arrancaba la bóveda la- las veces de apodyterium (vestua-

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 67


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Jarrita de bronce cefalomorfa hallada en el pozo de las termas


orientales.

rio) y también de frigidarium (sala corrido de obra alrededor de las


fría), con suelo de grandes teselas paredes, un saliente absidado en
de color blanco, piscina de agua el muro oeste (schola labris) donde
fría y restos del basamento para se aloja el labrum de 2 metros de
un labrum. A continuación se pa- diámetro y sendos praefurnia (hor-
saba al tepidarium (sala templada) nos) para calentar la habitación
que ya tenía el suelo radiante y la piscina; el pavimento similar
con pavimento inferior de opus al del tepidario con un opus sec-
signinum sobre el que se levanta- tile a base de baldosas de caliza
ban 46 pilae circulares y rebancos hexagonales y pequeños trián-
laterales adosados a los muros, gulos marmóreos bajo el cual se
el pavimento superior es de opus extendía una lámina de plomo
sectile apoyado sobre grandes la- para aislar el suelo radiante y
drillos bipedales. Por último, la proporcionar al mismo tiempo
tercera sala era el caldarium (sala más calor. Excepcional resulta la
COLECCIÓN

caliente) de unos 55 m2 que tenía presencia de 23 capsae (taquillas)


alveus (piscina caliente), un banco en las paredes del caldario, de es-

68 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

caso fondo, que se disponen so- de cabeza femenina, que pudie-


bre una cornisa moldurada muy ra ser la representación misma
saliente, que conforma la base de de la diosa Salus. Estas termas se
las mismas y que servían para que construyeron en la primera mi-
los usuarios dejaran sus enseres tad del siglo I d.C., se reformaron
de aseo y objetos de valor para a finales de dicha centuria y se
evitar su posible robo si se deja- abandonaron a finales del siglo II
ban en el vestuario.
Adosado al muro
meridional de las
termas se extien-
de un pórtico con
basas áticas, fuste
liso y capiteles co-
rintios, al que se le
añadió en una re-
forma posterior un
parapeto de mam-
postería estucada
con banco corrido
al interior que pudo
servir como valetudi-
narium (sanatorio). A
ello apunta el altar
recogido junto al
pozo de agua, cuya
inscripción reza:
“(Aquí está / esta
es la) Fuente de la Altar dedicado a la Fuente de la Señora de la
Salud (termas orientales).
COLECCIÓN

Señora de la Salud
Salutífera (o salva-
dora)”. En el fondo del pozo, y d.C., expoliándose entre los siglos
en relación con este epígrafe, hay III–V d.C. y conformándose, al
que señalar el hallazgo de una ja- mismo tiempo, un potente basu-
rrita ritual de bronce, con forma rero con residuos domésticos (ce-

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 69


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

rámica, vidrio, monedas, huesos, gran edificio situado extramuros


residuos de establo y excrementos de la ciudad, a unos 200 metros
de cápridos y/o bóvidos. al oeste–suroeste de la puer-
ta occidental, advirtiéndose la
Anfiteatro elipse perimetral del anfiteatro,
El anfiteatro es el único edificio los muros radiales que sostenían
de espectáculos que se conoce la ima cavea del mismo e inclu-
de la ciudad romana y su descu- so parte del sector externo de
brimiento y estudio parcial se ha muros radiales. La segunda fase
realizado en tres fases consecuti- consistió en una prospección
vas. En primer lugar, y gracias al geofísica en la que se emplearon
estudio basado en las fotografías tres técnicas: prospección geo-
aéreas de la zona del vuelo Li- magnética, georradar (GPR) y
DAR realizado por el Instituto prospección ERT (tomografía
Geográfico Nacional dentro del eléctrica). Con todo ello se pudo
Plan Nacional de Ortofotogra- individualizar no sólo la elipse
fía Aérea (PNOA), se puso de del anillo exterior del anfiteatro,
manifiesto la existencia de un sino también el complejo siste-
COLECCIÓN

Detalle del muro de fachada y contrafuerte del anfiteatro.

70 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Lucernas.

ma de entramado de calles que un vomitorio principal de acce-


conectaban la puerta occidental so a la aren. En algunos puntos,
de la ciudad con este barrio ex- la potencia del muro de facha-
tramuros donde se ubica el anfi- da, construido en opus vittatum,
teatro. Las prospecciones GPR alcanza los 3 metros y está jalo-
y ERT permitieron nado por bastiones
obtener infor- o contrafuertes
maciones muy de planta cua-
fiables sobre la drangular. Las
potencia y dimensiones
las profun- aproximadas
didades de del anfitea-
las estructu- tro, oscilan
ras. Una ter- en torno a los
cera y última 70–65 metros
COLECCIÓN

fase consistió de eje mayor y


en la apertura los 65–60 metros
de varios sondeos de eje menor, unas
que sacaron a la luz proporciones similares
restos de muros a los anfiteatros de
del graderío y de Vaso de terra sigillata. Segóbriga (Saeli-

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 71


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

ces, Cuenca) o Contributa Iulia Mazmorra, construida en opus


(Medina de las Torres, Badajoz). caementicium, de planta rectangu-
lar (5x3,5 metros), cubierta con
Recientemente, unos estudios bóveda de medio cañón del mis-
basados en el análisis de foto- mo material y un pasillo de en-
grafías aéreas y una prospección trada situado en el muro sur de 1
geofísica, como en el caso del metro de anchura y 4 metros de
anfiteatro, apuntan a que otro longitud. Este espacio correspon-
de los edificios de espectáculos dería con la cámara sepulcral
propios de la ciudad romana, el semisubterránea constituyendo
teatro, se localiza en el cuadrante el cuerpo inferior de una edifi-
noroeste del asentamiento, in- cación funeraria de varios pisos,
tramuros, junto al lienzo defen- quedando la fachada en el muro
sivo septentrional y muy cerca opuesto orientada hacia la calza-
del meridional, con un diámetro da que discurría hasta la puerta
aproximado de unos 50 metros. septentrional de la ciudad. Es
probable que a esta tumba perte-
Necrópolis neciera un bloque pétreo, halla-
Las necrópolis de la ciudad roma- do en la zona pero hoy desapare-
na se ubicaron al norte y al este, cido, con esquema de casetones
fuera del perímetro amurallado o metopas decorados con relieves
pues estaba prohibido realizar cuya figura central podría corres-
enterramientos en el interior del ponder al retrato de la difunta.
pomerium, según indicaba la Ley
de las Doce Tablas de Roma. El cuanto al Mausoleo de los
La necrópolis septentrional Pompeyos, pese a que no se
se conoce su existencia a partir puede visitar ni sabemos con
el descubrimiento del llamado exactitud donde se ubicaba, co-
Mausoleo de los Pompeyos en nocemos abundantes datos gra-
1833. De esta gran necrópolis cias a las noticias que generó su
norte se conocen tres monumen- descubrimiento y a los apuntes
tos singulares que parecen jalo- tomados por Aureliano Fernán-
nar una vía sepulcral de acceso a dez–Guerra un año después de
COLECCIÓN

la ciudad por este sector. En pri- su descubrimiento. Se describía


mer lugar, la tumba llamada La como una estancia de planta rec-

72 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

tangular de unos 2,78 metros de la cámara fuese hipogea a cuya


longitud y 1,67 metros de anchu- puerta con arco se accedería a
ra, y una altura de 2,22 metros, través de una escalera.
con fábrica de opus caementicium o
incertum en la parte inferior de la De los contenedores cinerarios
cámara y opus quadratum a partir hay que destacar que esta tum-
de la cornisa, quedando la puer- ba monumental no sólo ofrece
ta en uno de los lados mayores; el mayor número de urnas fune-
la cubierta se resolvía con una rarias de la Bética sino también

Dibujo de Aureliano Fernández-Guerra de un friso con relieves de


la tumba de La Mazmorra.

bóveda de medio cañón. El ele- uno de los mejores ejemplos de la


mento más singular de la cámara romanización onomástica del te-
sepulcral era una especie de cor- rritorio peninsular. En su interior
nisa o repisa moldurada sobre la y colocadas sobre la repisa antes
que se habían colocado las ur- comentada había 14 urnas de
COLECCIÓN

nas y ajuares funerarios. No está piedra pertenecientes a miembros


claro si la cámara funeraria era de una misma familia Pompeia. De
subterránea o si, por el contra- ellas, 12 tenían grabado el nom-
rio, estaba emergente, aunque lo bre, en las 5 más antiguas los di-
más probable teniendo en cuenta funtos tenían onomástica peregri-
otros paralelos cercanos, es que na y nombres indígenas, alguno

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 73


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Urna cineraria del Mausoleo de los Pompeyos.


COLECCIÓN

Urna cineraria del Mausoleo de los Pompeyos.

74 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

de ellos claramente púnico, mien- rrados en este monumento, basa-


tras que en las otras 7 la fórmula do en el dibujo que hizo Fernán-
onomástica se había romanizado dez–Guerra sobre la posición de
y sólo en algunos casos se conser- cada urna en la repisa, apunta a
vaban antropónimos indígenas que el constructor de la tumba
como cognomina. Por tanto, el ha- fue M. Pompeius Icstnis (hacia el
llazgo es fundamental para cono- cambio de Era), que el antecesor
cer cómo las élites indígenas del más antiguo de la familia (aun-
sur peninsular se beneficiaron de que la urna con sus cenizas no
las concesiones de ciudadanía en estaba en el mausoleo) sería Ve-
la segunda mitad del siglo I a.C. launis padre de Ildrons que es con-
y cambiaron su onomástica, eli- siderado como el “patriarca”. Y
minando de ella cualquier rastro fue M. Pompeius Icstnis como “jefe
de sus orígenes autóctonos en de la familia” cuando se levantó
menos de una generación. Varios el mausoleo, tras lograr por pri-
de los difuntos tienen nombres mera vez la máxima magistratu-
plenamente latinos, como es el ra de la comunidad, ordenando
caso de los Pompeyos, mientras el traslado de las cenizas de sus
que otros revelan un origen tur- antepasados que estaban en otra
detano como Ictnis, Aninna, Nanna, tumba más antigua. En conse-
Velaunis, Ildrons, Ilgachis, Insghana, cuencia, se trata de una familia
Siseamba y Velgana o de raíz púnica indígena, de raigambre turde-
como Bahanno. Esta tumba debió tana, que alcanzó cotas de altas
construirse en época augustea, poder cívico en la comunidad ro-
durante los últimos decenios del mana durante seis generaciones,
siglo I a.C. fecha a la que deben desde la muerte de Velaunis hacia
pertenecer los enterramientos el año 115 a.C. hasta los prime-
más antiguos, mientras que algu- ros decenios del siglo I d.C.
nos de los materiales de los ajua-
COLECCIÓN

res apuntan a una cronología más Otros dos monumenta fueron do-
avanzada durante los primeros cumentados en 2014 con motivo
decenios del siglo d.C. de una excavación de urgencia.
La constatación de mayor in-
El estudio sobre las relaciones terés arqueológico fue que en
familiares de los individuos ente- la construcción del monumentum

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 75


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

saqueado y deteriorado de an- funerarias cerámicas, como ele-


tiguo (tumba 1), se habían rea- mentos de los ajuares asociados,
provechado sillares y otros ma- caso de una urna cerámica de
teriales constructivos de otra cuerpo globular u olla. Esta urna
construcción anterior, también y otras similares recuperadas en
de carácter funerario (tumba 2). la necrópolis oriental y también
En relación con la tumba 1 se en el Mausoleo de los Pompeyos
pudo constatar que, tras la exca- corresponden a una producción
vación de la gran fosa fundacio- propia, seguramente elaboradas
nal, se dispuso un pavimento de en un taller de Torreparedones.
grandes losas y se delimitó una siguiendo modelos regionales,
cámara sepulcral de planta rec- con precedentes formales en la
tangular, con los lados mayores cerámica prerromana, de la que
orientados en sentido sureste– conservan aún esa típica decora-
noroeste y con unas dimensiones ción pintada en bandas de tradi-
aproximadas de 2,30 metros de ción indígena, aunque produci-
longitud y 1,40 metros de anchu- das ya en época romana. A los
ra en el interior de la cámara. ajuares de estos enterramientos
Una especie de repisa, situada a habría que adjudicar diversos
una altura hipotética de 0,66 me- materiales de cerámica y vidrio:
tros desde el pavimento, rodeaba varios ungüentarios de cerámica.
al menos las caras norte, este y La datación de la tumba se sitúa
sur de la cámara, cuya entrada entre la época de Augusto y du-
cámara debía situarse en la cara rante los primeros decenios del
oeste. En lo que se refiere a urnas siglo I d. C.
y ajuares apenas pudieron recu-
perarse algunas pieza, sólo varias La existencia de la tumba 2 se
tapaderas de piedra caliza perte- desprende de la reutilización en
necientes a la cubierta de sendas la tumba 1 de varios elementos
urnas del mismo material. Tam- arquitectónicos, tallados en pie-
bién de los niveles amortizados dra caliza, muchos de ellos con
en el interior de la cámara de la grapas en forma de Y, y de otras
tumba proceden diversos mate- piezas que sirvieron como mate-
COLECCIÓN

riales arqueológicos que pueden rial de relleno de la fosa abierta


interpretarse tanto como urnas para el primer enterramiento.

76 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Se trata de fragmentos de silla-


res con molduras, de cornisas,
algunos con relieves de capiteles
acantiformes de pilastras, de un
friso con roleos acantiformes, de
celosía de forma romboidal, etc.
que se interpretan como perte-
necientes a un monumento turri-
forme, con edícula abierta en el
primer piso, para albergar muy
probablemente las estatuas fu-
nerarias, con un frente de unos
4 metros de anchura máxima y
una altura aproximada de 7 me-
tros siguiendo un esquema bien
conocido en la Hispania meridio-
nal desde finales del siglo I a.C.,
especialmente en la época de
Augusto y el período julio–clau-
dio. La tumba 2 debe fecharse en
un momento temprano de épo-
ca augustea o incluso en época
cesariana.
Escultura de la necrópolis norte.
Respecto de la escultura funera-
ria hay que mencionar una ta- Guerra, aunque no pertenece al
lla femenina labrada en piedra pedestal encontrado en el mismo
caliza, de tamaño menor que el lugar que menciona a Iulia Lae-
natural, que se encuentra en el ta sacerdotisa de la diva Augusta
COLECCIÓN

Museo Arqueológico y Etnológi- como él pensaba, sino que debe


co de Córdoba, a la que le faltan interpretarse como un retrato
los pies y la cabeza. Fue hallada sepulcral que estaría colocado
a comienzos del siglo XIX en en uno de los monumenta de tipo
la zona de la necrópolis norte, edícula abierta de esta gran ne-
como bien recoge Fernández– crópolis septentrional.

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 77


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Tumba hipogea de la necrópolis oriental con nichos adovelados.

La necrópolis oriental, se co- blecer dos grandes fases de uso,


noce desde el primer tercio del la primera en época altoimperial
siglo XIX cuando Fernández– (siglos I–II d.C.) y la segunda, sin
Guerra visitó el yacimiento en solución de continuidad, durante
agosto del año 1833 y, de paso, re- el período tardorromano (siglos
copilar todos aquellos datos, no- III–IV d.C.). Al primer momen-
ticias y hallazgos. Pero hasta bien to corresponden una serie de
entrado el siglo XXI (2011) no grandes tumbas monumentales y
se llevarían a cabo excavaciones colectivas que tienen una cámara
en esta necrópolis con motivo de hipogea o semihipogea. La ma-
la construcción del centro de re- yoría son de planta rectangular
COLECCIÓN

cepción de visitantes del parque y dimensiones similares al Mau-


arqueológico. Se pudieron esta- soleo de los Pompeyos, pues sólo

78 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

una es de planta cuadrada y otra algunos restos de las cistas y muy


circular y todas disponen de lo- escasos vestigios de los ajuares.
culi o nichos en las paredes para
albergar las urnas cinerarias, de El rito de la cremación del cadá-
piedra o cerámica, con los restos ver que se constata en estas tum-
cremados del difunto y sus ajua- bas monumentales hipogeas de
res. Estos “columbarios” mues- época altoimperial coexistió con
tran un número de nichos de pe- la inhumación como ocurre en la
queño tamaño que oscila entre mayoría de las ciudades romanas
6 y 10, unas veces adintelados y caso de Corduba, Urso, Carmo, Asti-
otras rematados en bovedillas de gi, Gades o Baelo Claudia por citar
lajas de piedra
adoveladas. No
se ha conservado
la superestruc-
tura que los co-
ronaba, aunque
es lógico pensar
en algún tipo de
estructura que
serviría para se-
ñalizar la tumba
así como espa-
cio privado para
realizar ofrendas
y rituales, ni las
inscripciones
que identifiquen
a sus propieta-
COLECCIÓN

rios o su status
social. Además,
todos fueron sa-
queados por lo
que apenas se
han recuperado Tumbas de inhumación de la necrópolis oriental.

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 79


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

dentro de la necrópolis forman-


do hileras continuas a lo largo
de un camino o vía secundaria.
Los individuos se disponían en
posición decúbito supino, es de-
cir boca arriba, con los brazos y
piernas extendidas y los brazos
situados a los lados de las cade-
ras o sobre el vientre. La orien-
tación del cuerpo describe un
eje noroeste–sureste, los pies se
Detalle del cráneo de una inhu- situarían al sureste y al cabeza
mación romana de la necrópo- al noroeste, mirando al este, con
lis oriental. un claro sentido ritual. La mayo-
ría no presenta ajuar, que a ve-
sólo algunas. Así, se ha compro- ces consiste en un simple anillo
bado en la necrópolis oriental de bronce mientras que, en otras
en dos inhumaciones correspon- ocasiones, es más complejo como
dientes a dos individuos adultos se ve en la tumba de mujer joven
colocados en posición decubito que tenía portaba cuatro braza-
supino, una mujer enterrada en letes de bronce, anilla de hierro y
una fosa simple cubierta con te- cuentas de collar de pasta vítrea
gulas, envuelta en un sudario y y cornalina. Sin duda, la tumba
con una moneda de Claudio I de inhumación más interesan-
en la boca, y un hombre que te- te es la que contenía un ajuar
nía en su ajuar una ollita y una compuesto por dos anillos, uno
lucerna. de hierro y otro de bronce, co-
locados en el dedo corazón de
En la segunda fase, correspon- la mano izquierda y un total de
diente con el período tardorro- cuarenta tachuelas de hierro (cla-
mano, se generaliza el rito de la vis caligae) en la zona de los pies.
inhumación como consecuencia Este ajuar, junto con algunos as-
de la implantación del Cristianis- pectos funcionales detectados en
COLECCIÓN

mo. Las tumbas se distribuyen de sus huesos, apunta a que se tra-


forma, relativamente, ordenada taba de un individuo vinculado

80 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

al mundo militar. La cronología


de estas tumbas de inhumación
debe situarse en un periodo tar-
dío, posiblemente, entre los siglos
III y IV d.C.

Otra tumba de inhumación cu-


riosa perteneció a una mujer jo-
ven de entre 1,40 y 1,50 metros
de altura, cuya edad oscilaba en-
tre los 16–18 años. Al cadáver le
faltaban algunas partes como el
cráneo, por lo que la tumba de-
bió sufrir algún saqueo posterior
que conllevó la retirada o pérdi-
da de esas partes que faltan, de-
bido a la acción depredadora de
algún animal o, más bien, como
Ungüentario–anforisco de vi-
consecuencia de una extracción
drio del ajuar de una tumba de
intencionada. No cabe pensar en incineración de la necrópolis
una inhumación parcial del ca- oriental.
dáver pues había algunos dien-
tes, por lo que, en el momento de
la inhumación, el cuerpo estaba
completo. Una posibilidad es la
retirada del cráneo por motivos
religiosos al tratarse, probable-
mente, de una persona "santa",
de modo que estaríamos ante
COLECCIÓN

una reliquia que sería venerada


después en algún lugar de culto.
Esto fue algo habitual ya desde
la época romana y después bajo Cuentas de collar de azabache
dominio musulmán con los már- de una tumba de inhumación
de la necrópolis oriental.
tires cristianos. Del ajuar de esta

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 81


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

tumba hay que señalar un collar Por último, reseñar que en una
formado cuentas talladas en di- excavación de urgencia en 2020
versos materiales que ponen de se documentaron sendas tum-
manifiesto el poder adquisitivo bas, parcialmente destruidas y
de la familia de la difunta, no sólo saqueadas, una individual y otra
por la presencia de oro o la perla, colectiva. La primera resulta in-
sino también por la cornalina y édita, no tanto la urna de piedra
el azabache (succinum nigrum) muy para acoger los restos cremados,
escasos en la península ibérica; como por su colocación dentro
el azabache además de haber de un gran sillar rectangular y su
podido resultar atractivo por su ajuar dispuesto al lado. Una vez
belleza como objeto de adorno abierta la fosa en el terreno geo-
no deben olvidarse sus connota- lógico para introducir el citado
ciones como amuleto por el valor sillar y el ajuar correspondiente a
simbólico y propiedades mági- su lado, se colocó en la base una
cas que se le han dado desde la preparación con piedras irre-
prehistoria. gulares trabadas con tierra. La
COLECCIÓN

Urna cineraria de tradición indígena con decoración pintada.

82 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Tumba hipogea de la necrópolis oriental con repisa para las urnas


cinerarias.

urna, a la que le falta la tapadera pintada de color rojo y motivos


que sería del mismo material, es geométricos. La pieza de vidrio
similar a otras ya conocidas tan- pertenece a la categoría de los
to de la necrópolis norte, como denominados “ungüentarios–an-
de la necrópolis este. El ajuar de forisco”, en concreto, a la forma
esta tumba quedó colocado fue- Isings 15 que arranca en el perio-
ra de la propia urna cineraria do tiberiano–neroniano y conti-
de piedra, pero justo al lado del nuó en uso a finales del siglo I
sillar donde estaba encastrada la d.C.
COLECCIÓN

urna, y se componía de una urna


cerámica, un cuenco y un un- La segunda tumba, de la que sólo
güentario de vidrio. La urna es nos ha llegado la parte inferior
de tradición indígena, de cuer- de la cámara funeraria, corres-
po globular con sendas asas de ponde a un tipo de enterramien-
sección circular, con decoración to colectivo, de carácter hipogeo

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 83


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

con fábrica de opus quadratum y apuntan a los últimos decenios


una repisa moldurada para apo- del siglo I a.C. y los primeros del
yo de las urnas y ajuares, que siglo I d.C. La fórmula final, para
tenía también la tumba de los la que no hay paralelos, posible-
Pompeyos y la otra tumba monu- mente métrica (en verso), parece
mental documentada en 2014 en indicar que los familiares prefirie-
la misma necrópolis norte. ron para ellos el rito de la inhu-
mación, a pesar de que durante
De esta necrópolis oriental proce- el siglo I d.C. la incineración/
de un epitafio hallado en superfi- cremación fue más habitual.
cie y tallado en piedra caliza local
que tiene la parte superior redon-
deada, a modo de “mojón”
que estaría hincado en la
tierra, para marcar el
sepulcro e identifi-
car a los difuntos.
El epitafio corres-
ponde a un matri-
monio, compuesto
por una mujer, de
la que no conser-
vamos su nombre,
fallecida a los 40
años de edad, y de
su marido Relato.
Destaca la indica-
ción de la “proce-
dencia” (origo) de
la difunta que era
natural de Asido
Caesarina (Medina
Sidonia, Cádiz).
Lápida funeraria
COLECCIÓN

El tipo soporte
de Relato y su esposa.
y el tipo de letra

84 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


Bandeja metálica decorada.
José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Tardoantigüedad, Época
COLECCIÓN

Visigoda y Musulmana
LOS SIGLOS OSCUROS

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 85


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

L
os siglos que siguen a la siglo II d.C. y durante la primera
caída del Impero romano mitad del siglo III d.C.
hasta la época musulma-
na son bastante desconocidos y A finales de la segunda centuria
lo que se advierte en la ciudad la arqueología muestra indicios
es un período de decadencia y de una súbita transformación,
abandono. La Tardoantigüe- sobre todo, en aquellos edifi-
dad o Antigüedad Tardía es un cios de carácter público ya cita-
período de transición entre la dos donde los síntomas son más
Edad Antigua y la Edad Media evidentes, pues ya no se podían
y cronológicamente abarcaría elegir magistrados anuales en el
desde la crisis del siglo III d.C. foro, ni había decuriones reuni-
hasta la conquista musulmana y dos en su curia, ni sacra cívicos
en el que se incluye, por tanto, la propios porque las estatuas se-
Época Visigoda. Más que como dentes de los Divi habían sido
consecuencia de problemas eco- desmontadas y el santuario pe-
nómicos derivados de una pro- riurbano meridional abandona-
longada sequía o de las invasio- do, ni tampoco baños públicos o
nes de los Mauri que asolaron la privados. La ciudad se convirtió
Bética entre los años 170–179 en un pagus, un castellum o un vi-
d.C., la causa podría ser una de- cus, dependiente de otra ciudad
gradación del status ciudadano de mayor rango jurídico, proba-
por decisión imperial (damnatio y blemente, la vecina Tucci Augusta
adtributio) en el marco de la gue- Gemella (Martos, Jaén).
rra civil y posterior represión de
Septimio Severo a las ciudades Se asiste a un proceso continua-
y nobles béticos que apoyaron do de decadencia urbana que,
al usurpador Clodio Albino (de- en realidad, no es exclusivo sino
rrotado y muerto en la batalla que se enmarca en un proceso
de Lugdunum en el año 197 d.C.), generalizado que se advierte en
degradación que permite expli- otras muchas ciudades béticas:
car la pérdida de funcionalidad y disgregación del tejido urbano
consecuente expolio del foro, la y comienzo del abandono de los
grandes edificios públicos, que ya
COLECCIÓN

curia, el santuario meridional y


las termas orientales a finales del ni se restauraban ni se protegían:

86 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

foros, templos, termas y edificios comprueba en numerosos casos,


de espectáculos quedarán in- aunque el fenómeno no se ge-
activos, indefinidamente, hasta neralizará hasta el siglo VI d.C.
que acaben por derrumbarse o Desde la época visigoda parte del
se amorticen con nuevas funcio- foro se destina a necrópolis, algo
nes. Además, se privatiza el sue- que se ha detectado, igualmen-
lo público, aparecen vertederos te, en otras zonas más alejadas
intra moenia, supresión de calles como la puerta oriental, el ma-
y de plazas porticadas, creación cellum y las termas orientales. La
de espacios abiertos y cultivados, inclusión de estos enterramientos
ocupaciones, desviaciones e inte- en la época visigoda viene deter-
rrupciones de vías y calzadas, se- minada por la cronología apor-
pulturas in urbe, desuso sistémico tada por el método del C–14 a
del alcantarillado y de los colec- una de las tumbas de la basílica,
tores públicos. con una fecha de finales del siglo
VII d.C. La mayoría de las tum-
En cualquier caso, la ciudad si- bas corresponden a fosas excava-
guió habitada como demuestran das en el terreno y revestidas de
los enterramientos documenta- lajas de piedra calcarenita, a ve-
dos, tanto en la necrópolis orien- ces, reutilizando losas de piedra
tal como los efectuados en el foro de mina del pavimento del foro.
y en la zona de las termas orien- Los cadáveres son inhumados en
tales. Desde la época republicana posición decúbito supino, con
y hasta el fin de la Antigüedad, una orientación sureste–noroeste
la introducción de sepulturas y sin ajuares; por lo general, son
dentro del perímetro urbano se- inhumaciones individuales pero,
ría una práctica absolutamente en ocasiones, se produce la reu-
prohibida ya que dentro del po- tilización de la tumba pudiendo
merium no se podía enterrar a los albergar varios individuos.
COLECCIÓN

difuntos (Ley de las Doce Tablas


promulgada en Roma durante Por otro lado, se han documenta-
el siglo V a.C.). Y los siglos tar- do algunas construcciones en las
doantiguos no supusieron nin- que se reutilizan piezas extraídas
gún cambio legislativo al respec- de edificios romanos como se ad-
to, pero sí lo fue de hecho y así se vierte en un sector excavado jun-

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 87


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

to a la vía que hace las veces de lar. El sitio de Torreparedones pa-


decumano máximo donde se han rece que quedó englobado en la
colocados tambores estriados de cora de Cabra y es poco lo que co-
columnas y otras piezas de ma- nocemos de este período aunque
yor antigüedad. Y del entorno hay constancia de la presencia
del yacimiento proceden piezas musulmana a través de la cerámi-
arquitectónicas decoradas visi- ca, monedas y alguna estructura
godas que debieron pertenecer excavada en el interior de la ciu-
muy probablemente a edificios dad y también donde poco des-
religiosos. Una de ellas corres- pués se levantaría el castillo cris-
ponde a una enorme imposta, tiano, en la zona más elevada del
decorada con círculos secantes yacimiento. Además, en la zona
a bisel perteneciente a una puer- de la necrópolis oriental romana
ta monumental, mientras que la se han excavado varias tumbas de
otra formaría parte de un friso o inhumación de época andalusí,
pequeño dintel de ventana o ni- que presentan el cuerpo en posi-
cho decorado con trifolias sobre ción decubito lateral derecho con
arcos y cruz patada fechable en el rostro mirando hacia la Meca.
el siglo VII d.C. No tenemos datos de las fuentes
escritas, de modo que no conoce-
A comienzos del siglo VIII d.C. mos el topónimo con que fue co-
los árabes llegan a la península nocido en estos siglos, quizás por
ibérica y se produce la conquista encontrarse algo apartado de las
de casi todo el territorio peninsu- vías principales de comunicación.
COLECCIÓN

Friso visigodo decorado con trifolias sobre arcos y cruz patada.

88 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Elementos arquitectónicos romanos reaprovechados.

Tumba visigoda excavada en la zona de la basílica del foro.


COLECCIÓN

Tumba andalusí de la necrópolis oriental.

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 89


TORREPAREDONES José Antonio Morena López
COLECCIÓN

Cántaro andalusí decorado con trazos digitales.

90 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Fragmento de cerámica con decoración verde–manganeso.

COLECCIÓN

Dirham de plata de época almohade.

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 91


Fragmento de plato vidriado con
TORREPAREDONES José Antonio
decoración Morena López
de manganeso sobre melado.

Época
Bajomedieval
TIERRA DE
COLECCIÓN

FRONTERA
92 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO
José Antonio Morena López TORREPAREDONES

E
ntre los siglos XIII y XVI sureste que tiene las esquinas re-
el elemento clave en la dondeadas y hacía las veces de
configuración del pobla- Torre del Homenaje. Con sus 14
miento fue el castillo que corona metros de altura se convierte en la
la parte más del cerro, llamado cota más elevada de toda la cam-
Castro el Viejo. Inicialmente, piña oriental de Córdoba, siendo
perteneció al dominio del rey visible a muchos kilómetros de
castellano Alfonso X quien lo distancia. Esta gran torre dispone
entregó en el año 1269 a Fernán en su interior de una doble plan-
Alfonso de Lastres, comendador ta apoyada en bóveda de crucería
de la orden militar de Santiago y que habilita dos cámaras a las que
alcaide del castillo de Baena. A se accedía desde el espacio situa-
finales de siglo XIII la inseguri- do en el ángulo sureste del patio
dad política y la situación econó- de armas. La cámara inferior de
mica de la región empeoraron de la torre se utilizó como almacén
tal manera que el hijo de aquél, o silo. El acceso a este sector del
Gonzalo de Lastres, llamado “El castillo se articula mediante un
Cautivo”, se vio obligado por su pasillo de 2 metros de anchura
condición de prisionero a ven- flanqueado y protegido por dos
der el castillo para así adquirir torres o bastiones de planta cua-
su liberación. El nuevo propie- drangular. El patio de armas se
tario fue un personaje ilustre, organiza en torno a un gran patio
Pay Arias, alcalde de Córdoba, abierto central con su correspon-
y señor de Espejo. En esta época diente aljibe para el almacena-
bajomedieval, Torreparedones miento de agua. Todo ello obede-
era un poblado situado en alto a ce a una reforma efectuada a fines
manera de fortaleza estratégica del siglo XV por el Conde Cabra
en la frontera castellano–nazarí. Diego Fernández de Córdoba.

El recinto fortificado que ocupa


COLECCIÓN

El castillo de Castro el Viejo


habría sido de construcción cris- la planicie de la parte oriental es
tiana, de fines del siglo XIII, con claramente cristiano y fue edifi-
planta trapezoidal y torres an- cado durante el período bajome-
gulares de planta cuadrangular, dieval, pero es probable que su
excepto la situada en el ángulo origen haya que situarlo durante

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 93


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

el período de ocupación islámica el Viejo, aunque dependiera de la


aunque, posteriormente, fuera custodia del alcaide que, proba-
reconstruido y amurallado tras blemente, percibiría a cambio de
la conquista cristiana. Se han do- su mantenimiento, un impuesto
cumentado diversas estructuras cobrado por la cocción del pan.
que se fechan en el período almo-
hade, es decir, en los años inme- En torno a la fortaleza se creó la
diatamente anteriores a la ocu- pequeña aldea de Castro el Viejo
pación cristiana del siglo XIII. conformando un típico ejemplo
Al interior de este recinto se han de poblado en altura (en el punto
excavado diversas estancias situa- más elevado del cerro) al abrigo
das perimetralmente, adosadas a de la fortaleza y situado en pri-
la muralla y asociadas al uso de la mera línea de frontera. Hacia la
propia fortaleza, sin vinculación parte meridional del castillo se ex-
alguna con ámbitos domésticos. tendería ese barrio que contó con
La zona abierta central serviría parroquia propia y un territorio
para alojamiento del ganado y asignado a ella en materia civil. Se
almacenamiento de enseres. De conoce bien la delimitación del te-
los diferentes espacios documen- rritorio de Castro el Viejo gracias
tados, sólo en algunos casos se ha a la sentencia dada por un juez de
podido conocer su función, como términos del concejo de Córdoba
un horno de pan, con bóveda de en el año 1352, citándose varios
ladrillo, una panadería o espacio topónimos que aún perduran en
de trabajo situado ante la boca del la actualidad (Fuenteasnera, Mez-
horno, y quizás un posible moli- quitiel, Alcoba, Arroyuelos, etc.).
no de harina del que se han con- Castro el Viejo formaba parte
servado varias piedras de moler; de la articulación de la frontera
es probable que en la parte norte oriental de Córdoba, en torno a la
se ubicara una capilla de culto. El campiña del río Guadajoz, zona
resto de espacios parecen haber por la que penetraban las tropas
sido utilizados para el servicio nazaríes en sus incursiones hacia
del castillo y uso de su guarnición Córdoba que causaron graves da-
de hombres de armas, aunque el ños como ocurrió en 1300, de ahí
COLECCIÓN

horno sería utilizado por toda la su importante papel por su desta-


población de la aldea de Castro cado control visual del entorno.

94 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Castillo de Castro el Viejo.

COLECCIÓN

Horno de pan excavado en el recinto oriental (siglo XIV).

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 95


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Plato vidriado decorado con manganeso sobre melado.


COLECCIÓN

Dobla de rombo de Enrique IV

96 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


Olambrilla de arista.
Ermita de José Antonio Morena López
las Vírgenes. TORREPAREDONES

COLECCIÓN

Época Moderna
ABANDONO Y OLVIDO

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 97


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

esde fines del siglo XV,

D
remontarse varios siglos atrás y
el despoblamiento del dio nombre al lugar durante la
lugar fue continuado época moderna (Cortijo–Cerro–
y finalmente abandonado a lo Torre de las Vírgenes). Sobre
largo del siglo XVI, tras las rei- este edificio religioso tenemos
teradas quejas de sus moradores constancia a través de los do-
acerca del mal estado del castillo. cumentos escritos y también de
Cuando en 1492 los Reyes Cató- la arqueología y conocemos su
licos conquistaron el reino naza- ubicación gracias a un croquis
rí de Granada y desapareció el del yacimiento que hizo Aurelia-
peligro en la frontera, el castillo no Fernández–Guerra en 1834
perdió su función militar, pasan- y a los trabajos arqueológicos
do a formar parte de los bienes realizados en 2013. Se conoce
de propios de la ciudad de Cór- una escueta descripción gracias
doba. El territorio de Castro el a Andrés de Morales y Padilla,
Viejo, dividido entonces en cua- que la visitó en 1644, señalando
tro grandes cortijos, dos ubica- que
dos en el término de Castro del
Río (Pérez Estrella y Paredones sobre el Altar esta pintada Nuestra
de Medina) y otros dos en el de Señora y al lado derecho Sancta Nu-
Baena (Butaguillos y Las Vírge- nilo, y al izquierdo S. Alodia, con sus
nes) se arrendaba a particulares nombres escritos, y Palmas de Virge-
para su explotación a cambio del nes, y Coronas de Martires. Y en otro
pago las correspondientes rentas retablo, encima de este, estan pintadas
anuales. Entrado el siglo XIX y estas Sanctas padeciendo el Martirio,
como consecuencia de las medi- que escribe San Eulogio, y en lo alto de
das desamortizadoras, los cuatro todo, pintada la Nave de la Iglesia”.
cortijos fueron vendidos a parti-
culares por el Ayuntamiento de Los restos conservados pertene-
Córdoba en subastas públicas. cen a muros de mampostería de
piedra trabada con tierra y mor-
La ermita de las Vírgenes fue tero que delimitan varias estan-
una de las últimas edificaciones cias. Es una ermita de tamaño
COLECCIÓN

que se construyeron en el yaci- reducido y planta casi rectangu-


miento, aunque su origen podría lar, que conserva en la cara oeste

98 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Ermita de las Vírgenes.

parte del altar que estaba decora- Cristianismo a la muerte del pa-
do con azulejos y olambrillas de dre, fueron degolladas al negar-
arista, de procedencia sevillana se a renegar de su fe. Su historia
y fechados en la primera mitad nos ha llegado a través de varios
del siglo XVI. La iglesia se cons- documentos, el “Memorial de
truyó reaprovechando los restos los Santos”, escrito en la misma
de una edificación de grandes época de los acontecimientos por
proporciones de época romana Eulogio de Córdoba y el llamado
que se ha identificado con unas “Pasionario de Cardeña”, pero el
termas; en el último tercio del lugar donde ocurrió este suceso
siglo XVIII ya se hallaba en rui- es, a día de hoy, objeto de estu-
COLECCIÓN

nas. La iglesia estuvo dedicada dio y controversia, planteándose


a las antas mozárabes Nunilo y como una de las posibilidades
Alodia, hijas de madre cristia- que fuera en este lugar de Cas-
na y padre musulmán, sufrieron tro el Viejo, hoy conocido como
martirio a mediados del siglo IX Torreparedones y Torre de las
d.C. (año 851). Educadas en el Vírgenes.

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 99


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

Olambrillas decoradas con diversos motivos de la Ermita de las


Vírgenes.

Recreación en 3D del altar de la Ermita de las Vírgenes (SAFA-Baena).


COLECCIÓN

100 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Alguna curiosidad
LOS TESOROS DEL REY POMPE

COLECCIÓN

Arco y alveus de la sala caliente. GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 101


Termas orientales.
TORREPAREDONES José Antonio Morena López

E
l yacimiento de Torrepa- las alacenas repletas de alhajas, que
redones no ha sido ajeno los opulentos moros dejaron ocultos,
a los efectos de un fenó- para volver por ellos cuando tuvieran
meno que no es exclusivo de este ocasión».
yacimiento sino que, por desgra-
cia, afecta a la mayoría de los lu- El mismo Valverde y Perales
gares arqueológicos conocidos. Y comentaba que, con motivo de
ese fenómeno no es otro que la reconocer y estudiar las Torres de
búsqueda de tesoros por lugare- las Vírgenes, fue allí acompañado
ños de la zona que, sabiendo de por un campesino de Valenzue-
la aparición de restos antiguos, la (municipio cordobés distante
especialmente monedas (o algún del yacimiento 14 km al este)
que otro objeto de valor), y con que era conocedor del terreno
el añadido de supuestos sueños o y que afirmaba y apostaba su
recetas antiguas destinadas a tal vida porque los tesoros del rey
fin, no dudaron en remover el “Pompe” estaban ocultos allí.
terreno para recuperar esos teso- Esperaba encontrarlos teniendo
ros. El autor de la Historia de la la tranquilidad de saber (porque
Villa de Baena, D. Francisco Val- así se lo había comunicado la
verde y Perales, relata uno de es- sabia de Bujalance) que nadie
tos casos acaecido en el año 1615 podría dar con ellos si no iba
en la finca de Vado Seco que acompañado de un individuo de
tuvo un final desastroso para el su familia.
buscador del supuesto tesoro del
Almanzor. Y continúa diciendo Y así nos transmite Rodrigo
que: Amador de los Ríos este curioso
episodio en un artículo publica-
«Tales escarmientos no han bastado do en 1905 (La Ilustración Españo-
á curar á los ignorante de su ansia la y Americana, XIII, junio, págs.
de encontrar tesoros ocultos, y siguen, 375–378).
con gran fe y constancias, dejándose
explotar por pícaros y brujas, y har- «No se canse usted en buscar nada
tándose de cavar la tierra, sin temor fuera de las murallas del castillo. Los
COLECCIÓN

al ridículo en que se ponen, esperando tesoros del Rey Pompe están dentro de
encontrar arcones llenos de zequíes y ellas, y allí hay que buscarlos; pero es

102 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


José Antonio Morena López TORREPAREDONES

necesario horadar de fuera á dentro, todo eso —añadió con la seguridad


pues de otro modo no han de hallarse, mayor del mundo— como lo veo á
porque hay que retirarlos luego, salien- usted ahora, y lo he visto muchas ve-
do de dentro á fuera. La hora no ha ces en sueños.
de pasar de la salida del sol hasta las
tres de la tarde: luego no se logrará »Sólo Dios sabe lo que he cavado aquí
nada, por más que usted se empeñe. para encontrar la entrada de los sóta-
Tampoco podrá nadie dar con el teso- nos; pero, amigo mío, el Rey Pompe y
ro, si no viene con uno de mi familia, su cuñado están muy sobre aviso, po-
que es la que por virtud especial tiene niendo siempre parábolas para extra-
esa gracia, según dice la sabia de Bu- viarme, y por eso no he sacado nada
jalance, pues mi familia viene soñando hasta la presente. ¿Usted no sabe lo
hace tiempo con ese tesoro, y particu- que son las parábolas? Pues, hombre,
larmente mi madre. son unas señales que aparecen debajo
de tierra, como marcando por dónde
»Cuando aquella gente se tuvieron ha de ir uno trabajando, y no tienen
que ir de aquí —prosiguió—, el Rey más objeto que el de confundir y hacer
Pompe mandó á sus tropas que mar- perder el tiempo, la paciencia y el tra-
charan sin quedar uno, y se quedó bajo al que busca el tesoro. Unas veces
solo con su cuñado para enterrar sus son un pedazo de carbón ó de madera,
tesoros en los sótanos del castillo, sin otras un hueso, otras piedras colocadas
que nadie pudiera verlos, ordenando con cierto aquel, y otras otra cualquier
que volvieran después á buscarle á él cosa.....
y á su cuñado; pero no volvieron, y
ellos no pudieron salir de los sótanos »Y verasté: la sabia de Bujalance, que
donde se habían metido, y donde se todo lo sabe —continuó animándose
quedaron y están penando al cuidado el buen hombre—, dijo una vez á mi
de sus tesoros, que son muy grandes, madre que viniera sola con mi padre
y están en un arcón, lleno de mo- aquí al amanecer un día, y así que lle-
nedas de oro del tamaño do medios gasen, que se pusieran los dos mirando
duros, en otro, repleto de barras de á la torre principal con mucha aten-
COLECCIÓN

oro y plata, como de media vara de ción, antes de que el sol saliera, y que
largas, y en una alhacena, que guar- cuando el sol diera la primera gofetá
da la corona del Rey Pompe, de oro en la torre, les harían desde ella una
fino, cuajada de piedras preciosas, señal, que les diría en que sitio está la
con otras muchas alhajas. Yo he visto entrada para encontrar el tesoro.

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 103


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

«Vinieron como les había dicho, y yo, después se levantó la mujer una ma-
con otro hermano mío, nos quedamos ñana, diciéndole que había vuelto á
allá abajo esperando, mientras ellos soñar con el tesoro, y que era señal de
se pusieron á mirar la torre, que no que debían volver á cavar en el casti-
apartaban por nada los ojos de ella; y llo; pero el zapatero, en cuanto oyó lo
apenas dio el sol la primera gofetá en de cavar, cuando aun tenía las manos
la torre, desde lo alto cayó una piedra, en carne viva, le pegó dos gofetás á la
que vino rodando por el suelo, hasta parienta, que la volvió loca, y desde
que se paró en un sitio… Mi pobre entonces ya no ha vuelto á soñar con
padre se hizo sin querer la gracia en el tesoro.
los calzones, de puro miedo, y mi ma-
dre perdió el habla por un rato… Al »Como éste ha de ser para mí y los de
fin, por señas y medio sofocados, pu- mi familia un día ú otro, pues al fin
dieron llamarnos á mi hermano y á hemos de acertar, yo he de arrastrar
mí, y nos pusimos todos á cavar en el coche; y aunque me diera usted cinco
sitio donde la piedra había quedado, duros diarios de jornal, no trabajaré
y allí cavamos todo el santo día hasta con usted, si no es á la parte de lo que
las tres de la tarde, sin encontrar cosa saquemos; y si usted lo hace por su
ninguna, sino parábolas y más pará- cuenta, será todo inútil, y se cansará
bolas que nos extraviaron. en balde no estando con usted yo ó al-
guno de mi familia, que somos los que
»Y, no crea usted; son muchos los que tenemos la gracia como le he dicho».
por estos pueblos y cortijos han visto
en sueños los tesoros del Rey Pompe. Evidentemente, el efecto de todo
En Valenzuela, el año pasado, los vió esto ha sido la alteración (cuando
varias noches seguidas la mujer de un
no la destrucción) del registro ar-
zapatero, hombre algo incrédulo, pero
queológico en aquellos sectores
que, convencido por ella, vino aquí en
su compañía, y se puso á cavar, y así del yacimiento donde se han bus-
se llevó tres días; y como no estaba cado tesoros, y no sólo en el casti-
hecho á esta faena, amigo de Dios, llo sino también en otros muchos
se le llenaron las manos de borregas, puntos y en muy distintas épocas
que le chorreaban sangre. Aburrido de como se ha podido comprobar
no hallar nada, volvió con su mujer en las recientes excavaciones del
á Valenzuela, convencido de que todo foro, del macellum o de las termas
COLECCIÓN

eran disparates y figuraciones. Días orientales.

104 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


Exvoto zoomorfo con figura de équido.
José Antonio Morena López TORREPAREDONES

Bibliografía
PARA SABER MÁS COLECCIÓN

GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO 105


TORREPAREDONES José Antonio Morena López

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112 GUÍA DEL PARQUE ARQUEOLÓGICO


Retrato de Calígura/Claudio.
Panorámica del Foro Romano.
COLECCIÓN

1. Cueva del Yeso de Baena (2011)


2. Torreparedones (Baena -
Córdoba). Guía del Parque
Arqueológico (2022)

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